domingo, 24 de abril de 2011


Revelaciones Privadas a José Luis Belmonte (Diciembre 2010):


30/12/2010                                                    17:00 Horas.

Mensaje especial
Dice Santa María:
Hijos míos, no os preguntasteis cuántos años, meses, días u horas tendríais que pasar para despertar de éste sueño que los tiene como atrapados y no os permite ver cómo lentamente y a través de los años todo fue cambiando, pero no, hijitos míos, para el bien de toda la humanidad, todo lo contrario, fueron cambiando rumbo al mal muchos de mis pequeños, de los deseos y de las ambiciones, se fueron olvidando lo que realmente representa una familia y lo que es una familia, lo que es vivir en armonía y paz, y lo esencial, fueron cerrando muchos sus corazones a la palabra amor, pero, amados pequeños, amor, aquel que se entrega desde lo más profundo de vuestros corazones, aquel que nace a través de vuestras almas como un faro de luz que ilumine el sendero de muchos de vuestros hermanos, fueron perdiendo el encuentro con vuestros hijos, el hablar, el enseñarles el sendero por el cual tenían que caminar, el amor a la tierra, el respeto no sólo por vuestros hermanos sino por ellos mismos, hoy no se respetan ni respetan la vida que mi Señor les entregó, no respetáis la tierra y todo os da igual, sólo quieren vivir el momento y sólo les interesa el momento y no os preocupáis de lo que va ocurriendo a vuestro alrededor, todo es igual, nada tiene valor, ya os olvidaron muchos de mi amado Hijo, de su entrega por cada uno de vosotros y de su infinito amor, ya no frecuentan mi morada, no os acercáis a mí, vuestra Madre, ahora pensáis que solos podrán llevar adelante a un mundo que minuto a minuto está agonizando y junto con él vosotros agonizan y se pierden bajo el manto de la más inmensa oscuridad y dolor, no os puedo comprender, no puedo comprender por qué os separasteis de mi morada, por qué aquellos hijos que estaban unidos todos en el gran rebaño en vez de escuchar la voz de CRISTO JESÚS escucharon y obedecieron la voz del ángel desterrado y se separaron del sendero y se marcharon creando nuevas religiones con la esperanza que a través de ellas encontraréis la vida eterna, el amor del Padre, y sólo les importó obtener poder, tener bienestar y jugar con cada uno de vosotros, después vendrá el abandono, vendrá la huída, vendrá el desacierto entre vosotros y las lágrimas caerán de vuestros ojos porque es ahí cuando se ha de romper todo ese paraíso creado a base de mentiras y engaños. Por eso hoy estoy aquí, porque vengo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, porque llego como la intercesora de ésta nueva era, porque me tenéis que reconocer como Madre y Madre de la Iglesia porque realmente lo soy, igual que capitana de las milicias celestiales, yo os traigo la palabra y la promesa que os da mi Señor que si retornan al rebaño, si confiesan vuestros pecados, si os arrepienten desde el corazón y viven dando la mano y ayudando a todos aquellos que tanto sufren y padecen en todos los rincones de los continentes, Él os dará una nueva oportunidad, una oportunidad para poder caminar todos juntos, todos unidos como verdaderos hermanos, todos juntos en el gran rebaño, caminando al encuentro con mi Hijo y escuchando lo que Él, cuando descienda dentro de muy poco tiempo, os viene a decir, podréis vivir en libertad rompiendo todas las ataduras, podréis ser inmensamente felices, podréis vivir en armonía y paz y ser verdaderos misioneros de la generación del amor creada a través de amar con todo el corazón vuestras cruces y saberlas llevar en lo más alto y entregar vuestros corazones al Padre y a través de Él a su amado Hijo, mi amado JESÚS. No os dejéis seguir llevando por el sendero de la oscuridad, por el sendero del dolor, despierten, amados hijitos, a una nueva oportunidad y entre todos construyan la gran nación de CRISTO JESÚS, la nueva nación basada en los Santos Evangelios, cumpliendo todos los preceptos, ayunando y confesando vuestros pecados, consagrándose al Corazón Inmaculado de mi Hijo y derramando sobre toda la tierra la semilla del amor, la justicia, la misericordia y la paz. Hijitos míos os ruego y os pido porque si no lo hacéis vendrán tiempos de mucho dolor, de angustias y desolación y os perderéis en la inmensidad de la oscuridad y lloraréis y junto a vosotros me veréis llorar porque los amo y porque deseo que vivan en libertad, pero que esa libertad esté basada en el amor que CRISTO JESÚS les entregó para que cada uno de vosotros a su vez la entreguéis a cada uno de vuestros hermanos. Ya faltan muy pocas horas para que comencéis un nuevo año, y con el comienzo de éste nuevo año se van acortando los tiempos para que puedas reflexionar, sé que lo podéis llevar adelante, sé que podéis retornar a mi morada, sé que podéis salvar vuestro mundo y con él vuestras vidas y vuestras almas, sólo tenéis que desprenderte de todo lo material y vivir en armonía y paz y ser una sola nación, un sólo pueblo basado en el amor y sembrar sobre todos los suelos la paz, hijitos, esta paz que día a día se va diluyendo y perdiendo porque si no comenzáis a orar, a rezar el Santo Rosario, a entregar vuestros corazones y vuestras vidas, a hacer crecer la fe, la esperanza, el amor, todo se perderá y veréis descender inmensas lenguas de fuego que caerán desde el mismo cielo, pero vosotros mismos las harán descender sin importarles la vida de todos vuestros hermanos y atacaréis a vuestros propios hermanos, no reconoceréis a nada ni a nadie, estaréis enceguecidos por el odio y la cólera crecerá cada día más y más. Hijitos míos, os ruego escuchad mis palabras, vuelvan a mi morada, salid a evangelizar como os pido continuamente, id a buscar a aquellos que se marcharon de mi morada, abrid vuestros corazones a un nuevo mundo y vivid en armonía y paz. Amados hijitos míos, de esa forma aprenderéis a amar a todos los demás, construyan un mundo de armonía y sean felices, nosotros, comprendan todos, los amamos, no queremos nada a cambio, no necesitamos nada, no deseamos nada, no podéis comprender que nosotros estamos en el Reino de los Cielos y nosotros somos los que os queremos entregar una vida eterna, pero junto a nosotros, y no llorando entre las lenguas del fuego. Vuelvan tras los pasos de mi Hijo, defended a vuestros hermanos y pueblos y liberen vuestras almas derrotando en la unión a través del Santo Rosario, de la Coronilla, al ángel desterrado. Os ruego amados hijos, el tiempo se acorta y antes que mi Hijo descienda a caminar entre vosotros, antes que mi Hijo os hable y os enseñe prepárense para recibirlo, pero con un corazón limpio y un alma que brille para ser todos vosotros la luz de un mundo nuevo. Hijo mío, haced que todos mis pequeños reciban mi mensaje, haced que cada uno de ellos puedan comprender y entender lo que con palabras sencillas y humildes os vengo a prevenir, y os pido desde mi lugar de Madre de todos vosotros y de mi amada Iglesia y en nombre de CRISTO JESÚS la unidad de todos vosotros y de esa forma levantéis un nuevo mundo basado en el Libro Sagrado. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

29/12/2010                                                    03:24 Horas.

Mensaje al mundo de Santa María Madre de la Iglesia y Cristo Jesús
Dice Santa María:
Hijos míos, os pido desde mi corazón de Madre que os pongáis en camino, en ese camino que mi amado Hijo os dejó marcado para que siguierais tras sus pasos por un sendero de armonía y paz con la Llama de Amor que siempre ha de regir en vuestros corazones, en esa entrega total a cada una de vuestras hermanas y hermanos en vuestro mundo, en tener siempre extendidas vuestras manos para acompañarlos en todo momento, y aún más, estar presentes en el dolor, en el sufrimiento o en donde se cometen tantas injusticias contra todos mis amados pequeños. Vosotros sois mis hijitos, vosotros sois hijos del Padre y Él os ama, y a través de mi amado Hijo, su Hijo, os entrega la oportunidad de volver a caminar por el sendero de la luz, de volver a comenzar una nueva vida pero llena de esperanza, construida en el amor, la oración, la esperanza, la misericordia, la verdad y siempre descubriendo vuestros corazones y desde ellos iluminar todos los continentes enseñando el sendero a aquellos hermanos y hermanas vuestras que se han perdido entre la inmensa tiniebla. Hoy, hijitos míos, todo es soledad, todo es discordia, odios y rencores entre muchos de vosotros, hoy millones de vosotros os separasteis de mi morada y no comparten conmigo, como Madre, todos vuestros sufrimientos, yo soy la intercesora frente a vuestro Padre unida a mi amado Hijo, soy quien lleva vuestros pedidos y los deposita a sus pies, soy quien pide a mi amado Señor que os llene de eternas bendiciones a través de mi Esposo, el Espíritu Santo, por eso os ruego que retornen a caminar por ese sendero, que sí es angosto pero en él os encontraréis con la verdadera felicidad, y caminando por él aprenderéis a amar a vosotros mismos y amaréis mucho más de esa forma a todos vuestros hermanos, ayudaréis a todos los que están sufriendo, padeciendo enfermedades del cuerpo y del alma, y derramaréis sobre sus corazones la semilla del eterno amor del Padre, Hijo y Espíritu Santo, seréis mensajeros de mi palabra sobre la tierra y estaréis al lado de vuestros Pastores evangelizando, enseñando la palabra y de esa forma veréis grandes conversiones, aún los corazones más endurecidos se ablandarán y de sus ojos partirán lágrimas pero de amor, a conocer la grandeza de mi Hijo y de mi Señor. En vuestras manos, tenéis que comprender, se encuentra el futuro de las nuevas generaciones, en vuestras manos se encuentra la paz de un mundo que aquellos que están al frente de él muchos son guiados por el ángel desterrado y os quiere llevar a un enfrentamiento que no tendrá final y veréis, si le hacéis caso, ríos de sangre que surcarán vuestra tierra y una gran parte de América Latina, mientras que en la otra parte del mundo la tierra que está siendo tan atacada por sus hijos se ha de cobrar todo lo que le han quitado, por eso tienen que retornar, pero en ese retorno tienen que aprender a vivir en armonía no tan sólo con todos vuestros hermanos sino también con vuestra amada tierra, aquella que os da el sustento para poder vivir, tratándola con respeto y aprendiéndola a amar, sí, hijitos míos, amarla porque mi Señor os la entregó para que cuidaras de ella, no para que la atacaras y por ambición fueran destruyéndola como lo hacéis a menudo desbastando toda la flora y fauna que en ella habita, cambiando los cursos de los ríos y atacando sin piedad y contaminando todo a vuestro paso. Qué poco os importa vuestra vida y qué poco os importa la vida de vuestros hermanos, viven en un egoísmo tan inmenso que no os permite ver el dolor y el sufrimiento que muchos de vosotros sometéis a aquellos que os rodean, no penséis sólo en vosotros, piensa en vuestros hermanos, en todos aquellos que necesitan a veces tan sólo de una palabra de amor. Os ruego no os alejéis en ésta nueva era, tenéis que retornar, es la última oportunidad que mi Señor os entrega, es la oportunidad de cambiar y de vivir en total armonía.
Dice Cristo Jesús:
Hermano mío, vosotros sabéis que os amo a todos vosotros, sabéis que mi corazón se encuentra al lado de cada uno, más aún al lado de aquel que tanto sufre, Yo he cargado la cruz y pedí cargar y llevar sobre mis espaldas vuestros pecados para liberarlos de las tinieblas, he padecido la incomprensión y el dolor de ver cómo me negaban, aún aquellos que habían compartido conmigo, pero mi amor es superior a todo y mi corazón está lleno de luz, pero de la luz que quiere ingresar en cada uno de vosotros llevándolos por un sendero de paz. Yo, hermanos míos, quiero la unión de los pueblos de mi Padre y que vuelvan a ser la gran nación, pero una nación basada sobre las reglas de mi amada Iglesia, una nación que mis hermanos vivan en libertad, que aprendan de la palabra, que compartan lo que tienen y que seáis realmente sencillos y humildes, pero, hermanos míos, sed humildes verdaderamente y tenéis que sentir en vuestros corazones el sufrimiento por el que está pasando aquel que se encuentra muchas veces a vuestro lado, tenéis que acompañarlos, guiarlos, tenéis que ser los nuevos misioneros de ésta nueva era que os llamamos la Era del Amor, tenéis que aprender a llevar vuestras cruces pero con infinito amor, en alto y vivir una vida en armonía, os pido que cumplan con los Sagrados Mandamientos, que os acordéis de rezar la oración que os entregué y que vengáis junto a mi corazón que muchas veces llora y sufre por todos aquellos que se apartaron de mí. Los amo y os pido, aléjense de aquellos que os quieren guiar con falsas promesas, tenéis que comprender y entender que únicamente encontraréis la paz en mi morada, en mi Iglesia, venid a mi encuentro, confiesen vuestros pecados y me veréis en el altar porque Yo mismo, creedlo, seré el posadero que os daré de comer de mi Cuerpo y de mi Sangre y con infinita felicidad viviré en vuestros corazones con infinita pasión. Os amo hermanos míos, os ruego enseñadle al mundo a rezar la Coronilla, en ella os concederé todo lo que cada uno de vosotros me pidan, y os ruego escuchad la voz de mi Madre, ella se encuentra entre vosotros preparando el sendero para cuando Yo vuelva a vuestro mundo a caminar entre vosotros y os guiaré para siempre a la tierra del amor y de la luz, a la tierra de la esperanza y de la paz. Os pido y os ruego, no sigáis más desunidos, comprendan que todo aquello que os prometen aquellos falsos profetas que en estos tiempos están apareciendo sobre vuestra tierra nada es verdad, la verdad está en mis muros, en el Libro Sagrado, en las palabras de mi Madre que les está dando a mis hermanos y hermanas en los distintos continentes para que aprendáis y comprendan que entre todos tenéis que cambiar la forma de actuar y de vivir y entre todos volver a formar la gran nación de mi amado Padre y desterrar para siempre al ángel desterrado por mi Señor. Os ruego vuelvan al sendero, a la luz, a la paz y al eterno amor, recibid mi eterna bendición.
Dice Santa María:
Hijo mío, hoy habéis escuchado la voz de mi Hijo y mi voz, hoy, unidos los dos, os hemos dado nuestro mensaje para que vos lo entreguéis al mundo, para que vuestros hermanos comprendan cuál es el sendero que tienen que seguir, que estamos aquí entre vosotros, que os amamos y que os pedimos la unidad entre todos vosotros, no sigáis más separados, no os peleéis mas, no cometáis más errores y  no busquen más separaciones porque de esa forma se perderán más almas entre la oscuridad y el llanto y el dolor atravesarán vuestros corazones, vuelvan a ser familia, sí, amados hijos, familia, lo que fueron perdiendo a través de los tiempos, vuelvan a ser hombres y mujeres y no os comportéis equivocadamente y toméis por distintos caminos llevados por una libertad que estáis atacando de esa forma, sin daos cuenta, a vuestro amado Padre. Os pido a todos aquellos que no piensan y os dejan llevar por el ángel desterrado que os detengáis y no sigáis cometiendo más errores que muchas veces cometéis, atrocidades  contra vuestros propios hijitos, aquellas hijas que sois sometidas a quitar de vuestros vientres a ese ser que es un ángel cortando su vida, no sabéis lo que estáis cometiendo, el tormento al cual lo lleváis, el dolor y el sufrimiento de ver que aquellas que ellos aman desde el principio los arrancan y no les permiten nacer y vivir la vida que mi amado Señor os ha concedido. Por eso os ruego y os pido, reflexionen y vuelvan al sendero, vuelvan a la oración, al Santo Rosario, vuelvan al encuentro con el amor de CRISTO JESÚS y pedidle perdón, vosotros sabéis que si lo piden seréis perdonados porque el amor del Padre, Hijo y Espíritu Santo es lo más puro y divino, si ven y sienten que un hijo o hijas suyas piden el perdón desde el propio corazón, desde el alma, tened la plena seguridad que seréis perdonados, pero recordad de no volver a caer en la tentación ni en el pecado. Hijo, dile a todos mis Hijos e Hijas predilectas que el mundo necesita mucha oración y que necesita que salgáis a evangelizar, y a vosotros, hijitos míos, recen, recen porque a través de la oración sólo podréis hallar la paz, el amor, la misericordia y la justicia para todos los pueblos del mundo y para vuestras almas. Os amo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA Y CRISTO JESÚS.

28/12/2010                                                    01:30 Horas.

José Luis:
Amada Madre, cómo podré hacer para que mis hermanos escuchen tus palabras, para que lleguen al corazón de ellos y los haga meditar, los haga pensar y prepararse para esta nueva era, para que vuelvan al sendero de la luz, para que vuelvan a tu morada, siempre en todos los cenáculos donde me reúno con mis hermanos y hermanas recibo la misma respuesta, yo no voy a la Iglesia porque a mi sacerdote realmente no lo entiendo, las puertas de mi capilla están cerradas todo el día, tiene horario para que yo pueda hablar con él, tiene horario para confesarme y no creo en ellos, y no sé cómo explicarles que no son todos así, que hay muchísimos pastores buenísimos y verdaderos representantes en la tierra de tu amado Hijo, de mi amado hermano JESÚS, y tampoco comprendo el porqué los que recibimos mensajes en todo el mundo estamos distanciados e incluso algunos hasta se atreven a hablar en contra de otros, pareciera que quieren que seas privada, de unos pocos, realmente eso me confunde, como la persecución desde adentro de tu amada Iglesia de algunos hermanos a todos nosotros, cómo podemos difundir tu palabra si no nos dejan, si nos injurian, si nos persiguen, yo no me estoy quejando, estoy abriendo mi corazón como siempre a ti y a mi amado CRISTO JESÚS y a todos mis hermanos para que de una buena vez comprendan y entiendan que recibir tus mensajes, poder hacer imposición de manos, no nos hace ni ángeles ni santos, somos seres humanos normales únicamente que nos eligieron como instrumentos para poder difundir todo tu amor a sus hijitos, como vos les dices.
Dice Santa María:
Hijo mío, primero, siempre habrá persecución, tú tienes que comprender y tú lo sabes, te he mostrado la persecución de mi amado Hijo hasta llevarlo a la crucificción por amarlos y por llevar la palabra, y de qué os extraña que desde mi propia morada os persigan si yo os he dicho tanto a ti como a todos vuestros hermanos en el mundo que os perseguirían, os habéis olvidado cuando os digo que con inmenso dolor veo a mi Iglesia fisurada en varias partes, que en ella también algunos corazones dejaron ingresar al ángel desterrado y están tratando de destruir todo desde el mismo seno, pero no podrán hijo mío, no lo podrán hacer, por qué pensáis que os pido que cuiden siempre al que se encuentra en el Sillón de Pedro, porque él está con la verdad, porque les está pidiendo perdón por los males que han cometido muchos de sus pastores, porque él quiere entregarles a todos vosotros la verdad, porque lucha por todos los derechos de los hombres y mujeres en el mundo, pero cada día lo atacan más y más sin piedad, y después me dices que muchos de vuestros hermanos que se encuentran en mi morada también os persiguen, sí, lo sé, pero ellos se creen que son los que deben digitar quién puede ingresar en mi morada y quién no, ellos se creen que ir de estudio en estudio les da autoridad, y están equivocados, qué estudios tenían los discípulos hijo mío, preguntadle y pregúntate tú mismo, eran pescadores, rústicos, sencillos, pero dejaron todo y siguieron a mi Hijo, Él les enseñó, no les entregó un cargo ni poder, sólo les enseñó para que cuando Él no se encontrara entre vosotros ellos fueran los que llevaran su palabra y mantuvieran encendida la Llama Eterna de su amor y la pureza, hoy a vuestro mundo y a muchos hermanos y sacerdotes les falta, hijo, humildad y sencillez, y es ahí donde se encuentra el gran pecado, el pecado que el ángel desterrado con mucha astucia desparramó sobre toda la tierra para que os enfrentaran, para que formaran nuevas religiones que nada tienen que ver con mi amado Señor, nuevos templos donde no me encontraréis ni a mí ni a mi Hijo y sólo os lleva a la destrucción, al enfrentamiento, a la mentira, al egoísmo, a la ambición de muchos de ellos por obtener poder, nosotros no queremos nada de eso y tú lo sabes, amamos una Iglesia sencilla y humilde donde todos estén unidos, donde vivan en eterna comunión con CRISTO JESÚS y donde estéis libres de todo pecado, o no os podéis dar cuenta del inmenso dolor que atraviesa mi Inmaculado Corazón, no podéis comprender que os pido a todos vosotros la unidad, que os digáis a vuestros hermanos y a vuestros pastores que el mundo no se ha de levantar si no os ponéis todos juntos a caminar por el sendero de la luz, si no ayunan, si no confiesan vuestros pecados, si no reciben el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, si no aprenden a respetarse y a amarse como verdaderos hermanos que sois todos vosotros. Qué os ocurre que no podéis comprender mis palabras, me he mostrado frente a vuestros ojos en todo el mundo y así y todo hoy hay muchos hijitos que niegan mi presencia, y más doloroso aún, muchos Hijos predilectos niegan mi presencia como Madre de mi amada Iglesia. Hijo, sigue vuestro camino, sigue hablando, no os detengáis por nada ni por nadie, sigue avanzando, muy pronto se unirán, muy pronto sentiréis la presencia de muchos de aquellos que os injurian, habla con vuestros hermanos, estén unidos y cuidad de los muros de mi Iglesia, haced que mi Iglesia sea SANTA EN LA TIERRA COMO LO ES EN EL REINO DE LOS CIELOS. Os ruego y os pido, no abandones nunca la lucha porque el triunfo será nuestro, porque yo misma he de aplastar la cabeza de la víbora, porque junto a mis milicias celestiales y unidas a vosotros echaremos de toda la tierra al ángel desterrado por miles de años y vuestras almas vivirán en libertad y eterno amor. Hijo, os amo, no os detengáis, os pido, y dile a todos vuestros hermanos y hermanas que ha llegado el momento de la unidad, del gran encuentro y del amor para que seáis verdaderos misioneros de la palabra y siembren sobre toda la tierra la semilla de la misericordia, la justicia y la paz. Recordadlo siempre, os amo. Amén.
José Luis:
Madre mía, te pido perdón por los momentos que bajo mis brazos, porque no comprendo que nunca nos dejarás solos y porque yo también como te lo he dicho, y tú lo sabes, no soy merecedor de tu gracia. Te pido perdón no sólo a ti sino también a todos mis hermanos y hermanas y a mis pastores, porque alguna vez también yo que no soy nada me siento que me convierto en juez y no soy quien ya que yo soy un simple hombre y fui un gran pecador, y tú lo sabes, por lo cual estoy totalmente arrepentido.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

27/12/2010                                                    01:00 Horas.

Dice Santa María:
Amados hijitos míos, muchos de vosotros, aunque no os quieran reconocer, sois los culpables de lo que os ocurre, y más aún, sois culpables de la gran partida que transcurre día a día de mi amada Iglesia porque junto a vuestros pastores no sabéis ni queréis detener a esos hermanos que se retiran, y se retiran porque no encuentran en mi morada la contención, la palabra, el amor que tendrían que tener, encuentran un lugar carente principalmente de humildad porque en muchos de vosotros ese es el gran pecado que cometéis, no sois humildes, todo lo contrario, sois soberbios y tratáis a aquellos que están sufriendo y que carecen de alimentos y de la palabra como si nada os importa, estáis tan separados del sendero por el cual tenéis que caminar que muchas veces no os puedo comprender y mi corazón de Madre sufre al verlos lo apartado que, sin daos cuenta, se encuentran del verdadero sendero de la luz de mi amado Hijo, no habéis aprendido en miles de años casi nada y lo poco no lo queréis enseñar a vuestros hermanos, a vivir en armonía, a descubrir en vuestros propios corazones la Llama del Eterno Amor de vuestro amado Padre, no aprendieron a vivir en comunidad y menos a tratarse como hermanos realmente que sois, viven gritando, viven discutiendo, viven hoy tan apartados del amor, no comprendéis que tenéis que sembrar sobre toda la tierra la semilla del amor, de la misericordia, de la justicia y hacer que crezca y que se extienda sobre todos los continentes, que toque todos los corazones de aquellos que están tan alejados del sendero del amor, de aquellos que tienen que comprender que el mundo no puede seguir avanzando si no se unen, si no comprenden realmente que sin amor nada es posible sobre la tierra, que sin arrepentimiento, sin confesar vuestros pecados y sin liberar vuestras almas de todo aquello que habéis cometido nada podrá hacerlos vivir en armonía y paz. Por eso os pido como Madre de todos vosotros que vengáis a mi morada y que pongáis vuestras rodillas en tierra y unáis vuestros brazos para pedir perdón a CRISTO JESÚS, para pedirle que perdone vuestros pecados y os aseguro, amados hijitos, que os perdonará, que os está esperando, que quiere y desea desde su Inmaculado Corazón la unión de todos sus hermanos y que juntos llevados de su mano caminen todos rumbo al encuentro de vuestro Padre, de su Padre, bajo la eterna bendición del Espíritu Santo, y tomados de la mano comenzar a construir a través del amor  un mundo basado en la justicia, misericordia, humildad, paz y eterno amor entre todos aquellos que habitan vuestro suelo, y que debéis todos aprender a vivir en eterna unidad entre todos vosotros, y a su vez construir un mundo para las nuevas generaciones basado en el amor. Os ruego a todos y os pido que recen amados hijitos, recen, no dejen de hacerlo y vivan en libertad y en el amor del Padre para siempre. Yo os pido y os ruego, vuelvan a mi morada pero unidos siempre todos, unidos y llevar adelante siempre la palabra a todos mis amados hijos, aquellos que necesitan de cada uno de vosotros, os ruego vuelvan a mi morada, vuelvan a la oración, salid a evangelizar, vuelvan a construir un mundo lleno de armonía y en total comunión, esa comunión que tiene que estar siempre en cada uno de vuestros corazones, esa comunión que sólo la podéis tener a través de limpiar vuestros corazones de todo pecado y de recibir a mi amado Hijo, recibid su Cuerpo y su Sangre y vivan en el amor y la paz. Os ruego que comencéis a caminar todos juntos, salid a evangelizar, no podéis perder más tiempo, no podéis quedaos más quietos, mi Iglesia tiene que estar de pie, mi Iglesia tiene que tener siempre su presencia en todo lugar y más las Sagradas Palabras. Os amo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.


26/12/2010                                                    03:21 Horas.
Dice Santa María:
Hijo mío, tienes que hacer que todos vuestros hermanos y hermanas comprendan que tienen que volver al comienzo, al amor y a la unidad, y eso lo debéis de comenzar en la unidad, en el amor entre todos aquellos que poseéis una familia, porque de allí partirá la primer evangelización basada en el amor de los Padres por sus Hijos y de sus Hijos por vuestros Padres, en esa unidad basada y reforzada desde lo más profundo de vuestros corazones, es de ahí que comprenderéis el verdadero sentido de la vida, el verdadero sentido por el cual en la unidad está la verdadera fe, la esperanza y la unidad, y tenéis después de comprender que ir al gran encuentro, al encuentro con todos vuestros hermanos, a la gran familia, la familia de todos mis amados hijitos en todo vuestro mundo, más allá de sus creencias tenéis que comprender que sois familia porque sois todos hijos del mismo Padre, porque venís todos del Inmaculado Corazón de mi amado Señor y lleváis la luz y el fuego divino del amor adentro de todos vuestros corazones, para que mi Iglesia crezca tenéis primero que crecer cada uno de vosotros fortaleciéndose, y en ese fortalecimiento oír y meditar cada una de las palabras de mi Hijo, de sus discípulos y de mi humilde corazón para luego seguir tras los pasos de JESÚS, para que el gran encuentro esté rodeado de una profunda felicidad, de armonía y paz, es la única forma en la que podéis volver a reconstruir un mundo que muchos de vosotros por ambición y por ser guiados, no por mis pastores, os separaron del sendero de la luz y os encontráis perdidos en el medio de un inmenso desierto que os consume y no os permite avanzar, sé que no sois muchos culpables de vuestras separaciones, sé que amáis a mi Hijo pero no vienen a mi morada porque no encuentras en algunos de vuestros pastores la contención y hay desunión entre vuestros hermanos, pero tanto vosotros como ellos tenéis que comprender, amados hijitos míos, que mi morada no es de nadie en particular y es de todos en general, porque es vuestra morada, el lugar de encuentro que mi amado Hijo le pidió a Pedro que sobre la piedra angular levantara mi Iglesia, esa Iglesia donde se reuniría día a día con todos sus hermanos, donde os haría compañía y cuidaría de cada uno de vosotros, donde vendríais a hablar con Él y a contarle vuestros pecados, y mi Hijo con su infinita bondad os perdonaría, y vosotros lo sabéis bien porque mi Señor, vuestro Padre, mi Hijo y el Espíritu Santo unidos los tres en un solo cuerpo os ama y todo os perdona porque sólo desea que un día gocéis del Reino de los Cielos, y eso lo tenéis que comprender y tenéis que ir a la búsqueda del gran encuentro, pero siempre como un niño que en su corazón brota el amor, en un marco de sencillez, humildad y deseo de volver a vivir una vida llena de amor por vuestro Padre. Hijos míos, nosotros, la Sagrada Familia, os estamos esperando a cada uno de vosotros, pero hoy más que nunca, que lleguéis unidos todos como verdaderos hermanos y llenos vuestros corazones de eterno amor, venid y recibid el Cuerpo de mi Hijo, recibid su Sangre, recibidlo adentro de vuestros corazones y dejadlo morar, dejadlo que os conduzca por las hermosas praderas y aprendan a oír su voz que os habla y os guía a través de la tierra fértil para que entre todos vosotros volváis a levantar la Iglesia de Pedro y que en ella ya no se encuentren más divisiones y estén unidos y comprendan que son aquellos que tienen que servir a su pueblo, a su rebaño y jamás esperar ser servidos, ellos forman el corazón de mi Iglesia y vosotros los pilares, en esa unión haréis crecer mi morada y se levantará sobre el mundo irradiando la luz eterna del amor, volveréis a ver grandes conversiones y muchos de mis pequeños y pequeñas tomarán los votos y seréis lo que siempre habéis sido y no os dieron cuenta, una inmensa familia, una familia basada en el amor de CRISTO JESÚS, en la luz y la Llama que Él ha colocado en cada uno de vuestros corazones. Hoy, como os vengo diciendo, es el tiempo, es el momento del gran encuentro, de la gran unión, muy pronto Él ha de volver a caminar entre todos vosotros y vosotros tenéis que comprender que si no estáis realmente preparados nada ha de ser igual y mi morada se ha de debilitar, por eso os ruego que no dejéis nunca de orar, que recen el SANTO ROSARIO, la CORONILLA y a través de ella la luz ha de descender sobre vuestros corazones llenándolos de eternas bendiciones y a toda vuestra tierra, preparaos para el gran encuentro, para la unidad de los pueblos, para que reine la justicia, la paz, la armonía, la esperanza en cada uno de vuestros corazones pequeños míos, si os encontráis unidos el ángel desterrado ya no podrá más gobernar vuestras vidas, ya no podrá tenerlos más encadenados y seréis libres, sí, hijitos míos, libres criaturas de la creación como vuestro Padre os dijo. Hoy os pido simplemente la unidad, y en esa unidad construyan en esta nueva era una Iglesia peregrina, misionera y que cada uno de vosotros os conviertan en verdaderos Apóstoles de los nuevos tiempos, Apóstoles del más grande y profundo amor y derraméis sobre toda la tierra las semillas del amor, la justicia y la paz, id de dos en dos y hablad, pregonen la llegada de CRISTO JESÚS y de su infinito amor, vivan en armonía, y os ruego, vuelvan a construir de vuelta la familia que hoy son muy pocas aquellas que se encuentran realmente en vuestro mundo, la familia, la base principal y esencial del más profundo y verdadero amor, porque a través de ella mi Hijo es inmensamente feliz. Hijitos míos, no sigáis aceptando y observando todo aquello que no posee el verdadero valor, aquello que os entregan y no es una familia como tiene que estar compuesta, la familia vosotros sabéis que es Padre, Madre, Hermanos y todos aquellos que os rodean, en ella se encuentra la verdadera y única familia, no hay otra, no intentéis buscar una nueva forma porque no os dais cuenta que estáis deformando lo sagrado y estáis manchando, al llevarlo adelante, lo que está escrito, lo que tiene que ser porque el mundo desde su creación ha sido así, no lo queráis cambiar bajo las influencias de quienes se encuentran atrapados por el ángel desterrado y os confunden y os llevan rumbo al final, por eso os pido que recapaciten y comprendáis que la familia es la base de la nueva era y que a través de ella comenzaréis una profunda evangelización mostrando el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Uníos realmente bajo el manto sagrado de mi misericordia y de mi eterno amor, comprended mis palabras y mediten cada una, pero vuelvan a caminar unidos por el sendero de la luz, venid a mi morada y compartid este día con júbilo y juntos como una verdadera familia unida a los Santos Evangelios y al eterno amor del Padre, Hijo y Espíritu Santo amados hijitos míos. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
25/12/2010                                                    20:00 Horas.
Dice Santa María:
Hijo mío, quiero que le digáis a todos mis Hijos predilectos y al gran rebaño que les pido que sean ellos mismos, que utilicen, cuando hablan, las palabras que brotarán de sus corazones, con palabras sencillas y llenas de amor, que dejen salir el niño que estuvo dormido adentro de sus corazones por tantos años, que despierten a un nuevo tiempo, a una nueva era, que siembren la esperanza en todos los corazones, que vivan en libertad y esa libertad os conduzca por el sendero de la luz y a través de él al entendimiento y a estar en armonía cuerpo y alma y améis con todas vuestras fuerzas a cada uno de vuestros hermanos, que os toméis de las manos y formen una gran cadena que atraviese todo el mundo y con ella se unan en la oración del SANTO ROSARIO, de la CORONILLA dedicada a mi amado Hijo, que vuelvan a mi morada y en ella empecéis a construir un mundo diferente al cual habéis vivido tan alejados de los Sagrados Mandamientos, tan alejados de nuestro amor porque vosotros nos rechazabais y se apartaban sin razón, porque no pensaban que eran guiados a la inmensa oscuridad. Hoy, amados hijitos, todo ha cambiado, todo eso ha de quedar en el tiempo, en un tiempo que toda la tierra vivió en una profunda oscuridad y no os permitía mirar lo que os estaba ocurriendo a vuestro alrededor, no os dejaba mirar el dolor en el rostro de vuestros hermanos, el hambre, las guerras, la falta de esperanza, a partir de hoy todo ha de cambiar, todo ha de ser diferente, distinto, todo será llevado de la mano del amor, del amor de vuestro Padre a través del Hijo y del Espíritu Santo, todo ha de cambiar y lo iréis viendo lentamente pero en la gran unidad de todos vosotros, y en esa unidad veréis reflejado la luz divina que os marcará un nuevo rumbo, un rumbo que os irá guiando al gran encuentro, al encuentro con quien ha de descender para estar de vuelta entre vosotros, para enseñarles, para guiarlos, para traerles el perdón y la paz del Padre, dejaos guiar por la luz divina que emana su corazón, dejaos llevar de la mano rumbo a la tierra prometida, escuchad sus palabras y vivan en eterna unidad y comunión. Hijitos míos, mi Iglesia tiene que ser una sola y en ella estar todos unidos y vivir para llevar a vuestro mundo rumbo a la paz, aprendan a hablar la misma lengua, el lenguaje del amor y de la paz, ya mi Hijo ha de venir para estar unido a todos vosotros, ya están caminando por una nueva era y esta era os llevará rumbo a la libertad de vuestras almas y a la unidad de toda mi amada Iglesia, vuelvan a mi morada, vuelvan a los brazos de CRISTO JESÚS y venid a mi encuentro, os espero con mis brazos extendidos y he de entregar a cada uno de vosotros la Llama Eterna de Mi Amor. Os amo hijitos míos.

Dice Cristo Jesús:
Hermanos míos, Yo traigo en mis manos la paz que durante miles de años habéis perdido, os traigo en ellas el más puro y divino amor para que vuestros corazones se llenen de luz, os traigo el perdón de mi amado Padre y os traigo la palabra, la palabra para enseñarles a caminar y construir entre todos vosotros un mundo nuevo, un mundo basado en la misericordia y la paz. Hermanos míos, venid a mi encuentro, caminad de mi mano, escuchad mi voz y arrepentíos de todo pecado para vivir en eterna unidad y comunión, Yo os traigo el amor del Padre, de un Dios justo y os traigo toda la fuerza de mi amor y la eterna bendición del Espíritu Santo. Os ruego vuelvan a la unidad, vuelvan a ser el gran rebaño, venid a mi morada y sean humildes, os ruego a todos sin excepción, a todos, tenéis que ser como niños, inocentes, llenos de amor pero también de humildad, y daos la mano unos a otros, vuelvan a ser el gran pueblo, la gran nación, aquella que sea la luz del nuevo mundo, la luz de una nueva era, la luz eterna del más puro y divino amor.

Dice Santa María:
Hijos míos, no dejéis jamás de oír la voz de mi Hijo, de orar y a través de la oración encontrarse con Él y a través de Él con vuestro Padre, no dejéis un sólo día sin venir a mi morada y entregarme vuestro amor. Os amo y os digo que hemos venido a traerles la paz, la armonía, la misericordia y hacer cumplir la justicia en todo vuestro mundo y enseñarles a vivir en comunidad, en oración, y esa oración se ha de convertir en amor, esperanza y misericordia para todos vosotros y seréis la gran nación basada en los Sagrados Mandamientos, dejaos llevar, dejaos guiar por vuestros pastores y mis hijos e hijas que he elegido en el mundo rumbo al gran encuentro, y en ese encuentro os daréis cuenta que os amamos y que vuestro amado Padre, mi Señor, unido al Hijo y al Espíritu Santo junto a mi Inmaculado Corazón sólo queremos que seáis felices y vivan en un mundo de armonía, paz, justicia, misericordia y amor. Os amo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA Y CRISTO JESÚS.

24/12/2010                                                    15:10 Horas.


Mensaje de esperanza al mundo para ésta Nochebuena
Dice Santa María:
Amados hijitos míos, hoy os pido simplemente que os encontréis en paz y que vuestros corazones estén llenos de luz, y esa luz sea la que marque el sendero de todos vuestros hermanos, aquellos que se alejaron tanto del camino, tanto del amor y partieron buscando un nuevo camino, un camino lleno, sin daros cuenta, de egoísmo. No os importó a muchos de vosotros el dolor por el que atravesaron millones de hermanos y hermanas en el mundo y de la destrucción de vosotros de vuestra tierra, siguieron y siguen avanzando sin detenerse un sólo instante guiados por aquellos que se proclamaron apóstoles y se marcharon de mi morada buscando solamente el poder, y no os dieron cuenta que sólo estaban llevando con ellos a miles de almas a perderse como ya se han perdido en la inmensa oscuridad. Hoy, amados hijitos, simplemente quiero llegar a través de mi hijo y de mis palabras a todos vosotros, a quienes están unidos a mi morada y a mi corazón de Madre, como también a todos mis amados hijitos que se apartaron y muchos no reconocen mi presencia ni la de mi amado Hijo, os amo, vuelvan al principio y veréis que al ir hasta el comienzo de la creación, del amor y de la paz, os encontraréis con la verdad, con la paz para vuestras almas y volveréis a caminar junto a todos vuestros hermanos, sólo tenéis que deteneos un instante y poder ver el lucero que marca el cielo, y veréis la luz inmaculada del amor descendiendo sobre todos los pueblos y naciones, oirán el canto de los coros celestiales y las trompetas anunciando esta noche una nueva oportunidad al cumplirse el nacimiento de mi Hijo, que os viene a dar, para que sobre toda la tierra vuelva a reinar la paz, la misericordia, la justicia y os tratéis como verdaderos hermanos e hijos del mismo Padre, deteneos de realizar cruentos enfrentamientos, de tomar las cosas por la fuerza, de quitarle la vida a vuestros hermanos, de desear tener todo, lujos y placeres, dejando abandonada vuestra alma sólo por oír la voz equivocada, por no escuchar la voz que desde adentro de vuestros corazones os habla y en ella os dice…
Dice Cristo Jesús:
Venid amados hijos, os espero y confesadme vuestros pecados, vosotros sabéis que seréis perdonados porque os amo, porque a través de Mí, el Padre y el Espíritu Santo, descenderemos sobre cada uno y os daremos la paz. Tomadle la mano a mi Madre, déjense guiar a través de sus palabras, entréguense en sus brazos, escuchadla, os ruego, hoy he venido a vuestro mundo ya hecho hombre, hoy he comenzado a transitar el sendero por el cual muy pronto me he de encontrar con todos vosotros, hoy después de miles de años he retornado, sé que todavía no me podréis ver pero no ha de pasar mucho tiempo cuando en el cielo todas las estrellas se alineen y formen una cruz inmensa que es la que os hará recordar mi presencia, ahí veréis una luz que irá creciendo hasta que el cielo abrirá sus puertas y me veréis bajar hasta vuestro encuentro, no he de venir para juzgarlos, he de venir para hablarles, para enseñarles a mis nuevos maestros, a mis nuevos discípulos, a vuestros Pastores, primero para que ellos formen la unidad del gran rebaño y todos juntos cuidando de cada una de sus ovejas vengan hasta mi encuentro y ahí he de hablar al pie de la montaña, os mostraré una nueva vida y os guiaré para que en la unidad y el amor crezcan y seáis felices junto a vuestra amada tierra, la tierra que mi Padre os dejó como legado para que la cuidéis y la protejan, y para recibir de ella el pan de cada día. Hoy he venido junto a mi Madre, junto a José, junto a los Ángeles, y ahora espero, amados pastores, que lleguéis unidos todos hasta mi morada y ahí me veréis, Yo soy el que os daré de comer de mi propio Cuerpo y os daré de beber de mi propia Sangre, Yo os ungiré con los oleos sagrados y os bendeciré a través del agua, vosotros, amados hermanos, volveréis a vivir en armonía, paz, misericordia, justicia y eterno amor, os prometo y os aseguro, sólo tenéis que abrir vuestros corazones a este nuevo día, a este nuevo encuentro entre vosotros y Yo.
Dice Santa María:
Hijos míos, mi Hijo ha nacido, ha vuelto en esta nueva era, en un mundo totalmente apartado del sendero de la luz, en un mundo totalmente agresivo y que no cumple con los Sagrados Mandamientos, pero Él ha vuelto por amor del Padre y a través del Padre vuelve a vosotros mi Hijo unidos de la luz divina de su Inmaculado Corazón, con la Llama Eterna del Amor del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tenéis que volver a mi morada, volver a caminar juntos todos por el sendero de la luz, tenéis que volver a la oración y os ruego sed sencillos, humildes y levanten un mundo en armonía, paz, y eterno amor. Pronto, amados hijos míos, todos os lo verán, todos podréis vivir en un nuevo mundo, un mundo basado en la esperanza, el amor y la justicia, tomadme de la mano y caminemos todos juntos por el sendero de la luz, la luz que irradia a partir de hoy la estrella de Belén, la estrella que os marca el camino eterno del amor. Os amo, y haced que el mundo entero escuche mis palabras, y sepáis que mi Hijo, el Maestro, el Rey de Reyes, ha vuelto y muy pronto estará entre todos vosotros para la salvación de vuestras almas y para hacer renacer la nación de CRISTO JESÚS. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA Y CRISTO JESÚS.
23/12/2010                                                    01:17 Horas.

Dice Cristo Jesús:
Queridos hermanos, muy pronto he de estar entre todos vosotros, pero entre vosotros acompañándolos por el largo sendero, llevándolos de las manos rumbo a la luz divina del amor de mi Padre, os hablaré y os enseñaré a construir todos unidos un nuevo mundo, un mundo lleno de amor, de misericordia, de paz donde reinará para siempre el amor en cada uno de vuestros corazones, un mundo donde hablaréis todos el mismo idioma, el idioma del corazón, y sentirán en sus cuerpos la Llama Eterna de este amor que tanto Yo como mi amada Madre os queremos entregar, caminaremos por largos senderos días y noches hasta prepararlos para esta nueva era basada en el amor y la misericordia donde todos vosotros comprenderán que en la unidad de los pueblos y naciones hallarán la única y más grande felicidad, donde aprenderéis a daos la mano y a vivir en comunión con cada uno de vuestros hermanos, donde no dejaréis más abandonado a ninguno de aquellos que se encuentran enfermos, solos, porque estaréis todos vosotros a su lado, acompañándolos en todo momento y llenando sus corazones con la luz divina del amor, muchos de vosotros seréis misioneros de este nuevo tiempo, seréis portadores de la palabra y deberéis caminar e ir al encuentro de todos vuestros hermanos que están apartados de mi morada y os traeréis frente a mi presencia y os hablaré, y encontraréis entre todos la luz divina del amor, ningún pueblo o nación vivirá feliz si no rompen toda atadura que sus gobernantes hoy tienen con el ángel desterrado, si no os sacáis de vuestras mentes el odio, rencores, envidias y ambiciones, si no dejáis de pensar e ir a guerras tomando la vida de vuestros propios hermanos, mientras que en vuestro mundo quede un sólo hermano que tenga ese pensamiento en su mente no será absoluta la felicidad y el amor no podrá reinar en toda su plenitud ni tampoco la luz de la justicia y de la humildad, esa humildad que tienen que sentir muy adentro de vuestros corazones y no sólo sentirla sino ponerla en práctica para vivir en armonía. Vosotros sois mis hermanos, sois hijos de mi Padre y de mi amada Madre, vosotros sois el fruto del más grande amor y en pocas horas volveréis a recibirme con el primer minuto que llegue hasta vosotros y en ese momento que den las campanadas anunciando mi llegada tenéis que arrodillaos sobre la tierra y elevad vuestros brazos para recibir la bendición de vuestro Hermano que ha venido a salvarlos, a traerles el amor del Padre y del Espíritu Santo descendiendo sobre cada uno de vosotros, sentiréis el canto de los coros celestiales y las trompetas han de anunciar una nueva era, una era donde triunfará el amor, donde os despojaréis para siempre del ángel desterrado y de las fuerzas del mal y comenzaréis a vivir en armonía y eterna comunión conmigo, vuestro Hermano, y a través mío con mi Padre y sentiréis en vuestros corazones que esa Llama de Amor irá creciendo y fortaleciéndose cada día más y más adentro del corazón de cada uno de vosotros. Yo os prometo, amados hermanos, que muy pronto he de caminar entre todos vosotros y os guiaré, pero primero os pido que os preparéis vosotros, aquellos que mi amada Madre os ha elegido para entregarles sus palabras y a su vez les enseña para guiar a sus hermanos rumbo a mi morada, os pido y os ruego únanse en un canto y alabanzas a mi amado Padre, vivan en libertad y en eterna unidad siempre y aprendan a descubrir el amor, pero el amor verdadero, y sientan adentro de vosotros la luz eterna de mi Inmaculado Corazón. Os ruego amados hermanos, quiero y os pido que comiencen a venir a mi morada, que me confeséis vuestros pecados y que me permitáis ingresar en vuestros corazones e iluminar vuestras almas, vivan en libertad, sed libres y abracen vuestras cruces como lo he hecho Yo amados míos, y sean verdaderos hijos de vuestro Padre, únanse a aquellos que dieron sus votos y hoy están frente a mis rebaños, acompáñenlos y déjense guiar por ellos, debéis escuchar y seguir lo que os dice aquel que se encuentra en el Trono de Pedro, cuidad de mis muros y sed luz en la inmensa oscuridad para que ya nunca más se pierda una sola oveja de mi inmenso rebaño, haced que vuelvan a él todos aquellos que se apartaron y aquellos que se fueron de mi morada creando distintas religiones, os hablo a todos vosotros, a mis hermanos y mis Pastores, sabéis que tenéis que estar todos unidos para retomar a partir de este preciso instante el único sendero que es a través de la luz de mi Iglesia, y os ruego vuelvan a esa unidad, abandonen todo deseo de ambición y de poder y vivan en eterna comunión y el más grande amor, derramad la semilla de la pureza, de la esperanza y de la justicia y que ella se esparza sobre toda la tierra porque sino lo hacéis, amados hermanos míos, jamáis habrá paz en vuestro mundo y si no podéis abrazar la paz veréis cómo se perderán millones de almas en todos los continentes y los únicos culpables seréis simplemente vosotros por no querer ceder en vuestras ambiciones que no os dejan pensar ni despojarse del ángel deserrado, y si no lo hacéis sólo habrá una inmensa oscuridad seguida del dolor y el llanto sobre toda la tierra y toda la culpa será de aquellos que no quieren y no desean ver la única verdad, y la verdad la encontraréis en el Libro Sagrado y cumpliendo con los Sagrados Mandamientos. Yo os espero, Yo mismo os entrego de comer de mi Cuerpo y de beber de mi Sangre, venid a mi encuentro, venid a mis brazos, construyan entre todos en eterna unidad un nuevo mundo basado en la palabra y en la PIEDRA ANGULAR donde está y estará siempre presente y levantada mi amada morada para ser la luz del mundo. Muy pronto, hermanos míos, os prometo que he de caminar entre vosotros y os llevaré rumbo a la tierra prometida, rumbo a la paz, la justicia, la misericordia y el amor. Amén.
CRISTO JESÚS.

22/12/2010                                                    04:00 Horas.

Dice Santa María:
Hijo mío, dile a mis pequeños que después de este pasaje por vuestro mundo, si sus corazones están en armonía, paz y llenos de la Llama de Amor, os espera un verdadero paraíso para vivir la verdadera vida, la vida eterna, caminaréis por mis jardines celestiales, oiréis el canto de los coros celestiales, os regocijaréis con la sonrisa y la mirada de CRISTO JESÚS, con su amor que os cubrirá y os protegerá siempre y veréis brillar en toda su intensidad el amor del Padre reflejado en el Hijo y en el Espíritu Santo, los tres en uno, un trino de amor, de armonía, paz y eterna misericordia. Vosotros, pequeños míos, tenéis que comprender, y para ello tenéis que meditar, hacer una profunda conversión en vuestras vidas y volver a acercarse a mi amado Hijo, cumplir con los Sagrados Mandamientos y vivir en armonía, no tan sólo con vuestros hermanos sino también con el paraíso que mi amado Señor os entregó y que vosotros tan mal lo habéis cuidado, no amáis vuestra tierra que os da el sustento de cada día, no respetáis a mi Hijo y en Él a vuestro Padre, crees que todo lo podéis llevar adelante solo y sin importarles nada de lo que puedan sufrir vuestros hermanos por vuestro comportamiento, pensáis que tenéis vosotros solos el derecho a vivir una vida diferente y cualquier cosa que os ocurre lo único que sabéis hacer es culpar a vuestro Padre de lo que en ese momento os toca atravesar, y yo os pregunto, vosotros qué hacéis por vosotros mismos, y más aún por vuestros hermanos, qué pensáis que sois diferentes y nada os puede suceder, y no os podéis dar cuenta que lo que os está ocurriendo vosotros mismos lo estáis generando con esa energía que vosotros siembran en todo vuestros cuerpos, ese odio, esos rencores, esas envidias que os llevan a atacar a vuestros hermanos y os atacáis vosotros mismos, por qué no vais en busca del amor que mi Señor os entregó al nacer, por qué no vuelven a la edad de vuestra niñez cubiertos de inocencia, de armonía y de paz, por qué no retoman el sendero de la luz, esa luz que os marca cada paso que deberéis seguir, y son acompañados cada uno de vosotros por la eterna bendición a través del Espíritu Santo, por qué no os arrepienten de vuestros pecados y liberan vuestras almas y vuestros corazones de toda maldad y odios y comienzan a sembrar la tierra con la semilla del amor, esa semilla, amados hijitos, que os entregamos desde el corazón de mi morada, mi amada Iglesia, a través de vuestros pastores, aquellos que cuidan del rebaño, aquellos que os guían y salen a la búsqueda de los que se perdieron entre las tinieblas, sé que no son todos, que muchos de ellos están separados y no están cumpliendo con lo que continuamente os pido y no cumplen con los votos que habéis dado, pero hoy os llamo a que reflexionen, que vuelvan al camino, que en el gran encuentro en estos días con un nuevo cumpleaños de mi amado Hijo llegue a cada uno de vuestros corazones la luz inmaculada de su corazón y que entendáis que tienen que volver a ponerse al frente de mi morada, que tienen que hacer que mi Iglesia sea fuerte y gloriosa y santa en vuestro mundo como lo es en el Reino de los Cielos, no pueden comprender el dolor que, no sólo a vuestra Madre os estáis haciendo padecer sino a quien se entregó por todos vosotros, mi Hijo, y a vuestro Padre, vosotros jurasteis y os olvidaron y yo estoy aquí entre todos vosotros para demostrarles a través no tan sólo de las palabras que os digo a mis amados Hijos e Hijas en el mundo, que tenéis que recapacitar y volver al seno de la Iglesia, que tienen que retornar al sendero de la luz y guiar junto a vosotros a vuestros rebaños al gran encuentro, estáis muy cerca de recibir de vuelta en vuestro mundo a mi amado Hijo, debéis preparaos, estáis en una tierra que es la bendecida por mi amado Señor, tenéis que preparaos para recibir a peregrinos que vendrán a ella de todas partes de vuestro mundo y tendréis que cobijarlos y guiarlos, por eso hoy os repetiré lo que os vengo pidiendo que es una profunda Evangelización, que abráis las puertas de mi morada a todos mis pequeños y que os recibáis con un corazón lleno de amor, misericordia y paz y que se unan todos a rezar el Santo Rosario, o acaso no podéis comprender que a través de cada una de sus oraciones cegáis al ángel desterrado y lo vais empujando rumbo a la inmensa oscuridad y vivirán en plena libertad y el amor ha de florecer como florece en mi jardín celestial a través de una bella rosa que yo os entregaré a cada uno de vosotros. Os amamos hijos míos, y ya está muy cercano a que os encontréis en una noche donde los luceros y las estrellas en el firmamento brillarán con toda su intensidad, que veréis en el cielo una luz que os marcará un nuevo nacimiento, un nuevo día, una nueva oportunidad que vuestro Padre unido al Hijo os da de volver a vivir en paz y unidad entre todos los pueblos y naciones del mundo, os está diciendo venid a mi morada, venid a mis brazos, contadme vuestros pecados, Yo os perdonaré y seré Yo mismo el posadero que os daré de comer de mi Cuerpo y de mi Sangre y os guiaré rumbo a un nuevo mundo donde nunca más se levantará una mano llevando un arma sino que se extenderán los brazos para abrazarse y entre todos forjar un mundo de verdadera paz, armonía, amor y unidad. Os amo, cantad alabanzas a mi amado Hijo, llenad mi morada con vuestra presencia, recibid su Cuerpo y su Sangre y canten hijos, canten, unan sus voces a las voces de mis coros celestiales, alaben a mi Hijo y vivan en paz. Os bendigo en nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo y os entrego mi eterna Llama de Amor. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

21/12/2010                                                    12:00 Horas.

Dice Santa María:
Amados hijitos míos, cuánto dolor más tendré que pasar por el comportamiento de muchos de vosotros, cuántas lágrimas derramaré por cada uno de mis pequeños, cuánto sufrimiento se derramará sobre toda la tierra enlutando los corazones de mis amadas hijas, perdiendo en enfrentamientos a sus hijitos por las ambiciones de los poderosos, de aquellos que están siendo guiados por el ángel desterrado, o acaso no os dais cuenta que sois llevados a enfrentamientos terribles entre naciones, entre hermanos y entre pueblos sólo por ambición de poder sin importar el costo que os llevará todo lo que estáis dispuestos a realizar, no os podéis dar cuenta del alejamiento que día a día estáis llevando, estáis viviendo una vida llena de rencores, odios y mentiras y permites a aquel que sólo quiere quedarse con vuestra alma jugar con ella para arrebatársela a mi amado Señor, que sólo desea que cada uno de sus hijos e hijas disfruten la vida eterna en el Reino de los Cielos. Despierten amados hijos, despierten de este inmenso sueño en el cual estáis sumergidos antes que ya sea demasiado tarde, no escucháis mis súplicas, no oís a mi Hijo, no vienen a mi morada, mi amada Iglesia, donde tenéis que estar para el gran encuentro, para limpiar vuestros cuerpos de todo pecado, o no os dais cuenta que todo lo que estáis cometiendo en vuestro mundo es desafiar a mi amado Señor, ir en contra de las leyes que os dejó mi amado Hijo, no reconocer su voluntad, no oír sus súplicas y no os dais cuenta ni siquiera que Él cargó con la cruz de todos vosotros para liberarlos de todos vuestros pecados y dio su vida por amor a cada uno de sus hermanos, Él se entregó por cada uno y vosotros hoy siguen golpeando el clavo en sus manos y sus pies con más fuerza y con total indiferencia, hoy no reconocéis nada y nada os importa, vosotros hacéis vuestras propias leyes desobedeciendo y pisoteando los Sagrados Mandamientos, hasta muchos de mis Hijos predilectos ya no cumplen con sus votos, es como si nadie puede ver ya más nada, como si os entregasteis a vivir una vida llena de injusticias, de dolor y desprecio, desprecio aún por vuestras propias vidas, ya no os aman y de esa forma tampoco podéis amar a vuestros hermanos, nada os conmueve, nada os importa, jugáis con el dolor y os ríen del dolor de vuestros hermanos y del sufrimiento por el que atraviesan muchas veces, vosotros estáis entregados en los brazos del ángel desterrado y os habéis olvidado que tienen un sendero donde está la luz divina de CRISTO JESÚS y ese sendero son cada día menos los hijitos e hijitas que caminen por él, todos vais caminando por un sendero que los conduce rumbo al dolor y a la gran oscuridad. Os ruego a todos vosotros, os ruego a mis Hijos predilectos, vuestros Pastores, que os detengáis un minuto y mediten de mis palabras, yo estoy aquí amados hijos míos, entre vosotros, yo estoy en vuestro mundo por mandato de mi amado Señor, mi amado Hijo y mi amado Esposo para venir a conducirlos, a prevenirlos que si no comienzan a caminar todos juntos como el gran rebaño que sois, si no confiesan vuestros pecados, si no os arrodillan y piden perdón por todo el mal cometido, todo se ha de perder, todo se silenciará y sólo habrá dolor sobre toda la tierra, yo os amo y quiero que comprendáis, amados hijitos míos, que he venido a conducirlos, a prepararlos en ésta nueva era antes que vuelva a estar entre vosotros mi amado Hijo, tenéis que volver a la unidad, os tenéis que preparar, tenéis que volver a la vida pero la vida llena de amor, de armonía, de justicia, de paz y misericordia, vuelvan hijos míos, evangelicen y ámense porque amándose entre vosotros aman de esa forma a mi amado Hijo y en Él a vuestro Padre y al Espíritu Santo, únanse en un canto a una nueva vida, en un canto lleno de esperanza, de amor y de paz, que la paz inunde los corazones y las almas de todos vosotros y nunca más vuelvan a caer en la inmensa oscuridad. Os amo, reflexionen cada una de mis palabras, y a vos, amado Hijo, dile a todos mis hijos que comiencen la gran evangelización, que salgan a buscar a aquellos que se alejaron del gran rebaño, que mi Iglesia vuelva a estar toda unida, que no os separéis más y no discutáis más, no os olvidéis que vosotros sois el fiel reflejo donde se miran mis pequeños y si vosotros os peleáis y discuten ellos seguirán apartados de mi morada, y al estar apartados de ella están en continuo peligro de caer en las manos del ángel desterrado, os ruego comportaos como verdaderos Pastores y cuidad del gran rebaño, cuidad de mi morada, de mis hijitos y encended la Llama Eterna del Amor del Padre, Hijo y Espíritu Santo y derramadla sobre toda la tierra. Os amo, os amo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

20/12/2010                                                    03:15 Horas.

José Luis:
Amada Madre, pasan los días y en todo este tiempo siento que de todo lo que me has pedido muy poco he podido llevar adelante, los obstáculos son muchos y no es que no quiera quitarlos de mi sendero, realmente los quito pero eso me detiene un tiempo precioso que voy perdiendo, voy perdiendo mucho tiempo en tratar de explicar lo que no puedo explicar porque lo que no nos pertenece es muy difícil de que nuestros hermanos lo comprendan y no los culpo, yo fui el primero en dudar de todo lo que me estaba ocurriendo y yo mismo pensé que había enloquecido y pedí que me vieran los médicos, yo mismo seguí pensando y meditando con muchísimo temor no porque no tengo fe, sé que fe es lo que nunca me ha faltado, pero sí me he preguntado por qué yo que nunca fui una persona dócil y he tenido un carácter muy fuerte y no he sido lo que se llama un buen cristiano, pero lo único que te puedo decir es que desde ese mismo instante, ya hace tantos años, mi vida ha cambiado totalmente, me enseñaste a amar a todos mis hermanos, a llorar junto con ellos y a sentir en mi pequeño corazón el dolor por el que atraviesan, tú sabes que estoy muy cansado, pero igual no me detengo, el amor que siento por todos aquellos que me rodean, por los que se encuentran enfermos, por los niños que no tienen una niñez feliz y no tienen un lugar donde estar, mi sufrimiento es muy grande por todos mis hermanos y hermanas adolecentes, aquellos que se drogan, que toman alcohol, que para comer muchas veces hasta ejercen la prostitución y por mis ancianos, aquellos que hoy pareciera que el mundo cuando se llega a una edad tienen que estar en asilos o vivir en plazas abandonadas, solos, alejados del amor de todos aquellos por los que dieron toda su vida, yo sólo sé que mi sufrimiento es muy grande y te aseguro que mi corazón llora gotas de sangre por todos ellos, quisiera estar junto a ellos y darles todo, pero lo esencial entregarles el amor con la misma pureza y la fuerza con la cual me has entregado y entregas a cada uno de ellos, yo estoy cansado pero te pido poder seguir avanzando, yo te prometo desde mi pequeñez que he de dar mi vida por cada uno de ellos si es preciso y por mi amada SANTA Y GLORIOSA IGLESIA CATÓLICA, APOSTÓLICA Y ROMANA. Amada Madre, tú sabes todo lo que me pasa, sabes todas mis trabas y me amas aún con mi carácter, un carácter muy bravo, pero sabes que mas allá siento un profundo amor por todos y un inmenso respeto por tus Hijos e Hijas predilectas, por mis Obispos, Cardenales y mi amado Santo Padre y quiero que mi Iglesia sea la luz del mundo y crezca, es lo único que busco, no quiero nada para mí porque yo no soy nada, simplemente un pequeño servidor tuyo, amada Madre, y de mi amado CRISTO JESÚS, y lo he de ser hasta el último minuto que esté en este mundo porque los amo y seré  siempre el soldado que custodie tu amada Iglesia y estaré al lado de los que sufren y cuidare de ellos, dadme las fuerzas que por momento me faltan y la sabiduría de poder avanzar y caminar entre mis hermanos y hermanas sembrando la semilla del amor, la misericordia y la paz desde la más inmensa humildad y sencillez.
Dice Santa María:
Hijo mío, sé que siempre estáis a mi lado y que muchas veces os veo que el cansancio os paraliza y que tenéis muchas trabas de aquellos que os deberían acompañar, pero también os veo seguir avanzando, nunca os detenéis y lucháis hasta contra aquellos que os injurian pero entregando no las mismas palabras que os traen dolor, todo lo contrario, a ellos les entregáis amor y nos pides a nosotros que les demos a esos hijos e hijas el amor más grande y la eterna felicidad, sé que el trabajo es mucho y sé que sois pocos los que realmente estáis al frente de este nuevo tiempo, pero al unirse todos vosotros junto a algunos de vuestros Pastores, mis Hijos predilectos, llevarán al rebaño por el sendero de la luz, todo ha de cambiar en vuestro mundo y la luz divina de CRISTO JESÚS ha de iluminar los corazones de cada uno de mis pequeños, que el amor volverá a reinar sobre toda la tierra y con él la unidad y la esperanza de comenzar a construir entre todos un mundo lleno de armonía y comprensión que hoy os falta en muchas partes del continente. Amado hijito mío, sigue el sendero, sigue caminando, únete a aquellos que como tú quieren vivir en armonía y paz, a aquellos que abrazaron la cruz con total pasión, con aquellos que llevan la palabra y ayudan a todos vuestros hermanos, que caminan y van a la búsqueda de aquellas almas que se apartaron del sendero de la luz, que los conducen a mi morada y que les enseñan que solamente llegarán al Reino de los Cielos a través del amor, y el amor es CRISTO JESÚS en la entrega de cada uno de vosotros, en la confesión verdadera y profunda, en venir a mi morada y recibir el Cuerpo y la Sangre de mi amado Hijo, en ser un misionero de la palabra y soldado que cuide de los muros de mi morada, de vuestras moradas, porque es allí donde nos encontramos, donde tenéis que venir a pedirnos, amados pequeños, todo lo que necesitáis, yo os prometo como intercesora junto a mi Hijo iremos llevando en nuestras manos todos vuestros pedidos juntos y los depositaremos a los pies de nuestro amado Señor, por eso os ruego, salid todos a realizar la más grande y profunda Evangelización sobre toda la tierra para que mis hijitos vuelvan al encuentro, a caminar de la mano de mi Hijo, a cuidar de mi morada, a estar junto a los que se encuentran enfermos, solos, depresivos, a vivir sembrando no sólo la palabra sino la semilla del eterno amor sobre toda la tierra y hagáis crecer de esa forma muchas conversiones y crezcan las vocaciones de pastores y hermanas que sirvan a mi amado Señor y a través de su amor a todos mis amados hijitos e hijitas en el mundo. Hijo mío, hoy la Evangelización es muy especial y es lo que el mundo necesita como el pan de cada día porque a través de ella se han de salvar millones de almas que se encuentran entre la inmensa tiniebla, hoy el mundo necesita orar, volver a sus raíces, volver al encuentro con JESÚS, a aprender a amar y entregarse en cada hermano y hermana porque en ellos se encuentra mi Hijo extendiéndoles las manos y pidiéndoles a todos la unidad, pero la gran unidad desde el alma y desde el corazón, haced crecer, hijo mío, ésta Llama de Amor, que toque el corazón de todos mis pequeños, de todos mis hijos e hijas en el mundo y en la unidad sea un sólo corazón, una sola alma que brille en toda su intensidad y sea la luz de un nuevo mundo que se levantará sobre toda la tierra. Yo os amo y os pido que sigáis vuestro sendero, que les digáis a mis pequeños de mi eterno amor, que estáis viviendo un tiempo que es el tiempo que mi Señor os entrega para que reflexionen y vuelvan todos al gran rebaño, que vuelvan a unirse a todos y que caminen en armonía y paz y que seáis verdaderos hijos de vuestro Padre y que vivan en armonía y paz todos juntos. Os amo hijo, vivid en paz y seguid vuestro sendero, seguid caminando, recuerda, yo estoy junto a ti, yo siempre he de estar a vuestro lado, yo te amo y te he de entregar mi amor, mi Llama para que tú la entreguéis a su vez a cada uno de mis amados pequeños. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

19/12/2010                                                    02:14 Horas.


Mensaje de unidad a todos sus hijos
Dice Santa María:
Hijo mío, ya has comenzado el sendero, un sendero que sabéis que encontraréis muchos obstáculos, que os parecerá imposible de poder traspasar y que muchas veces os detendrá por unos instantes, pero también tenéis que saber tanto tú como cada uno de vuestros hermanos, mis hijos e hijas que igual que tú se encuentran en los distintos continentes y en vuestro mismo país, que todo está en la unidad de vosotros, en el entendimiento y en la entrega, y esa entrega está siempre presente en el corazón y en el acercamiento de todos para poder desarrollar todo lo que os he pedido y para que a partir del nuevo año de mi amado Hijo, de su nacimiento, de su llegada a vuestro mundo, sea el definitivo y tendrá que ser el definitivo porque muy pronto vendrá para caminar entre todos vosotros, para guiarlos por el sendero de la luz, para llevarlos a vivir una vida en toda su plenitud rodeada por el amor no sólo de Él sino del Padre y del Espíritu Santo. Cada uno de vosotros tiene mucho que caminar, tienen mucho que andar y tendrán muchos momentos que traspasar de dolor, de sufrimiento y de incomprensión, pero nada os debe detener, pensad que el ángel desterrado jamáis les hará nada fácil vuestra tarea y menos aún la de volver a unir a todo el rebaño para que juntos caminen rumbo a las tierras prometidas, rumbo a mi morada y rumbo a una vida en armonía, paz, justicia y amor, ya ha sembrado él su odio y su rencor en muchos corazones, hoy os tengo que decir que él posee muchos seguidores dentro de las fuerzas del mal, pero vosotros, amados hijitos, sois más y al unirse todos en la oración, en el encuentro y llevando en vuestras manos la Llama Eterna de éste amor que os he entregado como mi amado Hijo os dejó la luz divina que parte de su corazón. Por eso os ruego hoy más que nunca, tienen que hacer cesar los enfrentamientos entre hermanos, las agresiones verbales y difamaciones, el apartarse del verdadero sendero y de liberar los corazones de tantos odios y rencores entre muchos de vosotros, tenéis que enseñarles a mis pequeños que defiendan vuestra tierra y que aprendan a vivir en armonía, que escuchen solamente lo que os está diciendo mi Hijo a través de vuestros corazones y mi voz a través de mis hijos en el mundo, estáis a días de éste nuevo nacimiento para todo el mundo donde mi Hijo se acerca más y más cada día a todos vosotros, sus hermanos, donde os pide que destierren para siempre al ángel desterrado y a las fuerzas del mal, donde liberen vuestras almas de odios, rencores, envidias, mentiras, falsedad y vengáis frente a Él para limpiar vuestros corazones de todos los pecados y liberando vuestras almas para que brillen como inmensos luceros anunciando un nuevo día, una nueva era, un nuevo mundo, yo os aseguro que podéis llevarlos adelante, sólo tenéis que estar preparados para recibir a mi Hijo, para recibir su Cuerpo y su Sangre y para liberar vuestro mundo de todas las ataduras, vuelvan con vuestros Pastores, acompañadlos y también ayúdenlos a que ellos cumplan con sus votos, que sean fieles al Padre, Hijo y Espíritu Santo y que caminen de la mano de JESÚS, que escuchéis sus palabras y construyan en esta nueva generación un mundo en paz, haced cesar las guerras, las batallas y todo enfrentamiento entre naciones y entre hermanos, no permitáis ya más que se pierdan más almas en la inmensa oscuridad y comiencen a caminar por un sendero de amor, de armonía y humildad, sean verdaderos hijos de vuestro Padre y como tal deberéis comportaos, vivan derramando la semilla de la esperanza y a través de ella veréis que podréis muy pronto vivir en un mundo basado en los Sagrados Mandamientos y seréis libres y el amor reinará por los Siglos de los Siglos. En vuestras manos queda mi pedido, que el mundo comprenda que si no os unen, que si no comienzan a Evangelizar, a rezar el Santo Rosario y la Coronilla, os perderéis para siempre y el mundo entonces sí, amados pequeños, se ha de perder en la inmensa oscuridad, pero rumbo a esa inmensa oscuridad seréis los únicos culpables vosotros porque no escucháis, porque no quieren despertar de este inmenso sueño lleno de mentiras y odios al cual con mucha sutileza los ha guiado el ángel desterrado, por eso os ruego y os pido a cada uno de vosotros que rompáis las cadenas que no os permiten vivir en armonía y paz, os ruego pequeños míos, vuelvan a mi morada, abrazad a mi amado Hijo, seguid por el sendero del amor y sed puros hijitos, y tiendan sus manos para unirlas a las de vuestros hermanos y de esa forma formar un puente interminable que nadie podrá destruir y seréis inmensamente felices en brazos de vuestro Padre y yo, vuestra Madre, he de estar siempre a vuestro lado dándoles la Llama Eterna de Mi Amor. Os amo, recordad, están próximos a otro cumpleaños de mi amado Hijo, festejadlo con amor, paz, misericordia, justicia y en unidad y que esa unidad crezca en cada corazón de vosotros y quede para siempre y se extienda sobre toda la tierra, ámense amados pequeños míos, pero aprendan a amar con más fuerza a cada uno de vuestros hermanos y de esa forma comiencen a caminar rumbo a la luz. Hijitos míos, os esperamos en mi morada, os espero junto a mi Hijo, junto a San José, junto a los Ángeles y Arcángeles, junto a los Pastores y a todo el pueblo de CRISTO JESÚS y que brille la estrella de Belén por los siglos de los siglos marcando una nueva era sobre todos vosotros. Os amo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

17/12/2010                                                    01:30 Horas.

Dice Santa María:
Amados hijos míos, os vuelvo a decir, en la unidad podréis hallar la paz, el amor, la misericordia en todo el mundo porque la iríais construyendo entre todos vosotros, porque saldrá desde vuestros corazones el amor que está en un rincón como escondido y muchos no le permiten salir a la luz porque tenéis el temor en este mundo en el cual vosotros viven de no ser comprendidos y ser juzgados como hombres y mujeres débiles, y yo os pregunto, qué os importa más, ser juzgados de esa forma que perderse en la inmensa oscuridad sólo por mostrarse como aquellos que hoy siguen tras los pasos del ángel desterrado en vez de seguir tras los pasos de JESÚS, es lo que realmente cada uno de vosotros valoran amados hijitos, y qué es lo que desean para vuestras almas, la paz o el dolor, el sufrimiento, la agonía de verse envueltos entre las llamas y alejados del amor más puro y divino que es aquel que os entregará vuestro Padre junto al Hijo y al Espíritu Santo y junto a la Llama de Mi Eterno Amor por cada uno de vosotros, no sigáis más por el sendero equivocado, no sigáis más confundidos y llevados por aquellos que ya han entregado su alma a las fuerzas del mal, no escuchéis más de sus labios una sola palabra, aprendan, amados hijitos míos, a meditar, a encontrarse con mi amado Hijo, a reconocer que habéis equivocado vuestro caminar y confundido y os dejasteis llevar por un sendero de indiferencias, odios, rencores, envidias, mentiras y que os llevan a la destrucción de todo, y cuando os digo todo es hasta la destrucción de vuestra misma tierra, sólo sabéis castigar, maldecir y dejar abandonado en un rincón el amor, la esperanza, la fe, la misericordia y no queréis volver al gran rebaño, no podéis comprender que es en el único lugar donde estaréis a salvo del ángel desterrado, es el lugar donde todos unidos bajo la bendición del Espíritu Santo caminan rumbo al encuentro con el amor, el amor, sí, hijitos míos, el amor más divino y puro que emana el corazón de CRISTO JESÚS, volved a mis muros, os ruego todos los días y en todos los lugares de vuestro mundo, os pido como Madre de todos vosotros y Madre de mi amada Iglesia, vuelvan a ella y confiesen vuestros pecados, no sigáis más por el sendero equivocado, preparaos para la nueva era, para la era del amor basada en los Sagrados Mandamientos, basada en el Libro Sagrado y en el amor del PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO, vuelvan a mi morada, venid y recibid a mi Hijo, amadlo como Él los ama a todos vosotros, no me hagáis sufrir más, dejaos guiar, dejaos llevar de la mano rumbo a las inmensas praderas para llegar a través de ellas al gran valle de la luz eterna del amor donde los trigales florecen para saciar vuestra hambre, donde las viñas dan su fruto para saciar vuestra sed, para unirlos y recibir la eterna bendición de las manos del Maestro, de vuestro Rey de Reyes, aquel que nada quiere ni nada os pide, todo lo contrario, todo os lo da, hasta su propia vida, por amor por cada uno de vosotros, entonces hoy os ruego la unidad de toda mi Iglesia, basta de separaciones, basta de discusiones, basta de implantar el desorden y basta de estar fraccionada, vosotros tenéis una cabeza que es la que todos tenéis que seguir y es quien está en el trono de Pedro, oídlo y seguid lo que os está diciendo, no lo dejéis solo, no digáis que aceptáis lo que os pide y después no lo hacéis, no permitáis más que otras religiones os injurien y salgan a arrebatar a mis amados pequeños, vosotros os tenéis todos que unir bajo el manto piadoso de mi eterno amor, os ruego vuelvan al rebaño y a través del rebaño a los brazos de CRISTO JESÚS, os amamos, mediten de cada una de mis palabras, no dejéis convertir en un gran desierto vuestro mundo por la falta de amor, por estar tan alejados del sendero de la luz y de la paz. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

16/12/2010                                                    02:07 Horas.

Dice Santa María:
Amados hijitos míos, en estos días que están transcurriendo es cuando más tenéis que pensar en todo lo que habéis hecho, en los momentos que habéis estado al lado de vuestros hermanos y las veces que fuiste al encuentro de aquellos que os necesitan, si realmente habéis cumplido con los Santos Evangelios y respetado uno por uno los Sagrados Mandamientos, si habéis orado y si habéis confesado vuestros pecados abriendo vuestros corazones a un nuevo día, a un nuevo renacer de cada uno de vosotros, si vinieron hasta la presencia de CRISTO JESÚS, si le habéis hecho compañía en su morada a mi amado Hijo, si habéis pedido perdón pero realmente sintiendo en vuestros corazones una congoja muy grande por los momentos que os apartasteis del sendero el cual tenéis marcado, el cual os lleva rumbo a la verdadera felicidad, creo que es el tiempo y el momento de realizar todos vosotros un gran encuentro, pero primero os tenéis que detener y ese encuentro tenerlo con vosotros mismos en la intimidad, en la soledad para repasar todo un año y quizás en muchos de vosotros toda una vida y después vengáis a mi morada con total arrepentimiento y frente a mis Hijos predilectos, vuestros Pastores, hacer una profunda y verdadera confesión con un total arrepentimiento y sin olvidarse de nada, aún las cosas más pequeñas que habéis cometido, y a partir de ese instante volver a la vida, pero a la vida verdadera, esa vida que mi Señor y mi Hijo desean para cada uno de vosotros, una vida llena de amor, de pureza, de misericordia y siendo verdaderos hijos y hermanos entre todos vosotros, para eso teneos que volver al gran rebaño, frecuentar mi morada y ser un verdadero misionero de esta nueva era, al ser misionero comprometerse a llevar a través de vuestros labios las palabras del Libro Sagrado, estar junto a los que sufren y padecen frío, hambre, injusticias y luchar por ellos e ir a buscar a las ovejas que están dispersas que se apartaron del gran rebaño, pero en nombre de mi amada Iglesia, tenéis que ser verdaderos peregrinos en un mundo que comienza a nacer, un mundo basado en el amor del Padre, todos vosotros, amados hijitos, junto a mis Hijos e Hijas predilectas tienen que comenzar a caminar unidos, toda mi Iglesia se tiene que poner de pie dentro del marco más grande de humildad, de sencillez, llevando la palabra pero también siendo el ejemplo para todos sus rebaños, tenéis que vivir en la más profunda austeridad, tenéis que salir de mis muros en la defensa de todos mis pequeños que son sometidos en el mundo y estar donde quieren llevarlos a la guerra, donde son perseguidos, torturados, abandonados, tenéis que estar allí, donde padecen frío y hambre y tienen que cobijarlos, tienen que sentir en vuestros cuerpos el dolor por el que atraviesa cada uno de ellos y sentirlo en lo más profundo de vuestros corazones porque de esa forma ha de ser la única forma de poder ser la luz de la nueva era, la luz de mi amada Iglesia y crecer junto con ella siendo la luz divina del amor de mi amado Señor. Hoy es el tiempo donde tenéis todos que reflexionar, donde tienen todos que meditar y tratar de buscar en lo más profundo de vuestros corazones lo bueno y lo malo, lo malo ya sabéis, despójalo de vuestros cuerpos y de vuestras vidas y dejad crecer el amor y vivid en armonía, amor y paz, sean, amados hijitos, los nuevos misioneros de este gran encuentro, aquellos que lleven adelante con mis Hijos predilectos el gran rebaño y uníos todos a mis hijos e hijas que he elegido en el mundo para llevar mi voz al mundo entero, escuchadlos y vivan en eterna unidad y comunión con CRISTO JESÚS. Os amo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

15/12/2010                                                    14:30 Horas.

José Luis:
Madre mía, os quiero preguntar algo si tú me permites, te quiero contar lo que me está sucediendo porque realmente necesito, y si me permites, lo que tú me digas me dejes compartirlo no sólo con mis hermanos y hermanas cercanos sino con todos en el mundo.

Dice Santa María:
Hijos míos, quiero que comprendáis mis palabras y que prestéis mucha atención a cada una de ellas, jamás no os permitiré decir la verdad al mundo, todo lo contrario, si vuestro mundo se encuentra sumergido en un gran error es porque siempre se ocultaron muchas cosas y otras se negaron, es el tiempo, el momento, la hora de que todos sepan la verdad de todo porque tienen el derecho porque sois hijos todos del mismo Padre, por eso os permito, pero también os ruego que jamáis dejéis de darle vuestra ayuda a todos aquellos hermanos que tanto sufren en vuestro mundo, que os entreguéis desde el corazón y que en cada una de esas uniones nunca dejéis de hablarles y que comprendan que cada una de las cosas que ellos reciben en sus manos es por la gracia de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y que se unan a orar y a agradecerle porque Él siempre ha de estar a su lado y nunca dejará que os falte nada.
José Luis:
Madre, tú me pides que siempre sigamos ayudando, y yo, como mis hermanos y hermanas del Cenáculo, lo venimos cumpliendo con la ayuda de muchos hermanos, incluso de otros países, pero no creas que son agradecidos, todo lo contrario, pareciera que tenemos que tener una obligación y sé que no te agradecen por lo que llevamos en tu nombre, como el Cenáculo y la fundación llevan tu Nombre SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA, muchas veces después de recibir lo que les entregamos nos cierran sus puertas de par en par influenciados por los propios hermanos que no ven inclusive con buenos ojos lo que llevamos adelante porque no les entregamos participación a ellos, pero Madre, te lo diré con la palabra que es, dinero, nosotros jamás le entregaremos dinero a nadie, jamás nos quedaremos con nada de nadie y no permitiremos que en tu nombre se especule y se quiera obtener provecho para su propio bien quedándose con una parte de lo que nosotros recibimos en donaciones, todo siempre estará mostrado, cada centavo, cada cosa y será en presencia de todos aquellos que quieran ver y saber, nos persiguen por eso pero no nos detendremos jamás.

Dice Santa María:
Hijo, no os tiene que importar lo que ellos piensen, lo que cometan, ellos serán juzgados y cuando llegue ese instante tendrán que rendir frente a vuestro Padre por lo que están haciendo, reza por ellos para que cambien, para que se unan a la evangelización que estáis llevando adelante tú como muchos hermanos vuestros en el mundo, sean misioneros de la palabra, pero también en los hechos, y trabajen hasta el agotamiento, hasta el cansancio y bríndense desde lo más profundo de vuestros corazones por todos los hermanos que tanto padecen en todo el mundo y especialmente en vuestra propia tierra, recordad que todo lo vemos y todo lo sabemos, nosotros podemos leer los pensamientos y  vemos lo que se encuentra en el corazón de cada uno por más revestimiento que puedan tener y por más cargos que ocupen, ellos serán mucho más juzgados que mis otros hijos, os aseguro, porque se han olvidado de las promesas, de los juramentos, de los votos para vivir una vida que nada tiene que ver con la vida que mi Hijo os dejó marcada para seguir tras sus pasos, no debéis pensar en lo que ellos hacen, pero sí no los injuries y no levantéis nunca vuestra voz contra ellos, todo lo contrario, abrazadlos y rezad para que muy pronto estén juntos caminando por el sendero de la luz, sigue amando a mi morada, no sólo tú sino todos aquellos hermanos vuestros, mis hijos e hijas que abrazaron la misión de luchar y entregarse en todo momento en los brazos del amor y de entregar la Llama de Amor que ellos poseen en sus brazos y la luz divina de CRISTO JESÚS, seguid, caminad, nunca os paréis y jamáis miren hacia atrás, caminen hijos, caminen y evangelicen al mundo, y mostraos como realmente sois, sean vosotros, no cambien pors que les digan aquellos que lo único que desean es aparecer sin hacer nada y vivir para poner obstáculos, y no os pongáis mal, os pido sigue hijo, sigue junto a quienes desean dar su vida a CRISTO JESÚS, quienes aman desde lo más profundo de sus corazones, quienes sufren con los que padecen enfermedades incurables, con aquellos que visitan los hogares, con quienes dan horas y horas de su vida para llevar una palabra, un beso y su amor a todos vuestros hermanos, os ruego no os detengáis y que nada os detenga jamáis, os repito, no miréis hacia atrás, siempre ten tu mirada en el presente y construyendo un futuro para la gloria de mi amada IGLESIA y para glorificar a CRISTO JESÚS POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, no os olvidéis que os amamos. Amén.

José Luis:
Madre, te pido perdón desde la pequeñez de mi corazón, jamás dejaré a ningún hermano ni hermana en el camino, te lo puedo asegurar, me he consagrado a ti y a CRISTO JESÚS y hasta el último minuto de mi vida así será porque los amo. Madre te amo.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

15/12/2010                                                    03:00 Horas.


Dice Santa María:
Hijos míos, por más que os hablo y os digo y trato de guiarlos por el sendero del amor no escucháis mi voz, es como que se pierde en un inmenso desierto y no llega a ninguno de vosotros, no queréis ver la verdad que se halla enfrente de vuestros propios ojos, no quieren y tampoco os dejan porque aquellos que están bajo el poder del ángel desterrado distraen vuestra atención creando distintos entretenimientos que os llevan a pensar en ellos y no en que os estáis perdiendo cada minuto que transcurre más y más en la inmensidad de la noche, en el silencio y en el dolor de perder lo más preciado que tenéis todos vosotros que son vuestras almas, porque si no retoman el sendero sólo habrá llanto y dolor en medio del fuego, de un fuego que ha de abrazar toda la tierra, que ha de llegar desde el mismo cielo y que los mismos hermanos vuestros harán caer sobre ciudades y pueblos sin importarles nada porque están bajo la influencia de aquel que fue desterrado y hoy ha convertido a vuestro mundo en una verdadera lucha de enfrentamientos entre hermanos y queriéndoles quitar más y más hijos a mi amado Señor y a mí, vuestra Madre, no os dais cuenta que perderéis todo, no podéis comprender que estáis desafiando a vuestro Padre, que os estáis perdiendo día a día, nada pareciera que para vosotros existiera y nada tiene valor, todo lo podéis llevar adelante, hasta matar de la forma más despiadada aquellas madres que matan a aquellos hijos que llevan en su vientre, todo os está permitido y no acuden al Libro de la Verdad y la Vida porque estáis tan ocupados cambiando todo lo que tiene que ser respetado, por todo aquello os tenéis que alejar porque manchan vuestras almas y os destruyen, sí, hijitos míos, os destruyen a cada uno de vosotros porque no os dais cuenta, pero si siguen por este sendero los ha de llevar al dolor.
Hijos míos, ya no sé cómo puedo hablarles para que comprendan mis palabras, ya no se qué palabras incluir en mis mensajes para que toquen vuestros corazones y despierten de este inmenso sueño al que fueron llevados por aquellos que se llaman los nuevos profetas, aquellos que han inventado nuevas religiones y sólo buscan las monedas que vosotros reciben con el sudor de vuestra frente, pero no os dais cuenta, no puedo hacerlos comprender, estáis muy atareados tratando de hacer todo lo que os mancha, todo lo que está contra los Sagrados Mandamientos, contra vuestra propia esencia, hoy todo os da igual, hoy todo vale, hoy nada es pecado, todo, como muchos dicen, es válido y no creéis en nada ni en nadie, sólo os dedican a vivir una vida llena de pecados y mentiras, por eso os ruego, despierten y vivan en armonía, pero para vivir en armonía tienen que romper las cadenas que no os permiten liberar vuestras almas y la única forma de liberar vuestras almas es viniendo al encuentro de CRISTO JESÚS, inclinando vuestras rodillas sobre la tierra y pedir perdón a través de una profunda y verdadera confesión, pero una confesión que tiene que partir desde el mismo corazón quitando todo lo malo que habéis hecho a través de todos estos años y luego abriendo vuestros corazones y vuestras almas al Cuerpo y la Sangre de mi amado Hijo y dejándose llevar de su mano rumbo a la inmensa llanura donde Él os hablará, donde os enseñará y os permitirá ver la grandeza del Padre, en ese momento, pequeños míos, volveréis a la vida y volveréis a los brazos del amor, a partir de ese instante seréis libres y despojarán de vuestros cuerpos y de toda la tierra al ángel desterrado y las fuerzas del mal para que reine para siempre la justicia, la paz, la armonía, la verdad, la humildad y os conviertan en verdaderos misioneros del amor de CRISTO JESÚS y salgáis todos juntos a llevar la palabra, a evangelizar y a orar en unidad. Hijitos míos, os ruego oren, os ruego recen el Santo Rosario, a través de las oraciones y en total unidad han de detener el fuego que muchos hermanos vuestros están preparando para que caiga desde el mismo cielo sobre pueblos y ciudades, oren por Medio Oriente, oren por toda Europa y por países de Latinoamérica, y por aquellos países que se están enfrentando entre hermanos, oren para que la tierra no quiera cobrar todo lo que le habéis quitado despiadadamente sólo por ambición, oren por todos los que son mutilados y les quitaron sus vidas, tanto en los campos de batalla como en enfrentamientos, para quitarles lo poco que tienen, oren para que los jóvenes no sigan ya más en las drogas, para que ninguno de ellos le quite la vida a otro en peleas y discusiones, hablen pequeños míos, os ruego hablen en vez de empuñar armas para la muerte y vivan dando el valor que tiene que tener la vida, y hónrenla porque no os olvidéis que se las entregó mi amado Señor para que vivan en libertad y sean felices, pero no para que la desperdiciéis y os la quitéis a vuestros propios hermanos, no usen más la violencia, no destruyan más vuestro mundo y vivan en libertad y rodeados por el amor de mi Señor, vuelvan a Él, vuelvan a mi morada y no os olvidéis nunca de rezar el SANTO ROSARIO, es la única forma que si os unen a través de él el mundo ha de cambiar y reinará la paz, no os dais cuenta del sufrimiento que todos vosotros traéis a mi corazón de Madre, no veis y no podéis comprender que me estáis clavando una daga en mi corazón, no podéis  comprender, amados hijitos, que el sendero que habéis elegido os lleva al fin de los tiempos, no comprenden que yo me encuentro entre vosotros para traerles la palabra y decirles que si cambian vuestro Padre os dará una nueva oportunidad, pero para ello tenéis que volver a caminar todos juntos  en el gran rebaño. Os dejo mis palabras llenas de amor y en la más profunda humildad para que puedas comprenderme y cambiar, lo deseo porque los amo, comprended amados hijitos, os amamos. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

14/12/2010                                                    14:02 Horas.

Dice Santa María:
Hijo mío, me siento inmensamente feliz contigo y con todos mis hijos e hijas en el mundo que como tú están llevando mi palabra y la palabra de mi amado Hijo a todos vuestros hermanos, me siento feliz de verlos unidos luchando contra fuertes vientos y grandes tempestades para aplacarlas y hacer salir el sol sobre la tierra, me siento feliz de ver el amor que depositáis en cada uno de mis pequeños, en la entrega que junto a vuestros hermanos que os acompañan estáis siempre presente en todo lugar donde mis hijos en nombre de mi morada tienen que estar llevando no sólo mis palabras sino también las palabras que se encuentran en el Libro Sagrado, evangelizando a través de los cenáculos, orando con cada uno de ellos y tomándolos de la mano para que juntos caminen despacio y seguros rumbo a un mundo donde el amor florecerá a través de la semilla que vais sembrando a vuestros pasos, sois verdaderos misioneros  del amor, sois verdaderos misioneros de la palabra y estáis presentes en todos los lugares donde hay hermanos que sufren, que padecen y que se encuentran sumergidos en la más grande depresión. Hijos míos, ésta es mi Iglesia, la Iglesia peregrina, la Iglesia que marca su presencia, que lleva luz a los corazones y esperanza a cada uno de ellos, que les entrega la fuerza de la Llama de nuestro amor y los conduce junto a vuestros pastores para seguir la gran evangelización, sé del dolor que enluta todo el mundo que es la falta amor y de humildad en muchos pequeños míos, pero también sé que vosotros unidos junto a mis Hijos e Hijas predilectas llevarán a todos vuestros hermanos a un sendero de luz y esa luz iluminará cada uno de sus corazones y os llenará de pureza, y esa pureza se ha de derramar sobre la tierra y comenzaréis a ver las conversiones y a brillar las almas como luceros en toda su intensidad porque abrazarán sus cruces y las llevarán en alto, porque las besarán y se entregarán desde su corazón a mi amado Hijo y renacerá la paz y triunfará el amor y la misericordia, y ya nunca jamás habrá separación entre vosotros, mi Iglesia se ha de levantar sobre toda la tierra y ella será el faro más poderoso que ha de iluminar a todos para que lleguéis a buen puerto, a un puerto donde os encontraréis unidos por la inmensa unidad de las almas y bajo un sólo pensamiento que es el de vivir en la eterna unidad con mi Hijo y a través de Él con el Padre y el Espíritu Santo. Hijos míos, vuelvan al sendero y sed luz de la nueva era, sed la Llama del Amor y la luz de la vida para este mundo que está comenzando a asomarse, vive y llevad la palabra para que ella ingrese en el corazón de todos vuestros hermanos, mis amados hijos. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

14/12/2010                                                    12:00 Horas.

Llamado de Cristo Jesús a sus hermanos por la unidad y la paz de los pueblos
Dice Cristo Jesús:
Hermanos míos, os quiero pedir desde mi Inmaculado Corazón la unidad de todos vosotros, os quiero pedir que dejéis de lado vuestras diferencias y comiencen a caminar en la unidad de todos, os pido que sigáis tras mis pisadas rumbo a la luz, no podéis estar enfrentados como estáis en estos momentos muchos de vosotros, no podéis estar separados por apetencias personales y ambiciones como muchos tienen en vuestros corazones en vez de la Llama del Amor que tiene que estar hoy más que nunca ardiendo en cada uno de los corazones, vosotros estáis llevando a un enfrentamiento entre hermanos sin pensar en que muy pronto muchas lágrimas derramarán los ojos de mis hijas y de mis hijos, que muchos se perderán en crueles enfrentamientos sólo por sobrevivir en una tierra fértil, en una tierra bendecida, pero que vosotros no podéis comprender que lo que debéis realizar es unirse todos y sembrar en ella para saciar no tan sólo el hambre de muchos sino también a través de la gran siembra poner sobre la tierra la semilla más poderosa que pueda dar sus frutos que es la del amor, la semilla que mi amada Madre os pide en todo momento, que os viene pidiendo en cada encuentro con mis hermanos en el mundo, pero tampoco escucháis su voz, ella está entre vosotros porque ha venido a guiarlos, a hablarles y hacerles comprender que a través de la luz de mi morada, mi Iglesia, encontraréis el único y verdadero camino para que vivan en eterna unidad y paz todos los pueblos del mundo. Hermanos míos, vosotros no podéis comprender, no veis los millones de hermanos que mueren en el mundo por la desidia de muchos gobernantes, porque no tienen un trozo de pan para llevar a sus bocas, por el inmenso abandono y porque están sometidos a la más grande e inmensa esclavitud, hoy sois esclavos de un conjunto de hombres y mujeres que os someten y os llevan al mismo enfrentamiento sin detenerse un sólo instante para pedir la unidad, y eso es, hermanos míos, porque muchos de ellos están tan alejados de mis muros, de mis palabras, de mi amor, ellos sólo quieren obtener poder sin importarles la forma ni el estilo, no les importan vuestros pueblos ni vuestras vidas, están siendo llevados por el ángel desterrado y os someten a las injusticias más crueles a todos sus pueblos, y hasta os mienten y en esas mentiras os guían a un enfrentamiento entre vosotros, os ruego no lo hagáis, oren, os ruego oren, sólo puede salvar vuestras vidas la oración, el Santo Rosario, la Coronilla y  confesando vuestros pecados, volviendo a mi morada y Yo mismo os daré de comer de mi Carne y de beber de mi Sangre y encontrarán de esa forma la verdadera vida, la vida basada en la paz, la misericordia, la justicia y el amor.
Hoy os quiero hablar a vosotros, aquellos hermanos míos que os habéis consagrado, es la hora que dejéis los muros de mi Iglesia para salir en la defensa de vuestros rebaños, no podéis permitir que sigan sometiéndolos, que los sigan llevando rumbo al dolor, a la desesperación, al enfrentamiento, no temáis, Yo estoy en vosotros, nada os ha de pasar, pero sí tenéis que demostrar al mundo que mi Iglesia, que la Iglesia de mi amada Madre se encuentra de pie y en todo lugar donde un hijo esté padeciendo y sufriendo en vuestro mundo, vosotros tenéis que ser humildes y sumisos pero a la vez tenéis que ser firmes y marcar el sendero para que nadie ya jamás se salga de él, tenéis en vuestras manos la fuerza del amor y de la luz, tenéis en vuestras lenguas las palabras que Él derramará sobre cada uno de vosotros, entonces levantaos y acudan, tenéis que ir a defender a todos los pequeños inocentes que están siendo sometidos y aquellos que se sienten solos y abandonados, Yo jamáis os dejé abandonados y jamáis los he de dejar, mi Padre os ama y mi Madre está aquí a vuestro lado, os ruego, no hagáis que se pierda ya más sobre la tierra una gota de sangre de un hermano vuestro, enséñenles a través de las palabras, de la oración y de la luz divina del amor a vivir en armonía y paz. Hermanos míos, muchas naciones se encuentran al borde del enfrentamiento entre sus pueblos, entre hermanos, y vosotros, os ruego, no lo permitáis, tenéis que ser un bálsamo de amor, de unión y de paz. Os amo, escuchad los pedidos de mi Madre, seguid sus mensajes, y os pido recen hermanos míos, recen y vivan en eterna unidad y comunión. Amén.
CRISTO JESÚS.
14/12/2010                                                    11:00 Horas.

Dice Santa María:
Os he mostrado cada día el sendero, os hablo y os conduzco rumbo a la gran evangelización, a la unidad de todos los pueblos del mundo, os digo a través vuestro al mundo con las palabras más sencillas y llenas de amor y de dolor que tienen que volver al sendero y sé que tanto tú como vuestros hermanos y hermanas en todos los continentes proclaman mis palabras y no descansan para llegar a cada uno de aquellos que se apartaron del sendero, sé también que sois injuriados y perseguidos y muchas veces por vuestros propios hermanos, por aquellos que se consagraron e hicieron votos, y os difaman y os atacan sin comprender y sin pensar que la nueva era que ha comenzado no es para que levantéis la voz, para que os ataquéis, sino que es para la unidad, para la unión de todos mis amados hijos, es tan difícil para muchos de vosotros comprender que tienen que estar juntos en el gran rebaño, que no pueden seguir divididos discutiendo y atacándose como lobos hambrientos sobre una presa, y esa presa son vuestros propios hermanos, mis hijos, queriéndolos llevar a un sendero que no es el correcto, a un sendero donde no está la verdad sino que encontrarán sólo la ambición de un conjunto de hombres que se apartaron de los Evangelios formando distintas relaciones y guiándose de forma que no corresponde y haciendo creer a un mundo que si siguen tras sus pasos os llevarán al encuentro junto al Padre, y no es verdad, la verdad se encuentra en el Libro Sagrado, la verdad está en los muros de mi Iglesia, la verdad está frente a vuestros propios ojos, sé que muchos juzgan a mi morada por un conjunto muy pequeños de Hijos predilectos que no siguieron los votos que dieron, que no viven en la humildad y que muestran una soberbia que no es de un representante de mi amado Hijo en vuestra tierra, pero tenéis que comprender que son hombres y que también pueden ser tentados y atacados por el ángel desterrado, por eso yo os pido oración por todos ellos, pero no sólo oración, que os ayuden y que el mismo rebaño tiene que traerlos al sendero de la luz, y no debéis, por ese pequeño grupo, atacar mi morada, llevar a juicio a todos mis amados Hijos e Hijas predilectas, o acaso vosotros no sabéis de miles de ellos que se encuentran trabajando en todo lugar de vuestros continentes, aún en los lugares más lejanos, casi perdidos en el tiempo, entre la máxima pobreza y el dolor, no sabéis de aquellas hijas que se encuentran cuidando de los enfermos, de los niños abandonados que viven entre las guerras más feroces y es allí donde están presentes, esa es mi Iglesia, la Iglesia peregrina, la Iglesia evangelizadora, la Iglesia que tiene presencia donde se encuentra el dolor, por eso, hijitos míos, no juzguen y sean sumisosvivan en oración porque la oración es la fuerza más grande del mundo y ella ha de detener toda guerra, todo enfrentamiento entre hermanos, todo dolor sobre vuestro mundo, recen hijitos míos, recen el Santo Rosario, cegad para siempre al ángel desterrado, liberen vuestras almas y sean libres criaturas de la creación, vivan el amor del Padre a través del Hijo y del Espíritu Santo, vivan la Llama de Mi Eterno Amor y vuelvan a ser el gran rebaño que camina rumbo al encuentro con un corazón y un alma limpia de todo pecado, con alegría orando y alabando a través de cantos a CRISTO JESÚS, vosotros sois los pilares de mi morada, vosotros sois el pueblo, la gran nación de mi amado Señor, vosotros sois los que llevarán como mensajeros la palabra e irán  recorriendo cada rincón del mundo llevando en vuestras manos ésta Llama de Amor para entregarla a cada uno de vuestros hermanos, mis amados hijitos. Por eso os pido y os ruego hijo mío, une a mis hijos e hijas, sumad en vez de restar y haced crecer las vocaciones  entre los jóvenes y haced que crezcan las conversiones y la vida se convierta en un verdadero canto a la esperanza, al amor, a la entrega, a la unidad de todos vosotros formando una sola alma y un solo corazón iluminado por la luz divina de CRISTO JESÚS, vosotros sois la nueva generación, la generación del amor basado en los principios de mi amada Iglesia, cumplan con lo que os pido, vivan en libertad y eterna unión, os amos hijos, os amo y desde mi corazón os repito, vuelvan al sendero de la luz y veréis renacer un mundo de armonía, paz y eterno amor. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

14/12/2010                                                    02:05 Horas.

Dice Santa María:
Amados hijitos míos, cuántas preguntas tenéis en vuestros pensamientos, cuántos miedos y dudas anidan en ellos, cuánto miedo a salir a una vida llena de amor y de esperanzas que vuestro Padre os entregó, cuántas penas se encuentran encerradas en vuestros corazones que no dejáis aflorar y salir de él, no os dais cuenta que vosotros mismos os estáis enfermando, pero enfermando al guardar adentro de vuestros cuerpos esas penas que no os permiten ver ni oír el canto de las aves, un nuevo amanecer y no os dejáis que ingrese en vuestros corazones la esperanza, la fe, la presencia divina de la luz que emana el Corazón Inmaculado de mi Hijo, y todo ese sufrimiento, todo ese dolor, es porque os separasteis tanto de mi morada, se fueron apartando tanto del sendero y se perdieron en la inmensa tiniebla ingresando en la gran oscuridad, no os podéis dar cuenta que os llevó la vanidad, el odio, el rencor, la mentira que fueron incorporando en un corazón que llegó al mundo puro, lleno de luz, de armonía y de paz y con el pasar de los años os fueron transformando a ese corazón en una roca dura donde dejasteis de amar, de soñar, de vivir y lo peor, amados hijos, os dejaron de amar vosotros mismos, dejaron oculto ese niño que se encuentra adentro de vosotros, lleno de pureza y de humildad para que nadie pudiera verlo y todo eso lo hicieron pensando que vuestros hermanos pensarían que seríais débiles frente a ellos, y yo os pregunto, qué importa que piensen si sois débiles o no, si la esencia de la vida está en el amor que puedan emanar vuestros corazones, el amor a vuestro Padre que os dio todo y os sigue dándoles todo aún tan apartados que estáis del verdadero sendero, de mi Hijo que se entregó a morir en la cruz y cargó con ella y cargó con vuestros pecados para que fuerais libres y pudieran ingresar en el Reino de los Cielos, y vosotros qué habéis hecho a través de todos estos años, que hacéis ahora en este preciso momento, sabéis qué amados hijitos, siguen dándole la espalda a todos vuestros hermanos que padecen hambre, frío, que se encuentran enfermos, solos, que nada tienen y que extienden sus manos pidiendo la unidad de todos para volver a convertir vuestro mundo en un verdadero paraíso, y no lo hacéis porque miran sin ver amados hijos, y cada día se pierden más y más ovejas del gran rebaño, cada día oyen menos mis palabras y acuden menos a mi morada, y por eso el mundo sufre, porque todo lo que os fue entregando con el amor más grande del Padre vosotros lo destruyen y lo maltratan, vosotros viven encadenados al ángel desterrado y no os dais cuenta que os lleva a la oscuridad y al dolor, no podéis comprender que tienen que volver al comienzo de la vida, no pueden comprender que tienen que volver al amor, a mi morada, vuestra morada, mi amada Iglesia, vuestra casa donde todos tienen que unirse para rezar, para cantar alabanzas a CRISTO JESÚS, para confesar vuestros pecados y dejar vuestras almas limpias y recibir a mi Hijo a través del Sacramento del altar, tenéis que comprender que no podéis vivir sintiendo odio, rencor, envidia y hablar con la lengua de la mentira, tenéis que vivir en armonía y paz, y esa paz derramarla por toda la tierra en plena unidad de todos vosotros formando un solo cuerpo y una sola Iglesia, la Iglesia de CRISTO JESÚS, viviendo en comunión y eterno amor, liberando vuestras almas de todo mal, y no podéis pelear más entre hermanos, no os dais cuenta que el ángel desterrado los va llevando a un enfrentamiento en el que se derramarán ríos de sangre, no os dais cuenta que todos os estáis peleando y sólo os llevará al dolor, a un enfrentamiento, amados hijitos, que nosotros no queremos, los amamos, aprendan a compartir, aprendan a vivir en armonía entre todos, aprendan a recibir la palabra y meditar de ella, aprendan a vivir en un mundo en libertad, pero esa libertad tiene que estar llena de amor, comprensión y no ser llevada a través de arrebatos, de obtener por la fuerza lo que no tenéis, para ello trabajad la tierra y construid con vuestras propias manos vuestro lugar, cada uno, amados hijos, tiene que tener su lugar pero sin llegar a enfrentamientos entre hermanos, tenéis que tenerlo a través de vuestro trabajo y que vuestros gobernantes se den cuenta que ellos asumieron ese lugar de ser quienes guíen a los países por vuestro mandato pero no se deben de olvidar que están para servir a sus pueblos y no pretender ser servidos, y que tienen que estar unidos todos desde aquel que más posee al que nada tiene y comenzar a compartir, a ayudar, a vivir dando y no sólo lo material sino el amor de hermanos, de hijos del mismo Padre y unidos a mi amada y Santa Iglesia junto a cada uno de vuestros Pastores, y de esa forma veréis renacer de vuelta sobre toda la tierra y el mundo un nuevo día, pero un día diferente donde la luz del amor toque los corazones de cada uno y vuelva a la tierra la paz, la unidad, la justicia, la esperanza y por siempre el eterno amor que reine sobre todos vosotros por los siglos de los siglos. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

13/12/2010                                                    03:23 Horas.

Dice Santa María:
Os pido, hijo mío, que llevéis mis palabras a todos mis amados hijos e hijas y diles que vuestra Madre te ha pedido que les digáis que tienen que estar preparados para los tiempos que llegan, que muy pronto todo el mundo verá inmensas señales que os harán entender la llegada de mi Hijo a vuestro mundo, que ya muchos de mis Ángeles se encuentran en los distintos continentes, que yo estoy en todo lugar de vuestro mundo hablando con vosotros, con aquellos hijos e hijas que he decidido junto a mi Hijo que sean quienes lleven a todos mis demás pequeños mi voz a través de lo que os voy diciendo, que comprendan y mediten, pero no sólo eso sino que aprendan a respetarse y a guardar el silencio y presten atención a cada una de mis palabras, yo os pido que nunca dejéis sola a una sola de las ovejas, que no dejen que los rebaños se sigan separando, que no permitáis que se mienta más en nombre de mi Hijo a sus hermanos y que no crean en aquellos que os hablan en nombre de Él y que tratan de manchar mi morada diciendo que allí no os encontraréis con vuestro Padre, no sigáis a aquellos que no son mis Hijos e Hijas predilectas, no sigáis alimentando el odio adentro de vuestros corazones y llevando a muchos de vuestros hermanos a un camino que no es el sendero que mi Hijo os dejó marcado para que atraviesen en ese sendero la luz divina del amor y seáis bautizados con las aguas del amor y de la purificación de vuestros pecados, venid a confesar vuestros pecados, abran vuestros corazones frente a mi Hijo y poned vuestras rodillas en tierra y arrepiéntanse del mal que podéis haber cometido, pedid perdón porque seréis perdonados y reciban a mi Hijo, recibidlo en vuestros corazones y dejaos llevar de su mano rumbo a las inmensas praderas. Hijitos míos, muy pronto el mundo verá grandes cambios, el mundo sentirá en sus propias entrañas esos cambios y comenzaréis a ver una transformación, pero una transformación basada en el amor, la esperanza y la fe y a través de ellas construirán un mundo basado en el Libro Sagrado y cumpliréis todos con los Sagrados Mandamientos y veréis grandes conversiones y os unirán todas las religiones en una sola, en la única y verdadera que es mi amada Iglesia Católica, Apostólica y Romana, pero también veréis grandes cambios dentro de ella, hoy se encuentra fraccionada y separada por ambición de poder de algunos que también se separaron del verdadero sendero, pero no los juzguéis, no os olvidéis que también son hombres, dadles la oportunidad de que cambien y orad por ellos para que también, como muchos de vosotros, encuentren el sendero de la luz para poder llevar al gran rebaño, acompañadlos, hablad con aquellos que se apartaron y como misioneros y parte esencial de mi morada hacedles comprender que el mundo necesita de cada uno y que necesita del amor, de la misericordia, de la unidad y de la paz. Por eso os suplico y os ruego que os unan todos, que ya dejéis las diferencias a un costado y os basen en la única y verdadera verdad, aquella que se encuentra escrita, aquella que está en el Libro Sagrado, y que nunca más os separéis por ambición de poder y llevéis a la soledad y al dolor a muchos de vuestros rebaños. Hijo, tú y vuestros hermanos os tienen que unir frente al mundo, frente a esta nueva era, rumbo a un nuevo mundo donde reinará por los siglos de los siglos CRISTO JESÚS, preparaos vuestros corazones y vuestras almas y sed verdaderas luces que en la oscuridad que hoy se encuentran sumergidos vuestros continentes seáis la luz que le de la nueva vida, la nueva esperanza y a través de ella el amor ingresará y quedará y reina por miles de años apartando para siempre al ángel desterrado hundiéndolo en su propia oscuridad y vosotros os unirán en el amor que emana el Sagrado Corazón de mi amado Hijo. Os pido que llevéis a cada uno de mis Hijos predilectos mis palabras, que lleguéis a cada hermano y hagáis comprender a un mundo que está perdido entre las tinieblas que vuestro Padre os ha dado una nueva oportunidad para que aprendáis a vivir en armonía, paz y amor, tomaos de la mano de mis pastores y comiencen a caminar por el sendero de la luz y liberen al mundo del mal, os espero, amados hijitos míos, en mi morada junto a mi corazón de Madre de mi Iglesia y de todos vosotros. No os olvidéis, vuelvan hijitos míos, os pido y os ruego la unidad ya de todos vosotros y de todos mis Hijos e Hijas predilectas y caminen rumbo a la gran evangelización del mundo y a buscar a todos aquellos que se apartaron del gran rebaño. Os amo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

12/12/2010                                                    01:14 Horas.

Dice Santa María:
Amados hijos míos, os pido que en estos días que irán transitando en un caminar por vuestro mundo os fijéis en el rostro de cada uno de mis pequeños, que busquéis en ellos, en sus miradas, que cada uno de vosotros podáis daos cuenta del dolor y de los momentos de soledad por los que están atravesando, recuerden, amados hijitos, que en este mes dentro de muy pocos días será el cumpleaños de mi amado Hijo, de vuestro Hermano, que todos os reunirán en vuestros hogares y que muchos tendrán mucho y millones no tendrán nada que poner en sus mesas, por eso os pido desde mi corazón de Madre de todos vosotros que estén unidos y especialmente en esa noche, en la noche del nacimiento, en la noche donde la estrella de Belén alumbrará todo el cielo marcando un año más desde el nacimiento de mi Hijo y el nacimiento que traerá en este año próximo a la vida de todos vosotros la fuerza más inmensa del amor de su Inmaculado Corazón, traerá en sus manos la unidad para todos los pueblos y el mismo lenguaje, el lenguaje del alma, del corazón, y volveréis a estar unidos como verdaderos hermanos y toda separación cesará y volverán a caminar juntos por las inmensas praderas y respiraréis el aroma a rosas que invadirán vuestro mundo e ingresará en vuestros corazones llenándolos de luz, y esa luz es la luz divina de CRISTO JESÚS. Os ruego que os preparéis, pero que esa preparación sea realmente desde el alma, que limpien vuestros corazones y vuestras almas de todo pecado dejándolas limpias y de esa forma recibáis el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, que le dejéis un lugar de privilegio en vuestros corazones y al ingresar que os dejéis llevar de su mano por el valle en la búsqueda de esa tierra bendecida por mi amado Señor, y en ella vivirán todos en unidad como el gran rebaño que sois, ahí se ha de levantar la nueva nación, la nación basada en el amor, la esperanza, la fe, la misericordia, la humildad y seréis felices porque reinará por los siglos de los siglos CRISTO JESÚS y quitarán para siempre de vuestro cuerpo al ángel desterrado y a las fuerzas del mal, el mundo volverá a ser el paraíso que mi Señor os regaló y cuidaréis de él y vivirán basados en los Sagrados Mandamientos y no habrá ya más ni guerra ni dolor sobre vuestra tierra porque aprenderéis a vivir en armonía y paz. Yo aquí estoy junto a cada uno de vosotros, aquí, al lado de todos mis pequeños, he venido para prepararlos, para guiarlos y cuando mi Hijo vuelva a caminar entre vosotros estéis preparados para recibirlo, para amarlo como Él los ama a todos vosotros y para que seáis verdaderos pastores y misioneros de su amor y llevéis en vuestras lenguas sus enseñanzas a todo lugar de vuestro mundo. Hoy os pido que comiencen a prepararse para el gran día, que os preparéis para la gran venida, que os preparéis para entregaos todos a vivir en armonía, paz y amor, siembren toda la tierra con la semilla y cuidad de ella y vivid en total armonía, os amo hijitos míos, os amo y os ruego, comiencen a preparar vuestros corazones para el gran encuentro, y para ello vuelvan a mi morada, vuelvan al amor y vuelvan a la unidad de todos vosotros, la gran unidad basada en el Inmaculado Corazón. Os amo pequeños míos, os amo hijitos de mi corazón y os bendigo con la Llama Eterna de Mi Amor. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
10/12/2010                                                    01:05 Horas.

Dice Santa María:
Amados hijos míos, cuando todos vosotros penséis que está todo perdido, cuando en vuestros corazones no encontréis la esperanza de poder vivir en un mundo de armonía y paz, cuando os sientan perseguidos entonces es ahí, hijitos míos, cuando veréis descender desde el mismo Reino de los Cielos a la legión más grande que jamáis hayan visto vuestros ojos, la legión de mis amados Ángeles y Arcángeles, ellos han de llegar hasta vosotros para que se unan a cada uno para que comiencen la gran batalla contra el ángel desterrado y las fuerzas del mal, porque al verlos avanzar la fe recobrará los corazones de todos aquellos que se apartaron del sendero, de todos aquellos pequeños que se equivocaron al elegir su camino a través de sus vidas y es la hora y el momento que tienen que volver y volver al comienzo, y ese comienzo ha de emprender su largo caminar después de venir a mi morada, a mi amada Iglesia, y realizar una verdadera y profunda confesión liberando vuestras almas de todo pecado, liberando vuestros cuerpos de toda mancha y alineándose junto a mis Ángeles y marchando rumbo a la batalla final donde yo, vuestra Madre, he de estar al frente del gran ejército y yo misma he de aplastar la cabeza de la víbora liberando toda vuestra tierra por miles de años y volveréis a vivir en armonía y paz entre todos vosotros y todos los pueblos del mundo. Hoy cada minuto que trascurre vuestras vidas se pierden entre luchas y desordenes de todas clases, entre injurias y odios y rencores, entre enfrentamientos entre hermanos y os quitáis la vida por oír al ángel desterrado no dándose cuenta vosotros que sois llevados al final de vuestros días, hoy os ruego y os pido que os pongáis en movimiento, y ese movimiento tiene que ser el de llevar la palabra y la palabra tiene que ingresar en el corazón de cada uno de vuestros hermanos que están tan apartados del sendero de la luz, vosotros tenéis que estar unidos en el amor y ese amor tiene que ser la luz de este nuevo mundo que ha de comenzar basado en la era del amor y de la paz, tenéis que comenzar a caminar por un sendero donde nunca ya más os olvidéis que sois hijos de mi amado Señor y que debéis venir a mi morada, que es vuestra morada, y estar unidos todos en el gran rebaño. Amados hijos, mi Señor, unido a mi Hijo y mi Esposo, el Espíritu Santo, me han enviado a vuestro mundo para que a través de mis diferentes pequeños en todos los contenientes ellos escuchen mis palabras y os las entreguen a cada uno de vosotros, en esas palabras encontraréis el camino para seguir, pero ese camino tiene que estar basado en la unidad, el amor y la paz y no estar más separados, desunidos, tenéis que volver a las Sagradas Escrituras, a cumplir con los Sagrados Mandamientos y desterrar para siempre de vuestro mundo el odio, la envidia, la mentira, la injusticia y al ángel desterrado para darle paso al más grande y verdadero amor. Hoy os pido y os ruego que vuelvan a vivir en armonía, os pido que cumplan y mediten de las palabras escritas en las Sagradas Escrituras, que os entreguéis en cuerpo y alma a CRISTO JESÚS y que os améis entre vosotros como verdaderos hijos de vuestro Padre y hermanos entre sí, yo he venido para acompañarlos, para guiarlos a través de mis palabras, a través de mi presencia y a través de mi voz. Amados hijos míos, espero que nunca más os separéis, os pido la unidad y que el amor vuelva a florecer entre todos vosotros y la luz ilumine toda la tierra por los siglos de los siglos, os ruego y os pido que mediten mis palabras, que junto a mis Hijos e Hijas predilectas salgáis a llevar la palabra y os conviertan en verdaderos apóstoles del amor y siembren sobre toda la tierra la semilla de la paz, la armonía, la justicia y la verdad y seáis sumisos y humildes y vivan en eterna unidad y eterna comunión con CRISTO JESÚS. Amados hijitos, recordad lo que os digo, tenéis que volver al sendero, os tenéis que unir en oración y vivir limpios de todo pecado siendo la luz de un nuevo mundo basado en el corazón de mi amada Iglesia, hoy os ruego vuelvan a mi morada, vuelvan al sendero y nunca más os separéis de él, yo, vuestra Madre, siempre he de estar junto a cada uno de vosotros junto a mi amado Hijo y mi Señor, os estaremos cuidando y guiando y el Espíritu Santo llenará de bendiciones vuestros corazones y vuestras almas para que un día ingreséis en el Reino de los Cielos a la vida eterna junto al amor del Padre, Hijo y Espíritu Santo unidos en la luz eterna del amor. Os amo, vuelvan al gran rebaño, vuelvan a mi morada, vuelvan a mi Inmaculado Corazón. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

09/12/2010                                                    05:00 Horas.

Dice Santa María:
Amados hijos míos, sé que es muy largo el sendero que deberéis caminar, sé también que se encuentra lleno de obstáculos y que muchos de ellos os parecerán imposibles de poder pasarlos, pero os digo que no os detengáis nunca, sigue caminando, sigue con un paso firme y lleno de amor en vuestro corazón con la misma entrega del mismo día, tenéis que comprender que cada día que irá transcurriendo la labor será más y más porque el mundo no escucha, porque millones de mis hijos e hijas están perdidos en un mundo de tinieblas, porque se apartaron un día y nunca más volvieron a la palabra, a la unidad, al amor, al gran rebaño, se equivocaron pero no fueron culpables de esa equivocación muchos de ellos sino quizás se cansaron y hasta agotaron todo para pedir ser escuchados y guiados y aquellos a quienes acudieron estaban tan ocupados que cerraron sus puertas, las puertas del corazón, olvidándose que un hermano o hermana acudía a ellos con un grito desesperado, que iba para una palabra de aliento, que necesitaba de una mano, una mirada, una palabra y nunca la obtuvieron, todos, hijos, sois culpables porque muchos interpretan mis palabras como quieren, y más aún las palabras de mi Hijo, es igual que los Mandamientos, los aceptáis algunos según las conveniencias y pensáis que si no aceptáis otros nada os pasará porque si cumplen aunque sea con unos os salvaréis cuando llegue el momento de vuestra partida de esta vida a la vida verdadera, la eterna. Por eso os pido y os ruego continuamente que vengáis a mi morada, que os confiesen y pidan perdón, que dejéis vuestras almas limpias de todo pecado, que vuelvan al gran rebaño y junto a vuestros Pastores, que le deis un lugar de privilegio a JESÚS, mi amado Hijo, en vuestros corazones y que ese amor lo extiendan a todos vuestros hermanos en el mundo, por eso me encuentro caminando entre vosotros, hablo a través de muchos hermanos y hermanas vuestras, me podéis ver en distintos continentes y podéis sentir mi presencia con una fuerte fragancia a rosas, mis rosas amados hijos, las rosas de mi jardín celestial, aquellas que quiero compartir con cada uno de vosotros, por eso aquí estoy al lado de cada uno llevando mis palabras y el amor de mi amado CRISTO JESÚS queriendo abrazarlos y protegerlos del ángel desterrado, tratando de prepararlos para la gran llegada a vuestro mundo de mi Hijo, para que habléis todos el idioma del amor y abracéis vuestras cruces, para que os améis vosotros y améis con mucha más fuerza a cada uno de vuestros hermanos y nunca dejéis de darle la mano a todos aquellos que necesitan, que se encuentran solos, enfermos, que necesitan vuestras palabras, ahí, amados hijos míos, os necesito a cada uno, necesito muchas manos en mi morada y que esas manos siembren toda la tierra con la semilla del amor, de la justicia, la misericordia y la paz. Yo os convoco a todos vosotros, yo os ruego que vuelvan a mi Iglesia, que recen el Santo Rosario, que le deis a mi Hijo el rezo de la Coronilla y pidáis por la paz, por las almas del purgatorio, por mis Hijos e Hijas predilectos y cuiden de mi morada para que no sea atacada por los bárbaros y no persigan ya nunca más a mis amados hijos e hijas. Os ruego la unidad, ya ha comenzado una nueva era, ha comenzado la era del amor, de la unidad y de la paz y todos, pero todos pequeños míos, os pido que aceptéis lo que os vengo a decir, que escuchéis cada una de mis palabras y mediten de cada una de ellas, yo me he adelantado a mi Hijo para que cuando Él venga hacia vosotros estéis todos unidos en una sola alma y un sólo corazón lleno de luz y eterno amor. Os amamos amados hijos, os amamos y os pido que sean verdaderos misioneros y peregrinos de mi Iglesia, os necesito, ya os he dicho, para ser quienes extiendan en todo el mundo la hora buena y con ella anuncien un nuevo día, un nuevo tiempo y un nuevo mundo donde reinará la paz unida al eterno amor de CRISTO JESÚS. Recordad mis palabras y preparaos para el gran momento, os  amo, os amo pequeños míos, nunca os olvidéis lo que os voy diciendo y nunca dejéis de rezar y de ayunar y recibir el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

08/12/2010                                                    00:05 Horas.



Dice Santa María:
Amados hijitos míos, hoy en este día tan especial sólo quiero que me entreguéis de vuestros labios la oración de nuestra unidad que es a través del SANTO ROSARIO y a tomar en vuestras manos EL ROSARIO, ALLÍ ME ESTÁIS ENTREGANDO EN CADA ESTACIÓN LA ROSA MÁS HERMOSA QUE ME PODÉIS ENTREGAR, reza por mis Pastores, por todos mis hijos que son perseguidos para que reine la paz en el mundo, porque vuelva a vuestro mundo la unidad de todos junto al gran rebaño, para que comencéis a amar a vuestra tierra y cuidéis de ella, para que como misioneros de mi amada IGLESIA la cuidéis y estén presentes en todo lugar donde os precisen y para que la semilla del amor que os pido que sembréis ya comiences a hacerlo, y de esa forma comiencen a verse grandes conversiones en todo el mundo. Yo os pido que en este día no os olvidéis de aquellos que se encuentran privados de su libertad y especialmente por quien está en el TRONO DE PEDRO para que la luz de CRISTO JESÚS lo siga iluminando y guíe para que él pueda guiar a todo su pueblo, pedid por las ALMAS DEL PURGATORIO y por todos los niños, jóvenes y adultos, pedid hoy más que nunca por aquellos que os han injuriado, por aquellos que os hacen padecer las más grandes injusticias y sed a partir del mismo momento en que comencéis a rezar un verdadero Hijo de mi Iglesia y de su eterno amor, misericordia y paz.
HIJITOS MÍOS, OS BENDIGO POR ESTAR JUNTO A MI INMACULADO CORAZÓN.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
07/12/2010                                                    06:10 Horas.



Mensaje especial para todos sus hijos e hijas del mundo

Dice Santa María:
Hijos míos, os traigo en mis manos el amor más grande para derramar sobre vuestros corazones, quiero darles todo el fuego de este amor que tengo en mi corazón de Madre de todos vosotros, quiero ser quien os guíe y que cada uno de vosotros aprenda a amarme como Madre vuestra, dejadme ingresar en vuestros corazones, no me apartéis más de vuestras vidas, venid a mi encuentro y dejadme guiarlos a través de las palabras por un sendero de felicidad. Yo, amadas hijas, a vosotras os quiero decir que sé de vuestro cansancio, de vuestras preocupaciones y muchas veces del dolor por el que atraviesa el corazón de muchas de vosotras, pero hoy os quiero decir que no estáis solas, vuestra Madre está a vuestro lado, siempre he de estar acompañándolas, ayudándolas a cargar vuestras cruces en este momento por el que están atravesando muchas de vosotras, un mundo de odios y rencores y un mundo donde muchas de vosotras tienen que sufrir el alejamiento de vuestros hijos llevados por aquellos que están sus almas en manos del ángel desterrado y os pusieron a su servicio para llevar cada día más y más a vuestros hijos, mis hijos, rumbo a un mundo de violencia, de drogas, alcohol y alejándolos de mi morada, haciéndolos pensar que en ese mundo que ellos les muestran está la única y más grande felicidad, y vosotras veis con infinito dolor el alejamiento de cada uno de ellos y cómo se pierden en la inmensa oscuridad y van partiendo rumbo a las llamas que han de consumir sus almas, a vosotras os ruego que oren y que vengáis frente a mi presencia, deseo estar junto a vosotras, ayudarles no sólo a cargar vuestras cruces sino también ayudar a vuestros hijitos, mis hijitos, a que abandonen ese mundo y encuentren la luz del divino amor, que vuelvan al gran rebaño y que vuelvan a sus hogares, junto a su familia, a quienes los aman y sufren, yo os ruego, venid a mi morada hijas mías, yo cargaré vuestras cruces y he de llevar junto a mi amado Hijo vuestros pedidos a mi Señor, confiad en mí y veréis que mi Señor hará que se aparten del sendero del mal para que retornen a la luz, pero recordad, está en cada una de vosotras también la contención y tenéis que brindarle mucho amor, y a vosotros, hijos, hablen con ellos, enséñenles que no deben confiar en aquellos que disfrazados de ovejas son lobos hambrientos que sólo quieren obtener sus almas y perderlos para siempre en un mundo de dolor y tristeza. Hoy os hablo a las familias porque veo con inmenso dolor que se está perdiendo la unidad que tiene que tener cada hogar, el respeto, la confianza, la humildad y el amor entre todos vosotros, tenéis que comenzar a dialogar más amados hijos, tenéis que hablar de todo y no dejar nada en su camino, tenéis vosotros, los más viejos, que demostrar con el ejemplo que el sendero es el que os dejó marcado mi amado Hijo y que todos tenéis que aprender a caminar y transitar rumbo al encuentro con CRISTO JESÚS. Hoy os pido unidad, primero entre todos vosotros que formáis la familia y luego seguir en esa unidad desde el alma y el corazón con todos vuestros hermanos y hermanas, siembren, como siempre os pido, la semilla de la armonía, la misericordia, el amor y la paz, vivan en eterna unidad entre el gran rebaño y en eterna comunión con mi amado JESÚS, aprendan a vivir en armonía y sientan en sus corazones la Llama del Amor y salid a entregarla a todos aquellos que tanto padecen en vuestro mundo, que viven en la más inmensa soledad y dolor, que se encuentran enfermos y que muchos de ellos no poseen un trozo de pan para llevar a sus familias, ahí, amados hijitos e hijitas, tenéis que estar todos vosotros. Por eso mañana os ruego, comiencen todos a caminar juntos, a vivir una nueva vida, a sentir en vuestros corazones el llamado de vuestra Madre, a saber interpretar mis mensajes que son sencillos y puros y que reciban siempre en todo momento y en todo lugar la Llama Eterna de Mi Amor, mañana os espero, mañana os ruego y os pido que recéis en todo el mundo el SANTO ROSARIO, mañana venid a mi morada y recibid de mi mano una rosa, una rosa llena de amor y paz, mañana el corazón de mi amado Hijo brillará en toda su intensidad porque mañana millones de niños recibirán su Cuerpo y su Sangre, mañana se unirán desde su inocencia y su humildad a ese niño hecho hombre que entregó su vida por todos vosotros, mañana es una fiesta y los coros celestiales unirán sus voces a la de todos mis pequeños y pequeñas en la tierra para alabar a CRISTO JESÚS que estará al lado vuestro en el altar, estará presente extendiendo su mano y bendiciendo a través del Espíritu Santo que descenderá sobre cada uno de vosotros, mañana os encontraréis con el PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO Y CON VUESTRA MADRE PARA ENTREGARLES TODO NUESTRO AMOR JUNTO A LOS SANTOS, ÁNGELES Y ARCÁNGELES, mañana es un día de fiesta, mañana es un día de encuentro, de amor, os espero y os pido entrega a cada uno de vosotros y que no sólo mañana vengáis a mi morada, os necesitamos para que os conviertan en verdaderos misioneros de la palabra, peregrinos del amor y apóstoles para llevar por el mundo la palabra, aquella que se encuentran escritas en el LIBRO SAGRADO. Amados hijitos míos, cuánto amor hay en mi corazón de MADRE, no sabéis la inmensa alegría que siento en él porque mañana estaremos junto a cada uno de vosotros, que sea una fiesta en vuestra tierra como lo es en el REINO DE LOS CIELOS, que mi IGLESIA ESTÉ LLENA DE LUZ como está en el cielo y que su pureza descienda sobre cada uno de vosotros, os amamos amados pequeños míos, os amamos. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
06/12/2010                                                    15:05 Horas.


Dice Santa María:
Dejadme guiarlos amados hijitos, oíd la voz de vuestra Madre que os ama y os quiere llevar por el sendero del amor y de la luz, dejadme que os lleve de la mano rumbo al encuentro con mi amado Hijo y cuando estéis frente a Él escucharéis de sus labios la más pura evangelización que se sentirá en toda la tierra, han de temblar todos aquellos que siempre vivieron en el egoísmo y la maldad, todos aquellos que alimentaron sus corazones de odios y rencores, aquellos que han hablado con la voz de la mentira, quienes difamaron mi amada Iglesia y persiguieron a todos mis amados hijos e hijas, Él os enseñará a caminar lento pero con un paso firme y lleno de amor en vuestros corazones, os entregará la sabiduría para entender y comprender a todos aquellos que os llenarán de preguntas y de temores, aquellos que si no ven no pueden creer, pero vosotros, mensajeros de mi amor y de la luz de CRISTO JESÚS, seréis los que tienen que salir a buscar al gran rebaño, hoy disperso sobre toda la tierra, perdido y abandonado, muchos de ellos tan alejados del amor de mi Señor que no pueden saber ni distinguir entre el bien y el mal, por eso hoy, hijo mío, dile a todo el mundo que yo estoy entre vosotros por pedido de mi Señor para decirles que Él, por su infinito amor, os ha dado una nueva oportunidad, una oportunidad para que puedan cambiar y comiencen a caminar todos juntos por el sendero de la luz, para que os despojéis de toda maldad, odios y rencores y comiencen a abrazar vuestras cruces con infinito amor y en eterna paz, esa paz que sólo mi amado Hijo os puede dar a través de sus enseñanzas, de sus palabras, junto al Espíritu Santo que os llenará de eterna luz para que seáis vosotros también luz para iluminar el sendero por donde deberán caminar todos los peregrinos, los misioneros que han de llegar de todas las distintas regiones y pueblos del mundo para el gran encuentro, para oír al Maestro, para abrazarlo y para seguir tras sus pasos. Hoy os digo que está muy pronto el momento donde la unidad de todos los pueblos y naciones han de demostrar vuestro amor, el amor a CRISTO JESÚS y la entrega de vuestros corazones y vuestras almas, sé que lo haréis, sé que el mundo ha de cambiar, sé que estaréis al frente con vuestros hermanos y hermanas que igual que ellos fuiste elegido como un instrumento del amor y de la paz y ese amor lo irías sembrando a lo largo del sendero que os tocara andar, y tras vuestras pisadas florecerá la rosa del amor, aquella que dará al mundo su perfume bajo la luz divina de CRISTO JESUS, sed el más humilde y sumiso de todos los hermanos, hablad con el corazón y enciende la Llama Eterna de Mi Amor, conducid  junto a mis Hijos e Hijas predilectas el gran rebaño, únanse todos hijos míos, pero todos hablando el lenguaje del más puro y divino amor y liberen todas las almas que se encuentran en la más grande oscuridad, yo sólo os pido obediencia y que jamás permitáis que nadie ya nunca más pueda manchar mi morada, que ella se levante frente a las miradas de todos mis Hijos e Hijas y se transforme en la luz de todas las nuevas generaciones y de un mundo que se rige por los Sagrados Mandamientos y escuche sólo la voz del amor, de la misericordia, de la justicia y de la paz. Vuelvan al sendero y nunca más os salgáis de él, vuelvan al encuentro, vuelvan al amor y la eterna paz, os amo. Hijos míos, seguid caminando y en ese caminar seguid llevando mi palabra y ésta Llama que he depositado en vuestro corazón, habladle al mundo de vuestra Madre, habladle al mundo de CRISTO JESÚS y une el rebaño para la GLORIA ETERNA POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS DE CRISTO JESÚS. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

06/12/2010                                                    04:35 Horas.



Dice Santa María:
Amados hijitos míos, muchos de vosotros más allá de mis pedidos continuos de que nunca dejéis de orar, de entregar unos momentos al SANTO ROSARIO, porque a través de él vais a cegar al ángel desterrado, pero no sólo ello, sino también hacéis con el rezo del Santo Rosario que se liberen las almas del purgatorio y se eleven al Reino de los Cielos, pero no lo estáis haciendo muchos de vosotros, ni siquiera saben cómo rezarlo, no comprenden lo importante que es para vuestro mundo y para vuestras almas, es el encuentro vuestro a través de la oración no tan sólo conmigo, la Madre de todos vosotros y de mi amada Iglesia, sino con mi Hijo y a través de Él con el Padre y el Espíritu Santo, a través del Santo Rosario también veréis grandes conversiones y veréis cómo todo comienza a cambiar no sólo en vosotros, en aquellos que dedican ese momento tan sublime de encuentro, de amor, sino en todos aquellos que abren sus corazones al amor que me entregáis al rezarlo y en la Llama del Amor Eterno por cada uno de vosotros, es la unión entre vosotros y yo, vuestra Madre, es estar más unidos que nunca, es pelear con una de las armas más poderosas que tenéis en vuestras manos que es la oración, si realmente quieren vivir en un mundo de armonía, de paz, de amor, de justicia, recen hijitos míos, y debéis cambiar vuestra forma de vivir y comenzar a ser un obrero de mi Iglesia, un verdadero obrero, aquel que trabaje para llevar la palabra, para que comprendan todos vuestros hermanos que también tienen que leer más el Libro Sagrado y tratar de ser justos, sencillos, honestos no sólo con vuestros hermanos sino con vosotros mismos, y la única forma de obtener y saber y comprender es sabiendo que cada uno de vosotros está para servir y no para ser servidos, para unir y no desunir, para amar con todas vuestras fuerzas y ser un verdadero misionero de mi amada Iglesia. Por eso os repito la importancia que se encuentra en la oración, es el acercamiento a mi amado Hijo y por Él al Padre y estamos unidos nosotros. Hijo, dile al mundo que os preparen todos para el día 8, que no os olvidéis de rezar el SANTO RAOSARIO por la paz de vuestro mundo, vosotros sois concientes que hay muchos hombres y mujeres ocupando puestos muy elevados en vuestro mundo y pueden y quieren tomar decisiones sólo por interés de llevarlos a todos vosotros a un enfrentamiento entre hermanos, un enfrentamiento que ha de teñir vuestra tierra con la sangre de vosotros y el dolor se ha de apoderar, no podéis permitir que esos mandatarios que son guiados por el ángel desterrado os lleven a un enfrentamiento entre vosotros, os ruego, por eso el día 8 de diciembre recen con todo vuestro amor y desde el corazón para que la paz reine en todos los continentes, sino con inmenso dolor oiré hablar al cañón con su rugir y veré a mis hijos ir a una batalla que llevará miles de vidas rumbo a la oscuridad y el dolor, comprended que el mundo os ha sido dado para que lo disfruten igual que la vida, pero dentro del amor y la comprensión, dentro de la justicia y no cometiendo injusticias y odiando como lo veo en las miradas de muchos de vosotros, muchos tenéis el corazón lleno de rencores, odios y una lengua fina y terrible como la de la víbora, estáis pendientes para atacar en todo momento y no os importa el mal que podéis realizar, no os dais cuenta lo alejados que os encontráis unos de otros, las diferencias sociales que habéis hecho en el mundo, el egoísmo se apoderó junto con la mentira entre muchos gobernantes y más aún en aquellos que tienen poderío a través de sus armas que todo el tiempo someten a los más débiles o a los mansos, aquellos hijos e hijas que quieren vivir en armonía y paz. Hoy os ruego y os recuerdo como siempre cuando os hablo, vuelvan a la oración, al encuentro en mi morada, vuelvan a la Casa del Padre, vuelvan a mi corazón de Madre, oren amados hijitos, oren y vivan en armonía y amor, ayuden a todos aquellos que sufren, que nada tienen, estén a su lado, vivan en unidad y vuelvan a caminar de la mano de vuestro Hermano, escuchen su voz a través del corazón e id a confesar vuestros pecados para recibirlo y que habite adentro de vuestro corazón y caminen todos por el sendero de la luz, rompan todas las cadenas que os tienen prisioneros desde hace miles de años, libérense y vuelvan al sendero de la luz, libérense y vuelvan a ser la gran nación de CRISTO JESÚS, os ruego y os pido, recen el SANTO ROSARIO, vuelvan a mi morada, estén junto a vuestros pastores y levantad entre todos un nuevo mundo basado en  LOS SAGRADOS MANDAMIENTOS Y LA LLAMA ETERNA DEL AMOR. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
05/12/2010                                                    03:45 Horas.


Llamado de nuestra amada Madre a la unidad en la oración de todos sus hijos del mundo el 8 de diciembre

Dice Santa María:
Amados hijos míos, aquí me veis, yo, vuestra Madre, he venido para caminar junto a todos vosotros, a guiarlos, a oír vuestros pedidos, a llevarlos en mis manos junto a mi Señor, he venido para ser la luz que ha de iluminar vuestro andar y vuestro sendero rumbo al Corazón Inmaculado de mi Hijo, he venido a traerles la palabra, y en ella la esperanza, la armonía y la misericordia, he venido a traerles la paz y la Llama que ha de arder en vuestros corazones uniéndolos en el más inmenso y puro amor, sí, hijitos míos, aquí, a vuestro lado, me encontraréis siempre, tomaos de mi mano y dejaos guiar por el sendero de la luz, alimentad vuestro cuerpo con las Sagradas Palabras, con el amor, y dad a todos aquellos que sufren y se encuentran tan alejados de mi amada Iglesia la fuerza para encontrar el sendero que los guía al gran rebaño, que los guía a mis muros, y en ellos estaréis a salvo del ángel desterrado y de todas las fuerzas del mal. Hijitos míos, os quiero ver libres de todas las ataduras, los quiero ver libres disfrutando del paraíso que mi Señor os entregó, preparándose para la venida de vuelta a vuestro mundo de mi amado Hijo, escuchad mi voz, mediten mis palabras, déjense guiar por aquellos hijos e hijas que hoy se encuentran en los distintos continentes y que Yo los estoy preparando por pedido de CRISTO JESÚS para que ellos sean los que junto a vuestros pastores los guíen rumbo a la tierra fértil, todos sois mis amados hijitos, no sigáis peleando, no sigáis discutiendo y no podéis seguir estando separados, vosotros sabéis que sois todos hijos del mismo Padre y hermanos entre vosotros, entonces no fomentéis más separaciones, no manchen más mi amada Iglesia, luchad por la libertad de todas las almas que están padeciendo, que sufren el dolor de encontrarse entre las tinieblas, tenéis que estar preparados para llevar adelante lo que os estoy pidiendo en nombre de CRISTO JESÚS y tenéis que saber cuál es el sendero que deberéis seguir, llevando y guiándolos a todos rumbo a la luz divina del amor. Comenzad por ir a buscar puerta por puerta a todos aquellos que se separaron y habladles, es vuestra misión como la misión de vuestros hermanos, aquellos que hoy están apartados del amor, que vuelvan, que confiesen vuestros pecados, que liberen sus almas de todo mal y reciban en un corazón y un alma pura el Cuerpo y la Sangre de mi amado Hijo, y sed un verdadero misionero llevando la palabra y un peregrino del eterno amor, sed un apóstol que estéis preparado para ir hasta el final, para derrotar a través de la palabra y del Santo Rosario al ángel desterrado y liberar a todos los niños, jóvenes y ancianos como os he pedido. El tiempo es hoy y hoy es el momento de la unidad de todos vosotros, mirad a mi Hijo en la Cruz, revivid todo lo que Él ha pasado por todos vosotros y salid en la defensa de mi morada, ya no os dejéis llevar más con falsas promesas, no oigáis más a los falsos profetas y cumplid con lo que os pido desde mi Inmaculado Corazón, no debéis permitir ya más que avance el mal sobre mis hijitos, vuestros hermanos, cuidad de todos mis pastores y especialmente de quien está en el lugar de Pedro, escuchad su voz, pero tenéis que hacer que la escuchen muchos de mis Hijos predilectos y que sigan lo que Él les está diciendo. Hoy muchos de ellos fraccionaron mi morada, hoy muchos de ellos no salen a realizar una evangelización como os pido, hoy muchos de ellos se olvidaron del sufrimiento y el dolor por el que tienen que atravesar muchos de sus propios hermanos, la persecución y hasta son llevados a la muerte, hoy dejan que mi morada la incendien y que no permitan que la imagen de mi Hijo sea venerada, se retiran con temores y no debéis hacerlo, vosotros sois mis Hijos y tenéis que defender mi morada, tenéis que avanzar y hacer una Iglesia fuerte y poderosa, aquella que cobije a todos los rebaños, aquella que ilumine todos lo corazones y naciones del mundo, tenéis que comprender que los tiempos se terminan y vosotros seréis los únicos culpables de todo, y cuando os llegue el momento de partir no olvidéis que seréis fuertemente juzgados por vuestros actos, porque si se perdieron millones de almas se perdieron porque muchos no han sabido guiarlas y se quedaron en un largo sueño de placer y buscando gloria, mi Iglesia necesita hijos, hermanos, misioneros que luchen con la palabra y limpien todo lugar para que reine el amor y la paz. El día 8 de diciembre vosotros, amados HIJOS e HIJAS predilectas de mi corazón, tenéis la obligación de poneos delante de CADA SANTO ROSARIO QUE SE RECE EN EL MUNDO ENTERO, de esa forma iréis cegando al ángel desterrado y lo irán llevando a su propia oscuridad y os lo quitarán de vuestro mundo, y volverá de esa forma a reinar el amor, la misericordia y la paz. Os ruego amado hijo, luchad, hablad con vuestros hermanos y hermanas que como a ti Yo os doy junto a mi Hijo los mensajes, y únanse en todo lugar, en las casas, plazas, calles y especialmente en mi morada para rezar con todo el amor y la más grande fuerza con un sirio en la mano LAS ORACIONES DEL SANTO ROSARIO, YO HE DE ESTAR A VUESTRO LADO, ha llegado la hora, el momento de volver al sendero, de limpiar vuestras almas y de volver a vivir en armonía y paz, os espero, cumplan mis pedidos, comiencen la Evangelización unidos al SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE MI AMADO HIJO, os ruego, no os separéis más y luchad con la oración por todos y vivid en armonía, vuelvan a tener en vuestros corazones la Llama de la fe y la esperanza y de esa forma levantaréis mi amada IGLESIA SOBRE TODO EL MUNDO Y SU LUZ BRILLARÁ Y TOCARÁ VUESTROS CORAZONES poniéndolos a salvo de inmensas tempestades. A todos aquellos que oren, que vengáis a mi morada, que os reunáis a rezar el día 8 de diciembre os prometo que lo que me pidan mi amado SEÑOR OS LO CONCEDERÁ, os espero amados hijitos, os ruego no faltéis, únanse. Os amo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
04/12/2010                                                    19:30 Horas.


Mensaje especial
Dice Santa María:
Amados hijos míos, os pido desde mi corazón de Madre de todos vosotros y de mi amada Iglesia QUE COMIENCEN A PARTIR DEL DÍA 5 DE DICIEMBRE LA CADENA MÁS GRANDE DE ORACIÓN A TRAVÉS DEL SANTO ROSARIO EN TODO EL MUNDO, porque si lo lleváis adelante os digo que cegaréis al ángel desterrado y salvaréis muchas almas, yo os prometo QUE EL DÍA 8 DE DICIEMBRE A TODOS AQUELLOS QUE RECEN Y PIDAN, NO TAN SÓLO POR VOSOTROS SINO POR TODOS VUESTROS HERMANOS Y HERMANAS QUE TANTO SUFREN EN TODO EL MUNDO, QUE YO, COMO INTERCESORA FRENTE A MI AMADO SEÑOR, HE DE PEDIRLE POR CADA UNO DE VOSOTROS Y POR TODO LO QUE DEPOSITEN A MIS PIES, Y JUNTO A ELLO EL PERDÓN A TODOS VUESTROS PECADOS Y HE DE ENCONTRARME JUNTO A CADA UNO DE VOSOTROS. Os amo a todos pequeños míos, y sé que lo podéis llevar adelante, os ruego no os detengáis, que os unan todos los continentes, que todas las voces se unan para rezar, para cantar alabanzas a CRISTO JESÚS y que ese día vengáis todos a mi morada y reciban el Cuerpo y la Sangre de mi amado Hijo. Hoy os ruego, os pido que no os quedéis, que abandonéis todo lo que estáis haciendo y vuelvan a la oración, es a través de ella que os salvaréis de la inmensa oscuridad, es a través de ella que encontraréis la paz y la misericordia junto al amor y seréis libres como cuando llegaron a vuestro mundo, como cuando erais pequeños y vuestros corazones y vuestras almas fueron bendecidas a través del agua y en cada uno de vosotros había sencillez, humildad, amor y os comportabais como verdaderos hijos de vuestro Padre, tenéis que volver a ese tiempo, tenéis que volver a abrazar mi morada y regresar, pero regresar con total arrepentimiento por haberse separado, amados pequeños, de ella, por no haber comprendido que es vuestra casa, es donde os encontráis con CRISTO JESÚS, es donde estáis a salvo de todo ataque del ángel desterrado y de las fuerzas del mal, es donde os cuidaremos y los guiaremos bajo la luz divina de CRISTO JESÚS que os acompaña y os tiende su mano para que la toméis y caminen junto a Él por los grandes valles e inmensas praderas, para que vivan bajo un cielo lleno de estrellas y luceros, bajo una luna inmensa que os iluminará por las noches y bajo el manto de misericordia y eterno amor de vuestro Padre. Os ruego vuelvan a mi morada, vuelvan a mis brazos, vuelvan a mi corazón de Madre de todos vosotros, no escuchéis más la lengua filosa de aquel que os quiere llevar por el sendero de la oscuridad, que lo único que desea es ver sus almas quemándose entre el fuego y verlos sufrir por estar alejados del amor eterno de vuestro Padre, os ruego mediten pequeños míos, os pido vuelvan, no esperéis más tiempo porque ya no os queda mucho tiempo más para poder encontrar el sendero, para poder vivir en armonía y paz, para salvar vuestras almas y vuestro mundo, yo os aseguro que si os unen en oración vuestro Padre os ha dado una nueva oportunidad, pero tenéis que estar todos unidos, cuando os digo todos son todos pequeños míos, basta de fisuras en mi propia morada, basta de separaciones en distintas religiones, basta de mentiras y os ruego que a todos aquellos que hicieron votos os pongáis al frente de vuestros rebaños, que cuidéis de cada uno de ellos y los guíen rumbo al encuentro con el amor, OS REPITO HIJITOS MÍOS, REZAD TODOS JUNTOS EL DÍA 8 DE DICIEMBRE HASTA LA NOCHE LA MÁS GRANDE E INMENSA CADENA DEL SANTO ROSARIO PORQUE A PARTIR DE ESE MOMENTO VERÉIS GRANDES COSAS Y COMENZARÁN A TRANSITAR JUNTO A VUESTROS PASTORES UN NUEVO MUNDO QUE SE IRÁ ABRIENDO FRENTE A VUESTROS PROPIOS OJOS Y OS PIDO A VOSOTROS, AMADOS HIJOS E HIJAS PREDILECTAS, QUE RECÉIS TAMBIÉN Y LLEVÉIS ADELANTE EL SANTO ROSARIO JUNTO A VUESTROS REBAÑOS, OS RUEGO. Os amo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
03/12/2010                                                    02:20 Horas.


Mensaje especial

Dice Santa María:
Cada uno de vosotros, amados hijos míos, en estos días, en este mes que comenzáis tendrían que reflexionar y estar más unidos que nunca en la oración porque irán atravesando momentos y pasarán horas donde tendréis que reflexionar de todo el nacimiento hasta la llegada de mi Hijo a vuestro mundo, por todo lo que debimos atravesar, por todos los temores y riesgos que hemos  pasado en esos momentos hasta el momento más hermoso lleno de luz y de amor del nacimiento de aquel niño que venía a vuestro mundo para enseñarles desde su niñez, desde el primer minuto, el sendero que tenían que transitar todos vosotros, un sedero de aprendizaje y de humildad, y en esa humildad estar avocados a todos los que tanto sufren sobre vuestras tierras, Él viene para que cada uno de vosotros abráis vuestros corazones y lo recibáis para que desde cada uno de sus hermanos caminen unidos todos por el sendero de la luz llevando no tan sólo la palabra sino la Llama del Amor de su Corazón Inmaculado y que guíen al gran rebaño rumbo al encuentro, y que busquéis uno por uno de los que se apartaron para que todas las religiones se unan en la única que es donde habitamos, nuestra morada, la Iglesia, y es la morada de cada uno de vosotros, allí os encontraréis con vuestro Padre y a través de Él con el Hijo y el Espíritu Santo, allí me encontraréis esperándolos a cada uno de vosotros, amados hijitos de mi corazón, para protegerlos, para guiarlos, para llevarlos y para enseñarles a caminar en la unidad, en esa unidad que estará siempre bajo la luz divina del Inmaculado Corazón de JESÚS. Hoy os llamo a la reflexión, hoy os ruego la unidad entre todos vosotros, hoy os pido que vuelvan a ser luz y que esa luz crezca minuto a minuto para que a través de ella sean como luceros que han de marcar todo el sendero para aquellos que se encuentran tan apartados del amor. Hijitos míos, os pido la unidad porque a través de la unidad volverá a florecer toda la vida sobre vuestra tierra, volverán a oír el canto de las aves, el arrullo del viento y la paz reinará en cada corazón y ya todo grito de guerra no se volverá a escuchar salir de las gargantas de aquellos que hasta este momento viven de la ambición de obtener poder a costa de muchas vidas, de muchos hermanos, de mucho sufrimiento y dolor, por eso les ruego la unidad, por eso les ruego oración, les pido que recen el Santo Rosario, que os confiesen y que reciban el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, que vuelvan a ser verdaderos hijos del amor y a través de la oración ceguéis al ángel desterrado y las fuerzas del mal, rompan toda ligadura y sed felices pero dentro de lo que os marcan los Sagrados Mandamientos, os pido que vuelvan a caminar todos juntos en el gran rebaño y no os olvidéis de estar unidos a vuestros Pastores, escuchad su voz y déjense guiar por ellos rumbo a una nueva vida, a un nuevo mundo, un mundo basado en los Sagrados Mandamientos. Amados hijos, hoy os pido que escuchéis mi voz, que abráis vuestros corazones a la luz divina y que sigan tras los pasos de mi amado Hijo, no os dejéis tentar más por el mal, no lo escuchéis, luchad para desterrarlo de vuestro mundo, acudan a mi morada, cuiden de ella, haced que brille con toda su intensidad y sea de vuelta el faro de todas la naciones y toque cada corazón llenándolo de amor, haced que crezcan las conversiones y que muchos de mis hijos e hijas se entreguen y sean verdaderos apóstoles del amor de CRISTO JESÚS y misioneros del amor, hoy es el momento, traedle en vuestras manos el más hermoso regalo a mi amado Hijo en esta Nochebuena, en el día de navidad, traedle vuestro amor y vuestra presencia siempre a su lado y seguidlo siempre, acompañadlo en todo momento y conságrense todos pero todos, amados hijos míos, a su SAGRADO CORAZÓN, nunca más os separéis de su lado, nunca más os dejéis que el malvado vuelva a someterlos y que con engaños os lleve rumbo a la oscuridad, salvad vuestro mundo y vuestras almas y vivid para glorificar por los siglos de los siglos a CRISTO JESÚS, vivan para amar, vivan en continua entrega y nunca dejéis de venir a mi morada amados hijos, que todas las campanas y las voces al mismo tiempo unidos con los coros celestiales canten el aleluya porque vuelve a vosotros y a vuestro mundo quien os guiará por el sendero de la luz. Os amamos, os ruego cumplan con lo que os pido. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

02/12/2010                                                    02:15 Horas.



Dice Santa María:
Hoy, amados pequeños míos, estoy caminando entre todos vosotros con mucho dolor en mi corazón, con pena y angustia de verlos tan separados del amor, de ver que se alejan unos de los otros, que ya casi ni se hablan y que la agresión se apodera cada día más y más de vosotros, no podéis comprender que en ese continuo andar que tenéis, que ese camino que recorren es un camino de dolor no sólo para aquellos que agreden y atacan sino para nosotros que os amamos, que queremos que vivan en eterna unidad entre todos vosotros, o no podéis comprender que sois hermanos e hijos del mismo PADRE, os cuesta tanto, amados hijitos míos, comprenderlo, no podéis ver con vuestros propios ojos que estáis destruyendo vuestro mundo y vuestras propias vidas al no recibir en vuestro corazón a mi amado Hijo, al no confesar vuestros pecados y dejar vuestros corazones y vuestras almas con una luz llena de pureza, esa luz que brilla con toda su intensidad preparada para recibir el Cuerpo y la Sangre de JESÚS, mi amado Hijo, y caminar juntos por el largo sendero del amor, de la misericordia y de la paz. Vosotros, pequeños míos, tenéis que ser verdaderos misioneros de la palabra, tenéis que llevarla a todo lugar de vuestro mundo, tenéis que comprender que si no cambian muy pronto la noche ha de caer sobre todos aquellos que se apartaron de la verdadera vida, la vida que deberíais llevar, una vida llena de pureza, de humildad, de sencillez, una vida para acompañar a todos los que sufren, a los que padecen, para estar presentes en todo lugar que veáis que la injusticia de los poderosos va contra vuestros propios hermanos, para llevar la palabra y alimentos a todos los que padecen hambre en vuestro mundo, para estar junto a los que están enfermos del cuerpo y del alma, ahí tenéis que estar como miembros activos de mi amada Iglesia, tenéis que llegar al corazón de cada uno de mis pequeños, tenéis que acompañarlos y guiarlos rumbo a la luz, tienen que volver a estar todos unidos en el gran rebaño, no podéis daros cuenta de que ha comenzado una nueva era y con ella mi Señor os da una nueva oportunidad para salvar vuestras almas y vuestro mundo, no podéis daros cuenta que mi presencia os la marco en todos los continentes a través de mis Hijos e Hijas a quienes os doy mis mensajes para llevarlos a vosotros, para que despierten de esta larga noche y abran vuestro ojos a un nuevo día, al amor de CRISTO JESÚS y os consagréis y deis vuestros votos de humildad y de unidad entre todos los pueblos y naciones del mundo formando un sólo país basado y regido por las Sagradas Escrituras y guiados por los Sagrados Mandamientos. Tenéis que estar unidos más allá de las fronteras que habéis puesto vosotros los hombres, dejad todo armamento y comiencen a levantar la bandera del amor y de la paz, comiencen a volver a mi morada, a acompañar a vuestros Pastores, a cuidar de vuestra tierra y de vuestro planeta, sembrad sobre él árboles y devolvedle todo lo que le habéis quitado en todos estos años, cuidad de los niños y observad y estad siempre vigilando la actitud de los jóvenes porque muchos de ellos son empujados a través de la mentira a probar lo que vosotros llamáis drogas, aquellas que os irán quitando vuestras vidas hasta llevarlos al final de vuestro camino, y en ese final sólo habéis de encontrar oscuridad. Cuidad de vuestros ancianos y escúchenlos, cuiden de ellos y guíense por sus enseñanzas, rechacen siempre a los poderosos que os quieren llevar a una guerra sólo para obtener ellos poder destruyendo vuestras vidas y la de vuestros hermanos, vivan en armonía y paz, cuiden la vida que mi Señor os entregó y cuidad de mi morada, no permitáis que sean injuriados nunca más mi morada ni mis Hijos e Hijas predilectos, vivan en libertad pero abracen la justicia y la paz, cuidad de cada uno de mis templos porque allí os esperamos para que todos unidos vengáis a escuchar la palabra, y la palabra tiene que anidar dentro de cada uno de vosotros y  tiene que ser la luz de un nuevo mundo, un mundo que, os repito, ha comenzado y queda en vosotros y en vuestras manos la gran siembra, la unidad, y con la unidad la paz, la armonía, el amor, la misericordia y la paz entre todos vosotros. Os ruego rompan todas las cadenas y liberen vuestras almas, recen todos unidos el Santo Rosario, vuelvan a recibir a mi Hijo y vivan en armonía y paz. Os amo amados hijitos míos. Os amo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

01/12/2010                                                    13:53 Horas.



Dice Santa María:
Hijitos míos, cuánto dolor, cuántas lágrimas hay en el rostro de muchos de mis pequeños, cuántos padecen fuertes dolores en sus cuerpos y están muy enfermos y mi corazón sufre y mis ojos lloran lágrimas junto a cada uno de sus hermanos, aquellos que están sufriendo en su propia carne el dolor de ese hermano que se encuentra postrado en una cama de una sala de un hospital, mientras observo a muchos que en vez de mirar el dolor reflejado en los rostros de mis pequeños, no sólo de quienes se encuentran enfermos sino también de los que no tienen un plato de comida, los que no tienen un trabajo, los que no poseen un techo, los que padecen frío y soledad, los que son castigados y perseguidos, ninguno de aquellos hermanos que se encuentran bien se acercan a acompañarlos, a consolarlos, a llevarles su amor y con su amor el amor que emana mi corazón de Madre, dónde están mis hijos que vienen a mi morada, dónde se encuentran aquellos que un día juraron y prometieron estar presentes en todo momento junto al hermano, a ese hijo que está sufriendo, dónde están todos aquellos que se encuentran en los distintos credos, qué pena siente mi corazón de Madre porque sólo veo ambición, sí, ambición de poder pero no amor, y un mundo sin amor jamás puede avanzar, un mundo sin amor, queridos hijos míos, está totalmente muerto porque el que no siente amor no puede ni ver la belleza de una flor, no puede comprender porque está sumergido en su propio ego, en su vanidad, en creerse un ser especial, superior en estos tiempos y no se pueden dar cuenta que en unos minutos ellos pueden estar en esa sala de un hospital padeciendo una enfermedad, y os pregunto, os gustaría que nadie esté junto a vosotros, que nadie os cobije u os alcance un vaso de agua, no llegan a vuestro encuentro trayendo la palabra, trayendo el Cuerpo Sacramentado de mi Hijo, qué os está pasando que ni pueden ver ni oír la voz del amor, dónde se encuentran vuestros sentimientos, dónde está el amor que mi Hijo os ha dejado, dónde estáis, hijitos míos, en este preciso momento, encerrados en vuestra propia vida de muchos lujos y placeres, placeres que un día os daréis cuenta que de nada os sirven, que sólo pierden vuestro tiempo, el tiempo de estar junto al que sufre, junto a aquel que necesita la palabra de aliento, cuánto dolor hay, hijos míos, adentro del pecho, un corazón que sangra, una daga clavada por ver lo alejados que muchos de vosotros estáis del amor supremo, de recibir a mi Hijo, de pedir perdón, de haberse entregado al ángel desterrado y a una vida fácil donde todo está permitido, donde vosotros mismos os mienten y saben que al final de ella caerán en la inmensa sombra sintiendo el dolor de no poder disfrutar de la vida eterna en el Reino de los Cielos. Os convoco a cada uno de vosotros, aquellos que están dormidos, detenidos en el tiempo, que vuelvan sus miradas a vuestros hermanos, que recordéis las palabras que están en el Evangelio, que seáis verdaderos hermanos e hijos de vuestro Padre y corred todos unidos a abrazar y acompañar a aquellos que hoy en distintos continentes tanto están sufriendo, yo os ruego hijitos míos, vuelvan al sendero, vuelvan al gran rebaño, al amor eterno, abrazad vuestras cruces y caminad todos unidos por este largo sendero bajo la luz divina del más grande amor eterno. Hijitos os ruego, vuelvan al gran rebaño, vuelvan a mi Iglesia, vuelvan al amor y confesad vuestros pecados liberando vuestros cuerpos, rompan todas las ataduras y luchen contra el ángel desterrado y las fuerzas del mal junto a las milicias celestiales, derrótenlo y hagan que caiga en su propia oscuridad liberando al mundo y que vuelva a reinar por los siglos de los siglos CRISTO JESÚS y su amor eterno. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.



01/12/2010                                                    01:00 Horas.



Dice Santa María:

Mis amados hijos, cuánto tiempo tendrá que transcurrir para que os deis cuenta que todo se encuentra en su final, en un final que os llevará a todos a la inmensa noche de dolor y llantos, de miedo y de terror en muchos de vosotros porque pasaréis por momentos terribles de angustias y os perderéis en la inmensa oscuridad por todos los pecados cometidos, cuándo comprenderán que si no comienzan a cambiar, a vivir una nueva vida todo se perderá, y cuando os digo todo es todo lo que habita vuestro suelo, por qué no comprenden y os ponéis a leer lo que os digo a mis hijos en todos los continentes, por qué en vez de juzgarlos no os dais cuenta que en cada uno de ellos está la verdad, y a través de ellos los he venido a prevenir de lo que ocurrirá sobre vuestro mundo si no os arrepienten y os arrodillan frente a CRISTO JESÚS pidiéndole perdón por vuestros pecados, por qué en vez de injuriar a mi amada Iglesia, de perseguir a mis Hijos e Hijas predilectas no os ponéis a sembrar la semilla del amor y vienen a mi morada para ser perdonados, para recibir el Cuerpo Sacramentado de mi amado Hijo, para oír la palabra de los labios de vuestros pastores y comprender que tenéis que salir, que los tiempos se acortan, que el ángel desterrado y las fuerzas del mal avanzan cada día más y más sobre todos vosotros a través de nuevas religiones, a través de falsos ídolos, y vosotros, amados hijos, por qué no salen de mi morada y caminan como mi amado Hijo lo hizo junto a sus discípulos llevando la palabra y evangelizando a través del Corazón Inmaculado de mi amado Hijo. Id amados pequeños míos, caminad como Él lo hizo por todo lugar, puerta por puerta, llevad su palabra, formad a mis pequeños, que sepan de mi presencia en vuestro mundo y de mi eterno amor por todos ellos como hijos amados de mi corazón, no quiero verlos separados, no deseo verlos peleándose por ambición, por envidias y guardar adentro de vuestros corazones rencor y odios, no puede haber en vuestros cuerpos, y menos en el corazón de ninguno de mis pequeños, nada de lo que vosotros fomentan y cada día hacen crecer más y más, todo lo contrario, tenéis que hacer brillar la luz divina del amor y ser puros de corazón y de alma, tenéis que venir a mi encuentro, al encuentro con vuestros pastores y salir a sembrar por el mundo la semilla a través de la palabra y poneos todos unidos en el gran rebaño, en el rebaño que serán los que cuiden de mi Iglesia, de mi templo, de vuestro templo, donde tenéis que estar todos unidos en el amor, la misericordia y la paz, construyan un mundo de fe y de esperanza, y en esa esperanza depositen todas vuestras fuerzas para que la luz del amor descienda sobre todas mis criaturas con más y más fuerza con infinito amor, no quiero verlos sufrir amados hijitos, no deseo verlos ir a una guerra donde os quitaréis la vida unos a otros y se derramará la sangre de muchos de mis pequeños, haced florecer la rosa más hermosa sobre todo el mundo, la rosa que esparza su aroma y os entregue la paz, no tan sólo a vuestros corazones sino a toda la tierra, y encontréis el camino, el camino del amor, el sendero de la luz, aquel que os llevará junto a mi amado Hijo y Él os tomará de vuestras manos y os guiará junto al Padre, y el Espíritu Santo descenderá inundando vuestros corazones con la luz divina del amor. Amados hijitos os amamos, os ruego y os pido la unidad de todos vosotros, la unidad de todas las religiones, que os sentéis a hablar, y os ruego que vengáis a mi morada a encontrarse a través de la unidad y la oración con CRISTO JESÚS y abrazad mi morada con todas vuestras fuerzas y que sea por los siglos de los siglos amados hijos míos. Amén.


SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
 






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