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Escrito por Michel Pagiossi
Martes, 14 de septiembre 2010 24:26
Eucaristía: preso de amor
Por Antonio Orozco





Hay un preso en una cárcel pequeña. El cautivo es Rey de reyes y Señor de Señores. Esta prisión es el tabernáculo pequeño, llamado la cárcel del amor.



Hay un preso en una cárcel pequeña. El cautivo es Rey de reyes y Señor de Señores. Esta prisión es el tabernáculo pequeño, llamado la cárcel del amor "(cf. san Josemaría Escrivá de Balaguer Forjar, N ° 827), porque el delito es el amor. Siendo Dios, se hizo hombre. Eterno tomó tiempo. Invulnerable, sufriría. Omnipotente, que no pudo hacer nada en el establo de Belén Todopoderoso, era un fugitivo, cruzando los desiertos de amor llena de arena. Creador del Universo, trabajó con la fatiga durante muchos años en el taller de José Omnipresente, caminó paso a paso, incansables, los caminos de Palestina. Caían gotas de sangre de la piel a la tierra de Getsemaní. Él mismo dio - porque quería - una flagelación cruel, la coronación de espinas. Abrazó a la cruz y se fue a mirarla, entre dos ladrones, el sonido de insultos blasfemos de sus criaturas. Todo sin la necesidad de amor puro, para redimir los pecados de todos y cada uno de los hombres y para abrir las puertas del Paraíso.

"Bajo las especies del pan y del vino, está realmente presente con Su Cuerpo y Su Sangre, con su Alma y su Divinidad. Además permite un amor infinito, que se obtendría si no el más grande y más maravilloso milagro "(Juan Pablo II Homilía, 9 VII 1980)

¿Podría alguien decir qué es "justo" que debería estar allí, Jesús, en la prisión de tu defensa, más que en Belén y que en Nazaret, en el Calvario es eso? Bueno, sí, yo digo que es justo, justo, porque hemos robado su corazón, y hecho con "agravantes". ¿Por qué estás tan grandemente en tu amor? ¿Por qué amamos tan asombroso con esta locura? No basta una sola gota de su sangre para redimir a un mil millones de mundos? No era suficiente una sola de tus suspiros? ¿Por qué no basta la Encarnación de la Virgen María? ¿Por qué tanto dolor, tanta pena, ¿por qué? ... Muy bien, Señor, ahora usted debe estar allí, cautivo en la prisión poco oscuro! Me robaste el corazón! Es simplemente maravilloso con que la justicia, en el que la sencillez sublime se confunde con el amor divino, con misericordia, con generosidad, con la verdad, con libertad, con la belleza, la armonía, la alegría ... Es sólo that're atascado porque te amo infinitamente, porque se excede, y que se destaca tiene que pagar por ello! A cumplir con su expiación en el Tabernáculo.

Lo que no es de ninguna manera es justo que me quede indiferente, o la olvide y se pasan horas sin que se nos recuerde de su cautiverio amor. No es justo para pasar un día sin visitar el santuario de al menos una vez. No es justo que el Tabernáculo no es el imán de mis pensamientos, palabras y acciones. No sólo eso - Has robado mi corazón - no estoy en mi tesoro. Por lo tanto, renuevo mi propósito ahora a centrar mi vida en tu cárcel de amor. Y cada vez que puede, aunque sólo sea por unos breves instantes, voy a visitarlo para decirle: "Te amo con devoción, Dios Oculto" (Himno Adoro te devote). Con una genuflexión pausada (diría "solemne") dice: Me encanta su presencia real bajo la apariencia de pan, que no es el pan porque tiene sustancia: su cuerpo, su sangre, su alma humana, tu Dios con el Padre y el Espíritu Santo.



EL MILAGRO DE LOS MILAGROS

Aquí está el milagro de los milagros, el misterio de la fe que une a todos los misterios del cristianismo (cf. san Josemaría, la homilía "Amar al mundo apasionadamente" en ConversacionesN. 113): Dios Trino, la Encarnación del Verbo y la Redención de la Humanidad, la Vida, la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo y de Su glorificación eterna ... Tibi es meum totum color subiicitMi corazón sufre toda Ti: es suya! Tú robado! Quia te contemplans totum déficit, Mirando hacia arriba se rinde, pierde toda razón para atacar a otros. No podía ser de otra manera, cuando usted oye el eco de esa canción:



Corazones partes
yo los quiero;
y le doy El mío propio,
lo doy entero

"Corazones rotos,
Yo no los quiero;
y si entregase mi,
Le doy todo el "



Si me das tu total, ¿qué podía hacer con la mía? Hoy en la misa, me dio todo. Ahora es sólo una palabra: ¡gracias! Estoy aquí para servirle a usted: Totus tuus ego sumaYo soy completamente tuya.

Visus, Tactus, que Gustus en fallitur: La vista, el tacto, el gusto no se puede percibir, pero mi oído sólo para saber absolutamente estás ahí: Este es mi cuerpo, Este es el cáliz de mi sangre ... No es cierto nada más que tu palabra omnipotente, capaz de realizar el milagro de los milagros.

Durante estas visitas al Santísimo Sacramento, tal vez corto, siempre demasiado corta - se enciende la fe y con fe, esperanza y amor - inevitablemente. Declaro que es verdad y su humanidad y su divinidad inefable santa: tanto credens tamen confitens atqueCreo y confieso ambas cosas. Y con la fe ilumina como el sol que sale en una madrugada clara, peto quot petivit latro poenitens, Le pregunté lo que el ladrón arrepentido. "He repetido muchas veces aquel verso del himno eucarístico: quot Peto latro petivit poenitens. Y siempre temblando en lágrimas, preguntándole cómo el ladrón! "(San Josemaría, Via Sacra, XII, 4).

-Preguntó el hombre lo que una vida triste, que murió en la cruz junto a Cristo? Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino (Lc 23, 42). "Reconoció que sí, que merecía que el castigo es atroz ... Y con una palabra robó el corazón a Cristo para sí mismo y abrió las puertas del cielo "(Ibíd.)

Con una sola palabra. También esto es "justo," Señor, si Tú robaste mi corazón, es sólo que me roban la tuya. Es tan fácil! "Jesús sólo una sonrisa, una palabra, un gesto, un poco de amor para derramar su gracia en el alma de un amigo" (Ídem, V). ¿Ves ahora mi corazón contrito, se rindió, convertido derramada en ti con cada fibra de tu ser? Pues bien, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino! Voy a abrir las puertas de mi corazón, Tú me tallar los de la suya, las puertas del Reino del amor.



BELÉN: LA CASA DE PAN

Esta pequeña prisión del amor es también Belén, una eterna Navidad. El nombre de "Belén" significa "casa del pan". El tabernáculo es el lugar donde guarda el pan de la Palabra, la Palabra de Dios mismo, el único Verbo del Padre, que nos habla del amor. Es el pan de los ángeles, pan del cielo, medicina de inmortalidad (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, N ° 1331), porque los ángeles no comen nada menos que el Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero.

En Belén de nuestros templos, es para alimentar a los hombres, no sólo el Cuerpo y la Sangre redentores, sino también el Espíritu de Cristo, que irradia de tabernáculo en nuestros corazones cuando lo hacemos - como siempre - una comunión espiritual. Debido a la Humanidad Santísima de Jesús es el verdadero templo en la plenitud de la Deidad reside corporalmente (Col 2.9). Su alimento es hacer la Voluntad del Padre, y el aire que respiramos es el Espíritu Santo. Por eso, cuando sopla, el Paráclito se está extendiendo en una incesante y siempre nuevo Pentecostés.

No está claro siempre, dondequiera que estemos, como una brisa del cercano Tabernáculo para aliviar el estrés de nuestro trabajo? No vemos cómo se pone la brisa, en su caso, el sacrificio en la dulzura, la calma en el dolor, su alegría en la alegría de amar y saber que somos infinitamente amados por un corazón de carne, como el nuestro, que palpita con fuerza divina?

Amen a sus vínculos con las prensas de Espíritu Santo, se une, une nuestros corazones hasta que podamos exclamar: Ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí! (Chica 2, 20) es una maravilla: el cristiano se deificado, inmerso en el infinito, como el diálogo de esa cancioncilla clásico:



Hombre:
Por más que se puede dividir
Vos todo el encuentro, mi Dios.

Dios:
Sí, entre nosotros dos, amigo,
nunca habrá pan partido.

Hombre:
Que la igualdad se puede dar
entre nada y todo?

Dios:
¿Quieres saber cómo?
Comer este alimento.

Hombre:
Por lo tanto, después de haber comido,
vienen por la gracia de ser Dios?

Dios:
Sí, entre nosotros dos, amigo,
nunca habrá pan partido.

Hombre:
Algunos tal vez no se alarme
así también por favor?

Dios:
Eso es lo que puede hacer el amor:
hacer que Dios, y para mí, hombre.

Hombre:
Desde donde yo estoy llegando a esa altura,
y por lo tanto Usted bajeza?

Dios
Sí, entre nosotros dos, amigo,
nunca habrá partido el pan

(Alonso de Ledesma)



Eso es justo, Dios mío, que estás en la cárcel de amor! A partir de ahora vamos a compartir todo: corazones, pensamientos, deseos, trabajos, bajadas, alegrías, amores. El tabernáculo es mi tesoro, mi cuna, mi Pentecostés ... Y Betania, es para mí: espacio de encuentro, un lugar de tranquilidad donde realmente el amor de Jesús, con admiración, con respeto, afecto, en el que escuchar sus palabras, sin prejuicios, y también donde Jesús, en un elocuente silencio, escuchando .

Hasta que no se atreven a "reprimenda" él cariñosamente como "no llega a tiempo" para curar a Lázaro: Señor - Marta dice - si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero nada en este mundo nos hace perder la fe: también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, a Dios quiera; Yo creo que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que había entrado en el mundo (Jn 11, 17-44). No es María, que es capaz de causar una ofensa capital en el corazón de todos los Judas, vierte el sueldo anual de un trabajador en la fragancia del perfume precioso en los pies de Jesús y los seca con sus cabellos hermosos (11: 2) . Y Lázaro - alma gentil, el corazón, rico, mirada penetrante, llena de luz - y eso incluye hablar con los GM se siente el valor de su sangre noble y generosa, y reflexiona en voz baja su profunda amistad con Jesús.

"Es cierto que nuestro Tabernáculo siempre llama Betania ... - Hacer un amigo de los amigos de María Maestro, Lázaro, Marta,. - Y entonces no hay más preguntas por qué llamar a nuestro Tabernáculo Betania "(San Josemaría, RutaN. 322). Y usted tendrá que caminar el mundo "atraco" Tabernáculos (Ibíd., Nn. 269 y 876). Y tú regocijan cada vez que encontrar su camino en las calles de la ciudad la mayoría de lo normal (ver Ídem.N. 270). Y no abandonar jamás la visita al Santísimo Sacramento: "La visita al Santísimo Sacramento es una prueba de gratitud, un signo de amor y un deber de adoración hacia Cristo, nuestro Señor" (Catecismo de la Iglesia CatólicaN. 1418).

«La Iglesia y el mundo tienen gran necesidad del culto eucarístico. Jesús nos espera en este sacramento de amor. No eludir en el momento de su encuentro en la adoración, en la contemplación llena de fe y abierta a la indemnización por mala conducta y delitos del mundo. Nunca dejará de nuestra adoración "(Juan Pablo II). Así que cuando "usted recibirá la luz y la fuerza de su vida como cristiano" (Ruta, N ° 554), y decirle a los ángeles (que de alguna manera compartir con nosotros el mismo "pan"): "¡Oh Espíritus Angélicos para proteger nuestros Tabernáculos, donde reposa la prenda adorable de la Sagrada Eucaristía, la defensa de las profanaciones y de retención por el amor "(cf. Ruta, N º 569)

Un grito silencioso

El tabernáculo es una llamada no entretener a una conversación de la fe, la esperanza y el amor lo que dieron y siguen dando su sangre por nosotros. Es como escuchar un grito silencioso: ¡Estoy aquí! Vamos todos los que estáis trabajados, cansados, desanimados, yo os haré descansar! Que vengan todos ustedes que también están contentos porque me gusta compartir su alegría y aumentarlo, para ser más completa, más profunda, más auténtica, más humana y divina, que nadie puede arrebatar!

Para lograr una creciente amistad con Cristo es ir purificando la mente y el corazón, porque Él es la pureza misma. Una recepción frecuente del sacramento de la Penitencia es el purificador de los grandes medios. Sin ella, nuestra fe sería escasa, nuestra esperanza, sin saber, nuestro amor, dudoso, y nuestras obras, o sometidas a torsión. "No sólo la penitencia lleva a la Eucaristía, la Eucaristía, pero también conduce a la penitencia. De hecho, cuando nos damos cuenta de que recibimos en la comunión eucarística, nace en nosotros casi espontáneamente un sentido de indignidad, mientras que el dolor por nuestros pecados y la necesidad de purificación interior "(Juan Pablo II Dominicae Cenae24 II 1980, párrafo 7). Así que podemos hacer "brillar aún más la gloria y el poder de la Eucaristía" (Bol. Incarnationis mysterium, Párrafo 11).



Antonio Orozco: Licenciado en Filosofía y Letras y Doctor en Filosofía Escolástica. Es sacerdote y autor de numerosos artículos sobre temas teológicos, además de los libros: Resurrección, la espiritualidad, y La Libertad en El Pensamiento, ensayo filosófico.

Fuente: Arvo.net

Enlace: http://www.arvo.net

Traducción: Cuadrante
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