sábado, 23 de abril de 2011

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APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

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peterx
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#301 · ▲
RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿ES ALA EL MISMO DIOS DE LA BIBLIA?

Ministerios El Buen Pastor

Diferencias entre Alá y el Dios de la Biblia
Antes del Islamismo, la religión preponderante en Arabia era extremadamente supersticiosa. En nuestra cultura hispana aún sobrevive la historia arábica de Alí Babá y los 40 ladrones. La gente en Arabia creía en Genios (Jinns), en piedras mágicas, maldiciones, y muchísimas prácticas ocultistas. Hoy la Disney se ha hecho cargo de mantener estas historietas supersticionsas vivas, preparando genios en lámparas mágicas, volando en alfombras voladoras, etc. Según Kenneth Boa, "los árabes eran personas idólatras politeístas (con más de un dios) y tenían un panteón de dioses. Uno de estos muchos dioses era Alá. Entre estos dioses también acompañaban a Alá, demonios (djinn) y ángeles. Meca era el centro religioso y contenía unos 360 santuarios para dioses diferentes."
En medio de ese mundo idólatra y politeísta es donde se levanta un profeta, Mahoma, quien proclama que el único dios verdadero es Alá. Según la religión islámica, el arcángel Gabriel da una serie de mensajes a Mahoma, los que éste escribe. El libro donde se encuentran estos escritos es llamado el Corán. Los seguidores de Mahoma y su dios Alá son llamados islámicos y menos apropiadamente, musulmanes.
Aunque los islámicos alegan que el Corán es una escritura inspirada desde los cielos, sin ninguna fuente terrenal, la evidencia muestra que en el Corán existe influencia cultural, en lugares como Suras 55, 72, 113 y 114.
¿Existen ritos paganos dentro del Islamismo?
Dentro de las muchas creencias históricas, existe una que se llama el Animismo. El Diccionario de la Real Academia Española define animismo como "la creencia de que los espíritus habitan cosas, árboles y otros elementos inanimados". Los animistas veneraban objetos inanimados como piedras (entre ellos meteoritos), y las usaban como punto central de adoración para un dios tribal en particular. La Biblia hace referencia a estas prácticas abominables ante el Dios de los Judíos y Cristianos.
Los ritos paganos de inclinarse hacia Meca, hacer un peregrinaje hacia Kabah, correr alrededor de la Kabah siete veces, besarla, y entonces correr hacia el río para tirar piedras al diablo, todos formaban parte de las prácticas contemporáneas a Mahoma y a millones de árabes en todo el mundo antes del establecimiento del Islamismo. Lo más interesante de todo esto es que inclusive hoy día, la prensa reporta decenas de personas muertas o heridas en las increíbles estampidas humanas que se forman en estas carreras alrededor de un roca gigantesca (un meteorito) llamada Kabah, y que es usada por los islámicos como el centro religioso más sagrado. (Ver ilustración)
Uno de los elementos más interesantes de la religión islámica contemporánea puede encontrarse en la religión de los Sabeanos, una religión astral que adoraba al dios luna y planificaba sus ritos religiosos alrededor del calendario lunar. Uno de los ritos de los Sabeanos que más llama la atención es su práctica de ayunar durante el período de luna creciente a luna creciente. Esta práctica fue una de tantas, adoptadas por Mahoma. Esto es lo que se conoce como el Mes Sagrado de Ramadán.
De acuerdo con Abdul Salleb, un experto en la materia, "Si estas cosas no hubiesen estado presentes antes de que Mahoma recibiera sus inspiraciones de Alá, ¿por qué Mahoma no explicó la razón por las que Alá decidió tomar estas tradiciones de otras religiones para formar una religión nueva?"
De acuerdo con la Enciclopedia Británica, "la palabra Islam significa "sumisión"). Esta palabra, sin embargo, no es original de esta religión profesada por tantas personas hoy día, especialmente en el mundo árabe. La palabra Islam en árabe era un término usado para realzar la fortaleza y la bravura de los guerreros del desierto. Es esta misma actitud belicosa la que caracteriza a una facción del Islamismo hoy día y que es responsable por los incontables ataques terroristas en India, Estados Unidos, Uganda, Tanzanía, Israel, etc.
De acuerdo al Diccionario Webster, la palabra Alá es una "Palabra compuesta por la palabra árabe al-ilah, que en Inglés significa "el dios". El nombre del dios Alá puede encontrarse en escrituras preislámicas y en otros artefactos arqueológicos. En Kabah, en Meca, la gente adoraba cientos de dioses, pero Kabah fue construida para honrar a la deidad principal, el dios luna. Alá era el nombre o título personal del dios luna. De acuerdo a la religión preislámica, Alá estaba casado con la diosa sol. Ellos no solamente estaban casados, sino que tuvieron tres hijas.
Usted podrá notar en la ilustración que las mezquitas, o templos de adoración de los islámicos, generalmente tiene un techo en la forma de una luna amarillenta (luna creciente), pintado de amarillo, lo cual muestra la influencia particular de la raíz de esta religión. La familia de Mahoma era adepta a la adoración del dios luna (Alá), y este fue el ídolo (de entre los cientos que había de dónde escoger) que Mahoma decidió declarar como el "Dios verdadero". (Ver la historia del nacimiento del Islamismo aquí. )
El lector no tiene que usar demasiado su inteligencia para darse cuenta de lo que parece evidente que sucedió aquí. Los islámicos contienden que Alá y el Dios de la Biblia son el mismo. Sin embargo, existe evidencia abundante que indica que Alá era el dios luna, casado con el dios sol, y quien tenía tres hijas diosas. Alá, por lo menos antes de las visiones de Mahoma, era un dios entre muchos del mundo árabe.
Aparentemente Mahoma no inventó una nueva deidad, sino que adoptó una de los cientos de deidades arábicas, la que adoraba su familia, y removió a todas las otras deidades del escenario declarando que "Alá es el único Dios"…y ¿quién era su profeta? Pues Mahoma.
La Enciclopedia Británica nos dice: "En el Islamismo, Mahoma es considerado como el último de los profetas (incluyendo a Adán, Noé, Jesús, y otros), y su mensaje simultáneamente consuma y abroga las "revelaciones" atribuidas a todos los profetas anteriores."
En otras palabras, todo lo que Adán y Noé "profetizaron" (¿Sabía usted que Adán y Noé fueron profetas?), y por supuesto Jesús, se cumplía en él (Mahoma) y por tanto el mensaje de estos profetas tomados prestados de la Fe Judía, quedaba abrogado o eliminado. Ahora Alá le daría a Mahoma un mensaje nuevo… el contenido en el Corán.
Es importante que el lector recuerde que no estamos de ninguna manera intentando atacar a los islámicos. Estamos haciendo un resumen somero de los HECHOS históricos que dieron fruto al nacimiento de la fe Islámica.
Note que por definición, un ídolo preislámico, convertido en el Siglo 7 en un nuevo dios no puede ser el mismo Dios revelado miles de años antes a los profetas bíblicos! Para sostener nuestra lógica, hagamos una somera comparación:
¿Es Alá, el nombre usado por los árabes para designar al Dios de la Biblia?
De acuerdo con la Biblia, Dios es:
Capaz de tener una relación personal con el hombre. Es "Conocible"
Es revelado en tres personas
Es amor
Se encuentra activamente envuelto en la vida e historia del hombre
Es un Espíritu, tiene una personalidad, ama, piensa, es omnipotente, omnisapiente, etc.
Es un Dios de gracia
El Dios de la Biblia no cambia y sus principios son eternos
El Dios de la Biblia llama "Dios" al Mesías (quien los islámicos admiten que fue Jesús) en Isaías 9:6.


6 Porque nos ha nacido un niño, Dios nos ha dado un hijo, al cual se le ha concedido el poder de gobernar. Y le darán estos nombres: Admirable en sus planes, Dios invencible, Padre eterno, Príncipe de la paz.

(Is.9:6)
El Dios de la Biblia llama a Israel "El Pueblo Escogido" en innumerables ocasiones.
De acuerdo con el Corán, Alá es:
Imposible de conocer
Se encuentra lejano
No es ni Padre, ni Hijo ni Espíritu
No le importa el hombre
No tiene interacción con el hombre
No puede ser definido, por lo que solamente se puede decir lo que Alá no es
Alá solamente proporciona juicio, no gracia
El dios del Corán (de haber sido el Dios de la Biblia) cambió la historia sostenida por el Antiguo Testamento de que a Jesús se le llamaría "Dios poderoso, Príncipe de Paz, Eterno Padre", dándole el título de "último profeta" a Mahoma, en vez de a Cristo.
El dios del Corán niega la deidad de a quien (de ser el mimo de Dios de la Biblia) en el pasado llamara "Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz"- Isaías 9:6
El dios del Corán cambia de parecer (de ser el mimo de Dios de la Biblia) y prescribe una fórmula totalmente contraria. Ver el Corán en La Mesa Servida" 32 y 2:120
El hecho de que Alá sea un solo dios no significa que es la deidad que debe ser adorada. El mismo hecho de que el Dios de la Biblia ya era conocido y adorado siglos antes que Alá fuera convertido de uno de muchos dioses en un dios único, es muestra harta de que evidentemente no son el mismo. Debido a que el Corán acepta la Biblia como la Palabra de Dios, debería ser apropiado que los seguidores de la fe islámica se adhieran a sus enseñanzas, si es que después de todo la Biblia fue inspirada también por Alá (si es que es el Dios de la Biblia), si es que después de todo Adán (quien a propósito no escribió ningún texto), o Noé (quien tampoco escribió ningún texto), o Jesús, fueron profetas predecesores de Mahoma y por tanto enviados por Alá (si es que es el Dios de la Biblia).
El Nuevo Testamento claramente indica que los profetas deben seguir al mismo Dios que fue revelado a los profetas más tempranos (propiamente dígase Isaías, Jeremías, Moisés, etc.) y que no se dejen llevar por otros dioses falsos.


1 'Si aparece entre ustedes un profeta o visionario y les anuncia una señal o un prodigio,
2 en caso de que se cumpla lo que les había anunciado y les diga: '¡Vamos y sigamos a otros dioses que ustedes no conocen; vamos a rendirles culto!',
3 no le hagan caso. Porque el Señor su Dios quiere ponerlos a prueba para saber si ustedes lo aman con todo su corazón y con toda su alma.
4 Sigan y honren solo al Señor su Dios; cumplan sus mandamientos, escuchen su voz y ríndanle culto; vivan unidos a él.
5 Y ese profeta o visionario será condenado a muerte por haberles aconsejado rebelarse contra el Señor su Dios, que los libró de la esclavitud a que estaban sometidos en Egipto, y por tratar de que ustedes se apartaran del camino que el Señor su Dios les ha ordenado seguir. Así acabarán con el mal que haya entre ustedes.

(Dt.13:1-5)
Es de suma importancia que a estas alturas el lector haga un análisis concienzudo acerca de la viabilidad de considerar que Alá y el Dios de la Biblia son la misma deidad. La realidad histórica evidente en los libros de la Biblia y en el Corán muestran que, en mi humilde opinión, Mahoma no enseñó a sus adeptos el Dios de la Biblia.
¿Seríamos extremistas y inconscientes fanáticos cristianos si después de este análisis tuviéramos la osadía de concluir que Mahoma tomó historietas, tradiciones, creencias y prácticas paganas de religiones existentes, además de ciertos factores fidedignos, tales como la autoridad de la Biblia, además del reconocimiento de los patriarcas bíblicos, y usando todo esto, creó una nueva religión?
¿Acaso mostramos que nuestro fanatismo religioso cega nuestra capacidad analítica cuando contemplamos la posibilidad de que Mahoma intentó crear una nueva religión, formada por un poco de cada una de las religiones y creencias predominantes, que resultara atractiva para los miles de viajeros y peregrinos que ya visitaban a Arabia con el fin de adorar a su deidad específica?
¿Acaso debemos ignorar la profunda influencia que debió haber dejado en el joven Mahoma haber estado en contacto con religiones diferentes de todo el mundo en sus viajes con su tío?
Bueno, lo que sí debemos admitir es que Mahoma, a través del uso de la espada y su historia de la revelación divina, barrió de una vez y para siempre la idolatría desenfrenada en Arabia. Esta gente pasó de una cultura sumamente politeísta, a una cultura extremadamente monoteísta. Pero, ¿El hecho de que yo crea que existe un solo dios me hace un c rey ente en el Dios Verdadero (formado por Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo?
Alá no es el Dios que Noé, Abraham, Isaac y Jacob adoraron y sirvieron todas sus vidas. Cuando Noé hablaba con el Dios de los Hebreos, es TOTALMENTE imposible que ni siquiera hubiera gente en la Península Arábica, y mucho menos que hubieran inventado el hombre Alá (el dios luna). Alá no es el Dios de los cristianos. Alá no se asemeja a mi Dios. El Dios de la Biblia es el mismo desde el Génesis hasta Apocalipsis... constante, incambiable, santo, bondadoso, justiciero, perdonador, gracioso, amoroso, eterno, inmutable… Lo cual es muy distante del dios presentado por el Corán.
Ahora me pregunto: ¿Es el hecho de que Alá haya sido declarado la deidad verdadera por Mahoma, óbice para que se trate de nada más que lo que siempre fue… un ídolo? Esta no es una afirmación. Es simplemente una pregunta. ¿Qué cree usted, estimado lector?
El Islamismo y Jesucristo
De acuerdo con los teólogos islámicos "Tan extremo es el monoteísmo de los Islámicos que el pecado imperdonable mayor que se puede cometer es asociar a Alá con cualquier otra cosa creada (de acuerdo con el Islamismo, Jesús fue creado)". En otras palabras, ¡decir que Jesús es Dios es un pecado imperdonable! Pues nosotros, ¡creemos y confesamos al mundo que Jesús es Dios! De acuerdo con la declaración anterior hecha por los teólogos islámicos, que nosotros hayamos confesado a Jesús como Dios, por tanto "asociando a Alá con (Jesús) cualquier otra cosa creada", me hace INELEGIBLE para ir al cielo. Hemos cometido el "pecado imperdonable". Esto nos convierte en efectivamente un infieles..
En el Corán Mahoma reconoce que Alá enviara a Jesús como el profeta inmediatamente anterior a él (Mahoma). Pues durante el ministerio de Jesús en la tierra, Jesús, ¡el enviado de Alá cometió el "pecado imperdonable" más grosero que se pueda cometer! ¡Jesús extravagantemente se declaró Dios!


5 Tomás le dijo a Jesús: -Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?
6 Jesús le contestó: -Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.
7 Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre; y ya lo conocen desde ahora, pues lo han estado viendo.
8 Felipe le dijo entonces: -Señor, déjanos ver al Padre, y con eso nos basta.
9 Jesús le contestó: -Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿por qué me pides que les deje ver al Padre?
10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las cosas que les digo, no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que vive en mí, es el que hace sus propias obras.
11 Créanme que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; si no, crean al menos por las obras mismas.
12 Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo voy a donde está el Padre.

(Jn.14:5-12)
Si un islámico lee estas palabras, me imagino que desearía rasgar sus vestidos por la anatema cometida por Jesús, al declararse igual al Padre. De hecho esta fue la reacción de los Fariseos y demás recua de religiosos de la época cuando escuchaban a Jesús proclamar cualidades que solamente Dios puede ostentar.
Cerramos este artículo con la reflexión siguiente. Si Alá envió a Jesús antes que a Mahoma, y Jesús es considerado como uno de los Profetas de Alá, y los islámicos, por ende, creen en Jesús como un profeta, y Jesús se declaró Dios, entonces los islámicos creen en un falso profeta! Si Jesús al declararse Dios, en realidad no lo es, y aún así los islámicos le confiesan como un profeta de Alá, entonces ¡Jesús fue un falso profeta!
Sabemos que no somos muy inteligentes. Pero hasta donde nuestra inteligencia alcanza, creemos que por lo menos hay algo raro en la fe islámica.
Listar todas las instancias donde el Corán contradice la Biblia, tomaría muchas páginas.
Pero los siguientes ejemplos bastan para mostrar cómo la enseñanza del Corán es absolutamente incompatible con la Biblia:
La Biblia dice que la salvación viene solamente a través de Jesucristo. Mientras el Corán dice que sólo a través del Islam (obediencia a Alá y su profeta Mahoma) puede evitar que uno sea abrazado en llamas. (Corán 3:85; 48:13).


6 Jesús le contestó: -Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.

(Jn.14:6)


12 En ningún otro hay salvación, porque en todo el mundo Dios no nos ha dado otra persona por la cual podamos salvarnos.

(Hch.4:12)
El Corán niega la muerte y resurrección de Cristo. Varios pasajes en el Corán (Ej. 4:155–159) dicen que Alá hizo aparecer a los judíos como si Jesús hubiese sido sacrificado, mientras tanto, Alá llevó a Jesús al cielo.
Mientras la Biblia dice que como descendientes de Adán, todos somos nacidos con naturaleza pecaminosa, el punto de vista Musulmán es que el hombre nace inocente 1. El Corán dice que el pecado se obtiene (4:111, 6:120, 24:11).


5 En verdad, soy malo desde que nací; soy pecador desde el seno de mi madre.

(Sal.51:5)


23 todos han pecado y están lejos de la presencia gloriosa de Dios.

(Ro.3:23)
El Corán niega que Dios es trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo) (Los musulmanes no se dirigen a Dios como Padre, creyendo que ningún hombre puede ser un ‘hijo' de Dios.) ‘y los Cristianos llaman a Cristo hijo de Alá... la maldición de Alá sea sobre ellos: Como se han alejado de la Verdad' (9:30–31).
Mientras la Biblia dice que somos salvos sólo por gracia, ‘no por obras para que ninguno se glorié , el Corán (23:102–103), cuenta una historia muy diferente: ‘Entonces aquellos cuya balanza (de buenas obras) sea pesada, obtendrán salvación: Pero aquellos cuya balanza sea liviana, serán aquellos que perderán sus almas, habitarán en el infierno.'


8 Pues por la bondad de Dios han recibido ustedes la salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan conseguido, sino que es un don de Dios.
9 No es el resultado de las propias acciones, de modo que nadie puede gloriarse de nada;

(Ef.2:8-9)
Mientras la Biblia instruye a un esposo a nunca áspero con su esposa y a amarla ‘como Cristo amó la iglesia', el Corán (4:34) dice: "A aquellas mujeres de quienes temas infidelidad y mala conducta, amonéstalas (primero), (después) no compartas sus camas, (y por último) golpéalas..".


5 Por lo tanto, no se nieguen el uno al otro, a no ser que se pongan de acuerdo en no juntarse por algún tiempo para dedicarse a la oración. Después deberán volver a juntarse; no sea que, por no poder dominarse, Satanás los haga pecar.

(1Co.7:5)


25 Esposos, amen a sus esposas como Cristo amó a la iglesia y dio su vida por ella.

(Ef.5:25)


19 Esposos, amen a sus esposas y no las traten con aspereza.

(Col.3:19)
La Biblia dice que Dios es amor. El Corán no lo dice.


8 El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
[...]
16 Así hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios y Dios en él.

(1Jn.4:8,16)



Editado por peterx, Miércoles, 3 de Octubre de 2007, 13:37
03/Oct/2007 13:35 GMT+1
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peterx
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

La inspiración en la Biblia

Por Norman L. Geisler

Aunque fue escrita por seres humanos en idiomas humanos, la Biblia no es sólo un libro humano. Es inspirado por Dios. Los escritores fueron motivados por Dios, y las palabras que escribieron fueron supervisadas por Dios. La inspiración de la Biblia puede demostrarse de varias maneras.

Los escritores bíblicos aseguran ser motivados por el Espíritu de Dios
En todas las sagradas Escrituras, los autores aseguran estar bajo la dirección del Espíritu Santo. David dijo: "El Espíritu del Señor habló por medio de mí; puso sus palabras en mi lengua" (2 Sam. 23:2, NVI). Pedro, al hablar del Antiguo Testamento en su totalidad dijo: "la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo" (2 P 1:21, NVI). No todos los profetas fueron conocidos como tales. Algunos eran reyes, como David; sin embargo, él era portavoz de Dios. De hecho, se le llega a llamar "profeta" (Hch. 2:29-39). Otros eran legisladores, como Moisés; pero también él fue profeta o vocero de Dios (Dt. 18:18). Algunos escritores bíblicos incluso rechazaron el título de "profeta", como Amós, quien con ello quiso decir que no era profeta profesional, a la manera de Samuel y su "escuela de profetas" (1 Sam. 19:20). Sin embargo, aunque Amós no fuera profeta de oficio, ciertamente era profeta por don de Dios (ver Am. 7:14). Es decir que estaban siendo utilizados como voceros de Dios. Tampoco todos los que eran profetas hablaban siempre en primera persona diciendo "así dice el Señor". Quienes escribieron libros históricos, como el profeta Jeremías escribió los libros de Reyes, hablaban con un implícito "así hizo el Señor". Su mensaje era acerca de los hechos más que de las palabras de Dios para con su pueblo. Sin embargo, todos los escritores bíblicos fueron canales a través de los cuales Dios transmitió su mensaje a la humanidad.

Las Escrituras aseguran haber sido inspiradas por Dios.
Además, el apóstol Pabló declaró: "Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra" (2 Tim. 3:16-17, NVI). Jesús describió las Escrituras como la misma "palabra que sale de la boca de Dios" (Mt. 4:4, NVI). Fueron escritas por hombres que hablaron de parte de Dios. Pablo dijo que sus escritos eran "palabras...que enseña el Espíritu" (1 Cor. 2:13, RVR1995). Como Jesús dijo a los fariseos: "Entonces, ¿cómo es que David, hablando por el Espíritu, lo llama 'Señor'?" (Mat. 22:43, NVI). La Biblia afirma haber sido escrita por profetas de Dios

Los autores bíblicos eran profetas y apóstoles de Dios. Se les denomina con diferentes calificativos que nos informan acerca de su papel en la producción de las Escrituras: 1) hombre de Dios (1 R. 12:22), es decir quien ha sido elegido por Dios; 2) siervo del Señor (1 R. 14:18), una indicación de fidelidad a Dios; 3) mensajero del Señor (Is. 42:19), es decir, enviado por Dios; 4) vidente (ro'eh) u observador (hozeh) (Is. 30:9-10), lo que revela un entendimiento proveniente de Dios; 5) hombre del Espíritu (Os. 9:7, RVR1995; Miq. 3:8), es decir, quien habla por el Espíritu de Dios; 6) centinela (Ez. 3:17), lo que refleja un estado de alerta para con Dios; y 7) profeta (la denominación más común), es decir, vocero de Dios.

La naturaleza de un profeta bíblico

La naturaleza del profeta bíblico se describe con gran viveza en estos términos: "Habla el Señor omnipotente; ¿quién no profetizará? (Amós 3:8, NVI). Es quien dice "todas las palabras que Dios había hablado" (Ex. 4:30, LBLA). Dios dijo a Moisés a propósito de un profeta: "pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande" (Dt. 18:18, NVI). Y agregó: "No añadan ni quiten palabra alguna a esto que yo les ordeno" (Dt. 4:2, NVI). Jeremías recibió esta orden: "Así dice el SEÑOR: 'Ponte en el atrio de la casa del SEÑOR, y habla a todas las ciudades ... todas las palabras que te he mandado decirles. No omitas ni una palabra'" (Jer. 26:2, NVI). Abreviando, un profeta era alguien que decía lo que Dios le ordenaba decir, ni más ni menos.

"Lo que la Biblia dice, Dios lo dice"

Otra forma en que la Biblia asegura ser Palabra de Dios se expresa en la siguiente fórmula: "Lo que la Biblia dice, Dios lo dice". Esto se manifiesta en el hecho de que en pasajes del Antiguo Testamento se asegura que "Dios lo ha dicho" y en cambio cuando el mismo texto es citado en el Nuevo Testamento se afirma que "las Escrituras" lo dicen. Algunas veces también es al contrario: en el Antiguo Testamento la Biblia lo registra, pero en el Nuevo Testamento se declara que Dios lo dijo. Considere la siguiente comparación:

Lo que Dios dice . . . la Biblia lo dice

Gén. 12:3 Gál. 3:8
Éx. 9:16 Rom. 9:17

Lo que la Biblia dice . . . Dios lo dice

Gén. 2:24 Mt. 19:4,5
Sal. 2:1 Hch. 4:24,25
Is. 55:3 Hch. 13:34
Sal. 16:10 Hch. 13:35
Sal. 2:7 Heb. 1:5
Sal. 97:7 Heb. 1:6
Sal. 104:4 Heb. 1:7
Sal. 95:7 Heb. 3:7

En palabras sencillas, inspiración significa "lo que diga la Biblia, lo dice Dios". Con palabras más precisas: "Lo que la Biblia afirme que es verdad, es verdad, y lo que la Biblia afirme que es mentira, es mentira".

Los escritores bíblicos aseguran: "así dice el Señor"

Otra forma en que la Biblia describe su propia inspiración es con frases como "así dice el SEÑOR" (Is. 1:11,18; Jer. 2:3,5), "Dios dijo" (Gén. 1:3,6), "La palabra del Señor vino a mí" (Jer. 34:1; Ez. 30:1) u otras similares que aparecen cientos de veces en la Escritura. Estas expresiones revelan, más allá de toda duda, que el escritor afirma que su mensaje es la Palabra de Dios misma. De hecho, por su misma naturaleza los profetas no podían agregar ni eliminar ninguna de las palabras que Dios hablara a través de ellos.

La Biblia afirma ser la "Palabra de Dios"

En muchas ocasiones la Biblia asegura ser la "Palabra de Dios" con esas mismas palabras. Jesús dijo a los judíos de su tiempo: "Así por causa de la tradición anulan ustedes la palabra de Dios" (Mt. 15:6, NVI). Pablo se refiere a las Escrituras como "los oráculos de Dios" (Rom. 3:2, LBLA), y Pedro declara: "Pues ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece" (1 P. 1:23, NVI). Además, el escritor de Hebreos afirma: "Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos" (Heb. 4:12, NVI, con énfasis agregado en todas las citas).

La Biblia asegura tener autoridad divina

Muchas otras palabras o frases utilizadas en la Biblia para describirse a sí misma conllevan la afirmación de tener autoridad divina. Jesús dijo que la Biblia es indestructible en el sentido de que nunca perecerá (ver Mt. 5:17,18); es infalible o "inquebrantable" (ver Jn. 10:35); tiene la autoridad definitiva (Mt. 4:4,10; 5); y es suficiente para la fe y la práctica (ver Lc. 16:31; 2 Tim. 3:º16-17).

La autoridad divina de las Escrituras se extiende a todo lo que está escrito (2 Tim. 3:16); incluso las palabras mismas (ver Mt. 22:43; 1 Cor. 2:13), los tiempos de los verbos y el número de los sustantivos (ver Mt. 22:32 y Gál. 3:16), hasta las partes más pequeñas de las palabras (Mt. 5:17,18). Es decir que aunque la Biblia no haya sido dictada verbalmente por Dios al hombre, el resultado es tan perfecto como si hubiera sido así. Porque los autores bíblicos aseguraron que Dios es la fuente de las palabras de la Escritura, ya que Él supervisó sobrenaturalmente el proceso mediante el cual el hombre, usando su propio vocabulario y estilo, registró el mensaje de Dios (2 P. 1:20-21).

La Biblia fue escrita con términos humanos

Aunque la Biblia asegura ser la Palabra de Dios también es palabra de hombres. Asegura ser la comunicación de Dios a los seres humanos con palabras humanas. Aunque asegura tener una fuente divina, la Biblia es también un libro totalmente humano.

Primero que nada, cada libro de la Biblia fue obra de un escritor humano, más de treinta en total, incluyendo a Moisés, Josué, Samuel, Nehemías, David, Salomón, Isaías, Jeremías, Esdras, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías, Malaquías, Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pablo, Santiago, Pedro y Judas.

Segundo, la Biblia incluye diferentes estilos literarios, desde la lúgubre métrica de Lamentaciones hasta la sublime poesía de Isaías, desde la sencilla gramática de Juan hasta el complejo griego de la carta a los Hebreos.

Tercero, la Biblia muestra perspectivas humanas: David habló en el Salmo 23 desde la perspectiva de un pastor; el libro de Reyes está escrito desde el punto de vista de un profeta; Crónicas, desde un punto de vista sacerdotal; Hechos manifiesta un interés histórico; y 2 de Timoteo, el corazón de un pastor. Los escritores hablan desde la perspectiva del observador cuando hablan de la salida o la puesta del sol (ver Jos. 1:15).

Cuarto, la Biblia revela patrones y procesos de pensamiento humano, incluyendo el razonamiento humano (como en Romanos) y memoria humana (ver 1 Cor. 1:14-16).

Quinto, la Biblia revela emociones humanas, tales como la aflicción expresada acerca de los israelitas (ver Rom. 9:2) o la ira contra los gálatas (ver Gál. 3:1).

Sexto, la Biblia revela intereses humanos específicos indicados por su elección de imágenes: Oseas tenía intereses rurales, Lucas intereses médicos y Santiago interés en la naturaleza.

Finalmente, algunas veces utiliza fuentes humanas: es posible que Lucas haya redactado su evangelio apoyándose en otras fuentes escritas (Lc. 1:1-4); el Antiguo Testamento a menudo utilizaba fuentes escritas no canónicas (cf. Jos. 10:13); Pablo citó tres veces a poetas no cristianos (Hch. 17:28; 1 Cor. 15:33; Tit. 1:12); Judas citó material de libros no canónicos (Jud. 9,14). Por supuesto, toda verdad viene originalmente de Dios, independientemente de su fuente inmediata.

Algunas veces los críticos objetan la humanidad de la Biblia, arguyendo que: 1) Si la Biblia es un libro humano, debe tener errores, porque "errar es humano"; por lo tanto, la Biblia debe tener errores. Sin embargo, la falacia de este razonamiento yace en la suposición errónea de que "los humanos siempre cometen errores". Un directorio telefónico perfecto no contiene errores. Cualquiera puede escribir un libro sin errores. Este es uno: Página uno: "2 + 2 = 4". Página dos: "2 + 3 = 5". Si simples humanos pueden escribir libros sin errores, ¿cuánto mas podrán hacer quienes están bajo el cuidado especial y providencial de Dios, quien los preserva contra todo error (como aseguran los autores de la Escritura acerca de sí mismos)? De hecho, así como Jesús fue divino y humano, pero sin pecado (Heb. 4:15; 2 Cor. 5:21), igualmente la Biblia tiene una dimensión divina y humana, pero sin errores (Mt. 22:29; Jn. 17:17).
¿Cómo puede Dios producir un libro perfecto a través de instrumentos humanos imperfectos? ¡Igual que se puede trazar una línea recta con una vara torcida! Jesús dijo a sus discípulos: "cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad" (Jn. 16:13, NVI). Por tanto, las Escrituras producidas por hombres de Dios, con la guía del Espíritu Santo, son la Palabra de Dios misma.



Editado por peterx, Jueves, 4 de Octubre de 2007, 16:00
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Aprobó Dios la Exterminación de Seres Humanos?

Dave Miller, Ph.D.


Los escépticos han criticado especialmente las descripciones bíblicas en las cuales Dios ordena la ejecución de poblaciones enteras—incluyendo a mujeres y a niños—durante la conquista israelita de Canaán. Por ejemplo, el término hebreo herem encontrado en Josué 5:7, hace referencia a la dedicación o entrega del enemigo a Dios como sacrificio, involucrando la exterminación de la población. Se alega que el Dios de la Biblia es barbárico y cruel como cualquier otro dios pagano. Pero esta aseveración simplemente no es verdadera. Por favor considere las siguientes observaciones.

En primer lugar, en el Decálogo que fue dado a los israelitas, el mandamiento, “No matarás” (Éxodo 20:13), indudablemente hace referencia al homicidio. En otras palabras, el antiguo pacto que se dio a los judíos prohibía que una persona tomara la ley en sus manos y matara a su prójimo. La Ley de Moisés nunca proyectó que este mandamiento se entendiera que quitar la vida siempre es malo, a pesar de las circunstancias. De hecho, la ley misma disponía condiciones para implementar la pena de muerte al menos en dieciséis casos (vea Miller, 2007). Pero estas condiciones implicaban la ejecución judicial basada en el proceso debido—no en el homicidio (así como en nuestra sociedad actual). La expresión de Levítico 24:17 (“el hombre que hiere de muerte a cualquiera persona, que sufra la muerte”) clarifica este punto. El pasaje prohíbe que las personas que actúan sin autoridad legal quiten la vida de alguien; esta acción misma pronunciaba la pena de muerte. Tanto el homicidio y la pena de muerte están en el mismo versículo, verificando la necesidad de hacer una distinción entre ambos. Dios mismo aplicó la pena de muerte directamente a varias personas a través de la historia humana (como la lista en 1 Samuel 6:19 muestra) y requirió que otros lo hagan (como en 1 Samuel 15).

Segundo, si el crítico tomara el tiempo para estudiar la Biblia y hacer una evaluación honesta de los principios de la justicia, la ira y el amor de Dios, vería la relación perfecta y armoniosa entre estos atributos. La venganza de Dios no es la explosión impulsiva, irracional y emocional de los dioses paganos o de los seres humanos. Él es perfecto en todos Sus atributos. Él posee Sus atributos en un grado perfecto, y cada atributo existe en balance y sincronización perfecta con todos los demás atributos—una mezcla perfecta. Por tanto Él es perfecto en justicia, amor e ira. Así como la condenación divina final de los pecadores al castigo eterno será apropiado (Mateo 13:41-42; 25:41), este juicio temporal de la gente mala en el Antiguo Testamento es ético y justo. Los seres humanos no tienen una comprensión exacta de la gravedad del pecado y la naturaleza deplorable de lo malo y la maldad. El sentimentalismo humano no es una medida calificada para la verdad divina y la realidad espiritual.

Irónicamente, el ateo, el agnóstico, el escéptico y el liberal intentan juzgar el comportamiento ético de Dios; pero si su posición es correcta, ¡entonces no existe tal cosa como un estándar absoluto, objetivo y autoritativo por lo cual calificar a algo como correcto o incorrecto! Como el filósofo existencialista de Francia, Jean Paul Sartre, admitió: Si no hay Dios, todo es permitido. El ateo y el agnóstico no tienen estrado en que pararse para hacer distinciones morales y éticas—excepto basados en la preferencia subjetiva y puramente personal. El mismo hecho que ellos reconozcan la existencia de la maldad objetiva es una concesión involuntaria que existe un Dios que ha establecido un sistema absoluto de certidumbre moral.

La verdad de los hechos es que los cananeos, a quienes el pueblo de Dios fue mandado a destruir, fueron destruidos por su propia maldad (Deuteronomio 9:4; 18:9-12; Levítico 18:24-25,27-28). La cultura y la religión cananea en el segundo milenio a.C. estaban contaminadas, corruptas e incrédulamente pervertidas. Sin duda la gente estaba enferma físicamente por su comportamiento ilícito. Simplemente no había otra solución viable para su condición excepto la destrucción. Su depravación moral “había llegado a su colmo” (Génesis 15:16). Ellos habían bajado a un estado inmoral y depravado, sin esperanza de recuperación, tanto que se debía poner término a su existencia en esta Tierra. Existía una condición similar en el tiempo de Noé cuando Dios esperó mientras Noé predicaba por años pero no pudo apartar a la población de su maldad (Génesis 6:3,5,7; 1 Pedro 3:20; 2 Pedro 3:5-9). La inclusión de los niños en la destrucción de tales poblaciones realmente les libraba de una peor condición—la condición de crecer y llegar a ser tan impíos como sus padres para finalmente enfrentar el castigo eterno. Según la Biblia, todas las personas que mueren en su infancia son bienvenidos en el paraíso, y finalmente residirán en el cielo. Los niños con padres malos naturalmente sufren inocentemente mientras están en la Tierra (e.g., Éxodo 20:5; Números 14:33).

Los que no están de acuerdo con la aniquilación divina del impío en el Antiguo Testamento tienen la misma actitud liberal que ha prevalecido por más de 40 años. Esa actitud típicamente se ha opuesto al castigo capital de los criminales como también al castigo corporal de los niños. Tales personas no pueden ver lo correcto de castigar a los malhechores con la ejecución y el dolor físico. Este enfoque anormal ha dado como resultado que el resto de la sociedad viva con las consecuencias de tal pensamiento torcido, i.e., hijos indisciplinados y fuera de control que se hacen adultos y provocan estragos en la sociedad al cometer crímenes que han superado muchos de los niveles altos de la historia antigua.
REFERENCIAS

Miller, Dave (2007), “La Pena Capital y la Biblia”, [En-línea], URL: http://www.apologeticspress.org/espanol/articulos/3408.

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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

La Alianza Evangélica Mundial no considera `evangélica´ a la Iglesia Adventista
MICHIGAN, 02/10/2007 ( AEM. / y Traducción ACPress.net)
Miembros representativos de la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial (AEM) se reunieron del pasado 5 al 10 de agosto en la Andrews University, Berrien Springs, Michigan. Las dos organizaciones realizaron unas conclusiones del encuentro que se han plasmado en una declaración conjunta que reconoce aspectos teológicos en común, pero también diferencias manifiestas que impiden por parte de la AEM el reconocimiento de la Iglesia adventista como evangélica o protestante.

Las conversaciones representan el seguimiento de una ronda inicial de discusiones entre las dos organizaciones llevada a cabo en Praga, República Checa, en agosto de 2006. Se aguardaba que la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial (AEM, por las siglas en inglés, o AEM en castellano) realizasen una declaración conjunta en los próximos meses donde identificasen los objetivos comunes y los resultados de las discusiones teológicas entre las dos organizaciones.

Rolf Hille, presidente de la Comisión teológica del AEM, y Juan Graz, secretario del Consejo para relaciones interreligiosas de la iglesia Adventista del Séptimo día, organizaron las conversaciones. Las discusiones teológicas fueron presididas en común por Hille y Guillermo G. Johnsson, ayudante al presidente de la conferencia general de los Adventistas del Séptimo día para las relaciones Interreligiosas. La AEM también fue representada por J. Buchegger, Bonn Clayton, James Kautt, Herberto Klement, Sven Wagschal, y Reinhard Hempelmann.

"Pudimos compartir con el mundo evangélico la compresión que tiene el Iglesia adventista de sí misma, en un esfuerzo para eliminar los prejuicios y clarificar las preguntas respecto de nuestro mensaje", dijo John Graz, organizador de la reunión y secretario del Concilio de Relaciones Interreligiosas de la Iglesia Adventista.

La AEM representa a unos 420 millones de cristianos evangélicos de diversas denominaciones en todo el mundo. La Iglesia Adventista cuenta con 15 millones de miembros en más de 200 países.

COINCIDENCIAS TEOLÓGICAS
Las dos instituciones compartieron una "gran medida de cuestiones y acuerdos teológicos”, dijo Ángel Rodríguez, director del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Iglesia Adventista. De hecho, los participantes adventistas se adhirieron a la Declaración de Fe de la AEM, que se centra en la Biblia como la Palabra de Dios, la persona de Jesucristo y su obra de salvación, la justificación por la fe, la oración, la conversión, la santificación y la Segunda Venida de Cristo.

Por lo tanto, se aceptó por ambas partes sin duda alguna la autoridad y la supremacía de la palabra de Dios, la Trinidad, las naturalezas divinas y humanas de Cristo, la salvación por la fe en Cristo solamente, la importancia de la oración, la conversión personal, y la santificación, y la esperanza de la segunda venida de Cristo y del juicio final. Hubo también acuerdo acerca de no fijar nunca una fecha concreta con respecto al segundo advenimiento.

Y LAS DIVERGENCIAS
Según relata el informe se hallaron también significativas áreas de desacuerdo entre las dos organizaciones, fundamentalmente en relación con las enseñanzas adventistas del juicio previo al advenimiento, el papel y la autoridad de Elena G. de White y el sábado como día de reposo para los cristianos.

Por ello, y a pesar de las antes mencionadas coincidencias, estos puntos de divergencia se consideraron lo suficientemente importantes como para no poder estar vinculadas en ningún aspecto religioso las entidades representativas de la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial.

CONCLUSIONES
Sin embargo, los participantes concluyeron que los temas en común permiten que los adventistas y la AEM cooperen en temas comunes, tales como el de la libertad religiosa o la ayuda social.

Al mismo tiempo, se reconoce el derecho e incluso la responsabilidad de todas las iglesias de cooperar y mantener sus propias enseñanzas doctrinales distintivas; entendiendo siempre que los principios de la libertad, de la tolerancia, de la voluntad, y del respeto religiosos prevalecen en todos los casos.

MÁS INFORMACIÓN
Pueden leer aquí (en inglés) el Comunicado completo conjunto de la Iglesia Adventista y la Alianza Evangélica Mundial al que hace relación esta noticia.



11/Oct/2007 11:54 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Cuánta Agua Podía Contener “El Mar”?

Eric Lyons. M.Min.


Casi 1,000 años antes que Jesús pisara la Tierra, se construyó el primer templo dedicado a Jehová de cedro del Líbano (una madera muy fina), piedras costosas y oro puro. La Biblia indica que más de 183,000 hombres estuvieron involucrados en la construcción de esta casa gloriosa de adoración durante el reinado de Salomón (1 Reyes 5:13-16). Los recipientes que se guardaban en el templo, y los que permanecían en el patio interno, fueron también elaborados con fino detalle. Uno de estos recipientes que permanecía en el lado derecho del santuario entre el altar y el pórtico del templo era una inmensa fuente conocida como “el Mar” (1 Reyes 7:23). Esta fuente tenía cinco codos (7½ pies) de altura, diez codos (15 pies) de diámetro hasta el borde, treinta codos (45 pies) de circunferencia y descansaba sobre 12 bueyes de bronce (1 Reyes 7:23-26,39; 2 Crónicas 4:2-5,10). A diferencia de las fuentes menores que se usaban para lavar algunas partes de las ofrendas que se quemaban, el Mar servía como una fuente de lavado para los sacerdotes (2 Crónicas 4:6). Por muchos años la capacidad de la gran fuente del patio interno conocida como “el mar” ha sido causa de controversia. Esta es la razón: 1 Reyes 7:26 indica que ésta podía contener 2,000 batos. (Un bato era la medida más grande de líquido en la cultura hebrea; se estima que correspondía a algo de 4½-9 galones). Sin embargo, 2 Crónicas 4:5 dice que el Mar podía contener 3,000 batos. Por ende, los críticos de la inerrancia bíblica han dicho que existe una contradicción flagrante y que esta falta de acuerdo desacredita la inspiración divina.

Existen a lo menos tres soluciones posibles para esta supuesta contradicción. Primero, la respuesta pudiera ser que un copista haya cometido un error al copiar un manuscrito. [Para un trasfondo sobre los errores de los copistas, vea Escritores Inspirados y Copistas Competentes]. Keil y Delitzsch, en su comentario sobre 2 Crónicas, apoyó esta teoría. Ellos creen que el número 3,000 en 2 Crónicas 4:5 se originó de la confusión de la letra gimel (letra hebrea transliterada para el número “3”) con beth (letra hebrea transliterada para el número “2”). Al comparar las dos letras hebreas, se ve fácilmente que su forma es muy similar. Incluso una mancha pequeña producida por el uso excesivo o el deterioro de un manuscrito, pudiera hacer que gimel luciera como beth. Teniendo en cuenta esto, se puede armonizar fácilmente los enunciados en 1 Reyes y 2 Crónicas. No obstante, puede ser que este no sea el error de un copista en absoluto.

Una segunda explicación posible para esta supuesta contradicción tiene que ver con la palabra hebrea que se usa en 2 Crónicas 4:5 que no aparecen en 1 Reyes 7:26. 2 Crónicas usa la palabra hebrea machaziyq, traducida como “caber” o “contener”. Esta diferencia puede indicar que la fuente comúnmente contenía 2,000 batos, pero cuando se la llenaba hasta su capacidad máxima podía contener 3,000 batos (Haley, 1951, p. 382). Por ende, el cronista nos informa que se requerían 3,000 batos para llenar completamente el Mar, el cual usualmente contenía 2,000 batos (Barnes). Cualquiera que haya visto una fuente grande de agua (como una piscina) sabe que esta fuente realmente puede tener capacidad para muchos más galones de agua de lo que generalmente se contiene en ella. Puede ser que la redacción en 2 Crónicas indique la diferencia en el nivel del agua del Mar.

Una tercera solución posible para este “pasaje problemático” es que la unidad del “bato” en 1 Reyes sea más grande que la unidad del “bato” en 2 Crónicas. Ya que el segundo registro se escribió después del exilio en Babilonia, puede ser posible que se haga referencia al bato babilónico, que pudiera haber sido menor al bato judío usado en el tiempo de Salomón. Como Adam Clarke observó: “El codo de Moisés, o de los hebreos antiguos, era más largo que el babilónico por un palmo... Este puede ser el mismo caso con las medidas de capacidad; así que dos mil batos judíos antiguos pueden haber sido equivalentes a tres mil batos usados después de la cautividad”. Considerando un ejemplo moderno, existe un 20% de diferencia entre el galón americano y el galón británico, incluso cuando se usa el mismo término para ambas cantidades. Por tanto, esta supuesta discrepancia puede ser simplemente un malentendido de parte de los lectores del siglo veintiuno.

El hecho es que los críticos de la Biblia no pueden probar que esta sea una contradicción legítima. Segunda de Crónicas puede representar un error de un copista. Por otro lado, mi opinión es que una de las últimas dos explicaciones representa una solución más plausible para el problema: (1) la palabra hebrea machaziyq (“caber”, “contener”) en 2 Crónicas 4:5 significa que el Mar realmente podía contener 3,000 batos (aunque normalmente contenía 2,000 batos); o (2) la unidad del “bato” usada durante el tiempo de Salomón fue más grande que la usada después que los judíos fueron liberados de la cautividad babilónica. Hasta que se pruebe que estas tres soluciones no son posibles, el mundo debería dejar de criticar la reclamación bíblica de inspiración divina.
REFERENCIAS

Barnes, Albert (1997), Barnes’ Notes (Electronic Database: Biblesoft).

Clarke, Adam (1996), Adam Clarke’s Commentary (Electronic Database: Biblesoft).

Haley, John W. (1951 reimpresión), Alleged Discrepancies of the Bible (Nashville, TN: Gospel Advocate).

Jamieson, Robert, et al. (1997), Jamieson, Faussett, Brown Bible Commentary (Electronic Database: Biblesoft).

Keil, C.F. y F. Delitzsch (1996), Keil and Delitzsch Commentary on the Old Testament (Electronic Database: Biblesoft), nueva edición actualizada.

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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Karma y reencarnación
La reencarnación es la creencia hindú de que después de la muerte del cuerpo físico, el alma se encarna en otro cuerpo en otra forma de vida. Se cree también que las personas renacen una y otra vez a los largo de los siglos, y que la posición o condición que uno goza (o que soporta) en cada nueva vida es una consecuencia de la conducta de esa persona en vidas pasadas. Según esta creencia, las almas pasan por ciclos de muertes y nuevas encarnaciones.




Un ser humano, por ejemplo, podría volver a vivir en la tierra naciendo como un nuevo personaje. La reencarnación está vinculada al concepto del "Karma", según el cual cada uno paga por su buen o mal comportamiento en sus próximas reencarnaciones. Según el hinduismo, la vida es eterna: en el momento de la muerte del cuerpo, el alma abandona el cuerpo que se ha vuelto inservible, es arrastrada por los yamadutas (los monstruosos sirvientes del dios Yamaraja, el encargado de juzgar el karma de todas las almas del universo) y juzgada.

Si las actividades que realizó en su vida fueron muy malas, el alma es enviada a un planeta infernal (alguno de los Patalas) durante el lapso de una vida.

Si las actividades que realizó en su vida fueron muy buenas, el alma es enviada a algún planeta «celestial», de muy buena calidad de vida; y

Si las actividades que realizó en su vida no fueron demasiado malas ni buenas, el alma es enviada nuevamente a este planeta Tierra (un planeta intermedio), donde puede obtener un cuerpo animal o vegetal.

Este incesante proceso recibe el nombre de samsara (´vagabundeo´). Éste término proviene del verbo sánscrito samsrí: ´fluir junto´, ´deambular´.

Cada alma viaja por esta rueda, que abarca desde los semidioses (devas) hasta los insectos. El sentido de la trayectoria de un alma dentro de este universo lo marca el contenido de sus actos. Según el hinduismo popular moderno, el estado en el que renace el alma está determinado por sus buenas o malas acciones (karma) realizadas en anteriores encarnaciones.

La cualidad de la reencarnación viene determinada por el mérito o la falta de méritos que haya acumulado cada persona como resultado de sus actuaciones o karma, de lo que el alma haya realizado en su vida o vidas pasadas. Las almas de los que hacen el mal, por ejemplo, renacen en cuerpos «inferiores» (como animales, insectos y árboles), o en planetas inferiores, peores que éste.

Los hindúes (o sea los creyentes en el hinduismo) creen que el karma funciona así. A pesar de ello, también se puede modificar con la práctica de expiaciones y de rituales (ejercitándose a través del castigo o de la recompensa), consiguiendo así disminuir a hacer más fácil (moksha) todo el proceso del samsara, con la renuncia previa de todos los deseos terrenales.

Así, según las creencias hindúes, el karma (en sánscrito, ´acción´) es el conjunto de acciones personales, buenas o malas, que van ligadas al alma mientras ésta transmigra.

En el pensamiento religioso hindú, la creencia en la trasmigración aparece por primera vez en forma doctrinal en la recopilación religiosa india de los Upanishad, traducida al persa por el príncipe Dara Sukoh durante el siglo XVII, y desde entonces el samsara ha sido uno de los principales dogmas de las tres principales religiones de India: el hinduismo, el budismo y el jainismo.

EL BIEN Y EL MAL EN LA REENCARNACIÓN
Si una persona hace buenas obras queda obligada a volver a nacer dentro de este universo material, para gozar de las reacciones de sus actividades buenas. Y si hace malas obras queda obligada a volver a nacer dentro de este universo material, para sufrir las reacciones de sus actividades malas. La liberación del samsara se consigue después de haber expiado todo su karma (todas las reacciones de sus actividades buenas y malas).

El hinduismo se esfuerza en trascender este proceso mediante la liberación definitiva que supone el acceso al nirvana, o sea, el estado ideal y supremo que consiste en la liberación de todo dolor y en la ausencia de todo sentido de individualidad.

Si el alma no tiene karma, luego de su última muerte sale del universo material y se funde en la Luz Divina (la refulgencia que emana de Dios), con la creencia de que el alma individual (atma), y el alma universal (Brahman) son idénticas. Pero si el alma ha desarrollado una relación con Dios, no sólo sale del universo material, sino que se dirige a alguno de los innumerables planetas espirituales, donde goza eternamente de la presencia de Dios.

La reencarnación es un tema cada día más frecuente en la música moderna, películas y textos de librerías, cada día se observa la aparición de nuevas publicaciones sobre el tema. Es cada vez mayor el número de personas que se someten a una terapia llamada “regresión hacia las vidas pasadas” o “renacimientos”, con el fin de descubrir quienes fueron en sus existencias anteriores y cómo influyen estas sobre su vida actual, se le enseña a las personas que las enfermedades o problemas que padecen son consecuencias de sus vidas anteriores; en una ocasión observé como una terapeuta le explicaba a uno de sus pacientes, que la mala relación que ella tenía con su madre se debía a que ella en su vida pasada fue esposa de su padre y que esto estaba grabado en su inconsciente y que esta era la causa de su problema.

La reencarnación es parte del renacimiento de un gran movimiento mundial llamado “Nueva Era”, el cual aprovechándose del auge de la medicina natural y alternativa está infiltrando terapias basadas en conceptos religiosos de la filosofía hindú y asiática, la enseñanza más común es que por medio de un proceso evolutivo de reencarnaciones, los seres humanos alcanzan finalmente el estado de perfección.

¿HAY ALGUNA BASE?
Muchos datos (que no son nada científicos) a favor de la reencarnación se obtienen a través de personas hipnotizadas que mentalmente son llevadas hacia el pasado.

Se ha demostrado que algunos de los casos como pruebas de vidas pasadas no son más que farsas fabricadas; en otros casos, los pacientes eran sinceros, pero que inconscientemente estaban alucinando, creando fantasías o soñando. Una persona hipnotizada está en un estado de alta sugestibilidad y es susceptible a la manipulación del hipnotizador, en ocasiones se descubrió que lo que se presentaba como “vidas pasadas” había sido absorbido inconscientemente de novelas, historias, amigos, televisión y películas.

Pero hay casos que suscitan interrogantes que no pueden resolverse adecuadamente, en los cuales se ha podido verificar la información dada en estado de hipnosis; y no hay duda que la Biblia responde a estas interrogantes; la Biblia nos revela la existencia de espíritus que son llamados “demonios”, espíritus que han estado presentes durante toda la historia de la humanidad, y que ellos tienen conocimiento detallado de todo lo que ha ocurrido a lo largo de los milenios. Cuando la mente de una persona es receptiva a la sugestión de la hipnosis, no es difícil que un demonio transmita información histórica a esa mente o hable por medio de la persona (vea Marcos 1:23-26), esta es la explicación bíblica a las revelaciones de las vidas pasadas.

La Biblia enseña la realidad de la influencia y aun la posesión demoníaca. De hecho, es interesante señalar que, en cierto sentido, la reencarnación sí existe en lo que se refiere a los demonios, ellos son espíritus que son capaces de habitar en una sucesión de seres humanos susceptibles a su influencia, pero el ser humano no experimenta una serie de reencarnaciones.

BIBLIA Y REENCARNACIÓN
Hay quienes afirman que la Biblia enseña la reencarnación, pero las Sagradas Escrituras contradicen esta enseñanza, algunos versículos relacionados con el tema incluyen Mateo 17:10-13; Juan 3:3 y 9:1-3. Con referencia a Mateo 17, Elías nunca murió, por lo cual la reencarnación se hace imposible (vea 2ª Reyes 2:1-12), Juan el Bautista negó ser Elías (Juan 1:19-26), lo que la Biblia enseña es que él vino con la misma conducta de Elías (Lucas 1:17). En cuanto a Juan 3:3, Jesús explica que el “nacer de nuevo” no abarca entrar por segunda vez en el vientre de la madre, también se entiende que el nacimiento es espìritual y no físico; Además aquí se habla de un solo nuevo nacimiento. En Juan 9, Jesús afirma que el ciego sufre para que la gloria de Dios se manifieste, nunca afirma que él sufre por algo que hizo en una vida pasada.

La Biblia nos enseña en Hebreos 9:27: “...está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”; no hemos recibidos dos, cinco, ni cien oportunidades para morir, ser juzgado y vivir de nuevo, tampoco estamos sujetos a una serie innumerable de juicios, como lo sugiere la reencarnación, según lo cual cada nueva vida es un juicio sobre la conducta en la vida pasada. Amigo lector, solamente la Biblia es la fuente segura e inequívoca en la que podemos encontrar la verdad sobre lo que somos, la razón por la cual existimos y lo que ocurre después de la muerte.

No crea en los mitos de la filosofía hindú ni se someta a la hipnosis ni a las terapias de regresión hacia las vidas pasadas, esto le puede traer graves consecuencias en su vida psicológica y física, busque la orientación de los terapeutas científicos y objetivos, los cuales se guían por el método científico y toman en cuenta la esencia espiritual, ya que el ser humano es un ser integral, formado por cuerpo, alma y espíritu.

Jesús Mª Yépez

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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Podemos Probar que Jesús fue una Persona Real?

Eric Lyons, M.Min.
[

Usted puede pensar que esto es sorprendente, pero existe mucha gente en el mundo que realmente piensa que Jesús no es nada más que un personaje mítico que varias sociedades secretas crearon hace 2,000 años atrás. Supuestamente, Su nombre debe ser relegado a los escritos ficticios que contienen tales personajes como Peter Pan, Hércules y Blanca Nieves y los siete enanitos. Gerald Massey, en su libro, Gnostic and Historic Christianity (Cristianismo Gnóstico e Histórico), nos ha “informado” que “sea considerado como Dios hecho humano o como hombre hecho divino, este personaje [Jesús—EL] nunca existió como persona” (1985, p. 22). Los escépticos como Massey, Acharya (1999) y otros creen que los cristianos han sido engañados al pensar que realmente existió un hombre llamado Jesús, cuando, realmente, Él nunca vivió.

¿Cómo respondemos a tales acusaciones aquellos que creemos en la historicidad de Jesús? ¿Podemos realmente saber que hubo un hombre sin pecado llamado Jesús, hacedor de milagros, que desafío la muerte y que vivió en la Tierra aproximadamente 2,000 años atrás, o hemos aceptados Su existencia ciegamente?

Aunque el Nuevo Testamento prueba más allá de toda duda que Jesús realmente vivió, este no es de ninguna manera la única evidencia histórica disponible. Alrededor del año 94 d.C., un historiador judío con el nombre de Josefo mencionó el nombre de Jesús dos veces en su libro, Antigüedades Judías. En la sección 18 de ese trabajo, Josefo escribió: “Había alrededor de este tiempo un hombre sabio, Jesús, si es que se le debe llamar un hombre; ya que era un hacedor de maravillas, un maestro de hombres que recibieron la verdad con placer” (énfasis añadido). Luego, en la sección 20, Josefo documentó cómo un hombre llamado Ananus trajo ante el Sanedrín a “un hombre llamado Santiago, el hermano de Jesús llamado el Cristo y a otros más” (énfasis añadido).

Alrededor de 20 años más tarde, Tácito, un historiador romano, escribió un libro analizando la historia de Roma. En este él describió cómo Nerón (el emperador romano) “impuso castigos refinados sobre una clase de gente depravada conocida como cristianos”. Él continuó escribiendo que “su fundador, Cristo, había sido ejecutado en el reino de Tiberio por el gobernador de Judea, Poncio Pilato” (Annals 15:44, énfasis añadido). Aunque Tácito, Josefo y otros historiadores del primer y segundo siglo d.C. no fueron seguidores de Cristo, ellos sí tuvieron algo que decir acerca de Él—¡y ellos incluso verificaron que Jesús fue una persona real tan famosa que incluso atrajo la atención del mismo emperador romano!

Otra razón obvia para creer que Jesús fue una persona real es que nuestro método completo de datación está basado en Su existencia. Las letras “a.C.” quieren decir “antes de Cristo” y las letras “d.C.” significan “después de Cristo”. Así que cuando un maestro de historia habla de Alejandro el Grande que gobernó el mundo en el 330 a.C., él está admitiendo que Alejandro el Grande vivió alrededor de 330 años antes de que Jesús naciera.

Aunque esta es solamente una muestra de la evidencia concerniente a un hombre conocido como Jesús, esta es suficiente para probar que Él fue una persona real y no solamente un personaje imaginario. Nosotros no aceptamos Su existencia ciegamente—¡este es un hecho histórico!
REFERENCIAS

Josephus, Flavius (1957 reprint), The Life and Works of Flavius Josephus, trans. William Whitson (Philadelphia, PA: John Whitson).

Massey, Gerald (1985), Gnostic and Historic Christianity (Edmond, WA: Holmes Publishing Group).

Acharya, S. (1999), The Christ Conspiracy: The Greatest Story Ever Sold (Kempton, IL: Adventures Unlimited Press).

Tacitus, Cornelius P. (1952 reprint), The Annals and the Histories, trans. Michael Grant (Chicago, IL: William Benton), Great Books of the Western World Series.

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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Van los Bebés al Infierno Cuando Mueren?


Kyle Butt, M.A.

Una de las armas a menudo usada por los escépticos es aprovechar los enunciados de la gente religiosa que hacen lucir a Dios como un déspota cruel que lanza a cualquiera y a todos en un lago tormentoso de fuego eterno. Sin embargo, cuando el texto de la Biblia es consultado, el escéptico queda en una posición muy indefendible. Considere el siguiente escrito de Ronald Defenbaugh, un auto-declarado ateo:

Una noche, una amiga regresaba a casa con nosotros después de un evento deportivo de nuestros hijos. Esta fue la primera vez que me di cuenta que podía tener un problema serio con mi creencia. Ella era una buena amiga de mi esposa, era miembro de nuestra Iglesia y era muy religiosa. Yo no recuerdo cómo llegamos a este tema, pero comenzamos a hablar acerca de la salvación. Ella declaró que aun cuando mi padre había sido honesto, atento y no había hecho nada más que lo bueno, él no recibiría salvación. Él solamente podía ir al Cielo si aceptaba a Cristo como su Salvador. Yo recuerdo que pensé que no me gustaba una deidad que enviaría a mi padre al Infierno bajo esas circunstancias. ¿Por qué un bebé, o mi padre, o incluso yo deberíamos ser enviados al Infierno porque no aceptamos a Cristo como nuestro Salvador? ¿Qué acerca de los judíos, musulmanes, hindúes, budistas? Otra vez, ¿qué acerca de mí? Esto hizo que comenzara a pensar que probablemente no tenía creencia. O a lo menos, no la entendía. Esta no calzaba en mi lógica (2003, énfasis añadido).

Después de oír de su amiga religiosa que su padre no estaría en el cielo a causa de su incapacidad de obedecer las enseñanzas de Jesús, el señor Defenbaugh rápidamente construyó un hombre de paja al insinuar que el Dios de la Biblia no tendría ningún problema en enviar a los bebés al infierno junto con los adultos conscientes y desobedientes.

¿Enseña la Biblia que los bebés irán al infierno cuando mueren? Para responder a esta pregunta, debemos encontrar un ejemplo bíblico en el cual un infante murió, y en el cual su destino eterno es registrado. Encontrarlo no es tan difícil. En 2 Samuel 12, el hijo recién nacido del Rey David cayó enfermo gravemente. Después de siete días, el niño murió. En los versículos 22 y 23, la Biblia registra que David dijo: “Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño? Mas ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí”. Es claro que el hijo muerto de David no regresaría a esta Tierra, pero David también dijo que un día, él estaría con su hijo. A través de inspiración, David documentó que su propio destino eterno sería estar “en la casa de Jehová” (Salmos 23:6). Por tanto, podemos concluir que “la casa de Jehová” sería el destino eterno de su bebé a quien David un día iría. El Rey David esperaba el día en que se reuniría con su hijo en el cielo. Absolutamente nada en este contexto insinúa que el alma del bebé muerto iría al infierno.

Además, Jesús dijo en Mateo 18:3-5:

De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.

Y en Lucas 18:16,17, Jesús remarcó: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él”.

Por lo tanto, se nos ha dado un ejemplo específico en el Antiguo Testamento de un bebé que muere y vivirá eternamente en el cielo. Y Jesús mismo, en el Nuevo Testamento, declaró que los niños conservan las cualidades que hacen a una persona elegible para heredar el reino de Dios. Entonces, vemos que los infantes y niños que mueren están en un estado seguro y vivirán eternamente en el cielo.

Si tenemos tales enunciados claros en la Biblia acerca del destino eterno de los infantes muertos y niños, ¿por qué ha enseñado erróneamente mucha gente religiosa que los bebés van al infierno cuando mueren? Debido a la naturaleza influyente de Juan Calvino y sus enseñanzas, mucha gente ha enseñado que el pecado es “pasado” de generación a generación. Mucha gente cree que los niños “heredan” los pecados de los padres. Pero la Biblia enseña enfáticamente y explícitamente que este no es el caso. En Ezequiel 18:20, la Biblia dice: “El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo”. También, en Éxodo 32, Moisés rogó a Dios que perdonara los pecados de los israelitas cuando dijo: “que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito. Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro” (Éxodo 32:32,33). La Biblia es clara en su enseñanza de que los bebés no heredan los pecados de los padres. [Un texto comúnmente mal aplicado y usado para enseñar que los bebés heredan el pecado es el Salmo 51:5,6; el cual ha sido abordado en detalle por Wayne Jackson (2000)].

La Biblia no enseña en ninguna parte que los bebés van al infierno si mueren en su infancia. Tampoco enseña que los bebés heredan los pecados de los padres. Aunque muchos escépticos han tratado de representar a Dios como un tirano malvado que condena a niños inocentes a la destrucción eterna, sus argumentos no tienen mérito o crédito bíblico. Otra vez, Jesús dijo: “Dejad a los niños venir a mí”.
REFERENCIAS

Defenbaugh, Ronald (2003), “Why I Couldn’t Deconvert,” [En-línea], URL: http://www.secweb.org/asset.asp?AssetID=263.

Jackson, Wayne (2000), “‘Original Sin’ and a Misapplied Passage,” [En-línea], URL: http://www.christiancourier.com/archives/originalSin.htm


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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Fuera del laberinto de la Cienciología


Por Karen Schless Pressley


Los recientes y molestamente frecuentes mensajes de Tom Cruise contra la psiquiatría, en pro de la cienciología o acerca de cómo está conviertiendo a Katie Holmes, me impulsaron a responder a sus numeritos. Sin embargo, este artículo obedece a más que eso. También es para celebrar mi séptimo y sexto aniversarios: siete años de haber encontrado la salida del laberinto de la cienciología, el 31 de julio de 1998, y seis años desde que conteste el llamado de Jesús y él estableció su residencia en mi corazón.

Cuando escucho las declaraciones de Cruise en el sentido de que la vida es fabulosa dentro de la cienciología, se me revuelve el estómago al recordar cuando yo sentía lo mismo, a principios de los '80s. Ahora, casi 25 años después, no paso un día sin pensar en mi anterior vida impulsada por la cienciología, dando gracias por mi nueva existencia. Ahora en lugar de despreciar el vivir momento a momento, como evite hacerlo durante doce años de esclavitud en los cuerpos de elite de la cienciología (el grupo "Sea Organization"), vivo libre en Cristo con una actitud agradecida por mi milagrosa liberación obrada por Dios, y por la nueva vida que me ha dado. Doy gracias por los pasados siete años de curación, por el crecimiento continuo proveniente de enfrentar el pasado y aprender de los errores, y por las oportunidades que Dios me ha dado de construir una nueva vida conforme a las revelaciones de su plan para mí.

Desde que fui liberada de la cienciología, me regocijo en el creciente número de personas que tuvieron el valor de romper sus lazos con esa religión o dejar los confines de su vida como empleados de la organización, pero me ha dolido saber de ex-miembros involucrados en actos airados y vengativos contra la cienciología. La incapacidad de perdonar al grupo por su traición espiritual y control totalitario que parece arruinar vidas, sigue manteniendo a los ex-miembros en esclavitud emocional. La única forma en que he podido perdonar y liberarme de su dominio emocional y mental ha sido experimentando y conociendo el perdón máximo: el amor incondicional de Dios, quien perdonó mis años en la cienciología y mi rebeldía de vivir en enemistad con él. Había buscado la verdad en todos los lugares equivocados mientras avanzaba por el sendero de la cienciología hacia la libertad espiritual, y en lugar de eso termine en un puente hacia la esclavitud espiritual.


Afortunadamente, Dios me atrapó una noche de 1998, cuando me encontraba a la orilla de un abismo espiritual -desesperada y sabiendo que debía salir de la trampa de la cienciología, pero sin saber cómo--. Extendió su mano hacia mí como un andarivel, me lavó con paz y me llenó de amor. Me rescató de la desgracia y me guió hacia una nueva vida en él. Esa experiencia precedió a mi deserción final de la cienciología e hizo posible que lo encontrara. Su perdón continua siendo la razón de que pueda perdonar a otros.


Me he preguntado cómo alguien puede dejar un culto y crearse una vida nueva, sana y libre si no llega a conocer el amor de Jesucristo. Yo lo veo imposible. He sabido de muchos ex-cienciólogos, o sus familiares, que recurren a la desprogramación para ser liberados del control de la cienciología y readaptarse a la vida. Puedo decir con toda seguridad que la única razón de que haya recuperado la sanidad y sea capaz de experimentar la vida con alegría y felicidad nuevamente, es mi vida en Cristo.

La vida de un cienciólogo consiste en descubrirse a sí mismo, sus poderes y divinidad, y convertirse en su "causa" total, asumiendo toda la responsabilidad y control de su vida, pensamiento, materia, energía, espacio, tiempo y forma. No es de extrañar que la cienciología atraiga a celebridades, artistas, gente del espectáculo, los deportes y los negocios. La gente como mi (ex) esposo y yo, que deseábamos altos niveles de éxito, es engañada y llevada a olvidar que viviendo con la fuerza de Dios en nosotros, podemos hacer todo a través de Jesucristo que nos fortalece. Fuimos engañados y creímos que debíamos hacer todo con nuestras propias fuerzas y conocimientos -incluso ganar nuestra propia inmortalidad. La cienciología se dedica a vender inmortalidad, hasta tal punto que preparan a la gente para creer que la tecnología espiritual de L. Ron Hubard es la llave a la eternidad.


Irónicamente, venden y prometen total libertad espiritual pero el resultado es el contrario: ¡total dependencia espiritual! Cualquiera que pague los servicios de la cienciología para ser liberado, depende de humanos (los consejeros, los supervisores) y de los caminos de la cienciología para su liberación. Nunca se ha vendido un cuento más grande.


Fue la palabra de Dios lo que transformó mi mente, y me ayudó a dejar de lamentarme de mis errores pasados: "Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!" (2 Corintios 5:17, NVI).


Ahora, cuando hablo en iglesias, conferencias e instituciones educativas de todo el país, las preguntas más frecuentes que me hacen son: ¿Cómo y por qué llegó a involucrarse con la cienciología? ¿Cómo puede una persona inteligente como usted caer en las mentiras de la cienciología? ¿Por qué renunció a su estilo de vida, a su carrera de diseñadora de modas y a sus negocios en la música para vender su alma y firmar un contrato de mil millones de dólares con la iglesia de la cienciología? ¿Qué atrae a la gente, especialmente a celebridades y artistas a la cienciología? ¿Cómo salió y qué pasó después? ¿La acosa o amenaza la iglesia de la cienciología? Todas han sido relativamente fáciles de responder.
Sin embargo, la pregunta más desafiante y preocupante se convirtió en el catalizador que me puso camino al ministerio. Esa pregunta provino de cristianos en todo el país: "¿Puede uno ser cristiano y cienciólogo al mismo tiempo?"


Aunque yo era un nuevo cristiano con relativamente pocas experiencias como creyente, me mortificaba esta pregunta. Un cristiano que pueda siquiera considerar esta posibilidad no sabe en qué cree.

La cienciología es la antítesis del cristianismo. La filosofía cienciológica conduce a la gente en dirección contraria al Dios del Antiguo y el Nuevo Testamento. Como cristiano, pisar el "puente hacia la iluminación espiritual" de la cienciología es comparable a salir de la tierra prometida y entrar a un salvaje laberinto espiritual con destino a la total separación de Dios. A este lugar se le llama "luz", libertad espiritual e inmortalidad. Es la zanahoria que atrae al laberinto a personas que andan buscando algo.


Recientemente, los voceros de la cienciología han estado usando los medios de comunicación nacionales para promover la idea de que uno puede ser cristiano y cienciólogo al mismo tiempo. Este engaño me preocupa tanto que me animó a responder y exponer lo que la cienciología realmente enseña acerca de Jesucristo. Después de todo, Colosenses 2:8 (NVI) nos dice: "Cuídense de que nadie los cautive con la vana y engañosa filosofía que sigue tradiciones humanas, la que va de acuerdo con los principios de este mundo y no conforme a Cristo".


Aunque yo era un nuevo cristiano cuando me hicieron esa pregunta (¿Puede alguien ser cristiano y cienciólogo al mismo tiempo?) --y mis experiencias dentro del cristianismo eran limitadas-- Dios me mostró que mi ministerio iba a empezar con los cristianos dentro de la iglesia, no con la gente que quisiera salir de la cienciología, ni con gente que ya hubiera salido, como yo pensé originalmente. Sabiendo que el mayor campo misionero de la cienciología es la iglesia cristiana, no tuve la falsa ilusión de que resolvería este problema sola, pero sabía que Dios planeaba utilizarme para hacer algo al respecto.


Pude ver que quienes hacían esa pregunta no sabían en que creían como cristianos -y que el cristianismo estaba en problemas si sus seguidores no entendían sus propias creencias. Yo ya sabía que el cristianismo era el campo de misión más grande de la cienciología -entre gente que creció en hogares cristianos donde los padres no siguieron el modelo del amor de Dios o la verdad, donde la iglesia era ritualista, y la vida de abundancia en Cristo era ficticia. Esos factores se suman a una vida construida sobre arenas movedizas donde la doctrina engañosa de la cienciología puede no sólo tomar el control sino parecer atrayente a gente que busca lo sobrenatural, lo novedoso y respuestas a las preguntas de la vida, como yo años atrás.

La literatura de la cienciología está atiborrada de contradicciones acerca de Jesucristo. Su perspectiva de relaciones públicas con respecto a Jesucristo se encuentra en ¿Qué es Cienciología?, un libro promocional de 2 pulgadas de grosor impreso en papel de lujo. En el capítulo 2 "El patrimonio religioso de la cienciología", después de las secciones sobre los primeros ritos religiosos y sobre los budistas, dice que Jesús de Nazaret "trajo nueva esperanza al hombre al predicar que la vida no es lo único que el hombre puede esperar"1. Luego se muestra un hombre en la cruz con la leyenda: "Aunque fue crucificado, la esperanza que Cristo trajo al hombre no murió. En lugar de ello, su muerte se convirtió en un símbolo del triunfo del espíritu sobre el cuerpo material y así trajo nueva conciencia de la verdadera naturaleza del hombre".


El texto de la cienciología es una enseñanza de la Nueva Era, que reduce a Jesús a un mero símbolo y elimina completamente la verdad acerca de su persona divina, así como el significado de su muerte, sepultura y resurrección, donde yace la verdadera esperanza del hombre. Jesucristo murió en la cruz por los pecados de la humanidad, para reconciliar al hombre con Dios, como Salvador de la raza humana y único camino hacia el Padre. Los autores de ¿Qué es la Cienciología? no entendieron el mensaje de la cruz y presentaron mal a Jesús. Un cristiano sin entrenamiento no puede discernir las falsas enseñanzas de ese texto.


Enseñanzas más "avanzadas" sobre Cristo (en los materiales del curso de nivel VIII de cienciología y en un artículo de la revista Certainty Magazine), muestran a Jesús como un "producto de la imaginación" y lo reducen a "sólo una sombra" en los niveles de conciencia espiritual de la cienciología, unos ocho niveles debajo del máximo estado que pueden alcanzar, el de Thetan Operativo VIII (OT VIII, por sus siglas en inglés). En el nivel OT VIII se les pide abandonar su creencia en Jesucristo porque es un "producto de la imaginación", un implante que es necesario borrar de la mente para proceder en el camino espiritual hacia la inmortalidad.


Cuando pienso en eso se me hiela la sangre sólo de imaginar que los cristianos están siendo engañados y separados de Dios, sólo para seguir las enseñanzas surgidas del corazón del enemigo hace miles de años. Ahora que sabe usted esto, ¿cuál sería su respuesta a la pregunta: ¿Puede uno ser cristiano y cienciólogo al mismo tiempo?


Reajustarme a la sociedad después de vivir como miembro del personal del cerrado mundo de la cienciología, donde las ideas y reglas de L. Ron Hubbard, hechas cumplir por una gerencia totalitaria y casi militar, formaron y controlaron mi vida, fue una tarea titánica. Fue como si mi mente, mi corazón y mi alma hubieran tenido que ser purgados para sacar la cienciología, su forma de ver el mundo, sus métodos de pensamiento, sus percepciones espirituales, vocabulario, hábitos y restricciones, por nombrar unas cuantas cosas.


Mucha gente que deja la iglesia de la cienciología continua utilizando su tecnología y su vocabulario por ser un hábito muy enraizado. Sin embargo, cuando yo salí, decidí hacerlo al 100 por ciento, y cerrar totalmente la puerta a cualquier tecnología o filosofía cienciológica. Quería estar 100 por ciento libre de su control e influencia. La palabra de Dios se encargo de resolver este problema por mí, en Romanos 12:2 (NVI: "sean transformados mediante la renovación de su mente").


Durante los primeros tres años de mi libertad, elegí no buscar relaciones con ex-cienciólogos, especialmente con otros desertores como yo, o con disidentes vengativos que expresaban su ira contra la cienciología vigilando organizaciones o lanzando ataques a través de la prensa o en los tribunales. Sabía que necesitaba una vida; quería una no influenciada por las costumbres de la cienciología, particularmente las negativas. Ocasionalmente navegaba en Internet para leer noticias de la cienciología, y encontré varios sitios con comentarios de ex-miembros y ex-empleados.


Me dolía ver cuánta gente se sentía incapaz de hablar libremente de sus experiencias negativas en la cienciología. Me tomó dos años hablar de ello sin echarme a llorar. La profundidad de mis pérdidas fue muy grande: mi marido de 21 años, mi pasado completo, todas las personas a las que conocía y todas las cosas que poseía. Había sido adoctrinada para creer que quien deja la cienciología (como yo) o habla públicamente en su contra, es una persona represiva: una enemiga de la iglesia y de la humanidad, el peor tipo de individuo que puede existir a los ojos de la cienciología. Si hablaba, me convertiría en objeto de caza y cosecharía repercusiones del brazo legal y de relaciones públicas de la cienciología, la Oficina de Asuntos Especiales (OSA, por sus siglas en inglés). La OSA tiene recursos casi ilimitados para establecer demandas y contratar investigadores privados, así como poderes para aplastar o arruinar la vida de quienes hablan. La política de objeto de caza de la cienciología es bien conocida, por lo que hace a los desertores muy ineficaces en el ejercicio de su libertad de expresión, aunque esté garantizada por la Primera Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos.


Finalmente me di cuenta de que entre más tiempo permaneciera callada, más permanecería esclavizada por la cienciología: callada y en el puño de su filosofía, reglas, y amenazas -¡lo que me hacía cómplice de sus actos! Ellos serían los vencedores y yo la víctima.


Aunque me tomó algunos años salirme de ese estado emocional, decidí reclamar para mí la promesa de Dios de que si él estaba conmigo, ¿quién podría estar contra mí? Paulatinamente han aumentado mis ganas de hablar y no tener nada que ver con las obras de la oscuridad, sino exponerlas2.


No ha sido fácil vencer los profundos remordimientos que tengo por las elecciones que hice y que me condujeron al laberinto de la vida en la cienciología. Pero ahora estoy agradecida por ese capítulo de mi vida: Mi radical transformación, de estar en enemistad con Dios como miembro de la cienciología a convertirme en seguidora de Cristo y en líder de ministerio, es la base de mi pasión y la razón por la cual me levanto cada mañana. He aprendido a conquistar con la fuerza de Dios y no con la mía. He aprendido lo que significa ser un vencedor a sus ojos. He aprendido qué soy y a quién pertenezco.


Como directora de Ministerios Alas de Amor, nunca olvidaré mis años en el negocio de la música, cuando mi ex-esposo y yo probamos el éxito con nuestra primera canción famosa: "En las Alas del Amor". Sin embargo, en mi nueva vida en Cristo, estoy remontando el vuelo con nuevas alas de amor: "los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas..." (Isa. 40:31, NVI).


Ahora que sirvo como voluntaria del Cuerpo de Servicio para las Misiones, bajo la coordinación de la Junta de Misiones Norteamericanas en Alpharetta, Georgia, he sido bendecida para hablar y ejercer mi ministerio en iglesias, seminarios, conferencias para mujeres, y grupos de jóvenes de todo el país, exponiendo las enseñanzas de la cienciología y proporcionando respuestas bíblicas. Mi afiliación a los Ministerios Comunitarios de Atlanta me ha reunido con grupos de evangélicos que comparten el amor de Dios por toda la ciudad, recuperando gente para Cristo. Con la reciente publicación de mi historia en los periódicos, revistas y programas televisivos de Estados Unidos, Dios ha abierto las puertas del ministerio hacia las personas que anhelan romper el lazo de la cienciología.


La gracia de Dios me incita a sacar el mayor provecho de cada momento de vigilia en mi nueva vida, libre del engaño de la cienciología. Si usted tiene un amigo o ser querido que pudiera necesitar ayuda, póngase en contacto conmigo, llamando al teléfono: (404)-841-0800, ext. 205, o envíeme un mensaje electrónico a: wingsofloveministries@msn.com.



1 What is Scientology? [¿Qué es Cienciología?] pág. 34-38. Compilado por el personal de la Iglesia de Cienciología Internacional; derechos reservados 1992, Bridge Publications, Los Angeles.

2 Efesios 5:12-13



Editado por peterx, Lunes, 22 de Octubre de 2007, 13:10
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Cuán Manso Pudo Haber Sido Moisés?

Kyle Butt, M.A.

Al intentar desacreditar la idea que Dios inspiró a Moisés a escribir los primeros cinco libros del Antiguo Testamento, muchos escépticos y eruditos religiosos liberales se han esforzado por hiper-analizar cualquier enunciado “cuestionable” en el Pentateuco. Uno de los enunciados que se usa frecuentemente para sostener la idea que Moisés no pudo haber escrito los primeros libros se encuentra en Números 12:3, versículo que declara: “Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra”. Después de leer este enunciado, surge la pregunta: “¿Cómo pudo Moisés ser el hombre más manso o más humilde en el mundo, y proceder a decir a todos que lo es?”. Según Tod Billings, presidente (en 1999) de la Sociedad de Librepensadores de Arkansas, “si Moisés dijo esto con relación a sí mismo, él es vanidoso y arrogante, ¡no ‘muy manso’!” (1999). Se pudiera listar muchos enunciados como los del Sr. Billings que salen de los labios de muchos “librepensadores”, escépticos y eruditos religiosos liberales. Y, con toda honestidad, el que estudia sinceramente la Biblia puede sorprenderse al leer este versículo de una manera superficial.

¿Pudo haber sido Moisés muy manso y todavía haber escrito este enunciado acerca de sí mismo? Sí. Primero, si Dios estaba informando a Moisés lo que debía escribir, entonces Moisés tenía poco que ver con la expresión de la descripción concerniente a sí mismo. Es claro por el alcance del enunciado, que incluye a “todos los hombres que había sobre la tierra”, que solamente Dios tuviera la habilidad de saber quién era la persona más mansa que vivía al tiempo de Moisés (Coffman, 1987, p. 365). ¿No tiene sentido que Dios escogería solamente al hombre más humilde para liberar a Su pueblo escogido de Egipto y llevarlo a través del desierto?

Segundo, se añade esa frase para que el lector pueda entender la narración más completamente. En el contexto, el hermano de Moisés, Aarón, y su hermana María, habían hablado en contra de Moisés porque él había tomado una mujer etiope. Ellos dijeron a Moisés, “¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros?” (Números 12:1-2). Estos enunciados eran un ataque directo a la autoridad que Dios había conferido a Moisés. Si se hubiera permitido que los hermanos de Moisés continuaran declarando esta clase de enunciados, se hubiera puesto en peligro la estructura autoritativa completa que Dios había establecido (i.e., Moisés como el líder principal de los israelitas). Sin embargo, ya que Moisés era un hombre manso y humilde, rechazó encargarse de esta actitud rebelde personalmente. Por tanto, Dios tuvo que intervenir y hablar directamente a los hermanos de Moisés, informando a María y Aarón que Dios tenía una relación especial con Moisés, y que sus hermanos debían haber tenido “temor de hablar contra mi [de Dios—KB] siervo Moisés” (Números 12:8). Sin el enunciado concerniente a la mansedumbre de Moisés, esta narración estuviera algo incompleta. No obstante, con este enunciado vemos que Moisés rechazó exaltarse y reprender a sus hermanos, así que Dios intervino y exaltó a Moisés.

Tercero, muchos escritores de la Biblia fueron inspirados a hacer comentarios acerca de sí mismos que pueden parecer arrogantes, pero en realidad, no fueron enunciados arrogantes, sino documentación sencilla de un hecho que Dios quería que los lectores de la Biblia supieran. Por ejemplo, en varias ocasiones en el evangelio de Juan, leemos una descripción acerca de un discípulo particular “a quién Jesús amaba”. Al final del libro, el escritor informa a sus lectores que él es ese discípulo (Juan 21:20-25). ¿Fue arrogante que Juan se identificara a sí mismo como el discípulo a quien Jesús amaba? ¿O quería Dios que se incluyera esa información para el beneficio de los lectores? Otro ejemplo viene del apóstol Pablo. Cuando se trajo a Pablo al Sanedrín para que se defendiera, él comenzó su discurso con el enunciado, “Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy” (Hechos 23:1; cf. Marcos 13:11). Ya que Ananías, el sumo sacerdote, consideró que este enunciado era arrogante, mandó que uno de los soldados que estaba al lado de Pablo le golpeara en la boca. Pero el enunciado de Pablo fue una declaración que no contenía arrogancia o presunción.

Durante la vida de Moisés, Dios le consideró como el hombre más manso. Dios quería que los lectores de la Biblia supieran este hecho, por ende inspiró a Moisés a escribirlo. Este hecho ayuda a que el lector entienda la acción divina en Números 12, y guarda similitud con algunos enunciados que otros escritores de la Biblia registraron. No se puede usar legítimamente este enunciado para argumentar en contra de la autoría mosaica del Pentateuco.
REFERENCIAS

Billings, Tod (1999), “Moses Wrote the Torah?” [En-línea], URL: http://www.stephenjaygould.org/ctrl/archive/billings_torah.html.

Coffman, James Burton (1987), Commentary on Leviticus and Numbers (Abilene, TX: ACU Press).


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23/Oct/2007 16:55 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

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Respuestas de sentido común a los argumentos a favor del aborto

Dr. Norman L. Geisler

Dr. Norman Geisler is author or coauthor of some fifty books and hundreds of articles. He has taught at the university and graduate level for nearly forty years and has spoken or debated in all fifty states and in twenty-five countries. He holds a Ph.D. in philosophy from Loyola University and now serves as President of Southern Evangelical Seminary, in Charlotte, NC.

El aborto es el asesino número uno de Estados Unidos. Cinco mil personas mueran al año a causa del cigarrillo, y veinte mil por conductores ebrios, pero sólo en los primeros diez años de la legalización del aborto, el país perdió catorce millones de vidas. Todas las guerras de nuestro país han matado un poco menos de 1,5 millones de personas. Sin embargo, en un solo año matamos esa cantidad de bebés mediante abortos.

¿Cómo sabemos cuándo comienza la vida humana?
¿Acaso no tiene la madre el derecho de controlar su propio cuerpo?
El bebé que no ha nacido no es realmente humano hasta que nace, ¿no es cierto?
Los bebés que no han nacido no son seres conscientes, ¿no es cierto?
¿Acaso no tiene todo niño derecho a una vida significativa?
¿No es preferible tener un niño abortado que un niño abusado?
Si no detenemos la superpoblación, ¿no nos moriremos de hambre?
Pero ¿no está el movimiento pro-vida legislando la moralidad?
¿Y qué de los niños mentalmente retardados?
¿Por qué la víctima de una violación tiene que verse forzada a tener un hijo que no desea tener?
Ya que la gente va a tener abortos de todas formas, ¿por qué hacerlos legales?
¿No está el movimiento pro-vida proyectando su moralidad sobre los demás?
¿Acaso no es el aborto la solución para los embarazos no deseados?
¿Por qué permitir que nazca un bebé no deseado?

"Nadie sabe cuándo comienza la vida humana."

Respuesta: Si nadie sabe cuándo comienza la vida, podría ser en la concepción. Si comienza en ese punto, entonces el aborto es asesinato. ¿Podemos justificar matar lo que podría ser un ser humano? ¿Deberíamos disparar a un objeto que se mueve en el bosque si no estamos seguros si es o no humano? Entonces tampoco deberíamos matar bebés si no estamos seguros de que no son humanos.

En realidad, sí sabemos cuándo comienza la vida humana. Comienza en la concepción. Un espermatozoide, con sólo 23 cromosomas, no es un ser humano; tampoco lo es el óvulo, con sus 23 cromosomas. Pero, cuando se unen en una entidad con 46 cromosomas, el resultado es un ser humano. Esto es un dato médico. Genéticamente, el huevo fertilizado es un ser humano, con su propio código e identidad características de por vida. De ahora en más, es simplemente una cuestión de su crecimiento y no de lo que es.

Para el séptimo día de vida, está implantado en el útero, su hogar durante los próximos nueve meses. Para el día 17, se han formado los glóbulos rojos y el corazón. Para el día 24, hay un latido de corazón. Para el día 30, ha crecido 10.000 veces su tamaño original y tiene millones de células. A las seis semanas, su sistema nervioso está controlando su propio cuerpo. Ahora tiene una apariencia claramente humana. Para el día 45, tiene sus propias ondas cerebrales, que mantendrá de por vida. A las siete semanas, tiene todos los órganos internos de un adulto (aunque pesa sólo un gramo y mide menos de dos centímetros y medio). A las ocho semanas, están formados todos los órganos externos. Entre la semana nueve y diez, puede beber y respirar el líquido amniótico. De ahí en más, es sólo una cuestión de crecimiento. Antes de nacer, puede chuparse el dedo, llorar (si tuviera aire) y reconocer la voz y el latido de corazón de la madre. En resumen, es un ser humano minúsculo que está creciendo.
"La madre tiene el derecho de controlar su propio cuerpo."

Respuesta: Ante todo, un bebé no es parte del cuerpo de la madre. Es un ser humano individual, con su propio cuerpo aparte. Es cierto que la madre está "alimentando" al bebé que está en su interior, ¿pero tiene una madre el derecho de dejar de alimentar a su bebé después que ha nacido? Esto sería asesinato por inanición, y cortar la fuente de vida de un bebé antes de nacer es también un acto moralmente culpable.

Segundo, aun cuando el bebé que no ha nacido fuera parte del cuerpo de su madre, no sería cierto que tiene el derecho de hacer todo lo que quiera con su propio cuerpo. Por ejemplo, no tiene el derecho moral de mutilar su propio cuerpo cortándose una mano o un pie. Ni tiene tampoco el derecho de matar su propio cuerpo (suicidarse).

Rara vez completan los abortistas correctamente la frase que proclaman tan locuazmente. "Una mujer tiene derecho sobre su propio cuerpo..." ¿Derecho de hacer qué cosa? ¿Derecho a asesinar? Esto no tiene sentido. No hay ningún derecho moral de hacer un mal moral. Pero, si el bebé que aún no ha nacido es un ser humano, entonces el supuesto derecho de la madre resulta ser un "derecho" de hacer un mal: de asesinar. Por supuesto, es absurdo decir que una madre (o ninguna otra persona) tiene el derecho de asesinar.
"El bebé que aún no ha nacido no es realmente humano hasta que nace."

Respuesta: Antes que nada, si no es humano antes de nacer, entonces ¿qué es? No es un mineral o un vegetal. No es un animal, como un perro o un mono. De hecho, no es para nada un animal; es un ser humano. Las vacas dan a luz vacas; los caballos, caballos. Ningún médico tiene alguna dificultad para identificar a un perro no nacido como un perro, o un cerdo no nacido como un cerdo. ¿Por qué tiene que haber alguna duda acerca de un humano no nacido?

¿Significa esta afirmación que son humanos sólo cuando cambian su ubicación y salen del vientre? ¿Desde cuándo la humanidad de una persona está determinada por dónde vive? La diferencia entre los bebés que han nacido y lo que no han nacido no es su naturaleza esencial; es sólo una cuestión de tamaño y ubicación. Una característica accidental o circunstancial como el tamaño o el lugar no puede determinar si un ser es humano o no.
"Los bebés no nacidos no son seres conscientes."

Respuesta: Esta objeción supone que uno debe tener conciencia para ser humano. Pero, si la conciencia determina la condición de humano, entonces los adultos que están durmiendo no son humanos. Y si la conciencia es la prueba de la condición de humano, entonces cada vez que alguien entra en coma pierde instantáneamente su condición de humano. La conclusión lógica de esto es que nunca sería asesinato matar a una persona inconsciente. ¡Así que todo lo que necesita hacer un asesino para eludir la acusación de asesinato sería dejar inconsciente a su víctima antes de dispararle!

Además, los bebés en el vientre están conscientes. Ya entre las cuatro o seis semanas después de la concepción tienen sus propias ondas cerebrales, que mantendrán de por vida. La ausencia de ondas cerebrales se considera una señal de muerte; ¿por qué, entonces, no se considera la presencia de ondas cerebrales como señal de vida? Y ya a los tres meses después de la concepción los bebés reaccionan a los estímulos. Pueden sentir conscientemente la presión y el dolor.

Finalmente, no es la conciencia como tal la que distingue a un ser humano de un animal, sino más bien la conciencia de sí mismo. Porque los animales superiores son conscientes también. sin embargo, la conciencia de sí mismo no ocurre hasta que un niño tiene unos 18 meses. Así que, según la lógica abortista, matar a cualquier persona por debajo de los 18 meses de edad podría ser considerado un "aborto" justificado. (Si bien este punto de vista no es aceptado ampliamente aún, algunos científicos destacados ya están propugnando que los bebés no tengan capacidad legal hasta que tengan varios días de vida. Para entonces, argumentan, todas las pruebas de integridad se habrán completado, y podrá determinarse si debe permitirse a ese bebé específico vivir o no.)
"Todo niño tiene derecho a un vida significativa."

Respuesta: Ante todo, ¿cuáles son los criterios para una vida significativa, y quién decida si una vida es significativa o no? ¡Este tipo de razonamiento ha ido tan lejos ya que algunos tribunales han condenado a padres por dar a luz niños que sabían de antemano, por pruebas prenatales, que serían deformes!

Debemos tener presente que esta misma lógica lleva al asesinato de seres humanos más grandes que son deformes y que viven en otras partes (es decir, fuera del vientre). La lógica de los abortistas conduce inevitablemente al infanticidio y a la eutanasia. Aun algunas personas a favor del aborto (Joseph Felcher, por ejemplo) admiten que los dos temas están vinculados lógicamente. De hecho, habría una mayor justificación lógica para quitar la vida de alguien que ya se sabe que es deforme que uno que las pruebas prenatales sólo han indicado que podría serlo
"Es mejor tener un niño abortado que un niño abusado."

Respuesta: En primer lugar, esto supone que la falta de abortos de bebés no deseados conduce al abuso. Las estadísticas demuestran justamente lo contrario. Los casos de abuso infantil en realidad crecieron con el aumento de los abortos. Aparentemente, el poco aprecio por la vida humana que se refleja en la aceptación del aborto se extiende desde la actitud antes de nacer a la actitud después de nacer hacia los hijos.

Segundo, la objeción supone erróneamente que el aborto no es en sí mismo un verdadero abuso. De hecho, el aborto es uno de los peores abusos que puedan hacerse a un ser humano. El procedimiento del aborto mismo es espantosamente abusivo. Un procedimiento común arranca el tejido de la diminuta e indefensa criatura no nacida y la despedaza mediante una succión violenta, y estos pedazos luego son arrojados al tacho de basura. El método de aborto D&C usa un instrumento agudo para cortar al bebito en pedazos; luego se lo raspa del útero y es arrojado a la basura. El método salino reemplaza el líquido amniótico que rodea al bebé con agua salada; la salmuera en la que está sumergido el bebé entonces se come la piel, y cuando el bebé inhala este agua salada, se quema de adentro para afuera. Este proceso difícilmente pueda denominarse "paternidad responsable," como les gusta llamarlo a los abortistas.

Aparte de la forma abusiva y cruel en la que el bebé sufre la muerte, está el abuso adicional (y final) del asesinato mismo. No sólo es abusado el bebé en la forma de morir, sino es abusado al perder el privilegio de la vida misma. A la luz de esto, es un razonamiento retorcido el que dice que el aborto evita el abuso. El aborto es abuso, y uno de los peores abusos posibles.

Finalmente, si podemos asesinar a los no nacidos para impedir un abuso potencial, entonces ¿por qué no asesinar a los nacidos que están sufriendo un abuso real? O, para decirlo de otra forma, si protegemos a los nacidos que están sufriendo abuso infantil, ¿no deberíamos con más razón proteger a los no nacidos, que son aún más indefensos? El aborto es abuso infantil del peor tipo.
"Debemos detener la superpoblación, porque si no moriremos de hambre."

Respuesta: Los abortistas plantean un dilema falso. Debemos escoger entre el aborto y la superpoblación. Hay otras alternativas. Primero, el control de la natalidad puede limitar la superpoblación sin asesinatos. La verdadera elección está entre controlar la población matando a los inocentes o sin matarlos. Aquí, como en otras partes, un gramo de protección equivale a un kilo de curación.

Además, el hambre no es el resultado automático del aumento de población. El hambre no es un problema sencillo que desaparecería automáticamente si sólo hubiera menos personas. El hambre y la pobreza no han sido eliminados en Estados Unidos, a pesar de toda nuestra abundancia y productividad agrícola. Ni es tampoco la dificultad una escasez de tierra cultivable. Los estudios han demostrado que la tierra cultivable de todo el mundo puede sustentar una población mundial varias veces la actual. Los verdaderos problemas son sociales y políticos, y no numéricos.

Finalmente, ¿quién recomendaría que matemos a todos los que reciben asistencia social, sólo porque no pueden ganarse el alimento que necesitan? Entonces, ¿por qué deberíamos matar a las personas que pensamos que podrían ser pobres? Aquellos que son pobres serían los candidatos más probables de nuestra lista de víctimas. Es interesante que los que sugieren el aborto como un medio para combatir la superpoblación pocas veces ofrecen sus propias vidas como una forma de reducir la población. Sin embargo, ¡con gusto ofrecen el sacrificio de seres humanos inocentes e indefensos para que ellos mismos no se mueran de hambre! ¡Qué atentos son!
"No podemos legislar la moralidad."

Respuesta: Ante todo, si esto fuera así entonces tendríamos que desprendernos de toda la moralidad legislada que tenemos ahora en los libros. Podríamos comenzar rescindiendo nuestras prohibiciones contra el asesinato, la crueldad, el robo, el abuso infantil, el incesto y la violación. Todos estos son ejemplos de una moralidad legislada. También podríamos eliminar las leyes contra la esclavitud, junto con las leyes de derechos civiles, porque estas también legislan el comportamiento moral. Claramente estaría mal hacerlo, y no hay muchos abortistas que sugieran que nos deshagamos de alguna de estas leyes. Si así fuera el caso, entonces ¿por qué no deberíamos tener leyes para proteger los derechos morales de los bebés no nacidos?

Además, la actual ley de aborto a solicitud misma es un ejemplo de legislación de la moralidad. Porque dice, en efecto, que es moralmente correcto tomar la vida de un ser humano no nacido. De hecho, es imposible (e indeseable) evitar legislar la moralidad. La meta de toda buena legislación debería ser poner en leyes lo que es justo y correcto. Y no hay forma en que pueda considerarse correcto quitar el derecho a la vida de un ser humano inocente. Porque el derecho a la vida es la puerta para otros derechos. Sin vida no hay derecho a ninguna otra cosa.

Finalmente, cambiar una ley puede ayudar a modificar la opinión pública con relación al mal moral. En Estados Unidos, por ejemplo, la proscripción de la esclavitud ayudó a cambiar la actitud general con relación a la moralidad de la esclavitud. Hoy, hasta la mayoría de los descendientes de los dueños de esclavos creen que la esclavitud está mal.
"Ningún niño retardado mental debería ser traído al mundo."

Respuesta: Vale la pena notar que ninguna organización de padres con niños retardados mentalmente ha apoyado el aborto a solicitud. Todas las familias que conozco con niños con Síndrome de Down los consideran con verdadero gozo por la capacidad que tienen de mostrar un amor sincero.

Los niños retardados son humanos, y matarlos significa matar a humanos. Sólo porque los no nacidos son más pequeños (e indefensos) no justifica matarlos. De nuevo, la lógica mediante la cual los abortistas justifican los abortos terapéuticos también justificaría el infanticidio.

Tomemos, por ejemplo, dos bebés que nacieron en Austria varios años atrás. Uno era un niño saludable por el cual la madre estaba contenta. La otra era una niña. Tenía Síndrome de Down, y su madre estaba apenada. No obstante, esta madre amaba a la niñita y le enseñó a valerse por sí misma. Un día la madre tuvo un infarto que la dejó impedida. Su hija retardada asumió su cuidado por el resto de su vida. Aquel niño también creció. Todo el mundo oyó de él. Su nombre fue Adolf Hitler. Ahora bien, ¿cuál de estos bebés hubieran descartado los abortistas?
"¿Por qué debería una víctima de violación verse forzada a tener un hijo que no desea tener?"

Respuesta: La violación es una de las peores indignidades que puede sufrir una persona. Uno debe tener una gran compasión por las víctimas de violaciones. Sin embargo, hay varias cosas que debemos tener en mente. Primero, es imposible ser "desviolada." Ser "desembarazada" (mediante el aborto) no hace que una sea "desviolada." Segundo, no se puede lograr la justicia para la víctima de una violación castigando al bebé no nacido que resultó de la violación.

Además, dos males no forman un bien. No ayudará a la madre cargarla con la culpa del asesinato encima de la indignidad de la violación.

Es notable que raramente ocurre la concepción como resultado de la violación, así que el porcentaje de bebés que nacen de una violación en realidad es bastante bajo. Pero los pocos bebés que son concebidos de una violación también tiene derecho a vivir.

¿Quién no ha sido bendecido por la música de esa maravillosa cantante de "gospel," Ethel Waters? Sin embargo, su madre fue víctima de una violación a los trece años. ¿Tendríamos que haber abortado a Ethel? ¿Por qué deberíamos castigar al producto inocente de la violación? ¡Castiguemos a la parte culpable de la violación: el violador!
"Ya que la gente va a realizar abortos de todas formas, ¿por qué no legalizarlos?"

Respuesta: ¿Deberíamos legalizar la violación y el abuso infantil, ya que la gente lo va a hacer de todas formas? ¿Deberíamos agregar el incesto y la crueldad a la lista legal, dado que la gente persiste en practicarlos? Legalizar un mal no lo convierte en moralmente bueno.

Hay quienes argumentan que las leyes contra el aborto son tan malas como las leyes en contra de la bebida. Sin embargo, el aborto legalizado no entra en la misma categoría que la bebida legalizada. Ante todo, la bebida legalizada no involucra necesariamente un crimen contra otra persona inocente. Segundo, la bebida legalizada no mata a otro ser humano, como el aborto. Así que el argumento respecto de la prohibición de la bebida no corresponde para el aborto.

Además, la legalización de una actividad no limita necesariamente su abuso. A veces lo promueve. Esto es lo que ha ocurrido en Estados Unidos. Por una parte, cambiar la ley puede ayudar a cambiar la actitud general hacia una actividad, como han demostrado las leyes que abolieron la esclavitud. Las leyes mismas no pueden forzar a las personas a ser buenas, pero la aplicación de leyes buenas puede ayudar a contener a las personas para no hacer el mal.
"No debemos proyectar nuestra moralidad sobre otros."

Respuesta: Si es así, entonces ¿por qué están los abortistas proyectando su moralidad sobre los no nacidos? De hecho, están diciendo: "Mi creencia moral es que no deberías vivir." En realidad, esto no es una proyección de moralidad, sino una proyección de inmoralidad. Lo que se necesita en el caso del aborto es que proyectemos moralidad dentro de la situación, porque ciertamente es mejor proyectar moralidad que proyectar inmoralidad. Si quienes pueden proteger a los inocentes de esta forma no lo hacen, entonces ¿quién lo hará?

En oposición a lo que dicen los abortistas, lo que nuestra sociedad más necesita es una proyección de moralidad. La gente necesita, por ejemplo, proyectar una preocupación moral sobre otros cada vez que se ponen detrás de un volante. Esto salvaría muchas vidas. De hecho, si no condujeran los que beben, esto sería una muy apreciada proyección de moralidad para las 25.000 personas que de otra forma serían víctimas de conductores ebrios este año.

Lo que está mal no es proyectar nuestras creencias morales sobre otros, sino destruir los derechos morales de otros, que es precisamente lo que ocurre con el aborto. Alguien está quitando el derecho moral de vivir de un inocente.
"El aborto es la solución para los embarazos no deseados."

Respuesta: La adopción es una solución mejor. Sin duda es difícil entregar el hijo de uno a un extraño, pero es más fácil que matarlo. El día que un niño abortado debía nacer la madre suele sufrir una depresión. Esta depresión a menudo se repite por años a partir de ese día. A veces los sentimientos son tan fuertes que la madre adquiere una tendencia suicida. El hecho es que el bebé puede ser raspado del útero de la madre mucho más fácilmente que lo que puede ser quitado de su corazón..

Hace un tiempo, la cadena CBS difundió un programa sobre el mercado negro de los bebés que reveló que había personas dispuestas a pagar hasta $40.000 por un bebé sano. Esto es una indicación de la gran demanda que hay por adoptar bebés. La solución para los bebés no deseados no es el aborto, sino la adopción. La mayoría de las mujeres con embarazos no deseados sólo necesitan consejería. Las clínicas de consejería son la solución, no las clínicas de abortos. Deberíamos estar ayudando a las madres y no matando a los bebés.
"Ningún bebé no deseado debería nacer jamás."

Respuesta: Primero, hay una suposición de que una concepción no deseada dará como resultado automáticamente un bebé no deseado. Hay muchas madres que han tenido una sorpresa desagradable han cambiado de opinión una vez que la conmoción inicial de su embarazo no planeado se ha disipado y tiene la oportunidad de reflexionar más serenamente sobre la situación. Y un número aún mayor de estas madres reacias tienen otro sentimiento una vez que han nacido sus bebés.

Además, aun cuando la madre no quiera mantener al bebé, hay muchas familias allá afuera que no pueden tener hijos, y que los quieren. A decir verdad, hay en la actualidad más personas que quieren niños que niños para querer.

Finalmente, sólo porque no queremos a alguien con nosotros no significa que tengamos el derecho de matarlo. Nunca deberíamos poner nuestros deseos por delante de los derechos de otros, especialmente su derecho a la vida misma.

Uno puede ver fácilmente cómo esta lógica de matar bebés no deseados que no han nacido puede extenderse a bebés no deseados deformes, bebés no deseados retardados, y adultos severamente enfermos. Por lo tanto, el infanticidio y la eutanasia son la consecuencia lógica de este razonamiento. De hecho, el argumento a favor del infanticidio de un bebé deforme es mucho más fuerte, porque hay evidencias reales de que es deforme, y no simplemente una posibilidad (o probabilidad). Algunos científicos de primer nivel ya están argumentando a favor del infanticidio de los deformes. La revista Newsweek (6/9/82) señaló que "los biólogos dicen que el infanticidio es tan normal como el impulso sexual, y que la mayoría de los animales, incluyendo el hombre, lo practican."

Quisiera terminar con la historia de una joven que se entera que está embarazada. Está comprometida, pero su prometido no es el padre del bebé. Su familia es pobre, así que otra boca para alimentar sólo va a aumentar las penurias de la familia. Su familia tenía un buen nombre en la comunidad, y no quiere arrastrarlo por el fango. Un aborto sería una solución rápida para su problema. Pero no tiene un aborto. Tiene el bebé. Es un varón. Lo llama Jesús.



Editado por peterx, Viernes, 26 de Octubre de 2007, 15:54
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Filisteos en el Tiempo de Abraham—¿Falacia o Hecho?

Eric Lyons, M.Min.

La Biblia declara que mucho antes que el Rey David peleara con el gigante filisteo llamado Goliat en el valle de Ela (1 Samuel 17), Abraham e Isaac tuvieron contacto ocasional con un pueblo conocido como los filisteos. De hecho, siete de las ocho veces que Génesis menciona a los filisteos, se habla de ellos en conexión con la visita de Abraham a Abimelec, rey de los filisteos (21:32,34), o la visita de Isaac a la misma ciudad (Gerar) unos pocos años después (26:1,8,14-15,18). Por algún tiempo, los críticos de la autoridad mosaica del Pentateuco han considerado la mención a los filisteos—tan pronto en la historia humana—como un anacronismo (i.e., detalles de una era posterior insertados erróneamente en el relato patriarcal). Supuestamente, “los filisteos...no vinieron a Palestina sino hasta después del tiempo de Moisés” (Gottwald, 1959, p. 104), y cualquier mención de ellos antes de ese tiempo representa “un error histórico” (Frank, 1964, p. 323). Por ende, como Millar Burrows concluyó, se puede considerar la mención de los filisteos en Génesis como “un anacronismo conveniente e inofensivo” que “sin duda es un error” (1941, p. 277).

Como sucede con la mayoría de acusaciones presentadas en contra de las Escrituras, los que afirman que la nación filistea no existía para el tiempo de Abraham basan su conclusión a lo menos en una suposición improbable—es decir, que los filisteos que vivían en el tiempo de los patriarcas eran una gran nación, similarmente a la nación del tiempo del reino unido de Israel. Sin embargo, la evidencia sugiere que esta suposición es simplemente equivocada. La Biblia no presenta a los filisteos del tiempo de Abraham como la nación filistea poderosa que se levantaría cientos de años después. Se describe a Abimalec, rey de Gerar, como intimidado por Abraham (cf. Génesis 21:25). Ciertamente, si el pueblo filisteo hubiera sido una gran nación en el tiempo de los patriarcas, ellos no hubieran tenido temor de un hombre (Abraham) y unos pocos cientos de siervos (cf. Génesis 14:14). Además, no se menciona a ninguna de las cinco ciudades filisteas grandes que eran muy prominentes durante el periodo de los jueces y el reino unido de Israel (Asdod, Gaza, Ascalón, Gat y Ecrón—Josué 13:3; 1 Samuel 6:17). En cambio, se nombra solamente a una pequeña villa conocida como Gerar. Suponer que la Biblia presenta la civilización completa de los filisteos en el tiempo de Abraham es una equivocación. En realidad, solamente se lee acerca de un pequeño reino filisteo.

La palabra “filisteo” era un término muy genérico que significa “gente del mar”. Sin duda, algún pueblo del Mar Egeo llegó a Palestina mucho antes que sucediera una migración posterior—una migración considerada mayor. Comentando acerca de estos filisteos, Larry Richards observó:

Aunque existe acuerdo general que la gente del mar proveniente de Creta pobló masivamente la costa de Canaán alrededor de 1200 a.C., no hay razón para suponer que no existían poblaciones de filisteos mucho antes de ese tiempo. En el tiempo de Abram como en el tiempo de Moisés una variedad de personas había poblado Canaán, incluyendo a los hititas del norte lejano. Ciertamente la gente de alta mar que comerciaba en el Mediterráneo había establecido colonias por las costas de la cuenca completa por siglos antes del tiempo de Abraham. No existe razón para suponer que los filisteos, cuyos antepasados vinieron de Creta, no estuvieran entre ellos (1993, p. 40).

No existe evidencia arqueológica que niega que existían varios grupos de “gente del mar” en Canaán mucho antes de la llegada del grupo principal a comienzo el siglo XII a.C. (vea Unger, 1954, p. 91; Archer, 1964, p. 266; Harrison, 1963, p. 32). Suponer que ningún grupo de filisteos vivió en Palestina durante el tiempo de Abraham ya que la arqueología no registra su existencia sino hasta el año 1190 a.C. es argumentar de la evidencia negativa y no tiene peso substancial. En respuesta a los que negarían la existencia de los filisteos basados en su silencio en el mundo arqueológico antes de ese tiempo, el profesor Kitchen declaró: “En cuanto a inscripciones se refiere, sabemos muy poco acerca de la gente egea en comparación al resto de la gente del Oriente Cercano Antiguo en el segundo milenio a.C., tanto que es prematuro negar rotundamente la posible existencia de los filisteos en el área egea antes del año 1200 a.C.” (1966, p. 80n). Probablemente varios grupos de gente del mar migraron a Canaán del Mar Egeo, incluso tan temprano como en el tiempo de Abraham, y continuaron migrando hasta que llegó el grupo masivo en el siglo XII a.C. (Archer, 1970, p. 18).

Basados en la experiencia del pasado, se esperaría que los críticos de la inerrancia bíblica se refrenaran de hacer acusaciones cuando argumentan del silencio. Por años, los modernistas y escépticos enseñaron que el reino hitita, que la Escritura menciona más de cuarenta veces (Éxodo 23:28; Josué 1:4; et.al.), era el producto de las imaginaciones de los escritores de la Biblia, ya que no se había encontrado evidencia de su existencia. Pero esas declaraciones desaparecieron sin dejar rastro cuando, en 1906, se descubrió la capital hitita juntamente con más de 10,000 tablillas de arcilla que contenían el sistema de ley hitita. Los críticos de la reclamación de inspiración bíblica en un tiempo también acusaron a Lucas de errar cuando utilizó el término politarques para denotar a los oficiales de la ciudad de Tesalónica (Hechos 17:6,8), en vez de usar los términos más comunes strateegoi (magistrados) y exousiais (autoridades). Para sostener sus acusaciones, ellos simplemente señalaban que no se encontraba el término politarques en ninguna otra literatura griega como un título oficial. Una vez más se abandonó estas acusaciones, basados en el hecho que el término politarques se ha encontrado ahora en 32 inscripciones del segundo siglo a.C. hasta el tercer siglo d.C. (Bruce, 1988, p. 324n), siendo al menos cinco de estas inscripciones de Tesalónica—la misma ciudad de la que Lucas escribió en Hechos 17 (Robertson, 1997).

Aunque los críticos acusan a los escritores bíblicos de revelar información errónea, sus reclamaciones continúan evaporándose con el paso del tiempo y la compilación de la evidencia.
REFERENCIAS

Archer, Gleason (1964), A Survey of Old Testament Introduction (Chicago, IL: Moody).

Archer, Gleason L. (1970), “Old Testament History and Recent Archaeology from Abraham to Moses”, Bibliotheca Sacra, 127:3-25, enero.

Bruce, F.F. (1988), The Book of Acts (Grand Rapids, MI: Eerdmans), edición revisada.

Burrows, Millar (1941), What Mean These Stones? (New Haven, CT: American Schools of Oriental Research).

Frank, H.T. (1964), An Archaeological Companion to the Bible (London: SCM Press).

Gottwald, Norman (1959), A Light to the Nations (New York: Harper and Row).

Harrison, R.K. (1963), The Archaeology of the Old Testament (New York: Harper & Row).

Kitchen, Kenneth (1966), Ancient Orient and Old Testament (Chicago, IL: Inter-Varsity Press).

Richards, Larry (1993), 735 Baffling Bible Questions Answered (Grand Rapids, MI: Revell).

Robertson, A.T. (1997), Word Pictures in the New Testament (Base electrónica de datos: Biblesoft).

Unger, Merrill (1954), Archaeology and the Old Testament (Grand Rapids, MI: Zondervan).


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27/Oct/2007 17:54 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Trick or treat?


Artículo escrito por: Loren Jacobs





Para la mayoría de la gente, el Halloween es sólo un día feriado inofensivo que les da placer a sus hijos, un día cuando pueden disfrazarse y deleitarse con muchos dulces. ¿O es algo más? La verdad es que los orígenes del Halloween tienen sus raíces en prácticas paganas del ocultismo. Hay razones por las cuales los fantasmas, los duendes, los ataúdes, los esqueletos, las momias, las casas encantadas y las brujas son parte de Halloween.

De dónde se originó el Halloween

El 31 de octubre tiene mucho significado para la gente de antigüedad en las islas Británicas, especialmente para los celtas y sus sacerdotes los druidas. Éstos celebraban ese día como “Fiesta de los muertos”. Los celtas creían que la noche del 31 de octubre, mejor conocida como “Saman”, el señor de los muertos, llamó de entre los muertos muchos espíritus malignos. También creían que el velo entre nuestro mundo y la dimensión de espíritus se adelgazaba en esa noche. Como estos paganos temían los espíritus malignos, sus sacerdotes druidas desarrollaron varias prácticas de ocultismo para mantener los espíritus lejos de ellos. Algunas de estas prácticas fueron:

-Disfrazarse en Halloween: Los antiguos célticos se disfrazaban el 31 de octubre para confundir y ahuyentar los espíritus malignos.

-Regalar golosinas: Los célticos dejaban sus golosinas en las puertas para ahuyentar a los espíritus que no destruyeran sus hogares ni sus cosechas.

-Tallar calabazas: Otra técnica de espantar a los espíritus fue la de tallar caras espantosas en una calabaza. La gente esperaba que la cara le asustaría y le causaría al espíritu irse a otro lugar. ¿Estas prácticas antiguas paganas les suenan conocidas?

Más tarde en la historia la iglesia católica trató de quitar las prácticas paganas de este día por llamarlo “Hallow Eve” que significa “noche santa”, pero aún así es una noche no santa.

¿Hay gente que todavía toma al Halloween en serio?

Hay mucha gente que toma este día de ocultismo pagano muy en serio. Creyentes en la brujería aún celebran Halloween como “Fiesta a los muertos”. Satanistas consideran este día como uno de sus días más importantes.

Sino se toma el tema del ocultismo en serio, ¿qué daño puede hacer?

La Biblia habla con autoridad acerca del peligro de jugar con estas cosas. Las Sagradas Escrituras revelan que Satanás es una realidad. Es un espíritu poderoso que es enormemente inteligente y totalmente malvado y corrupto. Es el adversario de Dios y del hombre. Tiene muchos ayudantes, los cuales se les llama “demonios” o “espíritus malignos”, que trabajan bajo su mando. La Biblia nos dice que este ángel caído poderoso influye en la vida, la política, la economía y en los aspectos morales del mundo.

Hay una preocupación creciente con lo supernatural en nuestra sociedad. Tenemos un vacío espiritual que necesita llenarse. Lo podemos llenar o con el lado malvado o con el lado bueno de lo supernatural. El lado bueno es el lado que Dios quiere que exploremos. Se ha abierto por medio de Cristo Jesús Él es la llave que abre el lado bueno de los supernatural y abre la puerta al eterno mundo de Dios.

La Biblia nos dice que Satanás usa su enorme inteligencia para tratar de engañarnos. Él quiere que nos separemos de Dios y la vida eterna que ofrece por medio del Mesías. ¡No deje que Satanás le ENGAÑE y pase la eternidad sin Dios!

Una relación personal con Dios durará por siempre. Lea el libro supernatural de Dios – La Biblia. Ore a Dios que se revele él y su Mesías a usted. ¡No se deje caer en el engaño de Satanás!





Seamos fieles a Dios, no participando de ninguna práctica referente a Satanás,



30/Oct/2007 16:02 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Se ha Encontrado los Huesos de Jesús?

Kyle Butt, M.A.

Simcha Jacobovici, un director de televisión, y el director de cine James Cameron (del famoso Titanic) se han unido para producir un documental de televisión para el canal Discovery titulado “La Tumba de la familia de Jesús”. En esta producción, Jacobovici sugiere que se ha descubierto la tumba real de Jesús, completa con los osarios para Su cuerpo, el cuerpo de María Magdalena, el cuerpo de Su madre María y el cuerpo de Judá, supuestamente el hijo de Jesús. Esta afirmación extravagante, aunque supuestamente respaldada por “evidencia” científica e histórica, es otro triste ejemplo de la campaña publicitaria absurda de declaraciones sin fundamento acerca de Jesucristo.

La evidencia histórica disponible destruye completamente las aseveraciones falsas que Jacobovici hizo. Primero, la idea que se sepultaron los huesos de Jesús contradice al libro más históricamente correcto que jamás se haya escrito—la Biblia. Como los escritores de Newsweek, Miller y Chen, escribieron: “El buen sentido y la Biblia, la cual es todavía el mejor registro histórico existente de la vida de Jesús de Nazaret, argumentan en contra de las aseveraciones de Jacobovici” (2007). Ciertamente lo hacen. La resurrección de Jesucristo es el evento más documentado de la historia antigua (vea Butt, 2007). Se ha examinado los documentos del Nuevo Testamento con mucho escrutinio más allá de cualquier otro examen aplicado a otros libros históricos, y su autenticidad y fidelidad han pasmado a los observadores más escépticos. Unánimemente, los libros del Nuevo Testamento declaran que Jesucristo fue sepultado en una tumba prestada, se levantó tres días después de Su muerte y ascendió al cielo, sin dejar huesos sepultados en un osario.

Además, aparte del hecho que la idea de Jacobovici va en contra de la Biblia, otros detalles corroboran que la tumba no era de Jesús (aunque no se necesitan estos detalles para establecer la verdad). Por ejemplo, los nombres en el osario eran muy comunes. De hecho, casi un-cuarto de la mujeres en Jerusalén en ese tiempo hubieran tenido el nombre María o alguna forma derivada de este nombre (Miller y Chen, 2007). Adicionalmente, la tumba es de una familia rica y estaba localizada en Jerusalén. Pero la familia de Jesús era pobre y vivía en Nazaret. Como Alan Segal, profesor de religión en la Universidad Barnard, declaró: “¿Por qué tuviera la familia de Jesús una tumba fuera de Jerusalén si ellos eran de Nazaret? ¿Por qué tuvieran una tumba si eran pobres?” (citado en Miller y Chen).

En realidad, este “descubrimiento” reciente es nada más que un intento de sacar provecho de la campaña publicitaria creada por Dan Brown (autor del Código Da Vinci) y por gente de esa clase. Este intento carece de veracidad y erudición histórica legítima tanto que es más ciencia ficción que un documental. Este y muchos intentos futuros de infundir duda en las narraciones bíblicas vendrán y se irán, pero descanse seguro sabiendo que “la Palabra de Dios permanece para siempre”.
REFERENCIAS

Butt, Kyle (2007), “Jesucristo—¿Muerto o Vivo?”, [En-línea], URL: http://www.apologeticspress.org/espanol/articulos/3415.

Miller, Lisa y Joanna Chen (2007), “Raiders of the Lost Tomb?”, Newsweek, 5 de marzo, [En-línea], URL: http://www.msnbc.msn.com/id/17328478/site/newsweek/.


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05/Nov/2007 16:12 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Jasobeam—Valiente de David

Kyle Butt, M.A.

Encontrar diferencias entre dos textos paralelos en el Antiguo Testamento no es algo raro. Inevitablemente, cuando surgen estas diferencias el lector se enfrenta con la idea de una posible contradicción. Sin embargo, una vez que se presenta una solución plausible que puede reconciliar la diferencia, la duda desaparece. Como un buen ejemplo, considere 2 Samuel 23:8 y 1 Crónicas 11:11.

2 Samuel 23:8: “Estos son los nombres de los valientes que tuvo David: Joseb-basebet el tacmonita, principal de los capitanes; éste era Adino el eznita, que mató a ochocientos hombres en una ocasión”.

1 Crónicas 11:11: “Y este es el número de los valientes que David tuvo: Jasobeam hijo de Hacmoni, caudillo de los treinta, el cual blandió su lanza una vez contra trescientos, a los cuales mató”.

Estos dos versículos tienen similitudes llamativas así como diferencias obvias. Ambos hablan de un hombre principal de David, pero su nombre es Joseb-basebet en 2 Samuel y Jasobeam en 1 Crónicas. Esta diferencia equivale a nada más que una pequeña variación en el nombre. Por ejemplo, si usted dijera que Robert Butt escribió este artículo y otra persona dijera que Kyle Butt escribió este artículo, ambos estuvieran en lo correcto ya que el nombre del autor es Robert Kyle Butt. A menudo los pasajes paralelos en el Antiguo Testamento presentan deletreos diferentes de un nombre o nombres cuando hacen referencia al mismo individuo.

La diferencia real entre estos versículos reside en el número de hombres que Jasobeam mató una vez. Parece que el versículo en 2 Samuel dice que mató 800 hombres en una ocasión, mientras que el versículo en 1 Crónicas menciona solamente 300.

Después de contemplar y estudiar adicionalmente estos textos, llega a ser evidente que existen varias soluciones posibles para esta “diferencia”. Una de las más obvias es el error de un copista. Incluso en el lenguaje español, solamente una pequeña porción que falta del número 8 le hiciera lucir como un 3. En manera similar, el Comentario del Conocimiento Bíblico (Bible Knowledge Commentary) declara: “La diferencia puede ser el resultado del error de un escriba al copiar Crónicas ya que los símbolos numéricos hebreos para 300 y 800 lucen muy similares” (vea Walvoord y Zuck, 1985, 1 Crónicas 11:11). [Para un trasfondo general de los errores de los copistas, por favor vea nuestro artículo Escritores Inspirados y Copistas Competentes].

No obstante, incluso cuando el error de un copista representa una explicación posible para las diferencias, existen otras explicaciones. Una de ellas tiene que ver con la posibilidad que los versículos pudieran estar abordando dos ocasiones distintas cuando Jasobeam derrotó a una multitud—en una ocasión a 300 y en otra ocasión a 800. Esta puede no ser la explicación más probable, pero es una explicación posible. En cuanto a este punto, se menciona una lanza en el versículo en 1 Crónicas, pero no se menciona ningún arma en 2 Samuel. Pudiera ser que él usara armas diferentes en estos ataques.

Después de estudiar estos versículos paralelos y contemplar sus diferencias obvias, llega a ser aparente que no existe contradicción. Y se puede reconciliar fácilmente los dos versículos.
REFERENCIAS

Walvoord, John F. y Roy B. Zuck (1985), The Bible Knowledge Commentary (Wheaton, IL: Scripture Press).


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06/Nov/2007 15:56 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

El ISLAM Y EL EVANGELIO
por Dave Hunt
traducion por: Pastor Samuel Daniele

¿La Cortina islámica que separa la naciones musulmanas del resto del mundo no es impenetrable como la cortina de hierro, pero quién ha oído una sola palabra en los medios de comunicación sobre eso? En Arabia Saudita, por ejemplo, hay un completo black out respecto del Cristianismo; una persona no puede pasear con una Biblia en mano, o tener estudios bíblicos privado en su propia casa. Incluso en la embajada en la que flamea entusiasta la bandera americana, los cultos de la iglesia cristiana son cuestionados . En Arabia Saudita y en algunas otras naciones musulmanas esta previsto oficialmente la pena de muerte (y no oficialmente en todas las otras naciones musulmanas), para los musulmanes que se convierten a otras religiones.

Sólo los musulmanes pueden ser ciudadanos de Arabia Saudita. También en las naciones árabes, en que la ley islámica (el shari'a) no es impuesta por el gobierno, la influencia del Islam bloquea la libertad de palabra, de prensa, de religión y conciencia. En los territorios de la OLP, los árabes Cristianos que en el pasado tenía libertad bajo Israel, hoy sufren persecuciones, encarcelamientos y muerte por motivo de su fe. Las NACIÓNES UNIDAS o nuestros gobiernos ni siquiera protestan contra esta opresión de la cortina islámica.

Los musulmanes construyen las mezquitas y ellos ofrecen su adoración en libertad en los países occidentales, pero en sus naciones ellos niegan esta libertad a los otros. En lugar de hacer gala de esta hipocresía, los medios de comunicación buscan la manera de cubrirlo. Un escritor en medio oriente, escribió que el comunismo, incluso, nunca ha sido tan antagónico frente la fe cristiana, como el Islam.... En la China comunista de hoy, la Cristiandad está en crecimiento continuo. Pero la decisión de seguir a Cristo por parte de una persona nativa, en una nación islámica, todavía hoy, es considerado como de alta traición. Ni siquiera una iglesia oficial, que era permitida por los gobiernos comunistas, no es tolerada en los gobiernos islámicos. (G.J.O. MOSHAY,Who is this allah ? Dorchester, 1994, la pág., 111).

El Islam se extendió rápidamente con Mahoma y sus sucesores a través del jihad ("la guerra santa"). El mismo Mahoma planeó 65 campañas y personalmente dirigió 27 de ellas, con relativa agresividad y deshonestidad. Este increíble “trabajo de evangelización, hizo convertidos, "millones”, a través de la espada. Ahora está en su máximo crecimiento, El Islam ha conquistado el Norte de África y ha invadido casi toda Europa.

El Islam continúa sus conquistas en el mundo. Hoy día, los invasores, son millones de inmigrantes que convierten gente al Islam a través del engaño. Se ven mujeres muy bien peinadas, arregladas y elegante que declaran ser convertidas al Islam y estar llenas de paz y alegría. Pero si ellas estuvieran en los países islámico, se verían obligadas a llevar el velo que descubre solo los ojos, deben llevar sólo vestidos negros y largos, no podrían manejar el automóvil, podrían ser una de las cuatro esposas generalmente maltratadas por su marido, ser divorciada debido a la simple denuncia de su marido, virtualmente son esclavas bajo el shari'a. Extrañamente, Hillary Clinton, Jefa de la organización Nacional de la mujer (AHORA), y otros influyentes en la lucha por los derechos de la mujer, están callados, en lo que respecta a los abusos conocidos, del Islam, sobre las mujeres.

El propósito más serio del Islam, según el Corán, (las referencias siguientes, provienen de tres versiones) el hadith (la tradición escrita del islam), queda siempre igual: llevar a la humanidad entera al sometimiento, (éste es el significado de la palabra Islam) y para matar o esclavizar a los" infieles" (esas personas que no creen en Alá y en su profeta Mahoma - Surah 2:190-92;4:76;5:33;9:5,29,41;47:4, etc.). El Islam (en obediencia al Corán es el ejemplo del Mahometano) es la fuerza motriz que está detrás de la más gran participación terrorista actual. Mahoma declaró, "La última hora no vendrá antes de que los musulmanes, no hayan luchado y matado a los hebreos."

Los occidentales aceptan ingenuamente a Alá, quien inspirara a Mahoma como el Dios de la Biblia. Alá no tiene hijo, y rechaza la Trinidad (4:171), no es reconocible, y era el ídolo / dios pagano de la tribu de Mahoma antes que él naciera. Alá dice a los musulmanes: "No deben tener como amigos a hebreos o Cristianos… maten a los idólatras (los infieles) en cualquier parte donde se los encuentre. … Combatan contra aquellos que ...no creen en Alá y en el último Día" (5:51;9:5,29,41). Pero el Dios trino de la Biblia quiere que los hombres le conozcan (Jeremías 9:24), un conocimiento esencial de la salvación (Juan 17:3). Los hebreos son su "pueblo elegido " (Éxodo 6:7; Levítico 20:26; 1º crónicas 16:13; Salmos 105:6, etc.) y los Cristianos son sus queridos y amados hijos (romanos 8:16,21; Gálatas 3:26; Efesios 1:5;5:1, etc.).

En lugar de conversiones hechas a través de la fuerza, Cristo dijo a sus discípulos que no tenían que hacer guerras porque Su reino no era de este mundo (Juan 18:36). Además, Él les dijo a Sus discípulos: "Pero yo le digo: amad a vuestros enemigos, bendecid a quienes os maldicen, haced el bien a los que les odian, y orad por aquellos que os maltratan y os persiguen" (Mateo 5:44).

Cristo dio Su vida para salvar a los pecadores, y Sus discípulos tienen que estar dispuestos a dar su propias vidas para traer las buenas noticias al mundo. La salvación bíblica es un regalo pagado por la muerte de Cristo que dijo: “Vayan por todo el mundo, y predicad el Evangelio a toda criatura" (Marco 16:15). Este mandamiento incluye al billón de musulmanes presente en el mundo. Esto presenta un tremendo (e inevitable) desafío a cada Cristiano. ¿Cómo nosotros podremos llevar a esas personas, que podrían ser muertos en el caso de su conversión al Evangelio, o que podrían matarnos para nuestra oferta? Morir en batalla contra los infieles es la única salida segura para un musulmán, de ganar el Cielo. Sin embargo también Cristo murió por los musulmanes, y Su amor todavía nos anima.

Los esfuerzos por evangelizar a los musulmanes, han tenido escaso éxito. Recientemente, un nuevo y más fructífero acercamiento será adoptado al parecer: usar las escrituras del musulmán para presentar a Cristo. A estas instancias, los musulmanes han presentado algún material interesante (que este mes nosotros ofrecemos).

El hadith respalda el nacimiento virginal, la vida sin pecado y los milagros de Cristo qué es llamada "la Palabra de Alá." Aunque algunas partes del Corán, ampliamente habla de Cristo: que Él nació de María la virgen (Surah 3:45-47; 21:91, etc.); Él es el más grande modelo (43:57); y Él es el único que se llama "Isa," que significa Salvador (3:45). Mientras que Mahoma no pudo hacer los milagros (17:90-96; 29:50-52, etc.), Cristo los hizo por él (2:252-53;3:49); y diversamente lo hizo con otros, como Moisés que hizo los milagros por orden de Dios, Jesús hizo según su propia iniciativa (26:63, etc.), aun siendo elevado a la muerte (3:49;5:110;36:78-79, etc.). Además, el Corán declara que Mahoma era un gran pecador (9:43;40:55;47:19; 48:2;294:1-3, etc.), mientras que Jesús era sin pecado (19:17-19).

A pesar del honor y de la reverencia concedida a Jesús, el Jesús del Islam no es el mismo Jesús de la Biblia pero si "otro Jesús" (2 Cor 11:4).

Por un lado, el Corán en sus primeros pasajes honra partes de la Biblia como el" Libro" y ya sean, los hebreos, como los Cristianos se definen "como las personas del Libro", pero por otra parte contradice a la Biblia: niega que Jesús sea Dios (3:59,62;4:171) y que haya muerto en la cruz (4:157-58; 5:116-20) por nuestros pecados. La tradición islámica antigua supone que Cristo preguntó a un discípulo similar a él, reemplazarlo y que por consiguiente era un discípulo en morir en la cruz en su lugar. Otros pasajes, parecen declarar en cambio, que Cristo, realmente si murió (3:33,55;5:117;19:33), diversos estudiosos del Islam aceptan este punto de vista. El Corán niega que una persona pueda morir por otro (17:13-15; 35:18). La realidad dice que ninguna “alma oprimida” (esto es pecadora) pueda cargar los pecados de otros." De que Jesús era sin pecado, es considerado como una excepción.

El pecador, para ser completamente perdonado, tiene necesidad que sea el mismo Dios en pagar el precio de la culpa, que Su misma justicia requiere, pero este concepto es extraño en el Islam. El Corán mantiene la incertidumbre: "el perdón depende de Alá solo para esas personas que ignorantemente hacen el mal y después se convierten (con arrepentimiento) a Alá… Solo Alá salva a todos, excepto a esas personas que no quiere (4:17,106,110,116). La ignorancia o la prisa no basta para explicar porque Alá perdona a algunos y a otros no. El solo arrepentimiento no garantiza el perdón.

El ayatola Khomeini declaró: "aun cuando Salman Rushdie (el autor de "Los versos satánicos") se arrepintiese y sea el hombre más pío de todos los tiempos, cada Musulmán tiene la asignación de usar todo lo que tenga a disposición, esto significa, su vida y su riqueza, para enviarlo al infierno." En el contraste, la Biblia ofrece el perdón a todos. Cristo murió para redimir a esas personas que lo odiaban, y pidió a su Padre que perdonara a aquellos que lo crucificaron (Lucas 23:34).

En la vida real, el perdón de Alá, nunca llega a tiempo para evitar que una mano, un pie o una oreja sean cortadas como condena por un robo. Cientos de Irakíes mutilados por estos decretos islámicos inhumanos han escapado a los territorios lindantes. Ni siquiera los raptores están sometidos a semejante mutilación, porque una persona no es considerada propiedad. La fornicación no requiere de mutilación, mientras que para los pobres ladronzuelos si la ley les pesa.

El anticristo (Dajjal) es el punto central del hadith que advierte su llegada. Él es llamado el "falso Cristo", que engañará a muchos, antes del fin de los tiempos. El hadith enseña que ese Jesús volverá para destruir Dajjal al final. “Creer al día final" es una parte esencial de la fe musulmana (2:62).

Ciertamente, intentar convencer a los musulmanes a partir del Corán y el hadith, significa considerar, que esas escrituras islámicas, están inspiradas por Dios. También M.N. Anderson que ha hecho este excelente trabajo, cae en la trampa del orgullo de ser Musulmán en la página 6: "Aunque era Gabriel (citado en el Islam como el Espíritu de Alá) que transmitió el Qur'an a él (Mahoma), se ha escrito para referirse al pueblo del Libro para asegurarse, en el caso de existir la duda en lo que a que el Qur'an concierne. "Desafortunadamente, esto haría parecer que el Corán es inspirado por Dios, y que el pueblo del Libro (hebreos y Cristianos) confirmarían sus enseñanzas de la Biblia. Esta implicancia confirmaría al Musulmán en sus errores.

Las contradicciones del Corán con la Biblia han sido justificado diciendo que la Biblia es corrupta, contaminada . Pero el Corán ha sido enviado para ser guardián de la Biblia (5:48); por consiguiente, si la Biblia fuera corrupta, contaminada, el Corán habría fallado. ¡Es el mismo Libro Santo de los musulmanes en admitir que su texto es ambiguo (3:7); y los mismos musulmanes son llamados a preguntar "al pueblo del Libro (la Biblia)" para la iluminación (21:7)!

El Corán se contradice solo a si mismo. Alá creó todo "en un abrir y cerrar de ojos" (54:49,50), "en dos días" (41:9,12), "en cuatro días" (41:10), "en seis días" (7:54, 10:4;32:4), “un día equivalente al mil años" (32:5) y también a "cincuenta mil años" (70:4); Jesús no es el Hijo de Dios (4:171), y al mismo tiempo si lo es (19:17-21), etc.

Hay también algunos errores científicos en el Corán. Incluso las leyendas árabes se narran como si realmente habrían sucedido. El Corán contiene muchas supersticiones y ocultismo, sobre todo respecto del jinns (los duendes).

Para aquello que respecta al Corán, y el hadith, tenemos que evitar dar la impresión de estar de acuerdo con estas escrituras. Es necesario considerar la discusión entre Pablo y los filósofos griegos"… como algunos de vuestros poetas han dicho…" (Hechos 17:28). Pablo no quiso decir que esos escritos estaban inspirados por Dios, pero él fue mas allá de ellos para presentar el Evangelio. Paralelamente debemos ser prudentes, en ir mas allá, además de lo que diga el Corán, referente a Jesús, para presentar el verdadero Evangelio, porque de otra manera no habría base para la salvación.

Para un musulmán que se vuelve un verdadero Cristiano tiene que renunciar a los falsos dioses islámicos, Alá y su falso Evangelio de salvación por obras. Desafortunadamente, el Evangelio se ha comprometido para ser apetecible al musulmán. Diversos "convertidos" nunca han entendido realmente el Evangelio que "es el poder de Dios para la salvación de cada creyente" (romanos 1:16). El Evangelio no es ciertamente el Corán, aunque los musulmanes consideran que son salvados a través de la observancia de él. El autor de Building Bridges: Christianity and Islam (NavPress, 1997) reporta el testimonio de un musulmán convertido a la Cristiandad en Pakistán (la pág. 27): "mientras estaba escuchando al Qur'an en la radio todos los días, oía que Cristo era altamente honorado… y puesto cerca de Dios. Yo me dije: "Quién mejor que Cristo puede interceder ante Dios por mí?… Y entonces yo oré: "Señor. Isa (Jesús), yo te pido que me ayudes. Yo quiero ser consagrado a Dios a través de ti, y porque eres muy honorado y te sientas al lado de Dios, lo puedes hacer." El autor ha agregado entonces: "Después de esto, él se sintió realmente cambiado, mucho mas feliz que antes...."

Esta es una desilusión similar a esas personas quienes dicen: "Señor., Señor.¿, nosotros hemos profetizado en tu nombre y en tu nombre echamos al demonio proscrito y hemos hecho en tu nombre muchas obras poderosas?" ¡Entonces Jesús declarará a ellos: "yo nunca los he conocido; aléjense obradores de maldad!" (Mateo 7:21-23). Pídele al Isa del Islam, interceder por alguien, no lo salvará. Es necesario creer en el Evangelio para ser salvo: "les recuerdo, hermanos, el Evangelio que yo he anunciado, que ustedes también han recibido, en que también estáis firme, mediante el cual sois salvados, con tal de que retengan lo que yo les he anunciado; a menos que no hayan creído en vano. Porque antes que nada les he transmitido como yo lo he recibido, que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; fue sepultado; que ha resucitado el tercer día, según las Escrituras" (1 Corintios 15:1-4); "para que quienquiera crea en él tenga la vida eterna." (Juan 3:15). Este Evangelio no está presente en el Corán, ni en los testimonios de " convertidos", no hay nada que indique un real conocimiento y fe en ello.

El mismo autor declara que el "60% de los musulmanes que se acercan a estos métodos explicados en el libro, han puesto su confianza en Cristo…" Ni Cristo y sus apóstoles igualaron un porcentaje tan alto de convertidos. Jesús dijo que son pocos los salvados (Mateo 7:13-14). El autor agrega entusiasta mente que los musulmanes convertidos a Cristo "permanecen (durante años) en sus comunidades islámicas… sin ser detectados por los otros miembros de la comunidad" (la pág. 10) .Jesús dijo sin embargo que "serian odiados por todos por causa de mi nombre" (Mateo 10:22). ¿Todos los hombres, excepto el musulmán?

Nosotros queremos ser sabios, y presentar el Evangelio sin ser inútilmente ofensivos (1 Corintios 10:32), sean musulmanes, oh, a quienquiera que el Señor nos de la gracia de presentar "las riquezas insondables de Cristo" (Efesios 3:8). Pero hay una ofensa inevitable sin embargo, debido a Cristo (Mateo 26:31; romanos 9:33; 1 Pedro 2:8) es la Cruz (Gálatas 5:11), tenemos que prestar atención en el presentar el Evangelio, en que es necesario creer para ser salvo. Sería de condenación para las almas, si, para hacer recibir el evangelio al mundo, introdujéramos otro Evangelio, aceptable para el mundo.

The Berean Call
E-mail: tbc@cet.com

"Oh las personas eran de sentimientos más noble que aquellos de Tesalónica y recibieron la palabra con toda la prontitud, examinando todos los días las Escrituras para ver si estas cosas eran así." (Hechos 17:11)



10/Nov/2007 14:19 GMT+1
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peterx
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Santos verdaderos: ni de Roma, ni de broma
Cuando te acercas a otras culturas y religiones observas la necesidad que tiene el ser humanos de buscar aquello trascendente, que le supera y no puede controlar, con el fin de encontrar una solución a su insatisfacción interior. En algunos países de Asia te puede causar hilaridad el hecho de saber que tienen 300.000.000 de dioses, o que si te portas mal en esta vida, re-aparecerás convertido y re-encarnado en un sapo o un áspid, pero al mismo tiempo nos parece normal que siendo monoteístas, convivamos en una cultura cargada de imágenes e ídolos (que la mayoría de este país denomina SANTOS)




Y por si fuese poco, le acompañan todo tipo de manifestaciones marianas. Quizás en España aún no hayamos llegado a los trescientos millones de dioses de las otras religiones, pero pienso que vamos por buen camino.

Un verdadero santo no es el que suben a los altares de Roma, en el que puedes confiar como mediador o en el que debes depositar el óbolo correspondiente para obtener el favor solicitado. Un Santo es una persona que ha nacido de nuevo. Sí, hay santos vivitos y coleando, permítanme la expresión, y cualquiera que quiera comprobarlo solo tiene que leer las cartas del Apóstol Pablo, donde observará que se dirige a los santos de esta u otra iglesia. ¿Es que estaban todos muertos en las iglesias a las que escribía, llenos de velas encendidas y rodeadas de rezos y retahílas?. En ninguna manera. Todos eran nacidos de nuevo e hijos de Dios (Juan 1:12).

El día de todos los santos la gente recuerda a sus muertos y todavía reza por ellos. Los protestantes no podemos hacerlo porque la Biblia nos enseña que después de la muerte viene el juicio, además, el aceptar o rechazar a Cristo es decisión de la persona, y si Dios da esa oportunidad, quién somos nosotros para seguir rogando a Dios, por alguien que no quiso saber nada de Él.

Hace poco compartía con un amigo de la India el Evangelio. Además otro le acompañaba. Les decía que quién tiene a Cristo tiene la vida, quién no tiene a Cristo no tiene la vida y la ira de Dios está sobre él. El primero escuchaba y el otro se reía interiormente expresándolo con una tímida sonrisa. Después se levantó y se marchó. ¿Cuántas veces vas a rechazar la Obra de la Cruz de Cristo, amigo?. Uno de los versículos que más respeto me producen es aquel que nos dice que un día Dios se reirá de ellos. Estoy seguro que no quiere reírse de nadie; antes bien, quiere que todos procedan al arrepentimiento y sean salvos, mas Dios en su omnisciencia sabe lo que va a acontecer en breve.

Las tradiciones de este mundo nos atan y nos oprimen, sin embargo Dios libera, transforma y salva. Dice la Biblia “porque existe y sólo Dios y un sólo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.

Todos los otros santos y vírgenes, son un buen medio para apartarnos de Dios y ser engañados por Satanás, en el cual, curiosamente pocos creen, y como decía el poeta gallego Curros Enríquez, hasta los niños se ríen de él.

Jose L. Fdez. Díaz

11/Nov/2007 11:35 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Qué hace que la Biblia sea diferente de cualquier otro libro?

La Biblia nos viene con una afirmación que no hace ningún otro libro del mundo que sea digno de una verdadera atención. No me será necesario referirme al Corán, ni a los libros sagrados del los hindúes o de otras naciones orientales, ni a las pretensiones sin sustancia de los mormones y de otros grupos. Puede que sus seguidores reclamen inspiración para los mismos, pero nadie aquí estaría dispuesto a dar ninguna consideración a tal pretensión.

Dejando de lado estos productos del fanatismo y del paganismo, si comparamos la Biblia con otros libros buenos y útiles, descubrimos que se levanta sobre una base inconmensurablemente más elevada que incluso los mejores entre ellos. Los libros escritos por consagrados hombres de Dios son de lectura útil y provechosa, y sus escritores pueden haber tenido la ayuda del Espíritu Santo mientras los escribían. Pero, con todo, las palabras de tales libros son las palabras de sus escritores, y no las mismas palabras de Dios. En el caso de la Biblia, es diferente. Sus palabras han sido dadas divinamente. «Toda la Escritura es inspirada por Dios» (2 Timoteo 3:16). Es decir, la Biblia fue escrita, no porque el Espíritu santo sugiriese pensamientos buenos y santos a los escritores (como puede suceder en la actualidad), sino por la inspiración de las palabras mismas a fin de impedir toda posibilidad de error o imperfección. Las Sagradas Escrituras, tal como fueron dadas al principio, son como su Divino Autor —perfectas. Esta es la verdad que deseo mantener, por la gracia de Dios.

¿Cómo puede usted demostrar que la Biblia está inspirada?

El cristiano que conoce y ama su Biblia encontrará en sus maravillosas excelencias, y en la manera en que habla a su corazón y afecta a su conciencia, una suficiente prueba de su origen divino.

Si te encontrases en aquella calle de allí al mediodía, no necesitarías que nadie te demostrase que el sol resplandece. Sentirías su calor, y esto te sería suficiente. Y si recibieras un profundo corte de una navaja de afeitar, ¿necesitarías alguna otra prueba de que está afilada? De la misma manera, cuando uno siente su corazón ardiente por la lectura de este bendito Libro, como solo el amor divino lo puede hacer arder; y cuando la conciencia se siente afectada, como solo la voz de la autoridad divina la puede afectar —uno tiene prueba de la inspiración de las Escrituras.

Las evidencias externas son cosas débiles para descansar la fe sobre ellas. Pero en el caso de la Biblia, no están en absoluto ausentes.

El maravilloso y detallado cumplimiento de sus profecías; la perfecta armonía entre sus diversas partes, redactadas como lo fueron bajo diversas circunstancias y en diferentes épocas; el fracaso absoluto de sus críticos en su intento de fundamentar sus acusaciones de imperfección; la imposibilidad para la mente humana, por muy instruida y culta que sea, para sondear y agotar sus enseñanzas —todos estos y muchos otros hechos dan testimonio de la autoría divina de la Biblia.

¿Cómo concuerda la inspiración divina de la Biblia con el hecho de que sus diversas partes fueron escritas por hombres?

Se empleó a hombres para escribir las palabras, y con este propósito se seleccionaron escritores cuyo carácter, posición o historia les hacían especialmente idóneos para comunicar la revelación que les fue dada. Pero las palabras por medio de las que ellos hicieron sus respectivas comunicaciones eran tan verdaderamente las verdades del mismo Dios como si Su propio dedo las hubiera grabado.

Ilustremos lo que quiero decir con ello. Cuando Moisés fue llamado a la cumbre del monte, recibió la ley grabada en dos tablas de piedra, «escritas con el dedo de Dios» (Éxodo 31:18). Sin emplear ningún instrumento humano, el mismo Dios había escrito las palabras. «Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas» (Éxodo 32:16).

Pero cuando Moisés descendió del monte y encontró al pueblo clamando y danzando en honor de un becerro de oro, con un impulso de ira justiciera rompió a trozos las tabletas que Dios le había dado.

Tras esto, Moisés fue vuelto a llamar a la cumbre del monte para una nueva entrega de las tablas, pero en este caso Moisés debía preparar el material (Éxodo 34:1), y aunque Dios de nuevo emprendió escribir Sus palabras sobre ellas, fue por mano de Moisés que las iba a escribir. «Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras» (v. 27). Pero aunque fue la mano de Moisés la que en esta ocasión escribió estas palabras, eran tan verdaderamente las palabras del mismo Dios como cuando Su propio dedo las había escrito; de modo que Moisés pudo decir: «Estas son las cosas que Jehová ha mandado que sean hechas» (Éxodo 35:1).

Esto nos servirá de ayuda para comprender como unas palabras escritas sobre materiales fabricados por hombres, y por dedos humanos, pueden sin embargo ser los mismos dichos de Dios. Así son las palabras de la Biblia.

Si pasamos a Hechos 1:16, veremos que las palabras de las Escrituras se describen así. El apóstol Pedro, citando del Antiguo Testamento, designa la cita como una escritura «que el Espíritu Santo habló antes por boca de David». También, en Hechos 28:25, Pablo exclama: «Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías».

Los hay que pretenden haber encontrado contradicciones y errores en la Biblia. ¿Qué dice usted acerca de esto?

Por lo general es fácil demostrar que los errores existen en las mentes de los críticos, y no en la Biblia. Tomemos, por ejemplo, la pretendida discrepancia entre la enseñanza de Pablo y la de Santiago acerca del tema de la justificación. El primero dice que somos justificados por la fe, el segundo que somos justificados por las obras. Pero, al examinar la cuestión, encontramos que la justificación de la que habla Pablo es la justificación ante Dios; mientras que Santiago habla de la justificación delante de los hombres, algo totalmente diferente. Así, la acusación de error cae sobre la cabeza del crítico, que resulta culpable de superficialidad y de falta de discernimiento.

Tomemos otro ejemplo. En el Evangelio de Mateo, se dice que el llamado «Sermón del Monte» fue pronunciado en un monte, donde el Señor Jesús se sentó y enseñó a Sus discípulos. «Pero», dice el crítico, «en el Evangelio de Lucas se dice que este mismo sermón fue pronunciado mientras el Señor estaba de pie, y además no en un monte, sino en un lugar llano» (Lucas 6:17). ¡Y presentan este ejemplo como una prueba concluyente de contradicción entre los escritores de los Evangelios!

Yo más bien hubiera pensado que esta no es más que una prueba concluyente de la ceguera de los presuntuosos críticos de la Biblia. Porque, incluso si suponemos que el sermón registrado por Mateo y el que nos da Lucas fuesen exactamente el mismo, palabra por palabra (lo cual distan de serlo), no sigue de ello que haya ninguna contradicción entre ambos relatos. Allí donde el Señor iba, predicando el evangelio del Reino, tenía el mismo mensaje que proclamar, y es muy probable que expusiera las mismas verdades, en términos idénticos o semejantes, en diferentes localidades. ¿Qué hay pues que nos impida creer que en una ocasión el Señor pronunció las palabras que aparecen en Mateo, sentado en la ladera de un monte, y en otra ocasión las palabras que aparecen en Lucas, de pie en un lugar llano? Este parece ser el caso.

Bien lejos de ser un ejemplo de imperfección en la Biblia, se trata de otro ejemplo de su maravillosa y detallada perfección. Porque en Mateo se presenta al Señor como el largamente esperado Mesías de los judíos, el Siloh a quien se congregarían todos los pueblos. La gran carga de Su mensaje que se presenta de este modo era «Venid a Mí». ¡Qué apropiada es entonces la imagen que Mateo dibuja del Señor sentado en el monte, con Sus seguidores reunidos en torno a Él!

Pero en Lucas El se presenta como el Hijo del Hombre, que descendió en gracia celestial para satisfacer la necesidad del hombre pecador. La carga del mensaje evangélico en Lucas no es tanto «Venid a Mí» como «Yo he venido a vosotros». «Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10). De ahí que Su descenso al lugar llano para pronunciar el sermón es el incidente seleccionado para el retrato mediante la pluma de Lucas, en hermosa armonía con el propósito de su evangelio.

Así es como quedan los críticos.

Un microscopista o un químico, por diestros que sean, nunca podrán satisfacer su hambre mediante la disección o el análisis del plato de alimento que tienen delante de ellos. Tampoco nosotros, si ocupamos el sillón del crítico, prosperaremos con nuestro estudio de la Palabra de Dios. Es con un espíritu humilde, como el de un niño, que deberíamos alimentarnos de lo que Dios nos ha dado para alimento de nuestras almas, y dejar la búsqueda de faltas a aquellos que deseen permanecer flacos y famélicos toda su vida.

¿No hay muchas cosas en la Biblia muy difíciles para que los cristianos jóvenes las comprendan?

Sí, sin duda alguna; pero, por otra parte, hay mucho que el más sencillo creyente puede comprender y de lo que se puede alimentar. Se cuenta una historia de una vieja señora que comparaba la lectura de la Biblia con comer un plato de pescado. «Cuando llego a una espina», dice, «no me preocupo porque no la puedo digerir. La pongo a un lado y sigo comiendo aquella parte del pescado que puedo asimilar. Y cuando leo la Palabra de Dios, si llego a algo que va más allá de mi pobre comprensión, no me preocupo por ello, solo lo dejo hasta aquel momento en que el Señor quiera darme mejor entendimiento, y, entretanto, dirijo mi atención a la abundancia de preciosas verdades que son suficientemente sencillas para que yo las comprenda, y consigo muchas buenas comidas para mi alma con ello».

Esta vieja señora era sabia, y yo querría aconsejar a todos los jóvenes cristianos que lean sus Biblias en base a este mismo principio. Lo que encuentren difícil de comprender lo pueden dejar para una futura consideración, o bien pueden buscar la ayuda de algún cristiano espiritual que esté más avanzado que ellos en las cosas de Dios.

¿No hay peligro de que los cristianos jóvenes interpreten erróneamente la Biblia, y que con ello se perjudiquen espiritualmente?

No solo hay el peligro, sino la certidumbre de interpretar erróneamente las Escrituras si confiamos en nuestro propio entendimiento para su estudio. Solo hay una Persona en la tierra que pueda interpretar correctamente para nuestras almas la bendita enseñanza de la Palabra de Dios. Me refiero al Espíritu Santo. Pero Él está aquí, entre otras razones, con el propósito expreso de iluminar nuestras almas con el conocimiento de la verdad. Fue Él, en primera instancia, el autor de las palabras de la Biblia, y Él puede nos aclarar su significado. Él es el Divino Intérprete del Libro Divino.

Gracias a Dios, no somos abandonados al juicio privado para la interpretación de las Escrituras, ni dependemos de las decisiones de eruditos doctores, ni de los pronunciamientos de ninguna pretendida autoridad humana, sea papal o de otra clase. Tenemos al mismo Espíritu Santo como nuestro Maestro y Guía. El que lea su Biblia en una sencilla y ferviente dependencia de Su enseñanza no quedará decepcionado. Será guardado de muchos errores, y será alimentado con la mejor flor de harina del trigo más selecto.

Si un joven cristiano fuese a decir: «Me gustaría estudiar mi Biblia, pero no sé por dónde empezar», ¿cómo le aconsejaría?

Esta es una pregunta de difícil respuesta, porque mucho depende del grado de familiaridad que se tenga con las Escrituras.

Se podría comenzar estudiando las maravillosas parábolas que se nos dan en el Evangelio de Lucas, que exponen de una forma tan sobresaliente la gracia de Dios. Me refiero a las parábolas del hijo pródigo, de la gran cena y del buen samaritano.

Por otra parte, se podrían escudriñar las Escrituras para descubrir lo que dicen acerca de cualquier cuestión determinada que pueda estar pesando en la mente.

Pero en particular recomendaríamos a todos los cristianos jóvenes que lean por sí mismos las porciones de las Escrituras que se nos proponen en nuestras reuniones públicas, aquellas mediante las que se expone el evangelio, o aquellas que se puedan escoger como tema de una lectura bíblica o de una conferencia. Estas porciones se seleccionan a menudo con vistas especialmente a las necesidades espirituales de los creyentes jóvenes, y se deberían estudiar en privado después de haberse considerado en la reunión.

¿Hay algunos puntos no esenciales en la Biblia?

Parece bien poco probable que Dios se hubiera preocupado de darnos una revelación de cosas para que podamos contemplarlas con indiferencia.

Demasiadas veces nos parecemos a los viejos astrónomos que consideraban la tierra como el centro del universo, y que así razonaban. Somos proclives a considerarnos como la figura central del maravilloso plan de Dios, y a considerar cualquier cosa de la que no veamos una relación inmediata con nuestra propia bendición como un punto «no esencial». Pero esta es una manera profundamente egoísta de considerar esta cuestión. La realidad es que Cristo es el centro de todos los planes y propósitos de Dios, y lo que se revela es con vistas a Su gloria. Puede que no veamos como alguna verdad en particular nos afecta a nosotros, pero si está de alguna forma relacionada con la gloria de Cristo, ¿puede algún corazón leal considerarla como «no esencial»?

Así, podemos estar seguros de que todo en la Biblia es esencial —esencial para la gloria de Cristo y para la integridad de la revelación de Dios, y si intentamos prescindir de ninguna de sus partes, seremos por ello mismo perdedores.

¿Aconsejaría usted a un inconverso que proceda a leer la Biblia?

Desde luego, porque sus palabras son palabras de vida. No quiero decir con esto que los hombres puedan salvarse por la lectura de la Biblia. Uno puede haberse leído la Biblia entera y poder repetirla de memoria capítulo por capítulo, y sin embargo no ser salvo.

Pero hay incontables ejemplos conocidos de almas a las que les ha llegado la voz de Dios con poder vivificador a través de las páginas de las Escrituras. El Espíritu Santo aplica algún pasaje a la conciencia, y es así el medio de despertamiento y bendición. Incluso ha habido incrédulos que, estudiando la Biblia con el deseo de encontrar fallos en ella, han sido despertados y llevados a Cristo por lo que han encontrado en ella; ha habido paganos, en lugares donde nunca se ha oído la voz del predicador, que han obtenido copias de la Palabra de Dios, y que han encontrado vida y bendición en Cristo por medio de ella.

¿Está usted en favor de enseñar la Biblia a los niños?

Totalmente. Los padres cristianos descuidan un deber de la mayor importancia si no emprenden saturar las mentes de sus pequeños con las verdades de la Palabra de dios. Es cierto que para que estas verdades tengan efecto ha de haber una obra del Espíritu Santo en el alma; pero si la mente está saturada con las Escrituras desde la juventud, hay material que el Espíritu Santo puede usar en cualquier ocasión posterior. ¡Cuántos hay que, durante la madurez, han recordado algún pasaje de las Escrituras que habían aprendido en su niñez, y este pasaje ha hecho una impresión tan poderosa sobre sus almas que ha resultado en su conversión! De modo que incluso si hemos de esperar muchos días, o años, para que la semilla brote, es bueno sembrarla en las mentes de nuestros niños. Podemos estar seguros de que si no impregnamos sus mentes con la enseñanza del Libro de Dios, Satanás estará bien listo para aprovecharse de ello y plantar allí sus malos pensamientos. Así, por todos los medios, enseñad a vuestros hijos, y que reciban la enseñanza de las verdades de la santa Palabra de Dios.

Doce Diálogos Bíblicos -
Harold P. Barker y otros.
Traducción del inglés: Santiago Escuain
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12/Nov/2007 09:25 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Exponen en Ginebra un manuscrito de Calvino, benevolente con los suicidas
GINEBRA, 12/11/2007 ( AFP. / ACPress.net)

Los protestantes calvinistas con frecuencia han mostrado cierta benevolencia hacia el suicidio. Así lo muestra una carta del célebre pastor Juan Calvino expuesta desde esta semana pasada en el Museo Internacional de la Reforma en Ginebra.

El manuscrito se conserva en perfecto estado, y fue comprado por un coleccionista y tras su muerte, el documento fue puesto de nuevo a la venta. En el pasado mes de julio, a petición del Museo de la Reforma, un grupo de mecenas adquirió la carta durante una subasta de Christie´s en Londres por 70.000 libras (alrededor de 100.000 euros) y la donó después al museo.

El documento de Calvino, robado de los archivos del Estado de Ginebra a mediados del siglo XIX, reapareció públicamente en 2002 durante una subasta de Sotheby´s.

El manuscrito de Calvino, expuesto con su trascripción escrita, presenta, según los responsables del establecimiento, una faceta "más luminosa" del reformador protestante, y le hace mostrar su lado más humano.

CALVINO Y EL SUICIDA
Esta carta fue escrita en 1545, tras la visita de Calvino a un moribundo que se había apuñalado a sí mismo en el vientre para terminar con sus sufrimientos de tuberculoso en una situación física lamentable.

En la carta se puede leer la siguiente frase: "Le hice muchas reprimendas (...). Le pregunté si no pedía el perdón de Dios por lo que había hecho y si no tenía confianza, sabiendo que Él le tendría aún misericordia".

El texto es un informe que Calvino escribió para la policía de Ginebra. En este "informe", también puede leerse las siguientes palabras de Calvino: "Le exhorté con mis palabras a armarse de paciencia y a consolarse en la gracia de Dios”.

A pesar de la indulgencia de Calvino, el caso del suicidio de Jean Vachat, del que fue testigo, no tuvo un final feliz. Aunque según Calvino, Vachat se arrepintió en dos ocasiones, sus restos no fueron enterrados en la tumba familiar, como había pedido el pastor Calvino, sino al pie de la horca en la que se ejecutaba a los condenados a muerte.

Sandra Coram-Mekkey, colaboradora científica en los archivos de Estado de Ginebra, haciendo un análisis del texto, explica, que en estos casos el suicidio concernía a la justicia penal. Se llevaba a cabo un juicio al suicida –bien contra el muerto o bien contra el superviviente- y la sentencia podía ser ejecutada sobre el cadáver en caso de fallecimiento del suicida.

Coram-Mekkey cita que en la Enciclopedia del Protestantismo, la clemencia de Calvino, así como otros ejemplos similares, tienden a mostrar que el protestantismo era benevolente en la práctica del entierro de suicidas. Benevolencia, que por ejemplo no existía en el caso del catolicismo romano, que condenaba sin excepción a los suicidas a ser enterrados fuera del “camposanto” católico, lo que significaba que moría condenado y “fuera de la Iglesia”.

Por ello, esta postura del protestantismo, que era impensable en el catolicismo, muestra una nueva dimensión teológica muy distinta y con mayor énfasis en la posibilidad de arrepentimiento, gracia y perdón.

14/Nov/2007 11:37 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Oyendo a Dios en el Siglo Veintiuno

Eric Lyons, M.Min.

En el Huerto del Edén, Dios habló directamente a Adán, mandándole que no comiera del árbol de la ciencia del bien y del mal (Génesis 2:16-17). Siglos después, “vino la palabra de Jehová a Abram en visión” mientras moraba en la tierra de Canaán (Génesis 15:1). El patriarca Jacob recibió un mensaje de Jehová por medio del “ángel de Dios” que le habló en sueños” (Génesis 31:11). El Señor habló directamente a Moisés desde la zarza ardiente en el Monte Horeb (Éxodo 3-4). El ángel Gabriel trajo mensajes de Dios a Zacarías, quien moraba en Jerusalén (Lucas 1:11-21) y a María, la madre de Jesús, quien vivía en Nazaret (Lucas 1:26-33). Incluso Pablo, quien estaba en su camino a Damasco para encarcelar a cualquier cristiano judío que encontrara, recibió una “visión celestial” (Hechos 26:19; cf. Hechos 9). Parece que la lista de las apariciones de Dios a los hombres es casi interminable. Ningún creyente en la Biblia cuestiona el hecho que Dios ha revelado mensajes a los hombres muchas veces, sea directamente o a través de medios diferentes a la revelación escrita.

La pregunta que ha menudo se hace hoy es, “¿Cómo oímos a Dios ahora?”. ¿Todavía se comunica Dios con la gente a través de sueños y visiones como en los tiempos bíblicos? ¿Deberíamos esperar que nos llame directamente en algún momento para hacer una gran obra, como le llamó a Saúl? ¿Enviará Dios a un ángel para que me dé a conocer más revelación que la que se da en la Biblia? O, así como Elí instruyó a Samuel, ¿debería “ir y acostarme” y esperar que Jesús me revele algún mensaje (1 Samuel 3:9-10)? En vista del hecho que por milenios Dios se comunicó con la gente directamente o a través de medios diferentes a la revelación escrita, ¿cómo algunos afirman hoy que Dios se comunica al hombre solamente a través de la Biblia? ¿Exactamente cómo “oímos a Dios” hoy?

Según Hebreos 1:1-2, “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo” (énfasis añadido). Haciendo un contraste entre los profetas de la antigüedad (e.g., Moisés y Elías) y Jesús, Dios instruyó a Pedro, Jacobo y a Juan, diciendo, “Este [Jesús—EL] es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd” (Mateo 17:5, énfasis añadido). Jesús informó a Sus oyentes en una ocasión de la razón por la que debemos “escucharle”: “El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero” (Juan 12:48, énfasis añadido). Para agradar a Dios, debemos aprender y obedecer las palabras de Jesús.

Pero ¿cómo “oímos” a Jesús? Según el Nuevo Testamento, la gente llega a conocer a Jesús y Sus palabras por medio de las enseñanzas de los apóstoles. Considere la siguiente línea de razonamiento de las Escrituras.

La noche de la traición de Jesús, Él oró, diciendo, “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan 17:20-21, énfasis añadido). La palabra “ellos” hace referencia a aquellos por los cuales Jesús estaba orando en los versículos anteriores (17:6-19)—los apóstoles. Jesús oró por la unidad de los futuros creyentes, lo cual Él declaró que se basaría en las “palabras” de los apóstoles.
En esa misma noche, Jesús dijo a los apóstoles: “De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió” (Juan 13:20, énfasis añadido). Después de Su resurrección, y antes de Su ascensión al cielo, Jesús dijo a estos mismos discípulos: “Como me envió el Padre, así también yo os envío” (Juan 20:21). Entonces, recibir las enseñanzas de los apóstoles es recibir las enseñanzas de Jesús.

Pero ¿cómo recibimos la doctrina de los apóstoles hoy? Ya que todos los apóstoles están muertos, ¿a través de qué medio nos hablan en el siglo veintiuno? Pablo respondió a esta pregunta en Efesios 3:1-5.

Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu (énfasis añadido).

Hoy se puede entender el “misterio de Cristo” a través de la revelación escrita de hombres como Pablo, quienes recibieron la Verdad “por revelación de Jesucristo” (Gálatas 1:11-12).

Todavía, algunos pueden preguntar: “¿No ha habido hombres durante los siglos, incluso en el siglo veintiuno, que han sido inspirados por Dios para revelar Su mensaje?”. Realmente, la Biblia indica que toda la Verdad necesaria para la salvación se reveló durante la vida de los apóstoles. La noche antes de Su crucifixión, Jesús prometió a Sus apóstoles que después de Su partida, el Espíritu vendría y les guiaría “a toda la verdad” (Juan 16:13), les enseñaría “todas las cosas” y les recordaría “todo” lo que Jesús les enseñó (Juan 14:26). Después de Su crucifixión y resurrección (pero antes de ascender al cielo), Jesús entonces mandó a estos mismos discípulos a “haced discípulos a todas las naciones...enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28:19-20, énfasis añadido). La “fe...ha sido una vez dada a los santos” en el primer siglo (Judas 3), así que desde ese tiempo los cristianos tienen “todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad” (2 Pedro 1:3).

Oír la voluntad de Dios en el siglo veintiuno es tan fácil como tomar la Biblia providencialmente preservada y leer lo que los apóstoles y profetas de Jesús registraron para nuestro beneficio. La revelación de Dios nos prepara completamente para toda buena obra (cf. 2 Timoteo 3:17), tanto que no se necesita ningún mensaje, sueño o visión moderna. Casi dos mil años atrás, Dios reveló “toda la verdad” a los apóstoles y profetas que la registraron “por inspiración”. Esta “verdad” es el estándar por el que la gente debe vivir. Y cualquiera que enseñe un mensaje contrario perecerá eternamente (cf. Gálatas 1:8-9).


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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Quién Incitó a David a Censar a Israel?

Eric Lyons, M.Min.

Los censos bajo la Ley de Moisés no eran inherentemente malos. De hecho, Dios realmente mandó a Moisés a contar a los soldados israelitas en dos ocasiones diferentes—una vez en el segundo año después de su libertad de la esclavitud egipcia y otra vez alrededor de cuarenta años después, cerca del final de las andanzas de Israel en el desierto (Números 1:1-3,19; 26:2-4). Aunque el libro de Números describe muchas de las experiencias de los israelitas mientras vagaban a través de una tierra estéril, el libro toma su nombre (asignado primeramente por los traductores de la Septuaginta) de estos dos censos de los israelitas. En realidad, los censos eran una práctica legítima bajo la ley antigua (cf. Éxodo 30:11-16). Sin embargo, algunas veces los motivos de una persona pueden convertir a las acciones legales en obras pecaminosas (cf. Mateo 6:1-18). Este fue el caso con el Rey David cuando decidió contar a los israelitas en la última parte de su reino. Dios no mandó que se hiciera un censo, ni tampoco David lo instigó por una causa noble. En cambio, la Biblia implica que las intenciones de David (y por ende sus acciones) fueron deshonrosas, imprudentes y pecaminosas (cf. 2 Samuel 24:3,10et.seq.).

Para muchos lectores de la Biblia, los relatos paralelos que describen el censo que David realizó en Israel (en 2 Samuel 24 y 1 Crónicas 21) poseen un problema serio. “¿Por qué 2 Samuel 24:1 declara que Dios ‘incitó’ a David en contra de Israel, mientras 1 Crónicas 21:1 dice que Satanás fue el que “se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel’”? ¿Pueden ser correctos ambos pasajes, o es esta una contradicción?

La palabra hebrea wayyaset, traducida “incitó”, es idéntica en ambos pasajes. Se describe las acciones de Dios y Satanás con la misma palabra. La diferencia yace en el sentido en que se usa la palabra: Satanás incitó (o tentó—cf. 1 Tesalonicenses 3:5) a David más directamente, mientras se dice que Dios incitó a David porque permitió que se realizara esa tentación. Los hebreos a menudo usaban los verbos activos para expresar “no la realización de algo, sino el permiso de algo que se dice que el agente hace” (Bullinger, 2898, p. 823, énfasis en original). A través de la Biblia, los escritores inspirados a menudo describen la permisividad de Dios como algo que el Señor hace.

El libro de Éxodo registra que “Dios endureció el corazón de Faraón” (Éxodo 7:3,13; 9:12; 10:1 et.al.), pero Dios no forzó directamente a Faraón a rechazar Su voluntad. Dios endureció su corazón en el sentido que proveyó las circunstancias y ocasión para que Faraón rechazara Su voluntad. Dios envió a Moisés para anunciar Sus demandas ante Faraón, incluso acompañó a Sus palabras con milagros—para confirmar el origen divino del mensaje (cf. Marcos 16:20). Faraón decidió resistir las demandas de Dios. Dios simplemente proveyó la ocasión para que Faraón demostrara su actitud inflexible. Si Dios no hubiera enviado a Moisés, Faraón no hubiera enfrentado el dilema de liberar o no a los israelitas. Así que Dios fue ciertamente el iniciador de las circunstancias que guiaron al pecado de Faraón, pero Él no fue el autor (o causa directa) del desafío de Faraón (vea Butt y Miller, 2007).

Otro caso en que se encuentra este lenguaje idiomático es el libro de Job. De hecho, la situación en cuanto a la incitación de Dios y Satanás para que David censara a Israel probablemente se asemeja más a los primeros dos capítulos de Job que a ningún otro pasaje de la Escritura. Satanás entró a la presencia de Dios en dos ocasiones diferentes en Job 1-2. La primera vez, acusó al justo Job de solamente servir a Dios a causa de las bendiciones que Dios le concedía (1:9-11). Dios entonces permitió que Satanás afligiera a Job con sufrimiento, diciendo a Satanás, “He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él” (1:12). Después que Satanás usó agentes humanos y naturales para destruir la riqueza y a todos los hijos de Job (1:13-19), regresó a la presencia del Señor. Note el intercambio de palabras entre Dios y Satanás (en vista del pensamiento idiomático hebreo: se dice que Dios hace lo que permite).

Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa? Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida. Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza (Job 2:3-7, énfasis añadido).

Aunque Dios sabía que Satanás era la causa directa del sufrimiento de Job (registrado en el capítulo uno), Él dijo a Satanás: “tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa” (2:3, énfasis añadido). Como resultado de la fidelidad de Job durante ese tiempo de sufrimiento, Satanás entonces propuso un nuevo desafío a Dios, diciendo, “Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia (vs. 5). Básicamente, Dios dijo, “Bien, lo haré”, pero Él realmente no lo hizo de una manera directa. Simplemente permitió que Satanás lo hiciera: “He aquí, él [Job—EL] está en tu mano; mas guarda su vida” (vs. 6). Así que Satanás “hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza” (vs. 7). El diálogo de Dios y Satanás en Job capítulo 2 no deja duda que los escritores inspirados a menudo describen lo que Dios permite que pase como algo que Dios hace. El autor inspirado del libro de Job incluso reitera este punto cuarenta capítulos después, cuando escribe: “Y vinieron a él [a Job—EL] todos sus hermanos y todas sus hermanas, y todos los que antes le habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y se condolieron de él, y le consolaron de todo aquel mal que Jehová había traído sobre él” (42:11, énfasis añadido).

En su comentario sobre 2 Samuel, Burton Coffman mencionó que el mismo principio todavía opera en la dispensación cristiana.

Pablo señaló que Dios realmente incita a la gente que no ama la verdad, sino que se complace en la injusticia, a creer la mentira y ser condenada (2 Tesalonicenses 2:9-12).

“Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados, etc.” (1992, p. 329).

Las personas referidas en 2 Tesalonicenses 2 hicieron la decisión de rechazar la verdad de la Palabra de Dios (cf. vs. 10), y creer la mentira. Dios envía un poder engañoso en el sentido que controla la crisis del mundo.

El problema de cómo un Dios amoroso puede enviar un “poder engañoso” (2 Tesalonicenses 2:11), endurecer el corazón de alguien (Éxodo 9:12) o incitar a alguien a pecar (como en el caso del censo que David hizo en Israel—2 Samuel 24:1), puede compararse a la obra de Dios en la naturaleza. En un sentido, se puede decir que Dios mata a alguien que salta de un edificio de 100 pisos, ya que Dios fue el que estableció la ley de gravedad (pero Él no forzó a la persona a saltar del edificio). Algunos escritores inspirados escribieron desde este punto de vista, lo cual era una costumbre en su cultura.

Ciertamente, así como Faraón endureció su corazón porque Dios proveyó la ocasión para que lo hiciera, y así como Job sufrió porque Dios permitió que Satanás golpeara a Job con calamidades, Dios permitió que Satanás incitara a David a pecar (1 Crónicas 21:1). Israel sufrió como resultado directo de la obra de Satanás en la vida del Rey David, lo cual Dios permitió. Por ende, se puede decir legítimamente que Dios y Satanás habían incitado al rey—pero en maneras diferentes (y por diferentes razones).
REFERENCIAS

Bullinger, E.W. (1898), Figures of Speech Used in the Bible (Grand Rapids, MI: Baker, reimpresión de 1968).

Butt, Kyle y Dave Miller (2007), “¿Quién Endureció el Corazón de Faraón?” [En-línea], URL: http://www.apologeticspress.org/espanol/articulos/3486.

Coffman, Burton (1992), Commentary on Second Samuel (Abilene, TX: ACU Press).


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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Qué Edad Tenían Ocozías y Joaquín Cuando Comenzaron Sus Respectivos Reinados?

Eric Lyons, M.Min.

En 2 Reyes 8:26 leemos que Ocozías, el sexto rey de Judá, tenía veintidós años cuando comenzó a reinar. Sin embargo, en el libro de 2 Crónicas, la Biblia indica que él tenía cuarenta y dos años cuando llegó a ser rey (22:2). Además, en 2 Reyes 24:8 leemos que Joaquín sucedió a su padre como el decimonoveno rey de Judá a la edad de dieciocho años, aunque 2 Crónicas 36:9 nos informa que él tenía “ocho años...cuando comenzó a reinar”. ¿Cómo es posible que se diga que estos dos reyes comenzaron sus reinados en diferentes tiempos? ¿Tenía Ocozías veintidós o cuarenta y dos años cuando llegó a ser rey? Y ¿tenía Joaquín solamente ocho años cuando comenzó a reinar sobre Judá, o tenía dieciocho años como 2 Reyes 24:8 indica? ¿Cómo podemos saber qué cifras son correctas? Y más importante, ¿cómo puede el creyente, que considera a la Biblia como la Palabra inerrante de Dios, explicar estas diferencias?

Afortunadamente, existe información adicional suficiente en el texto bíblico para probar la edad correcta de ambos hombres cuando comenzaron sus reinos particulares sobre Judá. (Ocozías reinó sobre Judá alrededor del año 841 a.C., y Joaquín casi 250 años después en 598 a.C.). Anteriormente, en 2 Reyes 8:17,18, el autor menciona que el padre de Ocozías (Joram) tenía 32 años cuando llegó a ser rey, y murió ocho años después a la edad de 40 años (2 Crónicas 21:5,20). Obviamente, Ocozías no pudo haber tenido 42 años al tiempo de la muerte de su padre a la edad de 40 años, ya que eso haría al hijo (Ocozías) dos años mayor a su padre (Joram). Por ende, la lectura correcta de la edad de Ocozías es “veintidós”, no “cuarenta y dos”. También no existe casi duda que Joaquín comenzó su reinado a la edad de dieciocho, no a la edad de ocho años. Ezequiel 19:5-9 establece esta conclusión, donde Joaquín aparece como andando entre leones, arrebatando la presa y devorando a hombres. Además, es poco creíble que se describa a un niño de ocho años como alguien que hizo “lo malo ante los ojos de Jehová” (2 Reyes 24:9).

Incluso cuando es posible conocer las edades de Ocozías y Joaquín cuando comenzaron sus respectivos reinados en Judá, las edades de estos dos reyes en Crónicas son incorrectas. ¿Son estos errores legítimos? Basados en estos dos versículos en 2 Crónicas, ¿debemos concluir que la Biblia no es de Dios? ¿Qué podemos responder?

La respuesta sencilla para estas preguntas es que un copista, no un escritor inspirado, cometió estos errores. En el caso de Ocozías, un copista simplemente escribió veinte en vez de cuarenta, y en el caso de Joaquín (2 Crónicas 36:9), el escriba solo omitió un diez, lo cual hizo que Joaquín tuviera ocho en vez de dieciocho. Esto no significa que la Biblia tenga errores en sus manuscritos originales, sino indica que se han infiltrado los errores menores de los escribas en algunas copias de la Biblia. [Si alguna vez ha visto el alfabeto hebreo, notará que las letras hebreas (que se usan para los números) pueden confundirse fácilmente]. Varios manuscritos antiguos como la Siríaca, la Arábiga, a lo menos un manuscrito hebreo, y algunos de los manuscritos de la Septuaginta—que contienen las edades correctas para estos reyes en 2 Crónicas (22 y 18 en vez de 42 y 8)—sostienen esta respuesta.

Aunque la historia registra que los copistas eran meticulosamente honestos al lidiar con el texto de la Biblia, ellos, como todos los humanos, cometieron errores de vez en cuando. Sin embargo, aunque estos escribas antiguos cometieron algunos errores técnicos al copiar el texto, todavía siguen en pie tres factores importantes: (1) todavía existe una comunicación exacta; (2) muchas veces se puede encontrar la lectura correcta al investigar los manuscritos antiguos como los que se lista anteriormente; y (3) los errores en las copias de la Biblia no significan que esos errores estuvieron presentes en los manuscritos originales de los hombres inspirados.

*Para un trasfondo general de este artículo, vea nuestro ensayo sobre los errores de los copistas: Escritores Inspirados y Copistas Competentes.
REFERENCIAS

Keil, C.F. y F. Delitzsch (1996), Keil and Delitzsch Commentary on the Old Testament (Electronic Database: Biblesoft), nueva edición actualizada.


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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Deben los Cristianos “Abstenerse de Sangre”?

Kyle Butt, M.A.

Los seguidores de Cristo del primer siglo enfrentaron retos difíciles. Entre los más problemáticos estaban las diferencias culturales que separaban a los cristianos judíos de los cristianos gentiles. Debido a su respeto profundo por la Ley de Moisés, muchos de los cristianos judíos sentían que el que seguía fiel a Dios debía creer y obedecer a Cristo, pero también guardar ciertos aspectos de la Ley Mosaica, como la circuncisión. Pablo, el apóstol de los gentiles, se opuso inflexiblemente a esta idea, sosteniendo que la Ley fue clavada en la cruz y que ya no estaba en vigencia. Los otros escritores de la Biblia coincidieron con él. Pero muchos cristianos en la iglesia primitiva estaban confundidos en cuanto al tema. Debido a esta confusión, Pablo y Bernabé, juntamente con los ancianos de la iglesia en Jerusalén y los apóstoles, se reunieron para discutir el tema (Hechos 15). Durante la reunión, el apóstol Pedro relató la conversión del gentil Cornelio (Hechos 15:6-11). Luego Pablo y Bernabé testificaron de los milagros divinos que se había realizado entre los gentiles a través de su ministerio (15:12). Y Jacobo, el hermano del Señor, explicó que el Antiguo Testamento profetizó que se permitiría que los gentiles fueran parte de la iglesia. De la lectura del texto, es claro que el propósito de la reunión en Jerusalén no fue votar en cuanto a una política, sino analizar la posición del Espíritu Santo sobre el tema.

La asamblea concluyó que Dios había abierto la puerta de la fe a los gentiles, aparte de cualquier observación a la Ley de Moisés. Luego la asamblea escribió una carta breve que se circularía a las iglesias gentiles, la cual declaraba: “Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien” (Hechos 15:28-29).

El enunciado inspirado de la asamblea en Jerusalén presenta un texto interesante para los cristianos del siglo veintiuno. ¿Todavía se aplican estas reglas? ¿Fueron estas reglas para los gentiles de ese tiempo, y después fueron ajustadas por la revelación adicional de los escritores inspirados de la Biblia? Si todavía se aplican, ¿cómo pudieran los cristianos del siglo veintiuno obedecer el mandamiento de evitar “ahogado”, ya que los detalles de la matanza y preparación de los artículos que se traen a las tiendas, como el pollo, la carne, el jamón y el pavo raramente se dan a conocer al público? Estas y otras preguntas requieren un análisis intenso y honesto de la carta de la asamblea y sus implicaciones para hoy.
FORNICACIÓN

Los comentaristas e historiadores de la Biblia entienden que la asamblea en Jerusalén tenía en mente las fiestas paganas e idolátricas cuando expresó el enunciado en Hechos 15. A menudo, la adoración pagana incluía el sacrificio y la ingestión de carne, ofreciéndose algunas veces la sangre escurrida como un “plato” en la comida. Estas festividades también incluían generalmente la participación sexual del invitado en diferentes actividades inmorales. Coffman señaló: “Las fiestas idolátricas fueron disipaciones vergonzosas, marcadas por el comportamiento más vulgar e inmoral.... De hecho, es posible que todas las cuatro restricciones se relacionen a la adoración idolátrica” (1977, p. 299). En su comentario sobre Hechos, Dennis Gaertner señaló que muy probablemente se estaba considerando las prácticas de la adoración pagana en la prohibición en contra de la fornicación y lo sacrificado a los ídolos, y posiblemente se las estaba considerando en el mandamiento a abstenerse de sangre, ya que “en algunas prácticas paganas se bebía la sangre aparte de comer la carne” (1993, p. 240-241). Por tanto, para entender el contexto de las cuatro prohibiciones del concilio, se debe entender su conexión con las prácticas paganas idolátricas.

En cuanto a la instrucción para los gentiles de abstenerse de la fornicación, el Nuevo Testamento es muy claro en cuanto a que esta es una actividad inherentemente pecaminosa (cf. 1 Corintios 5:9-11; Hebreos 13:4; Apocalipsis 21:8). Dios nunca permitió la inmoralidad sexual para Su seguidor fiel. Aunque algunas culturas paganas consideraban tal inmoralidad como “parte de la vida”, esto no se permitía o toleraba en la vida de un cristiano, a pesar de su origen cultural.
LO SACRIFICADO A ÍDOLOS

La carta que se debía circular entre los convertidos gentiles también incluía la instrucción de abstenerse “de lo sacrificado a ídolos”. Esta es una referencia clara a la carne que los paganos sacrificaban a un ídolo y luego comían como parte de sus fiestas. El aspecto interesante de esta prohibición es que comer carne ofrecida a un ídolo no era inherentemente malo. De hecho, el apóstol Pablo explicó la instrucción de abstenerse de la carne ofrecida a los ídolos en otros pasajes. En 1 Corintios 8, Pablo declaró que no existe nada inherentemente pecaminoso en cuanto a comer carne ofrecida a un ídolo. Él escribió: “Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.... Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos” (vss. 4,8). Pablo luego explicó a los cristianos corintios que si un no-creyente les invitaba a su casa, ellos no debían tener problemas en comer la carne que él no-creyente les servía, sin preguntar si la carne fue ofrecida a un ídolo (1 Corintios 10:27). Por ende, es claro que comer carne sacrificada a un ídolo no era inherentemente pecaminoso. Sin embargo, Pablo añadió que si se le informaba a los corintios que la carne había sido ofrecida a un ídolo, ellos debían evitar comerla, si al hacerlo eso “ofendía” a los que tuvieran problemas con esto (1 Corintios 10:28; 8:10-13; Romanos 14:21). El modo de pensar, la actitud y la intención del que comía la carne sacrificada a los ídolos eran los factores pertinentes involucrados en las acciones, no alguna característica inherentemente pecaminosa. Entonces, entendemos que la prohibición a abstenerse de lo sacrificado a los ídolos no era una condenación general de una práctica inherentemente pecaminosa, sino estaba condicionada a las circunstancias, la actitud y la intención. Al considerar la enseñanza de Pablo sobre lo sacrificado a los ídolos, el estudiante de la Biblia está forzado a concluir que se pudiera permitir, bajo ciertas circunstancias, que los cristianos hoy coman carne sacrificada a los ídolos.
SANGRE Y AHOGADO

Hemos visto que la carta para los gentiles contenía una prohibición en contra de la práctica inherentemente pecaminosa de la inmoralidad sexual. También hemos visto que la instrucción a abstenerse de lo sacrificado a los ídolos no era una condenación de una práctica inherentemente pecaminosa. Entonces, la pregunta que se debe responder es, ¿a qué categoría pertenecen las prohibiciones a abstenerse de sangre y ahogado? ¿Es cierto que comer sangre o carne de animales ahogados es una práctica inherentemente pecaminosa que los cristianos deben evitar hoy? O ¿fue esta una prohibición que estaba y está condicionada a las circunstancias?

Primero, debemos entender la conexión entre “lo ahogado” y la “sangre”. Estas dos cosas se consideran juntas porque el animal que era ahogado o estrangulado todavía tenía sangre dentro (vea Lenski 1961, p. 616). Coffman también combina los términos en su comentario (1977, p. 300). Los gentiles hubieran entendido que esta prohibición incluía beber la sangre de un animal muerto o comer la carne de un animal cuya sangre no se había escurrido. [NOTA: Algunos han sugerido que comer un filete “poco” cocido o “medio cocido” sin cocerlo completamente sería “comer sangre”. Esta no era la manera en que los cristianos gentiles hubieran entendido la prohibición. Ni tampoco, en un sentido práctico, sería posible evitar la “sangre” en toda carne, ya que es imposible quitar todos los vestigios de sangre. Si esta prohibición significa que se debe evitar todo rastro de sangre, entonces los gentiles no hubieran podido comer carne en absoluto].

¿Es el acto de comer o beber sangre de animales un pecado para el cristiano moderno? Lenski argumenta que no lo es. Él sugiere que la prohibición de la asamblea fue dada para que los gentiles no ofendieran a los hermanos judíos. Él declara que los cristianos judíos se horrorizaban del pensamiento de comer o beber sangre y que “se pidió a los cristianos gentiles que respetaran este sentimiento y que por motivos de amor cristiano, y por estos solamente, evitaran comer sangre y carne que todavía tenía sangre” (1961, p. 616). Parece que Lenski basa su conclusión en la idea que la prohibición en contra de comer sangre se originó con las instrucciones mosaicas en contra de la práctica. Pero este no es el caso. La prohibición en contra de comer o beber sangre precedía a la Ley Mosaica por varios cientos de años. Después que Noé salió del arca, Dios le explicó que él y sus descendientes podían comer animales. Dios le dijo: “Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo” (Génesis 9:3). Sin embargo, Dios proveyó una regulación en cuanto al consumo de la carne animal. Dios dijo: “Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis” (9:4). Así que el mandamiento a evitar el consumo de sangre se dio varios cientos de años antes que se instituyera la Ley de Moisés.

La Ley de Moisés instruía a los israelitas a evitar comer o beber sangre. Levítico 17:14 declara: “Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado”. Además, Moisés escribió que los israelitas podían comer animales como el ciervo y la gacela, pero en cuanto a su consumo, escribió: “Solamente que sangre no comeréis; sobre la tierra la derramaréis como agua” (Deuteronomio 12:16).

Si la prohibición en cuanto a comer sangre en Hechos 15 está en vigencia, se pudiera esperar que en cada era—Patriarcal, Mosaica y Cristiana—se prohibiera el consumo de sangre y que fuera inherentemente pecaminoso. Coffman sostiene este enfoque. En cuanto a Génesis 9:4, él declaró: “Esto clarifica que el rechazo de la sangre como comida antecede a la ley mosaica. Por ende, los que ven estas restricciones como una obligación simbólica de la Ley para los cristianos están equivocados. La autoridad que esta prohibición tiene para el cristiano de todas las edades no se deriva de la ley de Moisés o del mandamiento a Noé, sino de la autoridad del Espíritu Santo” (1977, p. 300). El fallecido Guy N. Woods consideró las instrucciones de Dios en cuanto a la sangre para Noé y los israelitas bajo Moisés, y declaró: “Hemos visto que, por inspiración del Espíritu Santo, los ‘apóstoles y ancianos’ en Jerusalén extendieron esta prohibición a la era cristiana; por ende, en cada era Dios ha prohibido a su pueblo que coma sangre y ahogado” (1976, p. 240).

Si es cierto que comer sangre es inherentemente pecaminoso, ¿cómo se puede diferenciar del consumo de carne sacrificada a los ídolos, lo cual no fue inherentemente pecaminoso, ya que aparecen en la misma lista? Una respuesta para esta pregunta es que nosotros sabemos que comer carne ofrecida a un ídolo no es inherentemente pecaminoso solamente porque los pasajes del Nuevo Testamento tales como 1 Corintios 8,10 y Romanos 14 clarifican este hecho. Si no se hubiera incluido estos pasajes en el Nuevo Testamento, entonces estaríamos forzados a concluir que comer carne sacrificada a los ídolos es inherentemente pecaminoso y todavía se prohíbe. Ya que no hay pasajes que añadan información a la prohibición de la abstinencia de sangre o ahogado, y esto se incluye en cada era (Patriarcal, Mosaica y Cristiana), parece ser más lógico concluir que esta prohibición todavía rige hoy para los cristianos.
IMPLICACIONES PRÁCTICAS
¿Transfusiones de Sangre?

Si la prohibición en cuanto a la sangre y lo ahogado todavía rige, ¿cuáles son sus implicaciones prácticas? Primero, la idea en Hechos 15:29 de “abstenerse” de sangre implica que se debe evitar el consumo o bebida de sangre, pero no dice nada acerca de otros tipos de contacto con la sangre. La prohibición divina a Noé explícitamente declaraba que no se debía comer sangre, como también las instrucciones mosaicas. El contexto inmediato de Hechos 15:29 informa a los cristianos a abstenerse “de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado”. “Abstenerse” de lo sacrificado a los ídolos simplemente significa no comer lo sacrificado a los ídolos. Este es el mismo significado que se aplica a la sangre y carne que era ahogada y cuya sangre no se escurría.

No obstante, ciertos grupos religiosos, como los Testigos de Jehová, han afirmado que introducir sangre al cuerpo en cualquier forma viola Hechos 15:29. Ellos argumentan que recibir transfusión de sangre viola el mandamiento a abstenerse de sangre. Su sitio Web oficial declara: “¿Qué acerca de la transfusión de sangre?... [L]a gente inteligente en los siglos pasados se dio cuenta que la ley bíblica se aplicaba a introducir sangre en las venas así como ingerirla por la boca” (“Blood...”, 2006).

La evidencia simplemente no justifica la conclusión que los Testigos de Jehová sostienen para extender la prohibición de Hechos 15:29 a las transfusiones. Primero, el texto y todos los textos relacionados en el Antiguo Testamento tienen que ver específicamente con el consumo por la boca de grandes cantidades de sangre de un animal. Los cristianos gentiles en Hechos 15 ciertamente hubieran entendido que la prohibición abordaba el consumo de sangre por la boca. Segundo, los procesos físicos del cuerpo en cuanto a recibir sangre humana en las venas y consumir grandes cantidades de sangre animal que irían al estómago son muy diferentes. La transfusión de sangre en que se inyecta sangre humana del mismo tipo en las venas de otra persona para realizar un tratamiento no se compara al consumo de una jarra de sangre de macho cabrío. Declarar que Hechos 15:29 significa que no se puede introducir ninguna clase de sangre en el cuerpo por ninguna razón y en ninguna manera, es ir más allá de lo que está escrito (1 Corintios 4:6).
Hábitos Alimentarios

Ya que la prohibición de comer sangre hace referencia al consumo de sangre o animales ahogados, debemos tratar de entender la manera en que se relaciona a nuestros hábitos alimentarios hoy. Ya que sabemos que los israelitas y gentiles comían carne animal antes y después de las prohibiciones de Hechos 15:29, y sabemos que es físicamente imposible quitar todos los vestigios de sangre de la carne, entonces debemos concluir que no se prohíbe el consumo de sangre en cantidades pequeñas (como en un filete poco cocido). La prohibición es en contra de comer o beber grandes cantidades de sangre animal. Las comidas tales como la morcilla caen en esta categoría, también como los alimentos que se cocinan en grandes cantidades de sangre o que contengan grandes cantidades de sangre.

En cuanto a determinar qué animales han sido ahogados y cuya sangre no se ha escurrido, debemos entender que el enfoque es en la cantidad de sangre que permanece en la carne del animal. El hecho que el animal había sido ahogado no es el punto de la prohibición, sino el hecho que su sangre no se había escurrido. Aparentemente, había una diferencia visible y reconocible en las mentes de los gentiles del primer siglo entre la carne que era de una animal cuya sangre había sido escurrida y la carne de un animal cuya sangre no lo había sido. Si Hechos 15:29 rige hoy, y Pablo dijo a los corintios en 1 Corintios 10:25 que “[d]e todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia”, entonces él no había incluido la carne de animales cuya sangre no había sido escurrida en 1 Corinitos 10:25. Entonces, debemos concluir que evitar carnes de animales ahogados significa evitar la carne que tiene una cantidad definida y visible de sangre excesiva fácilmente reconocible. [NOTA: La investigación rápida de los procedimientos estándares del proceso de alimentos en los Estados Unidos y otras naciones muestra que a la vasta mayoría, o a todos los animales que se venden en la mayoría de mercados de carne se les escurre la sangre (“Rosenthal...”, 2006; “Best Practices...”, s.d.)]. Por ende, las implicaciones prácticas de Hechos 15:29 indican que el consumo de sangre se realiza cuando se bebe sangre o consume alimentos donde la sangre es un ingrediente principal y reconocible.
CONCLUSIÓN

La Palabra inspirada de Dios contiene todo lo que pertenece a la vida y a la piedad (2 Pedro 1:3). Es tan amplia que tiene la habilidad de equiparnos completamente para toda buena obra (2 Timoteo 3:16-17). A causa de su importancia, se debe analizar seriamente y críticamente todos los mandamientos e instrucciones que contiene a la luz de su aplicación potencial en el tiempo presente. Para que una persona tenga la seguridad de un hogar eterno en el cielo, debe obedecer las regulaciones bíblicas que se aplican hoy (Mateo 7:21-23). En Hechos 15:29 se presenta cuatro prohibiciones que fueron dirigidas específicamente a los gentiles convertidos del primer siglo. Estas prohibiciones incluían evitar comer sangre y carne cuya sangre no había sido escurrida. Considerando las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamentos, parece que desde el tiempo de Noé, comer o beber sangre animal había sido prohibido por Dios. La prohibición a consumir sangre, como Hechos 15:29 explica, no se altera, ajusta o explica en otros libros del Nuevo Testamento. Por tanto, parece más razonable concluir que la prohibición continúa rigiendo hoy.
REFERENCIAS

“Best Practices For Beef Slaughter” (sine data), [En-línea], URL: http://www.bifsco.org/uDocs/bestpracslaught12_05.pdf.

“Blood—Vital For Life” (2006), [En-línea], URL: http://watchtower.org/e/hb/article_01.htm.

Coffman, James Burton (1977), Commentary on Acts (Abilene, TX: ACU Press).

Gaertner, Dennis (1993), Acts (Joplin, MO: College Press).

Lenski, R.C.H. (1961), The Interpretation of the Acts of the Apostles (Minneapolis, MN: Augsburg).

“Rosenthal HACCP Plans” (2000), [En-línea], URL: http://meat.tamu.edu/HACCP/porkslaughter.pdf.

Woods, Guy N. (1976), Questions and Answers: Open Forum, Volume 1 (Henderson, TN: Freed-Hardeman University), Vol. 1.


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20/Nov/2007 11:36 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

La Sangre de Cristo anula todo Purgatorio
por Francisco Rodríguez
Tomado de la revista "En la Calle Recta" - número especial "El católico y sus muertos" (Nov.2007)

Vamos a contemplar el tema desde la perspectiva del Nuevo Catecismo de la iglesia Católica, que en su apartado 1030 dice: "Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo ". ¿Cómo puede el Nuevo Catecismo hacer de menos las riquezas de la gracia de Dios y su perfecta justicia, diciendo que el hombre que vive en su gracia y en su amistad está imperfectamente purificado? No podemos, según la Palabra de Dios, estar de acuerdo con esta doctrina del Nuevo Catecismo. Pues, "es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hech. 5:29); aunque esos hombres se digan maestros de la verdad o representantes de Dios.

Dónde se halla en la Biblia que:

• Uno imperfectamente purificado está en la gracia y en la amistad de Dios.

• Uno imperfectamente purificado está seguro de su eterna salvación.

• Uno imperfectamente purificado sufre después de su muerte una purificación para obtener la santidad necesaria.

• Estos enunciados del Nuevo Catecismo parten del principio de que el hombre se justifica a sí mismo por medio de sus buenas obras, y si algunos durante su vida terrenal no llegaron a una plena purificación porque sus obras fueron imperfectas, tendrán que pagar en el Purgatorio, lo que resta para alcanzar esa plena purificación y pago por sus culpas.

Es una contradicción que alguien muera en la gracia y amistad de Dios, y al mismo tiempo esté imperfectamente purificado. Ya que la Palabra de Dios nos dice: "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús. La justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en EL..Dios es el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesucristo" (Rom. 3:21-26).

Dios es el que gratuitamente justifica al hombre que es de la fe de Jesucristo. En el sacrificio de la cruz, Dios estaba reconciliando consigo a todo hombre que crea en Su Hijo Jesucristo, no tomándole en cuenta sus pecados (2 Cor. 5:19). El sacrificio de Cristo en la cruz fue perfecto ante los ojos del Padre para pagar por todos nuestros pecados, culpas y penas, y para limpiar nuestras conciencias de obras muertas; porque Jesús se ofreció a Sí mismo sin mancha a Dios, y "con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados" (Hebr. 10:14).

Dios es el que justifica y purifica mediante la sangre de Su Hijo, "para alabanza de la gloria de su gracia con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia" (Ef. 1:6-7). La Palabra de Dios afirma: Que Dios justifica y purifica perfectamente con la sangre de Su Hijo a todo aquel que es de la fe de Jesucristo. Pues, "la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado" (1 Jn. 1:7).

Es un error hacerle creer a la gente que por sus propias obras se van a justificar o ayudar a otros a esa justificación. Pues Dios en Su Palabra nos dice: "Por las obras (de la ley) ningún ser humano será justificado delante de Él" (Rom. 3:20). Los apóstoles, Pablo y Pedro, cara a cara reconocen y afirman: "Sabemos que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado" (Gal. 2:16).

• Si nosotros nos tuviésemos que justificar o purificar ante los ojos de Dios por nosotros mismos, jamás lo conseguiríamos, ni perfecta ni imperfectamente. Esto es lo que el Señor nos advierte en Su Palabra. Sin embargo Él en su infinita misericordia nos ha justificado y purificado gratuitamente en Su Hijo: "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos justicia de Dios en Él" (2 Cor. 5:21).

Toda persona que acepte esta perfecta justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, puede estar plenamente seguro de su salvación. Pero el que se apoya en la justicia, de sus propias buenas obras, sea perfecta o imperfecta, será condenado con todos aquellos que no aceptan la perfecta justicia de Dios en Su Hijo Jesucristo.

• Esta doctrina del Purgatorio se acepta como doctrina de la Iglesia en el Concilio de Florencia (1439), en el que se hace referencia al concilio de Lyón (1274).

El Papa Eugenio IV (1431-1447) fue el inspirador de este Concilio para anular el Concilio de Basilea (1431-14737), que calificó como una tumultuosa reunión de pordioseros. Estos pretendían reformar la Iglesia comenzando por el papado. Aquí se encontraban muchos de los que le habían elegido a él como Papa, y antes habían tratado de terminar con el cisma de la Iglesia, protagonizado por tres papas al mismo tiempo. En este clima se confirma esta doctrina del Purgatorio, a 1400 años de la revelación de la plena justicia de Dios en Su Hijo Jesucristo.

Otro Papa, que dio un paso más en la doctrina del Purgatorio, fue Sixto IV (1471-1484) con la idea de aplicar las indulgencias a las almas del Purgatorio. Habían pasado 1430 años de cristianismo sin que a nadie se le hubiese ocurrido semejante idea. No fue, pues, nada extraño que, como gran mecenas del Renacimiento, construyese la famosa Capilla Sixtina. El Papa Sixto se había inventado una fórmula para pagar su mecenasgo renacentista con las indulgencias por los difuntos. Eran unos ingresos seguros y continuos, producidos por el afecto de los familiares por sus muertos, sin contrapartida alguna de parte del Papado.

Es muy difícil entender como estas mentes ilustres del Papado, concedieron más eficacia a sus benévolas indulgencias para purificar plenamente las almas de los difuntos, que a la justicia perfecta que es por la sangre de Cristo según las Escrituras

El Concilio de Trento en su afán por anular el movimiento reformado que pedía a la Iglesia volver a las Sagradas Escrituras, también confirma en la sesión 25 el 3 de diciembre de 1563 lo siguiente: "Existe un Purgatorio, y las almas que allí se encuentran pueden ser ayudadas con sufragios de los fieles, y de un modo especial por el sacrificio del altar (la misa) " (DS1820). Si admites esta doctrina del Purgatorio das más valor a tus propios actos y a tus buenas obras, que a la obra redentora de Cristo en la cruz del Gólgota.

Todo hombre o mujer que admita a Jesucristo como su único y perfecto Salvador, jamás admitirá otro lugar de purificación , ni para sí ni para sus muertos. Porque en la sangre de Cristo se verá siempre limpio de todo pecado y "teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo" (Hebr. 10:19).

Y si alguien le pregunta por la certeza de su plena santificación, le responderá: "Somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre " (Hebr. 10:10), en la cruz del Gólgota. Así nos lo confirma la Palabra: "Ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios" (1 Cor. 6:11).

Esta es la causa bendita de Dios para nuestra total santificación, y no nuestras penitencias, rezos u ofrendas, ni tampoco las penas del Purgatorio. Porque lo único que acrisola las almas ante los ojos del Dios vivo es la sangre preciosa de Su Hijo. El apóstol Pedro en su primera carta pone como único medio de rescate, de nuestra vana manera de vivir y para purificación de nuestras almas, la sangre preciosa de Cristo: "Quien llevó el Mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero... para que nosotros vivamos a la justicia..." (1 Pe. 1:18-22; 2:24). ¿Por qué los que se llaman sus sucesores, los papas, se han apartado de esta sana doctrina del apóstol de Jesucristo e implantaron una doctrina diferente?

El apóstol Pablo, para confirmar la inmutabilidad del Evangelio de Jesucristo a través de los tiempos, dice: "Si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro Evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema" (Gal. 1:8).

Fco. Rodríguez
Tomado de la revista "En la Calle Recta" número especial "El católico y sus muertos" (Nov.2007)

23/Nov/2007 11:46 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

El Sufrimiento Humano

Eric Lyons, M.Min.

Todo lo que se necesita hacer para ver gente de toda edad que sufre a causa de varios males y enfermedades es caminar a través de los pasillos del hospital o institución mental más cercana. El sufrimiento está en todo lugar, y por ende algunas preguntas surgen. “Si existe un Dios, ¿por qué soy afligido con esta enfermedad?”. “Si existe un Dios, ¿por qué no se permitió que mi hijo llegara a los 16 años?”. “Si existe un Dios, ¿por qué mis padres son afligidos con la enfermedad de Alzheimer?”. Estas y cientos de preguntas similares han salido del corazón humano por milenios. Estas preguntas son tan antiguas como la primera lágrima y tan nuevas como la última noticia televisiva.

Para muchas personas, la existencia del dolor y el sufrimiento es un gran obstáculo para creer en Dios. Los escépticos e incrédulos, tanto del pasado como del presente, han sostenido que la existencia del mal es una vergüenza para los que creen en Dios. En un artículo titulado “La Maldad y el Omnipotente”, J.L. Mackie se propuso mostrar, “no que las creencias religiosas carecen de sostenimiento racional, sino que son positivamente irracionales” y “que las varias partes de la doctrina teológica esencial son inconsistentes entre ellas”.

¿Cómo reconcilian los teístas la presencia del sufrimiento con la existencia de un Dios omnipotente que abunda en amor? Algunos han argumentado que la enfermedad y otras clases de sufrimiento son ilusorios y se originan de una creencia falsa. Otros han sostenido que no se necesita explicación, ya que los simples mortales no deberían cuestionar las acciones de Dios para con el hombre. Pero la mayoría de cristianos reconoce que el sufrimiento es real y que es un problema que merece atención cuidadosa. Incluso cuando el hombre no puede explicar en detalle específico todas las razones del sufrimiento humano, la Biblia presenta suficientes respuestas para permitir que el hombre llegue a entender el problema de una manera general. A diferencia de lo que muchos creen en este mundo, existen varias razones lógicas del sufrimiento mental y físico. Una de las razones principales está arraigada en el hecho que Dios es amor (1 Juan 4:8), y ese amor permite el libre albedrío.

A Adán y Eva se les presentó una elección en el Huerto del Edén (Génesis 2:16-17). A Israel se le dio la elección de servir al Señor o a los dioses ajenos (Josué 24:15). Incluso hoy, el hombre es un agente libre que tiene la habilidad de hacer sus propias elecciones (Apocalipsis 22:17). Dios no creó al hombre como un científico crea un robot que automáticamente sigue las instrucciones de su amo sin la opción de hacer lo contrario. ¿Tuviera Dios amor si creara seres humanos y luego les programara para servirle como esclavos? Dios otorgó libre albedrío a la humanidad como una expresión de Su amor. Tristemente, el hombre frecuentemente trae sufrimiento sobre sí mismo a causa de las decisiones equivocadas que realiza. El apóstol Pedro escribió: “Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno” (1 Pedro 4:15, énfasis añadido). Cuando los seres humanos padecen o sufren las consecuencias de sus propias decisiones equivocadas, ellos no deben culpar a nadie más que a sí mismos.

El hombre también sufre a causa de las elecciones equivocadas de otros. Si Dios permite que una persona tenga libre albedrío, debe también permitir ese libre albedrío a todos para ser consistente con Su amor hacia el mundo. (Dios no hace acepción de personas—Hechos 10:34). Urías el heteo sufrió a causa de los pecados de David (2 Samuel 11) y finalmente fue muerto a causa del intento de David por esconder sus decisiones equivocadas que había hecho. Todo Egipto sufrió porque Faraón decidió no dejar ir a los israelitas cuando Moisés le dijo que lo hiciera (Éxodo 7-12). Hoy, las familias pueden sufrir a causa que un padre es encerrado en la cárcel por conducir ebrio. En tal caso, él es la causa del sufrimiento de la familia. Si un hombre fuma toda su vida y finalmente muere a una edad temprana a causa de cáncer a los pulmones, su familia y él sufren a causa de su decisión equivocada de fumar. No se debe culpar a Dios por las elecciones personales equivocadas, ni tampoco se le debe culpar por las decisiones equivocadas que otros hacen.

Hoy también sufrimos en ocasiones a causa de las elecciones personales equivocadas de generaciones antiguas. Si el hombre puede cosechar beneficios del trabajo de generaciones pasadas (descubrimientos médicos, avances tecnológicos, etc.), entonces es lógico que él también pueda cosechar sufrimiento por los pecados de generaciones anteriores. [Aunque el hombre no hereda el pecado de Adán, él sí sufre a causa de la elección de Adán de comer el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal]. ¿Quién tiene parte de la culpa que millones mueran de hambre en países modernos del tercer-mundo? Respuesta: Algunos de sus antepasados. Años atrás, ya que muchos aceptaron la doctrina falsa de la reencarnación, ellos comenzaron a enseñar que era equivocado comer vacas porque podían estar comiendo a algún familiar muerto hace mucho pero reencarnado en el presente. La doctrina de la reencarnación ha privado a millones de personas por todo el mundo de una salud buena. ¿Se debe culpar a Dios cuando la gente no come la carne que le podría dar nutrición?

Cuando alguien experimenta sufrimiento en su vida, a menudo es porque ha escogido el pecado. Él puede estar sufriendo las consecuencias de sus propias decisiones equivocadas, de las decisiones equivocadas de otros o de las decisiones equivocadas de generaciones pasadas. Pero independientemente de la razón del sufrimiento que experimente, no se debe culpar a Dios.


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26/Nov/2007 11:05 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Elías y la Sequía

Eric Lyons, M.Min.

Dos veces en el Nuevo Testamento se puede leer de la sequía en el tiempo de Elías que duró tres años y medio. Jesús una vez hizo referencia a esta hambruna mientras hablaba con Sus compatriotas judíos en Su tierra de Nazaret (Lucas 4:25-26), y Santiago la mencionó cerca del final de su epístola (5:17-18). Algunos tienen problemas con la sequía de “tres años y seis meses” porque 1 Reyes 18:1 dice: “Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra” (énfasis añadido). Poco después, “hubo una gran lluvia” (18:45; cf. 18:1). La pregunta es, ¿vino la lluvia ‘en el tercer año” (1 Reyes 18:1, énfasis añadido) o después de “tres años y seis meses” (Lucas 4:25; Santiago 5:17)?

Previamente, en 1 Reyes 17:1, Elías había profetizado a Acab que “no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra”. Después, Dios instruyó a Elías, diciendo, “vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit” (17:3). Allí él vivió, comió el pan y la carne que los cuervos le traían dos veces al día, hasta que “se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra” (17:7). Luego Dios envió a Elías a Sarepta para vivir con una viuda y su hijo. Después que el niño se enfermó y murió, Elías le levantó de los muertos (17:17-24). Inmediatamente después de este evento, el escritor inspirado escribió: “Pasados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra” (18:1, énfasis añadido).

Los que sostienen que Lucas 4:25 y Santiago 5:17 contradicen 1 Reyes 18:1 (cf. Matheney y Honeycutt, 1970, 3:210) suponen que “en el tercer año” hace referencia a la sequía. Sin embargo, no existe prueba para esta interpretación. Primera Reyes 18:1 no dice, “...en el tercer año de la sequía”, sino solamente “en el tercer año”. Considerando el contexto inmediato y el hecho que originalmente no había divisiones de capítulos entre 1 Reyes 17:24 y 18:1, la lectura más natural es que Elías estaba “en el tercer año” de su estadía en Sarepta. Elías, la viuda y su casa comieron de la harina milagrosa que se llenaba continuamente por “muchos días” (17:8-15). Algún tiempo después, Elías revivió al hijo de la viuda. Luego, “[p]asados muchos días, vino palabra de Jehová a Elías” (18:1, énfasis añadido). Es razonable concluir que Elías pasó más de dos años en Sarepta, ya que fue “en el tercer año” que Dios envió a Elías fuera de Sarepta para enfrentar a Acab.

Los “tres años y seis meses” a los que Jesús hizo referencia incluyeron los más de dos años que Elías estuvo en Sarepta y los varios meses que vivió en el arroyo de Querit. Aunque los escépticos prefieren acusar de contradicción al historiador inspirado, a Jesús y/o Santiago, una vez más no pueden presentar evidencia real de una contradicción bíblica genuina.
REFERENCIAS

Matheney, M. Pierce y Roy L. Honeycutt, Jr. (1970), Broadman Bible Commentary: 1 Samuel-Nehemiah, ed. Clifton J. Allen (Nashville, TN: Broadman Press).


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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Debería David Haber Sido Apedreado?

Kyle Butt, M.A.

En Levítico 20:10, la Biblia registra: “Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos”. En 2 Samuel 11:3-4, la Biblia declara que David tomó a Betsabé, esposa de Urías, y cometió adulterio con ella. En el capítulo 12 del mismo libro, el profeta Natán confrontó a David en cuanto a su pecado, por ende le declaró culpable y le guió al arrepentimiento. Sin embargo, no existe registro que David fuera apedreado o muerto a causa de su unión adúltera con Betsabé. De hecho, se permitió que David continuara su reinado en Israel. Los escépticos han señalado este escenario y han acusado a Dios de hacer “acepción de personas”, declarando que mostró más misericordia a David de lo que la Ley Levítica permitía. Algunos creyentes en la Biblia han hecho lo mismo, declarando que Dios simplemente tuvo misericordia de David a pesar de lo que estaba escrito en la Ley.

Al analizar de cerca la Ley de Moisés se puede ver que estas conclusiones son incorrectas. Dios no descartó la Ley de Moisés para mantener a David con vida. Las regulaciones mosaicas declaraban específicamente que se podía ejecutar a una persona si había dos o más testigos del crimen (Deuteronomio 19:15). Era insuficiente un testigo para invocar la pena de muerte (Deuteronomio 17:6). Cuando analizamos la situación entre David y Betsabé, no encontramos que incluso un testigo estuviera presente para verificar el adulterio. De hecho, parece que se había escondido muy bien todo el asunto del público en general. Solamente a causa de la llegada del profeta Natán, a quien Dios envió, salieron a la superficie los detalles concernientes al adulterio de David. No obstante, Natán no podía ser un testigo en contra de David, ya que no existe registro que él estuvo en la escena del crimen. Y aunque aparentemente obtuvo la información directamente de Dios, eso todavía no calzaría bajo el decreto que Deuteronomio 19:15 menciona. Además, él todavía necesitaría un testigo más para que se apedreara a David.

En realidad, si los que vivían bajo la Ley de Moisés hubieran sido condenados basados en el hecho que Dios conocía sus crímenes, entonces hubieran ocurrido muchas más muertes, ya que “[l]os ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos” (Proverbios 15:3). Entonces, descubrimos que no se ignoró la Ley de Moisés en el caso de David; este tampoco es un ejemplo que Dios muestra parcialidad. Sin embargo, incluso si hubiera habido testigos y los israelitas no hubieran seguido adecuadamente los procesos judiciales como la Ley de Moisés establecía, esta no hubiera sido la culpa de Dios, sino la culpa de los israelitas que no obedecieron los mandamientos de Dios.


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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Feto Reconoce Voz de Su Madre

Brad Harrub, Ph.D.

Al escribir su opinión extensa para la corte en el caso infame de Roe vs. Wade, el fallecido Juez Harry Blackmun declaró: “Nosotros no necesitamos resolver la pregunta de cuándo comienza la vida”. Y con tales palabras, él terminó con las vidas de millones de niños, y envió prematuramente sus almas hacia el cielo. Nuestra Corte Suprema, en su “sabiduría infinita”, por un voto de siete-a-dos ha dicho a nuestra sociedad: “Esa ‘cosa’ que crece en el útero humano no es humano. Es una cosa. Y no está viva. Así que, si usted quiere arrancarlo, matarlo, votarlo en el basurero local—a cualquier momento, e incluyendo al noveno mes (con el permiso de un médico)—puede hacerlo en este país”.

Interesantemente, se sabe que esa “cosa” tiene órganos internos bien-desarrollados, y un corazón que comienza a latir alrededor del veinteavo día. Este “pedazo de tejido no vivo” posee ondas cerebrales activas desde el cuarentavo día, responde a la luz y el sonido y ocasionalmente se chupa el dedo pulgar. Como James Drummey ha señalado:

Uno de los elementos en el debate sobre el aborto es la naturaleza real de la víctima. Si el niño no-nacido es un ser humano, entonces él o ella merecen la protección completa e igual de la ley. Aunque esto todavía sorprende a algunos, existen pocas cosas que sean más ciertas en enero de 1986 que el hecho que los no-nacidos son seres humanos. Es un factor biológico y científico que la vida comienza en la fertilización, cuando el esperma del padre penetra el óvulo de la madre. Ese paquete genético singular, algo que cada uno de nosotros fue una vez, contiene todo lo que una persona llegará a ser—el color de ojos, el tamaño de los pies, incluso la información si él o ella contraerá diabetes a la edad de cincuenta años.

Gracias a las maravillas de la tecnología moderna, nosotros podemos estudiar al niño no-nacido desde los momentos más tempranos de su existencia. Nosotros sabemos que su corazón comienza a latir dieciocho días después de la fertilización, que las ondas cerebrales pueden ser registradas para el cuarentavo día, y que todos los sistemas del cuerpo están presentes desde la octava semana y que comienzan a trabajar para la undécima semana. Los avances tecnológicos son tales que más y más bebés están sobreviviendo después de solamente 20 a 24 semanas del embarazo normal de cuarenta semanas. Sin embargo, la Corte Suprema de Minnesota decretó el mes pasado que el niño no-nacido de 8½ meses de edad no es un ser humano bajo la ley de Minnesota (1986, p. 22).

Aunque Minnesota y el Juez Harry Blackmun puedan no considerar a los no-nacidos como seres humanos, cada vez es más difícil que los científicos no los consideren humanos. Un estudio reportado de Queen’s University (Universidad de la Reina) reveló que, incluso en el útero, los fetos humanos tienen la capacidad de reconocer la voz de la madre (vea “Fetal Heart...”, 2003). Este estudio demuestra que el feto no solamente reconoce la voz de su madre, sino también puede distinguirla de las voces de otras mujeres. Usando treinta fetos en el experimento, los investigadores de la universidad pusieron una grabación de dos minutos de la mamá de cada feto leyendo un poema. Los investigadores luego pusieron una segunda grabación de dos minutos de otra mujer leyendo un poema. Los científicos descubrieron que los bebés no-nacidos respondieron a la voz de sus propias madres por medio de una aceleración del ritmo de su corazón. Cuando la mujer que no era la madre leía el poema, el ritmo del corazón de los infantes desaceleraba. Esto confirma lo que los científicos han especulado por más de veinte años—que las experiencias en la matriz ayudan a formar las preferencias y comportamiento del no-nacido.

La Dra. Barbara Kisilevsky, profesora de Queen’s University, cree que esta investigación indica que un feto en la matriz puede exhibir “preferencia y/o reconocimiento” antes del nacimiento. Esto sugeriría que los fetos son capaces de aprender en la matriz, y pueden recordar y distinguir varias voces diferentes. ¿Cómo el gobierno federal de los Estados Unidos puede continuar designando a estos bebés como “tejido no-viviente” cuando, en realidad, tenemos evidencia de que pueden aprender, incluso cuando están en la matriz? El equipo de la Dra. Kisilevsky está continuando su estudio para determinar si existe una respuesta fetal con la voz del padre. Los científicos especulan que estos resultados pueden ayudar a demostrar cuándo es yacida la fundación para el diálogo y la percepción.

La vida—a pesar de las reclamaciones de científicos eminentes y jueces de la Corte Suprema—comienza a la concepción. Cuando los gametos se unen para formar el zigoto que crecerá hasta convertirse en un feto, y cuando la totalidad de los cromosomas necesarios para producir y sostener la vida se combina, este es el momento que la formación de un nuevo cuerpo comienza. Es el resultado de un gameto masculino viable unido sexualmente con un gameto femenino viable lo que forma un zigoto que contiene un número estándar de cromosomas humanos—46. El embrión está creciendo, y está vivo. Este no es solo “potencialmente” humano; ¡este es humano!
REFERENCIAS

Drummey, James J. (1986), “Abortion: The Other Holocaust,” The New American, 2:21-26, January 20.

“Fetal Heart Races When Mom Reads Poetry,” (2003), Queen’s University New Center, [En-línea] URL: http://qnc.queensu.ca/story_loader.php?id=3ebc016fcd1ec.


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Editado por peterx, Lunes, 3 de Diciembre de 2007, 15:16
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

La evidencia de la resurrección

Por J. N. D. Anderson

Versión castellana: Francesc Closa
La Pascua no es primariamente un consuelo, sino un reto. El mensaje de la Pascua es o bien el hecho supremo de la historia o bien un fraude colosal. En los días de la iglesia primitiva parece que la gente se daba cuenta de esta antítesis. Por un lado había un pequeño grupo de hombres y mujeres que trastornaron el mundo con su apasionada proclamación del milagro que había transformado sus vidas; por otro lado, había los que denunciaban toda esta historia como una consumada blasfemia.
Hoy día esta cuestión no es vista tanto como un todo o nada: la nuestra es una edad tolerante, y sospecha de todos los fanatismos. La mayoría de la gente no tiene ningún deseo de atacar el mensaje de la Pascua; pero sólo se lo creen a medias. Para ellos es una historia bonita, llena de significado espiritual, pero, concluyen: ¿por qué preocuparse de su importancia literal?
Esta actitud se aparta de la realidad: o bien la resurrección es algo infinitamente más grande que una bonita historia, o bien es infinitamente menos. Si es verdad, entonces se trata del hecho supremo de la historia; y dejar de ajustar la propia vida a sus implicaciones significa una pérdida irreparable. Si no es verdad, si Cristo no hubiese resucitado, entonces el cristianismo sería un fraude total lanzado sobre el mundo por unos embusteros consumados o, en el mejor de los casos, por unos estúpidos engañados. Pablo se daba cuenta de ellos cuando escribió: «Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que Él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.»1
Por tanto, la cuestión es: ¿Es cierta o falsa la resurrección de Jesucristo? Nos es vital decidirnos por una respuesta a esta pregunta. Pero ¿cómo podemos hacerlo? ¿cómo podemos examinar la evidencia de un acontecimiento que sucedió hace más de mil novecientos años?
Encontrar los datos relevantes no es una tarea tan dura como pudiera parecer. Tenemos al menos dos métodos disponibles: (1) Podemos examinar la evidencia histórica, y (2) podemos aplicar la prueba de la experiencia. Se podría examinar la evidencia histórica para determinar si es coetánea, honesta, convincente y susceptible de cualquier interpretación naturalista. La experiencia se pone a prueba verificando el efecto de las demandas y de la resurrección de Cristo en nuestras propias vidas y en las de otros. En este artículo nos atañe primariamente el primero de estos métodos.

... o bien la resurrección es algo infinitamente más grande que una bonita historia, o bien es infinitamente menos. Si es verdad, entonces se trata del hecho supremo de la historia; y dejar de ajustar la propia vida a sus implicaciones significa una pérdida irreparable. Si no es verdad, si Cristo no hubiese resucitado, entonces el cristianismo sería un fraude total lanzado sobre el mundo por unos embusteros consumados o, en el mejor de los casos, por unos estúpidos engañados.
EL TESTIMONIO ESCRITO
¿Qué documentos nos ofrecen la historia de la Pascua? Los documentos primarios son los testimonios escritos de seis testigos: Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pablo y Pedro, apoyados por los testimonios de la iglesia primitiva.
Con frecuencia no nos percatamos de los grandes avances que la investigación moderna ha realizado en la determinación de la fecha y paternidad de estos registros escritos. En el siglo XIX, un número de incrédulos, dotados de una considerable erudición, hicieron grandes esfuerzos para demostrar que los evangelios habían estado escritos a mediados del siglo II d.C. (alrededor de cien años después de los acontecimientos), cuando la leyenda y la imaginación habrían podido distorsionar los hechos. Pero este intento ha fracasado. Ha quedado aplastado bajo el peso de la evidencia histórica positiva que crece más y más con el paso del tiempo.
Los relatos escritos de la vida de Cristo fueron registrados en una fecha extraordinariamente cercana a los hechos. He aquí tres ejemplos:

Pablo, en su carta a los Corintios,2 da una lista detallada de diversas apariciones de la Resurrección. Apenas si se encuentra un erudito que haya puesto en duda la genuinidad de Primera Corintios; su fecha de redacción está establecida sobre el 56 d.C. El apóstol escribe a los Corintios mencionando que él ya les había dado oralmente a sus lectores aquella información (o sea, el 49 d.C.), y que él también la había «recibido», se supone que de aquellos que eran apóstoles antes que él.3 Esto nos puede situar en el 40 d.C., dentro de los diez años posteriores a la crucifixión.

Marcos, en su evangelio, precede su relato de las apariciones de la resurrección con la historia del sepulcro vacío. Generalmente, se acepta que el evangelio de Marcos representa la enseñanza de Pedro, y que fue escrito en una época muy cercana a los acontecimientos. Algunos eruditos modernos creen que existía una versión aramea con una fecha tan temprana como el 44 d.C.

Lucas es nuestro tercer testigo. Su evangelio añade información sustancial a nuestro conocimiento de la visita a la tumba, y de las apariciones posteriores, y da el relato más pleno de la primera predicación de los apóstoles. El tercer evangelio y los Hechos de los Apóstoles han estado ampliamente aceptados como una redacción genuina de Lucas, el «médico amado». Además, Sir William Ramsay y otros han mostrado que, como historiador, Lucas era minuciosamente detallista.

Estos tres documentos fueron seleccionados porque los críticos sin prejuicios no podían excluir estos relatos apostólicos desde el punto de vista bien de la paternidad, bien de la antigüedad de fecha. Pero no hemos de olvidar los relatos escritos de Mateo, Juan y Pedro, porque estos hombres también escribieron documentos autorizados.
¿Qué hay, pues, de esta evidencia? Es extremadamente cercana a los hechos, y mucha se remonta a la primera década de la era cristiana. Así la evidencia es coetánea y ha de ser, al menos, aceptada4 como un registro sustancial de testigos oculares. ¿Cómo podemos esquivar las implicaciones? Se han hecho diversos intentos. Consideraremos los ejemplos principales, que son examinados brevemente a continuación.



En el siglo XIX, un número de incrédulos, dotados de una considerable erudición, hicieron grandes esfuerzos para demostrar que los evangelios habían estado escritos a mediados del siglo II d.C. (alrededor de cien años después de los acontecimientos), cuando la leyenda y la imaginación habrían podido distorsionar los hechos. Pero este intento ha fracasado. Ha quedado aplastado bajo el peso de la evidencia histórica positiva que crece más y más con el paso del tiempo.

TEORÍAS SOBRE LA RESURRECCIÓN
La teoría más radical consiste en dejar de lado toda la historia como una invención deliberada. Pero pocos críticos inteligentes podrán ir tan lejos. Pensemos en el número de testigos. Pablo nos dice en el 56 d.C. que la mayoría de unos quinientos testigos originales aún estaban vivos. Hemos de recordar que la mayoría de los primeros registros fueron dados, por decirlo así, con la autoridad colectiva de la iglesia inicial. Pensemos en el carácter de los testigos. Ellos dieron al mundo la enseñanza moral y ética más grande que nunca ha conocido; y ellos vivieron conforme a esto, como incluso sus opositores se vieron forzados a admitir. Pensemos en el cambio formidable que tuvo lugar en estos hombres. ¿Se puede concebir, quizá, que una mentira deliberada cambiase un grupo de cobardes en héroes, y que los inspirase a vivir una vida sacrificada que frecuentemente acababa en el martirio? La psicología enseña que nada hace al hombre más propenso a la cobardía que una mentira que pese sobre su conciencia. ¿Es quizá posible que, incluso en la frustración o la agonía, ninguno de estos conspiradores divulgase el secreto?
Otros utilizan un término algo más amable y describen los relatos de la resurrección como leyendas. Pero esto es igualmente imposible. Ya hemos visto que los registros escritos eran demasiado cercanos a los hechos para que se pudiese dar un crecimiento legendario. Unas «leyendas» puestas en circulación y registradas por testigos oculares originales no son demasiado distinguibles de unas invenciones deliberadas. Y una razón adicional para rechazar esta sugerencia la tenemos en la evidencia intrínseca de las historias mismas que contradicen la teoría de manera enfática. La clase de episodios que describen los fabricantes de leyendas (como la escena de la resurrección de Cristo, o una aparición de Cristo para confundir a sus enemigos) brillan por su ausencia, lo mismo que cualquier intento de describir su aparición a Santiago o a los otros. ¿Qué fabricante de leyendas hubiese inventado que la primera aparición de Cristo sería a María Magdalena, una mujer de poca categoría en la iglesia? Parece más probable que un falsificador hubiese dado este honor a la madre de Cristo, o a Pedro o Juan. ¿Quién puede leer estas historias del viaje a Emaús, de la aparición del Cristo a María Magdalena, o de Pedro y Juan corriendo hacia el sepulcro, sin la profunda conciencia de que no se trata en absoluto de leyendas? Los detalles de estos registros, dignos y refrenados, son demasiado fieles a la vida para ser considerados legendarios.
Estas dos teorías, la de la invención deliberada y la de la leyenda, se desmoronan delante de la realidad de la tumba vacía. Pocos eruditos las consideran seriamente. Las únicas interpretaciones racionalistas de cualquier mérito admiten la sinceridad de los registros, pero intentan explicarlos sin recurrir a lo milagroso. Estas explicaciones están caracterizadas por una intensa distinción entre los registros de las visitas a la tumba y los registros de las apariciones de Cristo: las primeras son explicadas con una variedad de ingeniosas teorías, y las últimas son consideradas como fenómenos psicológicos o psíquicos.

¿Se puede concebir, quizá, que una mentira deliberada cambiase un grupo de cobardes en héroes, y que los inspirase a vivir una vida sacrificada que frecuentemente acababa en el martirio? La psicología enseña que nada hace al hombre más propenso a la cobardía que una mentira que pese sobre su conciencia.

TEORÍAS DE «TUMBA VACÍA»
La explicación más antigua de la tumba vacía es que los discípulos robaron el cuerpo.5 No obstante, esta sugerencia ha sido abandonada. Es imposible, tanto desde el punto de vista psicológico como ético. Los discípulos no eran precisamente el tipo de gente que hubiese podido llevar a término esta empresa, por mucho que se estire la imaginación; tampoco se puede conciliar un fraude deliberado de esta naturaleza ni con sus caracteres ni con su conducta posterior. Incluso si unos cuantos hubiesen actuado con independencia del grupo, es inconcebible que nunca lo hubiesen dicho a los otros. ¿Acaso es razonable que ninguno de ellos, ni bajo tortura o martirio, admitiese nunca el engaño? Nunca se ha conocido ni un murmullo de un rumor semejante dentro de la iglesia.
Más plausible es la sugerencia de que o bien las autoridades judías o las romanas, o bien José de Arimatea, se hubiesen llevado el cuerpo del sepulcro. Pero ¿por qué? Cuanto más se estudian las hipotéticas razones para este traslado, junto con las ocasiones y circunstancias sugeridas, menos probables parecen. Pero hay una consideración aún más decisiva. Si las autoridades trasladaron el cuerpo, ¿por qué no lo dijeron, abortando de esta forma la predicación de la resurrección? Hemos de recordar que al cabo de siete semanas Jerusalén estaba hirviendo a causa de esta predicación. Las autoridades no sólo deseaban aplastar esta peligrosa herejía, sino que también se quejaban de que los apóstoles intentaban «echar sobre nosotros la sangre de este hombre».6 Los seguidores de Cristo acusaron públicamente a las autoridades de haber negado al Santo y al Justo y de dar muerte al Autor de la Vida.7 ¿Por qué el Sumo Sacerdote no hizo una declaración de que el cuerpo había sido trasladado bajo sus órdenes o cumpliendo órdenes de los romanos? ¿Por qué las autoridades no tomaron por testigos a los que habían tomado parte en el traslado? ¿Por qué no indicaron la verdadera tumba, o, como último recurso, no presentaron los restos corrompidos del cadáver de Cristo? ¿Por qué, en lugar de todo esto, aquella mísera calumnia contra los discípulos?
Otros utilizan un término algo más amable y describen los relatos de la resurrección como leyendas. ... Estas dos teorías, la de la invención deliberada y la de la leyenda, se desmoronan delante de la realidad de la tumba vacía. Pocos eruditos las consideran seriamente.

Por lo que respecta a José de Arimatea, el crítico ha de decidir entre la declaración evangélica según la cual era un discípulo secreto que proveyó la tumba por reverencia a su Maestro,8 y la sugerencia alternativa de que se trataba de un judío piadoso que quería asegurar el entierro del cuerpo (¿pero por qué sólo de aquel cuerpo?) antes del sábado. Si aceptamos el primer punto de vista, parece improbable que hubiese querido trasladar el cuerpo e increíble que no hubiese informado a los apóstoles, y esto nos conduce de nuevo a la teoría del engaño, considerada anteriormente. Si aceptamos el punto de vista alternativo, es igualmente improbable que hubiese actuado sin el conocimiento previo de las autoridades. Y es inconcebible que no les hubiese informado después, cuando Jerusalén estaba hirviendo con la predicación de la resurrección. Esto nos vuelve otra vez a la objeción tratada en el párrafo anterior.
Otra sugerencia es que las mujeres fueron a una tumba equivocada. No conocían Jerusalén demasiado bien y llegaron allí en la incierta luz de la madrugada; se perdieron. Un joven que se encontraba por allí se dió cuenta de sus propósitos, y les dijo: «Buscáis a Jesús ... No está aquí. Mirad (señalando a otra tumba) el lugar donde lo pusieron.» Pero las mujeres se llenaron de pavor y salieron corriendo. Después llegaron a creer que el joven era un ángel con el anuncio de que su Señor había resucitado de entre los muertos.
Esto es muy ingenioso, aunque implica la omisión arbitraria de la frase «Ha resucitado» justo en el centro de las palabras del joven.9 Es significativo, no obstante, que los proponentes de esta teoría se dan cuenta que no es tan fácil como parece, viéndose impulsados a introducir interpretaciones en la misma. Por ejemplo, añaden por lo general que cuando las mujeres huyeron de la tumba no informaron inmediatamente a los apóstoles de lo que había sucedido. Pero ¿por qué los apóstoles no comprobaron los hechos, o no comenzaron a predicar la resurrección en el acto, sin aquel retardo de siete semanas? Los proponentes de esta hipótesis explican esta falta de contacto entre las mujeres y los apóstoles con la suposición de que los apóstoles ya habían huido de Jerusalén a Galilea, y que no regresaron hasta unas tres semanas después con los relatos de las apariciones a Galilea. Las mujeres no contaron la historia de su visita a la tumba hasta que los apóstoles regresaron a Jerusalén. Entonces, los apóstoles, obsesionados con sus propias experiencias místicas o psíquicas, sumaron dos y dos y lograron al menos cinco.
Pero ¿por qué todos los apóstoles hubieron de huir tan precipitadamente? Sin duda que Jerusalén no era un lugar demasiado seguro para ellos en aquellos momentos, pero en este caso ¿por qué habrían de dejar las mujeres atrás? Una acción así hubiese sido totalmente cobarde y vil. Y las mujeres ¿por qué no los habrían de seguir? ¿Por qué se quedaron solas por tres largas semanas, en contra de sus costumbres normales y en circunstancias aparentemente peligrosas? Todo resulta muy difícil y oscuro.
Pero esta teoría y la anterior se rompen en el mismo punto. ¿Por qué, si así fue, los sacerdotes no presentaron al joven y denunciaron todo el engaño? ¿Por qué no señalaron la tumba verdadera o enseñaron el cuerpo? ¿Y por qué no leemos de ningún rumor de la antigüedad mencionando alguna otra posible tumba como lugar de peregrinación y de reverencia? Parece que sólo hay una respuesta: todos, tanto los amigos como los enemigos, conocían la verdadera tumba y sabían que estaba vacía.

... esta teoría y la anterior se rompen en el mismo punto.
Se ha sugerido otra explicación de los fenómenos. La propuso Venturini a comienzos del siglo XVIII, y es como sigue: Leemos en los evangelios que se informó que Cristo había muerto un poco antes de lo normal; Pilato quedó evidentemente sorprendido de que «ya hubiese muerto».10 En realidad, naturalmente, no estaba muerto, y solamente había desfallecido debido al agotamiento provocado por la agonía de la crucifixión y de la pérdida de sangre. Es en esta condición que fue sepultado. La frescura y la quietud de la tumba lo reanimaron, y finalmente salió y se mostró a sus discípulos. Pero aquellos hombres ignorantes creyeron que había resucitado de entre los muertos.
Esto vuelve a parecer ingenioso pero es totalmente insostenible. En primer lugar, los relatos más antiguos son enfáticos sobre el hecho de su muerte. Todo el mundo, los romanos, los judíos, los discípulos, resultaron igualmente unánimes. De entre todas las insinuaciones lanzadas contra el cristianismo desde el principio, no se ha oído ni un rumor de esta clase.
Pero supongamos por un momento que Cristo desfalleciese de puro agotamiento y que fuese sepultado en esta condición. Por lo que parece, se nos pide que creamos que tres días en una tumba fría, sin alimentos ni atención médica, lo reanimarían de tal manera que, en lugar de resultar el último golpe sobre su vacilante vida, pudo:

librarse de las telas funerarias cargadas de especias con que estaba envuelto.
remover una piedra que tres mujeres se sentían incapaces de desplazar.
aterrorizar a los guardias romanos, y
caminar unos cuantos kilómetros con los pies traspasados y heridos.

Sobre este punto, escuchemos al escéptico Strauss:

«Es imposible que un ser que hubiese salido medio muerto del sepulcro, arrastrándose medio muerto y enfermo, necesitando asistencia médica y precisando de vendajes, recobrar fuerzas, y recibir las atenciones de los suyos, y que finalmente cediese bajo sus sufrimientos, hubiese podido dar a sus discípulos la impresión de que era el vencedor sobre la muerte y el sepulcro, el Príncipe de la Vida; impresión ésta que constituyó la base de su ministerio futuro. Una reanimación así ... no hubiese podido de ninguna manera cambiar su tristeza en entusiasmo, ni haber elevado su reverencia en adoración».11

Además, un Cristo así se hubiese constituido en parte de un grosero engaño. ¿Acaso un crítico inteligente sugeriría tal cosa?
Quedan por considerar tres puntos adicionales sobre la tumba. Primero, ¿por qué no encontramos ninguna mención de la historia de las mujeres en las primeras predicaciones apostólicas, tal como quedan registradas en el libro de los Hechos y en algunas epístolas? Pedro y los otros, en sus predicaciones apologéticas y evangelísticas sobre el hecho de la resurrección, insistieron una y otra vez en que (1) era un cumplimiento de la profecía del Antiguo Testamento; (2) demostraba que Aquel así resucitado había sido enviado por Dios y está ahora exaltado como Príncipe y Salvador; y (3) ellos eran testigos oculares de aquello que proclamaban. Pero en toda su predicación pública no encontramos ninguna referencia a la tumba. Se encuentran los relatos solamente en los registros (los evangelios) que fueron escritos para la instrucción de los nuevos convertidos. Ciertamente, solamente puede haber una explicación de esta singular omisión: El hecho de la tumba vacía era de conocimiento general, y no era preciso insistir acerca de ello; la única controversia giraba en torno a la explicación de los hechos. Por esto, era en la explicación que se concentraban los apóstoles.
Segundo: ¿Cómo podemos explicar el evidente descuido de la tumba en los tiempos de los apóstoles? No hay ninguna evidencia de que se convirtiera en un centro de peregrinación, ni tan sólo de reverencia o interés. Quizá se pueda comprender esto en hombres y mujeres creyentes en la resurrección, pero ¿qué diremos de todas las multitudes que, aunque no fuesen profesantes del cristianismo, deberían haber quedado profundamente influenciadas por el profeta de Galilea; algunos, incluso, habiendo sentido su toque sanador?
Tercero, la frase que hemos utilizado repetidas veces, la tumba vacía, no es rigurosamente exacta. Un relato de un testigo ocular nos registra la visita de Juan y Pedro a la tumba, en un pasaje vívido, aunque contenido:

«Así que Pedro emprendió el camino, y el otro discípulo; e iban hacia el sepulcro; y comenzaron a correr los dos juntos; y el otro discípulo se adelantó, corriendo más rápido que Pedro, y llegó el primero al sepulcro, y observando su interior vio que estaban allí las telas de lino, pero no entró. A continuación llegó Simón Pedro y entró en el sepulcro; y fijó su atención en las telas allí puestas, y en el sudario que había estado en su cabeza, no junto con las telas de lino, sino aparte, recogido en un lugar. Entonces el otro discípulo entró también —el que había llegado primero al sepulcro— y vio y creyó.»12

Así que las telas de lino y el sudario aún estaban allí, no deshechas o desordenadas, sino puestas justo como estarían si el cuerpo hubiese desaparecido o las hubiese atravesado, la capa superior caída sobre la inferior, y el sudario separado del resto por el espacio donde había estado el cuello. Pero el cuerpo no estaba allí.
Así, la tumba vacía constituye una verdadera roca contra la que todas las teorías racionalistas de la resurrección se estrellan en vano.

«Es imposible que un ser que hubiese salido medio muerto del sepulcro, arrastrándose medio muerto y enfermo, necesitando asistencia médica y precisando de vendajes, recobrar fuerzas, y recibir las atenciones de los suyos, y que finalmente cediese bajo sus sufrimientos, hubiese podido dar a sus discípulos la impresión de que era el vencedor sobre la muerte y el sepulcro, el Príncipe de la Vida.»

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04/Dic/2007 11:44 GMT+1
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LAS APARICIONES DEL CRISTO RESUCITADO
¿Se pueden marginar o racionalizar las mismas apariciones del Señor? Ya hemos visto que no pueden ser descartadas como mentiras o leyendas; fueron testificadas por testigos oculares que estaban convencidos de su veracidad. Todo esto es generalmente admitido por eruditos competentes. ¿Cómo, pues, podemos esquivar sus implicaciones? La única sugerencia factible sería la posibilidad de que se tratase de alguna alucinación o de algún fenómeno psicológico o psíquico.
No obstante, la medicina moderna ha mostrado que incluso los fenómenos psicológicos obedecen a unas ciertas leyes y pueden ser sometidos a ciertas pruebas. Examinemos más de cerca estos fenómenos a la luz de estos principios.

1. Sólo ciertos tipos de personas son normalmente susceptibles a tales experiencias (los caracteres más excitables e imaginativos). Pero en cierta ocasión, una multitud de quinientas personas afirmaron, todos ellos, haber visto a Cristo; grupos más reducidos afirmaron lo mismo en otras ocasiones. Entre ellos tenemos una María Magdalena muy emotiva, pero también un cobrador de impuestos nada romántico, un número de prosaicos pescadores, y otras personas con una gran variedad de disposiciones.

2. Las alucinaciones son extremadamente individualistas porque su fuente es la mente subconsciente del receptor. No habrá dos personas que experimenten los mismos fenómenos. Pero el grupo de quinientos afirmaron haber experimentado la misma «alucinación», en el mismo momento y lugar. Lo mismo cabe decir de otros grupos diversos.

3. Este tipo de fenómenos tiene generalmente que ver con un acontecimiento esperado, sobre el cual se ha meditado y del que se ha deseado ser durante mucho tiempo el receptor. Por ejemplo, una madre solitaria puede haber anhelado durante tanto tiempo el regreso de su hijo pródigo, que cree haberlo visto realmente. Pero las mismas circunstancias nos muestran que los discípulos no estaban esperando las apariciones de Cristo. Se hallaban tristes y derrotados; su esperanza parecía haber muerto.

4. Las experiencias psíquicas suelen suceder en lugares y momentos adecuados: al anochecer, de noche o por la madrugada, y en lugares característicos. Pero estas «alucinaciones» ocurrieron en diferentes momentos y lugares: en una habitación alta al caer la tarde, cerca del sepulcro de madrugada, durante una caminata por el campo por la tarde, después de una pesca matutina en el lago, y en un monte de Galilea.

5. Por último, estas obsesiones generalmente se repiten durante largo tiempo, con un cierto grado de regularidad, bien aumentando, bien disminuyendo de frecuencia con el paso del tiempo. Pero los fenómenos que estamos considerando tuvieron lugar durante un breve intervalo de cuarenta días, y después cesaron abruptamente. Ninguna persona involucrada tuvo jamás otra visión posterior.


Así, la tumba vacía constituye una verdadera roca contra la que todas las teorías racionalistas de la resurrección se estrellan en vano.

Si tratamos de explicar estos fenómenos por medio de los pretendidos resultados del espiritismo moderno, nos encontramos con más dificultades. Parece que no se dan algunas de las condiciones necesarias. Es evidente que las apariciones de la resurrección no dependían: (1) de la presencia de ningún medium, (2) de ningún grupo de buscadores de lo sobrenatural, ni (3) de ningún otro tipo de condiciones determinadas. Aquel que aparecía no era una simple emanación espiritual. Podía ser visto claramente y oído de manera patente; podía ser tocado;13 podía caminar por el campo,14 cocer pescado15 y comerlo.16 Se podían ver y palpar las marcas de Sus sufrimientos.17
Cuanto más cuidadosamente se estudia esta cuestión, tanto más imposible resulta explicar estas apariciones como un tipo de alucinación. Y no habrá ninguna teoría válida que intente explicar el fenómeno como una mera supervivencia del Espíritu de Jesús. La cuestión que estamos discutiendo es mucho más definida. Los registros son unánimes: Su Espíritu inmortal volvió a Su cuerpo humano mutilado; Su cuerpo fue cambiado instantánea y milagrosamente en un cuerpo nuevo, espiritual, diferente de Su carne y sangre mortales, pero de todas maneras identificable.

Cuanto más cuidadosamente se estudia esta cuestión, tanto más imposible resulta explicar estas apariciones como un tipo de alucinación. ... Los registros son unánimes: Su Espíritu inmortal volvió a Su cuerpo humano mutilado; Su cuerpo fue cambiado instantánea y milagrosamente en un cuerpo nuevo, espiritual, diferente de Su carne y sangre mortales, pero de todas maneras identificable.

OTRAS EVIDENCIAS
Se podría decir mucho más, pero en este artículo sólo podemos compendiarlo brevemente:

1. Existe una gran compañía por todo el mundo denominada Iglesia Cristiana. En la historia se la puede remontar hasta Palestina, alrededor del 30 d.C. ¿A qué se debe su origen? Sus registros más antiguos afirman claramente que su origen data de la resurrección de su Fundador de entre los muertos. ¿Qué otra sugerencia explica los hechos?

2. Existe la institución del Domingo Cristiano, que también puede ser remontada al mismo lugar y fecha. ¿Qué diremos sobre su origen? Los judíos estaban fanáticamente adheridos a su Sábado. Considerando que la iglesia en su origen era casi exclusivamente judía, se precisaría de un acontecimiento de significación profunda y revolucionaria para hacerlos cambiar al primer día de la semana. Y así fue; ni más ni menos que la resurrección. La misma línea de razonamiento podría aplicarse a la observación de la Pascua.

3. Consideremos el éxito de la iglesia primitiva. La base y sustancia de la predicación apostólica era la resurrección, y fue predicada a pocos minutos del camino de la tumba de José. ¿Cómo podemos explicar los miles que creyeron, a pesar de la feroz oposición, y el gran número de sacerdotes que se adhirieron a la fe?18 La respuesta parece decisiva: el hecho básico de la tumba vacía era indiscutible.

4. Aún más, ¿cómo explicamos el extraño intervalo de siete semanas entre el acontecimiento y su primera proclamación? Ningún inventor de falsas evidencias y ningún soñador de leyendas hubiese fabricado esta historia así. La única explicación adecuada es la que aparece en los registros mismos: Los discípulos pasaron los primeros cuarenta días en comunión intermitente con su Señor resucitado. Durante los diez días siguientes esperaron, como les ordenó Cristo, por «la promesa del Padre», el Espíritu Santo, que había de infundirles poder.19

5. También, parece indiscutible que el mismo Cristo predijo Su crucifixión y resurrección. Incluso el crítico que intenta explicar la claridad de algunas de las predicciones como reminiscencias ex post facto, ha de explicar la acusación en Su juicio. Jesús, se afirmó, había dicho: «Puedo destruir el templo de Dios, y volver a levantarlo en tres días.»20 Esto es, evidentemente, una versión mutilada de Sus palabras reales sobre Su futura pasión y resurrección.

6. ¿Y qué de los mismos apóstoles? ¿Qué hizo cambiar aquel puñado de pobres y vencidos cobardes en un grupo de irresistibles misioneros que pusieron el mundo del revés porque ninguna oposición podía detenerlos? ¿Qué cambió a Pedro de un hombre débil que negó a su Maestro bajo las preguntas de una joven esclava, a un hombre que no podía ser silenciado por todo el Sanedrín? Pablo y los evangelistas nos dan parte de la explicación: Se apareció a Pedro.21 ¿Qué es lo que cambió a Jacobo, el hermano humano del Señor, y que no era en absoluto partidario de Él, en el líder reconocido de la iglesia en Jerusalén, y todo en el corto espacio de unos pocos años? Se nos dice: «Se apareció a Jacobo.»22 ¿Qué otra cosa hubiese podido llevar a este antiguo crítico a describir a su hermano como «el Señor de la Gloria»?23 ¿Y qué de Saulo el perseguidor (que debió haber conocido todos los hechos sobre la tumba de José), y de Esteban el mártir, y de la multitud de otros testigos?

7. Consideremos la experiencia de los cristianos a lo largo del tiempo. Una gran multitud de hombres y mujeres, de alta o baja posición, ignorantes o instruidos, civilizados y salvajes, réprobos y respetables, han encontrado su salvación y gozo en el Cristo resucitado y vivo. Sus vidas transformadas han dado testimonio de la realidad de su experiencia.

8. Finalmente, consideremos a Aquel que resucitó. Algún crítico podrá objetar que una resurrección de entre los muertos es cosa tan increíble que ninguna cantidad de evidencia será suficiente. (Una actitud así parece llena de prejuicio y acientífica, pero de todas maneras la consideraremos). Supongamos que la resurrección de un hombre ordinario sea increíble. Pero esta línea de razonamiento no puede ser aplicada a Aquel que estamos considerando. Él fue único: en todo lo que hizo, en todo lo que dijo, en todo lo que fue. Sea como sea que lo miremos, Él está en una clase en solitario. Incluso aparte de la resurrección, hay razones excelentes y convincentes para creer que Él era «Dios manifestado en carne.» ¿Por qué es pues increíble que una Persona así resucitase de entre los muertos? Hubiese sido mucho más increíble si no hubiese resucitado. El más hondo de todos los misterios es que muriese «por nosotros los hombres y por nuestra salvación.» Pero habiendo muerto, no es ningún misterio que también resucitase.


¿Qué cambió a Pedro de un hombre débil que negó a su Maestro bajo las preguntas de una joven esclava, a un hombre que no podía ser silenciado por todo el Sanedrín? Pablo y los evangelistas nos dan parte de la explicación: Se apareció a Pedro.
La prueba definitiva de la resurrección, para cada persona, está en su conocimiento del Cristo resucitado, porque en esta cuestión la evidencia de la experiencia puede hacer de suplemento a la evidencia de la historia. La promesa del Salvador resucitado se mantiene: «Mira, estoy a la puerta y llamo. Si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré a él y comeré con él, y él conmigo.»24

La promesa del Salvador resucitado se mantiene: «Mira, estoy a la puerta y llamo. Si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré a él y comeré con él, y él conmigo.»

NOTAS

1. 1 Corintios 15:14-15. Volver al texto

2. Ver 1a Corintios 15:3-7. Volver al texto

3. Ver Gálatas 1:18-19. Volver al texto

4. Aunque acepta plenamente la inspiración divina de estos registros, el autor desea no dar nada por supuesto en este artículo. Volver al texto

5. Mateo, 28:11-15. Volver al texto

6. Hechos 5:28. Volver al texto

7. Hechos 3:14-15. Volver al texto

8. Mateo 27:57 y ss. Volver al texto

9. Ver Mateo 28:6; Marcos 16:6 y Lucas 24:6. Volver al texto

10. Marcos 15:44. Volver al texto

11. David Strauss, The Life of Jesus for the People, I (Londres, 1879). Volver al texto

12. W. Temple, Readings in St. John's Gospel (New York, St. Martins Press, Inc.) pág. 376. Volver al texto

13. Lucas 24:39. Volver al texto

14. Lucas 24:15. Volver al texto

15. Juan 21:9. Volver al texto

16. Lucas 24:41-43. Volver al texto

17. Juan 20:27. Volver al texto

18. Hechos 6:7. Volver al texto

19. Hechos 1:3-8. Volver al texto

20. Mateo 26:61. Volver al texto

21. Ver 1 Corintios 15:5 y Lucas 24:34. Volver al texto

22. 1 Corintios 15:7. Volver al texto

23. Santiago 2:1. Volver al texto

24. Apocalipsis 3:20. Volver al texto
© SEDIN 1997

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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿A Galilea o Jerusalén?

Eric Lyons, M.Min.

Tres veces en el evangelio de Mateo, el escritor registró que a ciertos discípulos de Jesús se les instruyó que se reunieran con el Señor en Galilea después de Su resurrección. Durante la cena de la Pascua que Jesús comió la noche de Su traición, Él informó a Sus discípulos, diciendo, “[D]espués que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea” (Mateo 26:32). Mateo registró que tres días después, el día de la resurrección de Jesús cuando María Magdalena y otras mujeres llegaron a la tumba vacía de Jesús, un ángel les dijo que notificaran a los discípulos en cuanto a la resurrección de Jesús, y que les dijeran exactamente lo mismo que se les había dicho tres días antes: “[H]e aquí va delante de vosotros a Galilea” (28:7). Luego, Mateo registró solo tres versículos después que, mientras las mujeres estaban en su camino a informar a los discípulos en cuanto a la resurrección de Jesús y el mensaje que el ángel les había dado, Jesús les apareció y dijo: “¡Salve!... No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán” (28:9-10). Algún tiempo después, “los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado” y “le adoraron” (28:16-17).

Según Mateo, incuestionablemente Jesús quería reunirse con Sus discípulos en Galilea después de Su resurrección. Sin embargo, algunos escépticos y algunas personas que estudian la Biblia sinceramente han preguntado por qué, según Lucas, Jesús se reunió con Sus discípulos en Jerusalén (24:33-43), y luego les mandó que se quedaran allí hasta que fueran “investidos de poder desde lo alto” (24:49). ¿Contradice el relato de Lucas al de Mateo? Según un antagonista de la Biblia,

Mateo, Marcos y Juan registran que Jesús dijo que los discípulos tenían que encontrarse con él en Galilea, al norte de Israel, alrededor de tres días de viaje. En oposición a esto, los dos libros de Lucas—El Evangelio de Lucas y El Libro de Lucas registran que Jesús planeaba reunirse con ellos en Jerusalén....

En el mundo real, la gente no puede estar en dos lugares al mismo tiempo, y reclamar esto sería caer en una contradicción.... La Biblia, como el esposo infiel, ha caído en contradicción, ha sido expuesta como una mentira, y por tanto no se puede confiar que diga la verdad (Smith, 1995).

¿Está esté escéptico en lo correcto? ¿Contiene la Biblia un error en este respecto? ¿Coloca a la misma gente en dos diferentes lugares “al mismo tiempo”? ¿Dónde, exactamente, quiso Jesús reunirse con Sus discípulos—en Galilea o Jerusalén?

Lo cierto es que Jesús se reunió con Sus discípulos en ambos lugares, pero lo hizo en tiempos diferentes. Una de las razones por las que muchas personas alegan que dos o más pasajes de la Biblia son contradictorios es porque no reconocen que las diferencias simples no significan una contradicción. Para que esta sea una contradicción genuina, no solamente se debe estar haciendo referencia a la misma persona, lugar o cosa en el mismo sentido, sino se debe considerar el mismo periodo de tiempo. Si una persona ve una puerta en la parte trasera de un edificio y dice, “Esa puerta está cerrada”, pero también dice, “Esa puerta está abierta”, ¿se ha contradicho? No necesariamente. La puerta puede haber estado cerrada en un momento, pero luego se puede haber abierto a causa de un viento fuerte. El tiempo y la cronología son factores importantes que se deben considerar cuando se aborda supuestos errores en la Biblia.

Considere otra ilustración que se relaciona más al supuesto problema que el escéptico propone. Al final de cada año, generalmente el miembro del personal de Apologetics Press viaja a Birmingham, Alabama para una reunión de fin de año de dos días. Suponga que el Director Ejecutivo nos recuerde de este evento tres días con anticipación, diciendo, “No se olviden de la reunión en Birmingham que comienza el jueves”, y luego llame a nuestros hogares la mañana de la reunión como otro recordatorio, diciendo, “No se olviden de nuestra reunión hoy en Birmingham”. ¿Estaría alguien justificado a concluir que nuestro Director Ejecutivo ha mentido en cuanto a la reunión si, ese jueves en la mañana, todos los miembros del personal de Apologetics Press (incluyendo al Director Ejecutivo) se reúnen en la oficina en Montgomery y realizan algunas de las tareas que normalmente hacen? Absolutamente no. Realmente, el día que los miembros del personal de Apologetics Press sale para la reunión de fin de año, es común que todos trabajen hasta las 10:30 a.m., y luego salgan para la reunión en Birmingham. Si alguien preguntara si fuimos a trabajar en Montgomery el jueves, pudiéramos decir honestamente, “Sí”. Si alguien preguntara si viajamos a Birmingham el jueves para la reunión de dos días, se pudiera decir verazmente, “Sí”. Ambos enunciados serían verdaderos. Nos reunimos en ambos lugares, solamente en tiempos diferentes.

Similarmente, Jesús se reunió con Sus discípulos tanto en Jerusalén y Galilea, pero en tiempos diferentes. El día de Su resurrección, se reunió con los apóstoles (excepto Tomás) en Jerusalén así como Lucas y Juan registraron (Lucas 24:33-43; Juan 20:19-25). Ya que Jesús estuvo en la Tierra solamente por 40 días después de Su resurrección (cf. Hechos 1:3), algún tiempo entre la reunión con Sus apóstoles en Jerusalén y Su ascensión más de cinco semanas después, Jesús se reunió con siete de Sus discípulos en el Mar de Tiberias en Galilea (Juan 21:1-14), y luego con todos los once apóstoles en un monte en Galilea que Jesús les había señalado anteriormente (Mateo 28:16). Algún tiempo después de estas reuniones en Galilea, Jesús y Sus discípulos viajaron de regreso a Judea, donde Él ascendió al cielo desde el Monte de los Olivos cerca de Betania (Lucas 24:50-53; Hechos 1:9-12).

Ninguno de los relatos de las apariciones post-resurrección de Jesús se contradicen. En cambio, cada escritor suplementó lo que otro escritor dejó sin registrar. Jesús pudo haber aparecido a los discípulos muchas veces durante los 40 días en la Tierra después de Su resurrección (cf. 1 Corintios 15:1-7), mientras los escritores del Nuevo Testamento mencionaron solamente los casos más prominentes para corroborar el hecho de Su resurrección.

Todavía, alguien puede preguntar, “¿Por qué Jesús mandó a Sus discípulos a quedarse ‘en la ciudad de Jerusalén” en el día de Su resurrección hasta que fueran “investidos de poder desde lo alto” (Lucas 24:49), si realmente quería que ellos se reunieran con Él en Galilea?”. Realmente, es una suposición declarar que Jesús hizo el enunciado anterior el mismo día que se levantó de la tumba. Algo que debemos tener en cuenta cuando estudiamos la Biblia es que los escritores bíblicos no estuvieron tan interesados en la cronología como lo están los escritores modernos. Frecuentemente (especialmente en los relatos del evangelio), los escritores pasaron de un tema a otro sin presentar el tiempo real o el orden exacto en que algo se hizo o enseñó (cf. Lucas 4:1-3; Mateo 4:1-11). En Lucas 24, el escritor omitió las apariciones post-resurrección de Jesús en Galilea (que Mateo y Juan mencionan). Sin embargo, note que él nunca declaró que Jesús permaneció solamente en Jerusalén desde el día que se levantó de la tumba hasta el día que ascendió al cielo.

Según Lucas 24 versículos 1,13,21,29 y 33, los eventos que se registran en los primeros 43 versículos de ese capítulo sucedieron el mismo día de la resurrección de Jesús. No obstante, los últimos cuatro versículos de Lucas 24 (vss. 50-53), sucedieron (según Lucas) más de cinco semanas después (cf. Hechos 1:1-12). Pero ¿qué acerca de los versículos 44-49? ¿Cuándo se realizaron estos enunciados? Lo cierto es que nadie sabe exactamente. Lucas no da ninguna indicación (como lo hizo en los versículos anteriores) que esta sección particular se realizó el “primer día de la semana” (24:1) o “el tercer día” desde la crucifixión de Jesús (24:21). Todo lo que sabemos es que los versículos 44-49 tienen su lugar antes de la ascensión al cielo (vss. 50-51). El hecho que Lucas usara la partícula conjuntiva de (traducida “y”) para comenzar el versículo 44, no significa que esto necesariamente denote una conexión cercana entre los dos versículos, sino solamente una continuación general del relato y un enunciado breve de lo que Jesús dijo. Aunque muchos lectores del siglo XXI suponen que los eventos que Lucas 24:44-49 registra ocurrieron el mismo día que Jesús se levantó de la tumba, el texto realmente no dice nada acerca de esto.

El crítico de la Biblia tiene la responsabilidad de verificar su suposición. Aunque el escéptico citado anteriormente comparó la Biblia a un “esposo infiel” que “ha caído en contradicción”, se debe recordar que es igualmente deplorable levantar acusaciones de infidelidad cuando no existe prueba para ello. En realidad, se debería comparar la Biblia a un esposo fiel a quien los escépticos prejuiciados y autoritarios cuyo caso se basa en suposiciones no-probadas han acusado injustamente de infidelidad.
REFERENCIAS

Smith, Mark A. (1995), “Gospel Wars: Galilee -vs- Jerusalem”, [En-línea], URL: http://www.jcnot4me.com/Items/contradictions/GALILEE-vs-JERUSALEM.htm.


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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

La Verdad y los Sentimientos

Kyle Butt, M.A.


Mucha gente en la sociedad sostiene que no existe una manera correcta y absoluta de hacer las cosas. La idea es que una manera puede ser correcta para usted, pero no para otra persona. Cada ser humano hace lo que siente que es correcto, y eso es correcto para él. Este enfoque declara que su manera está bien para usted y mi manera está bien para mí, y que todos deben hacer lo que piensan que es correcto. Cada manera es tan buena como la otra y no se debería considerar a una de ellas como la manera correcta.

Esta idea es especialmente común en la religión. Muchas personas están contentas creyendo que una religión es tan buena como la otra. La mayoría piensa que mientras una persona sea sincera en lo que cree, entonces esa persona está en lo correcto. Según esta idea, las muchas religiones, denominaciones, iglesias y sinagogas son maneras diferentes de llegar al mismo lugar. Los que piensan de esta manera no creen que ninguna religión sea la religión correcta. Puede ser la religión o iglesia correcta para usted, pero puede no ser la religión correcta, ya que ellos creen que no existe una religión o iglesia correcta. ¿Es esta idea correcta? ¿Existe una verdad real y absoluta? ¿Son todas las religiones tan buenas como otras? Veamos cómo funciona esta idea en la vida real.

Suponga que una maestra de matemáticas escribe la siguiente operación en la pizarra para su clase: 2 + 2 = ____. Ella explica a su clase que este es un examen decisivo. La respuesta correcta vale 100 puntos. La respuesta incorrecta vale 0 puntos. Suponga que uno de los estudiantes se siente muy seguro que la respuesta es cinco. De hecho, suponga que la maestra sale del aula y toda la clase decide que la respuesta es cinco. Además, suponga que un maestro de historia entra mientras la maestra de matemáticas está afuera, y él explica que las respuestas tres, cuatro y cinco deberían ser aceptables siempre y cuando cada estudiante crea firmemente que la respuesta que escribe es correcta. ¿Es correcta cualquier respuesta aparte de cuatro? ¡Absolutamente no!

Tristemente, la gente no cree que el mismo principio se aplique a la religión. En Mateo 7:13-14, Jesús dijo: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (énfasis añadido). En Juan 14:6, Jesús aseveró claramente: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (énfasis añadido). Esto realmente es tan simple como 2 + 2. Solamente existe un camino al cielo, y Jesús es ese camino. Esto es difícil de aceptar para algunos, pero es la verdad—la verdad absoluta e inmutable. Todos los que tratan de llegar al cielo a través de Buda, Mahoma, el judaísmo u otras muchas religiones, se perderán si no regresan a Jesús para hacer las cosas a Su manera.

También es cierto que muchas personas sinceras sienten que están haciendo lo correcto, pero no lo están haciendo. El apóstol Pablo es un gran ejemplo de este caso. Pablo (cuyo nombre fue primero Saulo) pensó que los cristianos eran impíos. Pensó que ellos estaban apartando a la gente del camino verdadero al cielo que él creía que se encontraba en la religión judía. A causa de esta creencia sincera, él persiguió a los cristianos. Obtuvo autorización de las autoridades judías para encerrar a los cristianos en la cárcel. Cuando los cristianos eran procesados por sus vidas, Pablo dio su aprobación para que los mataran. Él creyó sinceramente que estaba haciendo lo que Dios quería que hiciera. En Hechos 23:1, mientras hablaba a los líderes judíos, Pablo dijo, “[Y]o con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy”. Pablo sintió que estaba sirviendo a Dios, pero no lo estaba haciendo. De hecho, estaba sirviendo a Satanás y peleando en contra de Dios, a pesar de sus motivos sinceros. Él fue sincero, pero estaba sinceramente equivocado.

Cuando Cristo apareció a Pablo en el camino a Damasco, le dijo que estaba pecando (Hechos 9). Instruyó a Pablo que fuera a la ciudad de Damasco donde se le diría lo que debía hacer para ser reconciliado con Dios. Pablo creyó a Jesús e hizo exactamente lo que se le instruyó. Después que Pablo oró y ayunó por tres días, un hombre llamado Ananías vino donde Pablo estaba y le dijo, “Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre” (Hechos 22:16). Pablo fue bautizado para la remisión de sus pecados, y fue añadido a la iglesia que pertenece a Cristo. La sinceridad de Pablo no le ayudó hasta que encontró y obedeció la verdad.

En Juan 8:32, Jesús explicó, “[Y] conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Luego, Jesús explicó que la Palabra de Dios “es verdad” (Juan 17:17). Se nos ha dado la Palabra de Dios—la Biblia. Jesús dijo que estas palabras nos juzgarán en el día final (Juan 12:48). En el juicio, se comparará nuestras vidas a la verdad que se encuentra en el Nuevo Testamento. Si hemos seguido las palabras de Jesús, iremos al cielo. Si no las hemos seguido, a pesar de la sinceridad que tengamos, iremos al infierno.

El Norte siempre está al norte, dos más dos es siempre cuatro, y Jesús es el único camino al Padre y al cielo. Vivamos nuestras vidas, no según lo que “sentimos” que es correcto, sino según la verdad que se encuentra solamente en la Biblia.

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06/Dic/2007 12:02 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

LA VERDADERA NAVIDAD


Introducción
Mucho se habla sobre la navidad, se dice que es la fecha en que nuestro Señor Jesucristo nació, la tradición asegura que fue el 25 de diciembre, pero lo mas importante es que dice la palabra de Dios sobre el nacimiento de nuestro Señor, recordemos que las tradiciones muchas veces provienen de cultos paganos, algunos se fundamentan diciendo “¿La Biblia no demuestra lo contrario?”, pero hoy veremos que sí.

El Nacimiento de Juan el Bautista

La Biblia es tan hermosa y perfecta que todos los eventos narrados tienen una relación entre si, empezaremos conociendo la fecha de nacimiento de Juan el Bautista, ¿Para Que? Porque la escritura nos dice que Juan era seis meses mayor que Jesús (Lucas 1:36), es decir que nació seis meses antes, entonces, el conocer cuando nació Juan nos revelara cuando nació el Señor Jesús. Para esto empezaremos diciendo que los padres de Juan el bautista eran el sacerdote Zacarías y Elisabet:

Lucas 1:5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías, que tenía por mujer una de las hijas de Aarón que se llamaba Elisabet.

La escritura nos señala que Zacarías era del grupo sacerdotal de Abías, aquí esta la clave de este misterio, en 2 Crónicas 24 encontramos las 24 ordenes sacerdotales que el rey David estableció de los descendientes de Aarón para que ministraran en el templo, en el verso 10 de ese mismo capitulo encontramos que la orden Sacerdotal de Abías era la octava, recordemos que el Padre de Juan, Zacarías era de esta orden sacerdotal. Te explicare como se turnaban las 24 ordenes sacerdotales, cada orden ministraba en el templo una semana, luego le tocaba el turno a la otra orden, y así sucesivamente, la primera orden empezaba el primer mes judío que era el mes de Nissan el mes que salieron de Egipto (Éxodo 12:2), en nuestro calendario corresponde entre marzo-abril, quiere decir que la orden de Abías que era la octava, ministraba ocho semanas después del primer mes, esto seria entre los meses de mayo-junio, en el calendario hebreo seria el mes de Sivan. Ahora sabemos que Zacarías estaba ministrando en el templo entre el mes de mayo-junio, sigamos con el relato bíblico:

Lucas 1:8 Pero aconteció que mientras Zacarías ejercía su ministerio sacerdotal delante de Dios según el orden indicado a su grupo, Lucas 1:9 conforme a la costumbre del sacerdocio, fue escogido por sorteo para entrar al templo del Señor y quemar incienso. Lucas 1:10 Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora de la ofrenda de incienso. Lucas 1:11 Y se le apareció un ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Lucas 1:12 Al verlo, Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de él. Lucas 1:13 Pero el ángel le dijo: No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás Juan.

Notemos que mientras estaba en su turno sacerdotal Zacarías (entre el mes de mayo-junio) el Ángel del Señor le dijo que Elisabet estaba embarazada, es decir que Juan el bautista nacería 9 meses después de ese momento, si sumamos nueve meses a partir de mayo-junio tenemos entonces que Juan el bautista nació en marzo. Ya tenemos cuando nació Juan el bautista, ahora veamos que más nos dice la escritura:

El Nacimiento de Jesús

Lucas 1:26 Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, Lucas 1:27 a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María. Lucas 1:28 Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres.

Nota que dice “al sexto mes”, si lees los versos anteriores te darás cuenta que es al sexto mes del embarazo de Elisabet (la mama de Juan el Bautista), el Ángel Gabriel visito a Maria para notificarle que ella era la elegida para dar a luz al hijo de Dios, es decir que Juan el bautista era seis meses mayor que Jesús, quiere decir que si Juan nació en el mes de marzo, 6 meses después nació nuestro Señor Jesús, esto es en el mes de septiembre, en el mes de Tishri según el calendario Judío. Así es amado hermano, el Señor no nació el 25 de diciembre como dice la tradición, la Biblia nos dice que nació en el mes de tishri, te diré un dato adicional, en este mes los judíos celebran la fiesta de los tabernáculos, y la escritura nos dice de la venida del verbo:

Juan 1:14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

La palabra “habitó”, se dice en griego “skenoo” y significa tabernaculizó, es decir, puso su tabernáculo entre nosotros, al estudiar las fiestas judías y su cumplimiento en Jesús, podemos ver que Jesús nuestro Señor nació para la fiesta de los tabernáculos en el mes de septiembre-octubre del calendario judío.

Diciembre es temporada de frió en Israel

Otro dato interesante es saber que en Israel durante el mes de diciembre es temporada de frió, y desde el mes de octubre los pastores guardan sus ovejas, y el relato bíblico dice:

Lucas 2:8 En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche. Lucas 2:9 Y un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. Lucas 2:10 Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; Lucas 2:11 porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.

Por donde lo miremos, la escritura nos muestra que no fue en diciembre 25 como dice la tradición que nació nuestro Señor Jesús. La tradición dice que fueron 3 reyes los que visitaron a Jesús al momento de su nacimiento, pero al ver el texto bíblico no dice que fueron 3 reyes:

Mateo 2:1 Después de nacer Jesús en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes, he aquí, unos magos del oriente llegaron a Jerusalén, diciendo: Mateo 2:2 ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos su estrella en el oriente y hemos venido a adorarle.
Notemos que dice “unos magos”, e Isaías nos aclara que definitivamente no eran 3, que al momento de nacer el salvador serian multitud de camellos:

Isaías 60:6 Una multitud de camellos te cubrirá, camellos jóvenes de Madián y de Efa; todos ellos vendrán de Sabá, traerán oro e incienso, y traerán buenas nuevas de las alabanzas del SEÑOR.

El origen de la “Costumbre Navideña”

Ahora que sabemos que la costumbre navideña esta totalmente fuera de la realidad bíblica, veamos de donde surge. En los días en que el imperio romano gobernaba, los cristianos del primer siglo eran perseguidos por confesar al Señor Jesús, roma sostenía que solo el cesar era el único Señor, tiempo después un emperador en una visión, vio una cruz en el cielo dice la historia, y ordeno que todo el imperio romano se convirtiera al cristianismo, pero lejos de convertirse lo que sucedió fue una mezcla entre el cristianismo y roma, donde los lideres de aquel entonces empezaron a ceder a la presión del imperio romano, y terminaron adaptando las costumbres paganas de roma y asegurando que tenían cabida en la historia bíblica y fue así que declararon la fecha del 25 de diciembre como la fecha de la navidad, pero al escudriñar la historia nos damos cuenta que en esa fecha se celebraba la fiesta de la saturnalia, fiesta dedicada al dios sol y que se caracterizaba por el consumo de licor, idolatría e intercambio de regalos.

En una fábula babilónica se dice que Nimrod, que es el primer cazador en contra de las almas de Jehová (Génesis 10:8-9), se casó con Semiramis y tuvieron un hijo llamado Tamúz. A la muerte de Nimrod, Tamúz se casa con su madre (incesto), Semiramis decía haber visto en una visión un retoño verde de un árbol muerto (Nimrod), significando ello la resurrección de Nimrod en Tamúz. ¿Qué se celebra entonces para la “temporada navideña”? la escritura nos exhorta a tener cuidado con las costumbres de los pueblos, aun menciona que los árboles los trabajan para su idolatría:

Jeremías 10:3 Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; pues un leño del bosque es cortado, lo trabajan las manos de un artífice con la azuela; Jeremías 10:4 con plata y oro lo adornan, con clavos y martillos lo aseguran para que no se mueva.

La Verdadera Navidad

Si queremos saber si realmente existe la navidad, navidad viene de la palabra NATIVIDAD que significa “NACER DE NUEVO”, si en algún momento existe la navidad no tendría que ser el día que Jesucristo nació a un pesebre, sino el día en que nació en nuestro corazón para limpiarnos y darle vida a nuestro espíritu.

Reflexión
Amado hermano, con este estudio no queremos quitar la tranquilidad de los hogares y mucho menos robar la infancia a los niños, pero si debemos extirpar la ignorancia, tratemos de no tocar la inocencia de los niños, pero debemos siempre proclamar y enseñar la verdad a la luz de la palabra. Recuerda, la verdadera navidad es cuando Cristo nació en tu corazón y te dio vida eterna, y no el 25 de diciembre según “la costumbre pagana de la navidad”.

07/Dic/2007 15:53 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)



El Horror del Aborto en Italia

Caleb Colley, B.A., B.S.


Ocasionalmente, los que promueven o realizan abortos van más allá de simplemente hacer enunciados que revelan la degradación moral y la irracionalidad inherente de sus reclamaciones. Ellos muestran violencia inusual y horrenda hacia los niños indefensos antes del nacimiento. Los defensores Pro-Vida han señalado uno de esos eventos. Recientemente, los doctores italianos mataron al niño “equivocado” después que una mujer de 38 años pidiera abortar a uno de sus hijos gemelos no-nacidos (O’Brien, 2007; “Abortion of Wrong...”, 2007). En vez de quitar la vida al gemelo que sufría de Síndrome de Down, los doctores accidentalmente causaron que la mujer abortara al bebé sano (O’Brien). Los gemelos habían cambiado de lugar dentro del útero (Hooper, 2007). Remarcablemente, después de descubrir el error, la madre regresó al hospital de San Paolo en Milán por un segundo aborto, y luego reportó a los doctores a la policía (“Abortion of Wrong...”). Ahora, ambos niños están muertos, y la oficina fiscal de Milán no espera acusar al personal del hospital de actividad criminal (Hooper).

Paolo Binetti, senador católico y miembro del comité nacional de bioética de Italia, dijo: “Lo que pasó en este hospital no fue un aborto médico sino un aborto realizado con el propósito de eugenesia” (O’Brien, 2007). El caso italiano nos recuerda que casi todos los abortos tienen el propósito de facilitar la vida de los adultos (vea “Abortion: Medical...”, s.d.). Una mujer embarazada puede pensar en muchas razones para escoger la muerte en vez de la vida, pero en la mayoría de los casos de aborto, podemos resumir todas estas razones en una sola palabra: conveniencia.

La Iglesia Católica Italiana está preparándose para una lucha legal para reevaluar y potencialmente cambiar la ley de 30 años sobre el aborto en Italia, la cual relega el aborto a los primeros tres meses del embarazo excepto en el caso que el niño no-nacido sufra una “malformación” (“Italian Church...”, 2007; “The Legalization...”, 1978). El caso de los gemelos, quienes tenían 18 semanas de edad, sugiere que la imposición de la ley del aborto en Italia no es efectiva. Binetti concluyó: “Pienso que después de 30 años es tiempo de mirar una vez más la ley del aborto” (“Abortion of Wrong...”, 2007). De hecho, los problemas éticos, filosóficos y bíblicos con el aborto demandan que se reemplace todas las leyes que permiten el aborto con alternativas sensibles y morales (vea Miller, 2005).
REFERENCIAS

“Abortion of Wrong Twin Rekindles Debate” (2007), [En-línea], URL: http://news.xinhuanet.com/english/2007-08/28/content_6619565.htm.

“Abortion: Medical Facts” (sine data), National Right to Life, [En-línea], URL: http://www.nrlc.org/abortion/index.html.

Hooper, John (2007), “Italian Police to Investigate Abortion of Wrong Twin”, [En-línea], URL: http://www.guardian.co.uk/italy/story/0,,2156813,00.html.

“Italian Church Spoiling for Another Fight Over Abortion After Botched Selective Abortion” (2007), International Herald Tribune, [En-línea], URL: http://www.iht.com/articles/ap/2007/09/04/europe/EU-GEN-Italy-Abortion.php.

“The Legalization of Abortion: Law 194 of the Italian Republic” (1978), Columbia University, [En-línea], URL: http://www.columbia.edu/itc/history/degrazia/courseworks/legge_194.pdf.

Miller, Dave (2005), El Aborto y la Biblia”, [En-línea], URL: http://www.apologeticspress.org/espanol/articulos/664.

O’Brien, Elizabeth (2007), “Italian Hospital Aborts Healthy Twin and Leaves Handicapped Sibling”, [En-línea], URL: http://www.lifesite.net/ldn/2007/aug/07082709.html.

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08/Dic/2007 12:28 GMT+1
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Las Ideas Tienen Consecuencias

Kyle Butt, M.A.

Alguien puede pensar para sí mismo, “¿Qué importa si creo en Dios, la Biblia, la creación o un concepto como la evolución orgánica?”. Usted puede pensar que eso es solamente una creencia—un montón de palabras y argumentos que tienen poco que ver con la vida real. Si está pensando en eso, déjeme sugerirle cortésmente que eso no es cierto. Lo que se cree es la fuerza motriz de la manera en que se comporta. Si cree que el hombre es creado a la imagen de Dios, entonces valorará mucho la vida humana. Pero si cree que el hombre es solo otro animal que ha evolucionado de una sopa primitiva en el pasado distante, entonces la vida humana pierde su singularidad y valor. Si el hombre es simplemente un “animal glorificado”, ¿sería equivocado deshacerse de aquellos considerados como una molestia—niños (no-nacidos), retrasados mentales, discapacitados o ancianos débiles? Si el hombre es simplemente un “simio desnudo”, entonces “sacarle de su miseria” no sería un pecado. Después de todo, les disparamos a los caballos cuando se rompen una pata, ¿verdad?

Usted puede decir, “No, la creencia en la Teoría de la Evolución realmente no animaría a nadie a cometer tales crímenes en contra de la humanidad. Primero, miremos los principios en los que la evolución se basa. Por ejemplo, considere la “supervivencia del más fuerte”. Este principio es parte de la fundación misma de la evolución, y básicamente declara que el más fuerte triunfa al sobrevivir por encima del débil, y algunas veces al destruirlo. Si seguimos este principio a su conclusión lógica, esto significa que los humanos más fuertes pueden destruir a los humanos más débiles, mientras permanecen en armonía completa con el “orden natural de las cosas”. Si no cree que alguien puede llevar a la Teoría de la Evolución a su conclusión lógica, continúe leyendo.
ADOLFO HITLER—UN CASO DE PRUEBA

Adolfo Hitler tiene su lugar merecido como posiblemente el villano más infame de todos los tiempos. Los estudiantes de todas las edades, y los adultos que les enseñan historia, se estremecen al considerar los actos cometidos por este criminal. Sus atrocidades crueles reclamaron las vidas de más de seis millones de judíos y más de cuatro millones de otros grupos étnicos como los polacos y gitanos. Las cámaras de gas, los campos de concentración, los experimentos humanos atroces, la hambruna despiadada y el trabajo forzado son solo pocas de las imágenes que vienen a la mente cuando se escucha el nombre “Adolfo Hitler”.

Una pregunta que inmediatamente se presenta cuando alguien considera las acciones de Hitler es, “¿Por qué?”. ¿Qué haría que un hombre pensara que se pudiera justificar tales actos de injusticia? Declarándolo sencillamente, la respuesta es la Teoría de la Evolución. Hitler creía que la raza aria era superior a las otras razas. Creía que esta raza aria “superior” tenía el derecho de exterminar a todas las “razas inferiores” ya que, según la evolución, el “orden natural de las cosas” es que el fuerte sobreviva. Para usar las palabras de Charles Darwin, Hitler vio sus planes macabros como nada más que “la preservación de razas favorecidas en la lucha por la vida”.

Cuando se estudia seriamente la vida y las acciones de Hitler, se puede ver que la Teoría de la Evolución tuvo un rol principal en sus hechos atroces. Pero muchos evolucionistas objetan esta idea. Ellos declaran que la Teoría de la Evolución no pervirtió a Hitler, sino Hitler pervirtió a la Teoría de la Evolución.

El problema con esta clase de pensamiento es que Hitler no pervirtió, ni alteró, la Teoría de la Evolución para sostener sus acciones. Él la siguió a su conclusión lógica. Según la Teoría de la Evolución, la naturaleza no tiene una conciencia que distinga entre lo bueno y lo malo. ¿De dónde conseguiría la “naturaleza” tal conciencia de la moralidad? Ciertamente esta moralidad no puede evolucionar de la materia inanimada. Ninguna sopa química pudiera progresar por evolución hasta llegar a tener una conciencia. Lo más que la evolución pudiera producir sería la idea que “la fuerza hace el derecho”. Cuando Hitler exterminó aproximadamente 10 millones de hombres, mujeres y niños inocentes, actuó en completo acuerdo con la Teoría de la Evolución—y en completo desacuerdo con el conocimiento humano de lo correcto e incorrecto.

No obstante, muchos evolucionistas objetan y sugieren que usar las acciones de Hitler para demostrar los efectos terribles de la evolución es como usar la Inquisición Española, las Cruzadas o el proceso de brujería de Salem para demostrar los efectos terribles del cristianismo. Pero la diferencia yace en el hecho que las Cruzadas, los procesos de brujería y la Inquisición Española fueron perversiones de las enseñanzas cristianas. Cristo enseñó a Sus seguidores a dar la otra mejilla, orar por sus enemigos y amar a sus prójimos como a sí mismos. Es cierto que a través de la historia, la gente ha cometido crímenes terribles “en nombre del cristianismo”. Pero no es cierto que estuvieron siguiendo los principios de Cristo. De hecho, estuvieron pervirtiendo la enseñanza de Cristo y torciendo esa enseñanza para decir cosas que Cristo nunca dijo. Por otra parte, las obras que Hitler hizo en nombre de la evolución no fueron una perversión de la teoría. Él entendió perfectamente los principios de la evolución y los aplicó consistentemente.

Un escritor dijo: “Si enseña a sus hijos que ellos evolucionaron de los monos, actuarán como monos”. ¡Cuán verdadero! Por otro lado, si enseña a sus hijos que ellos fueron creados a la imagen de un Dios santo, entonces podemos esperar que sean santos como Él es santo.


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Vida en la Matriz

Dave Miller, Ph.D.


Los fetólogos e investigadores médicos han reconocido hace mucho tiempo los cuatro estados de comportamiento del bebé no-nacido que son análogos a los del recién nacido: 1F (dormitar silencioso), 2F (estado activo), 3F (despertar silencioso) y 4F (despertar activo). Todavía no se ha considerado que el estado 5 para los recién nacidos, i.e., llorar, esté presente en el no-nacido. Sin embargo, en un estudio que calcula los efectos de la exposición al tabaco y la cocaína durante el embarazo, los investigados reportaron que el no-nacido experimentaba algo parecido a un “comportamiento de llanto”. Este comportamiento que se puede ver a través de la ecografía y se puede capturar en grabaciones de video, incluye: un movimiento de exhalación inicial asociado con el hecho de abrir la boca y el descenso de la lengua, seguido por una serie de tres aspiraciones en aumento, terminando la última aspiración en una pausa inspiratoria, seguida por una expiración y un descanso. Los investigadores creen que este comportamiento sugiere la posibilidad de un estado 5F (Gingras, et.al., 2005).

Los partidarios del aborto en los Estados Unidos no le darán la bienvenida a esta clase de investigación, ya que ésta provee otra evidencia principal que sugiere que el bebé no-nacido es completamente humano. De hecho, existe mucha evidencia científica para confirmar que el punto de vista promovido por la Corte Suprema en 1973, el cual abrió las puertas al aborto en gran escala, es responsable por el asesinato de más de 45,000,000 de bebés (“Abortion in the...”, 2005).

Desde luego, la Biblia muestra la perspectiva correcta. Por ejemplo, considere la narración de la visita de María, la madre de Jesús, a Elisabet, la madre de Juan el bautista. Ambas mujeres estaban embarazadas en ese tiempo.

En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet. Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre (Lucas 1:39-44, énfasis añadido).

Note que se representa al bebé no-nacido de Elisabet como un ser humano vivo. De hecho, el término “criatura” que se usa en el versículo 41 y 44 para hacer referencia a Juan es el mismo término que se usa en el siguiente capítulo para hacer referencia a Jesús después de Su nacimiento mientras que yacía en el pesebre (Lucas 2:12,16). Así que en los ojos de Dios, sea que una criatura esté en su estado de desarrollo prenatal, o en su estado de desarrollo postnatal, ¡esa criatura todavía es un bebé! No obstante, la matanza continúa.
REFERENCIAS

“Abortion in the United States: Statistics and Trends,” (2005), National Right to Life, [En-línea], URL: http://www.nrlc.org/abortion/facts/abortionstats.html.

Gingras, J.L., E.A. Mitchell, y K.E. Grattan (2005), “Fetal Homologue of Infant Crying,” Archives of Disease in Childhood, 90:F415-F418, [En-línea], URL: http://fn.bmjjournals.com/cgi/content/abstract/90/5/F415.

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12/Dic/2007 13:33 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Yo No Soy Culpable, Solo Estoy Enfermo”

Bert Thompson, Ph.D.


INTRODUCCIÓN

Durante la década de 1970, uno de los comediantes más populares en la televisión norteamericana fue Flip Wilson. En su repertorio de personajes ficticios, él a menudo interpretaba a un ama de casa franca con el nombre de Geraldine. Cuando Geraldine se equivocaba al hablar, se le escapaba un insulto, o cuando cometía otra metedura de pata (como ella a menudo lo hacía), su réplica clásica cuando se le cuestionaba era gritar con una voz alta y chillona, “¡El diablo me hizo hacerlo!”. Como un comediante en posesión de talento innato, fenomenales vestuarios, y maquillaje imponente, Flip Wilson podía cambiar la situación de Geraldine en una risa de rutina ganadora de un premio. Nada era jamás la culpa de Geraldine, ya que ella siempre tenía a alguien sobre quien podía culpar su aprieto, a pesar de cuán extremo pudiera haber sido el aprieto. Su refrán, “El diablo me hizo hacerlo”, le absolvía de cualquier culpa en absoluto—y así ella quería que la audiencia creyera.

La verdad debe ser dicha, Flip Wilson casi nunca inventó material “original” para sus líneas cómicas. Desde el alborear de la creación, el hombre ha buscado colocar la culpa de sus propias acciones equivocadas a los pies de alguien más. El hombre siempre ha necesitado un chivo expiatorio para llevar su carga de culpabilidad y su vergüenza inexorable—la responsabilidad de lo que él no tenía intención de llevar por sí mismo. Eva, el primer ser humano en llevar culpa y vergüenza, buscó excusarse de su violación a los mandamientos de Dios al sugerir, “La serpiente me engañó, y comí” (Génesis 3:13). O, para usar las palabras de Geraldine, “¡El diablo me hizo hacerlo!”.

No obstante, mientras que su marcha a través de la historia progresaba, el hombre aprendió que él podía desenvolverse mejor si culpara a algo—o mejor todavía, a alguien—que tuviera una naturaleza corporal. Llegó a ser pasado de moda el sugerir que un espíritu meramente invisible podía causar tanto problema, o cargar suficiente responsabilidad en alguna manera como para reparar tal problema. Por ende, llegó a ser popular para el hombre culpar sus fallas no al diablo, pero en cambio a su prójimo.

El primer rey de Israel trató esta estratagema. El profeta Samuel había transmitido a Saúl las instrucciones de Dios concernientes a la destrucción de los Amalecitas (1 Samuel 15:1-3). Pero en vez de obedecer a los mandamientos de Dios, él conservó a su rey, Agag, y parte de su ganado. Cuando Samuel le preguntó por qué había desobedecido, Saúl dijo: “el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tu Dios, pero lo demás lo destruimos” (1 Samuel 15:15, énfasis añadido). Saúl no solamente trató de transferir la culpa de su error, sino simultáneamente intentó explicar su desobediencia al sugerir que él actuó como lo hizo por razones de adoración a Dios. Hasta donde sabía, él podía perdonar algo del ganado para sacrificarlo en adoración a Jehová. En otras palabras, el fin justificó los medios.

Tanto la historia profana y sagrada está repleta con ejemplos de aquellos que buscaron transferir la culpa de sus propios errores o delitos a alguien más. Anna Russell representó este sentimiento en su “Physchiatric Folksong” (“Canto Folklórico Psiquiátrico”):

A la edad de tres tuve un sentimiento de
Ambivalencia hacia mis hermanos
Y así resulta naturalmente
Que yo envenené a todos mis amantes.
Pero ahora yo soy feliz; he aprendido
La lección que esto me ha enseñado,
Que todo lo que hago que está equivocado
Es la culpa de alguien más
(como citado en Zacharias, 1994, p. 138).

Pero, así como en un punto del pasado no llegó más a ser deseable sugerir que “El diablo me hizo hacerlo”, ahora ha llegado el tiempo cuando ya no es más popular sugerir que nuestros prójimos (“el pueblo” para usar las palabras del Rey Saúl) deberían llevar la carga de nuestra culpa o vergüenza. Aparentemente “la gente” se ha cansado de jugar al chivo expiatorio. Tal vez existía simplemente demasiada inculpación, demasiada culpa, y demasiada vergüenza cerca. Todos ya tenían su parte considerable. Un nuevo depósito de inculpación, culpa y vergüenza se necesitaba. Por tanto, nació el refrán, “¡Yo no soy culpable, solo estoy enfermo!”.
“NO CULPABLE, SOLO ENFERMO”

Casi al mismo tiempo que Flip Wilson estaba haciendo famoso el grito lastimero de Geraldine, “¡El diablo me hizo hacerlo!”, varios pensadores serios estaban notando que algo en el código moral humano había salido mal. Uno por uno, lento pero seguro, llamaron nuestra atención al hecho de que una palabra singular, y el concepto de la responsabilidad personal que ésta representaba, parecía haberse desvanecido de nuestro vocabulario. Esa palabra única—faltando notoriamente en las descripciones dadas anteriormente de gente que había cometido “errores”, “injusticias”, o “delitos”—era “pecado”. En el proceso de encontrar a alguien más para culpar, nosotros simultáneamente nos despojamos de la habilidad de que realmente habíamos pecado.

Una de las primeras voces en tratar de restaurar un reconocimiento del concepto del pecado, y el reconocimiento de la responsabilidad personal que esto requería, fue el renombrado psiquiatra Karl Menninger. En 1973, el Dr. Menninger escribió su trabajo ahora-famoso, Whatever Became of Sin? (¿Qué Llegó a Ser del Pecado?), en el cual escribió:

Los seres humanos han llegado a ser más numerosos, pero escasamente morales. Ellos están ocupados, viniendo y yendo, obteniendo y perdiendo, peleando y defendiendo, creando y destruyendo... Ellos ahora se comunican con otros en mil maneras, rápido y lento; se transportan rápidamente sobre la tierra, el mar, y a través del aire... Ésta ha llegado a ser la época de la tecnología, incontrolable y triunfante. Nos jactamos de nuestros inventos, innovaciones, y dispositivos... Y mientras obtenemos y acumulamos, nos jactamos y desafiamos... De repente, despertamos de nuestros sueños placenteros con una comprensión espantosa de que algo estaba equivocado...

En todos los lamentos y reproches hechos por nuestros videntes y profetas, uno echa de menos la palabra “pecado”, una palabra que solía ser un lema verdadero de los profetas. Esta fue una palabra una vez en la mente de todos, pero ahora raramente escuchada. ¿Significa esto que ningún pecado está implicado en nuestros problemas?... ¿No es alguno nunca más culpable de algo?... Todos nosotros admitimos la ansiedad y la depresión, e incluso los sentimientos vagos de culpa; pero ¿no ha cometido nadie algún pecado? En efecto, ¿dónde se fue el pecado? ¿Qué pasó de éste? (1973, pp. 4,5,13, énfasis en original).

El Dr. Menninger comenzó su libro con la tesis que “la desaparición de la palabra ‘pecado’ implica un cambio en la asignación de la responsabilidad de lo malo” (1973, p. 17). Siguiendo la definición de Webster, él observó que “El pecado es la transgresión de la ley de Dios; desobediencia de la voluntad divina; fallo moral. El pecado es el fracaso de darse cuenta en conducta y carácter del ideal moral, a lo menos tan completamente como sea posible bajo circunstancias existentes; fracaso para hacer como uno debe hacer hacia su prójimo” (1973, pp. 18-19). Él luego lamentó:

No es seguramente nada nuevo que los hombres quieran evitar reconocer sus pecados o incluso pensar acerca de estos. ¿No es ésta la historia religiosa de la humanidad? Tal vez nosotros somos solamente más charlatanes hoy en día y estamos equipados con más eufemismos... La enfermedad y la cura han sido los lemas del día y se dice poco acerca del egoísmo o culpabilidad o la “brecha de la moralidad”. Y ciertamente ¡nadie habla acerca del pecado! (pp. 24,228).

La evaluación del problema hecho por Menninger en 1973 no solamente fue correcto, sino también anunciador. Nosotros escaseábamos diablos y prójimos sobre los cuales podríamos amontonar la culpa de nuestras equivocaciones. Los errores habían llegado a ser tantos, y los chivos expiatorios tan pocos. Era tiempo para “un cambio en la asignación de la responsabilidad de lo malo”, para usar las palabras del doctor. Lo que se necesitaba era una manera de escapar completamente de la culpa, sin tener que amontonarla sobre alguien más. Tal proceder haría innecesaria la tarea desagradable de apuntar con el índice, mientras que a la misma vez absolvería la culpa de cualquier responsabilidad personal. Y así, nosotros decidimos culpar nuestros defectos no sobre un espíritu incorpóreo, o incluso sobre aquellos alrededor nuestro. En cambio, simplemente nos declaramos “enfermos”, y como el Dr. Menninger correctamente observó, la “enfermedad” entonces llegó a ser el lema del día.

Raros eran aquellos que no pudieran encontrar una “enfermedad” que les garantizara la absolución, por completo o en parte. Richard Berendzen, presidente de la Universidad Americana, fue sorprendido haciendo llamadas telefónicas obscenas. Él clamó que había sido una víctima de abuso infantil, y se registró en un hospital para “tratamiento” (otra palabra, como el Dr. Menninger anotó, que había llegado a ser un “lema” de nuestro tiempo). Robert Alton Harris, un asesino convicto de dos chicos de dieciséis años, explicó a la corte que él no era el culpable, sino la victima, ya que él había sido programado en útero—como resultado del síndrome de alcohol fetal—ser violento. Dan White, un supervisor de San Francisco, asesinó al alcalde de la ciudad y a otro supervisor. Él clamó que no era responsable por sus acciones porque su adicción a la comida basura nubló su juicio, causándole por eso el volverse violento en una manera que no pudo controlar (esto llegó a ser conocido en círculos legales como la defensa “Twinkie”). Lyle y Erik Menendez planearon los asesinatos premeditados de sus padres, admitieron el crimen, y luego reclamaron el cargo de víctimas, sugiriendo que habían reaccionado por el maltrato y abuso de sus padres insensibles.

Mientras la lista de “enfermedades” continuaba creciendo, estas comenzaron a asumir una propia vida, cubriendo no solamente hechos ilegales, sino prácticamente toda faceta de la existencia humana. La gente estaba “enferma” porque había sido discriminada respecto a prácticamente todo—desde el tener sobrepeso hasta el estar demasiado anciano. O ellos estaban “enfermos” por algo que sus padres hicieron antes que nacieran. O ellos estaban “enfermos” porque su medio ambiente los hizo así. En su libro, A Nation of Victims (Una Nación de Víctimas), Charles J. Sykes, un ex reportero del Diario Milwaukee y editor de la Revista Milwaukee, abordó este concepto:

Mientras llega a ser cada vez más claro que la mala conducta puede ser redefinida como enfermedad, los números crecientes de enfermos nuevos han acudido a grupos como los Jugadores de Azar Anónimos, Adictos a las Píldoras Anónimos, S-Anon (“familiares y amigos de adictos al sexo”), Nicotina Anónima, Emociones Juveniles Anónimas, Padres Solteros Anónimos, Salud Emocional Anónima, Deudores Anónimos, Adictos al Trabajo Anónimos, Trastornos Duales Anónimos, Apaleadores Anónimos, Víctimas Anónimas, y Familias de Abusadores sexuales Anónimas...

En el lugar de lo malo, la sociedad terapéutica ha sustituido la “enfermedad”, en el lugar de la consecuencia, ésta urge terapia y entendimiento; en el lugar de la responsabilidad, ésta urge por una personalidad dirigida por los impulsos...

Las celebridades compiten unos con otros en confesar historias gráficas de abusos que sufrieron como niños, mientras los talk shows (programas de entrevistas) de la televisión tienen como protagonistas a un desfile de víctimas que oscilan desde obesas víctimas de incesto hasta discapacitados adictos al sexo.

La disfunción es, en todo respecto, una industria creciente... Desde los adictos de South Bronx hasta los auto-titulados atropellados emocionalmente del Lado Este Superior de Manhattan, el lema de las víctimas es el mismo: Yo no soy responsable; ésta no es mi culpa (1992, pp. 9,13,12,11, énfasis en original).

Todos—no solo asesinos y violadores—ahora podían clamar ser victimas. Nosotros estamos “enfermos”, no somos responsables, y no debemos ser culpados. Así sugiere la percepción común actual y políticamente correcta. Mientras Sykes continuaba su examen de esta tesis, sugirió:

La vida americana está caracterizada cada vez más por la insistencia lastimera, Yo soy una victima... El Himno Nacional ha llegado a ser El Quejido... Ahora atesorado en la ley y la jurisprudencia, el victimismo está dando nueva forma a la fábrica de la sociedad, incluyendo a las pólizas de empleo, la justicia criminal, la educación, la política urbana, y, un énfasis orweliano cada vez más creciente en la “sensibilidad” en el lenguaje. Una comunidad de ciudadanos interdependientes ha sido desplazada por una sociedad de individuos resentidos, en competencia y auto-interesados que han vestido su molestia personal con el atavío del victimismo. El victimismo obviamente funcionó... (pp. 11,15,80, énfasis añadido).

En efecto, el victimismo sí funciona—a lo menos por dos razones. Primero, si la gente puede ser representada convincentemente como victimas de una enfermedad, un mal, o una adicción, esto puede, sugiere Stanton Peele en su libro, The Diseasing of America (La Enfermedad de América), “legitimar, reforzar, y excusar los comportamientos en cuestión—convenciendo a la gente, contrario a toda evidencia, que su comportamiento no es el suyo. Mientras tanto, el número de adictos y aquellos que creen que no pueden controlarse a sí mismos crece constantemente” (1989, p. 28). Segundo, generalmente hablando es la naturaleza humana el mirar con lastima a aquellos que no pueden prevenir o corregir su propia condición lamentable. Como Sykes ha sugerido: “Desde luego, los americanos tienen una larga tradición de condolencia por el oprimido; la compasión por el menos afortunado ha sido siempre una marca de la decencia y moralidad fundamental de una nación” (p. 12).

Por tanto, ahora nos encontramos en una era donde prácticamente toda acción humana puede ser explicada por la declaración, “Yo no soy culpable, solo estoy enfermo”. Desafortunadamente, en ocasiones, la comunidad científica/médica ha exacerbado la situación (aunque no siempre intencionalmente) al prestar credibilidad a la idea de que una presunta víctima no es responsable por sus acciones debido a los hechos—algunas veces físicos, algunas veces mentales—sobre los cuales él/ella en el fondo no tiene control. Por ejemplo, se ha sugerido que el alcoholismo es una condición heredada que produce resultados completamente más allá del control de la persona que afecta. Esto tiene implicaciones personales significativas, también como sociales. Pocos defenderían que una persona debería cargar la responsabilidad o culpa, por haber nacido con Síndrome de Down. Tal acontecimiento no es la “culpa” de esa persona. Ni debería ser asignada ninguna responsabilidad al alcohólico, es sugerido, debido al hecho de que puede haber una causa fundamental, genética similar.

La batalla sobre si el alcoholismo debería ser calificado como una “enfermedad” o no ha sido larga y escandalosa. Algunos investigadores abogan el punto de vista que ciertos individuos poseen una “predisposición genética” al alcoholismo; otros niegan tal predisposición genética. Como Sykes ha anotado:

En el mejor de los casos, la investigación científica por una causa definitiva física o biológica del beber incontrolable ha sido inconclusa. Aunque algunos expertos insisten que el alcoholismo en efecto es genéticamente fundamentado, otros, igualmente firmes, o niegan el enlace biológico, o insisten que éste ha sido grandemente exagerado. Sin embargo, la definición de alcoholismo como una enfermedad, alardeado por una red creciente de profesionales de ayuda, instituciones de tratamiento alcohólico, y grupos relacionados, ha ganado aceptación generalizada... Si alguien que toma excesivamente está enfermo, entonces la noción de responsabilidad moral llega a ser altamente problemática (pp. 136, 147).

El mismo razonamiento se aplica a otros males. Además de los ejemplos mencionados anteriormente que pretenden absolver a una persona de la responsabilidad (e.g., síndrome de alcohol fetal, la defensa “Twinkie”, etc.), ahora ha llegado a ser popular el explicar los problemas de una persona a través del uso de las “memorias reprimidas”. La idea detrás del síndrome de la memoria reprimida es que una persona actúa como lo hace debido a eventos que ocurrieron hace mucho tiempo atrás, las memorias de lo que ha sido “reprimido” en su mente. A través del uso de la terapia psicológica, un consejero “libera” estas memorias antes reprimidas, proveyendo por ende la respuesta a las acciones o situaciones del tiempo presente, y proveyendo posiblemente la base para una cura o solución.

No obstante, los casos genuinos de memorias reprimidas que causan problemas psicológicos pueden ser más pocos de lo que la opinión de moda sugiere. Elizabeth Loftus, una crítico franca del uso incorrecto de la terapia de la memoria reprimida, ha sugerido que “la presión para encontrar memorias puede ser muy grande” (1995, 19:25). Loftus también observó:

Una encuesta reciente de psicólogos de nivel doctoral indica que tantos como un cuarto pueden encubrir creencias y dedicarse a actividades que son cuestionables. El hecho de que estas clases de actividades puedan y en efecto algunas veces guíen a memorias falsas parece ahora ser indiscutible. El hecho de que estas clases de actividades puedan crear víctimas falsas, como también verdaderos heridos, parece ahora ser también indiscutible (19:24).

Aunque Loftus, y otros como ella, no deseen “tirar las frutas frescas con las maduras” al sugerir que no existen tales cosas como las memorias genuinas reprimidas, ellos exhortan a la prudencia a cada paso para que ni el terapeuta ni el paciente sea tentado a “inventar” memorias simplemente por la búsqueda del “sentirse mejor”. Como Loftus ha anotado acerca de varias clases de reclamaciones basadas sobre memorias reprimidas, “...no todas las reclamaciones son verdaderas” (19:28; vea también Bower, 1993a, 1993b).
CONCLUSIÓN—LA RESPUESTA BÍBLICA

El uso creciente de la excusa, “Yo no soy culpable, solo estoy enfermo”, para absolver una responsabilidad moral para las acciones debería ser de interés para cada cristiano, como debería ser la idea de que la gente no puede llevar responsabilidad debido al hecho de que ellos son “victimas” de sus padres, su ambiente, o sus predisposiciones genéticas. Concerniente a la idea de que la culpa siempre debe ser colocada en algún otro lugar, Sykes ha remarcado,

...es una fórmula para el embotellamiento social; la búsqueda irresistible por alguien o algo que culpar que está en conflicto con la indisposición inmovible para aceptar la responsabilidad... Si todos son víctimas, entonces nadie lo es. Pero es cada vez más obvio que el victimismo ha llegado a ser demasiado plausible, demasiada explicación patente para todo lo que nos aflige (pp. 15,18).

Por tanto, Sykes ha sugerido que es tiempo para una “moratoria sobre la culpa” ya que la “culpa ha llegado a ser la excusa de todo-uso para no hacer nada. Es tiempo de dejar la muleta” (p. 253). Pero ¿cómo puede ser eso logrado? Y ¿cuál debería ser nuestra respuesta al concepto de “no culpable, solo enfermo”?

Primero, la gente debe aceptar la idea de responsabilidad personal (Romanos 14:12), a pesar de las tendencias en la sociedad por lo contrario. Con respecto a esto, Winford Claiborne ha preguntado: “¿Cuándo vamos a despertar a la verdad de que somos producto de nuestras propias elecciones y debemos pagar las consecuencias?... ¿Qué le ha pasado a la responsabilidad humana en América?” (1995, p. 100). Sykes sugirió la misma cura cuando escribió: “Reconocer nuestra propia responsabilidad y la necesidad de parar de culpar a otros es el primer paso para desmantelar la cultura del victimismo” (p. 253).

Segundo, nosotros no podemos, con impunidad, pasar por alto el hecho de que cada persona responsable fue creada por Dios con libre albedrío. Las Escrituras son claras en este punto. Cuando Jesús se dirigió a los fariseos en Juan 5:39,40, les dijo: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida”. Los fariseos pudieron haber venido a Cristo en obediencia humilde, pero ellos libremente escogieron no hacerlo.

Tercero, ya que fuimos creados con la habilidad de hacer nuestras propias elecciones, cada persona consciente tiene la responsabilidad de escoger sabiamente y correctamente. Y la mayoría de gente sabe eso por simple sentido común, como Sykes ha anotado:

En algún nivel de nuestra existencia, todos sabemos que algo se requiere de nosotros, por mucho que queramos deshacernos de esto. Instintivamente y racionalmente, nosotros sabemos nuestras responsabilidades; nosotros sabemos que no estamos enfermos cuando estamos simplemente débiles; nosotros sabemos que otros no deben ser culpados cuando hemos errado; nosotros sabemos que el mundo no existe para hacernos felices (p. 255).

Es inútil culpar al diablo, a nuestros prójimos, a nuestros genes, o al ambiente de nuestra juventud por los problemas que nos causamos a nosotros mismos a través de las malas elecciones. Por ejemplo, incluso si fuera verdad que existe alguna predisposición biológica al alcohol, nadie le obliga al alcohólico a tomar el primer trago, o a continuar bebiendo. Aunque la elección de no tomar pueda ser difícil, y aunque requiera asistencia médica, no obstante, la elección está disponible.

Sin tener en cuenta si las “predisposiciones genéticas” hacia ciertas condiciones sí existan, y sin tener en cuenta si malas cosas nos pasaron en nuestro pasado “olvidado”, todavía el hecho permanece siendo que ningún día pasa sin que tengamos que hacer elecciones personales. Algunas veces esas elecciones son bastante fáciles; algunas veces éstas son terriblemente difíciles. Y más a menudo, son las elecciones que hacemos las que afectan mayormente nuestras vidas. Nadie tiene que vivir en pecado. De hecho, el apóstol Pablo, después de enumerar varias condiciones pecaminosas, escribió de los cristianos en Corinto en el primer siglo: “Y estos erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1 Corintios 6:11; énfasis añadido). Puede ser difícil transformar nuestras vidas a la imagen de Cristo, pero no es imposible. Las predisposiciones genéticas (si éstas sí, de hecho, existen), o las condiciones ambientales, pueden hacer nuestras elecciones más difíciles, pero éstas no nos roban la habilidad de hacer la elección correcta.
REFERENCIAS

Bower, Bruce (1993a), “Sudden Recall,” Science News, 144[12]:184-186, September 18.

Bower, Bruce (1993b), “The Survivor Syndrome,” Science News, 144 [13]:202-204, September 25.

Claiborne, Winford (1995), “Charles J. Sykes’ A Nation of Victims: A Book Review,” Family, Church, and Society Restoration and Renewal, ed. David L. Lipe (Henderson, TN: Freed-Hardeman University).

Loftus, Elizabeth (1995), “Remembering Dangerously,” Skeptical Inquirer, 19[2]:20-29.

Menninger, Karl (1973), Whatever Became of Sin? (New York: Hawthorn Books).

Peele, Stanton (1989), The Diseasing of America (Lexington, MA: Lexington Books).

Sykes, Charles J. (1992), A Nation of Victims: The Decay of the American Character (New York: St. Martin’s Press).

Zacharias, Ravi (1994), Can Man Live Without God (Dallas, TX: Word).

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13/Dic/2007 12:03 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Evangelizando a escépticos y judíos
Gerardo Laursen

Estimado(a) Pedro:

Claro, una clave en todo evangelismo es ser amigo y amar al incrédulo. Pero para ayudarle a usted a defenderse mejor en cuanto a contenido, quisiera darle unos puntos de partida en el intento de convencer a una persona cerrada.

1. Mostrar ejemplos en la Biblia del conocimiento sobre la realidad.

a. La condición humana se revela en todo el libro.

b. La tierra es una esfera flotando en el espacio.
Is. 40:22, 700 años antes de Cristo (y más de 2,000 años antes del viaje de Cristóbal Colón): “El está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar.”
Job 26:7, aprox. 1900 años antes de Cristo (y unos 3,000 años antes del invento del telescopio): “El extiende el norte sobre vacío. Cuelga la tierra sobre nada.”

c. El número de estrellas: Gn. 22:17 (escrito como 1440 antes de Cristo): “de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.”
En aquel entonces creían que existían solo unas 3,000 estrellas. (No existían telescopios.) Dios dice a Abraham que sus descendentes serán como las estrellas. Y él probablemente pensaba que tendría unos 3,000: un total de hijos, nietos, bisnietos, etc. Pero Dios sigue la comparación con la arena de las playas del mundo, o sea que las 3 cosas son innumerables (estrellas, arena, descendientes). Ningún ser humano sabía en 1440 aC que las estrellas eran innumerables. Solo Dios lo sabía. (Este dato provee evidencia fuerte que la Biblia es sobrenatural e inspirada por Dios.)



2. Señalar las profecías cumplidas.

a. Más de 2,000 profecías en la Biblia se han cumplido hasta la fecha, literalmente y sin fallar. Eso indica un Dios soberano y otra vez que la Biblia es sobrenatural.
b. Específicamente para los judíos. Un punto cultural aquí: muchos judíos se ofenden al llamar sus escrituras con la palabra “antigua”. Mejor referirse a ellas como “las escrituras hebreas”.

El cuadro siguiente es para fotocopiar y llevar en su Biblia


#


Profecías de Cristo:


Antiguo Testamento


Cumplido en Cristo:

1


Simiente de la mujer


Gn. 3:15


Gál 4:4; 1 Jn. 3:8

2


Raíz de Abraham


Gn. 22:18


Mt. 1:1; Jn. 11:51-52

3


Descendiente de David


Is. 9:7


Mt. 1:1

4


Nacido de una virgen


Is. 7:14


Mt. 1:23

5


Nacido en Belén


Mic. 5:2


Mt. 2:4-6

6


Escapó a Egipto


Os. 11:11


Mt. 2:14-15

7


Burlado


Sal. 22:7-8


Mt. 27:39-44

8


Dado vinagre


Sal. 69:21


Mt. 27:34

9


Intensidad de Su sufrimiento


Sal. 22:14-15


Lc. 22:42-44

10


Su sufrimiento por otros


Is. 53:4-6


Mt. 20:28

11


Escupido y azotado


Is. 50:6


Mc 19:65; Jn. 19:1

12


Clavado en la cruz


Sal. 22:16


Jn. 19:18; 20:25

13


Desamparado por Dios


Sal. 22:1


Mt. 27:46

14


Silencio ante Sus acusadores


Is. 53:7


Mt. 26:63; 27:12-14

15


Rechazado por los judíos


Is. 53:3


Mt. 27:37-44

16


Suertes por Su ropa


Sal. 22:18


Mt. 27:35

17


Contado con los transgresores


Is. 53:12


Mc 15:27-28

18


Intercesión por Sus asesinos


Is. 53:12


Lc. 23:34

19


Su muerte


Is. 53:12


Mt. 27:50

20


Huesos no quebrantados


Ex. 12:46; Sal. 34:20


Jn. 19:33,36

21


Precedido por Juan el Bautista


Mal. 3:1


Lc. 1:17; 3:15-16

22


Ministerio se inicia en Galilea


Is. 9:1-2


Mt. 4:12,16,23

23


Ministerio público en Jerusalén


Zac 9:9


Mt. 21:5

24


Hace milagros


Is. 35:5-6


Mt. 11:4,6

25


Rechazado por Sus hermanos


Sal. 69:8; Is. 63:3


Jn. 1:11; 7:3,5

26


Judíos y Gentiles contra El


Sal. 2:1-2


Hch. 4:27

27


Traicionado


Sal. 41:9


Jn. 13:18-21

28


Vendido por 30 piezas de plata


Zac. 11:12


Mt. 26:15

29


Campo del alfarero


Zac. 11:13


Mt. 27:3,7

30


Acusado por testigos falsos


Sal. 27:12


Mt. 26:60

31


Traspasado


Zac. 12:10; Sal. 22:16


Jn. 19:34,37

32


Encomendó su espíritu


Sal. 31:5


Lc. 23:46

33


Enterrado con los ricos


Is. 53:9


Mt. 27:57-60

34


Sus discípulos dispersados


Zac. 13:7


Mt. 26:31

35


Su resurrección


Sal. 16:10


Lc. 24:6,31,34

36


Su ascensión


Sal. 68:18; 110:1


Lc. 24:51; He. 1:3

37


La conversión de los gentiles


Is. 11:10; 42:1


Hch. 10:45



¿Cuál sería la posibilidad de cumplir todas estas profecías, si no fuera la persona de Jesucristo? Alguien había comentado sobre la probabilidad de cumplir solamente 8 de estas profecías juntas. Piense en el territorio del estado de Tejas en los EUA, cubierto con monedas de un dólar a la profundidad de un metro. Ahora pinte una sola moneda y escóndala adentro de todas aquellas monedas. Entonces consiga un hombre ciego, para pedirle buscar dondequiera en un solo intento de encontrar la moneda pintada. Así es la estadística para cumplir 8 profecías a la vez. He aquí 37. Imposible aparte de indicar a Cristo mismo.



3. Consulte fuentes sólidas para prepararse mejor. Le recomiendo tres fuentes buenas:

a. Paul Little, La Razón de nuestra Fe, Ediciones Las Américas.

b. Josh McDowell, Nueva Evidencia que Exige un Veredicto, Casa Bautista.

c. R.C. Sproul, Como Defender su Fe, Portavoz.


4. Si usted es amigo de un judío que habla inglés, préstele este libro: Ruth Rosen, Jewish Doctors Meet the Great Physician, Purple Pomegranate Productions, San Francisco, EUA, 2nd ed., 1998. Vuelva después para recoger el libro (para pasarlo a otro) y preguntarle sus reacciones. Se trata de testimonios de médicos judíos que aceptaron a Cristo como su Mesías y Salvador.



¡Animo! ¡Con presentar una defensa sabia y respetuosa, el Espíritu Santo puede abrir el corazón más cerrado!
“…y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros,”1 Pedro 3:15.

Seamos fieles hablado del Salvador al pueblo judío y a escépticos

14/Dic/2007 10:42 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Creyentes `acostumbrados a Dios´
El reto del aumento de la increencia dentro de las propias confesiones cristianas es otra de las tristes novedades que nos depara el mundo actual. Desde que comenzó la modernidad y se inició el proceso de secularización, el número de individuos capaces de vivir sin creer en Dios ha ido incrementándose progresivamente sobre todo en los países industrializados. Muchas personas han vuelto su vista a la magia de la ciencia, la tecnología y las computadoras electrónicas, olvidándose por completo de la divinidad y así, poco a poco, la sociedad occidental se ha poblado de auténticos bárbaros espirituales.




Por desgracia, esta indiferencia religiosa no sólo se extiende por los ambientes seculares, sino que también ha penetrado en el seno de las congregaciones evangélicas produciendo creyentes “acostumbrados a Dios” que, a la hora de la verdad, viven y actúan como si no fueran creyentes.

La Iglesia católica reconoce que los no creyentes pueden darse incluso entre los mismos sacerdotes, religiosos y religiosas. En el mundo protestante ocurre lo mismo y también se dan casos de pastores o líderes religiosos que han dejado de creer pero continúan predicando y desarrollando sus funciones ministeriales para salvar las apariencias, porque necesitan vivir de su profesión o ésta les supone un negocio lucrativo.

Muchos fieles se acostumbraron tanto a las manifestaciones externas de la fe que descuidaron la relación personal con el Señor, así como la reflexión espiritual y su convicción se marchitó como aquella higuera estéril de que habla el Evangelio.

Esta incredulidad de ciertos creyentes ha sobrevenido, en parte, porque pensaban que poseían la salvación a pesar de vivir como incrédulos. Estaban convencidos de que tenían bien atrapado a Jesucristo y no se preocuparon por seguir buscando a Dios cada día para nutrirse de él.

El drama de la pérdida de fe puede surgir de esa actitud soberbia del que piensa que ya lo tiene todo muy claro. El orgullo de creer que la propia denominación, o la iglesia local, es la única verdadera y que después de haberse convertido en ella ya no se necesita nada más, le hace perder de vista a muchos creyentes que Dios es siempre más grande que nuestras concepciones humanas acerca de él. Y esto puede conducir a que no se le siga buscando cada día con temor y temblor.

El tremendo error de abandonar la oración, la lectura y la meditación de la Escritura con el fin de conocer mejor a Dios, desemboca frecuentemente en la apatía espiritual. En esta acomodación a la rutina de lo religioso se confunde, a veces, la asistencia a los cultos con la fidelidad al Señor. Las formas se sustituyen por el fondo. El canto puede reemplazar a la reflexión espiritual. Ciertas costumbres de la congregación se tornan más importantes que la vivencia práctica de la fe y, por tanto, el testimonio cristiano ante el mundo tiende a confundirse con la participación o la regularidad en las reuniones.

Lo trágico es que, en ocasiones, de tanto alabar a Dios se puede dejar de alabarle. Al cantar de forma rutinaria se corre el riesgo de convertir al Señor en una caricatura idolátrica que sólo atina a regalar, en función de la intensidad musical. Igualmente es posible dejar de orar a base de tanto orar. Es lo que le ocurrió, por ejemplo, al sacerdote Zacarías (Lc. 1:5-18).

Había estado pidiéndole a Dios durante años un hijo porque su esposa Elisabet era estéril y ambos tenían ya una edad avanzada. Pero de tanto hacer oraciones había dejado de creer que el Señor le fuera a responder. Es decir, había dejado de orar de verdad aunque siguiera pronunciando las mismas palabras rutinarias de siempre. Hacía oraciones incrédulas que era lo mismo que no hacer nada. Y cuando el ángel del Señor se le apareció y le dijo que su petición había sido oída y que tendría un varón al que debería poner por nombre, Juan, él se asustó y respondió de forma escéptica: “¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada”. ¡Como si Dios no supiera la edad que tenían y la situación de su esposa! Ni siquiera la presencia de un ángel bastó para convencerlo. Y por culpa de su soberbia incrédula se quedó mudo durante los nueve meses de la gestación.

La incredulidad de los creyentes acostumbrados de hoy puede también dejar muda a la Iglesia del tercer milenio. Muda para testificar y difundir el reino de Dios en la tierra. Muda para expresar su desacuerdo con todo aquello que atenta contra la dignidad del ser humano.

De ahí que en la actualidad la labor de evangelizar el mundo, implique también empezar por evangelizar nuestra propia increencia. Hay que revisar el estado de nuestra fe y examinar cómo estamos viviendo los creyentes.

Es tarea urgente en cada congregación iniciar esta labor de introspección cuyo fin sea terminar con la acomodación. Es verdad que el ser humano es capaz de vivir de espaldas a Dios y que el creyente puede subsistir casi en estado de vida latente bajo mínimos, pero lo que está claro es que sin Dios el hombre malvive y el cristiano se acomoda al mundo.

En definitiva, quien sale perjudicado es el propio hombre ya que todo humanismo que no conoce a Dios se convierte pronto en un instrumento de opresión para la criatura humana.

Antonio Cruz

17/Dic/2007 13:48 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Si es Solo un Buen Libro, Entonces No es el Libro de Dios

Eric Lyons, M.Min.

Hace un tiempo atrás, leí un artículo escrito por un profesor universitario que declaró que “lo mejor que le pudiera haber pasado al Nuevo Testamento ya le ha pasado.... Al menos, dentro de la Universidad, la Biblia ha llegado a ser simplemente otro ‘gran libro’”. Hoy muchos en el mundo consideran que la Biblia es un “buen libro” que contiene enseñanzas morales escritas por hombres nobles, pero rechazan la idea que la Biblia “es inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:16). Hoy muchos profesores en las universidades enseñan que la Biblia es simplemente un “buen libro” que no tiene más inspiración que la Odisea de Homero o los Cuentos de Canterbury de Chaucer. Simplemente es el resultado del genio natural que es característica de hombres de habilidad inusual. ¿Qué se puede decir en cuanto a estas declaraciones?

El sentido común obliga a la persona honesta a rechazar estas nociones ilógicas. Si la Biblia es simplemente otro “buen libro” y no es inspirada por Dios, esto transforma a los escritores bíblicos en mentirosos o lunáticos que reclamaron que el Espíritu Santo fue la fuente fundamental de sus documentos. La persona honesta ciertamente admitirá que la Biblia—un libro que ha sido estudiado y examinado más que otro libro en el mundo—definitivamente no es producto de hombres dementes. Su unidad, profecía cumplida, exactitud histórica y conocimiento científico previo testifican de una fuente inteligente. Por ende, la Biblia fue escrita por hombres honestos o deshonestos. Lógicamente, no existe otra elección.

Moisés mintió o fue veraz cuando registró: “Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:1-3, énfasis añadido). Moisés reclamó esta inspiración literalmente cientos de veces. ¿Fue un mentiroso o dijo la verdad? En el Nuevo Testamento, leemos que Pedro escribió que “nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21, énfasis añadido). ¿Dijo Pedro la verdad o estuvo mintiendo? Se puede hacer esta pregunta de todos los escritores de la Biblia que reclamaron inspiración (¡más de 3,000 veces!).

Decir que la Biblia es simplemente un “gran libro” escrito por “hombres buenos” transforma a los escritores bíblicos en mentirosos que repetidamente reclamaron que Dios fue la fuente básica de sus documentos (cf. 2 Samuel 23:2 y Hechos 1:16). Por ende, la Biblia es el producto de Dios o el producto de mentirosos. No existe otra opción. Si estos hombres fueron mentirosos, ellos pronunciaron insensatamente su propia destrucción, ya que afirmaron que mentir era equivocado y que todos los mentirosos serían arrojados al infierno (cf. Éxodo 20:16, Colosenses 3:9 y Apocalipsis 21:8). Además, si estos hombres fueron mentirosos, no se puede explicar el misterio de por qué el hombre moderno, con todo su aprendizaje acumulado, no ha podido producir un libro comparable que tenga la habilidad de hacer a la Biblia obsoleta.

En el tiempo antiguo, el profeta Elías preguntó, “¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos?” (1 Reyes 18:21). La Biblia es el producto de mentirosos no-inspirados que pronunciaron su propia destrucción o es el producto del Dios Todopoderoso. ¿Qué explicación acepta?


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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

El Anticristo y el Falso Profeta

INTRODUCCION:

La obra de la redención fue planeada y efectuada por la Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Dios Padre trae a las personas a la salvación, ...Nadie puede venir al Padre, si no es por mí... Dios Padre no puede traer así por así si no se satisfacen las medidas del rescate; la salvación delante de Dios no es gratuita, es gratis para nosotros y tenía que ser un pago grande porque si no hubiera sido así, no ha­bría rescate, quien pagó fue el Hijo.
El Espíritu Santo, no se predica a sí mismo y desde hace casi 2,000 años, todavía la gente lo tiene ignorado. Pero con el despertamiento de los últimos días, con la lluvia tardía que está cayendo, lo están conociendo. La tarea de Dios, por medio del Espíritu Santo, es poner en práctica la redención, es el ejecutor. Cristo murió y resucitó y ahora El es quien está intercediendo, el Dios Padre está proveyendo medios y pone al Espíritu Santo en movimiento, quién sale alrededor de la tierra for­mando la Iglesia. Cuando El Espíritu Santo ejecuta las órdenes, ha­ce que el hombre reconozca su condición de pecador, lo acusa no para destrucción, lo re­darguye de pecado y después hace que se rinda y le dice: "No te afli­jas, que aquí está Jesucristo, El te salvará, aleluya.

D E S A R R O L L O


OPERACIÓN ERROR
De la misma forma que hay una trinidad salvadora, hay una diabólica que se pondrá en acción, y está formada por el diablo, el anticris­to y el falso profeta, cuyo triste papel es montar la "operación de error". Esta operación, según II Tesalonicenses 02:09-11, ...porque el advenimiento de ese inicuo es por obra de Satanás, con todo poder, señales y prodigios falsos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos, por esto Dios les enviará operación de engaño para que crean a la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que prefirieron la iniquidad... esto es para los que rechazaron la operación verdadera, para que los que no creyeron a la verdad, crean a la mentira v de esa forma, se condenen
La tribulación es el período en que se montará, a escala universal, la operación de error, y será para los que rechazaron la verdad, por­que los que la recibieron ya se habrán ido. El diablo estará operando a gran distancia, exactamente como Dios Padre opera, desde arriba, para que venga Cristo y su Espíritu Santo a la tierra y cuando hace algo, en cuestión de segundos, los elementos de la tinieblas imitan la verdad.
Ya estamos en los tiempos de la imitación, la Biblia dice que el espíritu del anticristo, ya está operando, pero esos son los albores, el a­manecer nada más, ya vendrá lo peor. Hoy hay gente confundida y flaca espiritualmente, y como el diablo ya está ensayando sus reunioncitas, se con­funden, en otras palabras, confunden a los confundidos. No han digerido la verdad; quien realmente se convierte, aunque no tenga doctrina, ni desarrollo, siente que alcanzó la verdad y nada ni nadie lo mueve de ella. Quien no tiene amor a la verdad todavía está dudando, ¿será o no será?, pero el que está en la verdad, lo único que sabe, es que tiene que amar a quien ya le Amó.
El que se quede mirará la operación de error. El diablo sabe que el hombre es religioso, por eso cuando aparece el anticristo y la bestia, le creen, se le llama anticristo, desde el punto de vista religioso, porque se opondrá a todo lo que es de Cristo Jesús; y se le llama bestia porque es el hombre en­carnado fuera de Cristo, irracional, una cosa espantosa que el ser humano jamás ha visto, porque es la encarnación misma de Satanás.
EL TRABAJO DEL ANTICRISTO
Satanás imitará lo que Dios hizo en Cristo, estará metido en un ser humano, con una inteligencia de computadora, se caracterizará por­que tendrá todo lo contrario de Cristo. La primera etapa será de tres años y medio pues imitará el ministerio del Señor y saldrá de un país que estuvo muerto y además, resucita. Antes se confederarán diez nacio­nes en Europa y dirán: "nosotros no podemos hacer nada si no tenemos un líder” y saldrá súbitamente lo que forzará a la unidad europea a buscarlo. Lo que está pasando ahora en el medio oriente, entre Iran e Irak, no es la tercera guerra mundial. Después de esta "guerrita", vendrá la verdadera y el único personaje que "arreglará" el asunto, es el anticristo. Algunos piensan que este personaje imitará también la resurrección del Señor y empezará a ministrar en los tres años y medio, con pactos, ¿Por qué con pactos? porque el ministerio del Se­ñor fue de paz y él lo estará imitando, engañará a las naciones, les ofrecerá control, paz v armonía. En el período de paz, Israel vivirá en medio de las naciones sin armas, un desarme, pues Europa lo esta­rá protegiendo y la nación del norte protegerá a los emiratos árabes.
Qué sucederá después de esto?, como el anticristo es muy astuto, se dará cuenta que el hombre es religioso y les inventará religión, consigue a uno que los engañe y entonces surge el otro personaje, el primero se oculta. La religión domina, y estas son todas las religiones falsas unidas, lo que conocemos como el ecumenismo. ¿Quién está formando la iglesia ver vadera?, el Espíritu Santo, ¿quién formará la iglesia falsa?, el falso profeta, él cuidará de que se parezca a la verdadera, imitará los dones y tendrán reuniones ardorosas.
A la mitad del período de la operación de error, se unirá el mundo religioso y el mundo político, cuando esté la iglesia única y el gobierno mundial, y haya paz por todos lados, dice la Biblia en Apocalípsis que saldrán 03 clases de espíritus para unir a los reyes de la tierra; entonces el anticristo se quita la careta y debajo de ella sale la bestia. Y empezará a destruir a todos los que se habían reunido en esa falsa religión. Ese es el periodo del que la Biblia habla de los ma­nojos de cizaña que son atados para ser quemados. El anticristo proclama que no hay Dios, que él es Dios. Cuando se terminen los tres años y medio de paz, habrán otros tres años y medio de guerra ...He aquí, haré de Jerusalén una puerta de terror para todos los pueblos que la asedien, y cuando haya asedio contra Judá, también lo habrá contra Jerusalén. Acontecerá en aquel día que pondré a Jerusalén como piedra hollada por todas las naciones, pero todos los que la huellen serán despedazados, aunque todas las naciones de la Tierra se congreguen contra ella... (Za­carías 12:2-3) Las estadísticas de Israel hace algunos años, decían que tenía tres millones de habitantes, ¿cómo cree usted que pondrá en jaque a todas las naciones de la tierra?, una po­tencia del mundo lo invadirá v pondrá en juego todas sus tácticas de guerra, pero dice la Biblia que Dios peleará por Israel y esa nación será derrotada. Israel verá que el enemigo estará cayendo solo, y la Biblia lo describe, serán destruidos por intervenciones sobre naturales. En primer lugar, vendrá una lluvia tan fuerte que no po­drán operar los aviones, los tanques se atascarán y tendrán que pe­lear con caballos y entonces el Señor abre la tierra con un terremo­to v se traga a los caballos con todo v jinetes, los que no mueran en el terremoto morirán con granizo que caerá con fuego del cielo, v luego que esa nación del norte interviene y cae, entonces los 10 reinos de Europa, capitaneados por el anticristo invadirán Israel, para tomar posesión del petróleo y del uranio.
El Armagedón, es la pelea de los ejércitos de Europa y el armamento chino, ellos invadirán Palestina y cuando Israel esté en agonía y hayan muerto millones de personas, entonces, se rasgarán los cielos, el Señor viene, y dirán: ...quién es ese que viene con sus vestiduras salpicadas de sangre? Es el Rey de reyes y el Señor de señores... El desciende, se posa sobre el monte de Los Olivos y entra en Jerusalén, en el mismo momento que el anticristo está metiendo la abominación desoladora en el Lugar Santo.
La profecía se ha cumplido ya en un 90%, ¿hay alguna razón para decir que no se cumplirá la otra parte?, la trinidad diabólica completará la operación de error, dice II Tesalonicenses 02:07 ...porque ya está en acción el misterio de la iniquidad, hasta que sea quitado de en medio el que por ahora lo detiene. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien nuestro Señor Jesús consumirá con el soplo de su boca y nulificará con la manifestación de su venida, porque el advenimiento de ese inicuo es por obra de Satanás, con todo poder, señales y prodigios falsos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto, Dios les enviará operación de engaño para que crean a la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que prefirieron la iniquidad...


19/Dic/2007 12:58 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Inconsistencias en Cuanto al Incesto?

Eric Lyons, M.Min.

En más de una lista de “discrepancias bíblicas” se encuentra la declaración que los escritores de la Biblia se equivocaron en cuanto a sus enseñanzas sobre el incesto. En Levítico 18:6-30, 20:11-12 y Deuteronomio 27:20-23, se aprende que las relaciones sexuales entre familiares cercanos son pecaminosas y penadas con la muerte: “Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez” (Levítico 18:6). Sin embargo, otros pasajes indican que Dios toleró el incesto entre Su pueblo, e incluso bendijo a los que se involucraron en tales relaciones. Abraham se casó con Sara, su media hermana (Génesis 20:12; cf. Génesis 17:15-16; 22:17), mientras Isaac, hijo de Abraham, se casó con Rebeca, su prima segunda (Génesis 22:20-23; 24:4,15), y Jacob, nieto de Abraham, se casó con sus primas, Raquel y Lea (Génesis 24:29; 29:15-30). Incluso Amram, padre de Moisés, “tomó por mujer a Jocabed su tía” (Éxodo 6:20, énfasis añadido; cf. Levítico 20:19). Los críticos declaran que estos pasajes son contradictorios. ¿Fueron inconsistentes los escritores de la Biblia cuando abordaron el tema del incesto?

Primero, se debe reconocer que el hecho que la Escritura mencione que hombres justos como Abraham o uno de sus descendientes justos hicieron algo que Dios prohibió, no significa que los escritores de la Biblia se contradijeron. Cristo fue el único hombre perfecto (2 Corintios 5:21). Aunque Noé, Abraham, Moisés, etc. fueron fieles a Dios (Hebreos 11:7-29), ellos ocasionalmente desobedecieron Su voluntad (e.g., Números 20:1-12). Dios nunca bendijo la desobediencia de ellos, solamente su fidelidad. Considere a Rahab la ramera. Aunque Dios no condenó su prostitución, ella “fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino” (Santiago 2:25). “Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz” (Hebreos 11:32). El hecho que Dios salvara por Su gracia a Rahab de la destrucción de Jericó, no significa que Dios aprobara sus pecados sexuales pasados. Similarmente, el hecho que los escritores de la Biblia mencionen un evento particular (e.g., el matrimonio de Amram con su tía) sin condenarlo, no significa necesariamente que los escritores de la Biblia lo aprueben.

Segundo, para identificar una contradicción legítima, debemos considerar el mismo marco de tiempo. Condenar a Thomas Jefferson por no pagar impuestos federales sería ilógico ya que no había impuestos federales en los Estados Unidos durante su tiempo. De igual manera, acusar a ciertos hombres justos de quebrantar la ley de Dios antes del establecimiento de esa ley es erróneo. La primera indicación de la prohibición de Dios en cuanto a los matrimonios incestuosos se encuentra después de la salida de los Israelitas de Egipto (cuando Moisés tenía alrededor de 80 años—Éxodo 7:7). Antes de Ley Mosaica, los hombres podían casarse legalmente con familiares cercanos. De hecho, Dios bendijo a Abraham (Génesis 12:1-3) mientras estaba casado con Sara, su media hermana. Además, se deduce de la Creación de Adán, el primer hombre (1 Corintios 15:45) y Eva, la “madre de todos los vivientes” (Génesis 3:20), que sus descendientes inmediatos se casaron entre ellos y tuvieron hijos. Adicionalmente, después del gran Diluvio, Noé, sus tres hijos, y sus esposas, repoblaron la Tierra (Génesis 9:1). Por ende, en el principio Dios permitió el incesto.

No había necesidad de leyes estrictas en cuanto al patrón del matrimonio en la Era Patriarcal temprana (aparte de la institución divina de “un hombre y una mujer para toda la vida”) por al menos una buena razón: durante ese tiempo, el hombre estaba en un estado relativamente puro, al menos físicamente, habiendo dejado hace poco tiempo la condición perfecta en que fue creado, y el Huerto que había sustentado su vida.... [N]inguna característica genética dañina había emergido hasta este punto que pudiera haber pasado a los hijos de los compañeros relacionados cercanamente. Sin embargo, después de muchas generaciones, y especialmente después del Diluvio de Noé (Génesis 6-9), la radiación solar y cósmica, los mutágenos químicos y virales y los errores en la duplicación del ADN, guiaron a la multiplicación de desórdenes genéticos. Dios protegió a Su pueblo al instituir leyes estrictas en contra de los matrimonios incestuosos en el capítulo dieciocho de Levítico (Thompson y Major, 1987, 7[2]:7).

Se dio las leyes en cuanto al incesto durante la dispensación mosaica. Los que vivieron antes de este periodo no estuvieron sujetos a las leyes del incesto, así como nosotros no estamos sujetos a otros mandatos mosaicos (e.g., no comer cerdo—Levítico 11:7). Habiendo dicho eso, ya que “más desórdenes genéticos han surgido en la población mundial durante el tiempo de Moisés,...es incluso más importante evitar el matrimonio con un familiar cercano. Por ende el cristianismo se ha asegurado que se traslade estas reglas a las leyes modernas en el mundo occidental” (Thompson y Major, 7[2]:7). Aunque puede no ser pecaminoso que se case con su prima, debe pensar dos veces antes de decir, “Acepto”.
REFERENCIAS

Thompson, Bert y Trevor Major (1987), “Where Did Cain Get His Wife?” Reason and Revelation, 7[2]:5-7, febrero.


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20/Dic/2007 15:53 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Vivir en Babilonia

Don Closson
Introducción

Desde la era de la Mayoría Moral y el crecimiento de la llamada "derecha religiosa", ha habido un debate constante dentro de la comunidad cristiana sobre cómo definir la correcta relación entre los cristianos y la cultura estadounidense contemporánea. A muchos creyentes, la enseñanza de que los cristianos deben "estar en el mundo pero no ser de él" les resulta difícil de interpretar y aplicar a su vida cotidiana.

Parte de nuestro problema al relacionarnos con nuestra cultura está en identificar una metáfora correcta para los Estados Unidos de hoy. Algunos lo ven como un nuevo Israel, una nación que Dios ha bendecido providencialmente, una nación que es especial para Dios de una forma que no lo son otras naciones. Cuando se los presiona, pocos llegan a decir que Estados Unidos ha reemplazado al Israel del Antiguo Testamento, pero muchos ven a este país como una nación característicamente cristiana. Si bien uno no puede descartar la poderosa influencia que ha tenido el pensamiento cristiano en este país, esta perspectiva de Estados Unidos plantea algunas preguntas difíciles.

Por ejemplo, ¿cómo deberían responder los creyentes cuando una mayoría de estadounidenses rechaza la cosmovisión cristiana con relación a asuntos morales específicos, como el aborto o los derechos de los homosexuales? ¿Hasta dónde debemos llegar para mantener una sociedad cristiana? Muchos ahora creen que estamos confrontados con el dilema de vivir en unos Estados Unidos mayormente poscristianos, y que pronto ya no tendremos el poder político para promulgar legislación que impulse nuestros puntos de vista.

Unos pocos ya han cedido a la tentación de responder violentamente cuando el sistema legal no logra promover una norma bíblica, produciendo médicos abortistas muertos y bombas que explotan fuera de bares para homosexuales en el nombre de Cristo. Su razonamiento es que, si Dios ordenó que la Tierra Prometida fuera purgada de adoradores de Baal y su cultura pecaminosa por la fuerza, la violencia se justifica hoy en EE.UU. para quitar sus prácticas pecaminosas.

A los cristianos parece casi sorprenderles encontrar pecado en Estados Unidos, o descubrir que nuestra cultura podría seguir la senda de naciones europeas que habían estado influidas previamente por la verdad bíblica. Algunos actúan como si Dios hubiera prometido que los Estados Unidos estarían exentos de las tentaciones mundanas. Aun cuando la vasta mayoría de los cristianos no acumulan armas ni planean una revolución violenta, algunos de nosotros nos enojamos y nos paralizamos ante la forma en que Estados Unidos ha cambiado a lo largo de las últimas décadas.

En vez de ver a EE.UU. como el nuevo Israel, podría ser más útil verlo como una moderna Babilonia. Los cristianos en Estados Unidos deberían ver un reflejo de ellos en Daniel, que se encontró exiliado en Babilonia y teniendo que vivir en una cultura extraña que era a menudo hostil a su fe. O tal vez deberíamos sentirnos identificados con el apóstol Pablo, que plantó iglesias y discipuló a futuros líderes bajo el cruel y tiránico gobierno romano.

Consideremos lo que significa vivir una vida digna del llamado que tenemos en Cristo en los Estados Unidos de hoy, y busquemos entender mejor la exhortación a "estar en el mundo pero no ser de él".
Forasteros y extranjeros

En su nuevo libro, Standing for Christ in a Modern Babylon (Defendiendo a Cristo en una Babilonia moderna) , Marvin Olasky sostiene que, si hemos de tener una influencia en la cultura que existe en Estados Unidos hoy, tenemos que vernos más como Daniel en Babilonia que como Josué tomando la Tierra Prometida. Estados Unidos es muy diferente de la situación de Josué. El antiguo Israel era una teocracia establecida y creada por Dios para un pueblo que había hecho un pacto con Él para vivir de acuerdo con la Ley Mosaica y estar separado de otras culturas. Estados Unidos no es ni una teocracia ni una tierra prometida. Si bien este país se benefició de la participación de hombres piadosos e ideales bíblicos durante su fundación, es una república que deriva su derecho de gobierno de su pueblo. Al dejar el pueblo de sostener fuertes convicciones cristianas, lo mismo ha ocurrido con sus instituciones.

Olasky describe a los Estados Unidos de hoy como un parque temático de la libertad, señalando que es idolatrado por el resto del mundo como un país que promueve una libertad personal casi ilimitada sin ningún requisito de virtud en proporción. Claramente integra el "mundo"o cosmos que los escritores del Nuevo Testamento Juan, Pablo y Santiago nos advierten que es contrario al evangelio de Cristo. Con relación a este "mundo", Santiago escribe: "¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios" (Santiago 4:4). Ser amigo del mundo es estar de acuerdo con un sistema de valores que representa el mundo. Esta cosmovisión se rehúsa a reconocer el papel de Dios como creador y sustentador del universo, y rechaza la estructura moral que Él hizo que formara parte de su existencia. También rechaza la necesidad de un salvador. No es que ya no quede apoyo para la virtud cristiana en Estados Unidos, sino que el conjunto de valores predominante que se encuentra en nuestras principales instituciones ya no refleja una cosmovisión bíblica.

Si se les pregunta, la mayoría de los creyentes estaría de acuerdo en que la vida en la tierra aquí es principalmente un lugar para prepararnos para la próxima vida. El Nuevo Testamento brinda un cuadro claro de lo que debería caracterizar a nuestra relación con el mundo. En 1 Pedro 2:11, 12 se nos dice: "Queridos hermanos, les ruego como a extranjeros y peregrinos en este mundo, que se aparten de los deseos pecaminosos que combaten contra la vida. Mantengan entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día de la salvación".

Nuestra vida aquí en Estados Unidos, o donde Dios nos coloque, debe caracterizarse por la conciencia de que el mundo, tal como existe, no es nuestra morada eterna. Nuestro afecto por las cosas de este mundo debería disiparse, y nuestro deseo de construir el reino de Dios debería crecer, porque nos hemos convertido en "conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios" (Efesios 2:19).
Embajadores de Cristo

Los cristianos sinceros y bienintencionados gastan una energía considerable en convertir a Estados Unidos en una nación más recta. Su sueño es usar el poder político para transformar la cultura y las instituciones estadounidenses en una sociedad que se convierta en un faro de la justicia y la compasión de Dios. Otros han perdido las esperanzas en Estados Unidos, y consideran que la separación de su cultura mundana es la única respuesta cristiana adecuada, y vuelven su espalda al proceso político así como a las artes y al entretenimiento que ofrece. Muchos cristianos viven en un estado de tensión constante entre el reino celestial de Dios y el reino terrenal en que Dios los ha colocado. Sobrellevan una doble ciudadanía que parece tironearlos en dos direcciones opuestas.

El problema para los cristianos que esperan transformar la sociedad estadounidense es que, si bien la Biblia nos dice mucho acerca del tipo de cultura que debe existir dentro de la iglesia, nos dice poco acerca de qué tipo de cultura debe existir fuera de ella. El Nuevo Testamento no alienta a los creyentes a luchar para una reforma política o aun por la libertad religiosa dentro del sistema político romano de ese tiempo. Hay muchos pasajes que usan la expresión "unos a otros", que describen cómo un creyente debe relacionarse con otro creyente, y hay lugares donde se nos dice que oremos por nuestros líderes políticos y que obedezcamos las leyes de nuestro país. Pero se dice poco acerca del tipo de instituciones políticas o sociales que deberían ser apoyados por los cristianos. Más allá de trabajar por la justicia y la dignidad humanas de una forma general, ¿cómo deberían los cristianos relacionarse con la sociedad actual en la que vivimos?

Una clara enseñanza bíblica para todos los creyentes es que debemos ser embajadores de Cristo. Algunos podrían ser llamados por vocación a la política, a las artes o aun al mundo del entretenimiento, pero cada uno de nosotros puede y debe ser un embajador del reino de Dios donde sea que Él nos coloque e independientemente de los dones que nos ha dado como individuos. Para hacer esto bien, los embajadores deben ser conocedores del mensaje y el programa de nuestro soberano. 2 Corintios 5:18-20 dice que hemos recibido el mensaje de la reconciliación, y que Dios nos está usando para apelar a nuestros vecinos para que sean reconciliados con Dios a través de la fe en Jesucristo.

Todos nosotros deseamos ver a nuestra cultura transformada en un reflejo de la verdad, la justicia y la misericordia de Dios. Sin embargo, también necesitamos reconocer el papel de la providencia, tanto en los tiempos como en la extensión de cualquier avivamiento cultural futuro. Estados Unidos ha experimentado avivamientos en el pasado, y Dios ciertamente ha usado a personas y organizaciones para realinear nuestra cultura con su carácter. Pero, en última instancia, los tiempos y la forma del avivamiento están en manos de Dios, y será realizado por aquellos que se ven a sí mismos como embajadores que halan de Cristo, y no como un rey David que gobierna sobre el trono de Dios en Estados Unidos.
El mandato de Jeremías

Usando la metáfora de los creyentes en Babilonia, podría ser útil leer cómo el profeta Jeremías dijo que debían vivir los hijos de Israel entre los paganos de ese tiempo. Les dijo: "Construyan casas y habítenlas; planten huertos y coman de su fruto. Cásense, y tengan hijos e hijas; y casen a sus hijos e hijas, para que a su vez ellos les den nietos. Multiplíquense allá, y no disminuyan. Además, busquen el bienestar de la ciudad adonde los he deportado, y pidan al Señor por ella, porque el bienestar de ustedes depende del bienestar de la ciudad" (Jeremías 29:4-7).

Es significativo lo que Jeremías no dijo que hicieran los judíos mientras estaban en Babilonia. No se les dijo que establecieran el reino allí; no era el lugar ni el tiempo correctos. Tampoco se les dijo que usaran tácticas guerrilleras para derribar las estructuras políticas babilonias. Dios mismo, con el tiempo, crearía las condiciones para su liberación para reconstruir el templo y los muros de Jerusalén. En cambio, debían buscar la paz y la prosperidad de la ciudad a la que Dios los había enviado, y orar a Dios por esto. Esto es muy similar al lenguaje que usa Pablo al escribir a Timoteo, cuando le dice que ore "por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna" (1 Timoteo 2:1, 2). Como mencionamos antes, Pedro dice que debemos "mantener entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día de la salvación" (1 Pedro 2:12). Dice literalmente que debemos vivir un "estilo de vida noble", para que los paganos vean nuestras buenas obras y lleguen a reconocer y dar gloria a Dios.

Lamentablemente, según encuestas recientes, los cristianos ya no son conocidos por su "estilo de vida noble". En una encuesta, George Barna descubrió que los "evangélicos" estaban casi al final de la lista de los segmentos de la población, con relación a las impresiones favorables o desfavorables, entre las lesbianas y las prostitutas.{1} A menudo estamos tan consumidos por nuestro desagrado con lo que hacen los incrédulos que no vemos las actividades de nuestra vida cotidiana en términos de ministerio. Cuando integremos a nuestra vida diaria una decisión de reflejar la imagen de Dios, ser mayordomos de su creación y amar a otros como nos amamos a nosotros mismos, comenzaremos a ver todas nuestras actividades como actos de adoración y de servicio a Dios. Como nos recuerda Pedro con relación a la madurez cristiana: "Porque estas cualidades, si abundan en ustedes, les harán crecer en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, y evitarán que sean inútiles e improductivos" (2 Pedro 1:8).
El lenguaje de la suma

¿Cómo defendemos a Cristo como embajadores suyos en Estados Unidos sin deprimirnos? Podría ser útil preguntar cómo Pablo conservó la calma en Atenas mientras veía los distintos ídolos construidos para un panteón de dioses griegos y romanos, o cómo Daniel pudo funcionar en un gobierno babilonio pagano que "se ha deshecho en alabanzas a los dioses de oro, plata, hierro, madera y piedra, dioses que no pueden ver ni oír ni entender" (Daniel 5:23). Ambos hombres probablemente tuvieron que recurrir a Dios a menudo, aquietar su alma y de vez en cuanto encontrar alguna satisfacción en la cultura en la que Dios los había colocado, mientras se daban cuenta todo el tiempo que es Dios, en última instancia, quien cambia culturas trabajando a través de personas defectuosas pero redimidas.

Marvin Olasky señala en Standing for Christ in a Modern Babylon el enfoque impráctico que suelen tener los cristianos en el uso de la censura, los boicots o la legislación para eliminar el comportamiento pecaminoso de la sociedad estadounidense. Escribe: "'Tú debes hacer tal cosa porque Dios lo dice' conduce a miradas vacías o incrédulas . . ."{2}Agrega: "Debemos entender que, en el parque temático de la libertad estadounidense, no podemos eliminar lo negativo; así que nuestra opción realista es enfatizar lo positivo".{3} Una nación que ha elevado la tolerancia y la elección al tope de sus virtudes tiene muchas más probabilidades de responder a alternativas morales positivas que a la corrección.

Así como Pablo ofreció una alternativa a los dioses de Atenas, tenemos que estar preparados para sugerir una alternativa cristiana a los puntos de vista que sostienen los no creyentes en Estados Unidos. Al igual que los embajadores eficaces en todas partes, tenemos que entender los temas del día y responder de una forma que esté a tono con la cultura.

Cuando P.E.T.A. (People for the Ethical Treatment of Animals - Personas por el Ética en el Trato de los Animales) y otros exaltan los derechos de la "especie del mes", mientras no dicen nada acerca de la muerte de los niños no nacidos, tenemos que sugerir el punto de vista de que los niños son muchísimo más preciosos que los pollos, los perros y los gatos. Cuando el esplendor y la maravilla de la sexualidad humana son torcidos y pervertidos de formas novedosas, tenemos que estar listos para ofrecer los beneficios y la belleza de las uniones heterosexuales monógamas para ambos cónyuges y sus descendientes. Cuando alguien sostiene que la moral es subjetiva y que la anarquía es una respuesta razonable, debemos estar preparados para ofrecer un retrato de cómo las virtudes reveladas bíblicamente pueden beneficiar a la sociedad. Usando el lenguaje de la suma encontrará muchos más oídos atentos en Estados Unidos que el lenguaje de los boicots, la censura y la ira.

La razón última para ser un embajador eficaz, y para la apologética, es mejorar las probabilidades de que el evangelio sea escuchado y recibido. Nuestra misión no es meramente reducir el pecado sino ser modelos de Cristo, para que las personas lleguen a conocer y aceptar el maravilloso mensaje de que "en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados . . . para que en él recibiéramos la justicia de Dios" (2 Corintios 5:19, 21).

Notas

Barna Research Online, http://www.barna.org/cgi-bin/PagePressRelease.asp?PressReleaseID=127&Reference=D (Jan. 30, 2004). Volver
Marvin Olasky, Standing for Christ in a Modern Babylon (Wheaton, Ill:, Crossway Books, 2003), 23. Volver
Ibid. Volver

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Editado por peterx, Viernes, 21 de Diciembre de 2007, 15:25
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

El mundo del animismo
Patrick Zukeran

La cosmovisión del animismo

Desde Génesis al presente, la cosmovisión bíblica ha chocado con la cosmovisión del animismo. El animismo (o religión popular) es una religión que ve un espíritu o una fuerza espiritual detrás de cada suceso, y considera que muchos objetos del mundo físico tienen algún significado espiritual.

En la mayor parte del mundo, el animismo se mezcla con las religiones formales. Entre los seguidores de las principales religiones se encuentran muchas creencias y prácticas animistas. En realidad, las creencias animistas dominan el mundo. La mayoría de los taiwaneses creen en las religiones populares chinas. La mayoría de los hindúes y los musulmanes del centro y sudeste asiático, y la mayoría de los budistas de China y Japón combinan su religión con varias creencias y prácticas animistas. En muchas partes del mundo, el cristianismo no ha desplazado la religión popular local, sino que coexiste con ella en una incómoda tensión.

La cosmovisión animista contiene tanto el mundo observado, o físico, como el no observado, o espiritual. No hay ninguna distinción marcada entre las dos realidades; lo que ocurre en una afecta a la otra. El mundo visible o físico consiste en lo que podemos ver, sentir y experimentar. Incluye las fuerzas de la naturaleza y los seres físicos. En el mundo visible, la tierra juega un papel destacado porque es considerada como una entidad viva, y suele ser adorada como la Madre Tierra. Se considera que la naturaleza está viva. Los montes, las cuevas, las montañas y los lagos suelen ser venerados como lugares sagrados. Los animales pueden ser encarnaciones de espíritus. Muchos son adorados como sagrados, como la vaca y el mono en India.

Las plantas también contienen espíritus, y algunas son adoradas. Los bosques son considerados como lugares donde moran los espíritus. Árboles como el roble, el cedro o el fresno son adorados en Europa. En muchas partes del mundo, existen muchos seres subhumanos que supuestamente viven en lagos, bosques y cuevas. En Europa, por ejemplo, incluyen seres míticos como los duendes, los gnomos y las hadas.

El mundo invisible del animismo comienza por el concepto del "mana", la fuerza vital que permea todo el universo. Este poder es impersonal y no es adorado. Este poder sagrado se concentra más fuertemente en las deidades y las personas, lugares u objetos sagrados. Este mana gobierna toda la creación y no es controlado por los dioses o el hombre.

También forma parte del mundo invisible el Dios Supremo. Después de él hay una multitud de dioses menores que moran en regiones específicas. Luego de los dioses vienen los espíritus, que suelen morar en la naturaleza y están confinados a una zona específica. Luego están los espíritus de los ancestros, que siguen cumpliendo un papel con los vivos.

Existen, también, fuerzas invisibles que incluyen poderes sobrenaturales como el destino, el orden moral cósmico, el mal de ojo, la magia y la hechicería. Hay, además, fuerzas de energía impersonal en los objetos que dan a esos objetos poder. Se cree que estos objetos dan a una persona poder para hacer el bien o el mal.

En la Biblia, Dios transforma las perspectivas animistas de Israel en una perspectiva bíblica. Les enseña que los otros dioses no son dioses, en realidad (Isaías 43:10). Condena el uso de la magia, la hechicería y la adivinación. Muestra que el sufrimiento no es producto de los espíritus o los dioses sino su acción soberana para traer al pueblo de vuelta hacia Él.


Temas del animismo


¿Alguna vez se preguntó por qué algunos cristianos adoran a sus ancestros? Esto surge del primero de los diversos temas dentro de la antigua religión del animismo. El primero de estos temas es una vida centrada en la comunidad. Los ancestros, los vivos, y los no nacidos son el centro de la existencia. La vida en el clan es la entidad más importante, porque un individuo tiene significado solo dentro del contexto de una comunidad.

El segundo tema es el papel del mundo espiritual. Los humanos viven en un mundo rodeado de seres y fuerzas sobrenaturales, la mayoría de los cuales son hostiles a los humanos. El mundo de lo visible y el mundo de lo invisible están interconectados. Por esta razón, la gente dedica su tiempo a apaciguar a los dioses, los espíritus y a los ancestros con ofrendas o sobornos. Se tiene sumo cuidado de mantener la armonía entre los dos mundos. Dado que todas las cosas creadas están vinculadas, una simple acción, como comer una fruta del árbol erróneo, puede ocasionar un desastre.

Tercero, está el enfoque en el presente. La principal preocupación es con el aquí y el ahora. Las personas intentan tratar con el éxito y el fracaso, el poder y el conocimiento necesario para controlar la vida.

Cuarto, está el enfoque en el poder. Las personas se ven a sí mismas como luchando constantemente contra espíritus, otros humanos y fuerzas sobrenaturales. Todo lo que ocurre puede ser explicado por los poderes en pugna. La meta es lograr poder para controlar las fuerzas que las rodean.

Quinto, tenemos el pragmatismo. Los animistas no están interesados en la comprensión académica de la verdad espiritual y científica sino en lograr una vida buena y significativa, así como la protección del mal. La prueba de una religión popular es: "¿Funciona?". Para lograr sus metas, la mayoría de las personas se vuelcan a varios métodos que pueden ser contradictorios, en la esperanza de que uno funcione. Una vez hablaba con una mujer china que sufría de cáncer del pulmón. Si bien ella asistía a la iglesia y oraba al Señor pidiendo sanidad, también acudía al templo budista chino para pedir oraciones de sanidad a los sacerdotes. Los que están en culturas animistas, en tiempos de necesidad, buscarán ayuda de diversas religiones o dioses para lograr un método que funcione.

Sexto, está la transformación y la transportación. Las cosas tal vez no sean lo que parecen ser. Los espíritus pueden asumir la forma de animales o plantas. Los chamanes en trance creen que pueden viajar a lugares distantes y dañar al enemigo. También creen que pueden viajar al mundo espiritual, encontrar información o recuperar almas perdidas.

Séptimo, el animismo asume una visión holística de la vida. La obsesión con invocar la buena suerte y evitar la mala suerte involucra cada aspecto de la vida, desde lo que uno come, dónde uno coloca los muebles (como la moda actual del Feng Shui), o cómo uno duerme. En Al Hambra, Los Angeles, donde hay una gran población de chinos, las casas con el número "4" en la dirección no se venden. El número cuatro, que se pronuncia "shi" en chino, es la primera letra de la palabra para "muerte", así que se considera que el número trae mucha mala suerte.{1}

En octavo lugar, está el particularismo. Las personas están atadas a su tierra. Cada comunidad tiene su propio conjunto de dioses y espíritus. Los dioses dieron al pueblo su tierra, y es ahí donde residen sus ancestros. En las batallas, las victorias y las derrotas se atribuyen al poder de los dioses territoriales.

Finalmente, el temor juega un papel importante. En un mundo lleno de espíritus, presagios y hechizos, raramente la vida es segura. Muchos ven el mundo como un lugar hostil y peligroso, lleno de espíritus y fuerzas antagónicos a las personas. Actividades aparentemente comunes, como mover la roca incorrecta, puede traer un desastre potencial. Las personas se vuelven a sus ancestros, dioses y espíritus en busca de protección.

El centro de la vida cristiana, en contraste, es la relación que tienen los creyentes con Dios. La relación de Dios con la humanidad está basada en la gracia y el amor. Dado que Dios muestra su gracia, no necesita ser apaciguado constantemente por los creyentes. Sus leyes están reveladas claramente para nosotros en la Biblia. Cuando desobedecemos, podemos sufrir las consecuencias de nuestro pecado o experimentar su disciplina, que siempre está motivada por su amor y busca llevarnos a una relación correcta con Él. En tiempos de dificultad, no tememos su ira sino que Él nos invita a acercarnos aún más a Él. En 1 Juan 4:16-18 dice: "Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. Ese amor se manifiesta plenamente entre nosotros para que en el día del juicio comparezcamos con toda confianza, porque en este mundo hemos vivido como vivió Jesús. En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor . . .". Si bien los creyentes encuentran tragedias y sufrimiento, no vivimos en temor sino en fe, confiando en el carácter de Dios.


Los dioses en el animismo


Tal vez le sorprenda saber que la mayoría de las religiones animistas enseñan que existe un Ser Supremo. Suele ser descrito como omnisciente, eterno, benéfico, omnipotente y justo. Él es el creador, el dador de la moral, el que castiga al que hace el mal y bendice al que hace el bien.

Sin embargo, este ser se ha distanciado del hombre y no puede ser conocido personalmente. Abundan las leyendas de que una vez estuvo cerca para se enojó con el hombre y se alejó. Dejó a los hombres a sus propios recursos y usó a dioses y espíritus menores para hacer su voluntad y servir como sus embajadores.

Por lo tanto, la mayor parte de la adoración está dirigida a los dioses y espíritus inferiores que están en contacto directo con los humanos. El antropólogo Wilhelm Schmidt estudió numerosas culturas y concluyó que la primera religión del hombre fue el monoteísmo, que luego se corrompió hacia el politeísmo.{2} Esto coincidiría con la secuencia de Pablo del rechazo de Dios que establece en Romanos 1.

Un ejemplo surge de la religión popular de China. Mucho antes que el confucionismo, el taoísmo o el budismo, los chinos adoraban a Shang Ti, el Señor del cielo. Él solo era adorado hasta la dinastía Zhou, que comenzó en 1000 a.C. A partir de entonces, solo se le permitía al emperador rendir homenaje a Shang Ti, y el conocimiento de Shang Ti entre la gente común se perdió. Los chinos, hambrientos de adoración, finalmente abrazaron las religiones del confucionismo, el taoísmo y el budismo, que brindaban conocimiento espiritual y adoración.{3} Abundan numerosas historias como éstas en todo el mundo. En Corea, el Dios supremo se denomina Hananim. El pueblo gedeo, de Etiopía, lo llama Magano. Los misioneros usan esta creencia de un Dios supremo para señalar a la gente el Dios de la Biblia.

Luego del Dios Supremo viene una hueste de dioses menores. Estos seres median entre el hombre y el Ser Supremo, pero primero se les debe rendir homenaje. Los dioses poseen poderes específicos que están localizados en una zona geográfica. Los dioses habitan lugares como ríos, montañas, bosques, océanos, etc. Algunos dioses ejercen poder sobre asuntos humanos (negocios, matrimonio, muerte, etc.), otros ejercen poderes sobre la naturaleza (tormentas, lluvia, etc.). Entre los hawaianos, Lono es el dios de los océanos y controla las nubes y las tormentas. Pele, la diosa del fuego, mora en los volcanes. Muchos todavía honran a estos dioses en Hawai hoy.

La cosmovisión bíblica enseña que un Dios personal, omnisciente, omnipotente y omnipresente gobierna el universo (Colosenses 1:16, 17). Él solo gobierna la creación y no hay otro dios aparte de Él (Isaías 43:10). El Dios de la Biblia no está distante del hombre, pero la humanidad se ha distanciado de Dios. Dios sigue estando involucrado en los asuntos de su mundo, constantemente buscando que los hombres y mujeres reciban su gracia y perdón a través de Jesucristo.


Espíritus y ancestros


¿Alguna vez se preguntó si existen espíritus en los bosques u otros lugares oscuros? ¿Pueden los muertos comunicarse con los vivos? El animismo sostiene la creencia de que numerosos espíritus ejercen su poder sobre lugares donde moran, como montañas, arroyos y ríos. Los espíritus nunca han habitado cuerpos humanos y, dado que pueden ser buenos o malos, deben ser apaciguados constantemente. Por ejemplo, los isleños del Mar del Sur piden perdón por los árboles que cortan para sus canoas, para que los espíritus de los árboles no los dañen.{4}

También existen seres legendarios semidivinos. Algunos son humanos que se convirtieron en dioses. Se considera que algunos dioses se han vuelto humanos. Por ejemplo se creía que el faraón de Egipto y el emperador de Japón eran descendientes del dios sol. Muchos enseñan que estos seres tuvieron un nacimiento sobrenatural y no murieron, sino desaparecieron en el cielo. Se cree que muchos enseñaron a los seres humanos habilidades valiosas como hacer fuego, canoas, casas, plantar frutas, etc.

Es importante, en el animismo, la rememoración de los ancestros. El animismo enseña que las personas tienen almas inmortales. Al morir, el alma está libre para vagar cerca de la tumba, viajar a la tierra o ingresar al mundo de los espíritus. Los espíritus de los ancestros participan en las vidas cotidianas de los familiares. No ocuparse de honrarlos tiene severas consecuencias. Las almas de los que han partido que no vivieron vidas satisfactorias o murieron trágicamente se convierten en fantasmas. Los fantasmas buscan cuerpos para habitar, y suelen provocar daños.

Al morir, uno ingresa en el mundo de los ancestros, que mantienen una relación con la familia. Los ancestros permanecen profundamente interesados en la familia que iniciaron. Se ocupan de ella, la protegen y castigan a quienes quieren dañarla.

Los ancestros son venerados por varias razones. Primero, como fundadores de la familia, permanecen interesados en el cuidado de la familia. Segundo, han contestado la pregunta de lo que viene después de la muerte, así que pueden ayudar a los vivos mediante sueños, nigromantes y visiones. Tercero, algunos han tenido grandes logros, que deben ser celebrados. Cuarto, los animistas creen que ellos protegen a la familia. Quinto, funcionan como mediadores entre Dios y la familia.

La felicidad de uno en la vida después de la muerte depende del cuidado recibido por sus descendientes. Todo el que ha sido proscrito de una familia o tribu se convierte esencialmente en extinto, sin nadie que lo recuerde o que lo cuide.

Como cristianos, estamos de acuerdo con los animistas en que hay un alma inmaterial que existe más allá de la tumba. También otorgamos una importante prioridad a la familia. Uno de los Diez Mandamientos dice que los hijos deben honrar a su padre y a su madre. Sin embargo, no permanece en la tierra ningún alma que ha partido. Según Hebreos 9:27, al morir uno está inmediatamente en el cielo o en el infierno. Segundo, los muertos no tienen contacto con los vivos. En Lucas 16, el rico que sufría en el infierno buscó una forma de comunicarse con su familia viva para advertirle de su destino. Sin embargo, no pudo comunicarse de ninguna forma, ni pudieron los vivos comunicarse con él. Los cristianos celebran y honran la memoria de sus seres queridos, pero no los adoramos ni buscamos apaciguar sus espíritus. Esperamos con gozo y anticipación, sabiendo que seremos reunidos nuevamente en el reino de nuestro Señor Jesucristo.


Prácticas básicas del animismo


En el animismo hay numerosos tabúes y prohibiciones. Las prohibiciones se hacen para preservar la armonía entre el mundo espiritual y el mundo físico. Los lugares o las personas donde está concentrada la fuerza vital están protegidos. Existe una miríada de tabúes, y el violarlos puede producir la maldición de una comunidad, y debe ser expiada mediante sacrificios.

Segundo, hay lugares sagrados. Existen lugares de adoración sagrados para tener comunión con el mundo espiritual. Hay lugares donde se concentra el poder sagrado. En Haití hay un árbol sagrado donde brujos animistas firmaron un pacto con el diablo más de 200 años atrás. A estos brujos les desagradó sumamente que pastores cristianos oraran recientemente sobre el árbol y ordenaran exitosamente que los espíritus lo dejaran.

Tercero, hay cosas sagradas. Hay toda una multitud de objetos que poseen poder y son potencialmente peligrosos. Se considera a menudo que hay piedras que poseen un poder sagrado. Esta es una razón por la que uno puede encontrar fácilmente joyas de cristal y otras piedras semipreciosas a la venta en catálogos y tiendas. Se cree que ciertas plantas e insectos son sagrados y tabú. Se considera que hay imágenes talladas que poseen el espíritu de divinidades.

Cuarto, hay acciones sagradas. La adoración incluye el sacrificio de animales o plantas a las deidades. Los sacerdotes o chamanes realizan los ritos sagrados. Los presagios cumplen un papel esencial; este es el origen de que se diga "¡Salud!" cuando alguien estornuda, para impedir que los espíritus salten dentro de la persona que se encuentra vulnerable de pronto. Las señales en el cielo y ciertos reptiles o animales que se encuentran durante el día (como un gato negro que se cruza en el camino y que augura mala suerte) pueden predecir el futuro de una persona.

Quinto, hay palabras sagradas. Hay muchos juramentos, maldiciones y bendiciones. Los hechizos, tanto de la magia blanca como de la hechicería, son palabras sagradas. Las palabras están cargadas de poder sagrado si son pronunciadas por un sacerdote. Estas palabras poseen el poder sagrado, o mana.

Sexto, hay personas sagradas. Las brujas usan sus poderes para el bien y para el mal. Pueden usar sus poderes para proteger comunidades de sus enemigos. Pueden usar su poder para comunicarse con los dioses y los espíritus. En la mayoría de las sociedades, la brujería y la hechicería son muy temidas. Se cree que las brujas viajan grandes distancias en períodos cortos, matan a la distancia y dominan demonios. Las brujas tienen poderes sobrenaturales para hacer daño a otros. Pueden echar un hechizo sobre otras personas. Pueden inyectar cuerpos extraños en una víctima, causando una enfermedad. Las brujas tienen la capacidad de comunicarse con espíritus de muertos. Muchas sociedades creen que pueden transformarse en animales.

Luego está el chamán o hechicero. Puede curar enfermedades. Dirige ritos con sacrificios y escolta a las almas al otro mundo. Hay momentos en que puede dejar su cuerpo y observar sucesos a la distancia. Hereda el trabajo o lo gana pasando por pruebas y ritos. Está, también, el rey sagrado. Y están los subhumanos, como los duendes y espíritus del agua. Finalmente están los "hombrecitos", como los leprechaun.

Séptimo, hay ritos sagrados que deben realizarse regularmente. La cabeza de la familia realiza algunos; otros requieren la pericia de los sacerdotes.

Octavo, está la práctica de la magia y la adivinación. El arte de echar hechizos y comunicarse con el mundo espiritual está reservado a los sacerdotes.

El cristiano debe estar consciente de cuándo sus prácticas están influidas por el animismo. A menudo, muchos sienten que decir "amén" o usar una cruz les da protección. Otros usan piedras sagradas o creen que realizar un ritual les traerá fortuna. Un cristiano tiene acceso directo a Dios a través de Cristo, y no necesita confiar en otra persona o en un oficio sagrado. Además, los cristianos tenemos todo lo que necesitamos en Cristo, y no necesitamos poderes del mundo espiritual. Cristo nos ha dado todo lo que necesitamos para vencer.

Cómo vencer el animismo

Como ha revelado nuestro estudio, el temor es la actitud dominante entre los que están en religiones animistas. Hay varias razones para esto. Primero, uno nunca está seguro de si un tabú ha sido roto y si los dioses, los espíritus o los ancestros han sido movidos a ira. Si algunos de estos seres se ha enojado, podrían infligir castigos horribles. En Hawai, hay varias historias aterradoras acerca de los "marchadores nocturnos", los espíritus de antiguos guerreros que marchan por una senda sagrada cada noche. Se cree que ciertas personas han sido muertas porque estaban en el camino de los marchadores nocturnos.

Una segunda razón para la prevalencia del temor es que el animismo incluye algunas de las prácticas más temidas conocidas por el hombre. La hechicería, la magia y el vudú son algunas de las antiguas artes que aterrorizan el corazón de las personas. Es aterrador saber que un sacerdote o una bruja ha echado un hechizo sobre usted.

A lo largo de la Biblia, y aun hoy, los creyentes se encuentran continuamente con prácticas y pensamientos animistas. En tiempos de crisis, muchos jóvenes cristianos oran a Dios pero también buscan ayuda de su religión animista.

Entre cristianos, las creencias animistas serán desplazadas solo cuando los cristianos transformen sus mentes con la palabra de Dios y se liberen de la vida de temor en el animismo. La transformación tiene lugar cuando los cristianos entienden que la Biblia explica la verdadera naturaleza del universo. Primero, en contraste con muchos dioses temperamentales del animismo, la Biblia enseña que hay un solo Dios. Isaías 43:10 dice: "Ustedes son mis testigos afirma el Señor, son mis siervos escogidos, para que me conozcan y crean en mí, y entiendan que yo soy. Antes de mí no hubo ningún otro dios, ni habrá ninguno después de mí". No existe ningún panteón de dioses; solo un Dios verdadero, y todos los demás son dioses falsos.

Segundo, en la Biblia Dios prohíbe las prácticas animistas de la hechicería, la necromancia, la magia y el culto a espíritus extraños. Deuteronomio 18:10 y 11 ordena: "Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos". Quienes practican estas artes están tratando con espíritus que se oponen a Dios y buscan la destrucción de todo el pueblo.

Tercero, los cristianos no tienen que vivir atemorizados por seres espirituales hostiles y hechizos. Cristo, que ama a su pueblo, ha triunfado sobre todos. Colosenses 2:15 dice que "Desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal".

Cristo ha sometido a todas las autoridades bajo su gobierno. No solo eso, sino que nada entra a nuestra vida sin que haya sido filtrado por su mano amorosa. La mano de protección de Dios guarda a su pueblo. David escribió en los Salmos: "El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: 'Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío'" (Salmos 91:1, 2). Cuando ocurre una tragedia, los cristianos entienden que su propósito no es castigar a los incrédulos sino enseñarnos nuevas cosas acerca de Dios y nosotros, refinando nuestro carácter para hacernos más como Él. Los cristianos pueden ser liberados de una vida de temor y encontrar gozo en una vida de fe en Cristo.


Notas

Paul Hiebert, Daniel Shaw, and Tite Tienou, Understanding Folk Religion, (Grand Rapids, MI.: Baker Book House, 1999), 157. Volver
Norman Anderson. The World's Religion. (Grand Rapids, MI: Eerdman's Publishing, 1991), 38. Volver
Don Richardson, Eternity in their Hearts. (Ventura, CA.: Regal Press, 1984), 62-70. Volver
Hiebert, 55-56. Volver


Bibliografía

Anderson, Norman. The World's Religions. Leicester, England: InterVarsity Press, 1975.
Beckwith, Martha. Hawaiian Mythology. Honolulu, HI.: University of Hawaii Press, 1976.
Halverson, Dean. The Compact Guide to the World Religions. Minneapolis: Harvest House Publishers, 1996.
Hiebert, Paul, Shaw, Daniel, and Tienou, Tite. Understanding Folk Religion. Grand Rapids, MI.: Baker Book House, 1999.
Noss, John. Man's Religions. New York: Macmillan Company, 1968.
Parrinder, Geoffrey. World Religions. New York: Facts on File Publications, 1983.
Richardson, Don. Eternity in their Hearts. Ventura, CA.: Regal Press, 1984.

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22/Dic/2007 11:40 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

La medicina alternativa
Pat Zukeran


El auge de la medicina alternativa
La medicina alternativa ha irrumpido fuertemente en el centro de la cultura estadounidense, a la vez que ha hecho importantes avances en la comunidad médica. Casi la mitad de todos los adultos de EE.UU. participa ahora en alguna forma de terapia alternativa.{1} Un estudio reciente mostró que los estadounidenses gastan casi 30.000 millones de dólares al año en tratamientos alternativos.{2}

La medicina alternativa sigue siendo un tema polémico. ¿Funcionan realmente estas medicinas? ¿Abrazan estas terapias alternativas un sistema religioso oriental? ¿Deben los cristianos estar involucrados en los tratamientos alternativos? ¿Cómo evaluamos una práctica específica que no es convencional?

El repentino auge de la medicina alternativa puede ser atribuido a una creciente insatisfacción con las prácticas médicas convencionales. Los métodos modernos se han centrado principalmente en los síntomas físicos. Sin embargo, somos criaturas espirituales, sociales y emocionales también. La sanidad mejora cuando todos estos componentes son abordados. La medicina convencional ha sido criticada también por su enfoque impersonal. Médicos excedidos de trabajo pueden dedicar sólo unos pocos minutos a diagnosticar el problema, sin demasiado seguimiento.

La principal razón por la que la gente está acudiendo masivamente a la medicina alternativa es que ofrece esperanza donde la medicina convencional ha fracasado. Los atemorizados y descorazonados acuden a ella como último recurso. Muchos terapeutas dicen curar el cáncer o conocer el secreto de la juventud prolongada. Por ejemplo, el gurú de Hollywood, Deepak Chopra, escribe que sus terapias pueden llevarnos "... a un lugar donde no se aplican las reglas de la existencia cotidiana". A través de sus métodos podemos "... llegar a ser pioneros en una tierra donde el vigor juvenil, la renovación, la creatividad, el gozo, la realización y lo intemporal son la experiencia habitual de la vida cotidiana, donde la ancianidad, la senilidad, la enfermedad y la muerte no existen y ni siquiera son considerados como filosofía".{3} Estas son tentaciones atractivas para quienes no tienen esperanza.

Como personas con discernimiento, no debemos ser seducidos por estas afirmaciones. La Biblia enseña que vivimos en un mundo caído. A pesar de nuestros mejores esfuerzos, la gente se enferma y a veces muere. Enfrentados a una enfermedad seria, primero debemos aceptar las consecuencias de la Caída. Dios puede sanar cuando Él quiera usando el método que desea. Sin embargo, no va en contra de su forma de ser o la verdad revelada. Si una sanidad aparente lleva a alguien a abrazar enseñanzas contrarias a la Biblia, debemos cuestionarnos si esa sanidad vino de Dios.

Así que, cuando los resultados de un análisis son malos, no debemos entrar en pánico ni temer, sino confiar en la soberanía y el control de Dios sobre nuestra vida. Debemos buscar consejos sabios de médicos y de nuestros pastores. Luego, si se recomienda una medicina alternativa, debemos asegurarnos de que ha sido probada médicamente y no promueve una enseñanza falsa o una esperanza falsa. Al tratar con la enfermedad, podemos honrar a Dios o podemos manchar nuestro testimonio. En las siguientes secciones, consideremos cómo evaluar sabiamente las medicinas alternativas.
Una noción básica de las medicinas alternativas
Hoy hay cientos de terapias rotuladas como "medicina alternativa", pero ¿qué significa esto realmente? Una definición amplia sería 'toda terapia que no es aceptada por el sistema médico dominante de nuestra cultura'. La medicina alternativa tiene varias características. Por ejemplo, estas terapias no se practican en hospitales o consultorios de médicos. Se centran en métodos naturales de curación con un énfasis en prevenir la enfermedad. Además, es más probable que traten enfermedades crónicas una vez que ha fracasado la medicina convencional.

La medicina alternativa se origina en las tradiciones de las culturas antiguas, especialmente China e India. Por ejemplo, se usaban 370 diferentes drogas curativas en Mesopotamia, y había 600 drogas que eran de uso común en India. Los chinos tenían 2.000 hierbas, metales y minerales como ingredientes de 16.000 preparados diferentes.{4} A pesar de la variedad, muchos historiadores están de acuerdo en que estas antiguas prácticas médicas tenían muy poco éxito en curar realmente la enfermedad. Los verdaderos efectos siguen siendo estudiados hoy, incluyendo comparaciones con los avances hechos por la medicina moderna. A pesar de las limitaciones de la medicina convencional, vivimos más tiempo y con una mejor salud que las personas de tiempo atrás.

La antigua medicina alternativa fue influida grandemente por las religiones orientales. Por eso los usuarios de hoy de las llamadas medicinas alternativas "redescubiertas" todavía pueden ver estos conceptos religiosos entretejidos en los tratamientos. Muchos proponentes de la medicina alternativa encaran la salud holística desde una cosmovisión panteísta. Es fundamental para el panteísmo la idea del monismo, el concepto de que todo en el universo es una única realidad última. Si todo es uno, entonces el hombre es divino. Dado que somos divinos, no tenemos pecado. El pecado es meramente una ilusión que crea una falsa culpa. Esta culpa es lo que lleva a la enfermedad.

Deepak Chopra escribe: "... las semillas de Dios están dentro de nosotros ... Cuando hacemos el viaje del espíritu, regamos estas semillas divinas ... A los ojos del espíritu, todos son inocentes, en todos los sentidos de la palabra. Dado que usted es inocente, no ha hecho nada que amerite castigo o ira divina".{5}

A algunos que propician la medicina alternativa les gusta señalar que la visión bíblica de la salud es considerada también holística. Por cierto, Dios hizo al hombre como un ser complejo, con dimensiones físicas, mentales y sociales, y a Él le interesa cada aspecto de nuestra condición de persona (pueden verse estos aspectos en Hebreos 4:12 y 1 Tesalonicenses 5:23). Contrariamente al panteísmo, la Biblia enseña que Dios es un ser personal y nosotros somos sus seres creados. Fuimos hechos para tener una relación personal con Él, pero estamos separados de este objetivo por el pecado. La salud bíblica comienza por una relación correcta con un Dios personal a través de su Hijo, Jesucristo. En vez de ignorar el pecado, debe ser tratado a través del arrepentimiento y la restauración. Finalmente, un cristiano debe reconocer que Dios puede tener un propósito para el sufrimiento, y que tiene valor entregarse a su plan.
¿Debe un cristiano usar la medicina alternativa?
Cuando se trata de escoger una terapia alternativa, hay todo un menú de opciones. ¿Cómo puede un cristiano discernir una medicina alternativa aceptable de una que no lo es? Al tomar una decisión, es útil identificar las diferentes medicinas alternativas. Los autores de Basic Questions on Alternative Medicine: What Is Good and What Is Not? {6} dan cinco categorías de terapias alternativas.

La primera categoría son las terapias complementarias. Estas tratan con temas relacionados con el estilo de vida, como la dieta, el ejercicio y el estrés. La categoría siguiente son las terapias no comprobadas científicamente. Los remedios de hierbas serían un ejemplo de terapias no comprobadas científicamente.

Una tercera categoría son las terapias científicamente cuestionables. Estas son terapias que contradicen principios científicos básicos, o que no pueden ser verificadas fácilmente. Un ejemplo es la acupuntura china, que enseña un concepto que se contradice con lo que se conoce acerca de la psicología humana. Una cuarta energía son las terapias de energía vital. Estas suponen la existencia de una energía vital llamada "ki" o "prana" que puede ser manipulada usando diversas técnicas. Tal vez haya oído del "reiki" y el toque terapéutico. La categoría final es la charlatanería y el fraude. Estas son terapias que se ha demostrado que no dan ningún beneficio razonable.

Antes de decidir usar una medicina alternativa, un cristiano debería considerar primero en qué categoría se encuentra la terapia en cuestión. En general, las terapias complementarias brindan importantes perspectivas para mantener una buena salud. Las terapias no probadas o cuestionables científicamente deben ser estudiadas y deben tomarse decisiones caso por caso. Muchas de las pruebas a favor de la medicina alternativa están basadas en interpretaciones polémicas de teorías científicas o testimonios de usuarios.{7} El enfoque más prudente es usar solo aquellas curas respaldadas por una sólida investigación científica y pruebas controladas. Los cristianos deben evitar terapias que caen bajo la categoría de la energía vital y el fraude.

Consulte a su médico y farmacéutico. Demasiado a menudo, la gente se involucra en tratamientos alternativos sin informar a su médico. Los que propician la medicina alternativa intentan desalentar a sus clientes de usar métodos médicos convencionales, afirmando que la forma de ellos es la mejor. Esto puede ser un concepto peligroso. Un terapeuta alternativo podrá prescribir enfoques contrarios a la recomendación de su médico, o darle medicamentos que pueden reaccionar negativamente con la medicación recetada suya.

Finalmente, sea un mayordomo sabio. No gaste sus recursos en terapias que han demostrado ser ineficaces o cuestionables. Esté alerta ante practicantes de un sistema religioso falso. En mi experiencia pastoral, he visto a cristianos volverse a chamanes y a la medicina popular china cuando se les diagnosticó una enfermedad seria. En todos los casos la terapia alternativa no ayudó a la situación y fue un costo monetario para la familia. Lo más importante es que afectó su testimonio para Cristo. Haga que su estilo de vida, especialmente la forma de manejar la enfermedad, sea un testimonio para Cristo.
Terapias de energía vital
Como se mencionó anteriormente, hay cinco categorías de medicinas alternativas. Los cristianos deben evitar las terapias de energía vital, la charlatanería y el fraude.

Miremos en detalle las terapias de energía vital. Si bien hay más de 60 nombres diferentes para estas terapias, todas están basadas en seis principios fundamentales.{8} Los practicantes creen que la energía vital fluye por todo el universo. Hay numerosos nombres para esta energía impersonal. La medicina china tradicional llama a esta energía "ki", mientras que la medicina ayurvédica india la denomina "prana". Algunos cristianos la hacen equivaler, erróneamente, al Espíritu Santo. Ambas cosas no son lo mismo.

Los terapeutas de la energía vital creen que los humanos están compuestos por energía rodeada de un cuerpo material. La terapia de la energía vital dirige esta energía para que fluya por todo el cuerpo sin obstáculos. Se considera que la enfermedad es el resultado de un desequilibrio o bloqueo del flujo de energía. La medicina china tradicional describe un sistema elaborado de canales dentro del cuerpo llamados meridianos. Para curar una enfermedad, el cuerpo debe ser manipulado a fin de restaurar el flujo de energía por los meridianos.

Los practicantes chinos e indios tradicionales creen que pueden determinar el flujo de energía de una persona mirando el color de la piel, los síntomas, la lengua y el pulso. Los practicantes del toque terapéutico dicen que pueden percibir el flujo de energía moviendo sus manos sobre la piel. Supuestamente, hay ahora máquinas de alta tecnología que pueden medir este flujo de energía. Muchas de estas máquinas, por ejemplo el Vegatest y sus derivados, han sido consideradas fraudulentas y son ilegales.{9}

Se dice que la energía vital puede ser redirigida para tratar una enfermedad causante del mal. Los terapeutas de la energía vital creen que pueden ajustar el flujo de la energía mediante la manipulación física o la transferencia invisible del sanador al paciente. En la medicina china tradicional, se usan agujas para destapar agujeros o estimular el flujo de esta energía. Se cree también que el masaje, el ejercicio y las hierbas restablecen el ki, así como las técnicas de respiración y meditación.

Se cree que ocurren milagros al alterar la energía vital. Este es el mensaje presentado en La guerra de las galaxias. En la película, los maestros Jedi controlan la energía vital, o Fuerza, para que realice proezas milagrosas. El concepto de Dios y energía se usa de forma intercambiable. De aquí podemos concluir que la energía vital es, en esencia, Dios. Dado que somos energía, somos divinos, porque somos de la misma esencia que lo Divino.

Los cristianos deben evitar terapeutas que proponen terapias de la energía vital. Muchas ideas están basadas en una cosmovisión panteísta, y esto hace que estas terapias adopten o al menos reconozcan el misticismo oriental. Además, sus enseñanzas se han alejado mucho del conocimiento objetivo del cuerpo humano. Finalmente, Dios no es una fuerza impersonal, y no puede ser manipulado con fórmulas o ritos de sanidad. Dios no sanará a través de ninguna práctica que sea contrario a su Palabra.
Tratamientos de hierbas
Dondequiera que uno mire, parece que hay una información comercial o un anuncio de productos con hierbas. Según un estudio de 1998 en The Journal of the American Medical Association, entre 1990 y 1997 hubo un aumento del 380 por ciento en remedios de hierbas y un aumento del 130 por ciento en el uso de vitaminas de altas dosis en EE.UU.{10} Las estimaciones actuales dicen que entre 60 y 72 millones de estadounidenses usan suplementos de hierbas.{11} Muchos tratamientos de hierbas hacen afirmaciones notables de curar el cáncer, la artritis, la depresión y otras enfermedades. ¿Cómo debemos entender este furor por las hierbas?

Sea discernidor si escoge usar hierbas. Que algo sea natural no garantiza que sea seguro. Hay muchas hierbas naturales que pueden producir efectos colaterales peligrosos y aun mortales. Cuídese de las exageraciones de la comercialización. A pesar de los anuncios, lo cierto es que la investigación ha concluido que la eficacia del uso de las hierbas es cuestionable, en el mejor de los casos. Usted necesita considerar también el control de calidad. A diferencia de medicamentos recetados y no recetados que están fuertemente regulados por el FDA (Administración Federal de Medicamentos), no hay ninguna organización directamente responsable de monitorear la calidad o las concentraciones de los productos de hierbas. Desconfíe de la mentalidad de "una pastilla para cada mal". Finalmente, asegúrese de evitar a todo el que dice tener una fórmula secreta, especialmente si dice haber sido perseguido por la Asociación Médica Americana o la Administración Federal de Medicamentos. Evite todo minorista, anuncio radial o persona que esté dedicado a vender su producto como una cura para todo.

Algunos tratamientos de hierbas son costosos y no ofrecen ninguna mejora. Sin embargo, se ha demostrado que algunos suplementos herbales sí tienen beneficios prometedores. Los tratamientos de hierbas pueden resultar ser agregados útiles a tratamientos convencionales. Hierbas como el ginseng han demostrado ser beneficiosos para la diabetes tipo II, por ejemplo. Los preparados de hierbas a veces son menos potentes en la dosificación que los medicamentos recetados y pueden ser menos tóxicos.

Es importante investigar meticulosamente el producto que está pensando usar. Informe a su médico y a su farmacéutico. Ellos conocen su historia médica y pueden alertarlo en cuanto a cualquier interacción potencialmente peligrosa entre las hierbas y los medicamentos farmacéuticos. Recele del pensamiento de que, si tomar un poco es bueno, una dosis superior debe ser aún mejor. Averigüe si las hierbas son para el corto o el largo plazo. Verifique la calidad del producto y sea consciente de los posibles efectos colaterales. No suponga que, si el producto ha sido usado por un tiempo -aun durante siglos- debe ser mejor.

No hay ninguna advertencia bíblica que prohíba el uso de productos de hierbas. Sin embargo, los cristianos deberían acercarse al mercado de las hierbas desde una perspectiva informada. Algunos libros excelentes sobre el tema son The American Pharmaceutical Association Practical Guide to Natural Medicines y Alternative Medicine: A Christian Handbook. Entre los excelentes sitios Web se encuentran www.herbalgram.com y www.naturaldatabase.com.

En tiempos de salud, y especialmente al tratar con la enfermedad, nuestra meta siempre es honrar al Señor.

Notas

Geoffrey Cowley, "Alternative Care," Newsweek Magazine, 2 December 2002, p. 47.
Ibid., p. 47-48.
Deepak Chopra, Ageless Body, Timeless Mind: The Quantum Alternative to Growing Old, (New York: Harmony, 1993), p. 3.
Dónal O'Mathúna & Walt Larimore, Alternative Medicine: The Christian Handbook, (Grand Rapids, Mich.: Zondervan Publishing, 2001) p. 31.
Deepak Chopra, Seven Spiritual Laws for Parents (New York: Harmony/Random House Publishing, 1997), p. 20-21, 31, 57, 68.
Basic Questions on Alternative Medicine: What Is Good and What Is Not? BioBasic Series (Grand Rapids, Mich.: Kregel Publications, 1998).
O'Mathúna & Larimore, Alternative Medicine, 22.
John Ankerberg & John Weldon, Can You Trust Your Doctor? The Complete Guide to New Age Medicine and Its Threat To Your Family (Brentwood, Tenn.: Wolgemuth and Hyatt, 1991) p. 46.
Paul Reisser, Dale Mabe and Robert Velarde, Examining Alternative Medicine (Downer's Grove, Ill.: InterVarsity Press, 2001), p. 85-86.
Reisser, Mabe and Velarde, Examining Alternative Medicine, p. 127.
Ibid.

Bibliografía

BioBasic Series. Basic Questions on Alternative Medicine. Grand Rapids, Mich.: Kregel Publications, 1998.
Chopra, Deepak. Ageless Body, Timeless Mind: The Quantum Alternative to Growing Old. New York: Harmony Publishing, 1993.
Cowley, Geoffrey. "Integrative Care." Newsweek Magazine. December 2, 2002, pgs. 47-53.
O'Mathúna, Dónal & Walt Larimore. Alternative Medicine: The Christian Handbook. Grand Rapids, Mich.: Zondervan Publishing, 2001.
Reisser, Paul, Dale Mabe, and Robert Velarde. Examining Alternative Medicine. Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press, 2001.
Underwood, Anne. "Learning from China." Newsweek Magazine. December 2, 2002, pgs. 54-57.

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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Es el Nuevo Testamento un Producto de la Iglesia?

Eric Lyons, M.Min.

Algunas veces los cristianos olvidan que cuando se estableció la iglesia de Cristo inicialmente en el Pentecostés, no poseía el Nuevo Testamento como ahora lo tiene. La “Biblia” de la iglesia fue el Antiguo Testamento. Se había completado el Antiguo Testamento alrededor del año 425 a.C., y fue la “Biblia” que Jesús y otros a menudo citaron en sus escritos. Los hombres inspirados pronto incluyeron en sus escritos nuevas regulaciones divinas (cf. 1 Corintios 14:35) que fueron reunidas y leídas regularmente en las reuniones no mucho después que fueron escritos. El canon del Nuevo Testamento gradualmente tomó forma, y alrededor de 150 años después del Pentecostés, ya se había juntado los libros del Nuevo Testamento. [Aproximadamente a mediados del segundo siglo, Justino Mártir escribió que los domingos en el servicio de adoración cristiana, se leía las “memorias de los apóstoles” juntamente con “los escritos de los profetas” (The First Apology, 67)].

Algunas veces la gente clama que “el Nuevo Testamento es simplemente el producto de la iglesia”. Usualmente se declara esto para implicar que la Biblia es simplemente un producto de los concilios de la iglesia antigua que se reunía para hablar de los libros que se debían incluir en el canon del Nuevo Testamento. Así que los críticos menosprecian la idea que el Nuevo Testamento que tenemos realmente se origine con Dios.

¿Cómo se responde lo siguiente: “Es el Nuevo Testamento un producto de la iglesia”? Primero, la autenticidad de un libro depende en su autoridad (i.e., ¿vino de Dios?), y cuando se la aceptó como canónica, fue debido a esa autoridad inherente. Los 27 libros del Nuevo Testamento llegaron a ser parte de la Biblia así como los libros del Antiguo Testamento. Los libros se incluyeron porque: (a) se sabía que habían venido de Dios—i.e., contenían los mandamientos de Dios; (b) fueron escritos por un apóstol o profeta de Dios—como Pedro o Pablo que pudieron realizar milagros para confirmar lo que enseñaron; (c) se podía probar que eran genuinos—así como el libro de Lucas, escrito por Lucas; y (d) los cristianos lo usaron.

Segundo, los concilios de la iglesia no pudieron hacer que los libros de la Biblia fueran autoritativos. Los libros fueron inherentemente autoritativos o no lo fueron. Considere al niño de 13 meses que llama a su padre “papá” por primera vez. ¿Es ese el mismo momento en que el hombre realmente llega a ser su padre, o fue este hombre su padre mucho antes que el niño comenzara a llamarle de esta manera? Lo cierto es que este hombre fue su padre desde que el niño fue concebido; fue su padre cuando el bebé nació; y ya era su padre cuando el niño le llamó “papá” por primera vez. El hecho que el niño no le llamara “papá” hasta los 13 meses de edad no significa que no fuera su padre. Similarmente, el hecho que cientos de años atrás algunos grupos de personas se reunieran para decidir qué libros pensaban que pertenecían a la Biblia, no significa que ellos crearon la Biblia. Estos hombres no nos dieron los 27 libros del Nuevo Testamento así como Isaac Newton no nos dio la fuerza de la gravedad. Dios nos dio la gravedad a través de Su obra creativa; similarmente, nos dio el canon del Nuevo Testamento al inspirar los libros individuales que lo componen. Newton no creó la gravedad, sino la reconoció. De igual manera, los concilios de la iglesia antigua no crearon el Nuevo Testamento; en cambio, simplemente reconocieron los libros que Dios había inspirado. Por ende, Dios escribió los libros de la Biblia; los hombres simplemente los reunieron.


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Editado por peterx, Lunes, 24 de Diciembre de 2007, 16:43
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

¿Contradicción en Cuanto al Ganado?

Eric Lyons, M.Min.

La quinta plaga que Dios envió sobre Egipto fue la muerte del ganado por medio de una pestilencia. Después de informar a Faraón de la decisión de Dios de destruir a los animales de Egipto si rechazaba dejar salir a Israel del país, “Al día siguiente...murió todo el ganado de Egipto; mas del ganado de los hijos de Israel no murió uno” (Éxodo 9:6, énfasis añadido). Algunos cuestionan la fidelidad de este enunciado a la luz de comentarios posteriores en cuanto al ganado restante de Egipto. Antes de la séptima plaga, Moisés advirtió a Egipto a enviar “pues, a recoger tu ganado, y todo lo que tienes en el campo; porque todo hombre o animal que se halle en el campo, y no sea recogido a casa, el granizo caerá sobre él, y morirá” (Éxodo 9:19). Además, la plaga final que Dios envió sobre Egipto fue la muerte de los primogénitos—del hombre y el ganado (Éxodo 12:29). Según el escéptico Steve Wells, “[N]o debe haber habido ningún ganado ya que Dios ya los había matado con una ‘plaga gravísima’” (2007). Adicionalmente, a la luz del hecho que también se menciona la muerte de los caballos por medio de la plaga (Éxodo 9:3), el crítico Dennis McKinsey ha preguntado, “¿Cómo...pudo el ejército de Faraón haber perseguido a los israelitas en caballos y carruajes guiados por caballos” después de la décima plaga (1998, 181:4; cf. Éxodo 14:7)? ¿Se contradicen los enunciados bíblicos?

Primero, se debe reconocer que el término “todo” frecuentemente se usa en la Escritura (también como en tiempos modernos) para denotar “la gran parte de” o “todos de una categoría particular” y no necesariamente “todo” en el sentido absoluto. Cuando la Escritura dice que “se llegó Absalón a las concubinas de su padre, ante los ojos de todo Israel” (2 Samuel 16:22, énfasis añadido), el escritor inspirado no quiso decir que todo israelita había atestiguado el evento, sino que las acciones de Absalón fueron públicas y evidentes para que todos vieran. Cuando Lucas escribió que “[s]e acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores” (15:1, énfasis añadido), no quiso indicar a sus lectores que todo publicano y pecador en el mundo (o incluso en esa área) se reunió alrededor de Jesús. En cambio, muchos publicanos y pecadores vinieron a ver a Jesús.

A menudo se usa una forma figurativa de “todos” en el tiempo moderno. Considere al presentador de un juego de baloncesto que comenta sobre un jugador que lanza dos tiros libres en los cinco segundos restantes de un juego parejo. El presentador dice, “Todos los ojos están puestos en él”. Literalmente, la mayoría de gente en el área estaría mirando al jugador, pero no todos, y ciertamente no todos en el mundo. Alguien puede decir que “todo el mundo sabe lo que pasó en los Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001”, pero él quiere decir que la mayoría en el mundo está informado de este evento, i.e., el evento es de conocimiento común. En Éxodo 9:6, Moisés simplemente usó una figura de expresión, conocida como sinécdoque, común en el tiempo antiguo y el moderno.

Segundo, el examen cuidadoso de Éxodo 9 revela que Dios realmente clarificó qué ganado de los egipcios perecería. Dios instruyó a Moisés que dijera a Faraón: “Porque si no lo quieres dejar ir [a Israel—EL], y lo detienes aún, he aquí la mano de Jehová estará sobre tus ganados que están en el campo, caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas” (vss. 2-3). Por ende, no solamente se usa frecuentemente “todos” en un sentido relativo, sino en el mismo pasaje que supuestamente no es fidedigno, Dios limitó el ganado a los que “están en el campo”. Sin duda, muchos caballos, bueyes, etc. hubieran estado en establos y hubieran escapado de la muerte, incluyendo los caballos de guerra de Faraón (cf. Éxodo 14:6-7).

Tercero, después de la quinta plaga y antes de las plagas subsiguientes, Faraón pudo haber repuesto el ganado de Egipto al adquirir o confiscar los animales de los pueblos en los alrededores, incluyendo el ganado de los israelitas. Los escépticos tienen la responsabilidad de mostrar prueba que esto no hubiera pasado.

Considerando lo detallado que Moisés fue al registrar el juicio de Dios sobre Egipto, es extremadamente frustraste leer los criticismos negligentes y atrevidos de los escépticos modernos. El mismo escritor que documentó cuidadosamente (1) que “en todo Egipto hicieron pozos alrededor del río para beber” después de la primera plaga (Éxodo 7:24), (2) que “vino toda clase de moscas molestísimas sobre la casa de Faraón” durante la cuarta plaga (8:24) y (3) que “el trigo y el centeno no fueron destrozados” cuando Dios hizo llover granizo del cielo, “porque eran tardíos” (9:32), ¿supuestamente se olvidó de las vacas, caballos, etc. que murieron durante la quinta plaga? Existe buena evidencia que exonera a Moisés y descarta las acusaciones de discrepancia. Los criticismos de los escépticos son una afrenta desvergonzada a la integridad de la Biblia.
REFERENCIAS

McKinsey, Dennis (1998), “Does the Bible Contradict Itself? (Part 1),” Biblical Errancy, 181:3-4, enero.

Wells, Steve (2007), Skeptic’s Annotated Bible, [En-línea], URL: http://skepticsannotatedbible.com/ex/12.html#29.


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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

Legalismo

Dave Miller, Ph.D.

La preferencia de rechazar la ley, la restricción y la limitación es un fenómeno cultural predominante en la sociedad norteamericana. La “libertad” ha llegado a conceptualizarse gradualmente como la libertad de restricción. Los que no abrazan una actitud relajada, casual y abierta ante los valores morales y el comportamiento ético son calificados como “intolerantes” e “insensibles”. Incluso en los círculos cristianos, enfatizar la necesidad de conformarse estrictamente a la voluntad de Dios en todos los temas de fe y práctica puede causar que una persona sea calificada como “fundamentalista”. Esta persona es separada como alguien inadaptado, inmaduro y farisaico que simplemente no ha “crecido” al punto de entender el verdadero espíritu de Jesús. Él es “perjudicial” y le hace falta “comprensión”. Y, sí, es “legalista”.

Al escuchar cuidadosamente a la mayoría de aquellos que usan el término “legalista”, pronto llega a ser aparente que ellos entienden que el término hace referencia a la demasiada atención de los detalles legales. En la década de 1960, Joseph Fletcher, el “Padre de la Ética Situacional”, señaló la noción popular del “legalismo”:

En esta estrategia ética se considera las “variables situacionales”, pero siempre se subordina las circunstancias a “leyes” generales predeterminadas de moralidad. La ética legalista trata a muchas de sus reglas de una manera idolátrica, convirtiéndolas en absolutos. En esta clase de moralidad, calificada adecuadamente como legalismo o ética legal, es más importante la obediencia a las “reglas de conducta” prefabricadas que la libertad de hacer decisiones responsables (1967, p. 31).

Sería difícil subestimar las consecuencias catastróficas de esta descripción en el carácter moral de la civilización humana. La ilustración que un predicador, profesor universitario y prominente terapeuta familiar dio en una conferencia universitaria titulada “Adelantándose: Llevando a Su Familia con Usted” (“Getting Ahead: Taking Your Family With You”), es típica del concepto erróneo extendido que el “legalismo” tiene que ver con la atención exagerada de la obediencia completa:

Usted puede entenderlo cuando marca números telefónicos.... [T]iene que marcar alrededor de dieciocho números para comenzar, y luego tiene que marcar dieciocho más—¿sabe de lo que estoy hablando? Y si marca mal, ¿qué pasa? Si marca UNO mal—solo UNO—comienza a decir cosas malas de sí mismo, ¿no lo hace? Sí, porque sabe que arruinó todo el proceso. Es asombroso cuán legalista es la compañía telefónica (Faulkner, 1992, énfasis añadido).

Es completamente incomprensible que los que profesan abrazar el cristianismo consideren la misma idea de obedecer a las leyes de Dios como negativas, y luego denuncien a esta obediencia como “legalismo”. Esta postura socava la misma fundación de los estándares nacionales de la moralidad, y provoca indisciplina en el comportamiento moral. Pero ¿no es esto lo que le ha estado sucediendo a la civilización norteamericana en los 40 años pasados?

¿Qué es exactamente el “legalismo” según la Biblia? ¿Se debe igualar el “legalismo” con el mucho interés por la obediencia? ¿Es el “legalismo” equivalente a una determinación ardiente de guardar los mandamientos de Dios? Alguien que posee un enfoque equivocado del legalismo tiende naturalmente a encubrir los “detalles” de la enseñanza del Nuevo Testamento, relegando varios temas a “asuntos sin importancia”.

Muchos se sorprenderían saber que el término “legalismo” realmente no aparece en la Biblia. Sin embargo, se ha creado muchas palabras extra-bíblicas para describir conceptos bíblicos (e.g., “providencia”). En su uso negativo clásico, “legalismo” implica confiar en la justicia personal. El legalismo tiene que ver con la actitud de alguien acerca de su propia persona (i.e., tener un sentido presumido de auto-importancia—Lucas 18:11-12; Proverbios 25:27; Romanos 12:3) y práctica (i.e., pensar que se puede ganar o merecer la salvación por medio de la realización—Lucas 17:10; Romanos 3:9-18,23; 11:35; 1 Corintios 9:16). El legalismo no está relacionado a la corrección de las mismas prácticas. Dios siempre ha condenado a la persona que se enorgullece de sus acciones obedientes, que confía en su propia justicia y que espera recibir la gracia de Dios a causa de esas acciones (cf. Lucas 18:9et.seq.; Romanos 9:31et.seq.). Pero Él siempre ha elogiado a la persona que mantiene fidelidad absoluta a los detalles específicos de Sus mandamientos (e.g., Juan 14:15; Romanos 2:6-7; 6:16; Hebreos 5:9). La diferencia entre lo primero y lo último es la actitud de la persona—un hecho que solamente Dios está en la posición de percibir (Lucas 6:8). Es impertinente que un cristiano acuse a otro cristiano simplemente porque el último exhibe lealtad meticulosa a la Palabra de Dios—como si el primero fuera capaz de conocer automáticamente el motivo de su hermano, y por ende leer de alguna manera su mente. Los promotores del error religioso a menudo redefinen términos que pudieran ser buenos, tergiversando los términos y sometiendo inadvertidamente a los lectores a sus doctrinas falsas. Los que tienen un enfoque liberal han redefinido el término “legalismo”, cambiando el significado de la actitud auto-justificada a la realización de la obediencia concienzuda ante lo completo de la Palabra de Dios.

Como prueba de esto, considere el ejemplo clásico de “legalismo” en el Nuevo Testamento: los fariseos. ¿Por qué deberían ser los fariseos clasificados como legalistas? Para responder a esa pregunta, debemos examinar en qué aspecto Jesús señaló sus faltas. Él les reprendió por tres fallas centrales. Primero, ellos eran culpables de hipocresía. Pretendían ser devotos, y hacían lo imposible para aparentar que eran justos, pero realmente no llevaba a cabo la obediencia genuina y amorosa delante de Dios (Mateo 23:4-7,25-28). Segundo, ellos atendían algunos asuntos bíblicos, pero descuidaban otros de mayor importancia (Mateo 23:23; Lucas 11:42). Jesús hizo referencia a esta tendencia como colar el mosquito y tragar el camello (Mateo 23:24). (Desde luego, Él no estaba apoyando o aprobando el trago del mosquito). Tercero, ellos tergiversaban la Ley Mosaica (Mateo 5:17-48), e incluso imponían sus interpretaciones erróneas, elevando sus tradiciones, leyes y doctrinas humanas al nivel de escritura (Mateo 15:1-9; Marcos 7:1-13). Jesús censuró repetidamente a los fariseos por estos tres males espirituales. Pero aunque adolecían de estos males, note que el “legalismo” de los fariseos no tenía que ver con su atención ferviente de cumplir la “letra de la ley”. Los fariseos no fueron condenados porque eran muy celosos en cuanto a su obediencia a la voluntad de Dios. Ellos fueron condenados porque “dicen, y no hacen” (Mateo 23:3).

De hecho, Dios siempre ha estado completamente interesado en el hecho que aquellos que quieran agradarle se ocupen diligentemente en obedecer los detalles particulares de Sus instrucciones (e.g., Levítico 10:1-3; 2 Samuel 6:1-7; 1 Crónicas 15:12-13). Jesús incluso igualó esta actitud obediente al amor por Él (Juan 14:15; 15:14). Muchos que poseen una actitud frívola e indiferente ante la obediencia rígida, piensan que están evitando el síndrome “legalista”; sin embargo, realmente están demostrando debilidad espiritual relajada e infidelidad.

Por definición, la “fidelidad” es la confianza obediente o conformidad leal con las estipulaciones de la voluntad de Dios (Santiago 2:17-26). Por definición, la justicia es hacer lo correcto (Hechos 10:34-35; 1 Juan 3:7). Abraham entendió esto (Génesis 26:5; Hebreos 11:8). Moisés entendió esto (Deuteronomio 4:2; 6:17; 10:12; 11:8,13,22,27-28). Josué entendió esto (Josué 23:6,11; 24:14-15). Juan entendió esto (1 Juan 5:3). También Pablo (Romanos 6:16).

En realidad, las protestas de “legalismo” son una excusa para justificar la desviación de la fe, y encubren una agenda que busca introducir innovaciones no-bíblicas de adoración en el cuerpo de Cristo. No se equivoque: existen hipócritas en la iglesia, como también personas de corazones enfermos cuyas demandas de conformidad surgen a causa de la arrogancia auto-justificativa. Pero la amenaza mayor que enfrenta el pueblo de Dios hoy es el problema perenne de la humanidad: una propensión obstinada y rebelde hacia la desviación y/o apostasía, i.e., una indisposición a someterse humildemente a las directivas de Dios (e.g., Génesis 4:7; 1 Samuel 15:22-23; Eclesiastés 12:13; Miqueas 6:8; Mateo 7:13-14; Romanos 3:10-12; 6:16; 10:21; 2 Tesalonicenses 1:8). Por esta razón, después de reprender a los fariseos por descuidar los “asuntos principales de la ley” (i.e., la justicia, la misericordia, la fe y el amor a Dios; cf. Juan 5:42), Jesús reiteró: “Esto [los asuntos principales—DM] era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello [los asuntos menores—DM]” (Mateo 23:23; Lucas 11:42, énfasis añadido). Por esta razón Jesús también declaró: “De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos.... Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 5:19-20). Él quiso decir que la atención cuidadosa a todos los mandamientos de Dios—incluyendo aquellos que son considerados “menores”—demostraba un respecto concienzudo por agradar a Dios. Sea en el judaísmo antiguo o en el reino de Cristo actual, es primordial obedecer a Dios con una actitud humilde. Los que relegan algunos asuntos doctrinales al estatus de “menor importancia” (e.g., adorar a Dios sin adiciones humanas—como la música instrumental, los coros, los solos o la dedicación de bebés), y que enseñan a otros a participar en estas innovaciones no-escriturales, pensando que Dios no es “quisquilloso” en cuanto a estas cosas “menores”, enfrentarán tragedia eterna.

Sí, debemos evitar el “legalismo”. Si una persona tiene un sentido engreído de superioridad y auto-suficiencia espiritual, se perderá eternamente (e.g., Lucas 18:9-14). Pero ¿quién hubiera imaginado—o anticipado—que llegaría el día cuando se burlaría, ridiculizaría y apartaría la demanda de Dios por obediencia, considerándola “legalismo”? ¡Los que fomentan este punto de vista realmente están abogando por el “ilegalismo”! No debemos atrevernos a confundir “legalismo” por la obediencia amorosa a la voluntad de Dios en cada faceta de nuestras vidas. Debemos hacer cuidadosamente lo que se nos manda (Lucas 17:10), recordando las palabras de Jesús: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” (Lucas 6:46). Debemos aferrar nuestras vidas a la gracia de Dios, pero luego debemos amarle y obedecerle, recordando que “este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos” (1 Juan 5:3).
REFERENCIAS

Faulkner, Paul (1992), “Getting Ahead: Taking Your Family With You” (Henderson, TN: conferencia en la Universidad Freed-Hardeman).

Fletcher, Joseph (1967), Moral Responsibility (Philadelphia, PA: Westminster Press).


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28/Dic/2007 11:56 GMT+1
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Las grandes mentiras que rodean el aborto
En los años 80 los grupos que reclamaban la despenalización del aborto apoyaban su campaña aduciendo que se producían en España 1 millón de abortos anuales y, por tanto, había que legalizar la situación. Esa cifra era falsa, pero la mentira funcionó. Durante años, se descalificó públicamente a la generalidad de los ginecólogos diciendo que muchos rechazaban hacer abortos en la sanidad pública, pero los realizaban en la privada; jamás se sustanció esta denuncia, pero también funcionó la mentira.




Ahora sale a la luz otra hipocresía: la de los escasísimos médicos entusiastas beneficiarios del lucrativo negocio del aborto que, según la denuncia policial, firman certificados falsos y despedazan a niños de 8 meses de gestación. Ya nos lo había anunciado aquel programa de la TV danesa, pero los poderes fácticos habían metido la censura para que las TV de España no lo reprodujesen.

Pero hay más hipocresía: la de los escasos psicólogos y psiquiatras que plantan su firma para certificar que una madre tiene riesgo grave por el embarazo, incluso a sabiendas de que ese riesgo es falso, a sabiendas de que en la mayoría de los casos es mucho mayor el riesgo de secuelas psicológicas por el propio aborto. Todos los médicos sabemos que la mayoría de estos certificados utilizan este recurso del presunto riesgo psicológico para tapar el aborto a la carta; ¿cómo se explica, sino, que el 90% de los abortos por presunto riesgo de salud de la madre aduzcan causas no orgánicas, sino psicológicas? Nadie se cree que el embarazo sea causa de tanta psicopatología.

Hay más hipocresía: el 99% de las mujeres que supe que querían abortar tenían una razón bien sencilla e irresponsable: “No me viene bien” y punto; no le demos más vueltas; ni siquiera hay razones económicas en la mayoría de los casos –a no ser que entendamos como tal la de las familias acomodadas que dicen que “hoy cuesta mucho mantener a un niño y este niño no nos permitiría mantener nuestro nivel de vida”–.

El aborto viene siendo sencillamente un mecanismo inhumano de resolver los fallos en la anticoncepción, de tapar la irresponsabilidad en la anticoncepción, porque hoy nadie puede aducir que no tiene a su disposición métodos anticonceptivos suficientemente seguros como para no quedar embarazada si no quiere.

En las clínicas abortistas, cuando sacan al niño, le dicen a la madre: “¡No mires!”; le dicen que “es un tejido, nada más”; una madre se atrevió a mirar y luego declaró: “Era muy pequeñito, pero era un niño, y verlo allí despedazado me destrozó”.

A las 12 semanas la única diferencia con un bebé es de tamaño y desarrollo, pero allí está la misma vida humana, la misma que como médicos y como personas debemos respetar; y si la vida humana consistiese sólo en materia orgánica y mecanismos biológicos, como muchos aducen, con más razón seríamos vida humana desde el primer momento de la concepción.

Las generaciones futuras nos condenarán por el silencioso genocidio del aborto, y esto no tiene nada que ver con el progresismo o el conservadurismo. Tenemos herramientas para pararlo: anticoncepción, adopción, apoyo a la madre soltera, a la familia… Pero el gobierno va a arreglar el tema; seguro que nos va a sacudir a preguntas: “¿en dónde está nuestra sociedad? ¿A qué niveles de deshumanización e hipocresía estamos llegando?” Pues no; la pregunta que se hace no es “¿cómo evitar que esto continúe?”, sino “¿cómo evitar que los abortistas vayan a prisión?”, y busca una ley de plazos.

Muchos nos dicen “¡No mires!”, pero después de leer estas líneas, usted ya no puede decir que no sabe.

X. Manuel Suárez

31/Dic/2007 11:45 GMT+1
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RE: APOLOGETICA - SECTAS (Defendiendo nuestra FE)

María, el Catolicismo y la Biblia

Dave Miller, Ph.D.

Una característica singular del catolicismo es el rol y estatus que se le asigna a María. Las declaraciones oficiales de la Iglesia Católica son directas y no tienen reserva al declarar a María como la “madre de Dios”, y autorizar su adoración al asignarle un rol de intercesión (vea Miller, 2006). Los católicos insisten que María merece respeto que sobrepasa el respeto de cualquier otra madre. Pero el Nuevo Testamento no hace esta distinción. Aunque la madre física de una persona ciertamente merece más respeto que el que se ofrece a otras madres, María no es la madre física de la humanidad (cf. Génesis 3:20). Ella no merece alguna otra clase de respeto que cualquier otra madre. Un niño considera a su propia madre como la madre—ya que ella le concibió. Pero María no concibió a nadie que vive hoy. Ella no es más madre que ninguna otra madre.

La Iglesia Católica confunde la maternidad física de María (que la Escritura enseña—que la hace merecedora del respeto singular de sus hijos físicos, incluyendo el respeto de Jesús) con una supuesta maternidad espiritual—de la cual la Biblia no dice nada. De hecho, adoptar el punto de vista católico en cuanto a María requeriría que se rechace el mismo punto de vista de Jesús en cuanto a Su madre física. Se acentúa este punto de vista en dos incidentes separados que ocurrieron mientras Jesús estuvo en la Tierra.

En una ocasión cuando Jesús estaba enseñando a una multitud, María llegó con sus otros hijos y quiso hablarle:

Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre (Mateo 12:46-50, énfasis añadido).

Observe que aunque Jesús no estaba siendo irrespetuoso con Su madre física, Él estaba contradiciendo el mismo aspecto del estatus de María que el dogma católico sostiene. Jesús clarificó que aunque Su madre física ciertamente merecía respeto (cf. Lucas 2:51; Efesios 6:1-3), María tenía una importancia secundaria en cuanto a Sus intereses supremos y espirituales. Jesús consideró a los que estaban poniendo atención a los principios espirituales que estaba enseñando como personas que trascendían los lazos físicos y/o sanguíneos de sus familiares humanos.

El relato de Marcos de este incidente (3:31-35) es precedido por el cuestionamiento de la familia de Jesús (identificada en los vss. 31-32 como Su madre y hermanos) en cuanto a Su cordura (3:20-21). Las notas críticas en una traducción católica (NAB, por sus siglas en inglés) declaran lo siguiente en cuanto a estos versículos: “Había algunos incluso entre los familiares de Jesús que no creían, y consideraban que Jesús estaba fuera de sí (21). Teniendo en cuenta este trasfondo, se le informa de la llegada de su madre y hermanos [y hermanas] (32)” (1987, p. 1121, itálicas en original, énfasis añadido).

El otro incidente en la vida de Jesús que ilustra Su verdadera evaluación de Su madre física tuvo que ver con Su respuesta a Sus críticos. Algunos le acusaban de echar fuera demonios por el poder de Beelzebú, mientras otros le tentaban para que les mostrara una señal del cielo. Conociendo sus pensamientos, Jesús presentó su refutación magistral. “Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste” (Lucas 11:27). Esta mujer anónima en la multitud probablemente no tuvo la intención de realzar a María, sino simplemente estuvo expresando su deseo que ella hubiera dado a luz a un hijo como Jesús, cumpliendo por ende la profecía de Lucas 1:48.

No obstante, su enunciado expresa el punto de vista de la Iglesia Católica en su veneración de María. Si esta actitud y énfasis fueran adecuados, se esperaría que Jesús hubiera dado una respuesta que confirmara, apoyara o autorizara la declaración de la mujer. Se esperaría que Jesús hubiera dicho algo como esto:

Sí, está en lo correcto. La que me dio a luz y crió es la “santísima Madre de Dios”, a quien la iglesia “honrará con reverencia especial” a través de los siglos. Será “venerada con el título ‘Madre de Dios’”, y los files “expresarán oraciones constantes a la Madre de Dios y a la Madre de los hombres”, venerarán las “imágenes de Cristo, la Virgen María y los santos”.

¿Por qué alguien esperaría que Jesús hubiera hecho comentarios como estos? Porque las porciones de esta respuesta imaginaria que están en comillas se han tomado directamente de las declaraciones oficiales de la Iglesia Católica en el Vaticano II (Abbott, 1966, pp. 94-96).

¿Respondió Jesús a esta mujer en alguna manera que hallara similitud con la cita anterior? ¡Absolutamente no! Al contrario, Él declaró: “Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan” (Lucas 11:28). Como el profesor de griego de la Universidad de Cambridge C.F.D. Moule señaló, menoun (traducido “al contrario”) en Lucas 11:28 funciona como “una introducción a una nueva declaración que corrige o modifica un enunciado anterior” (1977, p. 163, énfasis añadido). Nicoll estuvo de acuerdo: “La corrección probablemente era lo principal en los pensamientos de Cristo. Se le enseñó a la mujer que ella se equivocaba al pensar que simplemente ser la madre de un hijo ilustre constituía la felicidad” (s.d., 1:550, énfasis añadido). Dana y Mantey también estuvieron de acuerdo: “En Lc. 11:28...la expresión contiene contraste y énfasis, con el significado de de hecho, en cambio” (1927, p. 261, itálicas en original, énfasis añadido). Esencialmente, Jesús estaba contradiciendo a la mujer y señalándole el enfoque correcto y el objeto del elogio: no la madre física de Jesús, sino los que obedecen la Palabra de Dios.
EL PASAJE PRINCIPAL

El pasaje principal de las Escrituras que se presenta para sostener el punto de vista que a María se le asignó un rol especial en la práctica de la religión cristiana es el enunciado que Jesús hizo desde la cruz:

Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena. Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa (Juan 19:25-27, énfasis añadido).

El hecho que Jesús se estaba refiriendo estrictamente al cuidado físico para Su madre terrenal después de Su muerte—y no a un supuesto rol espiritual que María debía cumplir en la religión cristiana—se evidencia por el contexto. Jesús habló directamente a Juan—no a todos los presentes en esa ocasión, ni a ninguno más desde entonces. Jesús simplemente estaba encomendando el cuidado de Su madre terrenal a Juan, ya que el esposo de María ya estaba muerto y sus otros hijos probablemente todavía eran incrédulos (Marcos 3:21; Juan 7:5). El mismo versículo que hace referencia a esta pronunciación oral de Jesús en cuanto al cuidado de Su madre terrenal contiene prueba de su significado intencionado: “Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa” (Juan 19:27).

Considere las siguientes tres observaciones. Primero, ¡Jesús no encomendó el cuidado de Su madre a Pedro! Pero si Pedro fuera el primer papa, con seguridad Jesús hubiera enlazado a María con Pedro para establecer su estatus espiritual oficial para todos los tiempos. Segundo, Jesús no hizo arreglos para que María circulara en los hogares de todos los discípulos, sino solamente en la casa de Juan. Jesús sabía que el “discípulo a quien amaba” haría que ella recibiera cuidado adecuado en Su ausencia. Tercero, Juan la llevó a “su casa”, i.e., ¡él cuidó de sus necesidades físicas! Él no la llevó a ningún “Santuario Santo para la Virgen Bendita” o a ningún lugar que hubiera confirmado el rol único de María. En realidad, nada en este pasaje guía al lector objetivo a pensar que Jesús estaba asignando un rol a María que la Iglesia Católica hace mucho le ha asignado—“¡la Madre de todos nosotros!”.

De manera interesante, si cuando Jesús dijo a Juan, “He ahí tu madre”, Él intentó implicar la veneración de María, entonces el enunciado anterior dirigido a María en cuanto a Juan, “Mujer, he ahí tu hijo” (Juan 19:26), ¡requeriría que María y toda la humanidad veneren a Juan!

La verdad es que la Biblia no establece la adoración, alabanza o veneración a María. La Biblia prohíbe alabar a algún ser humano. Toda la adoración, alabanza y glorificación pertenece a Dios solamente (Mateo 4:10; Hechos 10:25-26; 14:14-15; Apocalipsis 19:10; 22:9). Extender veneración a los humanos debe ser tan horrible para nosotros como lo fue para Pablo y Bernabé (Hechos 14:14-15). En efecto, cuando Herodes aceptó tal veneración, fue herido de muerte por Dios y comido por gusanos (Hechos 12:23).
REFERENCIAS

Abbott, Walter, ed. (1966), The Documents of Vatican II (New York, NY: America Press).

Dana, H.E. y Julius Mantey (1927), A Manual Grammar of the Greek New Testament (Toronto, Canada: Macmillan).

Miller, Dave (2006), “María—¿Madre de Dios?”, [En-línea], URL: http://www.apologeticspress.org/espanol/articulos/2985.

Moule, C.F.D. (reimpresión de 1977), An Idiom-Book of New Testament Greek (Cambridge: Cambridge University Press, segunda edición).

Nicoll, W. Robertson (sine data), The Expositor’s Greek Testament (Grand Rapids, MI: Eerdmans).

New American Bible (1986), (Nashville, TN: Catholic Bible Press).


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02/Ene/2008 12:38 GMT+1
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