martes, 30 de noviembre de 2010

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1. El Dios Trino Creemos en un Dios, eternamente existente en tres Personas divinas por igual: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que conocer, amar y glorificar a unos de otros. Esta vivo y verdadero Dios es infinitamente perfecto, tanto en su amor y de su santidad. Él es el Creador de todas las cosas, visibles e invisibles, por lo que es digno de recibir toda la gloria y la adoración. Inmortal y eterna, perfecta y exhaustiva conoce el final desde el principio, sostiene y soberanamente gobierna sobre todas las cosas, y providencialmente trae su buen propósito eterno para redimir a un pueblo para sí mismo y recuperar su creación caída, para alabanza de su gloriosa gracia .
2. Revelación que Dios ha revelado amablemente su existencia y el poder en el orden creado, y ha supremamente se reveló a los seres humanos caídos en la persona de su Hijo, el Verbo encarnado. Por otra parte, este Dios es un Dios que habla por su Espíritu ha tenido la amabilidad se describe en palabras humanas: creemos que Dios ha inspirado las palabras conservadas en las Escrituras, los sesenta y seis libros del Antiguo y Nuevo Testamento, que son a la vez grabar y medio de su obra salvífica en el mundo. Estos escritos constituyen por sí solas la Palabra verbalmente inspirada de Dios, que es totalmente autoritaria y sin error en los escritos originales, completa en su revelación de su voluntad para la salvación, suficiente para todo lo que Dios nos exige creer y hacer, y final en su autoridad en todos los ámbitos de conocimiento a la que se habla. Confesamos que tanto nuestra finitud y nuestros pecados se oponen a la posibilidad de conocer la verdad de Dios de manera exhaustiva, pero afirmamos que, iluminados por el Espíritu de Dios, podemos conocer la verdad revelada de Dios verdaderamente. La Biblia es que se cree, como el de la instrucción de Dios, en todo lo que enseña; obedeció, como es el mandato de Dios, en todo lo que necesita, y de confianza, como la promesa de Dios, en todo lo que promete. Como el pueblo de Dios, oír, creer, y la Palabra, que están equipadas como discípulos de Cristo y testigos del Evangelio.
3. Creación de la Humanidad Creemos que Dios creó a los seres humanos, hombres y mujeres, en su propia imagen. Adán y Eva pertenecían a la orden de la creación que Dios mismo declaró que es muy buena, en calidad de agentes de Dios para cuidar, administrar y gobernar la creación, que viven en y dedicada santa comunión con su Creador. Los hombres y las mujeres, igualmente creados a imagen de Dios, gozar de la igualdad de acceso a Dios por la fe en Cristo Jesús y son llamados a ir más allá de la auto-indulgencia pasiva a público y privado una participación importante en la familia, la iglesia y la vida cívica. Adán y Eva fueron hechos para complementarse entre sí en una carne de unión que establece la normativa único patrón de las relaciones sexuales entre hombres y mujeres, de modo que el matrimonio en última instancia, sirve como un tipo de la unión entre Cristo y su iglesia. En sabios propósitos de Dios, los hombres y las mujeres no son simplemente intercambiables, sino que se complementan entre sí en formas mutuamente enriquecedora. Dios manda que asumen roles distintivos que reflejan la relación de amor entre Cristo y la Iglesia, el ejercicio de la jefatura marido de una manera que muestra el cariño, el amor sacrificial de Cristo, y la mujer someterse a su marido en una manera que los modelos del amor de la Iglesia por su Señor. En el ministerio de la iglesia, tanto hombres como mujeres se les anima a servir a Cristo y desarrollarse a su máximo potencial en los ministerios del colector del pueblo de Dios. El papel de liderazgo distintivo dentro de la iglesia dado a los hombres cualificados se basa en la creación, la caída y la redención y no deben ser dejados de lado por las apelaciones a la evolución cultural.
4. La caída Creemos que Adán, creado a imagen de Dios, esa imagen distorsionada y perderá la bendición original-para él y toda su descendencia-por la caída en el pecado a través de la tentación de Satanás. Como resultado, todos los seres humanos alienados de Dios, dañado en todos los aspectos de su ser (por ejemplo, física, mental, volitivo, emocional, espiritual) y condenado finalmente y de forma irrevocable a la muerte, además de graciosa intervención de Dios propio. La necesidad suprema de todos los seres humanos es que se reconcilien con Dios en cuya justa y santa ira estamos firmes, la única esperanza de todos los seres humanos es el amor inmerecido de este mismo Dios, el único que puede rescatar y restaurarnos a sí mismo.
5. El Plan de Dios Creemos que desde la eternidad Dios determinó en la gracia para salvar a una gran multitud de los pecadores culpables de todo linaje y lengua y pueblo y nación, y para ello los conoció de antemano y los escogió. Creemos que Dios justifica y santifica a los que por la gracia de tener fe en Jesús, y que algún día ellos glorifican, todo para alabanza de su gloriosa gracia. En el amor que Dios manda y le implora a todas las personas que se arrepienten y creen, después de haber puesto su amor a ahorrar en los que él ha elegido y haber ordenado a Cristo como su Redentor.
6. El Evangelio Creemos que el evangelio es la buena noticia de Dios-es muy sabiduría de Cristo Jesús. una locura para el mundo, a pesar de que es el poder de Dios a los que se salvan, esta buena noticia es cristológica, centrada en la cruz y la resurrección: el evangelio no se proclama, si Cristo no se proclama, y auténtico de Cristo tiene la no se ha proclamado, si su muerte y resurrección no son centrales (el mensaje es â € œChrist murió por nuestros pecados... [y] se planteó '). Esta buena noticia es bíblico (su muerte y resurrección son conforme a las Escrituras), teológica y salvífica (Cristo murió por nuestros pecados, para reconciliarnos con Dios), histórico (si los acontecimientos de salvación no fue así, nuestra fe no sirve para nada, nos están todavía en nuestros pecados, y vamos a ser más dignos de conmiseración de todos los demás), apostólica (el mensaje se le encomendó y transmitida por los apóstoles, que fueron testigos de estos acontecimientos de salvación), e intensamente personal (donde se recibe, que se cree , y sostuvo con firmeza, las personas individuales se guardan).
7. La Redención de Cristo Creemos que, movido por el amor y en obediencia a su Padre, el Hijo eterno se hizo hombre: el Verbo se hizo carne, totalmente Dios y totalmente hombre, una persona en dos naturalezas. El hombre Jesús, el Mesías prometido de Israel, fue concebido a través de la agencia milagrosa del Espíritu Santo y nació de la virgen María. Él obedeció perfectamente a su Padre celestial, vivió una vida sin pecado, hizo señales milagrosas, fue crucificado bajo Poncio Pilato, resucitó corporalmente de entre los muertos al tercer día y ascendió al cielo. A medida que el mediador Rey, que está sentado a la diestra de Dios Padre, en el ejercicio en el cielo y en la tierra todos los de la soberanía de Dios, y es nuestro Sumo Sacerdote y Abogado justos. Creemos que por su encarnación, vida, muerte, resurrección y ascensión, Jesús Cristo actuó como nuestro representante y sustituto. Él hizo esto para que en él nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en la cruz que canceló el pecado, propiciado Dios, y, teniendo la pena completa de nuestros pecados, reconciliados con Dios todos los que creen. Por su resurrección de Jesucristo fue reivindicado por su padre, rompió el poder de la muerte y venció a Satanás, quien una vez tuvo poder sobre ella, y trajo la vida eterna a todo su pueblo, por su ascensión ha sido siempre exaltado como Señor y ha preparado un lugar para que podamos estar con él. Creemos que la salvación se encuentra en ningún otro, porque no hay otro nombre dado bajo el cielo, por el cual podamos ser salvos. Debido a que Dios escogió lo vil del mundo, las cosas despreciadas, las cosas que no son, para anular lo que es, ningún ser humano puede presumir delante de él, Cristo Jesús se ha convertido para nosotros sabiduría de Dios, es decir, nuestra justicia, la santidad y la redención.
8. La justificación de los pecadores Creemos que Cristo, por su obediencia y muerte, totalmente descargada la deuda de todos los que están justificadas. Por su sacrificio, que llevó en nuestro lugar el castigo por nosotros por nuestros pecados, haciendo una, real y plena satisfacción propia de la justicia de Dios en nuestro nombre. Por su obediencia perfecta que satisface las justas demandas de Dios en nuestro nombre, ya que sólo por la fe que la obediencia perfecta se le atribuye a todos los que confían en Cristo solamente para su aceptación con Dios. En la medida en que Cristo fue dado por el Padre para nosotros, y su obediencia y el castigo fueron aceptadas en lugar de la nuestra, libre y no para nada en nosotros, esta justificación es el único de la gracia libre, con el fin de que tanto la justicia exacta y los ricos la gracia de Dios sea glorificado en la justificación de los pecadores. Creemos que un celo por la obediencia personal y el público se deriva de esta justificación gratuita.
9. El poder del Espíritu Santo Creemos que esta salvación, atestiguado en toda la Escritura y asegurado por medio de Jesucristo, se aplica a su pueblo por el Espíritu Santo. Enviado por el Padre y el Hijo, el Espíritu Santo, glorifica al Señor Jesucristo, y, como el â € œother 'Paráclito, está presente con y en los creyentes. Él convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio, y por su misteriosa y poderosa obra regenera espiritualmente pecadores muertos, despertando al arrepentimiento y la fe, bautizándolos en unión con el Señor Jesús, de tal manera que son justificados ante Dios por la gracia través de la fe en Jesucristo. Por el Espíritu de la agencia, los creyentes se renuevan, santificado, y aprobó en la familia de Dios, participan de la naturaleza divina y recibe la distribuye dones soberanamente. El Espíritu Santo mismo es el anticipo de la herencia prometida, y en esta edad de mora, las guías de encomienda, equipa, revive, y faculta a los creyentes para-como el Cristo vivo y servicio.
10. El Reino de Dios Creemos que aquellos que han sido salvados por la gracia de Dios a través de la unión con Cristo por la fe y mediante la regeneración por el Espíritu Santo entrará en el reino de Dios y deleitarse con las bendiciones del nuevo pacto: el perdón de los pecados, la transformación interior que despierta el deseo de gloria, la confianza, y obedecer a Dios, y la perspectiva de la gloria todavía no se ha revelado. Las buenas obras constituye una prueba indispensable de la gracia salvadora. Viviendo como la sal en un mundo que está en descomposición y la luz en un mundo que es oscuro, los creyentes no deben retirarse en aislamiento del mundo, ni se pueden distinguir de ella: más bien, vamos a hacer el bien a la ciudad, por toda la gloria y honra de las naciones es que se ofrezcan al Dios vivo. Reconociendo que creó para esto, y porque somos ciudadanos del reino de Dios, debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, hacer el bien a todos, especialmente a aquellos que pertenecen a la familia de Dios. El reino de Dios, ya está presente pero no se dio cuenta plenamente, es el ejercicio de la soberanía de Dios en el mundo hacia la redención final de toda la creación. El reino de Dios es un poder invasivo que saquea oscuro reino de Satanás y se regenera y renueva a través del arrepentimiento y la fe de la vida de las personas rescatadas de ese reino. Por lo tanto, inevitablemente establece una nueva comunidad de la vida humana, junto con Dios.
11. Nuevo Pueblo de Dios Creemos que la nueva alianza del pueblo de Dios ya ha llegado a la Jerusalén celestial, ya están sentados con Cristo en los lugares celestiales. Esta iglesia universal se manifiesta en las iglesias locales de la cual Cristo es la única cabeza, por lo que cada uno € œlocal una iglesia 'es, de hecho, la iglesia, la casa de Dios, la asamblea del Dios vivo, y el pilar y fundamento de la verdad. La iglesia es el cuerpo de Cristo, la niña de sus ojos, grabado en sus manos, y él se ha comprometido a ella para siempre. La iglesia se caracteriza por su mensaje del evangelio, su sagradas ordenanzas, su disciplina, su gran misión, y, sobre todo, por su amor a Dios, y por miembros de su amor el uno al otro y para el mundo. Fundamentalmente, este evangelio tiene que apreciamos tanto y corporativos dimensiones personales, ninguno de los que sí puede ser pasado por alto. Jesucristo es nuestra paz: él no sólo ha traído la paz con Dios, sino también la paz entre los pueblos alejados. Su propósito era crear en sí mismo una nueva humanidad, haciendo la paz, y en un solo cuerpo de conciliar ambas Judio y Gentile a Dios a través de la cruz, por lo sometió a la muerte de su hostilidad. La iglesia sirve como una señal de Dios del nuevo mundo futuro, cuando sus miembros viven al servicio de unos a otros y sus vecinos, en lugar de para el auto-enfoque. La iglesia es la morada de las empresas del Espíritu de Dios, y el testimonio constante a Dios en el mundo.
12. Bautismo y la Cena del Señor Creemos que el bautismo y la Cena del Señor son ordenados por el mismo Señor Jesús. El primero está relacionado con la entrada en la comunidad del nuevo pacto, esta última con la renovación del pacto en curso. Juntos, son al mismo tiempo de la promesa de Dios a nosotros, divinamente ordenado medios de gracia, nuestro público los votos de su presentación a la vez crucificado y ahora Cristo resucitado, y anticipaciones de su regreso y de la consumación de todas las cosas.
13. La restauración de todas las cosas Creemos en el glorioso personal y corporal regreso de nuestro Señor Jesucristo con sus santos ángeles, cuando sólo ejercerá su papel como juez final, y su reino se consumó. Creemos en la resurrección corporal de los justos y los injustos, los injustos para juicio y castigo consciente eterno en el infierno, como nuestro Señor enseñó a sí mismo, y los justos a la bienaventuranza eterna en la presencia de aquel que se sienta en el trono y de los Cordero, en el nuevo cielo y la tierra nueva, en la casa de la justicia. Ese día la iglesia se presentará sin mancha delante de Dios por la obediencia, el sufrimiento y el triunfo de Cristo, todo pecado purgado y sus efectos miserable desterrado para siempre. Dios sea todo en todos y su pueblo será cautivado por la inmediatez de su santidad inefable, y todo será para alabanza de su gloriosa gracia.


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