viernes, 15 de abril de 2011

Común de la Santísima Virgen María

Común de la Santísima Virgen María

AUDIENCIA GENERAL: I CARTA DE PEDRO
“JUDÍOS, CRISTIANOS Y MUSULMANES DEBEMOS ENCONTRAR EN NOSOTROS EL VALOR DE LA PAZ”
CONCIERTO DE LA RECONCILIACIÓN
“LA FE, ES UNA FUERZA PARA CONSTRUIR LA PAZ”
MOMENTOS DIFÍCILES HACEN SURGIR ENERGÍAS POSITIVAS DE LA POBLACIÓN
‘LAS MUJERES FRENTE A LAS ESPERANZAS DEL MUNDO’
UN ESPÍRITU DE FRATERNA COMUNIÓN QUE OS PREPARA PARA EL FUTURO MINISTERIO PASTORAL
GRATITUD DEL PAPA HACIA AERONÁUTICA MILITAR ITALIANA
OTRAS AUDIENCIAS
ÁNGELUS: EN UN MUNDO SEDIENTO DE PAZ, ES URGENTE QUE LAS COMUNIDADES CRISTIANAS ANUNCIEN EL EVANGELIO DE MANERA CONCORDE

160 ANIVERSARIO “TRATADO DE LA VERDADERA DEVOCIÓN A MARÍA”
RITO DE DEDICACIÓN DE LA CAPILLA DOMUS GALILAEE
“MI PAZ OS DOY”: OCTAVARIO DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS
75 AÑO JUDICIAL DEL TRIBUNAL DEL ESTADO DE LA CIUDAD DEL VATICANO
NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS
COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO
«LA IGLESIA UNIVERSAL EN SOLIDARIDAD CON LA IGLESIA DE TIERRA SANTA»
EL FORO SOCIAL HACE REALIDAD EN BOMBAY SU OBJETIVO DE ESTAR JUNTO A LOS MÁS POBRES
ASAMBLEA DEL CIDSE
CONGRESO EN CASTEL GANDOLFO
ENCUENTRO-DEBATE SOBRE EL TEMA DE “LA MUERTE Y MORIR HOY”
MENSAJE PARA LA VIII JORNADA MUNDIAL PARA LA VIDA CONSAGRADA
CAMINO DE SANTIAGO EN LA DIÓCESIS DE LEÓN
I PEREGRINACIÓN ECUMÉNICA EN EL XVII CENTENARIO DEL MARTIRIO DE SAN VICENTE
AUTÉNTICOS ARTÍFICES DE LA PAZ
“LA PASIÓN DE CRISTO”, LAS ÚLTIMAS 12 HORAS DE LA VIDA DE JESUCRISTO
ABIERTO PROCESO DIOCESANO DE UNA FAMILIA POLACA
HEMOS LEÍDO PARA USTEDES

ENERO 2004
SEMANA DEL 12 AL 18
ARCHIVO



AUDIENCIA GENERAL: I CARTA DE PEDRO

Liberado del mal y de la miseria por Cristo, el hombre vive para la justicia, es decir, la santidad. Durante la tradicional Audiencia General en el Aula Pablo VI del Vaticano, Juan Pablo II volvió el miércoles a las catequesis basadas en meditaciones sobre textos bíblicos y religiosos y en esta ocasión reflexionó acerca de la primera carta de Pedro, sobre la pasión redentora de Cristo. El Santo Padre pidió a los creyentes que se liberen “de la carga del hombre viejo, caracterizada por el mal y las miserias”, para volver así a vivir “para la justicia, es decir, en santidad”.

Después de la pausa de Navidad, inicia de nuevo hoy nuestro itinerario de meditación sobre la liturgia de las Vísperas. El Cántico proclamado ahora, de la primera carta de Pedro, se detiene sobre la pasión de Cristo, ya preanunciada en el momento del bautismo en el Jordán.

En la citada carta de Pedro en la cual el Pescador de Galilea se define, “testigo de los sufrimientos de Cristo”, dijo el Papa, el recuerdo de la Pasión es muy frecuente. “Jesús es el cordero sacrifical sin mancha, cuya sangre preciosa se derrama por nuestra redención”.

Cristo aparece como el modelo a imitar, es el “programa” como se dice en el texto original griego, “el ejemplo a seguir sin ninguna duda”. Pero desde el principio los pasos del divino Maestro se encaminan por una senda empinada y fatigosa, como se lee en el Evangelio: “el que quiera venir conmigo...tome su cruz y me siga”.

Esta historia hímnica de la Pasión está formulada a través de cuatro declaraciones negativas y tres positivas, y en ella se describe la postura de Jesús durante aquella “aventura terrible y grandiosa”, explicó el Pontífice. Historia que inicia con la doble afirmación de su inocencia. Siguen otras dos consideraciones sobre su comportamiento ejemplar inspirado en su dulzura y bondad.

El silencio paciente del Señor no es solamente un acto de valentía y de generosidad. Es también, indicó Juan Pablo II, un gesto de confianza en su Padre, como sugiere la primera de las tres afirmaciones positivas. La suya es una confianza total y perfecta en la justicia divina que guía la historia hacia el triunfo del Inocente.

Se llega así hasta el final, en la cima de la narración de la Pasión, que pone en evidencia el valor salvífico del acto supremo de la donación de Cristo. “Llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta la madera de la cruz, “para que no viviéramos más para el pecado sino que viviéramos para la justicia”. Es decir, una vez liberados “de la carga del hombre viejo, caracterizada por el mal y las miserias”, pudiéramos vivir “para la justicia”, es decir, “en santidad”.

La última frase: “por sus llagas hemos sido curados” nos habla sobre el valor salvífico del sufrimiento de Cristo. Expresado, recordó el Papa, con las mismas palabras usadas por Isaías para expresar la fecundidad salvadora del dolor sufrido por el siervo del Señor.

Este fue el resumen de la catequesis en español sobre el texto del Santo Padre, que leyó en su lugar Mons. Vicente Juan, de la Secretaría de Estado.

Queridos hermanos y hermanas:
El Cántico proclamado hoy está dedicado a la Pasión redentora de Cristo. Él se nos presenta como el modelo para contemplar e imitar, el ejemplo a seguir sin duda imitándolo en sus opciones. Este himno petrino traza una admirable síntesis de la pasión de Cristo, siguiendo las palabras y las imágenes que presentó Isaías sobre la figura del Siervo doliente, meditadas por la antigua tradición cristiana.

A través de este camino, también nosotros, liberados de la carga del hombre viejo caracterizada por el mal y sus miserias, podemos vivir para la justicia, es decir, en santidad.

Luego, el Papa saludó a los fieles en distintas lenguas. Este fue su afectuoso saludo en lengua española a los peregrinos presentes en el Aula Pablo VI.

Saludo con afecto a los peregrinos y familias de lengua española. En especial al grupo de Religiosas de España y América latina, así como a los alumnos de la Escuela Italiana de Montevideo. A todos os animo a imitar a Cristo, que, con su pasión, libra al hombre del pecado. Muchas gracias por vuestra atención.



Después de saludar en distintas lenguas y a distintos grupos entre ellos a la Asociación italiana “Amigos de Raoul Follereau”, a un grupo de niños bielorrusos y a una nutrida representación de peregrinos polacos, como siempre Juan Pablo II dirigió su pensamiento final a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados.

“La Fiesta del Bautismo del Señor, que hemos celebrado el Pasado domingo –dijo el Papa- os ayude, a vosotros queridos jóvenes, a descubrir y a vivir con dicha el don de la fe en Cristo; os convierta, a vosotros queridos enfermos, a ser más fuertes en la prueba de vuestra enfermedad; y os empuje, a vosotros, estimados recién casados, a hacer de vuestra familia una verdadera iglesia doméstica”.



“JUDÍOS, CRISTIANOS Y MUSULMANES DEBEMOS ENCONTRAR EL VALOR DE LA PAZ”
CONCIERTO PARA PROMOVER COMPROMISO DE LA CONVIVENCIA PACÍFICA DE TODOS LOS HIJOS DE ABRAHAM

“Judíos, cristianos y musulmanes debemos encontrar en nosotros el valor de la paz. Y esta paz se expandirá como el aceite que cura, si recorreremos sin descanso el camino de la reconciliación. Entonces el desierto se transformará en un jardín donde reinará la justicia, y el efecto de esta será la paz”. Esta fue la esperanza que el Pontífice expresó tras el Concierto para la Reconciliación, que tenido lugar ayer por la tarde en el Aula Pablo VI, interpretado por la Orquesta Sinfónica de Pittsburh y los coros de Ankara, Cracovia, Londres y Pittsburh, dirigidos por el maestro Gilbert Levine.

El Santo Padre quiso evidenciar la coincidencia de las tres religiones en considerar a Dios como protector, Dios como amor, bondadoso y misericordioso: “Alimentados por estas convicciones, judíos, cristianos y musulmanes no pueden aceptar que la tierra esté afligida por el odio, que la humanidad esté desconsolada por guerras sin fin”.

De hecho la elección de las interpretaciones musicales del Concierto llamaban la atención sobre dos puntos importantes, comunes a las tres religiones: la veneración del patriarca Abraham y la resurrección de los muertos. El acto se inició con unas palabras del Cardenal Walter Kasper, Prefecto del Consejo Pontificio para la promoción de la Unidad de los Cristianos, que tras saludar a los presentes, recordó “que ante el Omnipotente, Judíos, Cristianos y Musulmanes, somos todos de una sola familia, con hijos diversos y con una historia por desgracia dolorosa, pero al mismo tiempo somos una familia que se funda sobre una promesa común, la promesa de la vida y de la paz; una familia que está siendo cada vez más consciente de sus orígenes y de su destino común”.

El Concierto, que ha sido patrocinado por los Consejos Pontificios para la Unidad de los cristianos y para el Diálogo interreligioso y por la Comisión para las relaciones con el judaísmo, pretendía confiar a la eficacia y la sugestión de la música, el intento de promover el compromiso para una pacífica convivencia entre todos los hijos de Abraham. Entre los asistentes al mismo se encontraban representantes del mundo judío, como el Rabino Jefe de Israel y otros representantes del Gran Rabinato, los Rabinos de Roma Toaff y Di Segni. Del mundo Islámico estaba presente el Imán de la Mezquita de Roma, así como diversos representantes de organizaciones musulmanas de Italia y Arabia Saudí. Por último señalar la presencia de representantes de otras iglesias y comunidades eclesiales.



CONCIERTO DE LA RECONCILIACIÓN

“No debemos ahorrar esfuerzos trabajando juntos para construir un mundo de justicia, paz y reconciliación para todos los pueblos”. Era el deseo de Juan Pablo II en su saludo a los rabinos jefes de Israel y al director general del Gran Rabinato que asistieron el sábado al Concierto de la Reconciliación.

En sus palabras de bienvenida el Papa evidenció que en sus 25 años de Pontificado siempre se ha esforzado para promover el diálogo judeo-católico y en fomentar lo más posible el entendimiento, el respeto y la cooperación.

Símbolo de este esfuerzo constante fue la peregrinación del Santo Padre a Tierra Santa, uno de los momentos cumbres de su pontificado, como él mismo ha manifestado, que comprendió intensos momentos de rememoración, reflexión y oración en el Yad Vashem el Memorial del Holocausto y en el Muro Occidental.

“El diálogo oficial entre la Iglesia católica y el Gran Rabinato de Israel – subrayó Juan Pablo II- es un signo de gran esperanza. No debemos ahorrar esfuerzos trabajando juntos para construir un mundo de justicia, paz y reconciliación para todos los pueblos”.

Y es que el 17 de enero a las 18’30, el Aula Pablo VI fue el escenario del Concierto para la Reconciliación, interpretado por la Orquesta Sinfónica de Pittsburg, y dirigida por el maestro Gilbert Levine. El Concierto, dedicado al tema de la reconciliación entre hebreos, cristianos y musulmanes, aprovecha el sugerente y eficaz medio musical para promover el compromiso de la convivencia pacífica entre todos los hijos de Abraham.

El concierto estuvo patrocinado por la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo y los Consejos Pontificios para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y para el Diálogo Interreligioso. Y el programa musical incluyó los movimientos primero, cuarto y quinto de la Sinfonía nº 2 de Gustav Mhaler, y un fragmento musical inédito para coro y orquesta, titulado precisamente Abraham.

¿Qué mensaje puede llegarnos de este concierto? Se lo hemos preguntado a Mons. Brian Farrel, que es el secretario del Consejo Pontificio para la promoción de la Unidad de los cristianos.



“LA FE, ES UNA FUERZA PARA CONSTRUIR LA PAZ”

“La paz es posible” reiteró Juan Pablo II pero advirtió del peligro del laicismo en Europa. En su discurso de principios de año al Cuerpo Diplomático, el Papa habló de la importancia de las religiones en el diálogo social y dijo que “la fe, es una fuerza para construir la paz”.

Fiel a la cita de cada año, Juan Pablo II recibió el lunes por la mañana en el Vaticano al Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede para el intercambio de felicitaciones al inicio del año. Un encuentro tradicional que es una ocasión para un discurso de amplio respiro sobre las problemáticas más candentes de la política internacional, y en el que el Santo Padre toca temas como la paz, los derechos, la justicia. A menudo, en él ha llamado la atención de la Comunidad internacional sobre las zonas de crisis y los problemas sociales y políticos más graves del panorama global.

Las preocupaciones de Juan Pablo II las hemos podido oír en sus más recientes intervenciones, como por ejemplo, en el mensaje Urbi et Orbi del día de Navidad: la posguerra en Irak que está provocando más muertos que la misma guerra; el conflicto de Oriente Medio, que no encuentra ninguna salida; la amenaza del terrorismo que atenaza a la humanidad...son las preocupaciones que una vez más también hoy han sido expresadas por el Papa.

Preocupaciones que el día de Navidad definió como “males que hay que combatir” y que en esta ocasión el Santo Padre ha dicho que no podemos resignarnos a aceptar pasivamente. Las armas que ha presentado el Pontífice para esta batalla son naturalmente inocuas pero imprescindibles: “la fe, una fuerza para construir la paz” y “las religiones en la sociedad” cuya presencia ha de ser viva y dialogante.

«El Mensaje de paz de la Navidad nos llega mientras pueblos enteros siguen sufriendo las consecuencias de luchas armadas, padecen pobreza, son víctimas de injusticias clamorosas o de pandemias difíciles de dominar»

El discurso del Papa ante los embajadores y representantes diplomáticos de los 174 países con los que la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas empezó con Oriente Medio, donde “la paz continúa estando amenazada”. Conocidas son las innumerables gestiones hechas por la Santa Sede para evitar el penoso conflicto en Irak. Pero “lo que importante ahora -dijo Juan Pablo II- es que la Comunidad Internacional ayude a los iraquíes a tomar las riendas del país consolidar la soberanía y elegir democráticamente un sistema político y económico tras haberse desembarazado del régimen que les oprimía.

La no resolución del problema palestino-israelí continúa siendo el otro factor de desestabilización en la región. Y el Papa una vez más no se ha cansado en repetir a los responsables políticos de los dos pueblos: que “la elección de las armas, el recurso al terrorismo y a las represalias, la humillación del adversario, la propaganda rencorosa no conducen a ninguna parte”.

“Sólo el respeto de las legítimas aspiraciones de unos y otros, el retorno a las negociaciones y el compromiso concreto de la comunidad internacional pueden llevar a una solución. Y es que para el Papa “la paz verdadera y duradera no puede reducirse a un simple equilibrio de fuerzas, sino que es sobre todo fruto de una acción moral y jurídica”.

Juan Pablo a continuación habló de otros focos de tensión especialmente en África, donde los conflictos tienen un dramático impacto en la población, deterioran el tejido institucional, y sumergen a enteros pueblos en la desesperación. El Papa después de evocar “el peligro del comercio y fabricación de armas que alimentan las zonas a riesgo” rindió un homenaje particular al nuncio en Burundi, Mons. Michael Courtney, recientemente asesinado y a Sergio Veira de Mello, representante especial de la ONU en IraK, víctima también de un atentado el año pasado. Ambos “quisieron ante todo servir la causa de la paz y del diálogo”.

Y como no, una vez más también el Santo Padre habló del terrorismo internacional que “sembrando el miedo, el odio y el fanatismo, deshonra todas las causas que pretende servir”. Toda civilización que quiera ser digna de este nombre, subrayó el Papa, debe rechazar categóricamente las relaciones con la violencia.

«¡Nunca nos podremos resignar a aceptar pasivamente que la violencia tenga a la paz como rehén! Ahora más que nunca es urgente alcanzar una seguridad colectiva más efectiva que dé a la Organización de las Naciones Unidas el lugar y el papel que le corresponden. Ahora más que nunca, hay que aprender las lecciones del pasado lejano y reciente. En todo caso, una cosa es cierta: ¡la guerra nunca resuelve los conflictos entre los pueblos!»

Para defender este principio, el Santo Padre cree firmemente que “la fe es una fuerza indispensable para construir la paz”, la fe de los católicos pero también las diferentes confesiones cristianas y los fieles de otras religiones “todos ellos testigos de un Dios de justicia y de paz”. “Cuando se cree que toda persona humana ha recibido del Creador una dignidad única, que cada uno de nosotros es sujeto de derechos y libertades inalienables... se puede fácilmente comprender el capital que representan las comunidades de creyentes para la edificación de un mundo pacificado y pacífico”.

Desgraciadamente prosiguió el Santo Padre “nosotros somos testigos en algunos países de Europa de una actitud que podría poner en peligro el respeto efectivo de la libertad de religión. “Si bien, es cierto que se respeta el sentimiento religioso de los individuos no se puede decir lo mismo de la acción religiosa, es decir, de la dimensión social de las religiones”... Se invoca a menudo el principio de la laicidad. La distinción entre comunidad política y religiones. ¡Pero distinción no quiere decir ignorancia! ¡Laicidad no es lo mismo que laicismo! Éste no es otro que el respeto de todas creencias por parte del Estado.

«En una sociedad pluralista, la laicidad es un medio de comunicación entre las distintas tradiciones espirituales y la nación. Las relaciones Iglesia – Estado pueden y deben dar lugar a un diálogo respetuoso, portador de valores fecundos para el porvenir de una nación».

La dificultad en aceptar “el hecho religioso” en el espacio público se ha verificado emblemáticamente - explicó Juan Pablo II- en ocasión del reciente debate sobre las raíces cristianas de Europa. “Algunos han leído la historia a través del prisma de ideologías reductoras olvidando lo que el cristianismo ha aportado a la cultura y a las instituciones del continente: la dignidad de la persona humana, la libertad, las escuelas, las Universidad, las obras de solidaridad. Los cristianos promoviendo la libertad y los derechos del hombre han contribuido a transformar pacíficamente los regímenes autoritarios, restaurar la democracia en Europa central y oriental.

El Santo Padre dedicó la última parte de su discurso para hablar del compromiso ecuménico y a este respecto dijo que está convencido que los cristianos fueran capaces de superar las divisiones el mundo sería más solidario: «Podemos contribuir eficazmente al respeto de la vida, a la salvaguardia de la dignidad de la persona y de sus derechos inalienables, a la justicia social. La práctica de un estilo de vida evangélico hace que los cristianos puedan ayudar a sus compañeros de humanidad a ofrecer gestos de comprensión y perdón y socorrer juntos a aquellos que están en la necesidad».

Y tras señalar a los responsables políticos, los recursos que pueden tomar del patrimonio del cristianismo, el Papa terminó el discurso al Cuerpo diplomático recordando un ejemplo concreto que en este campo puede ser citado: “la educación a la paz” tema de su mensaje del pasado uno de enero. “A la luz de la razón y de la fe, la Iglesia propone una pedagogía de la paz a fin de preparar tiempos mejores. Desea poner al alcance de todos estas energías espirituales convencida de que la justicia debe encontrar su complemento en la caridad”.



MOMENTOS DIFÍCILES HACEN SURGIR ENERGÍAS POSITIVAS DE LA POBLACIÓN

“Las dificultades que caracterizan la situación actual del mundo se perciben también aquí” y esto hace indispensable la aportación personal de cada individuo para construir una sociedad más justa y fraterna. Es necesario superar juntos las tensiones y los conflictos; es necesario luchar unidos contra el terrorismo que, por desgracia, ha involucrado también a esta amada ciudad”.

Con estas palabras de alerta, pero también de aliento, Juan Pablo II se dirigía el jueves a los administradores de la Región del Lacio, y del Ayuntamiento y la provincia de Roma. Entre ellos se encontraban el presidente de la Junta Regional, Francesco Storace, el alcalde de Roma, Walter Veltroni y el presidente de la Provincia, Enrico Gasbarra, a quienes había recibido individualmente con anterioridad a esta audiencia.

El Pontífice consideró que en los momentos difíciles, sin embargo, pueden y deben surgir con más fuerza las energías positivas de una población y de sus representantes. “El camino para derrotar y prevenir cualquier forma de violencia es comprometerse en la construcción de la civilización del amor”.

En su discurso el Santo Padre se refirió también a otros sectores de la vida social que requieren intervenciones concretas como las personas necesitadas, los ancianos que viven solos, los menores en estado de abandono, y las franjas sociales más débiles como los inmigrantes. “Pienso en la juventud – manifestó el Papa- que tiene esperanza en el futuro y quiere ser educada en la justicia, la solidaridad y en la paz. Las parroquias, las comunidades religiosas, las instituciones católicas y el voluntariado continuarán ofreciendo en Roma, en la Provincia y en todo el territorio regional, su contribución capilar poniendo a disposición cualquier recurso humano y espiritual”.



‘LAS MUJERES FRENTE A LAS ESPERANZAS DEL MUNDO’

El Papa invitó a las mujeres a mostrar su especial “genio” femenino, en el discurso que dirigió a la asociación del Centro Italiano Femenino, en ocasión de su congreso nacional.

Juan Pablo II recibió el viernes en Audiencia en el Vaticano al Centro Italiano Femenino, una asociación que, inspirándose en los principios cristianos, “se esfuerza en ayudar a las mujeres a desarrollar cada vez de una manera más responsable el propio papel en la sociedad”. Ésta es la definición que dio el mismo Santo Padre en el discurso que les dirigió.

“La humanidad advierte con creciente intensidad la necesidad de ofrecer un sentido a un mundo en el cual se presentan cada día nuevos problemas que generan inseguridad y confusión”. Justamente, por lo tanto, “en vuestro congreso estáis reflexionado sobre el tema: ‘Las mujeres frente a las esperanzas del mundo’ -dijo el Papa-. La época actual marcada por rápidos acontecimientos ha visto crecer la participación femenina en todos los ámbitos de la vida civil, económica y religiosa, a partir de la familia, que es la primera y vital célula humana de la sociedad.

Recordando su Carta apostólica “Mulieris Dignitatem”, el Santo Padre subrayó que “la dignidad de la mujer tiene relación directa con el amor que ella recibe por su propia feminidad, y asimismo con el amor con el que ella misma se da”. Es importante que la mujer mantenga viva la conciencia de esta fundamental vocación: “ella se realiza a sí misma -explicó el Pontífice- solamente donando amor con su singular “manera de ser”.

El paradigma bíblico de la mujer “puesta” por el Creador al lado del hombre como “ayuda igual a él” desvela también el verdadero sentido de la vocación. Su fuerza moral y espiritual brota de la conciencia de que “Dios le confía, en un modo especial, al hombre... al ser humano”.

Ésta es, de especial modo, dijo Juan Pablo II, la misión de toda mujer también en el tercer milenio. “Vividla plenamente y no os dejéis desanimar por las dificultades y los obstáculos, Dios no os dejará de ayudar durante vuestro camino”. El Papa terminó invitando personalmente a las mujeres a mostrar este “genio” especial femenino en cualquier circunstancia de la vida y a dar testimonio del Evangelio de la vida y de la esperanza.



ESPÍRITU DE FRATERNA COMUNIÓN OS PREPARA AL FUTURO MINISTERIO PASTORAL

“Sé con cuanto esmero os preparáis e insistís en el espíritu de fraterna comunión que os prepara para el futuro ministerio pastoral que os será confiado”. Eran palabras de Juan Pablo II al Almo Colegio Capránica, cuyos alumnos fueron recibidos en audiencia el sábado.

El aproximarse de la fecha de la memoria litúrgica de santa Inés, el miércoles, 21 de enero, ha llevado al Santo Padre a recibir en audiencia en el Vaticano, como es ya tradicional cada año, a la Comunidad del Colegio Capránica, que venera a la joven mártir romana como protectora. El Papa ha saludo al cardenal Camillo Ruini, presidente de la Comisión Episcopal para la Alta dirección del Colegio, a los prelados que le acompañaban, al rector del colegio pontificio junto con sus colaboradores, alumnos y ex alumnos.

Juan Pablo II recordó a los miembros de esta institución eclesiástica, que el Colegio Capránica se caracteriza por una marcada atención a la “vida de familia”, fundada sobre los sólidos fundamentos humanos, teológicos y espirituales. “Sé con cuanto esmero os preparáis e insistís en este espíritu de fraterna comunión -les dijo el Papa a los estudiantes- espíritu que os prepara para el futuro ministerio pastoral que os será confiado.

Este espíritu -explicó el Papa- debe nutrirse sobre todo de intensa e incesante oración. Siendo Dios el manantial de nuestra unidad. Exige además que se compartan los mismos objetivos e ideales, que tienden a la unión de las mentes y de los corazones. No puede faltar nunca el cemento de la unidad, es decir, la caridad, verdadera “vis unitiva” junto al ejercicio de las virtudes, especialmente la obediencia y la humildad, buscando sin descanso la perfección evangélica.

“El Señor que os ha elegido como sus ministros, desea que seáis santos, consagrados totalmente a Él y a su Iglesia”, insistió el Santo Padre. “Sea ésta vuestra ocupación principal, en la que es necesario unir el compromiso cotidiano para una sólida formación humana y doctrinal”.



GRATITUD DEL PAPA HACIA AERONÁUTICA MILITAR ITALIANA

El Papa reiteró su profunda gratitud a los miembros de la aeronáutica militar italiana que desde hace algunos años acompañan al Sucesor de Pedro en los viajes que realiza en el cumplimiento de su ministerio pastoral. El martes por la mañana, en el tradicional encuentro para el intercambio de felicitaciones de comienzos de año, Juan Pablo II recordó que Jesús – que en días pasados la liturgia nos invitaba a contemplar – «es la Luz que ilumina y da sentido a nuestra existencia y es el Redentor que brinda la paz al mundo».

Tras exhortar, una vez más, a acoger a Cristo «con confianza y alegría», el Santo Padre hizo hincapié en que María, que nos presenta a su Hijo con ternura, vela también por nosotros. E invitó a «recurrir en todo momento a Ella, confiándole este 2004, que acaba de empezar».



OTRAS AUDIENCIAS

Juan Pablo II recibió el martes al nuevo secretario de la Congregación para la Educación Católica, Mons. Michael Miller. Recordamos que Mons. Miller recibió este nuevo encargo, el pasado 25 de noviembre, cuando el Santo Padre le elevó asimismo a la sede titular de Vertara con dignidad de arzobispo.

Participaron en esta audiencia pontificia - que tuvo lugar en la Sala Clementina - unas doscientas personas, entre familiares, amigos y Hermanos de San Basilio, Congregación a la pertenece Mons. Miller.

En sus palabras de saludo, el Papa citó el lema episcopal de Mons. Michael Miller, «Servir a la Verdad», destacando que «sintetiza de forma elocuente el compromiso que caracteriza toda su vida sacerdotal», tanto en los años en que fue presidente de la Universidad de Santo Tomás, en Houston, como - en los anteriores – en que trabajó en la Secretaría de Estado vaticana.



ÁNGELUS: EN UN MUNDO SEDIENTO DE PAZ, ES URGENTE QUE LAS COMUNIDADES CRISTIANAS ANUNCIEN EL EVANGELIO DE MANERA CONCORDE

En un mundo sediento de paz, es urgente que las comunidades cristianas anuncien el Evangelio de una manera concorde. Lo pedía el Papa a las distintas confesiones y tradiciones cristianas que orarán intensamente por su plena unidad” durante la Semana de Oración que iniciaba el domingo.

“Mi paz os doy”. Estas palabras de Jesús sacadas del Evangelio de Juan constituyen el tema de la anual Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que inició el domingo y sobre la que el Papa se ha hecho eco en sus palabras antes del rezo del Ángelus dominical.

Desde la ventana de su estudio en la plaza a de San Pedro, Su Santidad Juan Pablo II señaló que era significativo que el tema hubiera sido propuesto por las Iglesias de Oriente Medio, donde la unidad y la paz son las prioridades más sentidas.

“Durante los próximos ocho días, en todas las partes del mundo, los cristianos de las distintas confesiones y tradiciones se reunirán para orar intensamente al Señor, para que refuerce el común empeño para su plena unidad”.

Y rezarán, indicó el Santo Padre, a partir de la riqueza del significado contenido en la promesa de Cristo, meditando día a día sobre el don evangélico de la paz y sobre los compromisos que ella comporta.

Cristo al prometer su paz, aseguró el apoyo a sus discípulos durante las pruebas. ¿Y no es quizá una prueba dolorosa la perdurable división entre los cristianos?, se preguntó el Pontífice. He aquí, por qué ellos sienten viva la necesidad de dirigirse a su único Señor, para pedirle que les ayude a vencer la tentación del desánimo a lo largo del camino difícil que conduce a la plena comunión.

En un mundo sediento de paz, es urgente que las comunidades cristianas anuncien el Evangelio de una manera concorde. Es indispensable que den testimonio del Amor divino que les une, y se hagan portadores de dicha, de esperanza y de paz, convirtiéndose en levadura de nueva humanidad.

Deseo de todo corazón, dijo al final el Papa, que esta Semana de Oración, produzca abundantes frutos para la causa de la unidad de los cristianos. Y sea una ocasión propicia para que aquellos que creen en Cristo se intercambien un abrazo fraterno, en la paz del Señor. Un don que pedimos a través de la intercesión de la Virgen María, Madre de Cristo.

Después de la oración mariana del Ángelus y del responso por los fieles difuntos, el Santo Padre aseguró de todo corazón “serenidad y prosperidad a los grandes pueblos de Oriente, especialmente a los chinos, vietnamitas y coreanos, que en los próximos días se disponen a celebrar con alegría la tradicional fiesta del fin de año lunar.

Juan Pablo II recordó también la Jornada de la Escuela Católica que se celebraba el domingo en Roma, una fiesta que se inserta de modo particular en la línea pastoral diocesana de estos años, cuyo lema es: “junto a la familia construyamos una sociedad mejor”.

El Papa saludó con gran afecto a los dirigentes, profesores y alumnos de las muchas escuelas católicas de la diócesis que han estado presentes en la plaza de san Pedro. Y les expresó su aprecio por la calidad de su compromiso. Conocedor de las dificultades cotidianas que deben afrontar, el Papa exhortó a todos a proseguir su tarea y servicio con confianza plena en el Señor.



160 ANIVERSARIO “TRATADO DE LA VERDADERA DEVOCIÓN A MARÍA”

Con ocasión del 160 aniversario de la publicación del “Tratado de la verdadera devoción a María” de San Luis María Grignion de Monfort, el Pontífice dirigió el pasado 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, una carta a esta Familia religiosa, hecha pública esta semana, sobre la doctrina mariana de su fundador.

El mismo Juan Pablo II, en su juventud, como narra en su carta, extrajo gran ayuda de la lectura de este libro en el que encontró la respuesta a sus perplejidades basadas en el temor de que el culto a María, dilatándose excesivamente terminara por comprometer la supremacía del culto debido a Cristo.

La importancia del culto a María se refleja en el mismo escudo papal del Santo Padre, en el que figura el lema Tottus tuus, inspirado precisamente en la doctrina de San Luis María Grignion de Montfort. Dos palabras que expresan la pertenencia total a Jesús por medio de María. Como afirma el Papa, “la doctrina de este Santo ha ejercido una profunda influencia sobre la devoción mariana de muchos fieles y también sobre la mía”.

“La devoción a la Virgen Santa -escribe Juan Pablo II- es un medio privilegiado para encontrar a Jesucristo perfectamente, para amarlo con ternura y servirle con fidelidad... Cuando la virgen es alabada, amada, honrada o recibe algo, Dios es alabado, amado, honrado, Dios recibe a través de las manos de María y en María”.

Una de las expresiones más altas de la espiritualidad de San Luis María Grignion de Montfort se refiere a la identificación del fiel con María en su amor a Jesús, en su servicio a Jesús. Y citando la Constitución “Lumen gentium”, el Papa afirma que los fieles luchan todavía por crecer en santidad, venciendo enteramente el pecado, y por eso levantan sus ojos a María, que resplandece como modelo de virtudes para toda la comunidad de los elegidos.

En la espiritualidad monfortana, el dinamismo de la caridad se expresa a través del símbolo de la esclavitud de amor a Jesús con el ejemplo y la ayuda maternal de María. Más adelante el Pontífice recuerda a San Juan de la Cruz, que junto a San Luis María insiste sobretodo en la pureza de la fe y en la esencial y a menudo dolorosa oscuridad. Es la fe contemplativa que, renunciando a las cosas sensibles o extraordinarias, penetra en las misteriosas profundidades de Cristo.

“El Espíritu Santo – finaliza el Papa- invita a María a reproducirse en sus elegidos, extendiendo en ellos las raíces de su fe invencible y de su sólida esperanza. Lo recuerda el Concilio Vaticano II: la madre de Jesús, glorificada ya en los cielos en cuerpo y alma, es imagen y principio de la Iglesia que habrá de tener su cumplimiento en la vida futura, así en la tierra precede con su luz al peregrinante Pueblo de Dios como signo de esperanza cierta y de consuelo, hasta que llegue el día del Señor”.



RITO DE DEDICACIÓN DE LA CAPILLA DOMUS GALILAEE

El pasado 11 de enero, fiesta del Bautismo de Jesús, Su Beatitud Micchel Sabbah presidió el rito de dedicación de la Capilla Domus Galilaee, situada en el Monte de las Bienaventuranzas-Korazim. Con este motivo Juan Pablo II dirigió un mensaje al Patriarca de Jerusalén de los Latinos en el que se une al intenso momento espiritual vivido por esta comunidad.

Esta capilla ofrece la posibilidad de contemplar el sumo misterio de Cristo en el Sacramento de la Eucaristía y el fresco del Juicio universal, que enriquece el ábside, invita a dirigir la mirada a esas realidades últimas de la fe que iluminan nuestra cotidiana peregrinación en la tierra.

En su mensaje, el Papa recuerda también su peregrinación apostólica del año 2.000 y especialmente la celebración, en el Monte de las Bienaventuranzas, de la Eucaristía que contó con la participación de tantos fieles de Tierra Santa y numerosísimos jóvenes del Camino Neocatecumenal.



“MI PAZ OS DOY”: OCTAVARIO DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

Con el lema “Mi paz os doy” (Jn 14, 27), se celebra desde el domingo 18 de enero y hasta el domingo 25, fiesta de la Conversión de San Pablo, el Octavario de Oración por la Unidad de los cristianos. Este año, el proyecto inicial de textos para la Oración provienen de nuestros hermanos que viven y dan testimonio de Cristo en la antigua ciudad de Alepo, en Siria (ortodoxos, católicos y protestantes).

El mismo texto de Juan nos ofrece un punto de partida para las reflexiones del Octavario. Nos expone y nos permite, en efecto, reflexionar sobre las implicaciones de la comprensión cristiana de la paz. Toda paz, en el seno de la Iglesia y en el mundo, se funda sobre el amor creador y vivificante de Dios para nosotros (día 1º). En nosotros se manifiesta el amor del Padre, Jesús promete a sus discípulos la paz interior y la serenidad misma de cara a las dificultades (día 2º). Los que escuchan las palabras de Cristo y las interiorizan en sus corazones llegan a ser portadores de su paz (día 3º).

Esta es la obra del Espíritu Santo que trae la paz y el perdón y que nos impulsa a introducir nuestro espíritu y nuestro corazón al servicio de un mundo que aspira a la paz (día 4º). Mientras el mundo busca la paz y la seguridad por el uso de la fuerza y el ejercicio del poder, la paz de Cristo desciende en nosotros gracias a la humildad y a través del servicio a los demás, cuando buscamos combatir el mal haciendo el bien (día 5º). Seguir el camino los discípulos de Cristo quiere decir liberarse siempre más del miedo y de la inquietud, tener siempre más conciencia que el amor de Dios es más grande que todo lo que se nos opone (día 6º).

En la confianza en la resurrección de Cristo y en la espera de su retorno en la gloria, el cristiano debe vivir con la mirada puesta en un horizonte de esperanza y mostrarse solidario con los que viven en la duda, el miedo y la pena (día 7º). La paz auténtica, la paz que Dios quiere darnos, nos trae el gozo pero nos obliga también a dedicarnos a otros fines para que cada uno tenga parte en esta paz (día 8º).



75 AÑO JUDICIAL DEL TRIBUNAL DEL ESTADO DE LA CIUDAD DEL VATICANO

El viernes, 16 de enero, se inauguró el 75 año judicial del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano. El cardenal Edmund Szoka, presidente de la Comisión pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano ofició la Santa Misa en la capilla de la Gobernación.

La ceremonia prosiguió en el aula de las audiencias del tribunal, con la relación del Promotor de Justicia, el abogado Nicola Picardi, dedicada a la actividad de los diversos órganos judiciales. Participaron en el acto las máximas autoridades y los magistrados del Estado de la Ciudad del Vaticano, así como representantes de la magistratura del Estado italiano.



NOMBRAMIENTOS PONTIFICIOS

DIÓCESIS DE TERUEL Y ALBARRACÍN (ESPAÑA)
Juan Pablo II ha nombrado obispo de Teruel y Albarracín (ESPAÑA) a Mons. José Manuel LORCA PLANES, hasta ahora vicario general de la diócesis de Cartagena y párroco en la misma circunscripción.

Mons. José Manuel Lorca nació en Espinardo, provincia de Murcia y diócesis de Cartagena, en 1949. Realizó sus estudios eclesiásticos en el seminario diocesano y se licenció en Teología en la Facultad de Teología de Granada. El 29 de junio del 75 fue ordenado sacerdote.

Ha desempeñado los cargos de vice-párroco, secretario particular del entonces obispo de Cartagena Mons. Javier Azagra, asesor diocesano del Movimiento Júnior de Acción Católica, rector del Seminario, vicario episcopal y párroco, pro-Vicario General, Vicario Generale e párroco. Ha sido también profesor de religión en escuelas públicas y de teología en varios centros de estudios superiores.

Tras su nombramiento pudimos entrevistarle en el obispado de Cartagena.

DIÓCESIS DE PERPIGNAN-ELNE (FRANCIA)
Juan Pablo II ha nombrado obispo de la diócesis al Reverendo André MARCEAU de la archidiócesis de Burdeos, hasta ahora párroco y vicario episcopal de “Bazas et de la Côte”.

DIÓCESIS DE GALVESTON-HOUSTON (ESTADOS UNIDOS)
El Santo Padre ha nombrado hoy obispo coadjutor de la diócesis de a Mons. Daniel N. DINARDO, hasta ahora obispo de Sioux City.

ARCHIDIÓCESIS DE GOA Y DAMÃO (INDIA)
El Pontífice ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis, presentada por Mons. Raul Nicolau GONSALVES, en conformidad al canon 401 §1 del Código de Derecho Canónico. En su lugar el Papa ha nombrado arzobispo de Goa e Damão, con el título de Patriarca ad honorem de las Indias Orientales, a Mons. Filipe NERI ANTÓNIO SEBASTIÃO DO ROSÁRIO FERRÃO, hasta ahora obispo titular de Vanariona y auxiliar de la misma archidiócesis.

DIÓCESIS DE ZOMBA (MALAWI)
El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la, presentada por Mons. Allan CHAMWERA, por motivos de edad y ha nombrado en su lugar como nuevo obispo de Zomba al sacerdote Thomas MSUSA, superior regional de la delegación montfortiana en Kenia, Malawi, Congo y Uganda.

NUNCIATURA APOSTÓLICA EN ETIOPÍA Y DJIBUTI
El Santo Padre ha nombrado nuncio apostólico en Etiopía y Djibuti y Delegado apostólico en Somalia a Mons. Ramiro MOLINER INGLÉS, hasta ahora nuncio apostólico en Guatemala.

Mons. Ramiro Moliner Inglés nació el 13 de marzo de 1941 en la localidad turolense de Castelserás. Fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1965, al servicio de la archidiócesis de Zaragoza, donde transcurrieron los cinco primeros años de su ministerio sacerdotal, dedicado a la pastoral parroquial y la enseñanza.

Entre 1970 y 1973 realiza los cursos en la Pontificia Academia Eclesiástica de Roma. Está licenciado en Teología y en Derecho Canónico y doctorado en Ciencias Sociales.

Entre 1973 y 1993 trabaja en las representaciones diplomáticas de la Santa Sede en Nueva Zelanda, Ecuador, Costa Rica, Brasil, Uruguay, Sudán y Gran Bretaña.

Nombrado Arzobispo titular de Sarda y Nuncio Apostólico en Papua, Nueva Guinea e Islas Salomón, recibe la ordenación episcopal el 22 de febrero de 1993 en la Basílica de El Pilar de Zaragoza de manos del Arzobispo local, Mons. Elías Yanes.

Entre 1993 y 1997 es Nuncio en los citados países de Oceanía. Desde 1997 hasta ahora era Nuncio Apostólico en Guatemala.

Mons. Ramiro Moliner es uno de los ocho eclesiásticos españoles Nuncios Apostólicos. Seis de ellos sirven en Europa: Mons. Pablo Puente, en Gran Bretaña; Mons. Justo Mullor, en la Pontificia Academia Eclesiástica de Roma; Mons. Santos Abril, en Eslovenia; Mons. Francisco Javier Lozano, en Croacia; Mons. Faustino Sainz, en Bruselas ante las Comunidades Europeas; y Mons. Félix del Blanco, en Malta y Libia (África). El más reciente en ser nombrado Nuncio Apostólico , Mons. Pedro López Quintana está destinado en India y Nepal.



Can. 402

§ 1.
El obispo a quien se haya aceptado la renuncia de su oficio conserva el título de obispo dimisionario de su diócesis, y, si lo desea, puede continuar residiendo en ella, a no ser que en determinados, por circunstancias especiales, la Sede Apostólica provea de otra manera.

§ 2.
La Conferencia Episcopal debe cuidar de que se disponga lo necesario para la conveniente y digna sustentación del Obispo dimisionario, teniendo en cuenta que la obligación principal recae sobre la misma diócesis a la que sirvió.



COMENTARIO A LA LITURGIA DEL DOMINGO

DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO (C): 18 de enero de 2004
«Has guardado el vino bueno hasta ahora»

Derrotado y deportado el pueblo de Israel sentía el abandono de Dios. Y es por boca del profeta que, esta vez, les anuncia así la salvación: Ya no te llamarán “abandonada”, ni a tu tierra “devastada”; a ti te llamarán “Mi favorita”, y a tu tierra “Desposada”; porque el Señor te prefiere a ti y tu tierra tendrá marido. Como un joven se casa con su novia, así te desposa el que te constituyó; la alegría que encuentra el marido con su esposa, la encontrará tu Dios contigo. Sí, hasta ahora, las relaciones de Dios con su pueblo eran como un noviazgo. Con esos altibajos y desavenencias propios de una situación donde el amor todavía no está maduro. Pero el Señor promete el matrimonio. Una alegría definitiva y un amor para siempre. Él mismo será el Esposo de su pueblo.

En Jesús, el Hijo de Dios, ha hecho ya a la humanidad carne de su carne y hueso de sus huesos. El domingo pasado se manifestó como Siervo, y el Padre nos lo presentó como Mesías ungido con el Espíritu. Hoy se presenta ya como ese Esposo, Dios mismo, que llenará de alegría a la esposa, aquella que se sentía abandonada. ¿Qué mejor sitio donde hacer esta revelación que en una boda? Todos recordamos la narración del milagro de Caná. Con todo, lo importante para nosotros, como para aquellos primeros discípulos, no es el milagro en sí, sino su significado. Por eso, el evangelista, que fue testigo, termina diciéndonos: En Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria y creció la fe de sus discípulos en él.

El vino que habían preparado, se acabó. Con su falta se terminaba la fiesta. María, con su intuición de mujer, tan atenta a los demás, se da cuenta del problema. Por eso acude a su Hijo para que se hiciera cargo de la situación: les falta vino. En estas palabras de María se refleja la condición de un mundo al que le puede faltar la alegría de Dios. Y ella que la ha cantado con la llegada de su Hijo, acude a él en busca de la solución. Pero Jesús le responde: Mujer (que era el nombre de Eva) todavía no ha llegado mi hora. Esa hora, será la hora de la cruz, donde ya le dirá: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Es entonces cuando María será ya la Nueva Eva o Madre de la nueva humanidad: los hermanos de Jesús. La Iglesia por la que se entregó como Esposo para siempre. Pero María no se conforma. Y así obliga a su Hijo a anticipar simbólicamente ese destino, ese desposorio suyo con la Iglesia. Y les dice a los sirvientes: “Haced lo que él os diga”. Había allí seis tinajas de piedra para las purificaciones de los judíos. Significaban, pues, la antigua alianza con todos sus ritos; esa ley antigua grabada en piedra como institución inmutable. Sólo que ya ¡estaban vacías!, como vacío quedaría todo aquel testamento ante el vino abundante de Jesús. Por eso manda “llenadlas”. Y las llenaron hasta arriba. Sólo él llevará a pleno cumplimiento el Antiguo Testamento, inaugurando el Nuevo. Por eso, cuando llevaron al mayordomo el vino nuevo de Jesús, reconoció ante el novio: “has guardado el vino bueno hasta ahora”.

Sí, aquel vino presagiaba ya aquel otro que tomó en sus manos el Señor para convertirlo en el signo de su sangre. Esa con la que nos limpiaría para hacernos Iglesia, que es la esposa del Señor. Sí, es la misma que mañana nos dará para que no se acabe la fiesta. En ella se hace sacramento el amor irrevocable del Señor. Ese amor que puede convertir en gozo nuestras penas. Ese amor que nos da fuerza para luchar con ilusión. Ese amor que nos da seguridad en nuestros mejores empeños. Ese amor que nos hace disfrutar con nuestra propia misión, como don del Espíritu. Hoy nos dice el Apóstol: Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de servicios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común… El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como a él le parece.



«LA IGLESIA UNIVERSAL EN SOLIDARIDAD CON LA IGLESIA DE TIERRA SANTA»

«La Iglesia Universal en solidaridad con la Iglesia de Tierra Santa». Es el tema del encuentro entre obispos de Conferencias Episcopales de varios países del mundo con la Asamblea de los Ordinarios Católicos de Tierra Santa, que empezó el lunes en Belén y que prosiguió en Jerusalén, hasta el jueves 15 de enero. La Conferencia Episcopal Española estuvo representada, como ya ocurrió el año pasado, por el obispo de Urgell, Mons. Joan Enric Vives Sicilia.

El encuentro se inauguró en la Universidad de Belén. En la primera jornada de trabajos se examinó la situación social del pueblo palestino en general, y, en particular la de la comunidad cristiana. Los prelados fueron presentando las distintas actividades que se realizaron el pasado 2003 en favor de Tierra Santa, por iniciativa de sus Conferencias Episcopales en sus países respectivos.

El martes, con el tema «La Iglesia al servicio del pueblo», los obispos de las Conferencias Episcopales de varios países del mundo y los miembros de la Asamblea de los Ordinarios Católicos de Tierra Santa, analizaron el plan pastoral para la comunidad local y la realización de distintos proyectos.

El miércoles, una delegación de Obispos mantuvo un encuentro en Ramallah con el presidente palestino, Arafat. Y, por la tarde, otro grupo de prelados, fue recibido por el presidente israelí, Katsav. Luego, también hubo un simposio interreligioso, en el que judíos, musulmanes y cristianos hablaron sobre la aportación de la fe en la construcción de la paz en Tierra Santa.

El domingo, en la víspera de este Encuentro, el Arzobispo de Liverpool, Patrick Kelly, presidió la concelebración de la Santa Misa en la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima, en Belén. En su homilía, que pronunció en inglés, árabe, italiano y latín, Mons. Kelly expresó su profunda conmoción y alegría por la oportunidad de encontrar a los miembros de la comunidad cristiana palestina.

Finalizado este encuentro los obispos de Europa y América hicieron publica ayer una declaración en apoyo de la Iglesias de Tierra Santa. Los Obispos europeos y americanos condenaron los actos terroristas que padecen los israelíes y las restricciones que sufren los palestinos e instan a todos a no construir muros sino puentes.



BOMBAY: FORO SOCIAL REALIZA OBJETIVO DE ESTAR CON LOS MÁS POBRES
90 MIL PARTICIPANTES LEVANTAN SU VOZ CONTRA LA GLOBALIZACIÓN

La cuarta edición del Foro Social Mundial, la primera fuera de la brasileña Porto Alegre, ha vuelto a levantar su voz contra la globalización en Bombay, donde desde ayer y durante seis días intentará superar el dilema que arrastra desde su nacimiento: cómo pasar de la protesta a la propuesta.

Decenas de miles de activistas y 2.500 organizaciones no gubernamentales del movimiento contra la globalización, se han vuelto a reunir en este Foro Social asiático, que en su enorme mayoría está formado por movimientos de izquierda y todo tipo de organizaciones de base contrarias a la globalización y al neoliberalismo.

El Foro Social indio entró el sábado en su segunda jornada con una asistencia multitudinaria. Según la organización son más 90.000 las personas presentes, cuando en un inicio se calculaba que serían 75.000, de los que casi la mitad llegaría desde el exterior y sobre todo desde otros países asiáticos.

En cambio, se han sumado espontáneamente miles de personas procedentes de Bombay, una extensa ciudad con cerca de trece millones de habitantes y unos niveles de pobreza tan elevados como visibles.

En una experiencia hasta ahora inédita en el Foro Social, varios líderes vecinales de esas barriadas de Bombay han podido intervenir en muchos de los cientos de seminarios, paneles y conferencias que se han llevado a cabo en las primeras dos jornadas, dando un crudo testimonio sobre las míseras condiciones de vida en la India, un país de 1.050 millones de habitantes, de los que unos 800 millones están sumergidos en la pobreza.

Muchos activistas y líderes sociales latinoamericanos que asisten a Bombay tras haber estado en las tres ediciones anteriores en Porto Alegre, en el desarrollado y rico sur de Brasil, manifestaron hoy su sorpresa por esta sólida y activa presencia de millares de indios de las capas más bajas de la sociedad.

Según algunos testimonios "el Foro Social está haciendo realidad en Bombay su objetivo de estar junto a los más pobres" ya que esta asamblea planetaria no es simplemente un lugar de encuentro de intelectuales y pensadores, sino un movimiento impulsor de la lucha social global y su papel es articular las estrategias, luchas y esperanzas de millones de muertos de hambre del mundo".

Parte integrante del Foro es el “Campo intercontinental de los jóvenes”, (Don Bosco Grounds, Matunga), que prevé momentos de debate sobre las temáticas del Forum y que quiere ser una plataforma de confrontación e intercambio de ideas sobre la sociedad del futuro, al mismo tiempo quiere formular propuestas alternativas al sistema económico neo-liberalista.

A la cita de Bombay participa un nutrido grupo de 1.200 jesuitas, y sus colaboradores laicos así como representantes de comunidades tribales, y grupos sociales marginados que forman parte de las actividades de la Compañía, con un programa denominado "South Asian Peoples' Initiatives". No falta tampoco la contribución de varias organizaciones para el comercio justo y solidario.



ASAMBLEA DEL CIDSE

Se celebra la próxima semana en Holanda la asamblea del CIDSE, la Organización de Cooperación Internacional para el Desarrollo Socioeconómico. Participa en este encuentro el secretario del Consejo Pontificio Cor Unum, Mons. Karel Kasteel, que nos explicó el significado de esta reunión y otros aspectos de la misma.



CONGRESO EN CASTEL GANDOLFO

Empezó el viernes en Castel Gandolfo en el Centro Maríapolis de los Focolares un congreso sobre la justicia, que es la preparación de otro a nivel internacional que tendrá lugar más adelante. Participa en esta primera reunión don Miguel Niño, decano de la facultad de derecho de la Universidad de la Sabana, en Bogotá (Colombia) que nos explicó en primer lugar qué es lo que se va a abordar en el mismo.



ENCUENTRO-DEBATE SOBRE EL TEMA DE “LA MUERTE Y MORIR HOY”

La muerte no es ciertamente una buena noticia. Y un libro que afronte este argumento no parece destinado a tener de entrada un éxito editorial asegurado. El pensamiento de la muerte viene continuamente reprimido en nuestra sociedad, se intenta esconder la realidad del morir camuflándola en todo sentido. Y sin embargo, la muerte es una realidad universal y decisiva y es una noticia cotidiana y natural. Normal en el decurso de una enfermedad o en la vejez, sorprendente porque viene de manera inesperada. Brutal o colectiva en los fenómenos del terrorismo, las guerras, los cataclismos o los accidentes.

Sobre este tema, el tema de “la muerte y morir hoy” se organizó el miércoles por la tarde un encuentro-debate en el parlamento italiano promovido por el Centro de promoción y desarrollo de la asistencia geriátrica, de la Universidad católica del Sagrado Corazón. Y la ocasión fue la presentación de un libro del profesor Massimo Petrini, del que nos habló el padre Jesús Castellano Cervera, profesor de la Facultad Pontificia de teología Teresianum, que ha escrito un prefacio al volumen y que intervino en la presentación del mismo.



OCTAVARIO DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

Con el lema “Mi paz os doy” dio comienzo el domingo el Octavario de Oración por la Unidad de los cristianos. Con este motivo entrevistamos a D. Carlos de Francisco Vega, de la Conferencia Episcopal Española.



MENSAJE PARA LA VIII JORNADA MUNDIAL PARA LA VIDA CONSAGRADA

“Los consagrados son un desafío para la Iglesia y para el mundo” y “pueden ofrecer una palabra tranquilizadora a la Iglesia y a los hombres”. Lo afirma la Comisión episcopal italiana para el clero y la vida consagrada en el mensaje para la VIII Jornada mundial para la vida consagrada que se celebrará el próximo 2 de febrero, festividad de la Presentación del Señor.

Según el Anuario Pontificio 2003, son 139.159 los religiosos sacerdotes en el mundo, a los cuales hay que añadir los 54.970 no sacerdotes; 792.317 son, en cambio, las religiosas de vida activa y 51.973 las monjas contemplativas.

“Viviendo intensamente el tiempo presente -escriben los obispos italianos- los consagrados pueden ayudar a la sociedad y a los hombres dando testimonio de que no se debe vivir en el miedo de un mundo que se acaba, si no en la esperanza del Señor que viene”. Según los prelados, los religiosos “indican en el Evangelio, la verdadera brújula que orienta”; de ahí el deseo de que los consagrados y las consagradas “sean la lámpara que arde ante el mundo”.

Conscientes que es su tarea hacer vivir la vida consagrada custodiándola, actuando el discernimiento de los carismas y favoreciendo las vocaciones, los obispos afirman la necesidad que “la presencia de las vocaciones de especial consagración dentro de la misma Iglesia” entre “en relación siempre más convencida con los demás miembros eclesiales”.



CAMINO DE SANTIAGO EN LA DIÓCESIS DE LEÓN

Esta semana entrevistamos al Vicario de Relaciones Públicas de la diócesis de León, Antonio Trobajo Díaz, que nos habló de la atención al Camino de Santiago en la Diócesis Legionense.



I PEREGRINACIÓN ECUMÉNICA EN XVII CENTENARIO MARTIRIO DE SAN VICENTE

Cerca de un centenar de integrantes de las iglesias ortodoxa, anglicana y luterana con presencia en Valencia participaron el sábado, junto con otros representantes de la iglesia católica, en una primera peregrinación ecuménica por los lugares vicentinos con motivo del XVII centenario del martirio de San Vicente, que se cumple el próximo 22 de enero.

En la peregrinación, participó el obispo para Europa Occidental del Patriarcado Ortodoxo de Serbia, monseñor Luka Kovaseviç, que se había desplazado desde París, donde se encuentra su sede. También estuvo presente el representante del Patriarcado Ortodoxo de Rumanía en Valencia, Dimitro-Daniel Toadere, así como algunos miembros del Centro Interconfesional de Valencia, de la Asociación Ecuménica Internacional (IEF), del Centro Ecuménico de Cataluña y el presidente de la asociación Acción de los Cristianos para la Abolición de la Tortura (ACAT), Emili Chalaux.

El relato del martirio de San Vicente "es lo suficientemente trascendental como para unir a las distintas confesiones cristianas en Valencia en torno a la figura de un santo cuyo testimonio de fe es celebrado por la iglesia en todas sus comunidades cristianas de Oriente y Occidente", así lo afirmaba el presidente de la comisión de Ecumenismo y Relaciones Interconfesionales de la Archidiócesis de Valencia, Vicente Sastre.

Los participantes en la peregrinación visitaron la Catedral, donde se venera la reliquia del brazo izquierdo del patrón de Valencia; la parroquia de San Vicente Mártir, donde fue abandonado su cuerpo tras el martirio; las dos capillas conocidas como "las cárceles de San Vicente" , en la calle del mismo nombre y en la plaza de la Almoina; así como la parroquia de Cristo Rey, donde el santo fue inicialmente sepultado.



AUTÉNTICOS ARTÍFICES DE LA PAZ

Mons. Agustín García-Gasco, Arzobispo de Valencia, exhortó a incentivar nuevas estrategias educativas a favor de la paz y señaló que “la gloria de los pueblos no son sus personajes violentos sino sus auténticos artífices de la paz”.En su carta semanal, Mons. García-Gasco explica que “la paz es el estado natural de las personas y los pueblos”; pero reconoce que “hay más de un centenar de guerras declaradas en el mundo actual y son numerosas las situaciones de violencia e injusticia que se sufren en el planeta”.

El Prelado recuerda que la Iglesia ha propuesto “una serie de actitudes y estrategias para que no se turbe la paz de los pueblos” y resalta que el Papa Juan Pablo II “propuso una serie de estrategias educativas para la paz con el fin de superar la sospecha de que la paz no sea posible”. Entre las propuestas Mons. García-Gasco citó en primer lugar “repasar la historia de los pueblos y de la humanidad, desde la perspectiva de que no es la guerra la que hace avanzar a la humanidad, sino la vida y el progreso”.

La educación para la paz “ha de ayudar al ser humano a leer la historia no desde el dominio de la guerra, sino desde las victorias silenciosas de los pacíficos”. Por el contrario, –advierte– “donde falta la verdadera aspiración a la paz o se exalta la violencia, impera la lógica de la destrucción que ha llevado a regresiones económicas y culturales duraderas y a la muerte de civilizaciones enteras”.

Otra propuesta es “valorar con gran estima las grandes tareas pacificadoras de hoy”. En este sentido, el Arzobispo alienta a apoyar a aquellos que intentan “erradicación de la miseria que abruma a millones de hombres”, y aquellas iniciativas que “contribuyen a la consolidación de instituciones susceptibles de expresar y agrandar la unidad de la familia humana a nivel regional y mundial”.



“LA PASIÓN DE CRISTO”, LAS ÚLTIMAS 12 HORAS DE LA VIDA DE JESUCRISTO

La película “La Pasión” de Mel Gibson se estrenará de manera independiente en unas dos mil salas de cine en Estados Unidos este 25 de febrero según informó un portavoz de Icon Productions. La venta de entradas inició hace unas semanas a través de una línea telefónica gratuita para Estados Unidos y Canadá.

“La Pasión de Cristo” llevará a la pantalla las últimas 12 horas de la vida de Jesucristo, en el día de su crucifixión en Jerusalén. El guión, del que Gibson es co-autor, se basa en los diarios de la mística Ana Catalina Emmerich (1774-1824) presentados en el libro “La Dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo”.La Producción y el rodaje comenzaron el 4 de noviembre del 2002 en Matera y Craco, al sur de Italia, luego el set se trasladó a los estudios de Cinecittá, en Roma, para las escenas de interiores.



ABIERTO PROCESO DIOCESANO DE UNA FAMILIA POLACA

La archidiócesis de Przemysl, en Polonia, está promoviendo estos meses la causa de canonización de una familia católica cuyos miembros Jozef y Wiktoria Ulma y sus 6 hijos, cuatro niños y dos niñas de 18 meses a 7 años de edad, fueron asesinados por los nazis por haber refugiado, durante la Segunda Guerra Mundial, a ocho judíos.

Todos ellos fueron asesinados en su pueblo de Markowa el 24 de marzo de 1944 por esconder a los 8 prisioneros judíos que se habían escapado de un campo de reclusión cercano.

La noticia del proceso de canonización, desde la archidiócesis de Przemyls, ha sido difundida por el postulador de la causa, el padre Stanislaw Jamrozek. «Por este sencillo impulso de amor cristiano, los padres y sus siete retoños pagaron con sus vidas», constató el sacerdote.

«La petición de canonización -explicó- ha partido de los propios habitantes del pueblo de Markowa, que de esta manera han querido mostrar su amistad y afecto a la memoria de estas personas». El asesinato de la familia Ulma tuvo lugar en el huerto de su propiedad.



HEMOS LEÍDO PARA USTEDES

Los valores que necesitamos
Fernando JIMÉNEZ HERNÁNDEZ-PINZÓ, Valores para vivir y crecer, San Pablo, Madrid 2003, 106 pág.

Un breve tratado sobre la psicopedagogía de los valores, escrito de manera sucinta por el profesor Jiménez Hernández-Pinzón, y que ha de ayudar sin duda a una reflexión ulterior a grupos que necesitan una revisión de sus coordenadas ante el desbarajuste del mundo actual.

Día a día, el autor ha ido anotando en forma de sugerencias personales lo que él atisba como base de esta reconsideración de los valores. En unas primeras notas apunta lo que para él es la base de la convivencia, o psicosociología de los valores, para entrar en la manera de hacerlos entrar en la vida. Una psicopedagogía que ha de estructurar todo lo que ha de formar la escala de los valores.

La experiencia le demuestra que hay momentos de frustración y fracaso, y enumera una serie de actitudes necesarias para evitarlo, empezando por la interiorización de los mismos por parte de pedagogos y educadores, empezando por elaborar una escala en quienes han de educar.

Insiste el autor en la necesidad de la libertad, la solidaridad y la autonomía, y augura alegría y felicidad si se sabe vivir en la esperanza, con una visión clara de la realidad, aceptando la cotidianidad y viviendo una sincera autoestima.

Este enunciado rápido de los diferentes capítulos quedarían de alguna manera en una mera exposición si no hubiera una interesante y sugerente parte práctica, en la que el profesor Jiménez ayuda a la reflexión en grupo y en equipo.

Un texto éste que, a pesar de su brevedad, nos da pistas muy útiles a educadores y a educandos, para afrontar el problema que nos acucia a todos, cuando contemplamos con preocupación la sociedad en que vivimos. Pero además, hay que agradecer al autor que lo haga sin catastrofismos y con una gran dosis de esperanza.

La jerarquía de valores, acompañada en la práctica con un buen análisis de la realidad, que ayude a discernir cuáles han de ser prioritarios, y hasta qué punto se pueden usar métodos eficaces para darles la importancia que tienen. Esto supone un conocimiento claro y vivencial de cada uno de ellos, no tanto de manera epidérmica, experimentada y experimental en otros, cuanto con una entrada consciente en el núcleo mismo de cada uno de ellos. Esto se puede lograr, aunque parezca una utopía, con la revisión constante y la perspicaz observación cotidiana de hombres y circunstancias. Este es el fin de este libro, que aun siendo un esbozo aparentemente rápido, tiene una buena carga de profundidad, que ha servir sin duda a quienes lo tengan en sus manos, lo lean, lo mediten, lo discutan e intenten llevar a la práctica sus reflexiones.

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