sábado, 23 de abril de 2011

Temática cristiana

Temática cristianaMarzo-Abril de 2007
R E V I S T A
D E
C O M P R E N S I Ó N
B Í B L I C A
Cómo renovar
su matrimonio
El bautismo: Comienzo de una nueva vida
Jesús no fue crucificado un viernes ni resucitó un domingo
Contenido
¿Qué significa para los cristianos
la Fiesta de los Panes sin Levadura? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Para poder comprender el significado de la Fiesta de los Panes sin
Levadura, es fundamental que entendamos que Jesucristo resucitado
vive su vida en cada uno de sus fieles seguidores.
Jesús no fue crucificado un viernes ni resucitó un domingo . . . . . . . . . 3
¿Cómo podemos acomodar tres días y tres noches entre la tarde del
Viernes Santo y el amanecer del Domingo de Resurrección? De hecho,
es imposible. ¿Cuál es, entonces, la verdad sobre la crucifixión y la
resurrección de Jesús?
¿Cuál es el verdadero origen de la Pascua Florida? . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Millones de personas creen que la Pascua Florida, una de las celebraciones
religiosas más populares del mundo, se encuentra en la Biblia. Pero ¿es así?
¿Ha indagado usted acerca de los orígenes y costumbres de este festival
y los ha comparado con la Biblia?
Página 6
Cómo renovar su matrimonio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
Después de decir “Sí”, muchas parejas creen que su matrimonio va a
permanecer en ese estado idílico para siempre. Pero cuando termina la
luna de miel, muchos empiezan a ver que no es así. ¿Por qué ocurre esto
y qué podemos hacer para que el amor perdure y se fortalezca?
El bautismo: Comienzo de una nueva vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
En números anteriores hemos tratado temas relacionados con recursos
espirituales tales como la oración, el estudio de la Biblia, el ayuno y el
arrepentimiento. Pero para recibir los mayores dones de Dios, hay otro
paso que usted debe dar: el compromiso del bautismo.
Liberté! Egalité! Fraternité! . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
Hace más de 200 años estas tres palabras retumbaron por las calles de París
durante la revolución francesa. ¡Si cada sociedad pudiera tan sólo practicar
la definición bíblica de la libertad, la igualdad y la hermandad! Sin
embargo, se acerca una era en que sí lo harán.
Marzo-Abril de 2007 • Volumen 12, Número 2
Las Buenas Noticias es una publicación bimestral de la Iglesia de Dios Unida, una
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Página 8
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¿Qué significa para los cristianos
la Fiesta de los Panes sin Levadura?
Para poder comprender el significado de la Fiesta de los Panes sin Levadura, es fundamental
que entendamos que Jesucristo resucitado vive su vida en cada uno de sus fieles seguidores.
Por Vince Szymkowiak
U
n creciente número de cristianos
en todo el mundo está descu-
briendo y celebrando las fiestas
bíblicas de Levítico 23. Al exa-
minar el simbolismo relacionado
con estos festivales, estas personas han
empezado a verlos a la luz de la vida y la
misión de Jesucristo.
Al fin y al cabo, Jesús, al ser sacrifica-
do como nuestro cordero pascual, inició
el cumplimiento del plan de salvación.
Notemos lo que dijo el apóstol Pablo al
respecto: “Porque nuestra Pascua, que es
Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”
(1 Corintios 5:7; comparar con Isaías
53:7-9; 1 Pedro 1:18-19). Más aún, Jesús
fundó su iglesia en otra de estas fiestas: la
de Pentecostés (Hechos 2). Es obvio que
para él estas fiestas santas eran muy im-
portantes.
Durante la primavera (marzo-abril) en
el hemisferio norte, inmediatamente des-
pués de la Pascua y varias semanas antes
de la Fiesta de Pentecostés, hay otra fiesta
bíblica: la de los Panes sin Levadura, que
dura siete días (Levítico 23:6-8; Éxodo
12:17-18). Examinemos brevemente el
suceso más grandioso jamás ocurrido du-
rante esta fiesta y su significado para los
cristianos de hoy.
El más grande entre
varios sucesos importantes
Algunos podrían suponer que la libe-
ración de Israel de la esclavitud en Egipto,
también ocurrida justo después de la Pas-
cua y durante la Fiesta de los Panes sin Le-
vadura (Números 33:3), fue el suceso más
grandioso acontecido en esta fiesta bíblica.
Otros podrían considerar que el cruce
del mar Rojo, tradicionalmente asociado
con el último día de los Panes sin Levadu-
ra, es otro de los acontecimientos destaca-
dos de este festival. Esto significó que por
fin Israel estaba libre del dominio egipcio;
su libertad era ya una realidad. Más tarde,
después de que Israel entrara en la Tierra
Prometida, la milagrosa conquista de Je- “Jesús no fue crucificado un viernes ni re-
ricó se llevó a cabo durante los siete días sucitó un domingo”, en la página 3.)
de esta fiesta. Tres días y tres noches, empezando a
Otros importantes sucesos ocurridos en contar desde el momento de su sepultura,
la Fiesta de los Panes sin Levadura fueron justo antes del comienzo del primer día de
la rededicación del pueblo de Dios a su Panes sin Levadura, nos lleva a la puesta
Creador. Hay dos ejemplos de esto en el del sol al concluir el sábado, también du-
Segundo Libro de Crónicas. Desde el ca- rante la semana de los Panes sin Levadura,
pítulo 29 hasta el 31 se describe la refor- y nos indica que ese fue el momento en
ma religiosa dirigida por el rey Ezequías, que Jesús resucitó.
y los capítulos 34 y 35 nos hablan de otra En realidad, la resurrección no se efec-
reforma encabezada por el rey Josías. Estos tuó el domingo por la mañana. Pero ese
pasajes revelan la enorme emoción y ale- domingo se esparció rápidamente la noti-
gría que sintieron los israelitas cuando se cia de que el sepulcro estaba vacío y de que
comprometieron nuevamente con Dios (ver Jesús se había aparecido primero a María
30:21-23 y 35:17-18). Magdalena (Juan 20:11-18) y después a
Pero hay un hecho acontecido durante otros de sus seguidores.
los Días de Panes sin Levadura cuyo im-
pacto es muchísimo mayor que el de cual-
quiera de aquellos ya mencionados: ¡la re-
surrección de Jesucristo!
¿Cuándo resucitó Jesucristo? Reflexionemos. Si hubiésemos sido se-
guidores de Jesús en Jerusalén al momento
de su resurrección y se nos hubiese dicho
que él había resucitado, ¿cuál habría sido
el tema de nuestras conversaciones durante
el resto de aquella fiesta? ¿En qué hubiése-
mos estado pensando? Indudablemente, en
el acontecimiento más grandioso que había
ocurrido en la historia de la humanidad, la
declaración misma del ángel: “Ha resucita-
do” (Mateo 28:6-7).
Esa Fiesta de los Panes sin Levadura
marcó un hito en la forma de celebrar esta
fiesta bíblica. Sí, los cristianos todavía re-
cordarían la liberación de Egipto como un
precursor de la redención del pecado y la
liberación de la esclavitud de Satanás. To-
davía se haría énfasis en comer pan sin le-
vadura como un recordatorio físico de que
debemos quitar la levadura espiritual de
nuestra vida y eliminar el pecado.
Pero en el centro de todo ello —en el
núcleo mismo de la celebración de la Fies-
ta de los Panes sin Levadura— ¡estaba la
estremecedora verdad de que Dios había
resucitado a su Hijo durante esta fiesta!
Sabemos que Jesús fue crucificado en la
víspera de un día santo, como nos dice Juan
19:31. Aunque la mayoría de las personas
suponen que el día de reposo mencionado
aquí era el sábado (que se guardaba desde
la puesta del sol del viernes hasta la puesta
del sol del sábado), Juan nos dice claramen-
te que este día de reposo en particular era
“de gran solemnidad”, término usado para
designar cada uno de los días santos que
formaban parte de los festivales de Dios.
Una lectura acuciosa de los evangelios
nos revela que este día “de gran solem-
nidad” era el primero de la Fiesta de los
Panes sin Levadura, que era un día santo
(Levítico 23:2, 6-7) y que podía caer en
cualquier día de la semana.
Jesús permaneció en el sepulcro tres
días y tres noches, tal como lo había pro-
metido (Mateo 12:40). Es imposible hacer
concordar la afirmación de Jesús en Ma-
teo 12 con la idea de una crucifixión en la
tarde del viernes y de una resurrección el
domingo por la mañana. (No deje de leer
El acontecimiento
más extraordinario
de la historia humana
Marzo-Abril de 2007
Jesús destacó reiteradamente la impor-
tancia de su propia resurrección de entre
los muertos. Durante la última cena les dijo
a sus discípulos que pronto sería traiciona-
do, pero también les aseguró que al poco
tiempo volvería a vivir, y agregó: “Porque
yo vivo, vosotros también viviréis” (Juan
14:19). Él acababa de prometerles que no
quedarían huérfanos (v. 18), es decir, no
estarían desprotegidos espiritualmente y
completamente vulnerables frente a los
poderes de Satanás.
Jesús declaró que tanto el Padre como él
mismo vivirían en los corazones y mentes
vadura durante esta temporada representa
el pecado, y que esta fiesta encarna nuestro
deseo de esforzarnos para eliminarlo com-
pletamente de nuestra vida.
¡La auténtica y extraordinaria historia
que resaltan los Días de Panes sin Levadu-
ra es la de Jesucristo resucitado, que vive
su vida en quienes nos hemos arrepentido
verdaderamente de vivir en pecado y que
hemos recibido el Espíritu Santo! Éste nos
da el poder para superar el pecado en una
forma que antes no era posible.
Sí, la Fiesta de los Panes sin Levadura
es un festival que nos ayuda a poner el de-
bido énfasis en reemplazar el
pecado con buenas obras.
Pero la única
Santo. Con este poder que actúa en contra
de nuestros pecados, “el poder de su resu-
rrección”, podemos decir junto con Pablo:
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
(Filipenses 3:10; 4:13).
Podemos bregar por nuestra cuenta, o
podemos apoyarnos en el poder del único
que nunca pecó. Él nos dice: “Venid a mí
todos los que estáis trabajados y cargados, y
yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Cris-
to nos anima a descargar nuestros yugos y
preocupaciones en sus poderosos hombros
para encontrar descanso espiritual, y luego
dice: “porque mi yugo es fácil, y ligera mi
carga” (vv. 29-30).
Él ha prometido que sus leales seguido-
res nunca perecerán, ni nadie podrá arre-
batarlos de su mano, porque él les da vida
eterna (Juan 10:27-28). Nosotros segui-
mos sus instrucciones acudiendo a él para
poder tener vida (Juan 5:40).
En 1 Corintios 5:8 el apóstol Pablo exhortó a la iglesia
de Corinto, en su mayoría gentil, a “celebrar la fiesta,
no con la vieja levadura . . . sino con panes sin levadura,
de sinceridad y de verdad”.
de los cristianos, mediante la presencia del
Espíritu Santo (vv. 20-26). Como ahora el
Cristo resucitado mora en nosotros, nos da
la fortaleza para vencer nuestros pecados.
Esta nueva vida, que ahora se hace posi-
ble gracias al Cristo viviente, nos faculta
para conquistar “el pecado que nos asedia”
(Hebreos 12:1).
El simbolismo del
pan sin levadura
Parte de la instrucción de Dios para los
Días de Panes sin Levadura tiene que ver
con retirar de nuestras casas los productos
leudados (Éxodo 12:15-16). En 1 Corintios
5:8 el apóstol Pablo exhorta a la iglesia de
Corinto, en su gran mayoría gentil, a “ce-
lebrar la fiesta, no con la vieja levadura, ni
con la levadura de malicia y de maldad
[actitudes pecaminosas persistentes], sino
con panes sin levadura, de sinceridad y de
verdad”. Esta es una clara referencia a la
Fiesta de los Panes sin Levadura.
Pablo reconocía que el pan sin levadura
de esta fiesta simboliza la sinceridad y la
verdad, que deben ser el sello de la vida de
todo cristiano. También entendió que la le-
Las Buenas Noticias
manera de quitar el pecado de nuestra vida
radica en ¡poner a Jesús dentro de ella! Se
nos ha prometido que tendremos éxito en
esta empresa de sacar el pecado, porque Je-
sucristo vive dentro de nosotros (comparar
Gálatas 2:20; Romanos 7:23; 8:4).
¿Qué se necesita para
vencer el pecado?
Pablo nos dice en Romanos 13:12 que
debemos desechar las obras de las tinie-
blas, y vestir las armas de la luz. A con-
tinuación hace una lista de las “obras de
las tinieblas”, tales como la glotonería,
borracheras, lujurias, lascivias, contiendas
y envidia. Después, en el versículo 14 nos
muestra la manera de superar esos pecados:
“Vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis
para los deseos de la carne”.
En nuestra lucha contra el pecado, que
ocurre todos los días de nuestra vida, no
sólo durante la Fiesta de los Panes sin Le-
vadura, tenemos la opción de luchar con
nuestras propias fuerzas o de someter nues-
tra voluntad a Dios y confiar en el poder
de Jesucristo resucitado, quien vive su vida
en nosotros mediante el poder del Espíritu
Sí, Pablo les recordó a los cristianos que
debían ocuparse en su salvación “con temor
y temblor” (Filipenses 2:12). Sin embargo,
no se refería a una salvación basada sólo
en obras, porque en el versículo 13 explicó:
“Dios es el que en vosotros produce así el
querer [es decir, nos infunde el deseo de
vencer] como el hacer [poner ese deseo en
acción], por su buena voluntad”.
Los Días de Panes sin Levadura llevan
implícita en su significado la creencia de
que para vencer el pecado es fundamental
entender que Jesucristo resucitado vive su
vida en cada uno de nosotros.
Pablo dijo también: “Si Cristo no re-
sucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en
vuestros pecados” (1 Corintios 15:17).
Y añadió: “Con Cristo estoy juntamen-
te crucificado, y ya no vivo yo, mas vive
Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la car-
ne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual
me amó y se entregó a sí mismo por mí”
(Gálatas 2:20).
La resurrección de Cristo y el hecho de
que él vive nuevamente en sus verdaderos
seguidores para darles la fuerza necesaria
para quitar la levadura del pecado de sus
vidas, es lo que les da a las tres primeras
fiestas —la Pascua, la Fiesta de los Panes
sin Levadura y Pentecostés— un sentido
tan profundo y duradero. ¿No cree que ya
es tiempo de indagar más a fondo sobre el
significado de estos festivales bíblicos y
lo que nos enseñan acerca de la vida y la
misión de Jesús? BN
Jesucristo vive nuevamente
en nosotros
Jesús no fue crucificado un viernes
ni resucitó un domingo
¿Cómo podemos acomodar tres días y tres noches entre la tarde del Viernes Santo
y el amanecer del Domingo de Resurrección? De hecho, es imposible. ¿Cuál es,
entonces, la verdad sobre la crucifixión y la resurrección de Jesús?
Por Scott Ashley
C
asi dos mil millones de personas que
profesan el cristianismo creen que
Jesucristo fue crucificado y sepulta-
do en la tarde del Viernes Santo y
que volvió a la vida en la alborada
del Domingo de Resurrección, es decir, un
día y medio más tarde.
Pero cuando comparamos esto con lo que
Jesús mismo afirmó con respecto al lapso
que iba a estar en el sepulcro, nos encontra-
mos con una enorme contradicción. Él dijo:
“Como estuvo Jonás en el vientre del gran
pez tres días y tres noches, así estará el Hijo
del Hombre en el corazón de la tierra tres
días y tres noches” (Mateo 12:40).
El contexto en el que Jesús pronunció es-
tas palabras es muy importante. Los escri-
bas y fariseos estaban exigiendo una señal
milagrosa como prueba de que él era real-
mente el tan esperado Mesías. “Él respon-
dió y les dijo: La generación mala y adúltera
demanda señal; pero señal no le será dada,
sino la señal del profeta Jonás” (v. 39).
Esta fue la única señal que Jesús les da-
ría para corroborar que era el Mesías pro-
fetizado: “Porque como estuvo Jonás en el
vientre del gran pez tres días y tres noches,
así estará el Hijo del Hombre en el corazón
de la tierra tres días y tres noches”.
La cronología tradicional
no tiene sentido
Los evangelios son muy explícitos al
afirmar que Jesús murió y que su cuerpo
fue colocado apresuradamente en el sepul-
cro hacia el final de la tarde, justo antes de
la puesta del sol, cuando estaba por comen-
zar un día santo (Juan 19:30-42).
De acuerdo con la cronología tradicional,
de la puesta del sol del viernes hasta la pues-
ta del sol del sábado hay una noche y un día.
Del sábado por la noche hasta el amanecer
del domingo hay otra noche, lo que da un
total de dos noches y un día. Entonces, ¿de
dónde sacamos otra noche y dos días más
para completar los tres días y las tres noches
que Jesús dijo que estaría en el sepulcro?
Sin duda alguna, esto es un problema se-
rio. La mayoría de los teólogos y eruditos
religiosos tratan de justificarse argumen-
tando que cualquier porción de un día o de
una noche cuenta como un día o una noche
completos. Así, dicen ellos, los minutos fi-
nales del viernes equivalen al primer día,
todo el día sábado equivale al segundo, y
los primeros minutos del domingo equiva-
len al tercer día.
Antiguos documentos corroboran el día de la crucifixión
¿S
abía usted que existen más pruebas históricas que respaldan el
concepto de una crucifixión en día miércoles? Aunque en los prime-
ros siglos del cristianismo esta perspectiva era minoritaria y se oponía a
las enseñanzas predominantes de la iglesia romana, algunos documentos
históricos indican que hubo una Pascua el martes por la noche, una cru-
cifixión el miércoles en la tarde y una resurrección el sábado a la puesta
del sol.
Alrededor del año 200 d.C., un documento llamado Didascalia Apos-
tolorum, que supuestamente contenía enseñanzas de los apóstoles, men-
ciona que la última Pascua que Jesucristo celebró con sus discípulos se
llevó a cabo un martes por la noche. Cabe aclarar que el tiempo a que
se alude en este documento corresponde al método bíblico de contar los
días; es decir, el primer día de la semana era domingo y los días comen-
zaban a la puesta del sol.
Este documento afirma: “Porque después de comer la Pascua en el
tercer día de la semana [el martes] al atardecer, nos dirigimos al monte de
los Olivos; y durante esa noche arrestaron a nuestro Señor Jesús. Y al día
siguiente, que era el cuarto día de la semana [miércoles], él permaneció
bajo custodia en la casa del sumo sacerdote Caifás”.
Paradójicamente, el texto prosigue relatando que Jesús fue crucificado
un viernes, lo que pone en evidencia la confusión que existía en cuanto
a las fechas, porque el texto bíblico claramente demuestra que fue cru-
cificado el día siguiente a la cena pascual. No obstante, el documento
comprueba que en ese tiempo, para algunos era un hecho que la Pascua
había ocurrido un martes al atardecer, lo que lógicamente sitúa la cruci-
fixión al día siguiente, es decir, el miércoles.
Epifanio (367-403 d.C.), obispo de Salamis, escribió que “el miércoles
y el jueves son días de ayuno hasta la hora novena, porque al comienzo
del miércoles el Señor fue arrestado y el viernes fue crucificado”. Como
podemos ver, aun cuando la opinión predominante sostenía que el día de
la crucifixión era el viernes, se sabía que el día del arresto de Jesús era un
miércoles. (Recordemos que en una semana basada en días calculados de
tarde a tarde, el miércoles —es decir, el cuarto día de la semana— había
comenzado a la puesta del sol del martes.)
Ya en el siglo quinto la celebración del Domingo de Pascua se había
difundido ampliamente. Sin embargo, un historiador eclesiástico de ese
tiempo, llamado Sócrates, en una sección de su historia titulada “Dife-
rencias de uso en cuanto a la Pascua”, mencionó que algunos cristianos
celebraban la resurrección en sábado en lugar del domingo. Lo explicó así:
“De hecho, en el oriente otros celebraban aquella fiesta en el sábado”.
El obispo Gregorio de Tours (538-594), aun cuando creía en una resu-
rrección dominical, reconocía que muchos creían que Jesús había resuci-
tado el séptimo día de la semana. Lo dijo así: “Según nuestras creencias,
la resurrección del Señor ocurrió en el primer día y no en el séptimo día
como muchos opinan”.
Así, en lugar de una aceptación unánime a favor de la cronología de
Viernes Santo-Domingo de Resurrección, ya en los primeros siglos existía
confusión en cuanto a la fecha de la crucifixión de Jesús. Por otra parte,
estos registros históricos muestran que durante ese período una minoría
de cristianos sí comprendía la cronología bíblica de una Pascua el martes,
una crucifixión el miércoles y una resurrección el sábado por la tarde.
—Mario Seiglie
Marzo-Abril de 2007
Suena razonable, ¿no le parece? Pero el
problema es que simplemente no cuadra.
Si tal explicación fuese válida, tendríamos
tres días y dos noches, no tres días y tres
noches.
Además, en Juan 20:1 se nos dice que
“el primer día de la semana, María Mag-
dalena fue de mañana, siendo aún oscuro,
al sepulcro; y vio quitada la piedra del se-
pulcro”.
¿Capta usted el problema en este punto?
Juan nos dice que aún estaba oscuro cuan-
do María fue a la tumba el domingo y la en-
contró vacía. Antes del amanecer Jesús ya
había resucitado. Eso quiere decir que no
estuvo en el sepulcro en ningún momento
de la parte diurna del domingo, así que éste
nosotros. Este es un método de origen
humano. En Génesis 1:5 se nos dice clara-
mente que, para Dios, los días empiezan en
la tarde y terminan en la siguiente tarde:
“Y fue la tarde [la porción nocturna] y la
mañana [la porción diurna] un día”. Dios
repite esta fórmula en todos los seis días de
la creación.
En Levítico 23, donde Dios enumera to-
das sus fiestas santas, especifica que deben
observarse “de tarde a tarde” (v. 32), en otras
palabras, de puesta de sol a puesta de sol.
Por esta razón José de Arimatea y Nico-
demo, seguidores de Jesús, se apresuraron
a colocar su cuerpo en el sepulcro de José,
que quedaba cerca, justo antes de la puesta
del sol (Juan 19:39-42). Estaba por comen-
Juan nos dice que aún estaba oscuro cuando María fue
a la tumba el domingo y la encontró vacía. Antes del
amanecer Jesús ya había resucitado. Eso quiere decir
que no estuvo en el sepulcro en ningún momento de
la parte diurna del domingo, así que éste no puede
contarse como parte de los tres días y las tres noches.
no puede contarse como parte de los tres
días y las tres noches.
Eso nos deja, cuando mucho, con parte
del día viernes, toda la noche del viernes,
la parte diurna completa del sábado, y la
mayor parte de la noche del sábado. Todo
ello suma un día entero y parte de otro,
más una noche completa y la mayor parte
de otra noche. A todo esto aún le falta por
lo menos un día y una noche completos si
creemos lo que Jesús dijo acerca del tiempo
que iba a permanecer en el sepulcro.
Es evidente que algo no encaja bien.
O Jesús se equivocó al decir el lapso de
tiempo que estaría en el sepulcro, o la cro-
nología tradicional del Viernes Santo y el
Domingo de Resurrección está errada por
cuanto no concuerda con la Biblia.
Obviamente, ambas cronologías no pue-
den ser ciertas. ¿Cuál de ellas es, entonces,
la correcta?
El tiempo según Dios
La fórmula para entender la cronología
correcta de la crucifixión y resurrección de
Jesucristo se basa en conocer cómo marca
Dios el comienzo y el final de los días, y
también el calendario de las fiestas bíblicas
que coincidieron con estos sucesos.
En primer lugar, debemos darnos cuen-
ta de que Dios no comienza ni termina los
días a la medianoche, como lo hacemos
Las Buenas Noticias
zar un día santo (v. 31), cuando todo tipo de
labor debía suspenderse.
Dos tipos de “días santos”
Juan nos dice en el versículo 31: “Enton-
ces los judíos, por cuanto era la preparación
de la Pascua, a fin de que los cuerpos [de los
crucificados] no quedasen en la cruz en el
día de reposo (pues aquel día de reposo era
de gran solemnidad), rogaron a Pilato que
se les quebrasen las piernas [para acelerar
la muerte], y fuesen quitados de allí”.
En la cultura judía de ese tiempo, las
labores de cocina y limpieza del hogar se
hacían el día anterior al sábado para así no
trabajar en el día de reposo que Dios santi-
ficó. Por eso, el día previo al sábado se co-
nocía comúnmente como “el día de prepa-
ración”. Resulta evidente que el día en que
Jesús fue crucificado y sepultado tuvo que
ser la víspera de un día santo.
Pero la pregunta es: ¿Cuál día santo?
La mayoría de las personas creen que
Juan está hablando simplemente del día de
reposo semanal, que se observaba desde la
puesta del sol del viernes hasta la puesta
del sol del sábado. Como la afirmación de
Juan aquí parece muy clara, la mayoría su-
pone que Jesús murió y fue sepultado un
viernes, y de allí se deriva la tradicional
creencia de que fue crucificado y murió el
“Viernes Santo”.
Tal parece que son muy pocos los que
entienden que en la Biblia se habla acerca
de dos tipos de días santos: primero, el sá-
bado, el séptimo día de cada semana (que
no debe confundirse con el domingo, que
en realidad es el primer día de la semana);
y segundo, los siete días santos anuales que
se mencionan en Levítico 23 y en varios
otros pasajes bíblicos, los cuales pueden
caer en cualquier día de la semana.
Debido a que el cristianismo tradicio-
nal abandonó hace mucho la celebración
de estas fiestas bíblicas anuales (además
del sábado semanal), por muchos siglos la
gente no ha podido reconocer que los evan-
gelios claramente nos revelan cuándo Jesús
fue crucificado y cuando resucitó. Esto, a
su vez, nos permite entender por qué tanto
el “Viernes Santo” como el “Domingo de
Resurrección” jamás ocurrieron como co-
múnmente se cree.
El apóstol Juan explícitamente nos dice
que el día santo que comenzó a la puesta del
sol inmediatamente después de la sepultura
de Jesús era uno de estos días santos anua-
les. Fijémonos en Juan 19:31, donde se men-
ciona que “aquel día de reposo era de gran
solemnidad”, expresión que se usaba para
diferenciar los siete días santos anuales del
día de reposo que ocurría cada sábado.
¿Cuál era, entonces, ese día “de gran so-
lemnidad” que comenzó inmediatamente
después de la apresurada sepultura de Je-
sús?
Los evangelios nos dicen que la noche
previa a la condena y crucifixión de Jesús,
él celebró la Pascua con sus discípulos
(Mateo 26:19-20; Marcos 14:16-17; Lucas
22:13-15). Esto significa que fue crucifica-
do en el día mismo de la Pascua.
En Levítico 23, donde se detallan las
fiestas de Dios, leemos que el día después
de la Pascua comienza un nuevo festival,
la Fiesta de los Panes sin Levadura (vv. 5-
6). Refiriéndose específicamente a esta
fiesta dice: “El primer día tendréis santa
convocación; ningún trabajo de siervos
haréis” (v. 7).
Este es el primero de los días santos
anuales de Dios. Es el día “de gran so-
lemnidad” al cual se refirió Juan. Varios
comentarios, enciclopedias y diccionarios
bíblicos hacen notar que aquí Juan se esta-
ba refiriendo a un día santo anual en lugar
del día de reposo que ocurre cada sábado.
La Pascua comenzó a la puesta del sol
y concluyó a la puesta del sol del día si-
guiente. Jesús comió la cena pascual con
sus discípulos y fue arrestado más tarde
Cronología bíblica de
la crucifixión y resurrección de Jesucristo
Martes:
Jesús comió la cena
pascual con sus dis-
cípulos (al comienzo
del 14 de nisán, según
el cómputo bíblico) e
instituyó los símbolos
del nuevo pacto (Mateo
26:26-28). Después, en
esa misma noche, fue
traicionado por Judas,
arrestado y llevado ante
el sumo sacerdote.
Miércoles:
Jesús fue crucificado y
murió alrededor de las 3
p.m. (Mateo 27:46-50).
Este era el día de prepa-
ración para un día santo
anual, no semanal, que
comenzaba a la puesta
del sol (Marcos 15:42;
Lucas 23:54; Juan
19:31). El cuerpo de
Jesús fue colocado en el
sepulcro justo antes de
la puesta del sol (Mateo
27:57-60).
Jueves:
Este era el día “de gran
solemnidad”, un día
santo anual, el primer
día de la Fiesta de los
Panes sin Levadura
(Juan 19:31; Levítico
23:4-7). La Biblia lo
menciona como el día
posterior al “día de
preparación” (Mateo
27:62).
Viernes:
El día de gran solemni-
dad ya había concluido,
y las mujeres compra-
ron y prepararon espe-
cias para ungir el cuer-
po de Jesús. El reposo
semanal del sábado
comenzó el viernes a la
puesta del sol (Marcos
16:1; Mateo 23:56).
Sábado:
Las mujeres descansa-
ron el sábado conforme
al cuarto mandamiento
(Lucas 23:56; Éxodo
20:8-11). Jesús resucitó
cerca de la puesta
del sol, exactamente
tres días y tres noches
después de ser sepul-
tado, cumpliendo así la
señal de Jonás y dando
validez a la señal de su
mesiazgo.
Domingo:
Las mujeres trajeron los
ungüentos y especias
muy temprano, cuando
todavía estaba oscuro
(Lucas 24:1; Juan 20:1),
y descubrieron que Je-
sús ya había resucitado
(Mateo 28:1-6; Marcos
16:2-6; Lucas 24:2-3;
Juan 20:1). Él no resu-
citó el domingo por la
mañana, sino alrededor
de la puesta del sol del
día anterior.
esa misma noche. Unas horas más tarde,
después del amanecer, fue interrogado
por Poncio Pilato, crucificado y luego se-
pultado apresuradamente justo antes de la
próxima puesta de sol, cuando terminaba
la Pascua y comenzaba el día “de gran
solemnidad”, es decir, el primer día de la
Fiesta de los Panes sin Levadura.
En Levítico 23 se especifican el orden
y la fecha de estos días, y los evangelios
confirman el orden de los acontecimientos
a medida que ocurrieron.
máticas en el sepulcro junto al cadáver para evangelios, ¡a menos que se esté hablando
neutralizar las emanaciones de la descom- de dos días de reposo!
posición del cuerpo.
De hecho, cuando entendemos que se
Como el cuerpo de Jesús había sido trata de dos días de reposo distintos, ya no
colocado en el sepulcro justo antes del co- existe ninguna contradicción.
mienzo de ese día de reposo anual, las mu-
Marcos nos dice que después del día
jeres no habían tenido tiempo de comprar “de gran solemnidad”, es decir el día santo
especias. Además, no pudieron haberlas anual que comenzó el miércoles a la pues-
comprado durante el día santo, ya que las ta del sol y terminó el jueves a la misma
tiendas estaban cerradas. Por ello, dice hora, las mujeres compraron las especias
Marcos, compraron las especias “cuando para ungir el cuerpo de Jesús. Lucas nos
pasó el día de reposo”.
dice que entonces ellas prepararon las es-
Pero observemos otro detalle muy reve- pecias —labor que debió haberse realizado
Crucificado un miércoles,
lador en Lucas 23:55-56: “Y las mujeres el viernes— y que después “descansaron
no un viernes
que habían venido con él desde Galilea, el día de reposo [el día de reposo semanal,
Existen varios programas de computa- siguieron también, y vieron el sepulcro, y que se guardaba desde la puesta del sol del
dor que nos permiten calcular en cualquier cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas, pre- viernes hasta la puesta del sol del sábado],
año determinado la fecha de la Pascua y pararon especias aromáticas y ungüentos; conforme al mandamiento”.
las demás fiestas bíblicas. Estos progra-
mas muestran que en el año 31 de nuestra Es obvio que Jesús no resucitó al despuntar la mañana
era, año en que murió Jesucristo, la cena
pascual se comió el martes en la noche y del domingo. Entonces, ¿cuándo resucitó? La respuesta
que la puesta del sol del miércoles marcó es muy sencilla si nos limitamos a leer los evangelios
el comienzo del día “de gran solemnidad”, —y las palabras del mismo Jesucristo— y simplemente
el primer día de la Fiesta de los Panes sin
aceptamos lo que nos dicen.
Levadura.
En consecuencia, Jesús murió y fue se-
pultado un miércoles por la tarde, no un y descansaron el día de reposo, conforme
Cuando comparamos los detalles en
viernes.
al mandamiento”.
ambos relatos, claramente podemos ob-
¿Es posible encontrar más pruebas de
¿Capta usted el problema? Marcos afir- servar que se está hablando de dos días
esto en los evangelios? ¡Desde luego que ma claramente que las mujeres compraron santos distintos, separados por un día de
sí!
las especias después del sábado: “cuando trabajo. El primero era un día “de gran so-
Examinemos un detalle que rara vez se pasó el día de reposo”. Lucas nos dice que lemnidad”: el primer día de la Fiesta de los
tiene en cuenta: “Cuando pasó el día de re- las mujeres prepararon las especias y acei- Panes sin Levadura, que cayó en un jueves.
poso, María Magdalena, María la madre de tes fragantes, después de lo cual “descan­ El segundo era un día de reposo normal: el
Jacobo, y Salomé, compraron especias aro- saron el día de reposo, conforme al man- sábado, séptimo día de la semana. (En el
máticas para ir a ungirle” (Marcos 16:1).
damiento”.
recuadro adjunto hemos enumerado estos
En esos tiempos, si el cuerpo de un ser
Por lo tanto, compraron las especias sucesos día por día.)
querido era colocado en un sepulcro en lu- después del día de reposo, y las prepararon
El texto griego de los evangelios tam-
gar de ser enterrado, era habitual que los antes del día de reposo. Hay una evidente bién nos permite ver claramente que en
amigos y familiares pusieran especias aro- contradicción entre los relatos de ambos
Ver CRUCIFICADO en la página 17
Marzo-Abril de 2007
¿Cuál es el verdadero origen
de la Pascua Florida?
Millones de personas creen que la Pascua Florida, una de las celebraciones religiosas
más populares del mundo, se encuentra en la Biblia. Pero ¿es así? ¿Ha indagado usted
acerca de los orígenes y costumbres de este festival y los ha comparado con la Biblia?
Por Jerold Aust
L
a Pascua Florida es una de las celebra-
ciones religiosas más populares del
mundo. Pero ¿se basa realmente en las
enseñanzas de la Biblia?
Meditemos en lo siguiente por
un momento: Esta festividad es uno de los
feriados religiosos más importantes para
los cristianos, pero en ninguna parte de la
Biblia —ni en el libro de Hechos, que abar-
ca varias décadas de la historia de la iglesia
primitiva, ni en ninguna de las epístolas
del Nuevo Testamento, escritas a lo largo
de 30 a 40 años después de la muerte y re-
surrección de Jesucristo— vemos que los
apóstoles o los primeros cristianos hayan
celebrado algo semejante a la Pascua Flori-
da o Pascua de Resurrección.
Los evangelios mismos parecen haber
sido escritos desde aproximadamente una
década después de la muerte y resurrección
de Jesús hasta unos 60 años más tarde (en
el caso del Evangelio de Juan). Sin embar-
go, en ninguno de ellos encontramos la
Si la Pascua Florida no proviene de la Biblia
más mínima alusión a una celebración que
ni fue celebrada por los apóstoles ni por
se asemeje a la Pascua Florida.
la iglesia cristiana primitiva, ¿dónde se originó?
Si la Pascua Florida no proviene de la
Biblia ni fue celebrada por los apóstoles ni
por la iglesia cristiana primitiva, ¿dónde Cristo, ni estaba relacionada con la Cua- versado erudito clásico, teólogo, experto
se originó?
resma. La fiesta pagana en honor a la dio- en idiomas antiguos y autor de destacados
sa de la primavera, Eástre (otra forma del libros de consulta bíblica— nos dice acerca
Los asombrosos orígenes
nombre Astarté, uno de los títulos de la de los orígenes de esta celebración:
de la Pascua Florida
diosa caldea, la reina del cielo), era total-
La versión moderna de esta festividad
En el Diccionario expositivo de pala­ mente distinta de aquella Pascua; sin em- no tiene origen bíblico, sino que se deri-
bras del Nuevo Testamento, del lexicógrafo bargo, la fiesta pagana se introdujo en la va del culto a Astarté, una diosa caldea
W.E. Vine, encontramos la siguiente des- apóstata religión occidental, bajo la guisa (babilónica) conocida como “la reina del
cripción del término Pascua:
[es decir, disfrazada] de ‘pascua’, como cielo”. Ella es mencionada por este mismo
“Pascha, la transcripción griega del tér- parte del intento de adaptar las fiestas nombre en la Biblia, en Jeremías 7:18 y
mino arameo para la Pascua, del hebreo paganas en el seno de la cristiandad. Por 44:17-19, 25. Además, en 1 Reyes 11:5, 33 y
pãsach, pasar por encima, dejar a un lado, cierto que en inglés recibe el nombre de 2 Reyes 23:13 hay referencias a Astoret, la
[es] una fiesta instituida por Dios en con- Easter, derivado de Eástre, lo que eviden- versión hebrea de su nombre. ¡Es parte de la
memoración de la liberación de Israel de cia el verdadero origen pagano de la lla- misma religión pagana que Dios condena!
Egipto, y anticipando el sacrificio expia- mada ‘Pascua cristiana’, que no coincide
Es más, los primeros cristianos, incluso
torio de Cristo . . . La fiesta de la Pascua en el tiempo con la Pascua judía” (Libros después de la era apostólica, continuaron
celebrada por los cristianos en los tiempos CLIE, 1984, 3:141).
observando una variante de la fiesta bí-
post-apostólicos era una continuación de
Este párrafo nos da mucha información. blica de la Pascua (su diferencia radicaba
la fiesta judía, pero no fue instituida por Notemos lo que el autor, W.E. Vine —un en el nuevo simbolismo introducido por
Las Buenas Noticias
Jesús; ver, por ejemplo, Mateo 26:26-28 y
1 Corintios 11:23-28).
La Pascua Florida era muy distinta de
la Pascua del Antiguo Testamento y de la
del Nuevo Testamento tal como la entendía
y practicaba la iglesia primitiva, la cual se
basaba en las enseñanzas de Jesús y de los
apóstoles. Además, la Pascua Florida era un
festival pagano cuyas raíces se originaban
en la adoración de otros dioses, y que fue in-
troducida mucho más tarde en la cristiandad
apóstata en un intento deliberado por con-
vertir esas celebraciones en algo aceptable.
Símbolos precristianos
La Enciclopedia Católica, en su artículo
“Pascua”, dice lo siguiente: “El término
inglés para Pascua, Easter, según Beda el
Venerable [monje del siglo octavo], se re-
laciona con Estre, una diosa teutónica de
la luz naciente del día y de la primavera,
deidad que, sin embargo, es por lo demás
desconocida . . .” (http://www.enciclope-
diacatolica.com/p/pascua.htm).
Estre es el antiguo nombre europeo que
se le daba a la misma diosa venerada por
los babilonios como Astarté o Istar, diosa
de la fertilidad, cuya celebración más im-
portante se llevaba a cabo en la primavera
(en el hemisferio norte).
En el mismo artículo y bajo el subtítulo
“Huevos de Pascua”, leemos que “la cos-
tumbre puede tener su origen en el paganis-
mo, pues una gran cantidad de costumbres
paganas, que celebraban el retorno de la
primavera, se introdujeron en la Pascua”.
Bajo el subtítulo “Conejo de Pascua”,
afirma: “El conejo es un símbolo pagano y
siempre ha sido un emblema de fertilidad”.
En el libro Catholic Customs and Tra­
ditions, el escritor Greg Dues explica en
detalle el simbolismo del huevo en las an-
tiguas culturas precristianas: “El huevo se
ha convertido en un símbolo muy popular
de la Pascua Florida. Los mitos sobre la
creación de muchos pueblos de la antigüe-
dad se basan en un huevo cosmogónico que
dio origen al universo.
”En los antiguos pueblos de Egipto y
Persia los amigos intercambiaban huevos
decorados en el equinoccio de primavera,
es decir, al comienzo del nuevo año. Estos
huevos eran para ellos un símbolo de la fer-
tilidad, ya que el surgimiento de una cria-
tura viva del interior de un huevo era para
la gente de esos tiempos algo realmente
asombroso. Los cristianos del Cercano
Oriente adoptaron esta tradición, y el hue-
vo de Pascua Florida pasó a ser un símbolo
religioso. Llegó a representar el sepulcro
del cual emergió Jesús” (“Costumbres y
tradiciones católicas”, 1992, p. 101).
El mismo autor también explica que, al
igual que el huevo, el conejo fue asociado
con la Pascua Florida por simbolizar po-
derosamente la fertilidad: “Con frecuen-
cia, a los niños pequeños se les enseña que
los huevos de Pascua Florida son traídos
por un conejo. Los conejos son parte del
simbolismo precristiano de la fertilidad,
debido a su fama para reproducirse con ra-
pidez” (ibídem, p. 102).
Lo que estas fuentes de consulta nos di-
cen es que la cristiandad reemplazó el signi-
ficado de la Pascua bíblica y de la Fiesta de
los Panes sin Levadura con huevos y cone-
jos, símbolos paganos de la fertilidad. Tales
símbolos desvirtúan y ocultan la verdad so-
bre la muerte y resurrección de Jesucristo.
La Pascua Florida se impone
Sin embargo, la historia no termina
aquí. En realidad, muchas fuentes con-
fiables de información verifican el hecho
de que la Pascua Florida se convirtió en
un festival que sustituyó las celebraciones
bíblicas de la Pascua y la Fiesta de los Pa-
nes sin Levadura. (Para más información
el primer día de la semana [domingo] con
la Resurrección, y guardaron el viernes
que lo precedía como conmemoración de
la crucifixión, sin tomar en cuenta el día del
mes” (Undécima edición, p. 828).
Así fue cómo la Pascua Florida, un fes-
tival pagano con sus correspondientes sím-
bolos paganos de la fertilidad, reemplazó
las fiestas ordenadas por Dios y que cele-
braron tanto Jesús como los apóstoles y la
iglesia primitiva. Pero esto no sucedió de
un momento a otro; esta práctica no se con-
solidó hasta el año 325 d.C., es decir, casi
tres siglos después de la crucifixión y resu-
rrección de Jesús. Lamentablemente, no se
cimentó sobre los fundamentos de la verdad
bíblica, sino sobre las bases del antisemitis-
mo y del poder eclesiástico e imperial.
Como explica más detalladamente la
Encyclopædia Britannica: “Una de las
razones que llevó a Constantino [el em-
perador romano] a convocar el concilio de
Nicea en el año 325, fue la de alcanzar un
acuerdo definitivo sobre la disputa [si se
debía guardar la Pascua Florida o la Pascua
bíblica] . . . La decisión unánime del conci-
lio fue que la Pascua Florida debía obser-
varse el domingo, y el mismo domingo en
todo el mundo, y ‘que de ahora en adelante
Lo que las fuentes de consulta nos dicen es que la
cristiandad reemplazó el significado de la Pascua
bíblica y de la Fiesta de los Panes sin Levadura con
huevos y conejos, símbolos paganos de la fertilidad.
Tales símbolos desvirtúan y ocultan la verdad sobre
la muerte y resurrección de Jesucristo. Es más, la Pas-
cua Florida se convirtió en un festival que sustituyó
las celebraciones bíblicas de la Pascua y la Fiesta de
los Panes sin Levadura.
sobre el significado de esta fiesta, no deje
de leer el artículo de la página 1: “¿Qué
significa para los cristianos la Fiesta de los
Panes sin Levadura?”)
Observemos lo que dice la Encyclo­
pædia Britannica sobre esta transición:
“No hay indicio de la celebración de la
Pascua Florida en el Nuevo Testamento,
ni en los escritos de los padres apostólicos
. . . Los primeros cristianos continuaron
observando los festivales judíos, aunque
con un espíritu renovado, como conme-
moraciones de los eventos que represen-
taban estas fiestas . . .
”Por otro lado, los cristianos gentiles, li-
bres de las tradiciones judías, identificaron
nadie debe imitar la ceguera de los judíos’”
(ibídem, pp. 828-829).
Quienes decidieron “imitar la ceguera
de los judíos” —es decir, que continuaron
celebrando las mismas fiestas bíblicas que
celebraron Jesús y los apóstoles en vez del
festival recién “cristianizado” de la Pascua
Florida— fueron sistemáticamente perse-
guidos por la poderosa alianza de iglesia y
estado del Imperio Romano, bajo el empe-
rador Constantino.
Este festival de la Pascua Florida, respal-
dado por el poder del imperio, muy pronto
se afianzó como una de las celebraciones
más populares del cristianismo tradicional.
Ver PASCUA FLORIDA en la página 17
Marzo-Abril de 2007
Cómo renovar su matrimonio
Después de decir “Sí”, muchas parejas creen que su matrimonio va a permanecer en ese estado
idílico para siempre. Pero cuando termina la luna de miel, muchos empiezan a ver que no es así.
¿Por qué ocurre esto y qué podemos hacer para que el amor perdure y se fortalezca?
Por Jerold Aust
¿Podría mejorarse su relación de tal forma estar general de la sociedad” (Seven Secrets
que pudieran cumplir sus votos matrimo- of a Happy Marriage [“Siete secretos para
niales: “Hasta que la muerte nos separe”? un matrimonio feliz”], 2002, pp. v-vi).
¡Qué mundo en el que vivimos hoy! La
El matrimonio en la actualidad
tecnología y los medios
Podemos en-
de transporte nos han
contrar miles de
llevado a un estilo de
libros y artículos
vida cada vez más agi-
acerca del matri-
tado que ha cobrado
monio, que nos
su precio en nuestros
hablan acerca de
hogares. Nos hemos
sus característi-
cas maravillosas.
Muchos se dedi-
can a demostrar
que el matrimonio
es muy importan-
te y a explicar qué
medidas podemos
tomar si es que éste
Hay actualmente cierto halo de optimismo
con respecto al matrimonio, y el concepto
creciente de que un matrimonio sano es
algo muy importante para la felicidad
individual, para los hijos y para el bien­
estar general de la sociedad.
Los hijos crecieron, terminaron sus estu-
dios de secundaria y se fueron a la universi-
dad. Por primera vez, Juan y María experi-
mentaron la soledad del nido vacío.
Entonces las cosas cambiaron. María co-
menzó a ver los defectos de Juan y le dijo
lo que pensaba al respecto. Juan pensó que
María era una persona quejumbrosa; sú-
bitamente su esposa le parecía ingrata, al-
guien que no sabía apreciar todo el esfuerzo
y el trabajo que había hecho para proveer lo
necesario para su familia.
No fue tan sólo una crisis de la edad ma-
dura. En ocasiones los pensamientos y pala-
bras de los dos fueron duros y despiadados,
y esto comenzó a hacer mella en la estrecha
relación que habían disfrutado por tantos
años. ¿Podría sobrevivir su matrimonio?
Las Buenas Noticias
está fallando, con el
fin de mejorarlo y re-
novarlo.
David Popenoe,
profesor de sociología en la Universi-
dad de Rutgers y codirector de un estudio
sobre el matrimonio, explica en su valioso
libro cómo se ha visto afectada la relación
matrimonial en los últimos años:
“A principios de los años 50, la posibili-
dad de que un matrimonio terminara en di-
vorcio era de menos del 20 por ciento. ¡Aho-
ra es de alrededor del 50 por ciento! A pesar
de estas cifras hay actualmente cierto halo
de optimismo con respecto al matrimonio, y
el concepto creciente de que un matrimonio
sano es algo muy importante para la felici-
dad individual, para los hijos y para el bien-
reinventado, cre-
yendo que mien-
tras más ocupa-
dos estemos, más
feliz y mejor será
nuestra vida.
Pero ¿qué precio
estamos pagando
en lo que se refiere a la paz, la armonía y la
felicidad en el matrimonio?
“La explicación más convincente acerca
de por qué la tasa de divorcios ha aumenta-
do tan dramáticamente es el hecho de que
el concepto mismo del matrimonio ha cam-
biado. Hace cientos de años el matrimonio
estaba organizado en términos de conexio-
nes familiares, dependencia económica y
supervivencia, y pactos religiosos y legales
casi indisolubles. Actualmente, el matrimo-
nio está más centrado en la búsqueda de la
intimidad y la compañía.
E
l día en que Juan y María se casa-
ron, eran las personas más felices de
la tierra. El clima era perfecto; el sol
brillaba y blancas nubes se veían en
el firmamento. Las aves cantaban
alegremente y la hierba verde bajo los pies
de la pareja parecía ser un suntuoso tapete
extendido para la realeza.
Todo salió perfecto y los presentes se sin-
tieron afortunados de poder estar allí. Juan
y María salieron para su luna de miel lle-
nos de felicidad por la expectativa de poder
compartir el resto de su vida juntos.
En raras ocasiones tenían desacuerdos,
y todo parecía indicar que así sería para
siempre. Su primer hijo nació a los dos
años de estar casados, y con entusiasmo se
dedicaron a la tarea de criarlo. Nacieron
otros dos hijos que añadieron aún más feli-
cidad a la familia.
Cuatro palabras que
pueden transformar
su matrimonio
H
ay dos palabras que pueden lograr muchas co-
sas en cualquier matrimonio: “Lo siento”. Cuan-
do un esposo y una esposa discrepan acerca de algo
que es importante para su hogar y su familia, es muy
fácil denigrar la personalidad y el carácter de la otra
persona. Es un momento difícil para ambos, ya que
súbitamente la paz y la armonía que han disfrutado
hasta el momento parecen desvanecerse.
Brotan las palabras duras, dichas en un tono
agresivo, usualmente hasta el momento en que uno
de los dos decide que no va a participar más en este
desahogo de irrespeto y destrucción.
La paz no puede florecer en semejante estado
mental y emocional. Pero en el momento en que uno
de los dos, o ambos, pueden decir sinceramente:
“Lo siento”, hay una buena posibilidad de que las
heridas emocionales comiencen a sanar.
Por lo general, uno de los cónyuges no da rien-
da suelta a las emociones negativas que siente por
el otro a no ser que se vea confrontado por alguna
situación que le haga sentirse amenazado. Tal vez
”Antes, cuando buscábamos una pare-
ja queríamos que fuera un compañero de
trabajo confiable en la lucha por la vida;
actualmente buscamos el mejor amigo,
un compañero del alma, alguien que nos
haga sentir satisfechos emocionalmente.
El divorcio ocurría solamente cuando la
pareja se volvía emocionalmente inca-
paz en algún aspecto; en la actualidad, el
divorcio se presenta cuando nos damos
cuenta de que nos estamos ‘desenamo-
rando’. Ciertamente, las emociones de
las personas no son uno de los aspectos
más estables o confiables de la naturale-
za humana, y como resultado de ello el
matrimonio moderno se ha vuelto más
frágil” (ibídem, pp. vi-vii).
Por su parte, una esposa puede pen-
sar que está ayudando a su esposo al
recordarle algo que debe hacer. Tal vez
el esposo reaccione de una forma que le
parezca dañina a su esposa, cuando todo
lo que ella quería era ayudarlo.
Esto no debe sorprendernos, como
explica el Dr. Popenoe, ya que “las
emociones de las personas no son uno
de los aspectos más estables o confia-
bles de la naturaleza humana”.
Ejemplos de cómo
mejorar el matrimonio
Después de 20 años de matrimonio,
Antonio y Luisa creían que se cono-
cían. Algunas veces, cuando estaban
discutiendo algo, Luisa terminaba la
frase que Antonio había comenzado.
En ocasiones, Antonio también termi-
naba el pensamiento que Luisa apenas
había comenzado.
Factores que hacen mella
sienta que su dignidad se ve de alguna forma cues-
tionada por la percepción que su pareja tiene de él,
o que de alguna forma no lo respeta. Tal vez algunas
de estas percepciones sean reales; otras, en cambio,
son imaginarias. Pero con todo, “lo siento” es un
bálsamo poderosamente sanador que puede actuar
sobre los sentimientos heridos.
Otras dos palabras que pueden desempeñar un
papel muy importante en la confianza de la otra
persona son: “Muchas gracias”. Hay numerosas
ocasiones en que debiéramos decirlas, pero no lo
hacemos, bien porque estamos muy ocupados,
preocupados en nuestros propios asuntos o senti-
mientos, o que tal vez seamos inconscientemente
insensibles a las buenas obras de nuestra pareja.
Cuando un cónyuge hace lo que sea por ayudarle al
otro, es el momento para decir con toda sinceridad
“muchas gracias”.
Con demasiada frecuencia descuidamos la rela-
ción con nuestro cónyuge y no advertimos ni valora-
mos todo lo que contribuye al matrimonio. “Muchas
gracias” es una frase que todos podemos decir y que
puede ayudarnos a fortalecer y revivir nuestro ma-
trimonio. Digámosla una vez y cosecharemos bendi-
ciones. ¡Digámosla con frecuencia y enriqueceremos
nuestro matrimonio inmensamente! BN
El Dr. Popenoe habla acerca de un
factor clave en la relación del matri-
monio cuando dice que “las emociones
de las personas no son uno de los aspec-
tos más estables o confiables de la natu-
raleza humana”.
Las emociones son una parte ma-
ravillosa de la vida. Permiten que las
personas se motiven a hacer cosas y a
actuar en lugar de permanecer indife-
rentes. Pero una respuesta emocional
inadecuada a cierta situación en par-
ticular puede herir no sólo a otra per-
sona, sino también a la persona que ha
respondido de una forma inapropiada.
Por ejemplo, un esposo puede pensar
que está ayudándole a su esposa al co-
mentarle acerca de su vestido o de su
pelo, ya sea cuando ella le pregunta
qué piensa al respecto o especialmente
cuando no lo ha hecho. La esposa puede
reaccionar en una forma emocional que
sorprenda a su esposo, cuando todo lo
que él quería era ayudarla.
Si las cosas estaban en equilibrio,
simplemente reconocían lo que cada uno
en realidad estaba pensando. Si por otra
parte alguno de ellos se sentía incom-
prendido y retado, su reacción no era tan
placentera o armoniosa.
Semejantes incidentes podían tener
el efecto de una bola de nieve. Cada re-
acción negativa era enfrentada con una
reacción de antagonismo más fuerte
aún. Pero finalmente ellos accedieron a
“pelear limpio” y dejar de tratar de lle-
varse el mejor punto y de decir la última
palabra. En lugar de ello, cuando alguno
sintiera que no había reaccionado de una
forma apropiada, se tomaría un respiro
y dejaría de discutir hasta cuando pudie-
ra replantear sus pensamientos.
Esto implicaba un sacrificio para
ambos, pero comenzó a enriquecer su
matrimonio, y muy pronto descubrieron
Marzo-Abril de 2007
pecto y buscaron libros que les ayudaran a
resolver sus diferencias con respecto a este
asunto. Pronto se dieron cuenta de que los
valores familiares estaban por encima de
la plata y las cosas materiales. Con esto en
mente, formularon un plan tripartito:
Primero, tendrían en cuenta los valo-
res familiares por encima de todo, y esto
implicaba comer más
en la casa, no
sólo por salud,
sino para gastar
menos en comer
afuera.
Segundo, can-
celarían las tar-
jetas de crédito a
excepción de una
que sólo usarían
para casos de emer-
gencia. Así podrían
ahorrar algo para
cosas que fueran en
verdad necesidades
y no tan sólo gustos
Es muy raro el matrimonio que no haya
pasado por tiempos difíciles. En este
artículo ofrecemos algunos consejos
que pueden ayudar a una pareja a
renovar su matrimonio y fortalecer
sus vínculos de amor.
o a tomar un café, con el fin de restablecer
su comunicación. Apagaron el televisor ex-
cepto cuando se sentaban a disfrutar de un
programa juntos. Y si no querían ver el mis-
mo programa, hablaban de eso también.
Además, decidieron quererse por en-
cima de todo y no permitir que sus traba-
jos los separaran. No tardaron mucho en
revitalizar su relación hasta el punto en que
había estado anteriormente, charlando y
compartiendo con renovada satisfacción.
Daniel y Elena llevaban 12 años de casa-
dos y creían que tenían una buena relación.
Pero había una cosa en su matrimonio en
la que no podían ponerse de acuerdo: el
dinero. Elena, como muchas esposas, va-
loraba mucho la estabilidad financiera.
Daniel pensaba que mientras fuera joven y
saludable, el dinero estaba hecho para ser
gastado. Él afirmaba que “cuando uno se
muere no puede llevárselo consigo”.
El dinero, o la falta de éste en algún mo-
mento, empezó a ganar terreno en su re-
lación. Ellos decidieron hacer algo al res-
10 Las Buenas Noticias
o deseos. Esto ade-
más les ayudaría a
apreciar más lo que
compraran.
Tercero, deci-
dieron no permitir
que su vida girara en tor-
no de las cosas materiales y el “qué dirán”
de los demás. No transcurrió mucho tiem-
po antes de que su relación floreciera como
nunca antes, y ellos se dieran cuenta de cuán
importante era su ejemplo para sus hijos.
Consejos prácticos
Tal vez estos ejemplos le resulten fa-
miliares, o quizá no. Pero es muy raro el
matrimonio que no haya pasado por esos
tiempos difíciles en los que es necesario
esforzarse un poco. A continuación ofrece-
mos algunos consejos que pueden ayudar a
una pareja a renovar su matrimonio y for-
talecer sus vínculos de amor.
• Pregúntese qué fue lo que le atrajo
de su pareja. Vuelva al tiempo en el cual
conoció a su cónyuge y le pareció que era
la persona con quien quería compartir el
resto de su vida. Entonces se decidió a
darse por entero con tal de lograr que su
relación fuera duradera.
El tiempo ha pasado desde entonces y la
vida ahora es más agitada, de tal forma que
es fácil vernos sumidos
en nuestros trabajos,
pasatiempos, recreo y
otras actividades. Re-
cuerde las cualidades
de su pareja que le
atrajeron en primera
instancia, y agradéz-
calas. Es una buena
forma de co-
menzar a renovar
su relación.
• Reaviven el
amor que sentían
cuando estaban
tan sólo los dos.
Después de haber
vuelto al momento
en que se encontraron
por primera vez, dedíquense a restaurar el
amor que se tenían cuando estaban al co-
mienzo de su relación, hablando y compar-
tiendo lo que esperaban de su matrimonio.
Ahora es el momento de salir con su
cónyuge para decir todas las cosas que se
dijeron antes de casarse. Es tiempo de vol-
ver a ese amor que disfrutaron alguna vez a
la luz de las velas, con música y conversa-
ciones inolvidables.
• Hagan énfasis en el comienzo de su
familia y las alegrías de esa época. Vuél-
vanse un poco al pasado y recuerden lo que
sentían cuando tuvieron su primer hijo. El
nacimiento de su primogénito estuvo lle-
no de emoción y alegría, algo que nunca
que el amor que sentía el uno por el otro
continuaba aún.
Francisco y Diana vivieron los primeros
15 años de su matrimonio en continua co-
municación. Hablaban de todo y siempre
disfrutaron de una comunicación placente-
ra y edificante.
Pero poco a poco dejaron de hablar. Con
el tiempo, un manto de silencio empezó a
extenderse en un hogar que antes era feliz.
Las respuestas normales, la risa y los bue-
nos sentimientos de una relación estrecha
eran cosa del pasado.
Diana pareció darse cuenta primero de
lo que estaba pasando, o al menos lo men-
cionó primero. Francisco se dio cuenta de
que algo estaba cambiando en su relación,
pero lo atribuyó a que se habían conocido
durante mucho tiempo.
Finalmente, cuando decidieron sentarse
a hablar, descubrieron que la televisión y
el trabajo eran los sustitutos de su estrecha
relación anterior.
Así que formularon un plan. Decidieron
comenzar a salir de nuevo juntos a comer
No hay que traspasar
los linderos antiguos
H
oy en día los agrimensores utilizan instrumentos de precisión
para hacer mapas y definir los linderos y fronteras adecua-
dos. En tiempos antiguos las personas utilizaban señales senci-
llas, tales como monumentos de piedras apiladas, para demarcar
tales límites.
Las culturas civilizadas siempre han valorado el concepto de
fronteras para salvaguardar las posesiones personales y mostrar
respeto por los derechos de otros. Hemos codificado estos dere-
chos, porque sin parámetros legales y estructuras judiciales que
los protejan, la codicia y la envidia inevitablemente son una ten-
tación para las personas que se idean la forma de expropiarse las
propiedades de otros.
Hace cerca de 3.000 años Salomón escribió en Proverbios
22:28: “No traspases los linderos antiguos . . .”. Su sabiduría to-
davía está vigente hoy. Entendió que cuando traspasamos los lin-
deros que protegen las tierras y la propiedad, las tensiones pueden
provocar peleas y aun guerras.
¿Podemos esperar algo distinto cuando traspasamos los
“linderos antiguos” que rigen el matrimonio y otras relaciones
familiares?
Los sociólogos reconocen universalmente que los matrimo-
nios y familias sanos y felices son el fundamento de una civiliza-
ción sólida. Estas unidades sociales fundamentales no ocurren
por accidente. Están construidas por esposos y esposas, por
padres y madres que cuidan y enseñan a la generación siguiente
a respetar los linderos antiguos que fueron establecidos hace
mucho tiempo por Aquel que entiende perfectamente las claves
de una vida feliz.
Actualmente, sin embargo, la pregunta no es si las leyes del
Creador que gobiernan el matrimonio y la familia están bajo ata-
que. ¡Esto es algo obvio! No, la pregunta que debe preocupar
a toda la humanidad es si podemos captar lo que nos depara el
futuro: ¿Qué efectos tendrá en la sociedad el traspasar estos lin-
deros antiguos? Salomón también nos advirtió: “Donde no hay
dirección divina, no hay orden; ¡feliz el pueblo que cumple la ley
de Dios!” (Proverbios 29:18, Versión Popular).
Como escribió el comentarista Adam Clarke: “Donde no se res-
petan ni se acatan la revelación divina y la predicación fiel de los
testimonios sagrados, la ruina de esa tierra no está muy lejos”.
Una de las tragedias más grandes de los tiempos recientes
es cómo la gente ha estado abandonando en tropel todas las
restricciones morales, éticas y aun las legales al traspasar esos
linderos antiguos.
¿Acaso no podemos ver las señales de advertencia que nos
indican los efectos que a largo plazo van a tener la inmoralidad,
los matrimonios destruidos, las familias divididas y la confusión en
cuanto a los papeles del género sexual? ¿Somos ciegos en cuan-
to a la realidad de que tenemos que restablecer cuanto antes los
linderos esenciales, tales como la fidelidad, la reconciliación, el
respeto, el amor, el perdón y el honor?
No importa cómo marche la sociedad, usted puede tener un
matrimonio feliz y una familia sana. El camino no se ha perdido. Si
usted está extraviado, hay una esperanza. Si su familia ya es feliz,
usted puede mantener esa felicidad. El artículo adjunto le ayudará
a retomar los linderos antiguos que forman la base de un matri-
monio feliz. El hecho de que estos preceptos sean antiguos ¡no
significa que sean ajenos a la vida en el mundo moderno!
Haríamos bien en escuchar otra advertencia sabia que encontra-
mos en Jeremías 6:16: “Deténganse en los caminos y miren; pre-
gunten por los senderos antiguos. Pregunten por el buen camino, y
no se aparten de él. Así hallarán el descanso anhelado” (NVI).
—Clyde Kilough
habían experimentado antes. Y cada vez que tuvieron otro hijo, eso le
agregó algo especial a la familia. Recuerden y hablen del comienzo de su
familia, y las increíbles alegrías que vivieron en esos tiempos.
• Revisen el progreso de los miembros de su familia y vean dónde
se encuentran en la actualidad. Con el paso del tiempo cada hijo creció
y ha sido diferente de los otros. Sus personalidades son distintas, y sus
talentos y expectativas frente a la vida también.
Ustedes han estado presentes en todo este maravilloso proceso y le
han permitido a cada hijo alcanzar su potencial. Hablen acerca de ello, y
compartan su alegría y su agradecimiento por las buenas cualidades que
ellos tienen en la actualidad.
• La comunicación es una calle de dos vías. Hay una verdad innega-
ble acerca de la comunicación entre dos personas: va en dos sentidos. Si
el esposo piensa que la comunicación en el matrimonio significa que él
habla y ella escucha, es seguro que va a tener dificultades. Si una esposa
piensa que la comunicación significa que su esposo debe aprender de la
intuición de ella, tal vez esté desperdiciando la lógica de él.
Tanto el esposo como la esposa deben entender el gran potencial de
una buena comunicación. Hay grandes bendiciones tanto en el escuchar
como en el hablar.
• “Peleen limpio” concentrándose en los asuntos en lugar de las
personalidades. Ningún matrimonio se beneficiará de las peleas, espe-
cialmente si éstas se concentran en la personalidad y carácter del otro.
Quejarse, regañar, insultar e intimidar no son parte de un buen matrimo-
nio. El término “pelea limpia” se refiere a concentrarse en los asuntos,
no en las personalidades. Si un esposo y una esposa no están de acuerdo
en algo, deben concentrarse en el asunto que están tratando y no en la
percepción que tienen de la personalidad y el carácter del otro.
Además, uno tal vez no comprenda al otro adecuadamente. ¿Cuántas
veces hemos sentido que nuestro cónyuge no nos comprende? Piensen
en esto la próxima vez que no estén de acuerdo en un asunto importante.
Cada cónyuge debe evitar al máximo injuriar la personalidad y el carác-
ter del otro. Cuando no estén de acuerdo, deténganse por un momento y
concéntrense en el asunto que están tratando.
• Asegúrense de reconciliarse. ¿Qué implica esto? Algunas perso-
nas bromean diciendo que lo bueno de las peleas es la reconciliación.
Pero los que hacen esto están “jugando a la ruleta rusa”, porque mien-
tras más se injurie el carácter de su cónyuge, más cicatrices emociona-
les van a quedar.
Las palabras son poderosas, y si son dañinas pueden causar grandes
estragos. Si usted no lo cree, piense en lo siguiente: ¿Por qué siempre nos
acordamos de las palabras desconsideradas y las acusaciones que otros
nos han hecho en el pasado?
Nunca menosprecien o denigren el carácter o la personalidad del otro.
En lugar de ello, adopten una perspectiva pacificadora y que dé ánimo.
Busquen siempre lo mejor en el otro. Alaben lo positivo de su cónyuge,
las buenas características de su personalidad y carácter, porque ustedes
ya no son más dos sino una sola carne (Génesis 2:24), y uno nunca abo-
rreció jamás a su propia carne (Efesios 5:29).
• Practiquen el sacrificio y el servicio. Francamente, el débil estado
del matrimonio en la actualidad es con frecuencia alimentado por el
egoísmo de ambos cónyuges y el deseo de tener una gratificación ins-
tantánea. Después de todo, los programas de televisión, las películas, la
música y las publicaciones populares son persuasivos y tienen efectos
terribles en nuestra sociedad, incluso en la institución del matrimonio.
Los matrimonios felices y duraderos están basados en el dar, no en el
tomar o recibir. Cuando ambos cónyuges se sacrifican por el otro y em-
piezan a servirse mutuamente, su matrimonio se renueva. Este solo he-
cho puede cambiar
Ver MATRIMONIO en la página 16
Marzo-Abril de 2007 11
El bautismo: Comienzo
de una nueva vida
En números anteriores hemos tratado temas relacionados con recursos espirituales
tales como la oración, el estudio de la Biblia, el ayuno y el arrepentimiento.
Pero para recibir los mayores dones de Dios, hay otro paso que usted
debe dar: el compromiso del bautismo.
Por Donald Hooser
L
os regalos más grandes que uno pue-
de recibir vienen “de arriba”, de Dios
nuestro Creador (Santiago 1:17). Él
nos ofrece dos regalos que son lo más
importante que cualquier ser hu-
mano puede recibir en esta vida. El prime-
ro es el perdón de nuestros pecados. El se-
gundo es la presencia de su santo Espíritu
en nosotros.
A su vez, estos dos regalos hacen posible
el don más grande de todos: la vida eterna,
glorificada, en el eterno Reino de Dios (Ro-
manos 6:23; 1 Corintios 15:50-58).
Un número incontable de personas están
confundidas, pensando que ya han recibido
el perdón de Dios cuando no lo han recibi-
do todavía, y creen que ya tienen el Espíritu
de Dios cuando no lo tienen. Este artículo
servirá para aclarar tales conceptos.
Primero que todo, es Dios quien siem-
pre tiene que iniciar la relación con él.
Jesús dijo: “Ninguno puede venir a mí,
si el Padre que me envió no le trajere [o
llamare] . . .” (Juan 6:44). Dios llama a
una persona cuando hace que escuche el
verdadero evangelio y al mismo tiempo
abre su mente al entendimiento espiritual
(2 Tesalonicenses 2:13-14; 1 Corintios
2:10-14).
No hay nada que podamos hacer para
ganarnos la vida eterna, pero Dios tiene
condiciones que debemos cumplir. Una
de estas condiciones es el arrepentimiento
genuino de corazón por haber desobede-
cido las leyes de Dios. Otra condición es fe
en Dios: creer en él y creer en su Palabra,
la Biblia. Durante su ministerio, Jesucris-
to hizo énfasis en estas dos condiciones
(Marcos 1:15).
mos un resumen del inspirado sermón del
apóstol Pedro, quien explicó que el sacrifi-
cio de Jesucristo, su muerte, era necesario
para pagar la pena por nuestros pecados.
Nuestra pecaminosidad, entonces, es la
causa de su sufrimiento. En esencia, cada
uno de nosotros lo crucificó (Hechos 2:36).
Veamos la reacción de los que oyeron
ese sermón: “Al oír esto, se compungieron
de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros
apóstoles: Varones hermanos, ¿qué hare-
mos?” (v. 37). Ellos sabían que Dios reque-
ría que hicieran ciertas cosas si es que iban
a recibir vida eterna.
“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautí­
cese cada uno de vosotros en el nombre
de Jesucristo para perdón de los pecados;
y recibiréis el don del Espíritu Santo”
(v. 38). Pedro aclaró que para ser recon-
ciliados con Dios, necesitamos recibir dos
¿Qué es el bautismo?
La palabra griega traducida como “bau-
tizar” es baptizo, un término utilizado co-
múnmente con el significado de sumergir,
hundir o introducir en. Lo que es impor-
tante para nosotros es que en la Biblia el
bautismo siempre se refiere a la inmersión.
Otros escritores de la época escribieron
acerca de batallas navales en las que las
embarcaciones fueron “bautizadas”, o sea
completamente hundidas en el mar. Por lo
tanto, no tiene ningún sentido decir que
El bautismo representa nuestro reconocimiento de
la necesidad de “hacer morir” nuestra antigua for-
ma de vivir pecaminosa, y enterrarla para siempre
(Colosenses 3:5; 2:12). Y nuestra salida del agua re-
presenta un nuevo comienzo para “andar en nueva
vida” (Romanos 6:3-6).
cosas: el perdón de nuestros pecados y el
Espíritu Santo.
Dijo que lo primero que debemos hacer
es arrepentirnos. Pero Pedro no mencio-
nó la otra condición, que es la fe. ¿Por qué
no? La pregunta en sí: “¿Qué haremos?” le
mostró a Pedro que la gente había creído en
su mensaje y en las Escrituras. ¡Ellos que-
rían saber lo que debían hacer para actuar
según esa fe!
¿Qué debemos hacer?
Por lo tanto, cuando la persona es lo su-
Para recibir el perdón de los pecados y ficientemente madura como para tomar de-
el don del Espíritu de Dios se requiere más cisiones trascendentales en la vida, tiene un
que arrepentimiento y fe. En Hechos 2 lee- entendimiento espiritual básico y cree en
12 Las Buenas Noticias
el “evangelio” (entendiéndose por ello las
buenas nuevas del Reino de Dios y su plan
de salvación), Dios desea que esa persona
se arrepienta y sea bautizada tan pronto
como las circunstancias lo permitan. En-
tonces podrá recibir el perdón de sus peca-
dos y el Espíritu Santo.
uno puede bautizar (sumergir o hundir)
simplemente al rociar o salpicar con agua.
La Biblia misma confirma que el bautismo
significa inmersión. Juan el Bautista nece-
sitaba “mucha agua” para bautizar (Juan
3:23). Jesús, cuando Juan lo bautizó, “subió
luego del agua” (Mateo 3:16). Cuando Fe-
lipe bautizó al eunuco, los dos “descendie-
ron al agua” y después “subieron del agua”
(Hechos 8:38-39).
¿Por qué es importante esto? Por lo que
el bautismo representa. El ser sumergido
simboliza un entierro, y subir del agua sim-
boliza una resurrección.
De hecho, el bautismo representa tres
muertes, entierros y resurrecciones. Prime-
ro, el bautismo representa nuestra fe en que
“Cristo murió por nuestros pecados, con-
forme a las Escrituras, y que fue sepultado,
y que resucitó al tercer día, conforme a las
Escrituras” (1 Corintios 15:3-4).
Segundo, representa nuestro reconoci-
miento de la necesidad de “hacer morir”
nuestra antigua forma de vivir pecaminosa,
y enterrarla para siempre (Colosenses 3:5;
2:12). Y nuestra salida del agua representa
un nuevo comienzo para “andar en nueva
vida” (Romanos 6:3-6). Por supuesto, nues-
tro carácter espiritual no es transformado
inmediatamente en esos pocos segundos.
El bautismo es una señal de nuestra dedica-
ción y compromiso de perseguir esa meta
durante toda la vida.
Tercero, el bautismo simboliza la fe que
uno tiene en la resurrección literal que ven-
drá, “de que ha de haber resurrección de
los muertos, así de justos como de injustos”
(Hechos 24:15).
cuenta de que las epístolas del Nuevo Tes-
tamento fueron escritas principalmente
para los miembros de la iglesia, aquellos
que ya habían sido bautizados. En las
epístolas, los pronombres nosotros y nos
se refieren a personas bautizadas; y por lo
general, ellos se refiere a los que no son
miembros de la Iglesia de Dios.
Por lo tanto, en 1 Juan 1:9 se nos está
diciendo que una persona que ha recibido
el perdón inicial de los pecados mediante
el bautismo no necesita ser bautizada nue-
vamente cada vez que vuelve a cometer
algún pecado. Cada vez que peca después
del bautismo, sólo necesita arrepentirse de
ese pecado, confesarlo delante de Dios y
pedirle su perdón, y Dios inmediatamente
se lo perdona. ¡Este es uno de los increí-
bles privilegios de una persona que ya ha
sido bautizada!
Esto explica por qué el bautismo es algo
tan importante. Dios hace culpable a cada
persona de todo pecado que haya come-
tido hasta que sus pecados son perdona-
dos en el bautismo (Hechos 3:19; 22:16).
Mucho más que un simple
En el momento en que la persona verda-
rito religioso
deramente arrepentida es sumergida en
El simbolismo es importante, pero el el agua, ¡todos sus pecados pasados son
bautismo es mucho más que un simple sím- perdonados! ¡Qué felicidad poder estar
bolo. Si les preguntáramos a 100 personas limpio delante de Dios!
que quieren ser bautizadas: “¿Le ha pedido
El paso siguiente: Recibir
usted alguna vez a Dios que le perdone?”,
el santo Espíritu de Dios
probablemente 99 nos responderían que
sí. Luego, si les preguntáramos a esas 99
Cuando la persona ha sido bautizada,
personas: “¿Cree usted que Dios respondió está lista para recibir el Espíritu de Dios.
a esas plegarias y le perdonó?”, tal vez 98 La Biblia muestra que el Espíritu Santo es
nos responderían que sí. Entonces podría- la esencia espiritual y el poder que emana
mos preguntarles: “Si cree que Dios ya le de Dios el Padre y de Jesucristo. Muchos
ha perdonado, ¿por qué entonces bautizar- se sorprenden al saber que la Biblia no
se si Dios nos dice en Hechos 2:38 que el menciona la trinidad. De hecho, un estu-
propósito del bautismo es que nuestros pe- dio cuidadoso demuestra que las fórmulas
cados nos sean perdonados?”
tradicionales del hombre son bastante dife-
Muchas personas están confundidas. rentes de la enseñanza bíblica.
Aun cuando se dan cuenta de que el bau-
El don del Espíritu Santo no se recibe
tismo es un requerimiento bíblico, creen durante el bautismo. Las Escrituras mues-
que es tan sólo un rito para dar gracias a tran que Dios lo da inmediatamente des-
Dios por su perdón. Pero Hechos 2:38 nos pués, durante la imposición de manos de
dice que es necesario hacerse bautizar para un ministro de Dios, cuando ora para que
ser perdonado. Antes de perdonar, Dios la persona bautizada reciba el don del Es-
requiere que haya una demostración públi- píritu de Dios (Hechos 8:14-17; 2 Timoteo
ca de nuestro compromiso con Jesucristo 1:6).
como nuestro Salvador y nuestro Señor
Después de que uno recibe el Espíri-
(con el significado de aquel que gobierna tu de Dios, tiene a Cristo “en” su interior
nuestra vida, Lucas 6:46).
(Colosenses 1:27). Es “bautizado en Cris-
Muchos han malinterpretado 1 Juan to” (Gálatas 3:27). Uno habita en Cristo y
1:9, que dice: “Si confesamos nuestros él habita en uno (1 Juan 3:24), de manera
pecados, él es fiel y justo para perdonar que está entre los “participantes de la natu-
nuestros pecados, y limpiarnos de toda raleza divina” (2 Pedro 1:4). Uno tiene “un
maldad”. Muchas personas no se dan nuevo corazón” y se está convirtiendo en
“un hombre nuevo” (Ezequiel 18:31; Efe-
sios 4:24).
“Porque por un solo Espíritu fuimos
todos bautizados en un cuerpo . . . el cuer-
po de Cristo” (1 Corintios 12:13, 27). Este
“cuerpo” es “la iglesia”, “la iglesia de Dios”
(Colosenses 1:18; 1 Corintios 1:2). No po-
demos “unirnos” a la Iglesia de Dios; Dios
nos añade a ella cuando nos da el don de
su santo Espíritu. A partir de ese momen-
to somos miembros de la Iglesia de Dios
(1 Corintios 12:27).
“Y si alguno no tiene el Espíritu de Cris-
to, no es de él”, es decir, no le pertenece
a Cristo (Romanos 8:9), no es un cristia-
no verdadero o hijo de Dios (v. 14). Para
convertirse en un verdadero cristiano, uno
tiene que creer, arrepentirse, ser bautizado,
experimentar la imposición de manos por
parte de un ministro de Dios, y recibir el
don del Espíritu Santo.
Cuando una persona madura tiene enten-
dimiento espiritual y fe, y se ha arrepentido
de sus pecados, no debe aplazar el bautis-
mo. Cuando Dios le está ofreciendo a uno
un regalo o don, ¿por qué no aceptarlo? Je-
sús nos advirtió que no debíamos rechazar
el ofrecimiento de Dios: “El que creyere y
fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado” (Marcos 16:16).
Tal como Ananías le dijera a Saulo (que
también se llamaba Pablo): “Ahora, pues,
¿por qué te detienes? Levántate y bautízate,
y lava tus pecados, invocando su nombre”
(Hechos 22:16).
¡El verdadero crecimiento espiritual
comienza después de que uno recibe el
Espíritu Santo! El próximo artículo de
esta serie explicará en detalle lo que debe
hacer un miembro bautizado para crecer
espiritualmente. BN
Lectura suplementaria
Si desea una explica-
ción detallada del plan
de salvación de Dios, in-
cluyendo los temas del
bautismo, el Espíritu
Santo y el crecimiento
espiritual, no vacile en
solicitarnos o descar-
gar de nuestro portal
de Internet el folleto
gratuito Transforme su vida: La verdadera
conversión cristiana. La Iglesia de Dios Uni-
da, editora de esta revista, también tiene
ministros que están dispuestos a contestar
sus preguntas e inquietudes, aconsejarlo
acerca del bautismo y ayudarlo en cual-
quier forma que les sea posible.
www.IglesiadeDiosUnida.org
Marzo-Abril de 2007 13
Liberté! Egalité! Fraternité!
Hace más de 200 años estas tres palabras retumbaron por las calles de París durante la
revolución francesa. ¡Si cada sociedad pudiera tan sólo practicar la definición bíblica de
la libertad, la igualdad y la hermandad! Sin embargo, se acerca una era en que sí lo harán.
Por Leslie McCullough
L
a revolución francesa estalló como un
volcán latente, vociferando recrimina-
ciones en contra de la monarquía y de
cualquiera que fuera culpable a los ojos
del pueblo. Con el transcurso del
tiempo, la opresión de la clase aristocrática
había enardecido a las masas frustradas.
Cuando la rebelión estalló, la guillotina
fue el instrumento utilizado para truncar
muchas vidas de la clase gobernante, lo
que dejó a Francia en un embrollo sobre el
liderazgo.
De ese período de revolución y caos
surgió un grito que representaba las ansias
más profundas de la humanidad: Liberté!
Egalité! Fraternité! (libertad, igualdad y
hermandad).
Los ecos de estos tres ideales nunca des-
aparecieron. Todavía repercuten en los co-
rredores de la sociedad moderna, aunque se
expresen en otros términos. En ocasiones se
oyen tenuemente sus voces, como retumbos
lejanos de una tormenta; y en otras, son ver-
daderos rugidos y gritos que hacen temblar
los cimientos mismos de la sociedad.
La revolución continúa
hasta nuestros días
Hoy en día estos mismos tres ideales
unen en cierta forma a los más dispares
grupos de seres humanos. La mayoría de
ellos desean libertad de acción, igualdad de
derechos y un sentido de comunidad entre
todas las personas.
En las sociedades occidentales, las cau-
sas populares —derechos para los homo-
sexuales, aire puro, derechos de los anima-
les, etc.— son tan diversas como la gente
que las promueve. Las sociedades luchan
por satisfacer las necesidades de algunos
grupos y con frecuencia acaban piso-
teando los derechos o los deseos de otros.
Después de todo, es obvio que la libertad
de una persona muy bien puede terminar
siendo la opresión de otra.
Si a una persona se le garantiza el dere-
cho de fumar, al hacerlo contamina el aire
de quienes no fuman; y peor aún, amena-
za la salud de éstos. ¿Tiene uno derecho de
14 Las Buenas Noticias
perjudicar a su prójimo en nombre de la
libertad personal? ¿Cómo podemos darle
preferencia a un grupo sin discriminar a
otro?
Se oye, cada vez con más frecuencia, de
grupos que se organizan para reaccionar
ante lo que consideran una violación de
sus derechos. En ciertos casos, algunos de-
fensores de la vida han recurrido incluso a
la violencia para respaldar su oposición al
aborto. Y por su parte, grupos partidarios
del aborto y quienes apoyan el matrimonio
entre homosexuales buscan a jueces simpa-
tizantes dispuestos a respaldar sus causas.
En muchos otros asuntos, los diferentes
grupos reaccionan con manifestaciones
masivas. Si a todos se les concediera sus
deseos, el resultado final sería la anarquía.
Problemas en el mundo occidental
Todos queremos libertad, igualdad y
hermandad, pero la realidad es que las co-
sas que hacemos no producen tales resul-
tados. Nuestro mundo sigue empeorando
más y más.
El apóstol Pablo, inspirado por el Es-
píritu Santo, escribió lo siguiente acerca
de nuestros tiempos: “También debes
saber esto: que en los postreros días ven-
drán tiempos peligrosos. Porque habrá
hombres amadores de sí mismos, ava-
ros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos,
desobedientes a los padres, ingratos,
impíos, sin afecto natural, implacables,
calumniadores, intemperantes, crueles,
aborrecedores de lo bueno, traidores, impe-
tuosos, infatuados, amadores de los deleites
más que de Dios, que tendrán apariencia de
piedad, pero negarán la eficacia de ella; a
éstos evita” (2 Timoteo 3:1-5).
¡Qué condiciones tan espantosas! Mire
a su alrededor. ¿Cree que eso está suce-
diendo? Sea honesto. Para citar un solo
ejemplo: ¿Cuántas veces hemos leído sobre
ciertos líderes en los campos de la política,
los negocios y los sindicatos que han sido
declarados culpables de malversación de
fondos y de llenarse los bolsillos con el di-
nero de otros? Es algo que ocurre a diario.
Los cambios han sido tan graduales y
tan razonables en apariencia, que muchos
no se dan cuenta de lo bajo que hemos caí-
do. Los de las generaciones más jóvenes no
han vivido lo suficiente como para ver los
grandes cambios que se han efectuado en
nuestra sociedad. Pero si uno puede mirar
retrospectivamente unos 50 ó 60 años, verá
cuán asombrosa ha sido la transformación.
Por ejemplo, consideremos los movi-
mientos estudiantiles de los años 50. El
primer clamor exigía libertad de expresión
en las aulas. Los estudiantes reclamaban el
derecho de hablarle a un maestro de mane-
ra irrespetuosa, como si fueran sus iguales.
Más tarde, fue la libertad de usar lenguaje
soez. En la actualidad, prácticamente todo
es válido, como lo demuestran la mayoría
de los espectáculos modernos, ¡colmados
de groserías y profanidades!
¡Cómo han cambiado las cosas, y los
cambios se aceleran cada vez más! Hasta
en las escuelas, los niños pequeños están
expuestos a un lenguaje vulgar y grosero
no sólo de parte de sus compañeros, sino
en ocasiones también de sus instructores,
y el acoso sexual es cosa común. Tales son
los frutos de la libertad carente de respon-
sabilidad.
El manual del Creador
¿Es malo desear libertad, igualdad y
hermandad para todos? ¡Claro que no!
Pero ¿cómo podrá lograrse tal objetivo?
Imagínese que usted pudiera comprar
un libro titulado La clave para una vida
feliz. Éste le revelaría la fórmula indispen-
sable para tener una vida feliz, abundante
y gozosa; le mostraría el camino a la her-
mandad, libertad e igualdad verdaderas.
¿Qué tan valioso sería ese libro para us-
ted? ¿Lo compraría? ¿Lo leería? ¿Pondría
en práctica lo que dijera?
Bueno, ese libro existe y es un gran éxi-
to de librería. ¡Es la Biblia! Tal vez usted
quiera dejar de leer este artículo ahora
mismo. Pero yo lo desafío a que lo ponga
a prueba. La Biblia ha sido llamada el ma-
nual del Creador, su libro de instrucciones
para el hombre. Si se juntaran todos los li-
bros de auto-ayuda en uno solo, la Biblia
todavía lo sobrepasaría fácilmente. ¿Qué le
parece si le concede una oportunidad?
La Biblia nos revela la clave crucial para
tener la igualdad con nuestros congéneres,
y nos enseña cómo lograr la verdadera
libertad. En ella también se proclama la
hermandad para todos los seres humanos
que habitan nuestro planeta. ¿Quién podría
oponerse a semejantes metas?
El ateo dirá: “Pero yo no creo en Dios”.
El agnóstico tal vez exclamará: “Yo no
estoy seguro si existe Dios”. Pero ¿le han
dado ellos una verdadera oportunidad a
la Biblia? ¿Se la ha dado usted? (Le reco-
mendamos nuestro folleto gratuito ¿Existe
Dios?, que contiene conceptos muy intere-
santes y estimulantes sobre este tema.)
quien es un capataz muy exigente. Sola-
mente tenemos que observar cuánto dolor
produce el alcoholismo, la drogadicción,
las infidelidades, las apuestas, el crimen,
el abuso infantil, y una lista interminable
de otros males. Siendo pecadores, todos
estamos sujetos al castigo por el pecado,
que es la muerte (Romanos 6:23).
Otro pasaje, Romanos 3:23, afirma que
todos hemos pecado y estamos destituidos
de la gloria de Dios. Nadie está excluido;
todos caemos bajo tal condena hasta que
nos arrepentimos verdaderamente y nos
volvemos a Dios. “¿No sabéis que si os
sometéis a alguien como esclavos para
obedecerle, sois esclavos de aquel a quien
obedecéis, sea del pecado para muerte, o
sea de la obediencia para justicia?” (Ro-
manos 6:16).
Jesucristo murió para que toda la hu-
El significado bíblico
manidad tuviera la oportunidad de quedar
de la libertad
libre del pecado y de la pena de muerte,
¿Qué significa para usted la libertad? y pudiera recibir la verdadera libertad
Para los que sufren la opresión de alguna (1 Corintios 15:3). La verdad es que pode-
dictadura, esta palabra encarna todo lo que mos ser liberados y así no tener que seguir
Dios es justo e imparcial. Mas a pesar de ello debemos
estar muy agradecidos de no recibir lo que merecemos.
El misericordioso don divino de la salvación no es algo
que podamos ganarnos por mérito propio. Dios lo
otorgará de manera gratuita y equitativa a todos los
que se arrepientan y decidan obedecerle siempre.
muchos de nosotros damos por sentado.
Pero ¿se da cuenta usted, sin importar su
ciudadanía, que está sujeto (si es que no
es un verdadero cristiano) al dictador más
grande y más malvado de todos?
Hay cierto personaje llamado “el dios
de este siglo”, que gobierna los asuntos
del hombre. El apóstol Pablo escribió: “Si
nuestro evangelio está aún encubierto, en-
tre los que se pierden está encubierto; en
los cuales el dios de este siglo cegó el en-
tendimiento . . .” (2 Corintios 4:3-4).
Su identidad también es revelada en Efe-
sios 2:1-2, donde Pablo escribió: “. . . esta-
bais muertos en vuestros delitos y pecados,
en los cuales anduvisteis en otro tiempo,
siguiendo la corriente de este mundo, con-
forme al príncipe de la potestad del aire,
el espíritu que ahora opera en los hijos de
desobediencia”.
La naturaleza humana está sujeta al pe-
cado, lo que significa que todos los hom-
bres y mujeres son esclavos del perverso
dios de este mundo, Satanás el diablo,
siendo esclavos del dios de este mundo
(Romanos 6:18; Hebreos 2:14-15).
El significado bíblico
de la igualdad
En el plan maestro de Dios, y a su de-
bido tiempo, cada ser humano tendrá la
oportunidad de recibir la salvación (1 Ti-
moteo 2:4; 2 Pedro 3:9; Gálatas 3:28).
Todo el mundo tendrá la misma posibili-
dad, no importa su sexo, su nacionalidad
ni su cociente de inteligencia.
Dios es justo e imparcial. Mas a pesar de
ello debemos estar muy agradecidos de no
recibir lo que merecemos. El misericordio-
so don divino de la salvación no es algo que
podamos ganarnos por mérito propio. Dios
lo otorgará de manera gratuita y equitativa
a todos los que se arrepientan y decidan
obedecerle siempre. Debemos estar muy
agradecidos de que la equidad de Dios esté
guiada por su misericordia.
Notemos lo que se dice en Salmos 98:9:
“[Dios] juzgará al mundo con justicia, y
a los pueblos con rectitud”. Los caminos
y los juicios de Dios son más que justos
para todos los seres humanos de todos los
tiempos. Él le ha encomendado el juicio a
Jesucristo (Juan 5:22) y todos comparece-
remos ante su tribunal (Romanos 14:10).
A largo plazo habrá una misericordiosa
equidad en la decisión más importante de
todas: nuestra vida eterna.
El significado bíblico
de la hermandad
Pablo destaca la maravillosa promesa
de Dios para todos los que le siguen: “Seré
para vosotros por Padre, y vosotros me se-
réis hijos e hijas, dice el Señor Todopode-
roso” (2 Corintios 6:18). ¡Qué promesa tan
grandiosa e inestimable! Humanamente,
no podemos captar su significado en toda
su esencia y majestad, pero esta promesa
es absolutamente cierta para cada uno de
nosotros.
Cuando Jesús oró al Padre en la víspera
de su crucifixión, le hizo una petición muy
especial: “Ya no estoy en el mundo; mas
éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Pa-
dre santo, a los que me has dado, guárdalos
en tu nombre, para que sean uno, así como
nosotros” (Juan 17:11).
Al momento de nacer, nosotros forma-
mos parte de la familia de nuestro padre
físico. Jesús estaba pidiendo que se nos
concediera el nombre de nuestro Padre
celestial.
Jesucristo es el Hijo de Dios, y también
serán hijos de Dios aquellos que se con-
viertan verdaderamente. Leamos Romanos
8:14-17: “Porque todos los que son guiados
por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de
Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de
esclavitud para estar otra vez en temor, sino
que habéis recibido el espíritu de adopción,
por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Es-
píritu mismo da testimonio a nuestro espí-
ritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos,
también herederos; herederos de Dios y co-
herederos con Cristo, si es que padecemos
juntamente con él, para que juntamente
con él seamos glorificados”.
Aquí se nos habla de una hermandad
suprema. Todos los que estén dispuestos
podrán llegar a ser verdaderos hermanos y
hermanas entre sí y también de Jesucristo.
El deseo más ferviente del Padre es que
todos lleguemos a ser sus hijos, miembros
de su familia.
¡Dios lo está llamando a usted para ofre-
cerle ese futuro de libertad, igualdad y her-
mandad eternas en su propia familia! BN
Marzo-Abril de 2007 15
Matrimonio
Viene de la página 11
un matrimonio casi instantáneamente. No
se dejen atrapar por esa visión hedonista e
inmoral del mundo; no importa que muchas
personas la practiquen y la vivan, no por ello
deja de ser algo estúpido y sin sentido.
• Reconózcanse los puntos fuertes y los
atributos positivos uno del otro y hágan-
se saber que los aprecian. ¿Cuáles son los
puntos fuertes de su esposa? ¿Es una exce-
lente cocinera? ¿Es una buena ayuda en la
casa, al ir de compras, en cuestiones finan-
cieras, o al darle su opinión de su trabajo o
de otras cosas? ¿Es hospitalaria y le gusta
ayudar a otros?
Cualesquiera que sean los puntos fuertes
de ella, hágale saber que usted se da cuenta
y que los aprecia. Y usted puede estar segu-
ro de que ella tiene cualidades que fortale-
cen su matrimonio.
¿Cuáles son los puntos fuertes de su
esposo? ¿Es un buen proveedor, un buen
padre que ayuda en las labores de la casa?
Cualesquiera que sean sus puntos fuertes
—y es seguro que los tiene— dígale que
los aprecia.
Cuando encomie a su cónyuge no lo
haga de una manera abstracta. Sea especí-
fico y mencione sus buenas cualidades con
frecuencia, con mucha frecuencia.
• Tenga una meta superior a usted.
La Biblia habla acerca de la relación ma-
trimonial en varios lugares. Uno de los pa-
sajes más sobresalientes acerca de cómo
tener un matrimonio feliz se encuentra
en Efesios 5:22-23. Allí el apóstol Pablo
da instrucciones tanto al esposo como a
la esposa acerca de cómo deben cuidarse
y respetarse mutuamente. Al final de ese
capítulo, Pablo muestra que el matrimo-
nio de un hombre y una mujer es un tipo
del matrimonio supremo entre Cristo y su
iglesia, sus verdaderos seguidores.
Muchas parejas casadas tal vez no ten-
gan en mente la meta del matrimonio, su
propósito y modelo real; desconocen el
hecho de que el matrimonio entre el espo-
so y la esposa es un tipo del matrimonio
entre Jesucristo y su iglesia en el momento
en que él regrese a la tierra (Apocalipsis
19:7-9). Teniendo en cuenta este hecho, el
esposo y la esposa estarán más motivados
para seguir la instrucción que acerca del
matrimonio nos da Pablo en Efesios 5.
• Defina una necesidad en su matri-
monio y trate de llenarla. ¿Con cuánta
frecuencia damos por sentadas ciertas co-
16 Las Buenas Noticias
sas que el esposo o la esposa deben hacer
en el matrimonio diariamente? Sorprén-
dase uno al otro haciendo algo necesario
para el matrimonio. No piense que es muy
difícil encontrar algo que su cónyuge ne-
cesita, pues hay muchas necesidades que
con frecuencia nunca se satisfacen. Sim-
plemente preocúpese por llenar esa ne-
cesidad sin esperar nada a cambio. Usted
quedará asombrado de la renovación del
amor y el respeto que su cónyuge sentirá
por usted.
• Sea el principal defensor de su cón-
yuge. ¿Se ha encontrado alguna vez en me-
dio de un grupo en el que alguien hace un
comentario negativo acerca de su cónyuge?
¿Qué ha hecho usted si esto ha sucedido?
Es muy importante defender a su cón-
yuge estando con él en un grupo, pero es
aún más importante hacerlo cuando no
esté presente. Esto es algo que se comen-
tará después y usted estará dando un buen
ejemplo para los demás.
• Recuerde los pequeños detalles. Para
algunos es fácil hacer grandes cosas por los
demás, tal como comprar un regalo costoso
para su pareja, llevarla a un buen restauran-
te, o gastar una buena suma de dinero en
alguna diversión. Pero ¿qué sucede con las
pequeñas cosas, tales como escuchar aten-
tamente a su cónyuge para enterarse de los
detalles que a ella o a él le gustaría que us-
ted hiciera?
Tal vez a su esposa le guste que usted se
limpie los zapatos antes de entrar en la casa.
Tal vez a su esposo no le guste que le recuer-
de una y otra vez lo mismo que ya le ha re-
cordado anteriormente. Piense acerca de las
cosas que se pueden mejorar en su matrimo-
nio y trate de hacerlas lo mejor posible.
Haga una lista para que no se le olvide
nada. Siéntense a conversar acerca de las
cosas que le gustaría a cada uno que el otro
tuviera en cuenta e hiciera. Hablen de todo
esto de una manera calmada y tranquila,
recordando que ambos están dedicados a
buscar la verdadera felicidad del otro. Los
pequeños detalles significan mucho.
¿Un matrimonio
que baja del cielo?
Una cosa que todas las parejas debieran
entender es que un matrimonio no es algo
que “baje del cielo”, en el que todo marcha
a la perfección.
De hecho, es imposible disfrutar de un
matrimonio perfecto aquí en la tierra si uno
no entiende la naturaleza humana y la clase
de ayuda que se necesita para “perfeccio-
nar” un matrimonio. Ya que Dios es el crea-
dor del matrimonio y la verdadera ayuda
que todas las parejas necesitan, se despren-
de que sólo la instrucción de Dios puede
servir para “perfeccionar” un matrimonio.
La naturaleza humana es la barrera
natural más grande que se opone a que
tengamos matrimonios felices. Todos los
esposos y esposas la tienen. La naturaleza
humana es precisamente esto: la naturale-
za de los seres humanos, adquirida de Sa-
tanás, el gobernante invisible del mundo.
La naturaleza humana no es de Dios.
Es más, la naturaleza humana nunca des-
aparece en esta vida. Es egoísta por sí mis-
ma, y con frecuencia se vuelve más egoísta
cuando absorbe y adquiere el egoísmo del
mundo que la rodea.
Cuando nacen los seres humanos, nacen
“en blanco”. Pero a medida que vivimos, va-
mos llenándonos progresivamente del mun-
do guiado por Satanás que nos rodea, un
mundo construido sobre la base del egoís-
mo y el egocentrismo. Esto inevitablemente
conduce al conflicto, porque todos los in-
tereses de los seres humanos chocan, muy
especialmente cuando tienen una relación
tan estrecha como lo es el matrimonio.
Es importante saber acerca de la na-
turaleza humana y su capacidad para
oponerse a lo que de otra forma sería un
matrimonio feliz. La Biblia nos dice que
podemos vencer nuestra naturaleza huma-
na al hacer el bien o hacer buenas cosas
por los demás (Romanos 12:21). Esto es lo
que Jesucristo hizo y de esto se trata todo.
La felicidad proviene del dar. Una verdad
poco entendida es que es más bienaventu-
rado dar que recibir (Hechos 20:35). En
ninguna otra relación esto es más crucial
que en el matrimonio.
Finalmente, todas las parejas de casados
(y aquellos que están pensando en hacerlo),
deben entender que el alto grado de amor
emocional que un hombre y una mujer
sienten en el momento de casarse, es algo
que se va moderando a medida que el tiem-
po transcurre. Con un poco de entendi-
miento podemos hacer que el matrimonio
funcione mejor, y que las cosas positivas
sean más grandes e importantes que las ne-
gativas, que muy seguramente van a surgir
más tarde en el matrimonio.
Su matrimonio puede mejorar, forta-
lecerse y renovarse. Si deciden servirse
mutuamente, tendrán un matrimonio más
feliz de lo que puedan imaginarse. ¡Que
Dios los bendiga con un matrimonio feliz
y duradero! BN
Crucificado
Viene de la página 5
estos relatos se mencionan dos días santos.
En Mateo 28:1, donde Mateo escribe que
las mujeres fueron al sepulcro “pasado el
día de reposo”, la palabra griega que co-
rresponde a la frase “día de reposo” es
plural, de manera que una traducción más
acertada podría ser “pasados los días de
reposo”.
¿Cuándo resucitó Jesús?
Hemos visto, pues, que Jesucristo fue
crucificado y sepultado un miércoles, justo
antes del comienzo de un día santo anual,
no del día de reposo semanal (el sábado).
Siendo así, ¿cuándo resucitó entonces?
Como lo explicamos anteriormente, en
Juan 20:1 se nos dice que “el primer día de
la semana, María Magdalena fue de ma-
ñana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio
quitada la piedra del sepulcro”. El sol to-
davía no había salido —“aún era oscuro”,
nos dice Juan— cuando María encontró el
sepulcro vacío.
Por lo tanto, es obvio que Jesús no resu-
citó al despuntar la mañana del domingo.
Entonces, ¿cuándo resucitó? La respues-
ta es muy sencilla si nos limitamos a leer
los evangelios —y las palabras del mismo
Pascua Florida
Viene de la página 7
La influencia del paganismo
El historiador británico James Frazer
menciona cómo la Pascua Florida y sus
ritos entraron en la iglesia romana estable-
cida, junto con otras costumbres y celebra-
ciones paganas:
“Tomadas conjuntamente las fiestas pa-
ganas y cristianas, vemos cómo tienen coin-
cidencias demasiado estrechas y demasiado
numerosas para considerarlas accidentales;
ellas muestran el pacto a que se vio obligada
la iglesia en la hora de su triunfo con sus
rivales vencidas [las religiones paganas que
competían con el cristianismo dentro del
imperio], pero todavía peligrosas.
”El inflexible espíritu de protesta de los
misioneros primitivos, con sus fieras de-
nuncias del paganismo, fue tornándose en
conducta flexible, tolerancia cómoda y com-
prensiva caridad de los eclesiásticos solapa-
dos que percibieron con claridad que para
que el cristianismo conquistara el mundo
le era preciso atenuar las demasiado rígidas
Jesucristo— y simplemente aceptamos lo tuvo que haber ocurrido tres días y tres no-
que nos dicen. ches después de ser sepultado, cerca de la
Jesús dijo: “Porque como estuvo Jonás puesta del sol, al final del sábado.
en el vientre del gran pez tres días y tres Por mucho que se esfuerce uno, es im-
noches, así estará el Hijo del Hombre en posible contar tres días y tres noches entre
el corazón de la tierra tres días y tres no­ una sepultura el viernes por la tarde y una
ches” (Mateo 12:40). resurrección el domingo por la mañana. Por
Como ya hemos comprobado, Jesús fue inverosímil que pueda parecer, la tradición
sepultado —su cuerpo fue depositado “en del Viernes Santo y del Domingo de Resu-
el corazón de la tierra”— justo antes de la rrección no se basa en el testimonio de las
puesta del sol de un día miércoles. Todo lo Sagradas Escrituras ni concuerda con los
que hay que hacer es contar los días. Un hechos verdaderos. Sin embargo, cuando
día y una noche nos llevan a la puesta del examinamos todos los detalles registrados
sol del jueves. Otro día y otra noche nos en los evangelios y los comparamos con las
llevan a la puesta del sol del viernes. Y un palabras de Jesús mismo, podemos ver la
tercer día y una tercera noche nos llevan a verdad, y todo encaja a la perfección.
la puesta del sol del sábado. Las palabras del ángel, que tanto asom-
De acuerdo con las palabras del mismo Je- braron a las mujeres en el sepulcro vacío,
sús, él resucitaría tres días y tres noches des- fueron absolutamente ciertas: “No temáis
pués de su sepultura, alrededor de la misma vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús,
hora, es decir, a la puesta del sol. ¿Concuerda el que fue crucificado. No está aquí, pues
esto con las Escrituras? Sí, porque como leí- ha resucitado, como dijo” (Mateo 28:5-6).
mos, él ya había resucitado y abandonado el No se aferre a tradiciones e ideas reli-
sepulcro cuando María llegó el domingo por giosas que no se basan en el testimonio
la mañana, “siendo aún oscuro”. de las Escrituras. Asegúrese de que sus
Aun cuando no había nadie en los al- propias creencias y prácticas estén firme-
rededores para presenciar su resurrección mente enraizadas en las enseñanzas de la
(que se llevó a cabo dentro de un sepulcro Biblia. ¿Está usted dispuesto a comprome-
custodiado por guardias armados), las pro- terse a adorar a Dios conforme a la verdad
pias palabras de Jesús y los detalles regis- bíblica y no de acuerdo con las tradiciones
trados en los evangelios comprueban que humanas? BN
reglas de su fundador, ensanchando algún Istar, cuya adoración está directa y explíci-
tanto la puerta estrecha que conduce a la sal- tamente condenada en la Biblia. Las anti-
vación” (La Rama Dorada, 1979, p. 417). guas prácticas y símbolos de la fertilidad
En resumen, para aumentar y ampliar asociados con su culto ya existían mucho
el atractivo de la nueva religión “cristiana” antes de Cristo y, desgraciadamente, han
en aquellos primeros siglos, las poderosas reemplazado y desvirtuado la verdad acer-
autoridades eclesiásticas romanas, con el ca de su muerte y resurrección.
apoyo del Imperio Romano, simplemente Muchos de los que profesan ser cristia-
adoptaron los ritos y prácticas de las re- nos pueden hacerse esta pregunta al verse
ligiones paganas, las rebautizaron como confrontados con estos hechos acerca de
“cristianas” y crearon un tipo de cristianis- la Pascua Florida: Con tantos millones de
mo completamente nuevo, con costumbres cristianos bien intencionados, ¿por qué
y enseñanzas diametralmente opuestas a Dios no habría de sentirse complacido?
las de la iglesia que Jesús fundó. Pero Jesús ya dio la respuesta en Mateo
El cristianismo auténtico de la Biblia 15:9 donde, refiriéndose a su Padre, dijo:
casi desapareció por completo, y fue forza- “En vano me honran, enseñando como
do a la clandestinidad por la persecución, doctrinas, mandamientos de hombres”.
ya que sus seguidores rehusaron contem- ¿Cómo va a decidir usted adorar a Dios, en
porizar con semejante sistema. espíritu y en verdad (Juan 4:23), o según
La Pascua Florida no representa fiel- fraudes y fábulas? BN
mente el sufrimiento, la muerte y la resu-
rrección de Jesucristo, aunque así lo con-
sideren quienes aceptan ciegamente las
tradiciones religiosas. En realidad, este fes-
tival desvirtúa la verdad al respecto porque
está relacionado con la diosa babilónica
Astarté, también conocida como Astoret o
CORRECCIÓN
En el número de noviembre-diciembre de 2006
de Las Buenas Noticias, en la página 4 apare-
ció el siguiente texto: “un año-luz equivale a
nueve millones de kilómetros”. La cifra correc-
ta es nueve mil cuatrocientos sesenta billones
(9.460.000.000.000) de kilómetros.
Marzo-Abril de 2007 17
¿Tiene Dios un plan
para el hombre?
or qué existimos? ¿Tiene nuestra vida un propósito, o somos el
producto de una serie de “coincidencias” cósmicas y de las fuerzas
ciegas de la evolución?
¿Estamos destinados a perfeccionar el arte de la guerra hasta el
punto de aniquilar toda forma de vida en nuestro planeta? ¿Moriremos
víctimas de una ola de enfermedades virulentas, o tal vez envenenados
por un medio ambiente tóxico? ¿O podemos esperar un futuro en el
que verdaderamente reinarán la paz, la salud y el bienestar para todos?
¿Qué es, en realidad, lo que nos depara el futuro?
Las buenas noticias son que nuestro Creador está llevando a cabo
un plan maestro. Este plan está representado en una serie de fiestas
santas que ponen de manifiesto el asombroso potencial que tiene
todo ser humano: el propósito mismo de nuestra existencia.
El folleto Las fiestas santas de Dios le ayudará a entender el maravilloso
futuro que le espera al género humano. Para recibir esta publicación, sin costo
ni obligación de su parte, sólo tiene que
solicitarla a nuestra dirección más cercana
a su domicilio. O si prefiere, puede des-
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cargarla directamente de nuestro portal en
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www.IglesiadeDiosUnida.org.
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