jueves, 6 de octubre de 2011

Háblales de Jesús

miércoles 5 de octubre de 2011

A partir de las cinco

El colegio Torrevelo, en el que tengo la fortuna de trabajar como uno de sus dos capellanes, es para mí un remanso de paz.

Uno de mis mejores momentos es el recreo de después de las comidas, especialmente cuando hace buen tiempo. Bajar a uno de los bancos y sentarme allí, respirando el aire puro, contemplando el paisaje y observando cómo juegan y se divierten los alumnos, tiene para mí valor terapéutico. Con frecuencia vienen a sentarse conmigo algunos de los pequeños, especialmente aquellos a los que no les gusta jugar al fútbol. Bueno, se sienten atraídos por el poder de las "chucherías" o golosinas, que en alguna ocasión pongo a su disposición. Bastantes se acercan con esa intención y se vuelven a sus juegos cuando ven que el objeto de sus deseos no ha sido alcanzado. Hay momentos de tranquilidad absoluta y otros en los que no me dejan tranquilo. En ambos casos me siento a mis anchas.

A finales del curso pasado, cuando ya el sol comenzaba a calentar y apetecía "saborearlo", fui a sentarme a uno de los bancos y le comenté a uno de los profesores: "¡esto es el paraíso!". Como respuesta, él sólo añadió: "Sí, a partir de las cinco".

El comentario me hizo gracia y me dio motivo de reflexión. El profesor cumple una misión distinta de la mía. Él debe de vigilar y mantener la disciplina. En mi caso, en cambio, no hay ninguna responsabilidad en este sentido.

El lugar donde acudo con tanta frecuencia es realmente bonito y si el clima acompaña es también delicioso. Sin embargo, el motivo que me lleva allí no es la belleza del paisaje. A pocos minutos de allí, se pueden contemplar maravillas como la que veis en esta imagen. No me costaría nada dar un paseo y acercarme a contemplar esas maravillas de la naturaleza. No.

He pensado muchas veces que lo que me llena es precisamente la presencia de los niños. A partir de las cinco de la tarde, cuando ellos se van a sus casas, ese lugar pierde su encanto. Y he pensando también que Dios nuestro Padre debe de estar en su banco del Cielo, contemplando cómo nos esforzamos por portarnos bien en este mundo, aunque a veces confundamos el "portarnos" bien con el "pasarlo" bien. En el fondo, lo que me ocurre es sencillamente que Dios me ha dado una participación de su paternidad. Eso explica que para mí esos ratos en el patio del colegio Torrevelo sean el paraíso.


sábado 17 de septiembre de 2011

Ahora que comienzan las catequesis

Ahora que comienzan las catequesis, os recomiendo un excelente recurso didáctico muy útil tanto para los catequistas como para los padres de familia.

Se trata de un complemento al Catecismo de la Conferencia Episcopal Española y cuenta con el permiso de esta institución. Consiste en un conjunto de herramientas multimedia que siguen perfectamente el índice del catecismo Jesús es el Señor. Ha sido desarrollado por Arguments.

Ahora que comienzan las catequesis os invito también a que os sirváis de nuestro subsidio para los catequistas que quieren seguir también el programa de Jesús es el Señor. Podéis encontrar el esquema con los enlaces aquí.

miércoles 14 de septiembre de 2011

Es perfectamente lógico explicar la Santa Misa desde la contemplación de la Pasión de Jesucristo. Sin embargo, no es fácil hacerlo.

Un hijo espiritual de san Pío de Pietrelcina escuchó esta explicación de labios de su maestro y ahora la comparte con nosotros: clicar aquí y ver la presentación. En su sencillez, se trata de una explicación profunda y original, que nos ayudará a vivir la Santa Misa como lo que es en realidad: la renovación incruenta del sacrificio de la Cruz.

domingo 11 de septiembre de 2011

ser monja + cómo ser monja + hacerse monja



Me he enterado por un artículo aparecido en ReL que sois una barbaridad de chicas las que buscáis por Internet un lugar para la fe y la oración. Un lugar donde vivir en comunidad esa experiencia del amor a Dios y a los hermanos. Y quiero acercarme a vosotras para deciros lo que conozco acerca de este tema, por si os puede ser de alguna utilidad.

Ordenes religiosas femeninas hay un sinfín, tantas que ni siquiera se sabe cuántas son. La cuestión está en elegir lo que mejor le vaya a cada una y eso a veces se presenta crudo. Sobre todo porque la mayoría de la gente no tiene porqué conocer a ninguna orden personalmente, y además hay que tener muy claro si una quiere ser contemplativa o activa, pero por si ayuda ... os voy a contar el caso de mi hija:

Ella tenía su trabajo y también conocía y mantenía la amistad con la Fraternidad Misionera del Verbum Dei a quienes trataba desde que inició sus estudios en la Universidad y esto gracias a una amiga que cursaba la misma carrera. Como he dicho ya trabajaba pero, por "pura casualidad", casi en la misma población donde residían estas Misioneras. Así que las empezó a visitar con más frecuencia hasta ... que finalmente les pidió alojarse con ellas, ya que regresar después del trabajo hasta la población en donde vivía se le hacía cada vez más pesado.

Mi hija venía por casa los fines de semana y a mí no me parecía que se inclinaba más hacia estas mujeres, ni mucho menos, y así fue pasando todo el curso. Y hacia el final del verano, sin saber explicarse ella cómo, y menos yo, se vio literalmente empujada a pedir el ingreso en esta Fraternidad. Empezó a darse cuenta de que todo es GRACIA y que por ese motivo se hallaba allí en ese momento, y que era, a la postre, en donde Dios la quería.

Ahora hace un año de eso y sigue siendo la que es de siempre, y en todo caso puede que un poco mejor. Está más feliz, radiante. Conserva su personalidad y sus gustos y tiene mayor empeño en ayudar y servir. Me parece todo bueno.
En su comunidad lo que hace actualmente es seguir con su trabajo y orar mucho entre la Misa, el Rosario, las Laudes, las Vísperas, y los momentos de Adoración Eucarística personal (tres horas diarias ante el Señor; como todas las demás).
Es una comunidad con mucho ajetreo pues reciben a mucha gente; en la JMJ, por ejemplo, a 600 peregrinos de todo el mundo, y en estos momentos hay 80, entre Misioneros y Misioneras de los que están en formación, realizando su retiro anual. Por esto mismo no se puede considerar una comunidad standard pues la mayoría de ellas habitan en pequeños pisos, como unas cuatro Misioneras, desde donde realizan su trabajo de apostolado, oración y manutención de su comunidad. Antes, todas pasan por un tiempo de formación en el que estudian Teología. Y los votos perpétuos suelen hacerlos a los 9 años de ser recibidas en la Fraternidad.

Os diré, además, que esta Fraternidad es una de las Nuevas Formas de vida consagrada pues engloba tanto a Misioneros como Misioneras y también matrimonios. Todavía vive su Fundador y tienen pequeñas comunidades diseminadas por todo el mundo. En la casita de mi hija ahora las que hay son una de Honduras, otra de México, otra de Croacia, otra de Filipinas y ella de España, pero el año pasado hubo también una chica de EEUU que era china y ya regresó para allá.

En fin esta es una de las alegrías y gracias del Verbum Dei, su multitud de colores y sonrisas pues las distintas razas y costumbres que sistemáticamente conviven juntas hace que la vida entre las gentes se vea como una sinfonía de amistad y trabajo por el bien y la paz.

Pensaréis que porqué hago esta publicidad al Verbum Dei, pues bien, no lo hago porque mi hija se haya metido en una orden donde sólo queden ya de las mayores pues la mayoría son jóvenes y creo que entre todas las de 30 años habrán más de 500, ni tampoco porque se sientan solas, ni nadie me ha dicho que lo haga ni nadie me paga, es más no tenía ninguna gana de hablar en mi blog sobre el ingreso de mi hija en la Fraternidad, y esto no sé bien porqué, pero me doy cuenta de que muchas de vosotras estáis buscando ALGO y quizá pueda estar aquí, en el Verbum Dei, y estaré contenta con haberte sido de ayuda, aunque no te conozca.

Un abrazo, ah y por si conoces algún chico en tu situación le puedes hablar de la rama de Misioneros, ellos viven en sus pisos y la mayoría son sacerdotes. En fin ... ¡todo un mundo! que podéis visitar en la página de la Fraternidad:



Igual sueñas con ponerte hábito y ser testigo con él, pues verás que no lo llevan y te diré que más de una de estas chicas acariciaba esa idea, pero ... en mi blog alguna anécdota hay ya en la etiqueta "Verbum Dei". Y en la foto creo que se ven unas 21 Misioneras (igual alguna no lo es) de las jóvenes, la mayoría en formación. Hay de muchos lugares, así de vista sé que hay de México, Honduras, Brasil, Filipinas, China, Portugal, Italia, Croacia, España, y seguro que algún otro país que se me pasa. Y os aseguro que la alegría que se ve no es de pose, no, es una constante.



Entrada original en Por ti madrugo


sábado 3 de septiembre de 2011

Jesús es el Señor: sesión cuadragésima


DAMOS GRACIAS A DIOS POR LA ENTREGA DE JESÚS


Eucaristía es una palabra griega que significa acción de gracias.


La Misa es la fiesta en la que celebramos la Eucaristía.


La noche antes de morir, el Jueves Santo, Jesús quiso celebrar la Eucaristía junto con sus discípulos. Al día siguiente moriría por nosotros en la Cruz. Judas le entregaría a los sumos sacerdotes por treinta monedas de plata. Pedro le negaría tres veces. La mayoría de sus discípulos le abandonarían. Si esto es así: ¿de qué daba gracias a Dios? Era un momento muy duro, en el que cargaría con el peso de los pecados de todos los hombres.


Para que lo entiendas mejor te voy a poner un ejemplo. Todos sabemos lo que es un virus. Un microorganismo que infecta el cuerpo y que se contagia con mucha facilidad. Cuando en una ciudad entra un virus, las autoridades ponen en cuarentena a los infectados para que no puedan contagiar a nadie. A veces eso no es posible y entonces el virus se extiende por la población produciendo la muerte de muchas personas.


En esas situaciones, todos los científicos se esfuerzan en encontrar un antídoto, es decir, una medicina que se pueda suministrar para curar a los infectados o bien una vacuna, que se administra a los sanos para evitar que se contagien. En el momento en que uno descubre el antídoto o la vacuna, todo el mundo es feliz, celebran una fiesta y agradecen al descubridor de la medicina todo el bien que ha hecho por la comunidad.


Pues Jesús, durante la Última Cena del Jueves Santo, dio gracias a Dios porque nos iba a entregar el antídoto para curar los pecados de los hombres, de manera que la muerte ya no tuviese poder sobre nosotros. La Cruz es la señal del cristiano. De ella nos vienen todos los bienes para los hombres. En la Cruz, Jesús venció las fuerzas del mal que hay en el mundo y nos abrió las puertas del Cielo. Del costado abierto de Jesús, salió sangre y agua, que son el símbolo de los sacramentos de la Nueva Alianza.


En la Eucaristía nosotros -junto al Sacerdote- celebramos la renovación incruenta (sin derramamiento de sangre) del sacrificio de la Cruz, que se hace presente sobre el altar y en el que recibimos el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo que se entrega a nosotros realmente bajo las especies eucarísticas (el pan y el vino). Jesús daba gracias al Padre por habernos regalado este don maravilloso: los sacramentos del Orden, del Bautismo y de la Eucaristía. Por el Sacramento del Orden, los discípulos de Jesús que lo reciben pueden celebrar con su poder el sacrificio de la Misa; por el sacramento del Bautismo, los fieles pueden ofrecer sus cuerpos a Dios como ofrenda agradable y por la Eucaristía todos se unen a la acción de gracias que Jesucristo ofrece a su Padre Dios eternamente.


La Eucaristía es el sacramento mediante el que nosotros podemos convertir todas las situaciones negativas y dolorosas en sacrificios agradables a Dios y, por lo tanto, en realidades buenas y santificables. La Cruz, de ser un instrumento horrible de tortura, se convirtió, gracias a la Eucaristía, en camino de salvación: "el que quiera ser mi discípulo que tome su cruz de cada día y me siga", dijo el Señor. La Eucaristía es el Sacramento en el que damos gracias a Dios por habernos dado la fuerza de tomar cada día la santa Cruz y seguirlo.


No celebramos la Eucaristía únicamente cuando las cosas nos salen bien, sino que siempre y en todos lugares debemos agradecer a Dios este regalo maravilloso.


En la Plegaria Eucarística el sacerdote repite las mismas palabras y los mismos gestos que hizo Jesús en la Última Cena:

  • Bendice las ofrendas del pan y del vino y da gracias a Dios Padre porque el Espíritu Santo las transformará en su Cuerpo y su Sangre: esa conversión eucarística es el símbolo perfecto de la transformación de los fieles, pues también ellos en la Eucaristía se convierten en el Cuerpo de Cristo, son otros Cristos, el mismo Cristo. En el sacramento de la Eucaristía nuestros corazones de piedra se convierten en corazones de carne, capaces de amar con el Amor de Cristo.
  • Ofrece su Cuerpo y su Sangre para que los discípulos lo coman y la beban. "Tomad y comed...", "Tomad y bebed..."
  • De esta manera cumplen lo que el mismo Jesús les encomendó: "haced esto en conmemoración mía".
  • Reza por toda la Iglesia: por el Papa, los Obispos; también por los vivos y los difuntos.
Al terminar la Plegaria eucarística, el sacerdote eleva el cáliz y la patena mientras dice en alta voz (o cantando): "Por Cristo, con Él y en Él a Ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos". Todos respondemos al unísono: "Amén".

Fórmulas de la Fe

75. ¿Qué nos enseñan los Diez Mandamientos?

Los Diez Mandamientos nos enseñan el camino para llegar a Dios y así ser felices y hacer felices a los demás.

76. ¿Qué nos enseño Jesús sobre los Mandamientos?

Jesús nos enseñó a no separar nunca el amor a Dios del amor a nuestros hermanos.

jueves 1 de septiembre de 2011

Peques y pecas

Hoy me limito a reseñar un estupendo blog de catequesis familiar dirigido sobre todo a los más pequeños. Se titula Peques y pecas y tiene muchas páginas que serán de utilidad a los padres y madres de familia que quieren hacer divertida la educación de la fe.

Así se presenta su autora:

"Mi nombre es Mento, soy una mamá de dos niños: Lucía de ocho años e Iván de cuatro. Estoy felizmente casada con Pepe e intentamos transmitir la fe en Jesucristo a nuestros hijos. Somos unas familia Cristiana. ¿Y qué quiere decir esto? Pues que intentamos vivir cada día comportandonos como a al Señor le gusta que seamos. A Jesús le gusta que sus amigos hagan cosas buenas como tambien Él las hace.
Te invito a que participes en este proyecto de evangelización diriguida a los pequeños de la casa. Seguro que a ellos tambien les gustará pasear por este blog que pretendo que sea para ellos un lugar donde conocer al Señor, pero donde puedan hacerlo de forma que ellos se puedan divertir".



Ojalá otros muchos padres y madres se decidieran a compartir con los demás sus experiencias en la educación de la fe. Vosotros sois los primeros catequistas y nadie mejor que vosotros sabe cómo comunicarse con esos peques, divino locos.

Jesús es el Señor: sesión trigésimo novena

ESCUCHAMOS LA PALABRA DE DIOS


Cuando participes en la Eucaristía en tu parroquia, procura identificar tres lugares muy importantes situados en el presbiterio. (El presbiterio es el espacio en el que se desarrolla el culto eucarístico).


Estos tres lugares son el altar, el ambón y la sede.


El altar es la mesa del pan eucarístico, en donde se realiza el sacrificio. Es el símbolo del sacerdocio de Cristo.


El ambón es la mesa de la Palabra. De ella hablaremos hoy de manera particular. Es el símbolo de Cristo Maestro y profeta.


La sede es el lugar donde se sienta el celebrante. En las iglesias catedrales, la sede es particularmente importante por que allí se sienta el Obispo y desde allí preside y apacienta su diócesis. Es el símbolo de Cristo Pastor y Rey.


En la mesa de la Palabra -que recibe el nombre de ambón- la Iglesia celebra la liturgia de la Palabra. Podemos distinguir varios momentos.


1ª Las lecturas. (Los domingos y fiestas se suelen leer dos lecturas: una primera del Antiguo Testamento y una segunda que se toma del libro de los Hechos de los Apóstoles o de alguna de las epístolas).


En las lecturas es muy importante que el lector se dé cuenta de que no está leyendo sólo para sí mismo sino que está proclamando la Palabra de Dios, que debe de servir de alimento espiritual a los oyentes. Eso significa que debe de leer despacio, vocalizando, en voz alta y clara, sin chillar, cuidando las pausas.


Antes de leer, el lector hará bien en ensayar un poco antes en el mismo ambón: preguntando qué tiene que decir exactamente: por ejemplo, no hay que decir nunca primera lectura, porque eso se da por entendido, y siempre hay que acabar con la expresión clara y distinta: Palabra de Dios. A lo que la asamblea responderá diciendo: - Te alabamos Señor.


Después de la Primera Lectura, tiene lugar el Salmo responsorial. Por lo general, es conveniente que quien entone o lea el salmo sea alguien distinto al lector de la primera lectura. De esta manera, se podrá comprender mejor que mientras la Primera Lectura es Dios quien habla a su pueblo; en el Salmo responsorial, en cambio, es la Iglesia la que responde agradecida, elevando su voz hacia el Señor. El salmista es un oficio importante. Los salmistas suelen ser buenos cantores.


El Papa muestra el Evangeliario


El Sacerdote dice "El Señor esté con vosotros" y el pueblo responde: "Y con tu Espíritu". A continuación el Sacerdote hace la señal de la Cruz sobre el libro (para indicar y manifestar la presencia de Cristo en esa Palabra), en la mente, en los labios y en el corazón. Mientras tanto dice el Evangelio que va ser a proclamado, a lo que el pueblo responde también signándose en la frente, en los labios y en el pecho y diciendo estas palabras: gloria a ti Señor.


Al terminar la lectura del Evangelio, el sacerdote besa el libro y pronuncia con solemnidad: Palabra del Señor.


Fórmulas de la Fe


73. ¿Cuál es el mayor obstáculo para seguir a Jesús?


El mayor obstáculo para seguir a Jesús es olvidarnos de Él y de sus mandatos en la vida diaria.


74. ¿Cómo seguir a Jesús?


Seguimos a Jesús cumpliendo la voluntad de Dios, manifestada en los Diez Mandamientos, tal y como los vivió y nos los enseñó Jesús y nos ha transmitido la Iglesia.

martes 30 de agosto de 2011

Preparados para la entrega

Una de las principales enseñanzas del Concilio Vaticano II es ésta: el ser humano, "única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí mismo, no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás (Gaudium et spes, 24).

Esta afirmación tiene una inmediata consecuencia práctica en el ámbito educativo. Los padres deben educar a sus hijos para que vivan esa vida de entrega desde muy temprana edad.

Desgraciadamente, abundan los padres y madres de familia que adoptan planteamientos radicalmente contrarios. Quieren que sus hijos sean buenos -buenas personas, buenos profesionales e incluso buenos cristianos- pero al mismo tiempo les transmiten un principio rector: el evitar las decisiones radicales y los compromisos vocacionales. No se trata sólo de proteger la libertad de los menores de edad, lo cual es laudable, sino de prevenir como rechazable o inadecuada toda vocación religiosa. Educan a los hijos para la libertad y les señalan la "entrega" como un mal a evitar.

La verdadera educación que busca el bien íntegro del educando deberá abrazar un respeto absoluto y un amor muy grande tanto a la libertad como a la entrega de la persona. Sin libertad, no puede existir la entrega. Sin la entrega, la libertad es ilusoria. La libertad sólo se vive en plenitud cuando la persona se encuentra a sí misma en el don sincero de sí a los demás.

Esta entrega amorosa puede comenzarse a vivir ya en una edad temprana. Los padres y madres de familia pueden enseñar a sus hijos a que practiquen las virtudes cristianas mediante las cuales se articula o estructura el don de la persona en el amor. Explicándoles la máxima de que hay más alegría en el dar que en el recibir, los educadores mostrarán la grandeza de la vocación cristiana. Les prepararán para que un día estén dispuestos a secundar la llamada divina, cuando ésta se produzca.

Mientras los niños son menores de edad, los padres pueden con toda razón evitar todo compromiso jurídico radical de sus hijos, precisamente porque protegen su libertad. Sin embargo, deberán formar a sus hijos para que estén preparados a decir que sí a la llamada de Dios cuando ésta se manifieste en sus corazones y mientras se mantenga en ese ámbito personal. Son muchos los santos que han advertido la vocación divina durante la infancia. La primera actitud es perfectamente compatible con la educación a la entrega de la persona. Sin embargo, muchas veces los padres y madres de familia se dejan llevar por prejuicios y bajo el pretexto de proteger la débil voluntad de los menores promueven una educación sin entrega. En esos ambientes es casi imposible que pueda surgir la vocación cristiana.

Por otra parte, se corre el peligro de que toda la educación recibida sea estéril incluso desde el punto de vista meramente humano. En vez de haber sido preparadas para la entrega de sí a los demás, habrán sido aleccionadas para reservarse sin comprometer nunca la libertad.
Háblales de Jesús

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