Revelaciones Privadas - La Voz de Santa María: "26/10/2010 04:00 Horas.
Dice Santa María:
Amados hijitos de mi corazón, si no tenéis esperanza no podréis levantar un mundo de armonía y paz, sin ella en el corazón de cada uno de vosotros jamáis volverán a sentir la presencia del amor, de la paz, porque si no sienten adentro de cada uno de vuestros corazones perdéis esa luz de vida, de amor que tiene que anidar en cada uno de vuestros corazones, porque esa luz es la que os da la fuerza para avanzar, para caminar y sentir el más profundo y verdadero amor, aquel que mi Señor depositó en cada uno de sus hijos, el amor pequeños míos, el amor verdadero, y ese amor es el que os llevará a luchar a través de la palabra y entonces podréis entre todos construir un mundo basado en la misericordia y la paz, un mundo lleno de luz y en continua armonía y comunión no tan sólo con mi amado Hijo sino entre todos vosotros como hermanos que sois, entonces habéis dejado atrás todo sufrimiento, dolor, angustia e irán caminando rumbo a un mundo nuevo basado en el amor de vuestro Padre, si no lo hacéis, si no permitís, amados pequeños, que esto os ocurra entonces vuestros corazones y vuestras almas seguirán envolviendo a cada uno y os llevarán por un sendero de odios, rencores, mentiras, injusticias y jamás volverá a brillar sobre vuestros corazones la luz del amor, del amor más puro que jamás sintieron en vuestras vidas, el amor que parte del Corazón Inmaculado de CRISTO JESÚS, Él es quien os pide que os dejéis guiar por el sendero de la luz, que le permitáis ingresar en vuestro corazón y escuchéis cada una de sus palabras, y a través de esa unidad, entonces todos vosotros seréis libres, pero no tan sólo libres en pensamiento sino también en cada uno de vuestros actos porque habéis de hallar la unidad entre lo que es el verdadero amor y la paz unidos a la verdadera misericordia y la justicia y saldréis a caminar, y en ese caminar diario iréis sembrando por el mundo lo que os vengo pidiendo, la semilla sobre la tierra virgen, y esa semilla es la de la esperanza unida a la de la fe, y veréis que ha de germinar y crecerá y se extenderá y al extenderse iluminará los corazones de todos aquellos que desde ya hace muchos años se sienten abatidos y llenos de rencores y dolores, que se sienten sumergidos en el desprecio y el olvido, que son muchos marginados por vosotros y hasta separados del entorno del mundo en el cual os toca vivir y los persiguen y los atacan sin piedad, son los que nada poseen y a su vez poseen mucho más que muchos de vosotros porque en sus corazones tan castigados por los hombres está la fuerza de romper todas las cadenas y comenzar a caminar por un sendero nuevo, quieren salir de ese encierro que muchos de los poderosos de vuestro mundo los llevaron y no los escuchan, quieren estar al lado de todos vosotros y no los comprenden, los marginan y los persiguen, y aquellos que tienen que salir a buscarlos, a acompañarlos, a guiarlos no salen de mis muros y son pocos los que se acercan a ellos para darles una mano como hermanos que sois, para enseñarles que a través del Libro de las Sagradas Escrituras encontrarán el verdadero sendero que JESÚS, mi amado Hijo, os dejó marcado porque Él los ama y Él no separa a ninguno de sus hermanos, todo lo contrario, los está esperando en su morada para que lleguen y le habléis, para que le abran sus corazones y dejéis salir todas las penas y rencores y lentamente vayáis haciendo una profunda confesión basada en el arrepentimiento y el dolor por el cual tuvieron que atravesar tantos años, y al hacerlo, amados hijitos, sentirías que vuestro Hermano os toma entre sus brazos y os lleva junto a su corazón y recibirías su Cuerpo y su Sangre y volverían todos a vivir en armonía y paz, no os tenéis que atormentar por lo que os pueden hacer muchos de vuestros hermanos, no podéis seguir dejándose caer sin piedad en ese mundo de dolor, vosotros sois libres si queréis abrazar la cruz con infinito amor, si sienten adentro vuestro el llamado a la conversión y la aceptáis y se vuelven verdaderos hijos de vuestro Padre y comienzan a caminar con un corazón lleno de armonía, paz, misericordia y eterno amor dejando todo un pasado, olvidando lo que os han hecho y teniendo en vuestros pensamientos que CRISTO JESÚS os ama y siempre os amo y que Él jamás os separó de su rebaño, todo lo contrario, muchas veces os fue Él mismo a buscar y hasta les rogó que volvieran, pero el dolor que sentían adentro vuestro por la soledad a la que os condujeron no os permitía oír la voz del amor. Por eso hoy, amados hijitos, os ruego y os pido, abrid de par en par vuestros corazones y vuelvan a mi morada, vuelvan al encuentro con vuestro Hermano y déjense guiar de su mano al encuentro con el Padre y recibid su eterna bendición, luchen, pequeños míos, para que ya nunca más ninguno de vosotros quede separado del gran rebaño, para que reine no tan sólo en vuestras vidas la esperanza y el amor sino se extienda sobre toda la tierra, y no podéis dejaos llevar por el ángel desterrado y las fuerzas del mal, al unirse todos vosotros en oración, rezando el Santo Rosario, la Coronilla volverán a vivir en armonía y paz y construirán de vuelta mi amada Iglesia y ella ha de ser quien os cobijará y protegerá a partir de esta nueva era de todos los males y será la Iglesia del amor, sí, hijos míos, la Iglesia del amor basada en el amor de CRISTO JESÚS y el de mi corazón, recibid todos juntos la Llama de este amor, recibid todos la luz, confiesen vuestros pecados y volved a caminar por el mundo en armonía, paz, misericordia y fe y seréis libres sin ataduras y os envolveré con la Llama Eterna del Amor a cada uno de vuestros corazones, venid a mi morada, retornen a los brazos del Padre, Hijo y Espíritu Santo, retornen a mi morada y abracen vuestras cruces con infinito amor y comenzad a caminar todos juntos rumbo al gran encuentro construyendo un nuevo mundo, que ya no queden en vuestros corazones más odios ni rencores, ahora en ellos tiene que anidar el más grande y divino amor. Os amamos queridos hijitos, os amamos y estamos esperando vuestra vuelta a vuestra casa, MI MORADA, EN DONDE OS ESTAMOS ESPERANDO PARA QUE JUNTOS CAMINEMOS TOMADOS DE LA MANO POR EL SENDERO ETERNO DE LA LUZ Y A PARTIR DE ESE INSTANTE CONSTRUIREMOS ENTRE TODOS LA IGLESIA DEL AMOR, SÍ, BASADA EN EL AMOR QUE EMANA EL CORAZÓN INMACULADO DE JESÚS Y A TRAVÉS DE ÉL EL DEL PADRE Y DEL ESPRITU SANTO Y DE MI CORAZÓN DE MADRE DE TODOS VOSOTROS Y MI AMADA IGLESIA, LEVANTAD CON TODAS LAS FUERZAS LA IGLESIA DEL ETERNO AMOR. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
25/10/2010 04:00 Horas.
Dice Santa María:
Hijo, cada día al abrir vuestros ojos al mundo no dejéis de dar las gracias a vuestro Padre, a mi amado Señor, por ese despertad, por ese encuentro con la vida, con una vida llena quizás de dolores y también de momentos de felicidad, alimentad adentro de vuestro corazón el amor y la paz pero nunca dejéis la esperanza porque a través de ella podréis levantar un nuevo mundo, un mundo basado en la verdad, en la unidad, en el encuentro entre todos y en poder caminar juntos unidos por esa Llama que todos vosotros tenéis en vuestros corazones y está allí esperando sólo que le permitan salir para envolver a cada uno de mis pequeños y unido a la palabra y al amor bajo la luz divina de CRISTO JESÚS veréis comenzar a nacer un nuevo mundo, un mundo de armonía, un mundo de unidad entre todos vosotros y callará para siempre la voz del cañón y se detendrán las guerras, el odio, el rencor, la envidia y la mentira para pasar delante de todo ello la comprensión, la justicia, la misericordia y la paz y construirán un nuevo mundo basado en los Sagrados Mandamientos y siguiendo tras los pasos de mi Hijo podréis volver a levantar un mundo nuevo, un mundo donde seréis libres y vivirán con mi Señor. Os pido a cada uno de vosotros que extiendan sus manos, tómense de ellas y ayúdense no sólo a través de la palabra sino también a través de la luz que irradia cada uno de vuestros cuerpos, porque no olvidéis, amados hijitos, que todos vienen de la luz porque vuestro Señor, vuestro Padre, a través de ella ilumina cada uno de vuestros corazones y vuestras almas para que derramen sobre toda la tierra esa luz que es el más inmenso y puro amor, entonces no esperéis ya más tiempo porque los tiempos se acortan y si no comienzan a sembrar sobre toda la tierra la semilla todo se ha de perder, todo ha de ser silencio y oscuridad, todo quedará encerrado en una inmensa noche de dolor y vuestro Padre no quiere, hijitos míos, que paséis por ello, Él quiere que seáis felices, que vivan en un mundo de armonía, que vuestras almas estén limpias de todo pecado, que su Hijo viva en cada uno de vuestros corazones y que se unan y caminen rumbo a su encuentro, levantad en cada lugar un altar y arrodíllense a sus pies y rezad, hablad con Él, que Él vea a cada uno de sus hijos que lo aman y que vuelven a la casa del Padre, no podéis comprender que Él los está esperando, que Él les quiere entregar su amor, que los quiere cobijar bajo la luz divina y quiere que seáis libres, pero para eso tienen que dejar de lado y enterrar para siempre las ansias de poder, el odio, rencores, envidias y ser sencillos, humildes y aprender a amar, sí, hijos, tienen que volver a amar con todas vuestras fuerzas y entregarse a cada hermano y hermana vuestro, tienen que comenzar a transitar un mundo lleno de vida, no como hoy viven en las tinieblas y llenos de rencores, por eso vuelvan a la morada y oren, formen muchos cenáculos, lugares de oración, de encuentro y sean verdaderos hijos y hermanos y ámense unos a otros como verdaderos hermanos que sois. Os ruego comprendan mis palabras, oíd mis ruegos, os hablo con las palabras más sencillas y con el corazón de Madre que siente un inmenso dolor al verlos que estáis tan desunidos y perdidos en vuestro mundo, deseo que seáis felices y vivan en unidad, que comprendan que mi Señor os dio la vida para que seáis libres y no tengáis que estar soportando las ataduras del ángel desterrado, destiérrenlo de vuestras vidas y de vuestro mundo, luchad contra él a través de la oración del Santo Rosario y levantad mi Iglesia a lo más alto y que sea Gloriosa y Santa unidos a vuestros Pastores. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
24/10/2010 05:00 Horas.
Dice Santa María:
Hijitos míos, cuánto tiempo tendrá que transcurrir en vuestras vidas para que comprendan lo alejado que os encontráis, lo separado que estáis del verdadero sendero de la luz y del amor que os guía rumbo al Corazón Inmaculado de mi Hijo, no os dais cuenta, estáis tan separados, tan apartados del camino que no podéis comprender que os encontráis al acecho continuamente del ángel desterrado y de las fuerzas del mal y que cada minuto que transcurre va encadenando vuestras almas y con engaños y falsos profetas que aparecen en vuestro mundo os guían al mundo de las tinieblas y del dolor, que él sólo quiere arrebatar vuestras almas para llevarlos toda una eternidad al sufrimiento, no pueden comprender que en la unidad de vosotros, que en la unidad del Santo Rosario todos juntos haréis que se enceguezca y caerá en el abismo que él abrió para cada uno de vosotros, que es el de la oscuridad, y hacedlos perder en él por miles de años, y podréis vivir en plena libertad unidos por el amor, por la misericordia y por la paz, caminarán por el sendero acompañado de mi amado Hijo bajo la bendición del Espíritu Santo y la mirada de vuestro Padre, no pueden comprender en mis palabras que los amamos, que yo he venido a vuestro mundo a traerles las palabras de mi Hijo y para guiarlos a todos rumbo a su encuentro, a su morada, a su amor, a una nueva vida, una vida llena de luz, de amor y de esperanza, sí, hijos, de esperanza porque sin ella no podréis construir nada, os encontraréis perdidos como lo estáis hoy, a qué teméis que no podéis poneos de acuerdo para comenzar a caminar, para encontrarse y hablar, pero hablar en paz y armonía, y a partir de ese preciso momento en ese encuentro tenéis que estar todos unidos para seguir tras las pisadas que mi Hijo os dejó marcadas para que juntos oren, para que se encuentren y vivan como hermanos y construyan un mundo de paz, basta de pelearse entre vosotros, basta de buscar el poder y la gloria, de qué os servirá si para ellos habéis abandonado el amor de vuestro Padre, os creéis que vosotros pueden levantar al mundo como se encuentra sumergido si CRISTO JESÚS no está a vuestro lado, si siguen dejándolo a un costado vuestro, si siguen olvidándose de Él, si no acuden a pedirle perdón y a comprometerse con mi Iglesia, si no comienzan a ser verdaderos Hijos de vuestro Padre, si supierais el inmenso dolor que sentimos porque os vemos cada día más apartados, más separados entre vosotros y con mi morada y van dejando de un día para el otro el encuentro que deberíais tener a diario con mi Hijo, en acudir a su encuentro y decirle simplemente que lo aman como el ama a cada uno de vosotros, tanto os cuesta decir que lo aman, pero no os cuesta nada decirle dicha palabra en todo momento a distintas personas, pero a quien dio la vida por todos vosotros pareciera como una palabra que no la podéis repetir y realmente no lo puedo comprender, si tanto os amaos a todos vosotros cómo no podéis llegar frente a su presencia y con un profundo y verdadero sentimiento dejar que parta desde lo más profundo del corazón y del alma de cada uno de vosotros lo que Él hoy está esperando oír de vuestros propios labios, pero sabéis por qué no podéis decirla, porque pensáis que no os perdonará, y yo os digo que no pueden continuar alejados ya más tiempo y menos sintiendo en vuestros corazones miedo, por eso os digo lo siguiente y quiero que prestéis todos mucha atención a cada una de mis palabras, no podéis comprender que mi Hijo, el Espíritu Santo y mi Señor son una sola persona y que es el amor más grande e infinito que jamás podréis comprender, que Él os perdona todo pero sólo tenéis que postraos a sus pies y pedir perdón por tanto dolor que le habéis hecho pasar a través de todos estos años. Amados hijitos, os ruego vuelvan y únanse a vuestros Pastores y recibid en vuestros cuerpos a mi Hijo a través del Sacramento del altar, vivid en armonía y paz y llenos de luz y de amor, os amamos hijitos míos, os amamos y os esperamos en mi morada, vuestra morada, para comenzar a transitar una nueva vida, una vida en eterna unidad y comunión con CRISTO JESÚS. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
23/10/2010 02:00 Horas.
Dice Santa María:
Amados hijos, os esperan momentos de mucho labor a todos vosotros, tiempos que tendréis para preparaos para salir al gran encuentro con cada uno de vuestros hermanos, tenéis que estar en continua oración porque ella irá fortaleciendo vuestro corazón y vuestra alma, y dejad que el Espíritu Santo se exprese a través de cada uno, que acepten desde el corazón ser un verdadero misionero del amor de CRISTO JESÚS, ser quienes salgan al encuentro en esta nueva era y en esta nueva evangelización que el mundo entero os está pidiendo oír la palabra a través del Libro Sagrado y que vosotros, amados hijos, os la debéis. Es por eso que hoy millones de mis hijitos e hijitas os la reclaman en el mundo porque la habéis dejado pendiente a través de tantos años que muchos se fueron alejando y otros se perdieron, y hoy tenéis que salir, pero salir en su búsqueda, en volverlos a traer al sendero, en rescatarlos de las garras del ángel desterrado y conducirlos rumbo a mi morada, y al llevarlos a ella, hablarles y que cada uno abra su corazón frente a mi Hijo y confiese sus pecados y vuelva a tener un alma limpia y pura para recibirlos, para vivir una vida plena de amor y misericordia. Por eso os repito, tenéis mucha labor que emprender y un gran compromiso que tiene que ser dado desde vuestros propios corazones, os espera un largo y duro trabajo sobre vuestra tierra, tenéis que ir como al comienzo de vuestro mundo y ser como los nuevos Apóstoles de esta nueva era, tendrán que salir de dos en dos y caminar llevando la palabra, pero esta vez llevarán la palabra unida de la Llama del Amor y bajo el manto de misericordia y protección que os ha de envolver a todos vosotros amados hijos míos, vosotros seréis mi Iglesia peregrina, aquella que jamás ya se detendrá, aquella que acudirá a todo lugar y estará en todo momento con los que tanto sufren cobijándolos y cuidándolos y siendo un bálsamo para sus heridas, en vosotros mi Iglesia demostrará al mundo que está presente, que está viva, que se encuentra de pie junto a vuestros Pastores y escuchando y acompañando a quien os hablará desde Roma, aquel que se encuentra en el trono de Pedro, aquel que os viene pidiendo la evangelización que todavía después de ya casi un año que os comprometieron muchos de vosotros no la emprendieron, ni siquiera han comenzado a llevarla adelante para la salvación de tantas almas que por esa dejadez hoy se encuentran en la inmensa oscuridad, y si prosiguen pensando que son más importante otras labores en vez de salir a llevar la palabra entonces veréis que vuestros propios rebaños os dejarán solos y saldrán ellos a caminar e ir puerta por puerta porque el pueblo de DIOS, Hijos e Hijas mías, está de pie, porque la fe está intacta en sus corazones y porque ellos defenderán mi Iglesia, mi morada, en todo momento y serán los que harán oír la voz de CRISTO JESÚS en todo rincón de vuestro mundo. Por eso os hablo a todos vosotros también para pedirles la unidad, ya mi Iglesia no puede estar dividida, no puede haber entre vosotros separaciones, todos tenéis que estar unidos y todos tienen que seguir lo que os pide quien está puesto al frente de ella y aprender muchos a ser sumisos y humildes y no sólo predicar con la palabra sino también debéis predicar con el ejemplo y el ejemplo es la entrega total y vivir en humildad y estar siempre y en todo momento al lado de los que sufren en todos los continentes. Os pido desde mi corazón de Madre de vosotros y de mi Iglesia, vuelvan a la unidad y vuelvan a ser verdaderos apóstoles de CRISTO JESÚS y verdaderos Pastores para todos vuestros rebaños, cuiden de cada uno de ellos y sean la luz para que os vean y acudan todos al gran encuentro. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
22/10/2010 03:00 Horas.
Dice Santa María:
Hijo, hoy llego hasta vos para pedirte que le digas a vuestros hermanos, mis hijitos, que en la unidad encontrarán la verdadera felicidad, en esa entrega de unos a otros está la felicidad, en la compañía, en la palabra y hasta en una forma de mirar puedes tocar el corazón ensangrentado de vuestros hermanos por el dolor y es como si pusierais un bálsamo que cerrara la herida y les dará fortaleza para seguir avanzando y llevando sus cruces por el sendero, sé que vuestros tiempos y vuestro mundo hoy se encuentra entre inmensas tormentas que los azotan sin piedad, sé que muchos ya están cansados y agotados de ver el sufrimiento de sus seres queridos, de ver cómo sois perseguidos y sometidos a vivir sin justicia, pero tenéis que comprender, como os vengo diciendo siempre, que sólo cuando realmente estéis unidos todos allí podrán encontrar la verdadera felicidad y podréis detener todo acto de injusticia sobre todos vosotros y sobre el suelo en el cual habitan, porque en el mundo tiene que reinar el amor y no el odio, tiene que ser justo para todos por igual y cada uno de vosotros son como un grano de arena que al unirse todos formarán inmensas montañas, o como pequeñas gotas que al unirse forman grandes océanos, y es ahí cuando ya nadie podrá someterlos y seréis libres y vivirán una vida digna y tendréis el verdadero y más divino encuentro con CRISTO JESÚS. Hoy estáis alejados porque no hay unión, porque os peleáis entre vosotros, porque no os escuchan y no os ponéis a hablar pero realmente a decir lo que sienten cada uno de vosotros, a volcar sobre una mesa cada uno de vuestros pensamientos y lo que pensáis realmente, y mientras no lo hagáis nada ha de cambiar, seguirán sumergidos en el dolor, en el sufrimiento, porque no sois sinceros entre vosotros y menos aún sois sinceros con vuestro Padre, todo lo contrario, es como si os habéis olvidado de mi Hijo, como si mi morada fuera un lugar de paso para muchos de vosotros donde vienen unos minutos y cuando podéis y después es todo soledad y desolación, cada día menos hijitos e hijitas se consagran al Corazón Inmaculado de mi Hijo, cada día son más los que se marchan que los que vienen hasta mi morada, sólo vienen dos o tres veces al año, hijitos míos, os pregunto, por qué no os acercáis, por qué siguen solos y piensan que podréis enderezar vuestras vidas si estáis caminando solos y vais todos por un sendero que no es el de la luz, no es el sendero del gran rebaño, mientras sigáis en esa posición, en esa postura, nada ha de cambiar, muchos os preguntaréis, pero cómo puedo hacer para que mis hermanos me escuchen y vengan y hablemos y juntos lleguemos hasta la morada de mi Madre, es sencillo hijitos, eso lo podéis realizar a través de la Evangelización, esa Evangelización que os vengo pidiendo y suplicando desde ya hace tanto tiempo y prometéis en salir pero sigo observando con total dolor que no salen de los muros de mi morada y no vais a buscar a aquellos hermanos que partieron y no os preocupáis si en ella hay muy pocos hijos o están vacías, y eso, hijos, aunque os duela, sois los únicos culpables aquellos que no cumplen con lo que prometieron y juraron, que no se acercan a sus rebaños y que no demuestran en ningún momento al mundo que viven y sienten el dolor de cada uno de ellos, y no sólo eso, no viven como muchos de ellos y no son humildes, todo lo contrario, viven en un mundo de poder y os pensáis que es lo que os corresponde, yo os digo, dejad todo y vivid en la más inmensa sencillez y dad a todos vuestros hijitos el amor, pero el amor que parte desde vuestro corazón, sed mi Iglesia, pero no con palabras sino con hechos, y con hechos es saliendo a caminar, a oír a cada uno de los que sufren, de los que están enfermos, de los que son perseguidos, injuriados y dad de comer y de beber a los que nada tienen y cobijadlos y traedlos junto a mi corazón de Madre. Hijos míos, creo que muchos se apartaron del sendero y estáis tan cegados que no os deja mirar y no podéis comprender que estáis para servir y no para ser servidos, que estáis para acompañar y no para que os acompañen, que estáis para entregaos en cuerpo y alma a cada uno de vuestros hermanos y hermanas, volved a levantar en la piedra angular mi morada y hacedla desde la sencillez, la humildad y basada en el amor más puro y divino que emana el Corazón Eucarístico de mi Hijo, sed un pastor entre las ovejas que no descansa, que no duerme pero que vive para cuidar de ellas y no permitáis nunca más que una sola se pierda en el valle de la oscuridad, ya tendréis la recompensa en la vida eterna si cumplen con lo que debéis realizar, pero lo tenéis que hacer por amor y por entrega porque al hacerlo estáis entregando vuestra vida a los pies de mi amado CRISTO JESÚS. Os ruego, yo he venido para guiarlos, simplemente os hablo desde la sencillez y la humildad de mi corazón de Madre de todos vosotros, escuchad mi voz y guiad al gran rebaño antes que la inmensa noche caiga sobre todos vosotros, que ningún hijo se pierda más en la oscuridad, que ningún alma se pierda en el abismo, id por ellas, oren hijos míos, oren, rezad el Santo Rosario, La Coronilla y haced que todos aquellos que partieron sus almas se eleven al Reino de los Cielos, os ruego, no os peléis más y vivan en eterna unidad por los siglos de los siglos. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
21/10/2010 01:00 Horas.
Mensaje urgente al mundo
Dice Santa María:
Amados hijos, cuántas veces os he dicho, cuántas veces os he rogado como Madre de todos vosotros la unidad, la comprensión, el amor entre hermanos, cuántas veces os he rogado que habléis y que se unan todos, pero hoy veo con inmenso dolor la desunión y los continuos ataques entre hermanos, la falta de amor al prójimo que muchos de vosotros tenéis, las ansias de poder de un conjunto de mis Hijos e hijas llevando a atacarse entre vosotros quitándoles y tomando la vida de hermanos vuestros, os pregunto, cuándo os pondréis a meditar, cuándo os detendrán de esta carrera de violencia que estáis desatando sobre todo el mundo, hasta cuándo no comprenderán que sois hermanos y como hermanos tienen que aprender a vivir, y no sólo a vivir, sino a encontrar el amor adentro de vuestros corazones, no podéis comprender que os estáis alejando cada día más y más del amor de vuestro Padre, pensáis que tenéis el derecho de hacer lo que os plazca sobre la tierra, no os dais cuenta que vosotros sois culpables de la destrucción del paraíso que mi Señor os entregó, no podéis comprender que vuestra tierra llegó al agotamiento, llevada por vosotros, al soportar el abuso indiscriminado del hombre, mientras vosotros sigan en la postura que tenéis os puedo asegurar que vuestro mundo no dejará de temblar y que fuertes vientos azotarán toda la tierra y el mar se levantará contra pueblos y naciones, que inmensas lluvias golpearán arrastrando lodo sobre pueblos y el dolor enlutará todo el mundo porque llegará la oscuridad a muchos de vosotros, no os quejéis, amados pequeños, si no comprenden que vosotros sois los que sois los culpables de todo lo que está ocurriendo en vuestros continentes, los atacáis salvajemente y os atacan entre vosotros como lobos hambrientos de sangre y de dolor, no escucháis mis palabras, no os paráis a orar, no vienen a pedir perdón a mi morada y no confiesan vuestros pecados, y hasta llegáis con vuestros actos a desafiar a mi amado Señor, yo sólo os digo, hasta cuándo seguirán por el sendero llevados por el ángel desterrado, hasta cuándo seguirán haciendo sufrir a vuestros propios hermanos sumergiéndolos en el dolor y las injusticias más poderosas, hasta cuándo veré cómo os tratáis entre vosotros y cometen toda clase de injusticias, cuándo os daréis cuenta que se están perdiendo en el inmenso abismo, vosotros pensáis que nosotros llevaremos al mundo a su final, no, amados hijitos, nosotros, vuestros Padres, los amamos y todo lo contrario, nosotros queremos salvar vuestras vidas, pero más aún vuestras almas, entonces no pueden perderse en el abismo de la oscuridad, reflexionen, os ruego, vuelvan a mis brazos y a los brazos de vuestro Padre, aprendan a caminar unidos como hermanos que sois junto al gran rebaño. Hijitos míos, oren por vuestros hermanos de todo Latinoamérica y oren por mis hijitos de Chile porque su tierra seguirá en un continuo temblor y por la tierra que se encuentra sumergida en el dolor y el enfrentamiento entre hermanos para que cese la lucha de poderes entre los que están al frente de ella, recen mucho el Santo Rosario por Argentina, por mis hijos, para que no se sigan atacando y quitando la vida entre ellos, para que su tierra no se convierta en un río de sangre y de dolor, no hagáis llorar más a vuestra Madre, no os dais cuenta del dolor de vuestro Padre, de mi Hijo, no podéis comprender que la daga que atraviesa mi corazón cada vez más y más está atravesándolo y el dolor es más fuerte. Hijitos míos, os amo, os ruego vuelvan a caminar por el sendero de la luz y vuelvan a mi morada, vuelvan al gran rebaño, vuelvan a la unidad de todos los pueblos y naciones del mundo y no os olvidéis de respetar vuestra tierra y vivir en armonía con ella y con todo ser viviente que sobre ella se encuentra. Amados hijitos, os ruego detened todo ataque y todo enfrentamiento y sed libres y volved a mi morada junto a CRISTO JESÚS. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
20/10/2010 13:46 Horas.
Dice Santa María:
Hijos míos, muchas veces os veo con lágrimas en vuestros ojos y con un dolor tremendo que atraviesa todo vuestro corazón, sienten mucho temor y no sabéis qué hacer frente al dolor de un ser amado, os dejáis llevar por lo que dicen y no os dais cuenta que hay algo más superior a todo lo que os puedan decirles que es la oración, el encuentro con vuestra Madre y mi amado Hijo, venir hasta nuestros pies y pedirnos por ese hermano vuestro que está padeciendo, que está sufriendo, y nosotros os prometemos elevar como intercesora frente a vuestro Padre vuestros pedidos y veréis que si en vuestro corazones se encuentra la Llama del Amor, de la fe y de la esperanza volverá la felicidad a vuestras vidas, sólo el Padre decide y sabe cuándo tiene que llamar a un hijo o una hija y nadie más, sólo si os ponéis en sus manos lo que no pueden hacer aquellos que estudiaron y se prepararon lo puede hacer Él porque Él con su infinito amor sanará todas las heridas y todos los males del cuerpo y del alma de cada uno de vosotros, no quiero verlos sufrir, no quiero verlos llorar, por qué lloráis pequeños míos, no os comprendo por qué en vez de llorar no oráis, no rezan, no se unen y vienen a mi encuentro, por qué dais por perdido todo sin saber lo que realmente mi Señor tiene para cada uno de vosotros, cómo podéis saber cuándo partirá un ser amado, quién en vuestro mundo se cree DIOS sobre la tierra que puede decir cuándo alguien os dejará y partirá, cómo no podéis comprender que sólo vuestro Padre tiene el don de llamarlos junto a su corazón y ningún ser humano, ningún hermano o hermana vuestro puede colocarse en su lugar. Hoy quiero que me escuchen todos mis hijos que se encuentran junto a los enfermitos, no podéis ser tan crueles, tenéis que aprender a callar en su preciso momento y tenéis que alimentar su alma con la esperanza, con la fe, no os creáis DIOS en vuestro mundo porque no lo sois, no sigáis dejando desamparados a muchos de mis pequeños porque, hijos, la verdad muchas veces lastiman y os llevan a abandonarse a muchos porque les quitan las ansias de luchar, yo no os pido que mientan pero sí que seáis justos y misericordiosos, que los ayudéis con palabras con aliento, que los conduzcan a tomar fuerzas, a poder ellos mismos, junto a ustedes y con la ayuda de mi Hijo, a combatir el mal y poder salir y poder curarse y volver a vivir en armonía y paz. Hijos, no es necesario quitarle a ningún hermano los últimos días de felicidad que os pueden quedar, nadie puede quitarle la fe y la esperanza y menos que luchen por la vida, pero sí ayudarles a aferrarse a CRISTO JESÚS y a pedirle y a rogarle por su sanación y os aseguro que muchos de vosotros os quedaréis pasmados al ver cuántos milagros comenzarán a verse frente a vuestros propios ojos, para mi Señor nada es imposible, para vosotros sí lo es, no olvidéis nunca que sois seres humanos y hasta dónde vosotros podéis llegar, mi Señor puede llegar a todo, a sanar a aquellos que nada hay en este mundo para sanarlos, o acaso no habéis escuchado de miles de casos de vuestros hermanos y hermanas en el mundo, o es que no queréis ver la realidad y no queréis reconocer que cuando vosotros operan vuestras manos son guiadas por JESÚS, que cuando curan JESÚS, mi Hijo, está a vuestro lado, entonces tenéis que comenzar a ser más humildes muchos de vosotros y no sólo eso, tenéis que aprender vosotros también a encomendarse cada uno todos los días a vuestro Padre y pedirle desde el corazón que los guíe y los proteja. Los amo hijos, mediten mis palabras, no os vengo a retar, os vengo a pedir a aquellos que no se dan cuenta que cuiden sus lenguas y piensen que solo CRISTO JESÚS puede saber cuándo llamar al Reino de los Cielos a sus Hijos. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
20/10/2010 04:00 Horas.
Dice Santa María:
Amados hijos, quiero que vengáis a mi morada, necesito que estéis al lado de mi amado Hijo, que os encontréis con Él en cada consagración, que lo recibáis en vuestros corazones y que le deis un lugar de privilegio en vuestro corazón, dejaos llevar de su mano, escuchad su voz y dejos guiar rumbo al sendero de la luz, no dejéis jamás de sentir en vuestros corazones su presencia y su amor que os envolverá para que a su vez cada uno de vosotros entregue esa misma Llama de Amor a cada uno de vuestros hermanos, aún a aquellos que se encuentran tan apartados de mi morada, a ellos, pequeños míos, es a quienes tienen que ir en su búsqueda, tenéis que volverlos a traer frente la presencia de mi Hijo, enseñarles y hacerles sentir en sus corazones el amor que Él siente por cada uno de ellos, la labor de vosotros es de ser misioneros que lleven amor a todos aquellos que se encuentran solos, enfermos, aquellos que están privados de su libertad, aquellos que piensan que JESÚS no os ama, dile a todos ellos que a través de mis pastores, a través de cada uno de mis misioneros está Él, está presente mi Iglesia estén donde estén, y junto con mi morada estamos nosotros quienes los amamos y cuidamos en todo momento, si os detuvieran un instante en mis ojos verían el dolor de una Madre que ve cómo sus pequeños se dispersan y se pierden, cómo ve que aquellos que tienen el deber de contenerlos se encuentra algunos haciendo y llevando adelante muchas cosas que nada tienen que ver con el amor y la entrega, y es todo lo contrario, están como pueden llegar a ocupar cargos puestos por los mismos hombres, yo necesito de cada uno de mis hijos, necesito muchos sembradores, muchas manos para que tomen las semillas del amor, de la misericordia y de la paz y la siembren en todo lugar en cada rinconcito que encontréis y que esa semilla germine sobre toda la tierra tocando los corazones aún más endurecidos de mis hijitos y llegue la conversión, y con ella vuelvan al sendero de la luz, y al volver al sendero, os encontraréis con el gran rebaño y volverán a la casa de vuestro Padre y allí está la gran conversión porque a través de esa conversión podréis hallar la luz del amor, esa luz que llenará vuestros corazones y vuestra almas de felicidad y esperanza porque sabéis que habéis nacido de vuelta a una nueva vida, una vida unidos a CRISTO JESÚS, una vida que os rescató de las ataduras que no os permitían encontrar la salida para volver al Padre, por eso os necesito, para que seáis verdaderos misioneros, apóstoles y que jamáis dejen de caminar y de ir puerta por puerta como mi amado Hijo lo hizo, Él espera en cada uno de vosotros lo mismo, Él os dejó a vosotros ese compromiso de tomar la cruz y caminar, y en ese caminar alumbrar a todos aquellos que viven en la oscuridad. Hijitos míos, al comenzar esta nueva era os vengo diciendo que tenéis que estar unidos todos y unidos a vuestros Pastores y junto a mi morada y cuidando de ella y de quien está en el sillón de Pedro, hijitos míos, cuidadlo, os ruego, cuidadlo mucho, él es quien os guía a través de su voz, os habla del amor y la esperanza, que entre todos construyan un nuevo mundo, un mundo basado en las Sagradas Escrituras y cumpliendo con los Mandamientos, no os alejéis nunca más, es el tiempo del encuentro y mi Señor os está entregando una nueva oportunidad para que se unan, y en esa unión encuentren el sendero, y a través del sendero la luz, y esa luz os lleva rumbo a Él. Pequeños míos, hijitos míos, vuelvan a mi morada, os estoy esperando, quiero recibirlos a cada uno de vosotros, quiero tomarlos entre mis brazos y eternamente acompañarlos por el mundo rumbo a la tierra prometida, rumbo al amor y a los brazos de vuestro Padre, mi amado Señor, bajo la bendición del Espíritu Santo y caminando junto a mi Hijo, JESÚS, yo he de estar en cada uno de vosotros, yo he de envolverlos con mi perfume a rosas y la Llama Eterna de este amor que anida en mi Corazón Inmaculado de Madre. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
19/10/2010 16:30 Horas.
Dice Santa María:
Hijos míos, el tiempo de emprender el camino ya ha comenzado, el tiempo de la inmensa cosecha ya está marcado a través de la inmensa tierra, es el momento de salir a sembrar todo el mundo con la semilla de la palabra, tocar con ella cada uno de los corazones de mis pequeños y llevar a través de la palabra el amor y la esperanza, sí, la esperanza de unirse todos los pueblos en una sola nación, una nación bendecida por vuestro Padre, una nación donde encontraréis en sus valles todo para vivir y para poder estar en armonía con vuestra tierra porque ella os dará todos sus frutos, tendréis inmensas montañas de distintos colores dados por su vegetación y lagos cristalinos y serenos, ríos que surcarán por distintos lugares de la tierra y con una inmensa salida a un mar calmo y lleno de alimentos que son su riqueza a través de sus peces, vuestro alimento, que con su infinita bondad os entregará a todos vosotros, tendréis todas las estaciones que en cada una de ellas podréis gozar de una inmensa paz hasta la alegría de ver florecer las flores en toda su extensión y estará coronada por miles de aves que en cada amanecer, cuando vuestro hermano sol aparezca en el horizonte, el canto de ellos les anunciará un nuevo día, un nuevo amanecer, un día más para dar gracias a vuestro Padre, un nuevo día para vivir y disfrutar de la creación, un nuevo día para sentir el perfume de las flores unido al canto de la aves y el arrullo de la brisa, un nuevo día para estar unidos en mi morada cantando alabanzas a CRISTO JESÚS y un nuevo día para recibirlo en vuestros corazones y vuestras almas, seréis la luz a través de la luz, seréis el amor a través del amor y entonces comenzaréis a caminar junto a esta nueva era, junto a todas las generaciones que vendrán tras vuestros pasos y sentiréis en vuestro corazón la voz de mi Hijo diciéndoles que os amen unos a los otros, que vivan en libertad y que tengáis en vuestro corazón siempre esa Llama de su Eterno Amor y de Mi Amor encendida para entregar a cada uno de vuestros hermanos. Amados hijitos, el tiempo es hoy, ya ha comenzado, y en vuestras manos se encuentra el acercamiento a un paraíso o a las tinieblas, vosotros sois los que tienen que decidir, vosotros, recuerden, sois libres para elegir, pero también tenéis que reflexionar y saber comprender que todo lo que puedas poseer no os servirá de nada si no lo comparten y si no comienzan a caminar en la unidad, y esa unidad comienza primero por venir a mi morada, por confesar vuestros pecados, por arrepentirse desde el alma de lo que habéis hecho y tener siempre presente la promesa de vivir en armonía, misericordia, paz y eterno amor, de esa forma recibiréis de la mano de vuestros Pastores, mis Hijos predilectos, el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo y Él vivirá adentro de vuestro corazón y desde allí os enseñará a caminar por un sendero lleno de luz, Él os guiará, dejadlo que os guíe rumbo al encuentro con el amor más bello y hermoso que podréis ver a través de vuestros ojos y sentir en vuestros cuerpos que es estar frente a vuestro Padre, un Padre bondadoso, un Padre que os ama y que os da a todos vosotros otra oportunidad para levantar la nación basada en los Mandamientos, basada en la ley Sagrada emanada por su Hijo y llevada adelante por sus Apóstoles unidos a vuestra Madre y en eterna oración, vuestras almas serán libres y podréis desterrar al ángel desterrado y se marchará sumergiéndose en su propio abismo de la inmensa oscuridad y dolor por mil años, y a partir de allí, amados hijos, volverán a ver florecer la rosa más bella que ha de perfumar cada mañana, cada día, cada vida, es aquella que os brindaré desde mi Inmaculado Corazón, no temáis nunca más y caminad con pie firme, y haced que se respete mi morada, que se escuche mi voz y que MI IGLESIA SEA PURA Y SANTA COMO LO ES EN EL REINO DE LOS CIELOS. Recordad amados hijitos, comenzad a caminar en la unidad y que en esa unidad esté presente siempre el amor y la paz en cada uno de vuestros corazones. Yo os guiaré, yo os llevaré rumbo a mi Hijo y Él los ha de llevar, los conducirá a través de la palabra a vuestro Padre y unidos los tres, Padre, Hijo y Espíritu Santo, comenzaréis a vivir una vida plena de armonía y justicia y yo os cobijaré y pondré mi manto sobre todos vosotros y cuidaré de cada uno de vosotros amados hijitos míos. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
19/10/2010 06:00 Horas.
Dice Santa María:
Hijo mío, quiero mostrarme al mundo en todo lugar y en todo el mundo, quiero que aquellos que nunca pudieron comprender mi presencia me vean y sientan junto a cada uno de ellos mi presencia de Madre de todos vosotros, quiero abrazarlos y cuidarlos siempre, guiarlos y llevarlos de mi mano por el largo camino rumbo a una vida nueva llena de amor, por un sendero donde veréis mis rosas que llenarán vuestras almas con sus perfumes y os cubrirá mi Llama de Amor, quiero que sepan todos mis Hijos que yo, SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA, me he presentado y me presento en todos los lugares bajo distintas advocaciones y soy Patrona de todos los países de vuestra tierra, pero soy yo, María, vuestra Madre, y quiero decirles a todos aquellos hijitos que pareciera que no comprenden que bajo las distintas advocaciones está vuestra Madre, una sola, aquella que se presenta frente a vosotros con el amor más puro y con las palabras más sencillas y humildes que parten de mi corazón, diles que quiero que todos se unan, que todos abracen sus cruces y sientan un profundo amor por ellas porque en ella se encuentra la salvación de vuestras almas, se encuentra la pureza y el amor más grande de mi amado Hijo, quiero entregarles un mensaje donde puedas comprender que jamás os dejaré, que vuestros dolores son mis dolores, vuestras lágrimas serán mis lágrimas y que os amo. Y a vosotras, Madres, hijas mías, nunca abandonen a vuestros pequeños, cuidad de ellos, guíenlos y escuchadlos con mucha atención, acompáñenlos por la vida y enséñenles a rezar, ellos son puros e inocentes, haced que esa pureza y esa inocencia nunca se pierda de vuestros corazones y vuestras almas, que crezcan siendo hombres y mujeres de bien, en las manos de ellos se encuentra esta nueva era, una era donde deberá reinar el amor y la paz, donde no pueden ya más haber diferencias entre hermanos ni más guerras, ni odios ni rencores, tenéis que aprender a vivir una vida en unidad basada en lo que mi amado Hijo os dejó, seguid tras sus pasos y abrazad, os repito, vuestras cruces, vivan en libertad y cada mañana al despertar no os olvidéis de darle las gracias a vuestro Padre por ese día que está comenzando, por un día para vivir en unidad y eterno amor con todos vuestros hermanos. Por eso quiero que les digáis a todos mis pequeños que yo, SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA, soy vuestra madre y me encontraréis en todas las distintas advocaciones. Amados Hijitos e Hijitas, os amo a todos vosotros y sé que os unirán para levantar la nueva nación y mi Iglesia se ha de levantar sobre todos los continentes. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
19/10/2010 03:00 Horas.
Dice Santa María:
Es el tiempo, amados hijitos, de poneos a cosechar sobre la tierra fértil, es el tiempo de ir a la búsqueda de todos aquellos que se encuentran perdidos en el valle de las lágrimas, es el momento de que todos vosotros se unan a hablar y a escucharse unos a otros, de quitarse toda soberbia, toda ambición y comenzar a ser sencillos y humildes, a ser verdaderos hijos de vuestro Padre, mi Iglesia tiene que ser abierta para los tiempos que os toca vivir, mi Iglesia tiene que aprender a cobijar a todos sus hijos e hijas y amarlos por igual, tienen que estar preparados para los tiempos que se avecinan y preparados para responder a miles de preguntas que siempre las encontraréis en el Libro Sagrado, tienen que prepararse para los ataques que sufrirán mis muros no sólo a través de las palabras sino también a través de la agresión y la persecución. Hoy, al estar tan separados todos vosotros, el ángel desterrado ha tomado una fuerza junto a las fuerzas del mal y vosotros al encontrarse dispersos y separados de mi morada han quedado, sin darse cuenta, al asecho de él e intentará guiarlos por el sendero de la oscuridad, de poner en vuestras mentes odios y rencores, envidia y falsedad, los tratará de alejar del amor, de vuestras familias, de la caridad, de la entrega, de la fe y os robará de vuestros corazones la esperanza de poder construir entre todos un mundo mejor, un mundo de armonía, un mundo de felicidad donde puedan todos descansar y vivir juntos, pero juntos sin más agresiones, sin más gritos, sin más guerras ni odios y rencores entre hermanos, hoy es el tiempo de construir y tenéis que poneos todos a levantar la gran Iglesia, la Iglesia que será el faro del mundo, la Iglesia peregrina y misionera, aquella que ha de cobijar a millones de hijos e hijas que han de llegar de todas partes de vuestro mundo, tenéis que estar preparados para recibirlos, tenéis que comenzar a reunir a todos mis hijos que reciben mis mensajes para estar juntos en el momento de su llegada hasta la puerta de mi morada, tenéis que oír a vuestros Pastores y acompañarlos en todo momento y no permitir ya nunca más que vuestra Iglesia y vuestros Pastores sean injuriados y perseguidos, sé, hijitos, que un conjunto de ellos se separaron del sendero, pero hay miles de ellos que viven en la humildad más grande y comparten el frío, la falta de comida y la miseria junto a sus rebaños y los conducen por el sendero de la luz, por eso únanse todos vosotros a ellos, ayúdenlos y estén siempre a su lado, ellos son los que han de conducir a los rebaños al gran encuentro, haced que mi morada sea respetada, y os ruego, cuidad de aquel que se encuentra en el sillón de Pedro, oídlo y seguí tras sus pasos, el mundo, hijito, se tiene que unir para vivir en paz y armonía, no sigan peleados ni sigan separados en distintas religiones, o acaso no os dais cuenta que sois todos hijos del mismo Padre y que Él los ama y os quiere unidos en el gran rebaño, hablen hijitos míos, y a través de los encuentros que deberéis tener encontrarán la unidad porque el Espíritu Santo descenderá sobre todos vosotros y hará que el entendimiento crezca y se fortalezca entre hermanos. Los amamos y quiero que comprendan que el mundo no puede seguir así enfrentado unos contra otros, que el mundo no puede seguir avanzando entre el odio y el rencor, que la envidia no puede manejar vuestras vidas y que vosotros tienen que cambiar, pero para que ese cambio crezca y se fortalezca tienen que aprender a vivir en armonía, no tan sólo con vuestro cuerpo sino esa armonía tiene que estar dirigida a cada uno de vuestros hermanos y sentir en vuestros corazones esta Llama de Amor que ha de envolver a todo el mundo y con ella les ha de entregar la paz a todos los pueblos y naciones y construirán un mundo nuevo, una nación basada en los Sagrados Mandamientos, una nación de CRISTO JESÚS para su gloria eterna, para que lo alaben y para que en esa unión hagáis feliz al Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo estoy al lado de cada uno, yo os seguiré hablando para que mis palabras lleguen al corazón de mis hijos hasta que todos vosotros sean un sólo cuerpo y una sola alma que brille con toda su intensidad, que sean luz para todos y que mi Iglesia sea SANTA EN LA TIERRA COMO LO ES EN EL REINO DE LOS CIELOS. Recordad siempre mi eterno amor por cada uno y el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, os amamos. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
18/10/2010 22:00 Horas.
Dice Cristo Jesús:
Yo estoy en todo momento y en todo lugar, jamás los he de abandonar, jamás los dejaré solos, estoy aquí al lado de cada uno de vosotros, estoy sobre vosotros tratando de ingresar en cada uno de vuestros corazones, estoy sediento de vuestro amor y a su vez quiero entregarles mi Cuerpo y mi Sangre, quiero estar vivo en cada uno, quiero que caminemos juntos por el inmenso valle, por esta tierra donde los trigales dan su fruto a los pueblos y naciones, donde me veréis caminar entre ellos convirtiéndome en el pan de la vida eterna, aquel que recibiréis en cada consagración porque en él me encontraréis, en él estaré siempre presente para anidar en vuestros corazones, quiero estar a vuestro lado, ser vuestro confidente, quiero que me habléis hermanos míos, quiero que sepáis que me podéis hablar porque Yo os escucho y Yo os perdono en nombre de mi Padre, no me temáis, Yo no he venido a castigarlos, todo lo contrario, vengo a salvarlos, vengo a enseñarles a caminar por el sendero del amor y de la luz. Por eso os ruego que escuchéis siempre la voz de mi Madre, que sigáis sus pedidos y que se unan como les están diciendo en todo momento y en todos los días, sois un pueblo que abrazáis la fe y vuestro corazón está lleno de luz, entonces no teman, salid al camino y evangelicen al mundo, salid al encuentro y lleven en vuestras manos la Llama Eterna del Amor, sed misioneros que vais por el mundo, y en ese caminar iréis sembrando toda la tierra con la semilla más poderosa que es la de la palabra, de esa palabra que penetra en el corazón que es más duro que una roca y al ingresar veréis la conversión y un verdadero soldado de MI AMADA IGLESIA, seguid el sendero de la luz y nunca dejéis de oír lo que os dice vuestro corazón porque a través de él os estoy hablando, porque mi morada es él porque allí estoy esperando la unidad de cada uno de vosotros con mi Iglesia, con mi amado Padre, mi Madre y mi eterno amor. Os bendigo en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
CRISTO JESÚS.
18/10/2010 20:30 Horas.
Amada Madre, qué largo que es el sendero y cuántos obstáculos tenemos que pasar, cuántos miedos invaden nuestras mentes, pero miedo de no poder cumplir con la palabra que te di y que pienses que estoy abandonando en el camino la promesa, jamás lo haría porque te amo, Madre, con todas las fuerzas de este humilde corazón, vos me enseñaste y me enseñas cada minuto a encontrar en las cosas más pequeñas la más hermosa flor, aquella que perfuma nuestras vidas, aquella que le da sentido a todo, aquella que ilumina nuestro largo caminar, aquella que nos envuelve en su perfume y nos quita las fatigas y nos prepara para enfrentar grandes tempestades y seguir, avanzar siempre rumbo a la luz, a la luz divina de nuestro amado Padre, cuánto he aprendido de tu mano y cuánto, Madre, sé que tengo que aprender, primero a vivir en un mundo sembrando la semilla del amor y de la paz, a enseñarles a mis hermanos y hermanas a que tengan fe y que sus corazones estén llenos de esperanza porque a través de la esperanza volveremos a construir el mundo y será de vuelta el paraíso que mi Padre nos dejó de legado a todos nosotros y tan abandonado y maltratado lo tenemos, ojala yo pudiera tener la sabiduría para encontrar las palabras, para poder expresar a todos aquellos que llegue este mensaje que aprendamos a amar nuestra tierra y que nos entreguemos en los brazos del Inmaculado Corazón de JESÚS, y en vos Madre, porque sé cuánto sufres, porque puedo sentir tu dolor, porque tienes por nuestra culpa una daga que cruza tu pecho, porque muchos no te escuchan y otros que tienen que seguirte se dispersan y se pierden por tener poder y quieren sobresalir de sus demás hermanos olvidándose cuál es su verdadero camino que es el camino del amor y la entrega a CRISTO JESÚS.
Tú sabéis el camino y lo sigues continuamente, tú entiendes cada una de mis palabras y yo os hablo con sencillez y humildad como les hablo a todos mis pequeños, yo sólo os ruego que se unan y que entre todos construyan un mundo unido por el amor, el amor que se encuentre en el corazón de cada uno de vosotros, el amor que mi Señor os entregó al nacer, o os olvidasteis que sois a semejanza de Él, no podéis comprender que sois sus pequeños, sus hijitos amados, y que Él sólo quiere que aprendan a vivir en libertad, esa libertad que les entregó al nacer y vosotros se encadenaron a un mundo que no es el de la luz sino el de la oscuridad, por eso os ruego todo los días que hagáis llegar mis palabras a cada uno de mis hijitos y que les enviéis a mis Hijos e Hijas predilectas mis palabras porque ellos unidos a vosotros tienen que salir a evangelizar, no sólo vosotros, todos tienen que salir a caminar como hicieron los discípulos y vosotros sois discípulos de mi Hijo y como Él fue pueblo por pueblo llevando la palabra vosotros hoy tenéis que volver a hacerlo, tenéis que llevar la Llama del Eterno Amor y la luz del entendimiento, no podéis dejar solos a todos aquellos que se encuentran tan perdidos, a todos aquellos que no acudieron nunca a mi morada, por eso tenéis que salir vosotros y llevando en vuestras manos el amor y haciendo sentir la presencia viva de mi amada Iglesia, tenéis que estar junto a los que sufren, a los que nada tienen, a los que viven sometidos, a los que castigan injustificadamente, junto a los que están privados de su libertad y junto a los más pequeños y adolescentes que se encuentran en medio de una inmensa tempestad sin que nadie los cobije, vuelvan a las raíces, vuelvan a mi morada, a la unidad de todas las religiones, al amor, basta de peleas que no los conducen a ningún lugar, basta de luchar hermanos contra hermanos, no podéis daos cuenta que estáis perdiendo lo más preciado que es ser libres, en vez estáis con terribles ataduras que envuelven vuestras almas y llenan de oscuridad vuestras vidas sin permitirles ver un nuevo mundo, un mundo de luz, de esperanza, de amor y de paz. Por eso seguid avanzando, yo estaré junto a todos vosotros, yo seguiré guiándolos a través de mis palabras, yo estoy entre vosotros para ser la luz que los guíe al sendero y en él os encontraréis con mi Hijo que les hablará y los llevará de la mano junto a vuestro Padre, no os detengáis más, no podéis comprender que el tiempo es hoy, que ya no os queda mucho tiempo para cambiar vuestras vidas, os traigo una nueva oportunidad que mi Señor os quiere dar, una nueva vida, pero una vida basada en el amor y la paz, vosotros podéis hacer brillar la luz en la unidad de todos vosotros, despójense del ángel desterrado y de las fuerzas del mal y vivan junto al Inmaculado Corazón de mi Hijo y junto a mi Hijo. Hijitos míos, sean servidores cada uno de vosotros y no permitan nunca que os sirvan, porque al servir a vuestros hermanos les estáis demostrando que mi Iglesia está presente, una Iglesia pura y cristalina, gloriosa en la tierra como lo es en el Reino de los Cielos. Avanzad, seguid, no os detengáis y luchad por la libertad de todas las almas que hoy se encuentran encadenadas, reza, hijo, por las almas del purgatorio, reza por cada uno de vuestros hermanos, vivid en comunión con CRISTO JESÚS y con mi Inmaculado Corazón. Os amo, recordad que siempre estaré a vuestro lado, siempre hijo, y dile al mundo que todos escuchen a través de tus labios el amor que siente vuestra Madre por todos sus hijos. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
18/10/2010 19:00 Horas.
Mensaje a todas las familias del mundo
Dice Santa María:
Hijo, vuestro mundo, cada día que va transcurriendo, es como si se fuera perdiendo más y más en la inmensa oscuridad y cada uno de vosotros no cumplen con los Mandamientos y os olvidaron todo lo que mi amado Hijo hizo por cada uno, se entregó hasta ser crucificado por salvarlos de vuestros pecados y morir y soportar el más cruel sufrimiento por amor, por cada uno de vosotros cargó con vuestros pecados, Él que tiene un alma limpia y pura, Él que es el amor más grande, y aún hoy sigue entregándose por amor a cada uno de sus hermanos y vosotros ni siquiera os acercáis a la morada para compartir un instante con Él, para decirle que lo aman, que quieren acompañarlo, para que sienta de vuestros labios todo lo que necesitan y por qué os ve tan alejados, tan perdidos en un inmenso abismo de dolor que no os puede comprender, mi Señor os entregó todo para que fuerais felices y vosotros todo lo dejáis de lado por la ambición y el poder, por un poder que no os deja ver que estáis abandonando vuestras almas en las manos del ángel desterrado, que cada día os separan más y más de la luz del amor de vuestro Padre para ingresar entre las tinieblas y luego a la inmensa oscuridad y el dolor, vosotros pensáis que seréis felices, no puedo comprender qué pensáis que es la felicidad para muchos, es obtener todo a costa de cualquier cosa que puedan cometer, hoy habéis perdido todo control, incluso sobre vuestras propias familias, ya se tratan como personas que no se conocen y realmente no se conocen porque habéis perdido todo el diálogo, todo encuentro para poder acercarse entre vosotros, no comprenden que vuestros hijos necesitan ser guiados y necesitan hablar y contar no sólo con las palabras de sus padres sino con el amor y ser escuchados, guiados y encontrar en vosotros donde apoyarse y ustedes necesitan estar presentes en la vida de cada uno de ellos, protegiéndolos y amándolos con todas vuestras fuerzas como vuestro Padre los ama, pero no lo hacéis, muchos de vosotros no tienen el tiempo para vuestras familias, estáis luchando por obtener lujos y placeres y creéis que con ellos podréis comprar su amor, todo lo contrario, compraréis el alejamiento y ellos buscarán en otros hermanos lo que vosotros no le supieron dar, la contención, el amor, la paz y la enseñanza a vivir en un mundo de misericordia y justicia, a construir con sus propias manos una unidad de todos para una nueva era que ha comenzado, si volvieran a ser la familia, si aprendieran a hablar en vez de discutir, si dejaran de pelear y echarse la culpa unos a otros y si pasaran más tiempo unidos, encontrarían en vuestro corazón la paz y la unidad, y esa unidad y esa paz os llevaría al encuentro de CRISTO JESÚS que os espera con sus brazos extendidos para estrecharlos junto a su Inmaculado Corazón, no habrá un mundo si no hay unidad entre la familia, si no hay respeto, si no hay comprensión, si no os ayudáis entre todos y si no comienzan a sembrar la semilla del amor y la justicia, no busquéis cosas que no os servirán de nada, buscad adentro vuestro a ese niño que se encuentra en cada uno de vuestros corazones y dejadlo salir, dejad salir la pureza, el amor que el irradia y veréis que comenzaréis a ser inmensamente felices. Hablen amados hijitos míos, y vivan en plena libertad, pero esa libertad la tenéis que construir día a día y paso a paso, tenéis que hacerla sólida a través de la confesión y la entrega a mi amado Hijo JESÚS, vosotros podéis cambiar el mundo, en vuestras manos se encuentra el gran cambio, pero también el desafío de saber elegir entre el bien y el mal y no volver a equivocarse nunca más. Los amamos y por eso quiero que vuelvan, y por eso hoy os hablo como Madre de todos vosotros, como Madre de mi Iglesia, y los convoco a todos vosotros a volver a mi morada, a caminar juntos en el gran rebaño y a cantar alabanzas a vuestro amado Padre, renuncien a todo y déjense llevar por la luz divina del amor, vivan en libertad unidos al Corazón Inmaculado de JESÚS, vuelvan a recibir la Llama de Mi Eterno Amor y cuidad de mis muros y sed misionero de la palabra y el más fiel trabajador de mi morada, aquel que siembre sobre toda la tierra la semilla de la pureza, de la paz y la misericordia, y establezcan sobre todos los pueblos del mundo la justicia basada en los Sagrados Mandamientos. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
18/10/2010 05:00 Horas.
Dice Santa María:
Hijos, quiero que sepáis que me encuentro en cada uno de vosotros, que estoy en vuestros corazones y a través de mis mensajes sembrando junto a mis hijos e hijas en el mundo la semilla del amor de CRISTO JESÚS, quiero rescatar a todos aquellos que un día se fueron separando de mi morada, del amor, de la sencillez y la humildad, que partieron buscando otro sendero, un sendero que les entregaría a muchos de vosotros un mundo de lujos y donde pudieran vivir llevando adelante todos los deseos que os fue introduciendo en vuestras mentes el ángel desterrado, pero a su vez ibais perdiendo la unidad con vuestro Padre, os ibais separando cada día más y os ibais entregando en los brazos del ángel desterrado sin comprender que a través de los años y del tiempo iban perdiendo lo más valioso que tenéis que son vuestras almas y vuestra libertad para vivir una vida en armonía, paz, misericordia y amor. Muchos de vosotros perdieron la fe, la esperanza porque pensasteis que vivir era obtener todo lo que deseaban sin someterse a sacrificios, pasaron muchos años hablando de justicia y reclamando la justicia, una justicia que sólo pedían para vivir vosotros en un mundo que les entregara y les permitiera hacer lo que cada uno quería sin importarles el sufrimiento de millones de hermanos y hermanas en todo el mundo, jamáis os detuvieron un sólo minuto para mirar el dolor que se esparcía sobre todos los continentes, la falta de justicia a las cuales muchos de mis pequeños eran sometidos, jamás observaron a ese mendigo que les tendía la mano pidiendo un trozo de pan, el egoísmo no les permitía observar y tampoco teníais interés de mirar y observar el dolor en los demás, muchos se escudaron en que no podían porque el dolor les hacía mucho mal, y yo os pregunto, y aquellos que viven en el dolor entonces qué tendrían que hacer, esos hijitos son los que realmente están entregados más que ninguno a la fe y en sus corazones está viva la Llama del Amor, de la esperanza y de la misericordia, y siguen caminando y jamáis siento de sus labios una queja, todo lo contrario, siento oraciones y han puesto en las manos de mí amado Señor sus almas y sólo siento que lo aman y se entregan al Padre. Por eso hoy os quiero pedir que abráis vuestros ojos y aún más los ojos del alma y salgáis a buscar a aquellos que tanto sufren, que estén a su lado, que los acompañen, que los amen y que se entreguen a cada uno de ellos, salid a caminar por las calles y ayudad a todos aquellos que están viviendo en la más inmensa soledad, ayudad a los niños que se encuentran perdidos y sumergidos en un mundo de violencia, de odios y fracasos, salid a buscar a los jóvenes que no pueden ver un futuro para sus vidas y se sienten cansados, agotados y sin interés por la vida, y poned en sus corazones la semilla del amor del Padre e id al encuentro de los ancianos, aquellos que sus hijos e hijas han abandonado y viven en la más inmensa pobreza, pero el dolor más grande que tienen en sus corazones es la falta del amor de su familia, por eso os ruego a todos aquellos que se apartaron, a todos aquellos que fueron en la búsqueda de vivir una vida apartada de los Santos Evangelios llevados con mentiras y muchas veces por falsos profetas, que liberen vuestras almas y sólo lo podréis realizar al ingresar en mi morada, en pedir perdón a CRISTO JESÚS por todo el mal cometido y recibiendo el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo dándole un lugar de privilegio en vuestros corazones y en vuestras vidas y comprometiéndose con vuestros Pastores a ayudarlos en la evangelización, en las tareas de mi morada y comprometiéndose a ser verdaderos misioneros de la palabra y ser apóstoles de CRISTO JESÚS porque junto a ellos tendréis que estar como Iglesia presente en todo lugar que sea necesario, tendréis que volver a salir a las calles, a caminar por los pueblos y estar en todo lugar donde veáis a un hermano o hermana vuestra sometida por aquellos que están al frente de vuestros pueblos y naciones y debéis levantar vuestras voces, pero en paz, para que se den cuenta que están sometiendo a sus propios pueblos, a sus hermanos, y los llevan rumbo al dolor y muchas veces rumbo a la muerte y a enfrentamientos entre hermanos sólo por sus ambiciones, tened la seguridad que ninguno de ellos ha de ingresar al Reino de los Cielos, ninguna persona que viva en el egoísmo, ningún hermano que no esté junto a los que sufren, ninguno que no sienta amor, sí, hijitos míos, amor, pero el amor que quema porque al quemar es cuando entonces podréis dar a todos los demás esa fuerza, porque quiere decir, pequeños míos, que el Espíritu Santo se encuentra en cada uno y a través de vosotros llevaréis su eterna bendición en nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo a toda la gran nación de CRISTO JESÚS. Hijitos míos, pequeñitos de mi corazón, volved a ser luz en la inmensa oscuridad y la Llama de Mi Eterno Amor en todos los continentes. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
17/10/2010 19:00 Horas.
Amada Madre, muchas veces me siento sin fuerzas al ver tanto sufrimiento entre mis hermanos, al mirar en los ojos de muchos de ellos que se encuentran vacíos de amor, de esperanza y de fe, y no sé cómo hacer para poder llegar hasta sus corazones, para poder hablarles y para pedirles que vuelvan al sendero, que acudan a nuestra amada Iglesia, que se confiesen y que reciban a CRISTO JESÚS en sus corazones, paso horas pensando cómo hacer para que comprendan que como nos encontramos no podremos nunca salir de esta agonía y de este dolor que envuelve y enluta muchas naciones, que si no nos unimos no podremos comenzar a trabajar todos en alas de una nueva oportunidad como nuestro Padre nos quiere brindar, yo no tengo palabras muchas veces para poder llegar a lo más profundo de sus corazones y otras veces me doy cuenta que mis hermanos observan pero no escuchan, ellos, no todos, pero sí un gran caudal de ellos, están como enceguecidos, si no ven milagros es sus palabras no creen, y yo pienso diferente, no tengo que ver ningún milagro para creer porque sé que tú estás siempre junto a JESÚS al lado de cada uno de tus Hijos e Hijas. Te ruego y hoy hago público a través del mensaje lo que te pido porque necesito la fuerza para seguir avanzando y sé que tú, Madre, me la puedes entregar para poder colocarme al lado de mis otros hermanos y hermanas en otros continentes y junto a mis Pastores.
Hijo mío, nunca os he dicho que el camino sería sencillo y que no habrían muchas piedras en él, nunca os he dicho que tendríais que pasar por inmensas tempestades y agravios de muchas personas, aún de aquellos que vos pensasteis que eran vuestros amigos, que estaban junto a ti, que querían seguir el mismo sendero, que se entregarían con la misma fuerza, que en todo momento estáis luchando y también derramando muchas lágrimas de dolor por ver a muchos de vuestros hermanos perdidos y a otros totalmente abandonados a merced del ángel desterrado, es como si estáis viendo un mundo que se ha quedado totalmente adormecido, a un mundo que ya no tiene el deseo de pelear por la pureza, el amor, la libertad y sientes como si ellos perdieron todas sus fuerzas y os cuesta muchísimo ponerlos en su camino, pero recuerda que tú no estáis solo, nosotros estamos al lado de cada uno de vosotros y os hemos dicho que somos los que cuando tú no puedas levantar la cruz que estáis llevando nos llames y nos pidáis y juntos caminaremos y juntos la llevaremos, pero nunca debéis de querer llevar la cruz si estáis viendo que el peso no os permite avanzar, sois testigo que cuando me llamáis estoy siempre a vuestro lado y lo que tú no pudiste abrir muchas puertas que os iban cerrando yo las he abierto de par en par y lo seguiré haciendo porque vos, igual que vuestros hermanos y hermanas, sois los pilares de esta nueva era, sois junto a mis pastores los que tienen que hacer renacer sobre toda la tierra la semilla del amor y de la esperanza, y junto a la esperanza veréis la luz que ha de iluminar los corazones de todos vuestros hermanos, y junto a la luz llegará la Llama del Amor Eterno de CRISTO JESÚS y se levantará mi Iglesia fuerte, poderosa, llena de luz, de amor y será la luz que ha de iluminar todo el mundo y se guiarán por ella todos aquellos que se encuentren perdidos o se sientan abandonados, y esa luz al tocar sus corazones comenzará las conversiones y se salvarán millones de almas en vuestro mundo y el cielo se regocijará y oirás los cantos celestiales anunciando una nueva era, y con esa era una nueva esperanza, llena de amor y felicidad para todas mis amadas criaturas, porque vuestro Padre os dará esa nueva oportunidad para que vuelvan al sendero, y no sólo al sendero, a la unidad de todos sus hijos e hijas bajo el mismo cielo donde estará formada por estrellas y luceros una CRUZ INMENSA que la veréis durante días y noches y entonces os postraréis de rodillas a pedir perdón y los que quisieron ver para creer creerán y los que no deseaban ver para creer os daréis cuenta que es el momento de comenzar a unir a las ovejas y de esa forma llevar al rebaño a la tierra prometida, por eso no os olvidéis hijito mío, no estáis solo en esta lucha, estamos junto a cada uno de vosotros, únanse todos y comiencen la evangelización desde la sencillez, la humildad y el amor y la paz, y nunca os olvidéis de depositar en cada corazón la esperanza de un mundo mejor y lleno de luz y eterno amor. Amén.
Madre, seguiré tu pedido, cumpliré con cada uno de ellos y seré el más pequeño de todos y me he de entregar en cuerpo y alma a cada uno de mis hermanos, a todos aquellos que estén solos, enfermos, desprotegidos, que no tengan qué comer ni dónde dormir, trabajaré hasta el agotamiento, daré todo de mí hasta el último minuto de mi vida porque tú me enseñaste a amarlos, porque no quiero ni tengo ningún deseo de nada que no sea amarte con todo mi humilde corazón y amar a cada uno de mis hermanos y hermanas. Siempre he de estar defendiendo vuestra Iglesia, estoy preparado para dar mi vida si lo fuera necesario en la defensa de mi fe.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
16/10/2010 15:20 Horas.
Dice Santa María:
Amados hijitos míos, vengo hasta cada uno de vosotros para tratar de guiarlos, de que escuchéis mi voz y que sigan tras los pasos que os dejó marcado mi Hijo, vosotros no os dais cuenta que los tiempos se están acortando minuto a minuto y vosotros no hacéis nada para volver al encuentro con la unidad, el amor y la paz, no cultivan en vuestros corazones la esperanza unida a la misericordia y la paz, es todo lo contrario, vais corriendo atrás de los placeres, del lujo, de las palabras que no poseen ningún sentido y caen en sus manos llevados por las fuerzas del mal, yo os pregunto a cada uno de aquellos que se encuentran en el sendero del egoísmo unido del odio, el rencor, la envidia, la sed de guerras, qué pretendéis de vuestros hermanos, qué queréis seguir haciendo a vuestra tierra, más mal de lo que ya le habéis hecho, hasta cuándo vivirán en la codicia y sin reconocer que sois mis hijitos, hasta cuándo os seguirán peleando y atacando sin piedad tomando la vida de millones de niños, jóvenes y ancianos, hasta cuándo odiarán a vuestros propios hermanos en vez de abrazarlos y caminar todos unidos, todos juntos, esta es la consecuencia del alejamiento de mi morada, de la rotura y la fisura que cada día crece y se agiganta más entre todos vosotros y por lo cual muchos de mis hijos se apartan del verdadero sendero tomando un rumbo donde caen en la inmensa oscuridad, sé que no sois culpables, que os encontráis perdidos y sé que navegáis en un inmenso barco donde nadie está al frente de él porque todos viven en su propio mundo, y ese mundo no os permite mirar más allá del horizonte, y en ese horizonte, si pudieras prestar atención y mirar con los ojos del corazón, veríais la luz, sí, hijitos míos, la luz del eterno amor y la esperanza de construir todos juntos un nuevo mundo en el comienzo de esta nueva era, un mundo donde puedan encontrar la más inmensa felicidad, y esa felicidad la tendréis si vuelven a los brazos de vuestro Padre, si vuelven a mi morada, si os arrepienten de vuestros pecados, si aprenden a amar en vez de tener muchos los corazones llenos de odios y rencores, a dónde pensáis que os puede llevar el odio, por qué no os detenéis un sólo instante y reflexionan cada uno de sus actos, por qué no dais una mirada atrás a ver qué habéis dejado en vuestro andar, os aseguro que no encontraréis ni las marcas de vuestras propias pisadas, porque nada habéis hecho, habéis perdido muchos años tras todo aquello que no posee ningún valor, atrás de todo lo que no os abrirá jamás las puertas del Reino de los Cielos, y sí os perderéis en la inmensa noche y sentirán el dolor terrible de no poder compartir con vuestro Padre toda una vida que os llevará toda la eternidad. Por eso os ruego, estáis a tiempo de volver a retomar el sendero, estáis a tiempo de comenzar a vivir en armonía y paz, estáis a tiempo de abrazar mi morada, que es vuestra morada, porque cuando mi Hijo le dijo a Pedro que LEVANTE EN ESTA PIEDRA ANGULAR MI IGLESIA, le estaba diciendo la Iglesia para las nuevas generaciones, para todos mis hermanos, para que vengan todos a escuchar mi palabra y vengan a estar junto a mi Padre, Madre y Espíritu Santo, junto a nuestro amor, y nosotros los protegeremos de todos los ataques de aquellos que os quieren quitar la libertad de vivir una vida en armonía y paz, yo sólo soy la mensajera del amor de CRISTO JESÚS, yo soy quien paso las noches estando a vuestro lado y soy quien he venido a guiarlos al gran encuentro, os repito amados pequeños, la nueva era ya ha comenzado y vosotros siguen detenidos como ya hace muchos años, siguen perdidos y alejados del gran rebaño, os ruego vuelvan a él, vuelvan a nuestros brazos, vuelvan al encuentro y recibid a mi Hijo a través del Sacramento, recibidlo y cobijadlo en vuestros corazones. Hijitos míos, vivan en armonía y paz. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
15/10/2010 21:00 Horas.
Dice Santa María:
Hoy te he mostrado un mundo lleno de agresividad, de dolor y de intolerancia, hoy has podido ver por tus propios ojos cómo entre hermanos se agreden y se quitan lo que poseen, habéis visto en la mirada de muchos de mis pequeños cargadas de odios y rencores y en sus sentimientos llevados por la envidia y el rencor, viste un mundo distinto al que muchos de vosotros se presenta frente a vuestras miradas y no os dais cuenta de la inmensa agresividad que hay dispersa por toda la tierra, ya no os escucháis, ni siquiera se hablan, ya no corréis en busca de ese hermano que está caído para socorrerlo y tomarlo entre vuestros brazos, ya no comparten aquellos que poseen mucho con lo que no tienen nada, todo se fue transformando en un inmenso río de egoísmo y de ambiciones, a nadie le importa el mañana, viven desesperadamente el momento y tampoco lo saben vivir porque sois llevados a cometer actos de tal bajeza que no se pueden comprender cómo pudieron llegar muchos de mis pequeños a ser inducidos a tomar todo por la fuerza, a tomar inclusive la vida de vuestros propios hermanos, de atacar mi morada con odio y mentiras, habéis castigado a muchos de mis hijos e hijas predilectas sólo porque no os dejaban realizar dentro de mi Iglesia lo que muchos de vosotros se creen con derecho faltando el total respeto a vuestro Padre y a mi amado Hijo, no me llamáis como Madre muchos de vosotros y hasta me dieron vuelta sus propios rostros, y si vosotros supieran que yo he venido para guiarlos a través del sendero de la luz, si vosotros pudieran comprender del amor que anida en mi corazón de Madre y el dolor que me hacéis pasar al verlos qué apartados estáis de mi lado, si pudieran por un instante entender del dolor de vuestro Padre, Él que os dio todo, que os entregó un mundo para que vivieran en libertad y unidad todos sus hijitos, si pudieran comprender que mi amado Hijo se entregó a morir en una cruz por vosotros, por vuestros pecados, para liberarlos, y vosotros qué habéis hecho todos estos años, olvidarlo, dejarlo solo y Él os espera igual que yo, amados hijitos, en nuestra morada, en vuestra morada, nuestra Iglesia, nuestro templo, para cobijarlos y defenderlos del ángel desterrado y de las fuerzas del mal. Os pido que comprendan que si no os unen, si no vuelven a los Sagrados Mandamientos, si no se arrepienten, estáis caminando rumbo a una inmensa oscuridad que os envolverá y sufrirán mucho y eso, pequeños míos, es lo que no deseamos, todo lo contrario, queremos verlos felices, llenos de luz, de amor y en vuestro corazón la paz, por eso os ruego rompan las cadenas que los tienen atados al ángel desterrado, quitadlo de vuestras vidas y confiesen vuestros pecados y arrepentidos id a pedirle perdón a mi Hijo y en Él a vuestro amado Padre y recibid el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo y dadle un lugar de privilegio en vuestro corazón, que anide en el corazón de cada uno de vosotros y sed luz de esta nueva era y haced crecer las vocaciones entre mis hijos e hijas y las conversiones a través del largo mundo. Os pido que comprendan el dolor que siento como Madre de todos vosotros y que vuelvan a mi morada amados hijitos, allí, junto a CRISTO JESÚS, os estamos esperando para cobijarlos junto a nuestro corazón porque os amamos. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
15/10/2010 07:00 Horas.
Dice Santa María:
Amados hijitos míos, cuántas veces he llegado a vosotros a través de mis Hijos e Hijas en el mundo, cuántas veces os he suplicado que no os apartéis de la oración y no comprendéis mis palabras y no escucháis mis suplicas, no os dais cuenta que en la oración se encuentra la salvación de vuestras almas, no pueden comprender que más alejados estén de ellas más se perderán en la gran noche, en la inmensa oscuridad, cuántas veces más tendré que suplicar para que me prestéis atención, cuántos días más seguiré diciéndoles a mis hijitos en el mundo que salgan a llevar mis palabras a todos aquellos que parece no disponen de unos minutos para rezar ni la oración que mi Hijo os entregó, estáis tan alejados del amor, de la esperanza que no pueden comprender y no entienden que vais por un sendero totalmente equivocado, por un sendero donde no encontraréis nunca el verdadero y más grande amor que os pueden entregar que es si vuelven y retoman tras los pasos de mi Hijo, no pueden comprender que Él los está esperando para guiarlos, no pueden entender que su amor os salvará a todos vosotros pero si vosotros también os entregáis a su Inmaculado Corazón, si confiesan vuestros pecados dejando un alma limpia y trasparente donde pueda vivir Él en cada uno y estar unidos y su Llama de Amor ir con cada uno de vosotros y a su vez entregarla a todos vuestros hermanos. Hijitos míos, necesitamos que vuelvan a mi morada, necesito muchos trabajadores dentro de ella que os preparéis y salgáis a los caminos llevando en vuestras manos el Libro Sagrado, llevando la palabra y yendo a todo lugar de vuestra nación, de vuestros pueblos, que caminen sin cesar, pero en ese caminar que vayáis sembrando en cada corazón la semillita del amor y la pureza para que todos juntos vuelvan al sendero, y en ese sendero se unan todos al gran rebaño, y en el gran rebaño os encontréis con mi amado Hijo, Él los guiará junto a vuestros Pastores, ellos serán los encargados junto a mis hijos e hijas en el mundo de ser los pilares fundamentales que sostendrán mi Iglesia y se formará una base sólida y fuerte y se levantará sobre el mundo alumbrándolo y haciendo comprender que si no se unen todos a través del amor que irradia su corazón nada ha de cambiar, todo lo contrario, todo se ha de perder y perderéis lo más importante que son vuestras almas, por eso os ruego, por eso os pido que vuelvan a unirse todos a través de la oración, de la palabra, os necesito a todos amados hijitos, quiero que vengáis a mi encuentro, deseo verlos a todos vosotros juntos en mi morada orando, rezando el Santo Rosario, yo estoy a vuestro lado junto a mi amado Hijo, estamos siempre al lado de cada uno de vosotros llenando vuestras almas de luz y de amor, no dejéis de caminar unidos por el amor, no dejéis de vivir en armonía y paz y construid entre todos un mundo nuevo basado en la misericordia, la justicia y que siempre anide en vuestros corazones la esperanza, sí, amados hijitos míos, la esperanza, porque ella llegará a cada uno de vosotros trayéndoles lo que vosotros os pidan a vuestro Padre, y si os convierten volverán a vivir en armonía y felices. Os ruego unidad, amor, misericordia, humildad, esperanza y paz, que aniden en vuestros corazones y seáis verdaderas luces que iluminen todo el mundo.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
14/10/2010 20:00 Horas.
Mensaje especial
Dice Cristo Jesús:
Yo os quiero preguntar a muchos de vosotros, a todos aquellos que juraron seguir tras mis pasos y vivir una vida de humildad y de amor, de caminar tras el largo sendero para llegar a cada uno de sus propios hermanos y hablarles y enseñarles a vivir una vida tan diferente a la cual hoy estáis llevando adelante, a entregarse en cuerpo y alma y luchar por un mundo de justicia y de paz, todos vosotros tenéis en vuestros corazones que mi Padre os entregó al nacer la Llama de Mi Corazón para que vivan en libertad rodeados de amor, inocencia y pureza, y esa pureza la puedas entregar a cada uno que tanto sufre en vuestro mundo, como Yo he cargado mi Cruz os pido que vosotros de la misma manera carguéis las vuestras y las amen, no tengáis temores, Yo, junto a mi amada Madre, estaremos para acompañarlos en el largo caminar y cuando os pese dinos, solamente dime, hermano mío, ayúdame y podréis sentir que ya no pesará porque Yo la tomaré entre mis manos y la pondré en mi hombro e iremos los dos. Hermanos míos, tenéis que tener fe, pero más que fe en vuestros corazones tiene que estar la esperanza, la esperanza de construir todos juntos un mundo de paz para vivir en plena libertad, y para eso cada uno de vosotros tenéis que darle gracias eternas a mi Padre porque Él es quien está expectante en todo momento, es Él que nos guía a ayudarlos, a acompañarlos y a través de mi Madre y de un conjunto de hijos e hijas como tú en distintos lugares de vuestro mundo puedan oír su voz y a través de su voz los mensajes que deberéis de entregar a vuestros Pastores y a todos los rebaños. Ya no podéis esperar más, ya el tiempo se ha acortado, ya es el tiempo y a partir de este instante comienza una nueva era, y con ella la nueva vida, pero para alcanzar esa vida que mi Padre os quiere entregar a cada uno de vosotros tenéis que vivir en armonía y paz con un corazón y un alma limpia totalmente de todo pecado, y os ruego recibid mi Cuerpo y mi Sangre y dejadme habitar adentro de vuestros cuerpos, Yo os guiaré, Yo os cuidaré para que ninguno de vosotros nunca más vuelva a caer en las manos del ángel desterrado y las fuerzas del mal. Hermanitos míos, os ruego no hagáis sufrir más a mi Madre, vuestra Madre y Madre de mi Iglesia, recibidla y dadle el amor, y sabéis cómo deberéis entregarle ese amor que os pido a través de las oraciones del Santo Rosario, cuando ella os ve que vais a rezar es inmensamente feliz, por eso os convoco a todos vosotros a la unidad, que seáis verdaderos misioneros y apóstoles de mi morada, que sigáis siempre lo que está escrito en los Sagrados Mandamientos y que no vuelva ninguno más a caer en el abismo de la oscuridad y el dolor. Muy pronto, amados hermanos, me veréis caminando junto a mi Madre entre todos vosotros, muy pronto sentirán en vuestros corazones esta Llama de Amor que os abrazará y podréis ver cómo todo se irá iluminando, cómo todo irá cambiando en vuestras vidas y junto a ellas todo en vuestro mundo, y el amor volverá a reinar, por eso os ruego ámense como mi Padre os ama y derramen sobre toda la tierra ese amor, y que ese amor envuelva a todos vuestros hermanos y hermanas, vuelvan a vivir en armonía entre todos los pueblos y naciones del mundo y sed felices hermanos míos, recibid la bendición en nombre de mi amado Padre, en el Mío y en el del Espíritu Santo, y dejaos llevar de la mano de mi Madre, escuchadla y respetadla, amadla como ella ama a cada uno de vosotros, os ruego hermanos míos, y recordad lo que os voy a decir, ya no falta mucho tiempo en el que me veréis caminar entre todos vosotros, iré a vuestro lado y estaré con cada uno de vosotros y es ahí donde comenzará una nueva vida para toda la humanidad, recordad siempre lo que os digo y sabed que los amo con todo mi corazón. Amén.
JESÚS DE NAZARET.
14/10/2010 08:00 Horas.
Mensaje especial
Dice Santa María:
Os quiero decir y pedirte, hijo mío, que transmitas a todos mis hijitos e Hijos e Hijas predilectas lo que os voy a decir, quiero que tomes con atención cada una de mis palabras y quiero que a su vez cada uno de ellos las lean en profundidad y mediten para que puedan encontrar todos el sendero realmente que se encuentra en frente de cada uno de vosotros, quizás tenéis muchos de vosotros un grave problema que es de no saber mirar con los ojos del corazón, del alma, y eso es con una mirada pura, limpia de todo mal, de todo pecado, con una mirada cristalina llena de pureza y humildad, sin vanidad ni odios ni rencores, y entonces podréis ver lo que hemos venido a mostrarles a través de distintos momentos que estáis viviendo en todos los continentes, vosotros os pasáis diciendo, muchos, que si no ven no creen, nosotros venimos haciendo demostraciones frente a vuestras miradas en los últimos años, o es que no os dais cuenta de lo que ocurre y de los pequeños de mi corazón que han salvado sus vidas o ante eminentes enfrentamientos opacar las voces y el grito de venganza que existe en muchos de mis pequeños, los apagamos hasta no permitir atacar más a un sólo hermano vuestro, a encontrar aquello que se encontraba perdido y quizás hasta no tenían esperanzas, a llevar hasta los lugares más alejados la palabra, la luz y la Llama del Amor, en hacer crecer en los corazones más endurecidos las conversiones y en mostrarles día a día el amor a través de la luz divina de mi amado Señor. Por eso os ruego que prestéis atención, pero más allá de ello os ruego pónganse todos alineados bajo el manto misericordioso del amor y únanse todos y caminen junto al gran rebaño, únanse en la oración y ayúdense entre todos los pueblos y naciones del mundo, lo que mi Señor os entregó no es para que los países o sus gobernantes lo tomen como algo que les pertenece a ellos solos mientras en otras partes de vuestro mundo a millones de mis pequeños les falta la comida y el agua, entonces lo que tenéis que llevar adelante es la unidad, y en esa unidad, entregar unos a otros lo que os falta y de esa forma comenzar a realizar la gran unión entre todos mis pequeños, pero más allá de eso el gran encuentro a través de mi Hijo con el Padre y el Espíritu Santo unidos bajo la Llama que parte de mi Inmaculado Corazón, quiero verlos unidos, quiero que comencéis a caminar juntos por el sendero de la luz, quiero que os ayudéis entre todos vosotros y que todas las religiones y credos se unan en mi morada y que todos tomados de la mano recen la oración que mi Hijo os dejó que es la Oración al Padre para que en su infinita bondad y su eterno amor los cobije y los proteja siempre como lo ha venido haciendo a través de todos estos años, vosotros han sido los que se fueron apartando, se fueron alejando de los Sagrados Mandamientos, quisieron caminar solos, enfrentar todos los problemas solos pero no os diste cuenta que no podían seguir solos, tenían que tener la fuerza del Padre y por eso hoy os ruego y os pido que lo hagáis, que no os detengáis más, ya llegó el tiempo y el tiempo es hoy, ya llegó la nueva era, la era de la unidad y del eterno amor del Padre, Hijo y Espíritu Santo, tenéis que estar todos unidos y tenéis que vivir en comunión con CRISTO JESÚS, os ruego vuelvan a la unidad y a todos aquellos que como vos, hijo mío, reciben mi mensaje quiero que sepáis y que les transmitáis a todos mis pequeños y pequeñitas del mundo la unidad para que todos juntos caminen rumbo a una nueva vida, una vida llena de amor y de paz. Os ruego comiencen la unidad para poder junto a vuestros pastores guiar el rebaño y llevarlo rumbo a la tierra prometida, junto a mi morada, junto a nuestro corazón, tenemos sed de estar al lado de cada uno de nuestros hijitos y de acompañarlos, queremos que no se pierdan más almas en el inmenso abismo de la oscuridad y que brille la luz y junto a la luz la Llama del Eterno Amor y que seáis libres criaturas de la creación. Os pido, hijo mío, haced que mi voz llegue a todos los continentes, a todos vuestros hermanos y hermanas, a todos mis Hijos e Hijas predilectas y únanse bajo el manto eterno del amor y de la paz. Nunca os olvidéis que los amo pequeños míos, por eso os ruego desde mi corazón de Madre de todos vosotros. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
13/10/2010 03:00 Horas.
Dice Santa María:
Amados hijos míos, si cada uno de vosotros pudiera comprender y entender que no os podéis apartar del gran rebaño quedando a la merced del ángel desterrado, si pudieran mirar con los ojos del corazón a cada uno de vuestros hermanos y cobijarlos entre vuestros brazos y acompañarlos en todo momento que tienen que transitar guiándolos por el único y verdadero sendero de la luz y no permitiéndole oír voces que dicen que vienen en nombre de mi amado Hijo y con engaños los llevan por un sendero sombrío y muchas veces de dolor, si pudieran comprender que en las pequeñas cosas encontraréis las más bellas y la más inmensa felicidad, si os dedicaran más horas de vuestras vidas a compartir con vuestras familias, a saber oír a vuestros hijos y guiarlos por el sendero, si vivieran en unidad y hablaran y os dejaran todo el tiempo que necesitan para poder compartir cada minuto de vuestras vidas, amados hijitos, vuestro hogar, quiero que sepáis, también es un templo, un templo donde yo habito junto a todos vosotros, donde estoy al lado de cada uno observando y cuidando que no os pierdas y comprendan que el amor está allí adentro de vuestros hogares, en el corazón de cada uno que en Él lo habita, que tienen que hablar y saber oír, y os pido que recéis unidos a mi Hijo el Santo Rosario y la Coronilla, que vengáis unidos a mi morada a estar todos juntos a mí, a vuestro Hermano y en Él a vuestro amado Padre, compartan los momentos de la celebración con un corazón lleno de alegría, de paz y armonía, vivan en unidad no sólo entre vosotros sino en la unidad y la entrega a CRISTO JESÚS, por eso debéis confesar vuestros pecados quedando vuestros corazones y vuestros cuerpos limpios y de esa forma recibir el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, haced un lugar de privilegio en vuestro corazón y dejad que habite en cada uno de vosotros, déjense llevar por Él, déjense guiar por el sendero del amor rumbo al Padre, rumbo a la unidad de todos vuestros hermanos, haced crecer la esperanza en los corazones de todos y llevad la palabra a través del Sagrado Libro. Por eso os ruego, salid a evangelizar, salid a por vuestros pueblos y naciones llevando la palabra y con ella comenzarán a hacerse las grandes conversiones y crecerán las vocaciones entre mis hijos e hijas y el mundo ha de cambiar y vivirán en unidad, y en esa unidad estará siempre el amor, la misericordia y la paz en todos los corazones de vosotros, tenéis que comprender que ya habéis ingresado en una nueva era y que los tiempos se han acortado, tenéis que comprender que tenéis que estar preparados para recibir al mensajero del amor que muy pronto descenderá y caminará entre cada uno de vosotros, él llegará para unirlos a todos y como buen pastor guiar a sus rebaños bajo su Llama Eterna de Amor y su luz caminando por un sendero rumbo al gran encuentro, a la gran unión de la nueva NACIÓN DE CRISTO JESÚS basada en LOS SAGRADOS MANDAMIENTOS y viviendo en un mundo donde todos tenéis que respetarse y vivir en unidad y comunión, cuidar de vuestra tierra y crecer y hacer crecer mi morada, que ella sea gloriosa y pura como lo es en el Reino de los Cielos, que su luz llegue a todos los continentes y que todo hombre y mujer de buena voluntad sean guiados a través del largo sendero de la vida, que nunca más tengáis en vuestros corazones odios, rencores, envidias, mentiras y no cometan injusticias contra ningún hermano o hermana vuestro, cuidad de mi Iglesia y acompañad a través de las oraciones y con vuestra presencia a mis Hijos e Hijas predilectas, estén a su lado y colaboren con ellos, sean verdaderos mensajeros del Corazón Inmaculado de JESÚS, amadlo e id caminando rumbo a sus brazos, oren pequeños míos, y vivan en armonía y paz y derramad sobre toda la tierra la semilla del amor y la unidad. Os amo y os pido que no os dejéis más llevar por el sendero de la oscuridad, que sólo en mi morada habéis de encontrar la verdad y con ella la misericordia y el amor y os cobijaremos bajo nuestro eterno manto de misericordia y cuidaremos a cada uno de vosotros, os amamos hijitos e hijitas mías, nunca os olvidéis, os estamos esperando, necesito de vuestra presencia, necesito verlos rezando el Santo Rosario para que unidos a mis Ángeles y Arcángeles podamos salvar vuestras almas de la inmensa oscuridad. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
12/10/2010 15:04 Horas.
Dice Santa María:
Amados hijos, aquí estoy junto a todos vosotros junto a mi pequeña florecilla esperándolos en nuestra morada las dos unidas para recibirlos y para acompañarlos en todo momento, para que sientan adentro de vuestros corazones el amor y la luz brille en toda su intensidad, aquí estoy esperando a todos mis pequeños que sufren de soledad, que tienen enfermedades de la psiquis, que se sienten solos y abandonados, venid a mi encuentro, venid a mi morada, venid a nuestros brazos, mi FLORECILLA, TERESITA, os espera con su eterno amor y entrega por cada uno de sus hermanos, los ama y quiere y desea que en este preciso lugar vengáis todos, que se unan todos los hermanos y hermanas a orar y a encontrarse con CRISTO JESÚS, rezad pequeños míos, nunca dejéis de rezar el Santo Rosario, es la oración más poderosa para cegar al ángel desterrado, para liberar las almas y los pueblos y naciones de su ataque junto a las fuerzas del mal, vosotros tenéis que venir y sentiréis nuestra presencia, nuestra Llama de Amor os envolverá junto al perfume a rosas de mi jardín celestial, oiréis la voz de mi florecilla y sentirán el amor que siente por cada uno de sus hermanos, no dejéis que el malvado os arrastre rumbo a la oscuridad, poneos de pie y liberen vuestras almas y comiencen a caminar unidos por el amor juntos en el gran rebaño, acompañados por los misioneros y los pastores rumbo al gran encuentro, y os pido que os acerquéis a mi altar, allí estaremos unidas esperando que depositéis en nuestras manos vuestros dolores, vuestras penas y angustias, dejad, hijitos e hijitas, que nosotros carguemos vuestras cruces, permitidnos ayudarlos a llevarlas, que os enseñemos a amarla con todo vuestro corazón, ustedes son mis pequeñitos, mis florecillas que puedo ver en vuestros rostros el dolor, el miedo y el sufrimiento, por eso os pido a cada uno que no os olvidéis de repetir la oración que mi Hijo os dejó, que confiesen vuestros pecados, que reciban el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo y que vengáis llenos de amor y cantando alabanzas a mi Hijo, que lleguéis de todos los rincones de vuestra tierra y de todos los pueblos y naciones, yo sé, hijo, que vendrán peregrinos que tendrán que pasar largos días y noches para llegar a nuestra morada, pero cuando lleguen los recibiremos en nuestros brazos para llenarlos de bendiciones, para liberarlos de los sufrimientos y para compartir toda la Llama del Amor y la luz divina de CRISTO JESÚS. Amados hijos, vuelvan a su corazón, a la esperanza y creed en nuestro Señor, vuestro DIOS, porque Él es un DIOS bueno que quiere para sus hijos que vivan en libertad y eterna paz, misericordia y amor. Recuerden siempre pequeños míos, aquí os esperamos junto a mi florecilla, Teresita, y vuestra Madre unidas a CRISTO JESÚS, para que cuando partan de mi morada vuestras vidas sean distintas porque habéis encontrado la paz y la armonía para siempre. Os esperamos, venid, os prometo que descenderá sobre cada uno de vosotros una inmensa lluvia de rosas y cada una de ellas ingresarán en vuestras almas purificándolas de todo pecado y de todo dolor, volved a mi encuentro, volved a mi morada y únanse a mis pastores y defended siempre mi amada Iglesia y que reine por los siglos de los siglos CRISTO JESÚS. Recordad, amados hijitos míos, mi florecilla, Teresita, y yo, vuestra Madre, os estamos esperando aquí en nuestra Iglesia, en nuestra morada, en vuestra morada donde reina la luz eterna del amor. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
12/10/2010 07:00 Horas.
Dice Santa María:
Amados pequeños míos, os ruego que sigáis la voz que desde adentro de vuestro corazón os habla y sigáis por el sendero que os irá marcando, por el sendero del amor y la misericordia, dejad aflorar la luz del amor de CRISTO JESÚS que se encuentra en vuestros corazones, abrid cada uno de ellos a la palabra, arrepiéntanse de vuestros pecados y confiesen frente a vuestros pastores todo aquello que por años anidó en vuestros corazones no permitiéndoles ver la luz ni ser realmente libres en vuestras vidas, pídanle perdón por el mal que habéis cometido y entonces, pequeños míos, veréis con el amor más puro y sublime, seréis perdonados y a partir de ese mismo instante comenzaréis a vivir en armonía y paz, seréis libres, hijitos míos, como nunca lo habéis sido durante tantos años porque sacaréis de vuestro cuerpo y vuestro corazón al ángel desterrado y viviréis en total comunión con mi amado Hijo, aprenderán a vivir una nueva vida basada en los Sagrados Mandamientos, en el amor por vuestros hermanos y veréis que día a día irán caminando por un sedero lleno de luz y entendimiento, os acercarán a aquellos que tanto sufren y cuidarán de ellos, seréis peregrinos del amor divino de CRISTO JESÚS y les entregarán a cada uno la Llama del Amor que emana el corazón de mi Hijo unido a mi corazón de Madre de todos vosotros para que ingresen en sus cuerpos y vivan en libertad. Hijitos míos, hoy es el momento, ya os he dicho, ya estáis transitando una nueva era, una era donde comenzaréis a ver grandes cosas, grandes manifestaciones de amor de vuestro Padre sobre todo el mundo, y más aún, si vosotros rezáis el Santo Rosario, por cada uno de vosotros que lo haga la luz comenzará a brillar más y más sobre todos y las fuerzas del mal y el ángel desterrado se cegará y caerá por mil años en el abismo de la inmensa oscuridad dejando libres vuestras almas, y mi Iglesia comenzará a levantarse sobre todo el mundo siendo el faro de luz que ha de iluminar a las nuevas generaciones y con ello se comenzará a construir un mundo de armonía, misericordia, justicia y paz para todos vosotros. Por eso os ruego y os pido desde mi corazón de Madre, volved a mi morada, volved a mi encuentro, al encuentro con el amor, al encuentro con vuestro Padre, el Hijo y el Espíritu Santo unidos en uno solo, en la fuente inagotable del amor, la misericordia y la paz, y haced de esa forma crecer la esperanza y la fe adentro de cada uno de mis amados pequeños, de mis hijitos de mi corazón, volved a mi lado, quiero cobijarlos bajo mi manto de amor y llenar vuestros corazones de felicidad, por eso os ruego vuelvan a la gran unidad, vuelvan al gran rebaño, confiesen vuestros pecados y abran vuestros corazones al Padre y seréis perdonados, pero también volveréis a ver un mundo como en sus principios de la creación, llevad a cada uno de vuestros hermanos a nuestra presencia, a mi morada, en mi Iglesia, os estoy esperando para abrazarlos, para oír vuestros pedidos y para llevarlos junto a mi Hijo y los dos juntos elevarlos a mi amado Señor, vuelvan a la unidad, pero todos, no sigan más separados, y pido a aquellos hijitos que se separaron de mi Iglesia, de los Santos Evangelios y con ellos se llevaron a millones de mis hijos que no os hagáis más mal de lo que habéis hecho en todos estos años confundiendo a mis amados pequeños, quitándolos del verdadero sendero y conduciéndolos por senderos equivocados que sólo en su final encontrarían inmensa oscuridad, todos vosotros tenéis que saber que debéis volver al gran rebaño, que los tiempos se acortan y que tienen que estar unidos cantando alabanzas a CRISTO JESÚS y viviendo en armonía y paz, tenéis que ser misioneros de la palabra y junto con la palabra llevar en vuestras manos el amor y la justicia para todos aquellos que tanto sufren, acompañadlos y traedlos frente a mi presencia, muy pronto el cielo se iluminará y veréis el comienzo de una nueva llegada, la llegada del amor a vuestro mundo, la llegada de aquel que viene a salvarlos de vuelta de todos vuestros pecados y viene a conducirlos por el sedero de la luz y el entendimiento, a todos juntos, Él no quiere que uno solo sufra, que uno solo se pierda del rebaño, que estéis unidos y puedas vivir en armonía y paz. Os ruego volved a mi morada, volved a la unidad, y vosotros, pequeños míos, a quienes os entrego mi mensaje y a quienes he elegido en vuestro mundo para que seáis quienes presenten frente a vuestros pastores y mis hijitos mis mensajes, os ruego y os pido la unidad entre todos vosotros y a su vez con vuestros Pastores para ser los pilares fundamentales de mi Iglesia que se levantará sobre el mundo y será la luz del amor para siempre y no dejará ya más que nadie sufra y sea sometido por ningún hermano en vuestro mundo, vivid en armonía entre vosotros, vivid en armonía con vuestra Madre tierra, vivid unidos a CRISTO JESÚS y a mi Inmaculado Corazón. Os amo pequeños amados hijitos míos. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
11/10/2010 20:27 Horas.
Dice Santa María:
Mis amados pequeños, cómo podréis avanzar en vuestro mundo, cómo podréis encontrar el sendero y recibir la Llama del Amor si estáis tan apartados del camino que os conduce rumbo a él y no prestáis atención a mis palabras cuando os hablo y no creéis de mi presencia y de mi Hijo en vuestro mundo, cómo tendré que hacer para que os deis cuenta que me encuentro entre todos vosotros acompañándolos paso a paso por el valle de lágrimas, de tristeza y dolor si nosotros queremos que seáis felices y que la luz divina de mi amado Señor os llene de bendiciones e ilumine vuestros corazones siendo también luz que marque el sendero para todos vuestros hermanos, que en cada uno de vosotros esté presente el Espíritu Santo cuando pronuncien palabras llamando a la unión del gran rebaño y levanten entre todos la gran nación de CRISTO JESÚS, cómo haréis para enfrentar la nueva era que ha comenzado si no os encontráis dentro de mis muros, si siguen tan apartados y reniegan de todo y no os detienen a dar las gracias por todo lo que reciben día a día y porque no vuelven arrepentidos como deberíais estar todos vosotros por los pecados cometidos, porque no vienen a pedir perdón, porque no comprenden que al volver a mi morada, al arrodillarse y confesar vuestros pecados, vuestras almas en ese preciso momento se llenarán de luz y recibiréis en ellas el Cuerpo y la Sangre preciosa de mi amado Hijo. Tenéis que comprender que comenzará a levantarse un nuevo mundo, un mundo donde todos vivirán como verdaderos hermanos y caminarán por la tierra firme y llena de luz, seréis quienes tendrán que cobijar a todos los peregrinos, aquellos que están en el sendero de la unidad, aquellos que jamáis se separaron del rebaño, estar junto a vuestros pastores recibiéndolos y cobijándolos entre vuestros brazos, sois los pilares de mi Iglesia, sois cada uno de vosotros la voz de vuestra Madre y de mi amado Hijo y tenéis la obligación de trabajar sin descansar para hacer volver a las ovejas descarriadas, aquellas que se marcharon y hoy no saben volver solas al rebaño porque la oscuridad que las envuelve no les permite ver el valle del amor, liberen vuestras almas de toda cadena y oren y recen el Santo Rosario, vivan una vida consagrada al Corazón Eucarístico de JESÚS, vivan en libertad y eterno amor y hagan que aflore de adentro de vuestros corazones la luz de la misericordia, la esperanza, el amor y la justicia y que la paz envuelva vuestras vidas y reine sobre toda la tierra, sois los nuevos misioneros de esta era, sois los que llevarán la palabra a través del mundo, seréis los que salvaréis muchas almas de perderse en la oscuridad y seréis quienes entre cantos y alabanzas sean los nuevos apóstoles, junto a vuestros pastores, del amor de CRISTO JESÚS. En vuestras manos deposito una nueva era y con ella otra oportunidad que mi Señor os entrega a todos para construir un mundo de armonía y estar unidos todos, no lo dejéis pasar sin construir mi morada y hacerla crecer sobre el mundo, os pido que mi morada sea en vuestra tierra Santa y Gloriosa como lo es aquí en el Reino de los Cielos, os pido a todos vosotros, a mis hijitos, aquellos que reciben mensajes en todo el mundo, la gran unidad y que se junten todos con vuestros pastores y reciban en mi morada a todos los peregrinos y a través de vuestras manos reciban la luz eterna del amor y comencéis a vivir en armonía y paz. Amado hijo, los tiempos se acortan y a partir de este instante os ruego que os pongáis a trabajar noche y día para mi amada Iglesia y para rescatar a todos vuestros hermanos. Os amo a todos vosotros, os quiero entregar la Llama de Mi Amor. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
10/10/2010 23:25 Horas.
Dice Santa María:
Cuánto tiempo tendré que continuar pidiéndole a todos vosotros la unidad de todos mis pequeños, cuánto tiempo más pensáis que os queda para la gran unión del pueblo de mi amado Señor, cuánto tiempo estaréis entre las tinieblas caminando sin poder daos cuenta cuál es el sendero verdadero, aquel que hoy os irá guiando rumbo a la luz divina de CRISTO JESÚS. Amados hijos míos, hoy es el momento, a partir de ahora es el momento de la gran unión de todos vosotros para crecer en el amor, para dejarse envolver por la Llama que emana el corazón y esa Llama es de amor bajo la luz divina de CRISTO JESÚS, de esa forma tenéis que comenzar a unirse todos vosotros, y en esa unión encontraréis entre todos las palabras, a través de que el Espíritu Santo descenderá sobre cada uno de vosotros, para salir a cumplir con la evangelización, para ir al encuentro de todos aquellos hijitos dispersos por el mundo tan apartados de mi morada, y a través de vuestras palabras hablando el lenguaje del amor, de la misericordia, de la justicia y de la paz os volverán a traer a mi morada en una total unidad de todos y comenzarán a caminar por un nuevo mundo, una nueva era donde todos comenzaréis a abrazarse entre hermanos y a entregarse la paz desde lo más profundo de vuestras almas, ya el tiempo ha quedado atrás, mi Señor os da una nueva oportunidad, ya muy pronto sentiréis las trompetas celestiales y los coros cantando alabanzas y en el cielo veréis cómo se irá abriendo y descenderá para caminar entre vosotros a mi Hijo amado, Él ya se está preparando para ponerse al frente del ejército de las milicias celestiales y vosotros tenéis que comenzar a preparaos para ir junto a Él en la defensa de mi Iglesia, en la defensa de la paz y la justicia y para derrotar y hacer que se pierda en el inmenso abismo de la oscuridad al ángel desterrado y las fuerzas del mal y volveréis a ser libres y dentro de esa libertad han de encontrar el verdadero amor, el amor más puro y sublime, aquel que vuestro Padre os entregó al nacer y os volverá a hacer entrega a través del Hijo, yo estaré a vuestro lado y todos tienen que unirse en un solo cuerpo y una sola alma llena de luz y de amor, de esa forma se levantará mi Iglesia en vuestra tierra, una Iglesia PURA Y SANTA COMO LO ES EN EL REINO DE LOS CIELOS, y yo los cobijaré bajo mi manto de misericordia y amor. Por eso os repito y os pido en mis mensajes a ti, hijo mío, y a todos mis Hijos e Hijas del mundo la unidad junto a vuestros Pastores que preparen al gran rebaño y que lleven el amor y la paz a cada uno de sus corazones, el mundo verá grandes cosas y frente a los ojos de mis pequeños veréis milagros y una nueva vida para todos aquellos que se encolumnen atrás de mis Hijos e Hijas predilectas, atrás de todos mis pequeños a quienes os doy mis mensajes porque ellos son los que han de construir mi morada y comenzarán a caminar unidos volviendo al principio de la creación y en ese principio os encontraréis con la verdad, con la unidad, con el amor, con la paz y a través de la oración del Santo Rosario, del ayuno, de recibir a mi Hijo en vuestros cuerpos volveréis a vivir en un país lleno de armonía y misericordia, pero para ello tenéis todos que ser sumisos, humildes y hablar siempre con la lengua de la verdad y todos ser un solo cuerpo y un solo corazón alabando a CRISTO JESÚS por los siglos de los siglos. Recuerden pequeños míos, el tiempo es hoy y a partir de este momento tendréis que comenzar la gran evangelización, la gran lucha e id a la conquista del pueblo de DIOS para ser de vuelta la gran nación que se levantará sobre todos los continentes siendo la luz del eterno y verdadero amor. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
09/10/2010 20:30 Horas.
Dice Santa María:
Hijo mío, hoy pudiste comprender y mirar a través de tus ojos el dolor y el sufrimiento que hay en el corazón de muchos de mis pequeños, pudiste sentir la soledad y en muchos casos la incomprensión, pudiste encontrar la fe que hay en cada uno de los corazones de mis pequeños y la sed de que os escuchen, que los protejan, que les entreguen una palabra de amor, sentiste el dolor en vuestro corazón y sé que vuestro amor fue puro como lo es en todo momento en que tú te encuentras al lado de cada uno de ellos, pero tú también debéis saber que jamás estáis solo, nosotros estamos a vuestro lado y tú eres el instrumento para que a través de vuestras manos puedan sanar los males del cuerpo y del alma, cerrar cicatrices y secar las lágrimas que parten de sus ojos, sé también que aquellos que os acompañan sienten el mismo dolor que tú, pero ellos están presentes y son vuestros pilares en ese preciso momento y en cada momento que tienes que id a ver un hermano vuestro que esta solo, enfermo o que padece hambre, sed y principalmente de la palabra, esa palabra que necesitan oír de vuestros labios que es mi palabra como Madre de cada uno de ellos, diles siempre que CRISTO JESÚS está a su lado, que Él cura a través de cada uno de vosotros sus dolores y sus enfermedades y que los abraza y los cuida, diles que vuelvan a mi morada y a la oración, que quiero yo también como Madre verlos ingresar a mi morada, que confiesen sus pecados y que reciban en un corazón rebosante de paz a mi amado Hijo, que le permitan anidar adentro de vuestros cuerpos y ser la luz de cada amanecer, que depositen en las manos de mi Señor su sanación, sus pedidos y que nunca os olviden que son nuestros pequeños, que los amamos, que queremos que vivan en libertad y seáis felices en vuestro mundo. Hijo, necesitamos muchas manos en mi morada para que unidas a las de vuestros pastores comiencen a ir por todo lugar donde hay tantos pequeños enfermos, tantos pequeños solos y pidiendo la presencia de mi Iglesia, y tenéis que comprender que tienen que salir de mis muros y ser una Iglesia que camine, que salga llevando la palabra y el amor de vuestro Padre y la presencia de Él y mis palabras a través de cada uno de vosotros, tienen que hacer una Iglesia misionera y peregrina y ser verdaderos apóstoles no tan sólo de la palabra sino de llevar a los hechos con demostraciones de verdadero amor y entrega a cada uno de mis pequeños que sufren en todo el mundo, no podéis quedaos más detenidos y que se sigan perdiendo más y más de mis pequeños en todo el mundo, tenéis que salir a su encuentro y guiarlos a través de las tinieblas a la luz, y podéis hacerlo, sé que lo lograrán, haced y multiplicad los cenáculos en el mundo, multiplicad el rezo del Santo Rosario y sed verdaderamente luz, esa luz que los guíe al gran encuentro y en ese encuentro vuelva a brillar el amor, la misericordia y la paz sobre todos los pueblos y naciones de vuestro mundo. Os amo, recodadlo siempre, a cada uno de vosotros, y os ruego haced que vuelva todo el rebaño a la casa del Padre porque allí, solamente allí, tendréis la protección, la paz y el eterno amor. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
08/10/2010 08:30 Horas.
Dice Santa María:
Amados hijitos míos, tenéis que emprender un largo camino a mi morada, un camino que muchos de vosotros os dejasteis ya hace mucho tiempo tentados por el ángel desterrado, tentados por la ambición, por el poder, por obtener todo lo que deseáis, el lujo y los placeres, abandonando una vida llena de armonía, de paz, de misericordia y de amor, os fuiste marchando atrás de hermanos vuestros que con lenguas llenas de mentiras os engañaron y os condujeron por el sendero de la inmensa oscuridad y del dolor y no os dabais cuenta que aquellos que os decían y dicen que vienen en nombre de mi Hijo a guiarlos son los que están cubiertos como corderos pero adentro de sus almas se encuentra el ángel desterrado tratando de llevarlos a todos vosotros por un sendero totalmente equivocado y de esa forma perderse en el inmenso abismo, por ello habéis abandonado mi morada, por ello os habéis olvidado de vuestro Hermano, mi amado Hijo, viven en un mundo donde sólo os interesa obtener todo aquello que es material porque les da placer y dejaron de lado lo más bello que tienen que conservar en vuestros corazones que es lo espiritual unido al amor, la entrega, la oración, el encuentro con vuestro Padre a través del Hijo y del Espíritu Santo, se olvidaron de vuestra Madre, de mi amor, que os quiero guiar y entregarles toda esta Llama de Amor para que anide en el corazón de cada uno de vosotros, os olvidaron de frecuentar mi morada, de arrodillarse junto al Sagrario y hablarle desde vuestro corazón a mi Hijo, de estar presente junto a su lado, de demostrarle vuestro amor y que quieres abrazar junto a Él la cruz de vuestra salvación, la cruz que tienes que llevar con amor porque ella es la que os abrirá la puerta del Reino de los Cielos, y os pido que vuelvan a la confesión y al ayuno, que no dejéis nunca de rezar el Santo Rosario. Amados hijitos, necesito muchas manos de trabajadores en mi morada, muchos hermanos, que salgáis junto a vuestros pastores a evangelizar a toda la tierra y en todo lugar, necesito que muchos pequeños se acerquen a todos vuestros hermanos que se encuentran solos sufriendo en el medio de una inmensa injusticia en muchos lugares de vuestros continentes, necesito que acudan al lado de aquellos que se encuentran enfermos, que sufren dolores intensos, allí tenéis que estar para calmar a través de vuestras manos en nombre de CRISTO JESÚS sus dolores, sus sufrimientos y tenéis que salir a la búsqueda de aquellos que se encuentran en la más inmensa oscuridad, id a buscar a las ovejas que partieron del gran rebaño y traedlas a él y deberéis hablarles y a su vez brindarles amor y tenéis que oírlos y contenerlos, tenéis que ser verdaderos servidores de mi morada y que os comprometáis a ser verdaderos apóstoles del amor de CRISTO JESÚS. Hijitos míos, tenéis que servir y no pretender que os sirvan porque sino el mundo no ha de cambiar y seguiréis por distintos caminos, y lo que hoy os vengo a pedir es la unidad, no sigan más separados, no podéis comprender que sois todos hijos del mismo Padre, que quien os habla es vuestra Madre mas allá de los pensamientos de muchos de vosotros, tenéis que comprender, pero para ello os tenéis que unir y hablar entre todos vosotros y leer del Libro Sagrado. Amados pequeños, es muy grande el dolor que hacéis sentir en mi corazón de Madre cuando no me reconocéis como Madre de todos vosotros, o acaso no podéis comprender que soy la Madre de JESÚS y que Él me entregó desde la cruz a todos vosotros como hijos míos, no podéis comprender que he venido no tan sólo a guiarlos sino también a cuidarlos a todos de los ataques continuos por los que están transitando, quiero alejarlos para siempre del ángel desterrado, de las fuerzas del mal, quiero que vivan en libertad, que rompáis vuestras ataduras, que comiencen a ser libres y vivir en armonía, justicia, paz, misericordia y amor y que vuestro lenguaje sea el de la verdad siempre, que no os dejéis llevar ya nunca más rumbo al dolor y la soledad, siembra, hijo mío, la semilla del amor y que esa semilla germine con total fortaleza sobre toda la tierra, que sus raíces se esparzan a través de los continentes y crezcan las conversiones y las vocaciones entre vuestros hermanos, mis hijitos, y se consagren al Corazón Inmaculado de JESÚS. Os ruego vuelvan a construir un mundo de paz y en total armonía, pero de unidad entre todos y aprendan a hablar, a oír y a meditar en esa unidad de todo el pueblo de CRISTO JESÚS, os pido como Madre que mi morada, mi Iglesia, se levante sobre todo el mundo y que sea la luz que toque el corazón de cada uno de mis niños, os ruego evangelicen hijitos míos, os pido salid a buscar a vuestros hermanos y hermanas perdidos, venid al encuentro de la Llama junto con ellos y derramad sobre sus corazones la luz divina del amor, os amamos, os ruego, ya comienza una nueva era, un nuevo mundo y quiero que al comenzar os encuentre unidos orando la oración que mi Hijo os dejó, os amo, recuérdenlo siempre pequeños de mi corazón, y yo siempre estaré a vuestro lado en todo momento socorriéndolos junto a mi Hijo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
07/10/2010 07:00 Horas
Mensaje especial
Dice Santa María:
Hijitos míos, en cada amanecer está la mano de vuestro amado Padre, de mi Señor, en el canto de las aves, en las montañas, en los valles, en los ríos, en el mar, en toda la creación, Él fue creando un paraíso para entregárselo a todos vosotros, sus hijitos, para que vivieran en armonía con Él, para que lo cuidaran y lo protegieran porque ese mundo que les entregó les iba a dar de sus entrañas los alimentos que vosotros consumen, el agua que bebéis, los minerales y todo aquello que hiciera a vuestra vida llena de armonía y paz, pero con el pasar del tiempo por la ambición de muchos de vosotros fueron castigando a vuestra Madre naturaleza, no aprendieron nada de lo que ella les iba diciendo, no entendieron que si talaran sus bosques discriminadamente cambiarían el cauce de sus ríos y fueron destruyendo todo a su paso, esa tierra, ese paraíso que mi Señor os entregó con tanto amor iría muriendo lentamente y vosotros sois los únicos culpables de esa muerte y no os diste cuenta y no os dais cuenta que si esa tierra bendecida por vuestro Padre muere con ella morirá toda vida sobre vuestro mundo. Amados hijitos, habéis contaminado todo y hoy estáis sufriendo las consecuencias de todo el mal que le habéis hecho, no podéis comprender que tenéis que comenzar a cuidar de ella en vez de atacarla como si fuera vuestra peor enemiga, no podéis comprender que jamáis un rosal crecerá y os dará una hermosa rosa en un inmenso desierto o en un mundo cubierto por hielo, y a eso estáis llevando a vuestro planeta, como vosotros lo llamáis, a vuestra tierra, a ser una gran parte un inmenso desierto y en la otra parte un inmenso témpano de hielo que todo lo ha de cubrir, y entonces llegará con el silencio, el dolor, el hambre, la sed, la noche, la gran noche donde cada uno de vosotros veréis pasar frente a vuestros propios ojos todas vuestras vidas y todo el mal que habéis cometido, sé, hijitos, que todos no sois culpables, pero tenéis que meditar algo, aquel que ve que atacan sin piedad lo que os da la vida, os da el sustento de cada día, que les entrega el canto de la aves y su calor y les entrega todo sin pedirles nada y lo estáis llevando a su final y os calláis, no creéis que sois todos vosotros también, que no hicieron nada, culpables de llevar el dolor a vuestro mundo. Hoy os pido que reflexionen y que se unan, pero esta vez no sólo para orar, para estar juntos en el gran rebaño como os vengo pidiendo continuamente, sino para que se unan todos en la defensa de vuestra tierra, de ese paraíso que mi Señor os entregó y vosotros lo llevasteis a la destrucción, y levantéis vuestras voces y detengan a todos aquellos que no quieren oír y sólo quieren destruir no dándose cuenta que están por su ambición dejando a la tierra morir y con ella morirá toda especie que habita sobre ella. Yo os ruego, salid en defensa de ella, y también hoy he venido a pedirte que hagáis que mi voz sea oída en todo lugar de vuestro mundo, que este mensaje llegue a todos sin excepción y que se unan como ya hace muchos años os vengo pidiendo desde mi corazón, pero parece que no comprenden, que no quieren entender que sois todos hijos del mismo Padre y hermanos entre sí, no puedo comprender por qué en vosotros anida tanto odio, rencor y envidia y os dejáis llevar por un camino de oscuridad por el ángel desterrado, no podéis comprender que estáis caminando al borde de un filo que en un momento caerán a un abismo inmensamente oscuro y no podréis salir de él, que os será quitada vuestra alma y encadenada por los siglos de los siglos, por eso os ruego vuelvan a mi morada, confiesen vuestros pecados, recibid a mi Hijo a través del Sagrado Sacramento y cuidad de mi morada junto a vuestros Pastores, haced que mi morada, mi amada Iglesia, sea la luz de un nuevo mundo, de una nueva era y que caminen todos unidos bajo el manto misericordioso de mi eterno amor. Amados hijitos, sé que lo podéis hacer, sé que me amáis, por eso vuelvan, no me hagáis sufrir, os ruego, vuelvan a mi corazón de Madre, volved junto a vuestro Hermano y de la mano de Él a vuestro Padre y que descienda sobre cada uno de vosotros el Espíritu Santo. Hijitos, os pido que este mensaje sea enviado a todos mis hijos en el mundo y a todos aquellos que se encuentran al frente de otras religiones porque os pido y os ruego la unidad de todos para salvar vuestra tierra, vuestras vidas, y romper las cadenas que tienen atadas vuestras almas y vuelvan a vivir en libertad unidos al Corazón Inmaculado de JESÚS, mi amado Hijo, nunca os olvidéis que soy vuestra Madre y que os amo a todos vosotros pequeños amados hijitos míos. Os ruego vuelvan a los brazos de CRISTO JESÚS, vuelvan a mi morada, vuelvan a caminar de los brazos de mi Hijo y a ser verdaderos misioneros del amor, la misericordia, la justica y la paz. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
06/10/2010 19:00 Horas.
Dice Santa María:
Si vosotros os detuvieran un solo instante en vuestras vidas y pudieran mirar a vuestro alrededor, si pudieran comprender y encontrar en vuestro mundo la belleza que mi Señor os entregó la encontraréis al alcance de vuestras manos, si os enojaran menos y levantaran menos vuestras voces cuando habláis con un hermano vuestro, si aprendieran a oír antes de contestar y atacar muchas veces como lo hacen verbalmente hiriendo en lo más profundo de sus corazones a aquellos que te quieren y que muchas veces os quieren ayudar pero no dejáis que lo hagan, creéis que vosotros solos podrán llevar adelante todo, que todo lo podéis solucionar sin la ayuda y muchas veces se sienten superiores a todos y hasta miran desafiante a quienes sólo saben amarlos y respetarlos, pero hoy, hijitos míos, muchos de vosotros no saben oír, no quieren oír, sólo quieren llevar adelante lo que vosotros os ponéis en vuestras mentes y no os importa si os llevará rumbo a la felicidad o los llevará rumbo al dolor, a la tristeza, muchas veces os encontráis tan confundidos que no sabéis y no podéis encontrar la salida para encontrar la paz que tendríais que tener en vuestros corazones, pero no hijitos, todo lo contrario, os ponéis mal, pasáis por momentos de dolor, de incertidumbre y pasan los días y os alejáis cada vez más de todos aquellos que sólo os quieren y que vienen a vuestro encuentro a ayudarte y guiarte, de la misma forma lo cometéis en cada minuto de vuestras vidas con nosotros, con mi amado Señor, con mi Hijo, con el Espíritu Santo y con vuestra Madre, rechazáis nuestra ayuda, no nos escucháis y hasta muchas veces nos ignoráis porque creéis que sois superior a todo y que si llegáis hasta mi morada trayendo en vuestras manos el dolor y a pedirnos simplemente como un hijito nuestro os sentís pequeño y ahí se encuentra el más grande error que cometéis, un hijo siempre tiene que acudir a sus padres cuando no sabe resolver el problema, cuántas veces os decimos que vuelvan a nuestra morada, que nos permitan cargar vuestras cruces, que nos cuenten vuestros dolores y sufrimientos, que nos permitáis cargar la cruz que os toca llevar y muchas veces es tan pesada que no podéis avanzar por vuestro mundo, pero no hijitos, muchos de vosotros es como si se encerraran y no quieren pedirnos esa ayuda que como Padres estamos esperando porque los amamos, porque queremos que no sufran, porque quiero que sepáis que sois el gran amor de nosotros y queremos cuidarlos y guiarlos por vuestro mundo. Por eso os pido, dejaos llevar de la mano, déjense conducir rumbo a la luz y cuando estéis frente a ella veréis el más puro amor, la misericordia, la ternura y la paz y todo ello, más la justicia, la recibiréis de mi amado Señor, vuestro Padre. Por eso os ruego que retomen el sendero, que recéis el Santo Rosario, que hagáis ayuno, que os unan y no dejéis jamáis de confesar vuestros pecados para recibir el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, dejad vuestros corazones y vuestras almas limpias para que Él ingrese y viva en cada uno de vosotros, déjense llevar de su mano, abrazadlo y vivid para cantarle alabanzas, amen hijitos, aprendan a amar a toda criatura viviente sobre vuestra tierra, no ataquéis más a la naturaleza, no llevéis al final de los días a vuestra tierra que os dio todo para que vivan en armonía, si vosotros la destruyen os aseguro que estaréis destruyendo junto con ella vuestras propias vidas porque todo morirá, y al morir todo sobre la tierra vosotros también perderán vuestras vidas y aún más perderán muchos de vosotros vuestras almas y vivirán por los siglos de los siglos en la más inmensa oscuridad. Por eso os pido que reflexionen, que se unan, que aprendan a vivir en armonía junto a mi morada, no os olvidéis que os estamos esperando, os ruego vuelvan a nuestros brazos, a nuestro amor, sean libres hijitos, sí, libres criaturas de la creación como mi Señor quiere y desea que seáis todos vosotros. Os amo, os ruego rezad el Santo Rosario, cegad al ángel desterrado y encontrad la libertad para vuestras almas, romped las cadenas y vivan en libertad, en el amor, la misericordia, la justicia, la paz y con un corazón sencillo y lleno de humildad, sed todos como niños porque si sois pequeños como ellos entonces os aseguro que ingresaréis en el Reino de los Cielos. Os amo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
06/10/2010 15:20 Horas.
Dice Santa María:
Tenéis que comprender todos vosotros que en el amor que puedan sentir en vuestros corazones, ese amor que anida desde el mismo momento de la concepción, es la luz que traéis al mundo para ser la luz que ilumine los senderos del amor, la misericordia, la paz y la justicia no sólo a vuestras vidas sino a las vidas de todos vuestros hermanos, vosotros vienen a vuestro mundo trayendo en vuestros corazones la paz, esa paz que mi Señor os entrega a cada uno para que sembréis toda vuestra tierra con la semilla de la palabra a través de un largo camino que tienen que transitar, un camino, que soy consciente, muchas veces lleno de espinas y de dolor con inmensas piedras en vuestro andar, pero lo podéis traspasar y seguir y avanzar y no detenerte porque en vuestros corazones se encuentra el fuego del amor y el amor todo lo puede, y tenéis que comprender que vuestro mundo está basado sobre la luz divina del amor, del amor divino de CRISTO JESÚS, y que quiere que cada una de sus criaturas vivan en libertad y rodeados de armonía en sus almas, que caminen unidos por el sendero de la luz, que vuelvan a ser verdaderos hermanos entre vosotros y que os ayudéis y tiendas vuestras manos unos a otros. Vosotros, amados hijitos, tienen que comprender que si no os amáis nunca podréis amar a un hermano vuestro, y eso es fundamental para que vuestro mundo siga adelante y que vuestra tierra siga dando sus frutos, y en la unidad hallarán la paz, esa paz que os doy en cada uno de nuestros encuentros. Yo os amo y mi Señor os ama, mi Hijo os ama y con el Espíritu Santo estamos unidos por el amor y sufrimos al verlos tan separados, tan apartados de los Sagrados Mandamientos al verlos tan alejados de mi morada, de confesar vuestros pecados y de recibir el Cuerpo y la Sangre de mi amado Hijo. Vuelvan amados hijitos, aprendan a vivir en armonía, escuchen las palabras y venid a mi encuentro, no podéis daos cuenta que os estamos esperando con nuestros brazos abiertos de par en par, no podéis comprender que el tiempo se acorta y vosotros siguen separados, no escucho sobre vuestra tierra a nadie que salga a llevar la palabra, que sea realmente un misionero del amor del Sagrado Corazón de mi Hijo, estáis perdiendo el tiempo en discusiones y os olvidasteis de lo más importante que es ir a la búsqueda de todas aquellos hermanos y hermanas que se apartaron de mi morada, que se encuentran a merced del ángel desterrado, que siguen atrás de falsos profetas y que no comprenden que en la unidad podréis cambiar el mundo en el cual vosotros viven y vuestras vidas. Os ruego mediten, caminen unidos, no estéis más separados, abracen vuestras cruces y llevadlas en alto, no provoquéis más a vuestro Padre e id a su encuentro, arrodíllense y pídanle perdón y confiesen, hijitos míos, todos vuestros pecados y libérense de las grandes cadenas que no les permiten vivir en libertad y encontrar el sendero de la luz. Yo os ruego, volved a mi morada y trabajad a través de una profunda y grande evangelización a través de todo el mundo, os ruego, no debéis esperar más, únanse y comiencen a vivir en armonía y paz. Os amo pequeños míos, no me hagáis sufrir más, no quiero verlos sufrir, yo he venido a guiarlos, a traerles la palabra de vuestro Padre, a guiarlos junto a mi Hijo y allí seréis libres y vivirán en eterna unidad y paz. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
05/10/2010 15:00 Horas.
Dice Santa María:
Amados hijitos míos, os quiero pedir que en la unidad encontréis la verdadera felicidad y el amor que tiene que anidar en el corazón de cada uno de vosotros, en la unidad de cada uno tienen que estar grabadas en vuestros corazones la armonía y la paz para poderla entregar a todos aquellos que tanto sufren en vuestro mundo, el amor que hoy se encuentra alejado de tanto de vosotros, la misericordia que habéis dejado abandonada en un rincón ya hace muchos años y la justicia para todos por igual, debéis pelear desde la fuerza del amor para poder recobrar todos los valores fundamentales para poder seguir tras los pasos de mi amado Hijo, pero para ello tenéis que tener la paz que os digo, y para llegar a alcanzar esa paz tenéis primero que liberar vuestros cuerpos de todo pecado y vuestros pensamientos, y sólo lo podéis realizar a través de una profunda confesión, de una entrega total a CRISTO JESÚS y de preparaos para recibirlo en vuestros corazones pero con infinito amor y paz, y al recibirlo dejad que los guíe, que os lleve de la mano por las inmensas praderas, que os enseñe a vivir en armonía con la naturaleza, con vuestra tierra y con todos vuestros hermanos, tienen que volver al comienzo porque en él erais feliz, vivíais en un paraíso que mi Señor os entregó para que vivieran en plena libertad pero basado en el amor a esa vida que Él les ha dado, respetarla y amarla porque de esa forma amarán a cada uno de vuestros hermanos en todo lugar de vuestro mundo, comprenderán que en la unidad podréis estar siempre al lado de aquel que sufre y ayudarlo desde la entrega de la Llama del Amor hasta curar y sanar sus heridas, en estar a su lado y acompañarlos y compartir ese dolor para que sientan que a través de cada uno de vosotros está presente mi Hijo tendiéndoles su mano y abrazándolos como lo hace continuamente con cada uno, sean justos y hagan cumplir la justicia, pero primero tenéis que aprender que la justicia tiene que ser una de las principales en vuestro mundo porque hoy por culpa de ella sufren muchos hombres y mujeres, porque hoy en su nombre cometen terribles atrocidades contra mis pequeños, y sed humildes y dentro de la humildad tenéis que compartir siempre todo lo que poseéis con infinito amor, e hijitos míos tienen que desterrar de vuestras mentes y de vuestras vidas toda palabra que tenga que ver con llevarlos a enfrentamientos entre vosotros, nunca más habléis de guerras, ya nunca más levantéis un arma en vuestras manos, comiencen a construir el sendero que dejaron ya hace muchos años abandonado, comiencen a levantar mi morada para que a través de ella, de su amor, de su pureza sea la luz de todos los continentes y nunca ningún hijito mío caiga más en la trampa del ángel desterrado, que no se pierdan más vidas entre la inmensa noche y las lenguas de fuego, que no lloren más mis hijos al verse perdidos y no poder ir al encuentro de vuestro Padre, y no hagáis sufrir más a nuestros corazones, tenéis todos vosotros que comprender que los amamos pero que tienen que volver a todos los que se separaron, a todos aquellos que con mentiras os llevaron por un sendero de promesas y no os dabais cuenta que iban rumbo a la oscuridad y el dolor, tenéis que saber que vuestro Padre, vuestro DIOS, mi Señor, es amor, que es la fuente más grande de amor y misericordia y que cada uno de vosotros no acuden por medio de su Hijo a Él, que no vienen a mi morada y os confesáis y os convierten en misioneros de la palabra, misioneros, sí, hijitos, míos, es lo que hoy necesitamos en mi morada, misioneros que estén preparados para enfrentar los momentos tremendos que vuestro mundo tendrá que atravesar porque os habéis alejado tanto que si no os ponéis en profunda humildad y con un corazón lleno de arrepentimiento a orar y pedir perdón la noche caerá y con ella el dolor para muchos de mis pequeños, no podéis comprender que yo me encuentro entre vosotros porque he venido por pedido de CRISTO JESÚS a través de mis palabras a guiarlos rumbo al seno de mi morada, rumbo a nuestros brazos y bajo nuestra eterna protección. Os pido a todos vosotros que reflexionen y que vuelvan a tomar el sendero de la luz, y a través de la luz purificarán vuestras almas y os convertirán en verdaderos soldados en la defensa de mis muros y caminad todos junto a vuestros pastores, acompañadlos y también oren por ellos para que ya no se dejen tentar por el ángel desterrado y también caigan en sus trampas dejando mi morada sin sus pilares fundamentales para levantarse sobre el mundo radiante, llena de luz, amor, misericordia, justicia y eterna paz, para hacer llegar a todo el mundo y para que comiencen a hablar el idioma del amor unidos por los siglos de los siglos a CRISTO JESÚS. Os amo, quiero que siempre recuerden lo que os digo todos los días y a cada minuto, los amo con todas las fuerzas de mi corazón de Madre y recordad siempre que junto a mi amado Hijo somos los intercesores frente a vuestro Padre para que os perdone, para que os sane, para que llene vuestro corazón de luz y eterno amor, recordadlo siempre, no tendréis una nueva oportunidad, hoy os se está entregando porque queremos que vivan en libertad rodeados por el amor, la misericordia y la paz. Os amamos, recuerden siempre eso, os amamos amados hijitos, volved, os ruego desde mi corazón de Madre, a nuestra amada Iglesia y allí jurad eternamente serle fiel a CRISTO JESÚS y conságrense al Corazón Inmaculado de mi Hijo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
04/10/2010 03:00 Horas.
Dice Santa María:
Amados hijitos de mi corazón, quiero llegar a cada uno de vosotros, quiero que la Llama de Amor toque vuestros corazones y comprendáis que tenéis que vivir en la unidad y la paz, que os tienen que unir para conversar, para expresar sus sentimientos más puros sin agresiones, sin odios y rencores, tienen que comenzar a comprender que vuestro mundo y vuestras vidas no se pueden construir a través de agredirse y atacarse entre sí, que el odio y el rencor que muchos de vosotros lleváis en vuestros corazones no os permite ver la verdadera luz, la luz del amor de vuestro amado CRISTO JESÚS, no pueden comprender que la vida está basada en el amor, en los sentimientos más puros de cada uno amados pequeños, no puedo mirar tanto dolor sobre todos los pueblos y naciones, tanta agresividad y tanta muerte, tantos hijos e hijas que sienten tanto desprecio por sus propias vidas y aún más por la vida de todos aquellos hermanos y hermanas que se encuentran a su lado, hoy la vida para muchos de vosotros no vale nada, sí, hijitos, no vale nada y viven como si fuera el último minuto sin importar lo que llevéis a cabo, todo es igual, todo está llevado por una inmensa agresión y una soledad tan profunda que llega a paralizarlos muchas veces, no comprenden porque nunca os ponéis a sentir realmente lo que os dictan vuestros corazones, no sienten la voz interior que tenéis que escuchar para retomar el sendero de la luz, y si no retornan a ese sendero todo habrá terminado y cada día os acercáis más y más al final de los tiempos destruyendo todo a vuestro paso y ejecutando con vuestras propias manos toda vida sobre vuestra tierra, nada os importa, es como si hubierais perdido todo respeto por la vida, y aún con más dolor veo que no recordáis que mi amado Hijo dio su vida por salvarlos y que no ha de bajar de la cruz hasta que el último de vosotros reciba en su corazón a través de una profunda confesión su cuerpo y su sangre, sed libres y rechazad todo lo que viene del ángel desterrado, recen por mi amada Iglesia, por vuestros pastores para que os conduzcan por el sendero de la luz y para que aquellos que se apartaron vuelvan a los votos que han dado, para que reine sobre todo el mundo la paz y no os sigan quitando la vida entre hermanos, aprendan a convivir en armonía, misericordia, paz y amor y llevando adelante siempre mi morada, haced que vuelva a ser la luz del mundo y cuidadla porque en ella, amados pequeños, nunca os olvidéis que os encontraréis con nosotros, vuestros Padres, con vuestros Santos, aquellos que tienen que seguir su ejemplo de entrega y de humildad, con mis Ángeles y Arcángeles y con la luz divina de CRISTO JESÚS y la Llama Eterna de mi corazón de Madre de todos vosotros y de mi amada Iglesia, os ruego y os pido seguid en la unidad, retornen al amor y a la paz. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
03/10/2010 05:00 Horas.
Amada Madre, en mi peregrinar a tu casa, a Luján, en todo el camino fui sintiendo en mi humilde corazón un inmenso dolor al ver a mi paso tantos niños muy pequeños pidiendo, tanto dolor, tanta pobreza y tanta soledad en el rostro por todos los lugares que he pasado, te fui llevando en mis manos los pedidos por todos mis enfermitos que me llegan de todas partes del mundo, te he pedido por todas las familias, por mis queridos sacerdotes de todas las jerarquías y por todas las religiones, por la unidad, por todos los hombres y mujeres del mundo, por la paz y la armonía, y para que todos construyamos un mundo mejor en eterna unidad, también por las almas del purgatorio para que puedan elevarse al Reino de los Cielos, para que aprendamos a amar más y a perdonar en vez de tener tanto odio en nuestros corazones y alimentemos tanta vanidad y envidias y rencores. Tú sabes que por momentos me invadían las lágrimas en mis ojos y también te he ofrecido el dolor pero con infinito amor a ti y a mi amado Hermano JESÚS, sabes que ya no soy un niño, que tengo 60 años, y sé que yo llego hasta tus pies porque tú me llevas y me guías, por eso quiero decirte y decirlo al mundo que sos el amor más grande que siente mi corazón, sos la luz junto a CRISTO JESÚS que guía a este pequeñito hombre a poder transitar por este mundo de amor y fe y que en este día tan especial me has enseñado tanto Madre y me guiaste y me dijiste tantas cosas que te prometo que trataré de llevar adelante, aunque muchas veces me cueste mucho pero lo haré.
Hijo, me siento inmensamente feliz como Madre y quiero que le digáis a todos mis pequeños, a todos aquellos que caminaron hasta mi morada, a todos aquellos que no pudieron llegar que mi corazón se encuentra inmensamente feliz porque aunque los que no pudieron seguir adelante por los dolores, por el cansancio sólo la demostración de amor que habéis hecho mi corazón se siente feliz, el pasado sábado, hijo mío, fue una verdadera fiesta, un encuentro divino entre vosotros y vuestra Madre quien os habla, os quiero, y realmente al verlos avanzar mis ojos lloran por primera vez al ver el amor que me tenéis todos vosotros, yo siempre estaré al lado de cada uno, siempre iré adelante de vosotros abriendo vuestro camino para que nada os haga caer ya más, yo me encuentro entre todos vosotros para guiarlos, para acompañarlos en todo momento, para que encuentren a través de la Llama de Mi Amor a mi Hijo que Él los espera, os aseguro que cada peregrino es un misionero del amor, que cada peregrino trae en sus manos la esperanza de construir un mundo igual para todo vosotros y aún más para vuestro país, una tierra bendecida por vuestro amado Padre, una tierra que será la tierra que ha de cobijar a todos mis pequeños del mundo, es la tierra donde vivirán en armonía y paz y donde mi Iglesia se ha de fortalecer y crecerá y volverá a ser el faro del mundo, ese faro que iluminará todos los senderos, esa luz que unida a todos vosotros quitaremos de vuestros caminos al ángel desterrado y será echado por mil años a su propio pozo de la inmensa oscuridad dando a cada uno la libertad y esa libertad la hallarán a través de la confesión, el ayuno, la oración, el Santo Rosario, la Coronilla y tomados todos de la mano orando la oración que mi Hijo os entregó. Uníos, amados pequeños, en el amor y construyan un mundo de paz y armonía, estén siempre unidos y ayuden a todos aquellos que tanto sufren, tenéis que comprender que vendrán tiempos difíciles donde el mal querrá quitarles vuestras almas, donde seréis perseguidos y muchas de mis moradas destruidas, pero si os unen todo ha de cesar, si escucháis mis palabras todo se detendrá, si confiesan vuestros pecados y reciben a través del Sacramento a mi amado Hijo nada ya podrá hacerles mal y volverá a renacer la luz y con ella el amor, la armonía y la paz, y a vos, amado hijo, os pido que os unáis con vuestro hermanos y hermanas en el mundo, con todos ellos que reciben igual que tú mi presencia y diles que en esa unidad comenzará el mundo a cambiar, y que a su vez se vuelvan a unir con vuestros pastores y seáis también obedientes a aquel que está en el sillón de Pedro, y entre todos cuiden de mi morada, de mi templo y que seáis cada uno de vosotros templos vivientes y fervientes mensajeros de la palabra y los apóstoles que llevéis el amor de CRISTO JESÚS a cada rincón de vuestro mundo. Os vuelvo a decir, las dos peregrinaciones que habéis hecho hasta mis santuarios, el Primero en San Nicolás y el Segundo hasta Luján y todos los que lleven adelante en vuestra tierra y en vuestro mundo, llenan mi corazón de inmensa alegría y felicidad, y os pido que no sea sólo ese día, que vengáis todos los días y en todo momento que tengáis dolor y tengáis la necesidad de hablar con vuestro Padre y vuestra Madre porque allí estaremos esperándolos para abrazarlos y guiarlos rumbo a la paz, armonía y eterno amor. Hijo, sigue luchando y veréis muy pronto grandes cosas y os aseguro que todas las puertas se abrirán de par en par, ya nadie más os dejará solo, hallaréis la unidad a través de abrir vuestro corazón y de volver a mi morada, a Santa Teresita del Niño Jesús, hacé, hijito mío, que el Santuario que os vengo pidiendo se lleve adelante, que sus puertas se abran, os ruego, os pido desde mi corazón de Madre, no sólo vuestra sino de todos vosotros, luchad, os acompaño en cada paso que deis, os aseguro, diles a vuestros hermanos, los que se encuentran a tu lado, que sigan, pero a partir de este día con más intensidad y más fuerza y convocad a todos aquellos, que os unan a vos y entre todos lleguen en total unidad y comunión a mi puerta y en total armonía paz, misericordia y amor levantéis lo que os vengo pidiendo, ya no podéis esperar más, ya no os queda mucho tiempo, pensad y haced pensar a mis pastores que es el momento de la unidad y la unidad la encontraréis allí, y habla hijo, habla con todos los que lleguen acompañados por vuestros pastores, que ellos estén a vuestro lado y vos al lado de cada uno de ellos, sé que lo cumpliréis porque sé el amor que sientes en vuestro corazón y sé que está unido al mío, al de mi Hijo, al Padre y al Espíritu Santo, sé que mis Ángeles te acompañan junto a los Arcángeles, por eso no temáis y seguid siempre avanzando a través de la verdad y en total armonía y humildad. Os amo y diles a todos mis hijos del mundo que os ayuden porque a través de la ayuda que os den ellos se han de ayudar porque la luz crecerá y se extenderá para la salvación de toda la humanidad. Os amo y recuerda que el mundo lea mis palabras, mi humilde pedido de Madre de todos vosotros, de todos los pueblos y naciones y del Universo y como Madre de Iglesia. Amén. Madre, yo te vuelvo a decir gracias y que jamás abandonaré este camino, que sabré soportar todo lo que digan, las injurias y podré sobrellevar la cruz porque quiero y deseo llevarla para ayudar a mi amado JESÚS, los amo con todas las fuerzas de mi humilde corazón y ustedes a cada uno de mis hermanos y hermanas que habitan no tan sólo Argentina sino el mundo entero y todo el universo.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
01/10/2010 01:00 Horas.
Dice Santa María:
Cada día que va transcurriendo os vengo mostrando y os digo lo que os irá pasando en vuestro mundo, os pido y hasta os he rogado que dejéis de maltratar a vuestra tierra y siguen cometiendo todo estilo de ataques contra ella, os he dicho que la tierra no dejará de moverse en todos los continentes, que el mar se alzará sobre la tierra, que las montañas harán sentir su furia acompañada de fuertes vientos y lo estáis viendo y estáis sintiendo en todo rincón del mundo lo que les prevengo, pero no os detenéis y siempre tenéis algo, llevados por el ángel desterrado, como para hacer creer al mundo que no son fenómenos raros lo que os ocurren, que es normal, que en estos tiempos puede ocurrir, despertad, amados hijos, y abrid vuestros ojos para ver de una buena vez que vuestro mundo se está revelando contra todos, contra las injusticias, contra todos aquellos que atacan sin piedad la naturaleza, y no conforme con ello van por más y más y en ese impulso llevados por el odio y la maldad atacáis sin razón a vuestros propios hermanos, sin pensarlo tomáis en vuestras manos empuñando armas y de esa forma cometéis el más terrible pecado que es tomar la vida de vuestra propia sangre porque nunca debéis olvidar que sois todos hermanos y al quitarle la vida estáis manchando vuestra alma y vuestras manos con la sangre que jamáis podréis quitar, muchos de vosotros pensáis que son los amos del mundo y que saldréis victoriosos de este sendero de odios y rencores, de muertes que quieren llevar a pueblos enteros a levantarse unos contra otros, a la gran persecución de mi Iglesia, a la persecución del amor y la paz para instaurar el odio y la maldad sobre todos los continentes, os pregunto, no os podéis dar cuenta que vais rumbo al final de vuestros tiempos, no podéis comprender que después de esta vida, que es un pasaje por vuestro mundo, tendréis toda una eternidad para pagar vuestros pecados, todo el mal que habéis cometido, despierten amados hijitos, y vuelvan al sendero del amor, vuelvan a comenzar como cuando erais pequeños y que vuestros corazones estaban llenos de amor y humildad y erais felices encontrando en todo lugar y rincón de vuestro mundo la verdadera belleza, la grandeza de la mano de vuestro Padre cuando os entregó vuestro mundo para que vivieran en unidad y amor, cómo podeos haber olvidado todo lo que mi Señor os entregó, lo que mi Hijo os enseñó y dio su propia vida para la salvación de vuestras almas, cómo podéis desafiar a vuestro Padre, cómo podéis vivir separados en distintas religiones y cada día que transcurre crean nuevas y nuevas, en qué os basáis para quitar con engaños a mis hijitos, cómo podéis llevarlos a la oscuridad y al dolor, cómo no podéis comprender que de esta forma vais rumbo al final de los tiempos, cómo dejáis que os lleve el ángel desterrado a través de la mentira y falsas promesas, cómo podéis escuchar a aquellos que se proclaman profetas a través de la mentira que parte de sus labios, no podéis comprender que tenéis todos que volver a mi morada, que tenéis que confesar vuestros pecados y recibir de la mano de vuestros pastores a mi Hijo que se encuentra en la Eucaristía, a recibir la luz y la Llama Eterna de su Infinito Amor. Os ruego caminen junto a vuestros pastores, sean misioneros, id al encuentro del gran rebaño, levantad mi morada en la tierra y que ella sea la luz de todo el mundo, estad junto a los que sufren e id al encuentro llevando en vuestras manos el Libro Sagrado a todo lugar donde mis hijos estén privados de su libertad, haced crecer las conversiones, haced crecer las vocaciones de hijos e hijas, que abracen a CRISTO JESÚS, os ruego, es la única forma que podréis detener la inmensa noche y con ella el llanto, el dolor y el final, vosotros sois mis hijitos amados, únanse en mi morada, hablen y aprendan a oír y a respetarse, aprendan a vivir en armonía y paz. Os pido que se unan en eterna oración, que jamáis dejéis de rezar el Santo Rosario y yo os prometo que os he de regalar la más hermosa rosa de mi jardín celestial a cada uno de vosotros amados hijitos de mi corazón, vuelvan al sendero de la luz, vuelvan al gran rebaño y comiencen una nueva era, una nueva vida basada en los Sagrados Mandamientos, basados en la palabra y dentro de los muros de mi Iglesia, cantad y alaben por los siglos de los siglos a CRISTO JESÚS, cada uno de vuestros cuerpos tienen que ser templos de la luz y el amor de CRISTO JESÚS y tenéis que ser misioneros de su palabra y en esa unidad lleven la paz a un mundo de odio y rencor. Os amo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
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