"El Espíritu del Señor está sobre mi, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la Liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la Libertad a los oprimidos y Proclamar un año de Gracia del Señor" Lc 4,18-19
viernes 26 de febrero de 2010
SOLO A TI TE QUIERO, SOLO A TI TE NECESITO!
EL HOMBRE SOLO TIENE DOS CAMINOS. CUÁL ELIJES TU?. V
VE EN ESTE VIDEO HASTA DÓNDE LLEGA EL AMOR DEL SEÑOR POR TI, POR MI, POR CAD UNO DE NOSOTROS.
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DESARROLLO DE LOS TEMAS DEL SEMINARIO DE VIDA EN EL ESPÍRITU
LA PROMESA DEL PADRE ES PARA TI
A través de los siglos, los profetas anunciaron que un día Dios daría su Espíritu a los hombres: “A fin será derramado desde arriba sobre nosotros Espíritu y el desierto se convertirá en vergel” (Is 32,15)
“Y os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un Espíritu nuevo, quitare de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Infundiré mi Espíritu en vosotros y are que os conduzcáis según mis preceptos y observeis y practiquéis mis normas” (Ez 36,26-27)
“Sucederá después de esto que yo derramare mi espíritu en toda carne” (Jl 3,2)
Juan el Bautista
Ultimo profeta del antiguo testamento
“Yo os bautizo con agua; pero viene el que es mas fuerte que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias.El os bautizara en el Espíritu Santo y Fuego” (Lc3, 16)
Antes de morir Jesús, prometió a sus discípulos que le enviaría el Espíritu Santo: “Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Por vuestra parte permaneced en la ciudad, hasta que seáis revestido de poder desde lo alto” (Lc24, 49)
“Cuando venga el Paráclito, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre y que yo enviare de junto al Padre, él dará testimonio de mi” (Jn15, 26)
“Les mando que no se ausenten de Jerusalén, sino que aguardasen la Promesa del Padre, que oísteis de mi: que Juan bautizo con agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días” (He 1,8)
Cuando Jesús hablaba de la venida del Espíritu Santo la llamaba “LA PROMESA DEL PADRE”. Se trataba, por tanto de un compromiso de Dios con los hombres através de Jesús.
Jesús había venido a traer una nueva vida, pero esta no se podía vivir sin un Espíritu nuevo y un corazón nuevo. El corazón del hombre solo puede ser cambiado por Dios. Se necesita, la renovación interior del hombre por el Espíritu de Dios que lo transforme.
Jesús glorificado nos envía su Espíritu. No solo obtenemos el derecho de llamarnos hijos de Dios sino que nos capacita para vivir como tales.
La obra de salvación no consiste nada mas en ser perdonados de nuestros pecados, sino en la transformación de nuestro corazón pecador en un corazón como el de Jesús.
La acción del Espíritu en el hombre le hace cambiar todos sus apetitos, criterios y valores. Ya no sigue los deseos de la carne. El hombre espiritual, habitado por el Espíritu, transformado por el Espíritu, desea, quiere y hace las obras del Espíritu.
El Cumplimiento de la Promesa
Como Jesús siempre cumple lo que promete. Envío desde el cielo al Espíritu Santo.
(He2, 1-4)
a) En verdad conocieron la persona y la misión de Jesús
b) Transformo su corazón
c) Jesús centro de su vida
d) Comenzaron a testificar con palabras poderosas
e) El nacimiento de la Iglesia
f) Glorificaban a Dios
ESA PROMESA TAMBIÉN ES PARA TI
(He 2,38-39)
Condición
Tener sed:
Jn7, 37-39 Lc11, 9-13 Ap22, 17b
Dinámica y oración
Bibliografía:
CATIC 1091- 1109
Id y Evangelizad a los Bautizados- José H. Prado Flores
Renovación Carismática Católica “Vida en el Espíritu Santo” Editorial Kyrios
La Palabra de Dios
A través de los siglos, los profetas anunciaron que un día Dios daría su Espíritu a los hombres: “A fin será derramado desde arriba sobre nosotros Espíritu y el desierto se convertirá en vergel” (Is 32,15)
“Y os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un Espíritu nuevo, quitare de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Infundiré mi Espíritu en vosotros y are que os conduzcáis según mis preceptos y observeis y practiquéis mis normas” (Ez 36,26-27)
“Sucederá después de esto que yo derramare mi espíritu en toda carne” (Jl 3,2)
Juan el Bautista
Ultimo profeta del antiguo testamento
“Yo os bautizo con agua; pero viene el que es mas fuerte que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias.El os bautizara en el Espíritu Santo y Fuego” (Lc3, 16)
Antes de morir Jesús, prometió a sus discípulos que le enviaría el Espíritu Santo: “Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Por vuestra parte permaneced en la ciudad, hasta que seáis revestido de poder desde lo alto” (Lc24, 49)
“Cuando venga el Paráclito, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre y que yo enviare de junto al Padre, él dará testimonio de mi” (Jn15, 26)
“Les mando que no se ausenten de Jerusalén, sino que aguardasen la Promesa del Padre, que oísteis de mi: que Juan bautizo con agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días” (He 1,8)
Cuando Jesús hablaba de la venida del Espíritu Santo la llamaba “LA PROMESA DEL PADRE”. Se trataba, por tanto de un compromiso de Dios con los hombres através de Jesús.
Jesús había venido a traer una nueva vida, pero esta no se podía vivir sin un Espíritu nuevo y un corazón nuevo. El corazón del hombre solo puede ser cambiado por Dios. Se necesita, la renovación interior del hombre por el Espíritu de Dios que lo transforme.
Jesús glorificado nos envía su Espíritu. No solo obtenemos el derecho de llamarnos hijos de Dios sino que nos capacita para vivir como tales.
La obra de salvación no consiste nada mas en ser perdonados de nuestros pecados, sino en la transformación de nuestro corazón pecador en un corazón como el de Jesús.
La acción del Espíritu en el hombre le hace cambiar todos sus apetitos, criterios y valores. Ya no sigue los deseos de la carne. El hombre espiritual, habitado por el Espíritu, transformado por el Espíritu, desea, quiere y hace las obras del Espíritu.
El Cumplimiento de la Promesa
Como Jesús siempre cumple lo que promete. Envío desde el cielo al Espíritu Santo.
(He2, 1-4)
a) En verdad conocieron la persona y la misión de Jesús
b) Transformo su corazón
c) Jesús centro de su vida
d) Comenzaron a testificar con palabras poderosas
e) El nacimiento de la Iglesia
f) Glorificaban a Dios
ESA PROMESA TAMBIÉN ES PARA TI
(He 2,38-39)
Condición
Tener sed:
Jn7, 37-39 Lc11, 9-13 Ap22, 17b
Dinámica y oración
Bibliografía:
CATIC 1091- 1109
Id y Evangelizad a los Bautizados- José H. Prado Flores
Renovación Carismática Católica “Vida en el Espíritu Santo” Editorial Kyrios
La Palabra de Dios
Etiquetas: ENSEÑANZAS
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martes 16 de febrero de 2010
VIVIR COMO CRISTIANOS CATÓLICOS LA CUARESMA !!!!!!
Significado del carnaval al inicio de la CuaresmaLa palabra carnaval significa adiós a la carne y su origen se remonta a los tiempos antiguos en los que por falta de métodos de refrigeración adecuados, los cristianos tenían la necesidad de acabar, antes de que empezara la Cuaresma, con todos los productos que no se podían consumir durante ese período (no sólo carne, sino también leche, huevo, etc.) Con este pretexto, en muchas localidades se organizaban el martes anterior al miércoles de ceniza, fiestas populares llamadas carnavales en los que se consumían todos los productos que se podrían echar a perder durante la cuaresma.Muy pronto empezó a degenerar el sentido del carnaval, convirtiéndose en un pretexto para organizar grandes comilonas y para realizar también todos los actos de los cuales se "arrepentirían" durante la cuaresma, enmarcados por una serie de festejos y desfiles en los que se exaltan los placeres de la carne de forma exagerada, tal como sigue sucediendo en la actualidad en los carnavales de algunas ciudades, como en Río de Janeiro o Nuevo Orleans.El ayuno y la abstinencia El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne. Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre.La oración La oración en este tiempo es importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder cambiar lo que necesitemos cambiar de nuestro interior. Necesitamos convertirnos, abandonando el pecado que nos aleja de Dios. Cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad. Para que nuestra oración tenga frutos, debemos evitar lo siguiente:La hipocresía: Jesús no quiere que oremos para que los demás nos vean llamando la atención con nuestra actitud exterior. Lo que importa es nuestra actitud interior. La disipación: Esto quiere decir que hay que evitar las distracciones lo más posible. Preparar nuestra oración, el tiempo y el lugar donde se va a llevar a cabo para podernos poner en presencia de Dios. La multitud de palabras: Esto quiere decir que no se trata de hablar mucho o repetir oraciones de memoria sino de escuchar a Dios. La oración es conformarnos con Él; nuestros deseos, nuestras intenciones y nuestras necesidades. Por eso no necesitamos decirle muchas cosas. La sinceridad que usemos debe salir de lo profundo de nuestro corazón porque a Dios no se le puede engañar. El sacrificio Al hacer sacrificios (cuyo significado es "hacer sagradas las cosas"), debemos hacerlos con alegría, ya que es por amor a Dios. Si no lo hacemos así, causaremos lástima y compasión y perderemos la recompensa de la felicidad eterna. Dios es el que ve nuestro sacrificio desde el cielo y es el que nos va a recompensar. “Cuando ayunéis no aparezcáis tristes, como los hipócritas que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo, ya recibieron su recompensa. Tú cuando ayunes, úngete la cabeza y lava tu cara para que no vean los hombres que ayunas, sino Tu Padre, que está en lo secreto: y tu padre que ve en lo secreto, te recompensará. “ (Mt 6,6)” ConclusiónComo vemos, la ceniza no es un rito mágico, no nos quita nuestros pecados, para ello tenemos el Sacramento de la Reconciliación. Es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión. Es el inicio del camino de la Cuaresma, para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día de su triunfo que es el Domingo de Resurrección. Debe ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a donde vamos, de analizar como es nuestro comportamiento con nuestra familia y en general con todos los seres que nos rodean.En estos momentos al reflexionar sobre nuestra vida, debemos convertirla de ahora en adelante en un seguimiento a Jesús, profundizando en su mensaje de amor y acercándonos en esta Cuaresma al Sacramento de la Reconciliación (también llamado confesión), que como su nombre mismo nos dice, representa reconciliarnos con Dios y sin reconciliarnos con Dios y convertirnos internamente, no podremos seguirle adecuadamente.Está Reconciliación con Dios está integrada por el Arrepentimiento, la Confesión de nuestros pecados, la Penitencia y finalmente la Conversión.El arrepentimiento debe ser sincero, reconocer que las faltas que hemos cometido (como decimos en el Yo Pecador: en pensamiento, palabra, obra y omisión), no las debimos realizar y que tenemos el firme propósito de no volverlas a cometer.La confesión de nuestros pecados.- el arrepentimiento de nuestras faltas, por sí mismo no las borra, sino que necesitamos para ello la gracia de Dios, la cual llega a nosotros por la absolución de nuestros pecados expresada por el sacerdote en la confesión.La penitencia que debemos cumplir empieza desde luego por la que nos imponga el sacerdote en el Sacramento de la Reconciliación, pero debemos continuar con la oración, que es la comunicación íntima con Dios, con el ayuno, que además del que manda la Iglesia en determinados días, es la renuncia voluntaria a diferentes satisfactores con la intención de agradar a Dios y con la caridad hacia el prójimo.Y finalmente la Conversión que como hemos dicho es ir hacia delante, es el seguimiento a Jesús.Es un tiempo de pedir perdón a Dios y a nuestro prójimo, pero es también un tiempo de perdonar a todos los que de alguna forma nos han ofendido o nos han hecho algún daño. Pero debemos perdonar antes y sin necesidad de que nadie nos pida perdón, recordemos como decimos en el Padre Nuestro, muchas veces repitiéndolo sin meditar en su significado, que debemos pedir perdón a nuestro Padre, pero antes tenemos que haber perdonado sinceramente a los demás. Y terminemos recorriendo al revés nuestra frase inicial, diciendo que debemos escuchar y leer el Evangelio, meditarlo y Creer en él y con ello Convertir nuestra vida, siguiendo las palabras del Evangelio y evangelizando, es decir transmitiendo su mensaje con nuestras acciones y nuestras palabras.
Etiquetas: ENSEÑANZAS
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17 - 02-10: Miércoles de Ceniza: el inicio de la Cuaresma
La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo. La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.Las palabras que se usan para la imposición de cenizas, son:
“Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida”
“Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás"
“Arrepiéntete y cree en el Evangelio”.
Origen de la costumbre Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse. En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada. También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno. La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo.Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres.Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos.
“Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida”
“Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás"
“Arrepiéntete y cree en el Evangelio”.
Origen de la costumbre Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse. En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada. También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno. La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo.Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres.Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos.
Etiquetas: actualidad
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lunes 15 de febrero de 2010
DESARROLLO DE LOS TEMAS DEL SEMINARIO DE VIDA EN EL ESPÍRITU
EL SEÑORIO DE JESÚS
Objetivo: Proclamar a Jesús, Señor del universo y Señor de cada área de la vida.
A.- Jesús Señor
Jesús ha resucitado al tercer día de su muerte en la cruz. Fue resucitado por el poder de Dios.
¡Jesús está vivo! Esa es la Buena Noticia. La resurrección, la exaltación y la glorificación de Jesús es el culmen de su obra salvífica.
Vana sería nuestra fe si Jesús no hubiera resucitado. Esto es el centro del Evangelio. De lo contrario vana sería nuestra esperanza.
Filip. 2,9-11
Le dio el Nombre que está sobre todo nombre. Su Nombre está sobre todas las cosas, El es el Rey, está sobre todo lo que existe, el cielo, la tierra y en los abismos.
Para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla. “todo se rinde ante él” todo lo creado. ¿toda la humanidad dobla sus rodillas ante el nombre de Jesús?
Tenemos que proclamar, anunciar que ¡ Jesucristo es el Señor!
Significado de Señor: hoy en día la palabra Señor tiene otro significado .Ej. Señor Pérez, lo decimos por respeto o educación.
Antiguamente la palabra Señor que en griego significa KYRIOS se le aplicaba a los grandes señores que poseían abundancia de riquezas, tierras, esclavos.
Kyrios era la autoridad máxima en el Imperio y a él estaban sometidos los demás señores. Kyrios: jefe, amo, dueño, soberano, máxima autoridad, señor.
JESUS ES PUES NUESTRO DUEÑO, NUESTRO JEFE, NUESTRO AMO, NUESTRO SOBERANO, PERO SOBRE TODO ES NUESTRO SEÑOR.
El título de Señor lo ha constituido como dueño absoluto de todo el universo: del pasado, del presente y del futuro.
B.- Jesús mi Señor
El dominio de Jesús, el señorío de Jesús, debe extenderse de una manera especial y concreta sobre aquellos que creen en su Nombre; sobre cada uno de nosotros.
Jesús es el Señor, pero debe llegar a ser efectivamente mi Señor, mi rey, mi dueño. Quien decida en todas las áreas de mi vida y quien gobierne mi existencia.
Rom 10, 9 -10
Se trata de proclamar el Señorío de Jesús en todas las áreas de nuestra vida. Esto no anula nuestra personalidad o capacidad de decisión. El Señorío de Jesús es total o no es Señorío.
Hay que abrirle todos los rincones de nuestro corazón y permitirle que al entrar en ellos, los inunde son su luz.
El no admite se solo un adorno decorativo en nuestra casa o vida, sino un personaje real que vive en nuestros corazones. Jesús quiere ser el Rey de nuestra existencia. No basta que Jesús sea nuestro Salvador. Es necesario que llegue igualmente a ser nuestro Señor. De otra manera queda incompleta su obra salvífica.
Decídete a vender todas las propiedades para poder comprar la perla preciosa.
Concretamente el Señorío de Jesús consiste en que hagamos todo y sólo lo que él quiere, como él quiere y cuando él quiere. Pero ¿cómo nos dirá Jesús cuál es su voluntad?. En cada circunstancia en que nos encontremos bastará con preguntarnos ¿ cómo actuaría Jesús si estuviera en mi lugar? ¿ cómo amaría Jesús a tus hermanos, amigos y enemigos?
Proclamación del Señorío de Jesús
Trabajo Personal
Bibliografía:
Id y evangelizad a los bautizados” José Prado Flores. Publicaciones Kerygma. México.
La Palabra de Dios.
Objetivo: Proclamar a Jesús, Señor del universo y Señor de cada área de la vida.
A.- Jesús Señor
Jesús ha resucitado al tercer día de su muerte en la cruz. Fue resucitado por el poder de Dios.
¡Jesús está vivo! Esa es la Buena Noticia. La resurrección, la exaltación y la glorificación de Jesús es el culmen de su obra salvífica.
Vana sería nuestra fe si Jesús no hubiera resucitado. Esto es el centro del Evangelio. De lo contrario vana sería nuestra esperanza.
Filip. 2,9-11
Le dio el Nombre que está sobre todo nombre. Su Nombre está sobre todas las cosas, El es el Rey, está sobre todo lo que existe, el cielo, la tierra y en los abismos.
Para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla. “todo se rinde ante él” todo lo creado. ¿toda la humanidad dobla sus rodillas ante el nombre de Jesús?
Tenemos que proclamar, anunciar que ¡ Jesucristo es el Señor!
Significado de Señor: hoy en día la palabra Señor tiene otro significado .Ej. Señor Pérez, lo decimos por respeto o educación.
Antiguamente la palabra Señor que en griego significa KYRIOS se le aplicaba a los grandes señores que poseían abundancia de riquezas, tierras, esclavos.
Kyrios era la autoridad máxima en el Imperio y a él estaban sometidos los demás señores. Kyrios: jefe, amo, dueño, soberano, máxima autoridad, señor.
JESUS ES PUES NUESTRO DUEÑO, NUESTRO JEFE, NUESTRO AMO, NUESTRO SOBERANO, PERO SOBRE TODO ES NUESTRO SEÑOR.
El título de Señor lo ha constituido como dueño absoluto de todo el universo: del pasado, del presente y del futuro.
B.- Jesús mi Señor
El dominio de Jesús, el señorío de Jesús, debe extenderse de una manera especial y concreta sobre aquellos que creen en su Nombre; sobre cada uno de nosotros.
Jesús es el Señor, pero debe llegar a ser efectivamente mi Señor, mi rey, mi dueño. Quien decida en todas las áreas de mi vida y quien gobierne mi existencia.
Rom 10, 9 -10
Se trata de proclamar el Señorío de Jesús en todas las áreas de nuestra vida. Esto no anula nuestra personalidad o capacidad de decisión. El Señorío de Jesús es total o no es Señorío.
Hay que abrirle todos los rincones de nuestro corazón y permitirle que al entrar en ellos, los inunde son su luz.
El no admite se solo un adorno decorativo en nuestra casa o vida, sino un personaje real que vive en nuestros corazones. Jesús quiere ser el Rey de nuestra existencia. No basta que Jesús sea nuestro Salvador. Es necesario que llegue igualmente a ser nuestro Señor. De otra manera queda incompleta su obra salvífica.
Decídete a vender todas las propiedades para poder comprar la perla preciosa.
Concretamente el Señorío de Jesús consiste en que hagamos todo y sólo lo que él quiere, como él quiere y cuando él quiere. Pero ¿cómo nos dirá Jesús cuál es su voluntad?. En cada circunstancia en que nos encontremos bastará con preguntarnos ¿ cómo actuaría Jesús si estuviera en mi lugar? ¿ cómo amaría Jesús a tus hermanos, amigos y enemigos?
Proclamación del Señorío de Jesús
Trabajo Personal
Bibliografía:
Id y evangelizad a los bautizados” José Prado Flores. Publicaciones Kerygma. México.
La Palabra de Dios.
Etiquetas: ENSEÑANZAS
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domingo 14 de febrero de 2010
SANTORAL CATÒLICO DEL DÌA.
Según los escritos de Butler, San Valentín fue un santo sacerdote, quien con San Mario, y su familia socorría a los mártires de la persecución de Claudio II. Fue aprehendido u enviado por el emperador al prefecto de Roma, quien al ver que todas sus promesas para hacerlo renunciar a su fe eran ineficaces mandó a que lo golpearan con mazas y después lo decapitara. Esto tuvo lugar el 14 de febrero del año 270. Parece que fue el Papa Julio I quien hizo construir una iglesia cerca de Ponte Mole en memoria del mártir. La mayor parte de sus reliquias están ahora en la iglesia de Santa Praxedes. Ahora bien, la costumbre sajona de que los jóvenes y las doncellas se escogieran como prometidos en este día, probablemente se basa en la creencia popular que encontramos relatada en la literatura desde los tiempos de Chaucer, de que los pájaros comenzaban a formar parejas el día de San Valentín
Etiquetas: SANTORAL
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sábado 13 de febrero de 2010
PARA LOS ENAMORADOS EN EL DIA DEL AMOR
VERDADERO AMOR!
AMOR, ES AQUEL QUE TODO PUEDE DAR.AMOR, ES AQUEL QUE NADA PIDE,AMOR, ES ENTREGA TOTAL SIN CONDICIÓNEL VERDADERO AMOR TODO LO SUFRE, TODO LO CREE, NO TIENE ENVIDIA; SABE ESPERAR: EL VERDADERO AMOR.AMOR, ES AQUEL QUE NO SE ENVANECE.AMOR, DESINTEREZADO AMOR.AMOR,ES EL AMOR DE DIOS, ETERNO AMOR.EL VERDADERO AMOR, SEÑOR YO QUIERO, AQUI EN MI ALMA, LO NECESITO.PUES SOLO TU SEÑOR; PUEDES HACERLO EN MI.EL VERDADERO AMOR SE HA DERRAMADO, HOY EN TU PUEBLO, Y SÍ AMÁNDONOS: SABE ESPERAR TU VENIDA SEÑOR.
¡¡¡FELIZ DIA DEL AMORRRRRRRRRRRRRRRRRRR!!!
Etiquetas: Mensaje para ti
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DISFRUTA DE LA SIGUIENTE PRÈDICA
¡Buenos días! Estoy aquí entre ustedes porque quiero hablarles de un grandísimo don, que viene del Corazón de Jesús: la adoración eucarística perpetua.
Cuando el Santísimo es expuesto para la adoración de los fieles día y noche y todos los días del año, entonces tenemos adoración perpetua. Es decir cuando hay una capilla, oratorio o iglesia que esté siempre abierta para cualquier persona que lo desee pueda acercarse al Señor a cualquier hora del día o de la noche.
Hoy, queridos amigos, el mundo está más corrupto que Sodoma y Gomorra. ¿Cuántos justos se necesitan para salvarlo?
Minian es la palabra que en hebreo designa a diez almas buenas, es decir al número de justos que Abraham le sugirió a Dios en su gran intercesión por Sodoma.
Saben que aún hoy en Israel no se puede demoler una sinagoga si en ella hay diez judíos píos que aseguren la oración.
¿Cuántos justos necesitamos para salvar al mundo?
El hombre que reza con el corazón se salva a sí mismo y salva a otros porque toca el corazón de Dios y alcanza su misericordia. Porque recuerda en la fe que Cristo es el único Salvador del hombre.
El hombre o la mujer que se postra en adoración es sabio y grande porque se hace pequeño y pobre ante Dios y reconoce que Dios es el Omnipotente y todo lo puede cambiar. Como hemos cantado en el salmo: “el pobre invoca a Dios y Él lo escucha”.
Una fraternidad que adora Dios sin solución de continuidad, que lo hace día y noche salva a su ciudad. La adoración perpetua extendida a todas las regiones y países salvará al mundo.
La adoradora y el adorador son aquellos que reparan con su adoración. Reparan el mal que existe en el mundo. Reparan por todos los ultrajes, indiferencias y sacrilegios que se cometen contra Dios.
¡Cuánta necesidad tenemos de reparación! Recuerden a los pastorcitos de Fátima, cómo reparaban ante el Santísimo Sacramento que les presentaba el ángel. Esos niños salvaron a Portugal de la guerra.
Una capilla de adoración perpetua es una capilla de la misericordia de Dios. Es el lugar sagrado donde yo, como adorador, puedo ofrecer un bellísimo y gran testimonio de mi fe y de mi amor al Señor. Es el lugar desde donde, en mi silencio adorante, grito al mundo: Dios existe, Dios te ama, Dios está realmente aquí. Éste es el Emmanuel, el Dios con nosotros y por nosotros!
Una capilla o iglesia donde hay adoración perpetua al Santísimo es una escuela de oración, donde se aprende a rezar, a adorar. Por eso mismo es una escuela de crecimiento espiritual donde aprendo a ser pequeño y pobre y Dios me hace grande y rico.
Es el espacio donde encuentro paz (y esa paz permanece luego en mí) y protección, alegría e intimidad con el Señor que me llama a su amistad. Igual que Abraham.
Acabamos de escuchar la Palabra de Dios: “Abraham se le acercó y le dijo”. Abraham era amigo de Dios, podía acercarse a Él y Dios lo escuchaba. ¿Comprenden amigos? Cuando Dios está contigo tú lo tienes todo.
Una capilla donde se adora a Dios en continuidad es una escuela de silencio. Cuando se alcanza el silencio interior (y esto se consigue en la adoración perpetua) se escucha la Palabra de Dios, se escucha a Dios que habla a nuestro corazón. Por ello, la capilla se vuelve escuela de escucha y de Palabra, porque la escucha se vuelve Palabra, Presencia viva que escuchamos y adoramos. Palabra que sana y que salva.
Es el lugar donde descubro el secreto de la Presencia real, verdadera de Dios.
Queridos hermanos, la adoración perpetua es un don grandísimo que el Señor quiere hacerles. ¿Estamos dispuestos a acoger este don?
Escuchen su invitación: “Vengan a Mí, ustedes que están agobiados y fatigados que Yo los aliviaré”.
Escuchen cómo nos llama a su intimidad: “Estoy a la puerta y llamo, si alguien escucha mi voz y me abre, yo entraré y cenaré con él y él conmigo”
Escuchen cómo nos habla su Corazón herido, que busca nuestra respuesta de amor. Cómo nos llama a la hora santa: “Es que no han sido capaces de velar conmigo ni siquiera una hora”.
Porque es justamente esto lo que se pide para tener la adoración perpetua: que cada uno se haga disponible una hora a la semana, para estar con Él verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento. Tan sólo una hora semanal!
Ahora se distribuirán las invitaciones para que se puedan inscribir. Permítanme que les dé un ejemplo acerca de este pedido de una hora semanal. Cada uno elige la hora y el día que desee. Lo maravilloso de la adoración perpetua es que todas las horas y todos los días están disponibles, por lo que es fácil encontrar el momento, la hora semanal. Digamos que yo elijo el martes a las 4 de la tarde. Pues, todos los martes, desde las 4 a las 5 será mi cita con el Señor en la capilla de ….
Como ahora es muy difícil que sepan cuál es la hora y el día precisos (quien lo sepa póngalo) verán que en el segundo punto de la invitación hemos dividido el día en cuatro turnos o fajas horarias de seis horas cada uno. Así aparecen mañana, tarde, noche y madrugada. Es para que indiquen en cuál faja o turno sería esa hora semanal. Si ni siquiera eso tienen claro ahora, déjenlo en blanco. De todos modos tenemos que ponernos en contacto con ustedes para confirmar luego día y hora.
El primer punto es precisamente el de vuestros datos: nombre y apellido, teléfonos, dirección.
El tercero se refiere a la coordinación. Para poner en marcha la adoración perpetua y luego para mantenerla en el tiempo necesitamos coordinadores que nos ayuden en la organización. Quien desee saber de qué se trata que marque ese tercer punto. Luego me pondré en contacto con la persona para explicarle con detalle de qué se trata y entonces decidirán si aceptan o no.
Empezaremos cuando todas las 168 horas que tiene la semana están cubiertas.
Una de las preguntas recurrentes es qué pasa cuando me ausento, cuando no puedo ir. Eso no es ningún problema. Imagínense que en todas partes sucede lo mismo y, sin embargo, hay iglesias o capillas que tienen la adoración perpetua desde hace 35 años. Hay mecanismos de sustitución que explicaremos antes de comenzar con la adoración. Ahora no puedo extenderme pero ya se explicará. Que eso no sea un obstáculo, porque no lo es.
En el evangelio de hoy los discípulos le piden al Señor: “Señor, enséñanos a orar”. Él les responde con ese modelo de oración que llamamos Padrenuestro. Y bien, en el Padrenuestro le decimos a Dios: “hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”. La voluntad del Padre es justamente que el Hijo sea adorado y amado en la tierra como lo es en el cielo: sin interrupción, día y noche. Esto, que no podemos lograrlo individualmente, sí lo podemos alcanzar como comunidad, como fraternidad eucarística que se reúne alrededor del Santísimo en una cadena inquebrantable y continua de adoración.
Dijo el Señor: “busquen y encontrarán”. Busquen a Dios en el Santísimo Sacramento y encontrarán paz, alegría, bendiciones, protección.
¡Vengan a adorar a Dios! No dejen que la gracia pase de largo.
¡Alabado sea Jesucristo!
P. Justo Antonio Lofeudo mss
Cuando el Santísimo es expuesto para la adoración de los fieles día y noche y todos los días del año, entonces tenemos adoración perpetua. Es decir cuando hay una capilla, oratorio o iglesia que esté siempre abierta para cualquier persona que lo desee pueda acercarse al Señor a cualquier hora del día o de la noche.
Hoy, queridos amigos, el mundo está más corrupto que Sodoma y Gomorra. ¿Cuántos justos se necesitan para salvarlo?
Minian es la palabra que en hebreo designa a diez almas buenas, es decir al número de justos que Abraham le sugirió a Dios en su gran intercesión por Sodoma.
Saben que aún hoy en Israel no se puede demoler una sinagoga si en ella hay diez judíos píos que aseguren la oración.
¿Cuántos justos necesitamos para salvar al mundo?
El hombre que reza con el corazón se salva a sí mismo y salva a otros porque toca el corazón de Dios y alcanza su misericordia. Porque recuerda en la fe que Cristo es el único Salvador del hombre.
El hombre o la mujer que se postra en adoración es sabio y grande porque se hace pequeño y pobre ante Dios y reconoce que Dios es el Omnipotente y todo lo puede cambiar. Como hemos cantado en el salmo: “el pobre invoca a Dios y Él lo escucha”.
Una fraternidad que adora Dios sin solución de continuidad, que lo hace día y noche salva a su ciudad. La adoración perpetua extendida a todas las regiones y países salvará al mundo.
La adoradora y el adorador son aquellos que reparan con su adoración. Reparan el mal que existe en el mundo. Reparan por todos los ultrajes, indiferencias y sacrilegios que se cometen contra Dios.
¡Cuánta necesidad tenemos de reparación! Recuerden a los pastorcitos de Fátima, cómo reparaban ante el Santísimo Sacramento que les presentaba el ángel. Esos niños salvaron a Portugal de la guerra.
Una capilla de adoración perpetua es una capilla de la misericordia de Dios. Es el lugar sagrado donde yo, como adorador, puedo ofrecer un bellísimo y gran testimonio de mi fe y de mi amor al Señor. Es el lugar desde donde, en mi silencio adorante, grito al mundo: Dios existe, Dios te ama, Dios está realmente aquí. Éste es el Emmanuel, el Dios con nosotros y por nosotros!
Una capilla o iglesia donde hay adoración perpetua al Santísimo es una escuela de oración, donde se aprende a rezar, a adorar. Por eso mismo es una escuela de crecimiento espiritual donde aprendo a ser pequeño y pobre y Dios me hace grande y rico.
Es el espacio donde encuentro paz (y esa paz permanece luego en mí) y protección, alegría e intimidad con el Señor que me llama a su amistad. Igual que Abraham.
Acabamos de escuchar la Palabra de Dios: “Abraham se le acercó y le dijo”. Abraham era amigo de Dios, podía acercarse a Él y Dios lo escuchaba. ¿Comprenden amigos? Cuando Dios está contigo tú lo tienes todo.
Una capilla donde se adora a Dios en continuidad es una escuela de silencio. Cuando se alcanza el silencio interior (y esto se consigue en la adoración perpetua) se escucha la Palabra de Dios, se escucha a Dios que habla a nuestro corazón. Por ello, la capilla se vuelve escuela de escucha y de Palabra, porque la escucha se vuelve Palabra, Presencia viva que escuchamos y adoramos. Palabra que sana y que salva.
Es el lugar donde descubro el secreto de la Presencia real, verdadera de Dios.
Queridos hermanos, la adoración perpetua es un don grandísimo que el Señor quiere hacerles. ¿Estamos dispuestos a acoger este don?
Escuchen su invitación: “Vengan a Mí, ustedes que están agobiados y fatigados que Yo los aliviaré”.
Escuchen cómo nos llama a su intimidad: “Estoy a la puerta y llamo, si alguien escucha mi voz y me abre, yo entraré y cenaré con él y él conmigo”
Escuchen cómo nos habla su Corazón herido, que busca nuestra respuesta de amor. Cómo nos llama a la hora santa: “Es que no han sido capaces de velar conmigo ni siquiera una hora”.
Porque es justamente esto lo que se pide para tener la adoración perpetua: que cada uno se haga disponible una hora a la semana, para estar con Él verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento. Tan sólo una hora semanal!
Ahora se distribuirán las invitaciones para que se puedan inscribir. Permítanme que les dé un ejemplo acerca de este pedido de una hora semanal. Cada uno elige la hora y el día que desee. Lo maravilloso de la adoración perpetua es que todas las horas y todos los días están disponibles, por lo que es fácil encontrar el momento, la hora semanal. Digamos que yo elijo el martes a las 4 de la tarde. Pues, todos los martes, desde las 4 a las 5 será mi cita con el Señor en la capilla de ….
Como ahora es muy difícil que sepan cuál es la hora y el día precisos (quien lo sepa póngalo) verán que en el segundo punto de la invitación hemos dividido el día en cuatro turnos o fajas horarias de seis horas cada uno. Así aparecen mañana, tarde, noche y madrugada. Es para que indiquen en cuál faja o turno sería esa hora semanal. Si ni siquiera eso tienen claro ahora, déjenlo en blanco. De todos modos tenemos que ponernos en contacto con ustedes para confirmar luego día y hora.
El primer punto es precisamente el de vuestros datos: nombre y apellido, teléfonos, dirección.
El tercero se refiere a la coordinación. Para poner en marcha la adoración perpetua y luego para mantenerla en el tiempo necesitamos coordinadores que nos ayuden en la organización. Quien desee saber de qué se trata que marque ese tercer punto. Luego me pondré en contacto con la persona para explicarle con detalle de qué se trata y entonces decidirán si aceptan o no.
Empezaremos cuando todas las 168 horas que tiene la semana están cubiertas.
Una de las preguntas recurrentes es qué pasa cuando me ausento, cuando no puedo ir. Eso no es ningún problema. Imagínense que en todas partes sucede lo mismo y, sin embargo, hay iglesias o capillas que tienen la adoración perpetua desde hace 35 años. Hay mecanismos de sustitución que explicaremos antes de comenzar con la adoración. Ahora no puedo extenderme pero ya se explicará. Que eso no sea un obstáculo, porque no lo es.
En el evangelio de hoy los discípulos le piden al Señor: “Señor, enséñanos a orar”. Él les responde con ese modelo de oración que llamamos Padrenuestro. Y bien, en el Padrenuestro le decimos a Dios: “hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”. La voluntad del Padre es justamente que el Hijo sea adorado y amado en la tierra como lo es en el cielo: sin interrupción, día y noche. Esto, que no podemos lograrlo individualmente, sí lo podemos alcanzar como comunidad, como fraternidad eucarística que se reúne alrededor del Santísimo en una cadena inquebrantable y continua de adoración.
Dijo el Señor: “busquen y encontrarán”. Busquen a Dios en el Santísimo Sacramento y encontrarán paz, alegría, bendiciones, protección.
¡Vengan a adorar a Dios! No dejen que la gracia pase de largo.
¡Alabado sea Jesucristo!
P. Justo Antonio Lofeudo mss
Etiquetas: PRÈDICAS
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viernes 12 de febrero de 2010
DESARROLLO DE LOS TEMAS DEL SEMINARIO DE VIDA EN EL ESPÍRITU
FE Y CONVERSION ( 3er tema)
Jesús ya nos salvó y nos dio una Vida Nueva. Ustedes se preguntaran porque no experimentamos esta salvación en nuestras vidas.
La respuesta está en la aceptación. Lo que debemos hacer es aceptar la salvación que Jesús ha ganado para nosotros.
Entonces ¿Qué debemos hacer para vivir la vida de Jesús? Pedro ya nos dio la respuesta la mañana de Pentecostés, cuando les habló a la multitud: “crean en Jesús, conviértanse de sus pecados, y entonces podrán vivir la vida del Hijo de Dios resucitado”.
Fe y conversión es lo único que nosotros necesitamos para vivir la vida de Dios traída por Jesús.
A) LA FE
Es un SI a la presencia y a la acción salvadora de Dios a través de Jesús. Es un SI que se da una vez y se renueva permanentemente.
Es el medio necesario para conectarse con la salvación, pues por ella habita Cristo en nuestro corazón (Ef 3,17).
Su palabra nos dice en Carta a los Romanos 10,9-10:
“Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucito de entre los muertos, serás salvado. Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación”.
Cuando Pablo nos habla de boca y corazón se está refiriendo a lo más externo y a lo más intimo y profundo del hombre. La fe nos lleva a actuar conforme a lo que creemos, cambiando nuestra forma de vivir. De otra manera no es fe, sino sentimiento, ideología o creencia.
La fe es la certeza de que Dios va a actuar conforme a las promesas de Cristo, que va a actuar conforme al plan que tiene pensado para cada uno de nosotros. Por lo tanto, la fe no es creer en algo, sino en alguien. Es una decisión total del hombre que envuelve todo su ser y compromete toda su persona.
La fe se vive en cada circunstancia de nuestra vida, y de esa manera es posible experimentar en cada momento la salvación de Jesús.
Testimonio
“El justo vivirá por la fe” (Rom. 1, 17). Es decir vamos caminando de fe en fe, dando sucesivos pasos. Un paso no nos lleva hasta la meta, pero sí nos acerca. Por lo tanto es necesario que hoy demos un primer paso en fe manifestando que creemos en Dios y su plan de salvación sobre nosotros.
Expresión de Fe
Vamos a manifestar nuestra fe en Dios y su obra salvífica a través de Jesucristo.
Se responde: Sí, yo creo.
¿Crees que Dios te creó por amor y te ama como Padre?
¿Crees que el ama a todos los hombres, especialmente a los pobres y a los pecadores?
¿Crees que El tiene un plan de felicidad, paz y justicia para todos los hombres?
¿Crees que tanto amó Dios al mundo que le envió a su Hijo único, no para condenarlo sino para salvarlo?
¿Crees que en su muerte en la cruz murió también el pecado?
¿Crees que resucitó y está vivo para siempre?
¿Crees que es la única respuesta y solución efectiva para los problemas del mundo?
¿Crees que hoy y aquí, Jesús puede dar sentido a tu vida?
B) LA CONVERSION
“Jesús comenzó a proclamar: Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca”. Mt 4,17
La forma más concreta como se manifiesta la fe es mediante la conversión.
Siempre se ha dicho que la conversión es un cambio de vida, pero esto no quiere decir que se reduce a un cambio de conducta. El cambio de conducta es consecuencia del cambio de vida, y la conversión es mucho más profunda que un simple cambio de conducta. La conversión es un cambio de corazón.
La conversión es cambio total: dar la espalda, dejar atrás, abandonar todo lo que es incompatible con Dios y su plan de amor para nosotros; es romper con el pecado y los ídolos y rechazar a Satanás.
La conversión es ante todo envolverse a Dios, buscar su Rostro, reconociendo su presencia que nos hace un llamado personal.
El pecado, Satanás y sus obras, y los resentimientos son los obstáculos para la presencia y acción salvadora de Dios; el rechazo y la liberación de ellos son la condición y el fruto de la salvación.
El convertirse incluye varios pasos:
1) Reconocimiento del pecado
Su palabra dice en Evangelio según San Juan 16,8:
“Y cuando él venga, probará al mundo dónde está el pecado, dónde la está la justicia y cuál es el juicio.”
La conversión es obra del Espíritu Santo en nosotros; sólo El puede darnos un corazón nuevo para volver a Dios.
2) Arrepentimiento
Su palabra nos dice en 2 Cor 7, 9-10:
“Ahora me regocijo, no porque ustedes se hayan puesto tristes, sino porque esa tristeza fue motivo de arrepentimiento. Ustedes, en efecto, han experimentado la tristeza que proviene de Dios, de manera que nosotros no le hemos hecho ningún daño. Esa tristeza produce un arrepentimiento que lleva a la salvación y no se debe lamentar; en cambio, la tristeza del mundo produce la muerte. ”
El arrepentimiento es un dolor de corazón y detestación del pecado cometido, con el propósito de no pecar en adelante. Es retorno al hogar, vuelta a casa, reencuentro con el Padre.
3) Confesión del pecado
Su palabra nos dice en 1 Juan 1,9:
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y purificarnos de toda maldad.”
Necesitamos reconocer y confesar explícitamente nuestros pecados ante Dios.
Necesitamos hacer una renuncia explícita a Satanás y a todas sus obras.
Acercarnos al sacramento de la reconciliación.
4) Reparación y reconciliación
El arrepentimiento para restaurar la unión de amor con Dios, exige resarcir los daños causados y reconciliarse con el hermano.
Renuncia
La verdadera y total dependencia de Dios nos obliga a renunciar a todo aquello que nos ha encadenado al pecado. Respondemos: ¡Sí, renuncio!
Ø ¿Renuncias a Satanás?
Ø ¿A todas sus obras y seducciones?
Ø ¿Al ocultismo, esoterismo y toda superstición?
Ø ¿A la magia, curanderismo y hechicería?
Ø ¿A la lectura de las cartas, café y mano?
Ø ¿Al espiritismo, astrología y horóscopos?
Ø ¿A adquirir poder y control sobre ti u otros, al margen de Dios?
Ø ¿Al uso de amuletos, fetiches y talismanes?
Ø ¿Al conocimiento del futuro, al margen de Dios?
Ø ¿Renuncias a todo egoísmo, lujuria y maldad?
Ø ¿Renuncias a odios y resentimientos?
Ø ¿Renuncias completamente y para siempre a todo esto?
Testimonio
Conclusión
“Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi vos y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos”.
Apocalipsis 3,20
Tienes a la puerta la gran oportunidad de tu vida. No la dejes pasar de largo. Dale a Jesús la oportunidad de manifestarte todo lo que él es y tiene para ti.
De alguna manera digámosle a Jesús que lo invitamos a vivir en nuestro corazón, que entre a formar parte de nuestra vida, que sea él, el centro de nuestra existencia.
Nadia Moya
Bibliografía
·José Prado Flores. Id y Evangelizara los Bautizados. Publicaciones Kerygma, México.
·Alfonso Navarro Castellanos. Evangelización -EVANGELIZAR EN EL PODER DEL EPIRITU – Primer Anuncio
Jesús ya nos salvó y nos dio una Vida Nueva. Ustedes se preguntaran porque no experimentamos esta salvación en nuestras vidas.
La respuesta está en la aceptación. Lo que debemos hacer es aceptar la salvación que Jesús ha ganado para nosotros.
Entonces ¿Qué debemos hacer para vivir la vida de Jesús? Pedro ya nos dio la respuesta la mañana de Pentecostés, cuando les habló a la multitud: “crean en Jesús, conviértanse de sus pecados, y entonces podrán vivir la vida del Hijo de Dios resucitado”.
Fe y conversión es lo único que nosotros necesitamos para vivir la vida de Dios traída por Jesús.
A) LA FE
Es un SI a la presencia y a la acción salvadora de Dios a través de Jesús. Es un SI que se da una vez y se renueva permanentemente.
Es el medio necesario para conectarse con la salvación, pues por ella habita Cristo en nuestro corazón (Ef 3,17).
Su palabra nos dice en Carta a los Romanos 10,9-10:
“Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucito de entre los muertos, serás salvado. Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación”.
Cuando Pablo nos habla de boca y corazón se está refiriendo a lo más externo y a lo más intimo y profundo del hombre. La fe nos lleva a actuar conforme a lo que creemos, cambiando nuestra forma de vivir. De otra manera no es fe, sino sentimiento, ideología o creencia.
La fe es la certeza de que Dios va a actuar conforme a las promesas de Cristo, que va a actuar conforme al plan que tiene pensado para cada uno de nosotros. Por lo tanto, la fe no es creer en algo, sino en alguien. Es una decisión total del hombre que envuelve todo su ser y compromete toda su persona.
La fe se vive en cada circunstancia de nuestra vida, y de esa manera es posible experimentar en cada momento la salvación de Jesús.
Testimonio
“El justo vivirá por la fe” (Rom. 1, 17). Es decir vamos caminando de fe en fe, dando sucesivos pasos. Un paso no nos lleva hasta la meta, pero sí nos acerca. Por lo tanto es necesario que hoy demos un primer paso en fe manifestando que creemos en Dios y su plan de salvación sobre nosotros.
Expresión de Fe
Vamos a manifestar nuestra fe en Dios y su obra salvífica a través de Jesucristo.
Se responde: Sí, yo creo.
¿Crees que Dios te creó por amor y te ama como Padre?
¿Crees que el ama a todos los hombres, especialmente a los pobres y a los pecadores?
¿Crees que El tiene un plan de felicidad, paz y justicia para todos los hombres?
¿Crees que tanto amó Dios al mundo que le envió a su Hijo único, no para condenarlo sino para salvarlo?
¿Crees que en su muerte en la cruz murió también el pecado?
¿Crees que resucitó y está vivo para siempre?
¿Crees que es la única respuesta y solución efectiva para los problemas del mundo?
¿Crees que hoy y aquí, Jesús puede dar sentido a tu vida?
B) LA CONVERSION
“Jesús comenzó a proclamar: Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca”. Mt 4,17
La forma más concreta como se manifiesta la fe es mediante la conversión.
Siempre se ha dicho que la conversión es un cambio de vida, pero esto no quiere decir que se reduce a un cambio de conducta. El cambio de conducta es consecuencia del cambio de vida, y la conversión es mucho más profunda que un simple cambio de conducta. La conversión es un cambio de corazón.
La conversión es cambio total: dar la espalda, dejar atrás, abandonar todo lo que es incompatible con Dios y su plan de amor para nosotros; es romper con el pecado y los ídolos y rechazar a Satanás.
La conversión es ante todo envolverse a Dios, buscar su Rostro, reconociendo su presencia que nos hace un llamado personal.
El pecado, Satanás y sus obras, y los resentimientos son los obstáculos para la presencia y acción salvadora de Dios; el rechazo y la liberación de ellos son la condición y el fruto de la salvación.
El convertirse incluye varios pasos:
1) Reconocimiento del pecado
Su palabra dice en Evangelio según San Juan 16,8:
“Y cuando él venga, probará al mundo dónde está el pecado, dónde la está la justicia y cuál es el juicio.”
La conversión es obra del Espíritu Santo en nosotros; sólo El puede darnos un corazón nuevo para volver a Dios.
2) Arrepentimiento
Su palabra nos dice en 2 Cor 7, 9-10:
“Ahora me regocijo, no porque ustedes se hayan puesto tristes, sino porque esa tristeza fue motivo de arrepentimiento. Ustedes, en efecto, han experimentado la tristeza que proviene de Dios, de manera que nosotros no le hemos hecho ningún daño. Esa tristeza produce un arrepentimiento que lleva a la salvación y no se debe lamentar; en cambio, la tristeza del mundo produce la muerte. ”
El arrepentimiento es un dolor de corazón y detestación del pecado cometido, con el propósito de no pecar en adelante. Es retorno al hogar, vuelta a casa, reencuentro con el Padre.
3) Confesión del pecado
Su palabra nos dice en 1 Juan 1,9:
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y purificarnos de toda maldad.”
Necesitamos reconocer y confesar explícitamente nuestros pecados ante Dios.
Necesitamos hacer una renuncia explícita a Satanás y a todas sus obras.
Acercarnos al sacramento de la reconciliación.
4) Reparación y reconciliación
El arrepentimiento para restaurar la unión de amor con Dios, exige resarcir los daños causados y reconciliarse con el hermano.
Renuncia
La verdadera y total dependencia de Dios nos obliga a renunciar a todo aquello que nos ha encadenado al pecado. Respondemos: ¡Sí, renuncio!
Ø ¿Renuncias a Satanás?
Ø ¿A todas sus obras y seducciones?
Ø ¿Al ocultismo, esoterismo y toda superstición?
Ø ¿A la magia, curanderismo y hechicería?
Ø ¿A la lectura de las cartas, café y mano?
Ø ¿Al espiritismo, astrología y horóscopos?
Ø ¿A adquirir poder y control sobre ti u otros, al margen de Dios?
Ø ¿Al uso de amuletos, fetiches y talismanes?
Ø ¿Al conocimiento del futuro, al margen de Dios?
Ø ¿Renuncias a todo egoísmo, lujuria y maldad?
Ø ¿Renuncias a odios y resentimientos?
Ø ¿Renuncias completamente y para siempre a todo esto?
Testimonio
Conclusión
“Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi vos y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos”.
Apocalipsis 3,20
Tienes a la puerta la gran oportunidad de tu vida. No la dejes pasar de largo. Dale a Jesús la oportunidad de manifestarte todo lo que él es y tiene para ti.
De alguna manera digámosle a Jesús que lo invitamos a vivir en nuestro corazón, que entre a formar parte de nuestra vida, que sea él, el centro de nuestra existencia.
Nadia Moya
Bibliografía
·José Prado Flores. Id y Evangelizara los Bautizados. Publicaciones Kerygma, México.
·Alfonso Navarro Castellanos. Evangelización -EVANGELIZAR EN EL PODER DEL EPIRITU – Primer Anuncio
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jueves 11 de febrero de 2010
TEMA 2 DE UN SEMINARIO DE VIDA EN EL ESPIRITU
PECADO Y SALVACION
Quiero comenzar con algo muy importante: quiero decirte que tú fuiste creado a causa del propósito, Escucha bien: “tú fuiste creado a causa del propósito”, o sea quiero decir que Dios no te ha creado primero y luego te dio un propósito, sino que tú fuiste creado, tú fuiste formado a causa del propósito.
Repitan conmigo “yo fui creado, yo fui formado a causa de un propósito”
Ahora la pregunta es: ¿Si Dios nos ha creado a causa de un propósito, si Dios nos ha creado para algo, porque lo que Dios ha querido todavía no se ha manifestado en nuestras vidas?
Si la palabra de Dios nos dice en Jeremias capitulo 1 “Antes de que yo te formara, antes de que tu nacieras, te consagre, te aparte para que fueras un profeta” y en el Génesis capitulo 1 versículo 26 “El te ha creado para que tengas dominio y autoridad sobre todas las cosas” y en Efesios 1 “Antes de El crear el mundo, te bendijo con toda clase de Bendición Espiritual”
Entonces mi pregunta es: ¿Por qué todavía todas estas bendiciones no se han manifestado en nuestras vidas?
Rm 3,23 “Todos han pecado y están privados de la gloria de Dios”
O sea, que lo que impide que se manifieste el propósito de Dios y se realice su plan de felicidad, paz y unión en tu vida se llama pecado. Por que todavía, me parece a mí, que las cosas tienen dominio sobre nosotros y nosotros no tenemos dominio sobre las cosas.
Entonces, que pasa? hay algo que tenemos, en este día, que presentar al Dios. Y algo que tenemos que entender, El pecado quiere de alguna forma apartarte de la presencia de Dios, de su propósito y de sus promesas en tu vida. Dios ha hecho caer un diluvio de amor sobre nosotros, pero nosotros estamos bajo un cristal irrompible, que nos permite ver llover, pero nosotros no nos mojamos con el agua viva del amor de Dios. El pecado es ese impedimento que no nos permite experimentar el amor de Dios .Desde que en el paraíso ....
Quiero comenzar con algo muy importante: quiero decirte que tú fuiste creado a causa del propósito, Escucha bien: “tú fuiste creado a causa del propósito”, o sea quiero decir que Dios no te ha creado primero y luego te dio un propósito, sino que tú fuiste creado, tú fuiste formado a causa del propósito.
Repitan conmigo “yo fui creado, yo fui formado a causa de un propósito”
Ahora la pregunta es: ¿Si Dios nos ha creado a causa de un propósito, si Dios nos ha creado para algo, porque lo que Dios ha querido todavía no se ha manifestado en nuestras vidas?
Si la palabra de Dios nos dice en Jeremias capitulo 1 “Antes de que yo te formara, antes de que tu nacieras, te consagre, te aparte para que fueras un profeta” y en el Génesis capitulo 1 versículo 26 “El te ha creado para que tengas dominio y autoridad sobre todas las cosas” y en Efesios 1 “Antes de El crear el mundo, te bendijo con toda clase de Bendición Espiritual”
Entonces mi pregunta es: ¿Por qué todavía todas estas bendiciones no se han manifestado en nuestras vidas?
Rm 3,23 “Todos han pecado y están privados de la gloria de Dios”
O sea, que lo que impide que se manifieste el propósito de Dios y se realice su plan de felicidad, paz y unión en tu vida se llama pecado. Por que todavía, me parece a mí, que las cosas tienen dominio sobre nosotros y nosotros no tenemos dominio sobre las cosas.
Entonces, que pasa? hay algo que tenemos, en este día, que presentar al Dios. Y algo que tenemos que entender, El pecado quiere de alguna forma apartarte de la presencia de Dios, de su propósito y de sus promesas en tu vida. Dios ha hecho caer un diluvio de amor sobre nosotros, pero nosotros estamos bajo un cristal irrompible, que nos permite ver llover, pero nosotros no nos mojamos con el agua viva del amor de Dios. El pecado es ese impedimento que no nos permite experimentar el amor de Dios .Desde que en el paraíso ....
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martes 9 de febrero de 2010
Mensaje del Santo Padre para la Cuaresma 2010
Mensaje del Santo Padre para la Cuaresma 2010.
"La justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo"Autor: S.S. Benedicto XVI Fuente: Vatican Information Service
Se ha publicado hoy el Mensaje de Benedicto XVI para la Cuaresma 2010. El texto, fechado el 30 de octubre de 2009, lleva por título la siguiente afirmación de San Pablo en su Carta a los Romanos: "La justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo". Sigue el documento íntegro en su versión española:"Cada año, con ocasión de la Cuaresma, la Iglesia nos invita a una sincera revisión de nuestra vida a la luz de las enseñanzas evangélicas. Este año quiero proponeros algunas reflexiones sobre el vasto tema de la justicia, partiendo de la afirmación paulina: La justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo (cf. Rm 3,21-22).Me detengo, en primer lugar, en el significado de la palabra "justicia", que en el lenguaje común implica "dar a cada uno lo suyo" - "dare cuique suum", según la famosa expresión de Ulpiano, un jurista romano del siglo III. Sin embargo, esta clásica definición no aclara en realidad en qué consiste "lo suyo" que hay que asegurar a cada uno. Aquello de lo que el hombre tiene más necesidad no se le puede garantizar por ley. Para gozar de una existencia en plenitud, necesita algo más íntimo que se le puede conceder sólo gratuitamente: podríamos decir que el hombre vive del amor que sólo Dios, que lo ha creado a su imagen y semejanza, puede comunicarle. Los bienes materiales ciertamente son útiles y necesarios (es más, Jesús mismo se preocupó de curar a los enfermos, de dar de comer a la multitud que lo seguía y sin duda condena la indiferencia que también hoy provoca la muerte de centenares de millones de seres humanos por falta de alimentos, de agua y de medicinas), pero la justicia "distributiva" no proporciona al ser humano todo "lo suyo" que le corresponde. Este, además del pan y más que el pan, necesita a Dios. Observa san Agustín: si "la justicia es la virtud que distribuye a cada uno lo suyo… no es justicia humana la que aparta al hombre del verdadero Dios" (De Civitate Dei, XIX, 21)."El evangelista Marcos refiere las siguientes palabras de Jesús, que se sitúan en el debate de aquel tiempo sobre lo que es puro y lo que es impuro: "Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre… Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas" (Mc 7,15. 20-21). Más allá de la cuestión inmediata relativa a los alimentos, podemos ver en la reacción de los fariseos una tentación permanente del hombre: la de identificar el origen del mal en una causa exterior. Muchas de las ideologías modernas tienen, si nos fijamos bien, este presupuesto: dado que la injusticia viene "de fuera", para que reine la justicia es suficiente con eliminar las causas exteriores que impiden su puesta en práctica. Esta manera de pensar -advierte Jesús- es ingenua y miope. La injusticia, fruto del mal, no tiene raíces exclusivamente externas; tiene su origen en el corazón humano, donde se encuentra el germen de una misteriosa convivencia con el mal. Lo reconoce amargamente el salmista: "Mira, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre" (Sal 51,7). Sí, el hombre es frágil a causa de un impulso profundo, que lo mortifica en la capacidad de entrar en comunión con el prójimo. Abierto por naturaleza al libre flujo del compartir, siente dentro de sí una extraña fuerza de gravedad que lo lleva a replegarse en sí mismo, a imponerse por encima de los demás y contra ellos: es el egoísmo, consecuencia de la culpa original. Adán y Eva, seducidos por la mentira de Satanás, aferrando el misterioso fruto en contra del mandamiento divino, sustituyeron la lógica del confiar en el Amor por la de la sospecha y la competición; la lógica del recibir, del esperar confiado los dones del Otro, por la lógica ansiosa del aferrar y del actuar por su cuenta (cf. Gn 3,1-6), experimentando como resultado un sentimiento de inquietud y de incertidumbre. ¿Cómo puede el hombre librarse de este impulso egoísta y abrirse al amor?En el corazón de la sabiduría de Israel encontramos un vínculo profundo entre la fe en el Dios que "levanta del polvo al desvalido" (Sal 113,7) y la justicia para con el prójimo. Lo expresa bien la misma palabra que en hebreo indica la virtud de la justicia: sedaqad,. En efecto, sedaqad significa, por una parte, aceptación plena de la voluntad del Dios de Israel; por otra, equidad con el prójimo (cf. Ex 20,12-17), en especial con el pobre, el forastero, el huérfano y la viuda (cf. Dt 10,18-19). Pero los dos significados están relacionados, porque dar al pobre, para el israelita, no es otra cosa que dar a Dios, que se ha apiadado de la miseria de su pueblo, lo que le debe. No es casualidad que el don de las tablas de la Ley a Moisés, en el monte Sinaí, suceda después del paso del Mar Rojo. Es decir, escuchar la Ley presupone la fe en el Dios que ha sido el primero en "escuchar el clamor" de su pueblo y "ha bajado para librarle de la mano de los egipcios" (cf. Ex 3,8). Dios está atento al grito del desdichado y como respuesta pide que se le escuche: pide justicia con el pobre (cf. Si 4,4-5.8-9), el forastero (cf. Ex 20,22), el esclavo (cf. Dt 15,12-18). Por lo tanto, para entrar en la justicia es necesario salir de esa ilusión de autosuficiencia, del profundo estado de cerrazón, que es el origen de nuestra injusticia. En otras palabras, es necesario un "éxodo" más profundo que el que Dios obró con Moisés, una liberación del corazón, que la palabra de la Ley, por sí sola, no tiene el poder de realizar. ¿Existe, pues, esperanza de justicia para el hombre?El anuncio cristiano responde positivamente a la sed de justicia del hombre, como afirma el Apóstol Pablo en la Carta a los Romanos: "Ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado… por la fe en Jesucristo, para todos los que creen, pues no hay diferencia alguna; todos pecaron y están privados de la gloria de Dios, y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia (Rm 3,21-25).¿Cuál es, pues, la justicia de Cristo? Es, ante todo, la justicia que viene de la gracia, donde no es el hombre que repara, se cura a sí mismo y a los demás. El hecho de que la "propiciación" tenga lugar en la "sangre" de Jesús significa que no son los sacrificios del hombre los que le libran del peso de las culpas, sino el gesto del amor de Dios que se abre hasta el extremo, hasta aceptar en sí mismo la "maldición" que corresponde al hombre, a fin de transmitirle en cambio la "bendición" que corresponde a Dios (cf. Ga 3,13-14). Pero esto suscita en seguida una objeción: ¿qué justicia existe dónde el justo muere en lugar del culpable y el culpable recibe en cambio la bendición que corresponde al justo? Cada uno no recibe de este modo lo contrario de "lo suyo"? En realidad, aquí se manifiesta la justicia divina, profundamente distinta de la humana. Dios ha pagado por nosotros en su Hijo el precio del rescate, un precio verdaderamente exorbitante. Frente a la justicia de la Cruz, el hombre se puede rebelar, porque pone de manifiesto que el hombre no es un ser autárquico, sino que necesita de Otro para ser plenamente él mismo. Convertirse a Cristo, creer en el Evangelio, significa precisamente esto: salir de la ilusión de la autosuficiencia para descubrir y aceptar la propia indigencia, indigencia de los demás y de Dios, exigencia de su perdón y de su amistad.Se entiende, entonces, como la fe no es un hecho natural, cómodo, obvio: hace falta humildad para aceptar tener necesidad de Otro que me libere de lo "mío", para darme gratuitamente lo "suyo". Esto sucede especialmente en los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía. Gracias a la acción de Cristo, nosotros podemos entrar en la justicia "más grande", que es la del amor (cf. Rm 13,8-10), la justicia de quien en cualquier caso se siente siempre más deudor que acreedor, porque ha recibido más de lo que podía esperar.Precisamente por la fuerza de esta experiencia, el cristiano se ve impulsado a contribuir a la formación de sociedades justas, donde todos reciban lo necesario para vivir según su propia dignidad de hombres y donde la justicia sea vivificada por el amor.Queridos hermanos y hermanas, la Cuaresma culmina en el Triduo Pascual, en el que este año volveremos a celebrar la justicia divina, que es plenitud de caridad, de don y de salvación. Que este tiempo penitencial sea para todos los cristianos un tiempo de auténtica conversión y de intenso conocimiento del misterio de Cristo, que vino para cumplir toda justicia. Con estos sentimientos, os imparto a todos de corazón la bendición apostólica".
Se ha publicado hoy el Mensaje de Benedicto XVI para la Cuaresma 2010. El texto, fechado el 30 de octubre de 2009, lleva por título la siguiente afirmación de San Pablo en su Carta a los Romanos: "La justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo". Sigue el documento íntegro en su versión española:"Cada año, con ocasión de la Cuaresma, la Iglesia nos invita a una sincera revisión de nuestra vida a la luz de las enseñanzas evangélicas. Este año quiero proponeros algunas reflexiones sobre el vasto tema de la justicia, partiendo de la afirmación paulina: La justicia de Dios se ha manifestado por la fe en Jesucristo (cf. Rm 3,21-22).Me detengo, en primer lugar, en el significado de la palabra "justicia", que en el lenguaje común implica "dar a cada uno lo suyo" - "dare cuique suum", según la famosa expresión de Ulpiano, un jurista romano del siglo III. Sin embargo, esta clásica definición no aclara en realidad en qué consiste "lo suyo" que hay que asegurar a cada uno. Aquello de lo que el hombre tiene más necesidad no se le puede garantizar por ley. Para gozar de una existencia en plenitud, necesita algo más íntimo que se le puede conceder sólo gratuitamente: podríamos decir que el hombre vive del amor que sólo Dios, que lo ha creado a su imagen y semejanza, puede comunicarle. Los bienes materiales ciertamente son útiles y necesarios (es más, Jesús mismo se preocupó de curar a los enfermos, de dar de comer a la multitud que lo seguía y sin duda condena la indiferencia que también hoy provoca la muerte de centenares de millones de seres humanos por falta de alimentos, de agua y de medicinas), pero la justicia "distributiva" no proporciona al ser humano todo "lo suyo" que le corresponde. Este, además del pan y más que el pan, necesita a Dios. Observa san Agustín: si "la justicia es la virtud que distribuye a cada uno lo suyo… no es justicia humana la que aparta al hombre del verdadero Dios" (De Civitate Dei, XIX, 21)."El evangelista Marcos refiere las siguientes palabras de Jesús, que se sitúan en el debate de aquel tiempo sobre lo que es puro y lo que es impuro: "Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre… Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas" (Mc 7,15. 20-21). Más allá de la cuestión inmediata relativa a los alimentos, podemos ver en la reacción de los fariseos una tentación permanente del hombre: la de identificar el origen del mal en una causa exterior. Muchas de las ideologías modernas tienen, si nos fijamos bien, este presupuesto: dado que la injusticia viene "de fuera", para que reine la justicia es suficiente con eliminar las causas exteriores que impiden su puesta en práctica. Esta manera de pensar -advierte Jesús- es ingenua y miope. La injusticia, fruto del mal, no tiene raíces exclusivamente externas; tiene su origen en el corazón humano, donde se encuentra el germen de una misteriosa convivencia con el mal. Lo reconoce amargamente el salmista: "Mira, en la culpa nací, pecador me concibió mi madre" (Sal 51,7). Sí, el hombre es frágil a causa de un impulso profundo, que lo mortifica en la capacidad de entrar en comunión con el prójimo. Abierto por naturaleza al libre flujo del compartir, siente dentro de sí una extraña fuerza de gravedad que lo lleva a replegarse en sí mismo, a imponerse por encima de los demás y contra ellos: es el egoísmo, consecuencia de la culpa original. Adán y Eva, seducidos por la mentira de Satanás, aferrando el misterioso fruto en contra del mandamiento divino, sustituyeron la lógica del confiar en el Amor por la de la sospecha y la competición; la lógica del recibir, del esperar confiado los dones del Otro, por la lógica ansiosa del aferrar y del actuar por su cuenta (cf. Gn 3,1-6), experimentando como resultado un sentimiento de inquietud y de incertidumbre. ¿Cómo puede el hombre librarse de este impulso egoísta y abrirse al amor?En el corazón de la sabiduría de Israel encontramos un vínculo profundo entre la fe en el Dios que "levanta del polvo al desvalido" (Sal 113,7) y la justicia para con el prójimo. Lo expresa bien la misma palabra que en hebreo indica la virtud de la justicia: sedaqad,. En efecto, sedaqad significa, por una parte, aceptación plena de la voluntad del Dios de Israel; por otra, equidad con el prójimo (cf. Ex 20,12-17), en especial con el pobre, el forastero, el huérfano y la viuda (cf. Dt 10,18-19). Pero los dos significados están relacionados, porque dar al pobre, para el israelita, no es otra cosa que dar a Dios, que se ha apiadado de la miseria de su pueblo, lo que le debe. No es casualidad que el don de las tablas de la Ley a Moisés, en el monte Sinaí, suceda después del paso del Mar Rojo. Es decir, escuchar la Ley presupone la fe en el Dios que ha sido el primero en "escuchar el clamor" de su pueblo y "ha bajado para librarle de la mano de los egipcios" (cf. Ex 3,8). Dios está atento al grito del desdichado y como respuesta pide que se le escuche: pide justicia con el pobre (cf. Si 4,4-5.8-9), el forastero (cf. Ex 20,22), el esclavo (cf. Dt 15,12-18). Por lo tanto, para entrar en la justicia es necesario salir de esa ilusión de autosuficiencia, del profundo estado de cerrazón, que es el origen de nuestra injusticia. En otras palabras, es necesario un "éxodo" más profundo que el que Dios obró con Moisés, una liberación del corazón, que la palabra de la Ley, por sí sola, no tiene el poder de realizar. ¿Existe, pues, esperanza de justicia para el hombre?El anuncio cristiano responde positivamente a la sed de justicia del hombre, como afirma el Apóstol Pablo en la Carta a los Romanos: "Ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha manifestado… por la fe en Jesucristo, para todos los que creen, pues no hay diferencia alguna; todos pecaron y están privados de la gloria de Dios, y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, a quien exhibió Dios como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia (Rm 3,21-25).¿Cuál es, pues, la justicia de Cristo? Es, ante todo, la justicia que viene de la gracia, donde no es el hombre que repara, se cura a sí mismo y a los demás. El hecho de que la "propiciación" tenga lugar en la "sangre" de Jesús significa que no son los sacrificios del hombre los que le libran del peso de las culpas, sino el gesto del amor de Dios que se abre hasta el extremo, hasta aceptar en sí mismo la "maldición" que corresponde al hombre, a fin de transmitirle en cambio la "bendición" que corresponde a Dios (cf. Ga 3,13-14). Pero esto suscita en seguida una objeción: ¿qué justicia existe dónde el justo muere en lugar del culpable y el culpable recibe en cambio la bendición que corresponde al justo? Cada uno no recibe de este modo lo contrario de "lo suyo"? En realidad, aquí se manifiesta la justicia divina, profundamente distinta de la humana. Dios ha pagado por nosotros en su Hijo el precio del rescate, un precio verdaderamente exorbitante. Frente a la justicia de la Cruz, el hombre se puede rebelar, porque pone de manifiesto que el hombre no es un ser autárquico, sino que necesita de Otro para ser plenamente él mismo. Convertirse a Cristo, creer en el Evangelio, significa precisamente esto: salir de la ilusión de la autosuficiencia para descubrir y aceptar la propia indigencia, indigencia de los demás y de Dios, exigencia de su perdón y de su amistad.Se entiende, entonces, como la fe no es un hecho natural, cómodo, obvio: hace falta humildad para aceptar tener necesidad de Otro que me libere de lo "mío", para darme gratuitamente lo "suyo". Esto sucede especialmente en los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía. Gracias a la acción de Cristo, nosotros podemos entrar en la justicia "más grande", que es la del amor (cf. Rm 13,8-10), la justicia de quien en cualquier caso se siente siempre más deudor que acreedor, porque ha recibido más de lo que podía esperar.Precisamente por la fuerza de esta experiencia, el cristiano se ve impulsado a contribuir a la formación de sociedades justas, donde todos reciban lo necesario para vivir según su propia dignidad de hombres y donde la justicia sea vivificada por el amor.Queridos hermanos y hermanas, la Cuaresma culmina en el Triduo Pascual, en el que este año volveremos a celebrar la justicia divina, que es plenitud de caridad, de don y de salvación. Que este tiempo penitencial sea para todos los cristianos un tiempo de auténtica conversión y de intenso conocimiento del misterio de Cristo, que vino para cumplir toda justicia. Con estos sentimientos, os imparto a todos de corazón la bendición apostólica".
Etiquetas: actualidad
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DESARROLLO DE LOS TEMAS DEL SEMINARIO DE VIDA EN EL ESPÍRITU
EL AMOR DE DIOS ( Ier tema)
Objetivo: Llegar a experimentar el amor personal e incondicional de Dios que es nuestro Padre.
Conocemos el amor de diferentes maneras, el amor de los padres, amor de amigos, amor de novios; pero todos son amor humano. La palabra amor tiene amplio campo semántico.
La Encíclica Deus Caritas Este nos habla del “Eros” y del “Ágape”. El ser humano está compuesto de cuerpo y alma . Cuando se funden verdaderamente en una unidad, el hombre es plenamente él mismo. De este modo el Eros puede madurar hasta su verdadera grandeza.
En Caritas in Veritate dice que el amor “ caritas” es una fuerza extraordinaria que mueve a las personas a comprometerse con valentía en el campo de la justicia y de la paz. Es una fuerza que tiene su origen en Dios, Amor eterno y verdad absoluta.
A.- Dios te ama personalmente porque El es tu Padre
Is 43, 1
Dios ama a todos los hombres pero también ama a cada uno de manera personal, como cada uno necesita ser amado. Si tú fueras el único habitante de todo el universo, Dios no podría amarte ya más de lo que te ama, porque te ama con todo el amor de un Dios poderos
Sal 103, 13 Dios ama con amor de padre con sus hijos.
Somos creaturas de Dios, creados a imagen y semejanza de El. Nos ha llamado por nuestro nombre. Nos ha dado una misión un lugar. Somos hijos de Dios, tenemos una identidad, soy heredero de sus riquezas.
B.- Dios te ama incondicionalmente porque El es amor
1 NJ 4, 8 Dios es amor
Dios no te pone ninguna condición para amarte, el te ama precisamente como tú eres en estos momentos. Su amor no cambia, incluso todo fracaso, problema y hasta pecado en tu vida son ahora una oportunidad para que experimentes su amor que e siempre fiel.
Is 54, 10
Dios te ama como eres, con tus cualidades y defectos. Te acepta con amor.
No necesitas ponerte máscaras delante de El. El te ama porque eres su hijo y no otra cosa.
El ama de manera especial a los pecadores. El peor de los pecadores es el más amado de Dios, porque donde abunda el pecado sobreabunda su amor misericordioso. El más pecador es quien puede experimentar más perdón, gozo y esperanza, porque es el más necesitado.
C.- Dios quiere lo mejor par ti porque eres su hijo
Dios te ama tanto que no quiere que estés así. El quiere algo mucho mejor para ti. Precisamente porque Dios te ama El quiere lo mejor para ti y tiene un plan que hizo con toda sabiduría y amor para ti. Ese plan es lo que nos va a hacer felices, porque estaremos haciendo su voluntas.
Y hacer la voluntad de Dios es lo que nos llevará a ser plenos en esta vida.
Is 55, 8-9
D.- Dios tomó la iniciativa para amarte
Dios te ama y lo único que te pide es que creas en su amor, que creas en El y confíes en su plan, más que en el tuyo.
Lo que Dios nos pide es que nos dejemos amar por El. No se trata de que nosotros intentemos llegar a El. Es el quien quiere llegar a nosotros. Que nos dejemos alcanzar por El.
Gal. 4,9
Dios es quien nos amó primero. No fuimos nosotros los que lo elegimos a El. El nos eligió primero. NJ 15,16
Para amar a Dios antes tenemos que conocerlo, experimentar su amor. Dejar que su amor llene nuestros corazones y poder decir como Job yo lo conocía de oídas, ahora lo han visto mis ojos.
DINAMICA EN GRUPO
TRABAJO PERSONAL
BIBLIOGRAFIA:
“Id y evangelizad a los bautizados” José Prado Flores. Publicaciones Kerigma. México.
Carta Encíclica Deus Caritas Est. Benedicto XVI.
Carta Encíclica Caritas in Veritate. Benedicto XVI
La Palabra de Dios.
Etiquetas: ENSEÑANZAS
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jueves 4 de febrero de 2010
ministerio de alabanza y adoración kadohs
¿ QUIENES SOMOS?
Somos discípulos del Señor, llamados por su gracia al Servicio del Evangelio por medio del Ministerio de Música, en el propósito de proclamar en medio del Pueblo de Dios la Gloria de su Santidad «Santo, santo, santo, Yahveh Sebaot: llena está toda la tierra de su gloria.» Isaías 6,3. Somos Jóvenes que desde Mayo de 2007 tenemos la alegría de tocar y cantar para nuestro Rey (Sal 33,2), de adorarle en su presencia y ver cómo se manifiesta su poder en medio de la unción de su Santo Espíritu.Crecemos en la oración, en la comunión, la formación y discipulado dentro de la Escuela Biblica Católica Yeshu’a, y servimos en los diferentes encuentros y grupos dentro de los diferentes procesos de evangelización.
Etiquetas: TESTIMONIOS.
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Estas son las fechas presentadas por la Renovación Carismática Católica de Argentina.
• 23-25/04: Encuentro Nacional de Servidores, Responsables o Coordinadores y sus Auxiliares o Colaboradores de Grupo de Oración.Predica: ECONA.-Sirve: Región Buenos Aires.•
08/05: Acto por el Bicentenario de la Patria en la Basílica de Luján. DEPLAI•
28-30/05: Encuentro Nacional de Líderes, Consagrados (y aquellos que deseen consagrarse al Señor en la espiritualidad de la RCC) e Intercesores.Predican: ECONA - Varios.Sirve: Región NOA.•
07-11/06: Encuentro Nacional de Sacerdotes.Predica: P. José Garza Madero (Mexico).-Sirve: Centro Cuyo.•
11-13/06: Encuentro Nacional de Evangelizadores y Servidores en general.Predica: P. Pepe Garza Madero (México).-Sirve: Región NEA.•
09-11/07: Encuentro Nacional de Matrimonios (Norte)Predica: Matrimonio de Brasil.Sirve: Región Litoral•
23-25/07: Encuentro Nacional Matrimonios (S)Predica: Matrimonio Bournissent.Sirve: ECONA.• 19-21/11: Ecuentro Nacional de Equipos Coordinadores Diocesanos y Servidores Jóvenes.Predica: P. Gustavo Jamut y Dra. Marta Iglesias.Sirve: SUR
LUIS ENRIQUE ASCOY EN SALTA
LUIS ENRRIQUE ASCOY EN CONCIERTO JUNTO A: KIKI TROIATEATRO DEL HUERTO28 DE MARZOJORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUDENTRADA $ 20PROMOCION ESPECIAL PARA MINISTERIOS DE MUSICA…ENTRADAS EN VENTA: ARZOBISPADO DE SALTA DE LUNES A VIERNES DE 9 A 12 HS. – COMISION DE LITURGIATEATRO DEL HUERTO.
LAS PERSONAS QUE QUIERAN VENDER ENTRADAS DEBEN DIRIGIRSE AL ARZOBISPADO DE SALTA – ESPAÑA Y MITRE DE 9 A 12 HS – COMISION DE LITURGIA; VENDIENDO 10 ENTRADAS PARTICIPAN DELTALLER DE MUSICA DICTADO POR LUIS ENRRIQUE.
LAS PERSONAS QUE QUIERAN VENDER ENTRADAS DEBEN DIRIGIRSE AL ARZOBISPADO DE SALTA – ESPAÑA Y MITRE DE 9 A 12 HS – COMISION DE LITURGIA; VENDIENDO 10 ENTRADAS PARTICIPAN DELTALLER DE MUSICA DICTADO POR LUIS ENRRIQUE.
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